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TEMA SELLO 2021

Esteffany Barraza Gonzalez

Según es tradición en nuestra casa de estudios, el Tema Sello 2021 está inspirado en uno de nuestros valores
institucionales, este año en concreto, en el pensamiento crítico; base de nuestro sello, inspirado en quien da
nombre a nuestra institución.
Amanda Labarca: “Al bien común desde la educación y el pensamiento crítico”

Amanda Labarca, esta gran chilena del siglo XX destacó por su excelencia personal y académica en la
búsqueda de la verdad y del bien común educando, con igualdad de oportunidades, a personas con sentido
crítico que aportaran a la sociedad con sus mejores potencialidades.

De ahí que el lema que nos convoca sea: Amanda Labarca: Al bien común desde la educación y el
pensamiento crítico. En palabras suyas, de gran actualidad: “Conocimiento, concordia, amor es lo que
tenemos que enseñar. Sobre a la generación joven” (Labarca 1970: 16/17).

Contribuyamos al bien común -como institución y como sociedad- dando lo mejor de nosotros mismos, a través
de la educación de nuestras capacidades humanas, haciendo énfasis en el pensamiento crítico y el análisis
reflexivo sobre la realidad.

Su base es nuestra identidad de individuos personales, originales y racionales, que buscan la verdad. Por ello
resguardamos la autonomía intelectual de la persona promoviendo la adquisición de criterios de juicio en lo
personal y en lo profesional, y la capacidad de confrontación racional con la realidad a partir del análisis y
evaluación de los razonamientos y de la confiabilidad de las fuentes de información. Esto nos constituye en
comunidades pensantes que buscan la verdad, capaces de acoger la discrepancia, reconocer el aporte de una
crítica franca y respetuosa, y favorecer la autonomía de cada uno.
BIOGRAFIA DE AMANDA LABARCA (1886-1975)
(Recogida por Patricio Ibarra, Director de Formación e Identidad, Santiago Centro)

Amanda Crispina del Carmen Pinto Sepúlveda, más conocida como Amanda Labarca, fue una destacada
profesora, escritora, embajadora y política chilena. Su obra se orientó a la educación y al mejoramiento de la
situación de la mujer latinoamericana e impulsó el sufragio femenino en Chile.

Nació en Santiago el 5 de diciembre de 1886, hija del abogado Onofre Pinto Pérez de Arce y Sabina Sepúlveda.
Tras sus primeros estudios, continuó en el Liceo Americano y, con 15 años, se graduó de Bachiller en
Humanidades. Trabajó como profesora primaria en el Santiago College. Allí conoció al escritor Guillermo
Labarca Huberston, su futuro marido. Juntos ingresaron al Instituto Pedagógico, siguiendo ella Castellano y él
Historia y Geografía. Motivada por las profundas diferencias con su madre, luego de contraer matrimonio con el
escritor, adopta ambos apellidos de él y rompe definitivamente con su familia, pasando a ser conocida como
Amanda Labarca Huberstone. A los 18 años, en diciembre de 1905, obtuvo el título de profesora de Estado en
Castellano. Al año siguiente fue nombrada subdirectora de la escuela Normal Nº 3, hasta 1909, año en que
publica su primera obra “Impresiones de Juventud”.

En 1910, viajó con su marido a Estados Unidos y estudió en Nueva York, en el Teachers College de la
Universidad de Columbia, donde entre sus profesores se encontraba John Dewey, quien ejerció gran influencia
sobre su posterior práctica político-educativa. En 1912 viajó a Francia, donde continuó especializándose en la
Universidad de La Sorbonne. En esta época se impregnó de las ideas feministas vigentes en Europa,
rescatando la responsabilidad y la conciencia que la mujer debe tener de su propia historia. Por eso impulsó
activamente la educación como herramienta de perfeccionamiento cultural de la mujer. En concreto, creó
tertulias femeninas en Santiago y creó el Círculo de Lectura, según el modelo de los “Readings Clubs” de
Estados Unidos, para, mediante charlas y conferencias, acercar a las mujeres a las problemáticas de su época.
De ahí surgió el Círculo Femenino de Estudios, en 1919, y su periódico, “Acción Femenina” en que se promovió
la obtención del sufragio universal.

Su segunda obra, titulada “Tierras extrañas”, aparece en 1915. Ante su valía, los hasta entonces herméticos
círculos masculinos se fueron abriendo y se ganó respeto y reconocimiento, como su nombramiento en 1916
como directora del Liceo Nº 5, a manos del presidente de la República, Juan Luis Sanfuentes.

En 1919 publica “La educación Secundaria”. En 1922, con 36 años, es nombrada profesora extraordinaria de la
cátedra de Psicología pedagógica en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, siendo la primera mujer
en Chile y Latinoamérica en ser profesora titular de una universidad. Al año siguiente, ascendió a profesora
ordinaria de la Facultad de Filosofía y Humanidades y pasó a ser miembro activo de la comunidad educativa
universitaria. Fue la encargada de organizar las Escuelas de Temporada de la Universidad de Chile, que hasta
hoy permanecen vigentes. Desde 1949 hasta 1955 fue directora del Departamento de Extensión Cultural, y
formó parte del Consejo de esa casa de estudios.

Durante 1927 y 1931 fue la jefa de la Dirección General de Educación Secundaria del Ministerio de Educación.
Su labor fue próspera: impulsó la fundación, el 28 de marzo de 1932, del Liceo Experimental Manuel de Salas,
el cual estuvo presidido por un Consejo integrado por ella misma, Irma Salas, Guillermo Mann, Darío Salas y
Arturo Piga, hasta que pasó a depender de la Universidad de Chile en 1942. Este Liceo aplicó los principios
educativos de Dewey, entre ellos la educación mixta de varones y mujeres, novedad en la enseñanza
secundaria en Chile.

En 1939 publicó “La Historia de la Educación en Chile” y “La evolución de la Segunda Enseñanza”. En su obra
“Bases para una Política Educacional" promueve la función social de la educación, que esté al servicio de la
población y sus realidades. Dictó cursos y seminarios en toda América. En 1940 publicó “La Educación
Decadente” y en 1945 “Desvelos del Alma”.

La vida de Amanda Labarca transcurrió entre la actividad docente y promoción de la mujer chilena. Militante del
Partido Radical, fue vicepresidenta de la Asociación de las Mujeres Universitarias, en 1932, y al año siguiente
se convirtió en una de las fundadoras del Comité Nacional pro-Derechos de la Mujer, creado junto a Elena
Caffarena. Desde ahí promovía la lucha por la obtención del voto femenino, cuyo primer logro fue el derecho a
voto en las elecciones municipales, otorgado en 1934. En 1944 fue electa presidenta de la Federación Chilena
de Instituciones Femeninas (FECHIF), que aglutinaba los movimientos y agrupaciones femeninas, con miras a
la obtención del voto amplio, lo que tuvo lugar en 1949, cuando las mujeres chilenas gozaron del derecho a voto
para las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Amanda Labarca también tuvo una destacada presencia internacional. En 1925 fue la representante chilena
ante el Consejo Interamericano de Mujeres. En 1946, durante el gobierno de Gabriel González Videla, se la
acreditó como delegada plenipotenciaria ante la Primera Asamblea de las Naciones Unidas, y en 1948 y 1949
fue jefa de la Comisión Estatus de la Mujer, en el mismo organismo internacional. Ya viuda, regresa a Chile y
retoma sus actividades académicas y activistas.

En 1964 fue distinguida como Miembro Académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de
Chile y en 1969 de la Academia de Ciencias Políticas, Sociales y Morales del Instituto de Chile.

Sus últimos años los dedicó a redactar numerosos estudios relativos a la educación y la mujer, artículos de
prensa en El Mercurio y a continuar sus famosas tertulias, ampliándose a importantes intelectuales de toda
Latinoamérica. Falleció en Santiago el día 2 de enero de 1975, con 88 años.

En 1976, La Universidad de Chile creó la Condecoración al Mérito Amanda Labarca en su memoria, con el fin
de reconocer anualmente los méritos de una mujer universitaria. Posteriormente, en 2015, se creó además la
Cátedra Amanda Labarca.

Amanda Labarca sobresalió en el siglo XX por su gran aporte a la educación y al aporte femenino en la
sociedad, en Chile e Hispanoamérica. Mujer de ideales progresistas, democráticos y laicos, contribuyó
decisivamente al progreso de una educación para todos -sin descuidar la base cultural y religiosa-, así como por
una sociedad más igualitaria.

Es indudable que su vida y su obra, dedicadas a mejorar la educación y a la lucha por la igualdad de derechos
de la mujer en nuestro país, la constituyen en un personaje inspirador para el Tema Sello de este año. Además,
es un importante exponente del pensamiento crítico, fundamentado en una sólida y amplia formación
intelectual y guiado por altos ideales. Al respecto afirmaba: "Templad vuestro espíritu en la ciencia, en el arte y
la filosofía, para que sea consciente de vuestra fe en el triunfo del espíritu sobre toda la clase de fuerzas
materiales". Nos recuerda la misión de una institución de educación superior, que no es otra que la formación
integral de la persona humana, imbuida de valores que la conviertan en un real aporte al desarrollo y
mejoramiento de su sociedad.

Fuentes:

Jaime Caiceo Escudero, “Amanda Labarca, Irma Salas y Mabel Condemarín, tres educadoras laicas y
feministas del siglo XX en Chile”, en revista Teoria e Prática da Educação, v. 13, n. 1, p. 105-116, jan./abr.
2010)

Sitio Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile.


Pensamiento crítico.

El Lux et Veritas dice:

“El conocimiento es un cierto efecto de la verdad”, [que es] “la conformidad o adecuación de la realidad y del
entendimiento” (De veritate, q. 1, a. 1 c). 

Resumen: Capacidad o habilidad de confrontar juicio, hipótesis y teorías con la realidad así como de analizar y
evaluar la fuerza de los argumentos y la confiabilidad de las fuentes de información, que favorece la autonomía
intelectual en la búsqueda de la verdad.

Esta virtud intelectual se funda en nuestra identidad de individuos personales, originales y racionales, que
buscan la verdad. Por ello en Santo Tomás resguardamos la autonomía intelectual de la persona promoviendo
la adquisición de criterios de juicio en lo personal y en lo profesional, y la capacidad de confrontación racional
con la realidad a partir del análisis y evaluación de los razonamientos y de la confiabilidad de las fuentes de
información. Esto nos constituye en comunidades pensantes que buscan la verdad, capaces de acoger la
discrepancia, reconocer el aporte de una crítica franca y respetuosa, y favorecer la autonomía de cada uno.

Valores asociados

Capacidad de análisis y síntesis, de confrontar juicios e hipótesis, de razonar racionalmente, de búsqueda de la


verdad científica y moral.

Antivalores:

Aferrarse a juicios o apreciaciones previas o afirmarlos sin fundamento, la crítica sin fundamento o
desvalorizando a la persona, así como la desconfianza en que podamos conocer la verdad de las cosas,
aunque ésta no sea total ni perfecta.

 TRABAJO DE DESARROLLO PERSONAL: Respuestas breves.


1. ¿Cómo integrarías el valor “Pensamiento Crítico” en tu vida cotidiana?

Lo integraría en el momento de tomar decisiones ya que antes de tomarlas me informaría de mejor


manera diferenciando entre información mediocre y información que sea un real aporte, sin dejarme
llevar por posibles presiones sociales que solo nos llevan a la estandarización y al conformismo.

2.- ¿Por qué es tan relevante integrar como valor personal el “Pensamiento Crítico” en tu desempeño
profesional de la Carrera que estudias?

Es relevante ya que ayuda no establecer ideas preconcebidas de por ejemplo de una empresa que uno va a
auditar, ahí uno a partir de la evidencia dará su opinión.

3.- ¿Qué aspectos de la vida de Amanda Labarca representa más fielmente el valor “Pensamiento Crítico”?
Su papel como educadora en donde se dedico a mejorar la educación como también en su papel como
activista , ya que lucho por la igualdad de derechos de la mujer en nuestro país.

4.- ¿Qué aporte descubres en Amanda albarca al papel de la mujer, desde su dignidad y desde su peso
específico, en la sociedad chilena?

Tiene un gran aporte ya que impulsa el voto femenino, impulsa el pensamiento critico en las mujeres
ayudándolas a mirar mas allá para que puedan pensar por si mismas.

5.- ¿Cómo el “Pensamiento Crítico” nos puede ayudar a enfrentar la situación de pandemia, ¿en una crisis
sanitaria, social y económica?

Nos puede ayudar para no creer toda la información que circula en la web o bien por familiares , ya que al
tener un pensamiento critico uno tendera a cuestionar y buscar la fuente de dicha noticia.

6.-¿Cómo podemos aplicar el “Pensamiento Crítico e nuestra asignatura de Cultura y Valores?

Lo podemos aplicar en el echo que todos tenemos distintas realidades de vida como opiniones , generando
que existan valores que son mas importantes para algunas personas y para otros no.

Igual lo podríamos aplicar en el hecho que la asignatura nos aporta información de las distintas culturas y
valores que han existido y que se aplican en nuestra sociedad , ayudándonos a quizás a entender el actuar
de ciertas culturas que son tan distintas a la nuestra.

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