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Ciudadanía y reflexión ética

Ciclo 2016-1
Sesión 7
Ética mínima y el reconocimiento del otro como ser dialógico

Logro Al finalizar la unidad, el alumno aprecia la diversidad socio-cultural nacional y


de la reconoce la necesidad de diálogos interculturales y la necesidad de establecer una
unidad ética de mínimos.
Logro Al finalizar la unidad el alumno identifica y aplica los valores y/o bienes que
de la corresponden a la denominada ética mínima y reconoce los problemas de colisiones
sesión de valores y/o bienes vinculados a los DD.HH.

Visionar el caso de la huancavelicana discriminada por la U. Pacifico


https://www.youtube.com/watch?v=ZBgLmTpO82A

Visionar el video sobre DDHH - https://www.youtube.com/watch?v=mpuW5B1dwUE

Leer el siguiente texto como marco teórico.


ÉTICAS DE MÁXIMOS Y ÉTICAS DE MÍNIMOS

Un buen número de autores considera hoy en día que conviene distinguir "lo justo" y "lo
bueno" dentro del fenómeno moral en su totalidad, sin olvidarnos de que "distinguir" dos
aspectos de un fenómeno para comprenderlo mejor no significa suponer que en la
realidad se dan separados. Resulta imposible sin duda averiguar qué es lo justo si no
tenemos ya unos ideales de vida buena, y es de igual modo imposible diseñar un ideal de
felicidad sin contar con elementos de justicia. Sin embargo, lo justo y lo bueno pueden y
deben distinguirse en el siguiente sentido.
Cuando tenemos algo por justo no estamos pretendiendo sólo expresar un
sentimiento(emotivismo), ni informando de que lo aprobamos(subjetivismo), ni tampoco
exigiendo que sólo lo tenga por justo nuestro propio grupo(relativismo), sino que estamos
pretendiendo que lo tenga por justo cualquier ser racional que se sitúe en condiciones de
imparcialidad; es decir, estamos pretendiendo que debe tenerlo por justo cualquier ser
racional que no se deje llevar por sus intereses individuales o grupales, sino por intereses
universalizables, porque creemos tener razones suficientes para convencer a otras
personas de que la propuesta satisface tales intereses.
(Si decimos, por ejemplo, que es injusta la actual distribución de la riqueza, en virtud de la
cual gran parte de la humanidad muere de hambre, no intentamos solamente expresar
una opinión, sino afirmar que debería cambiar tal distribución y qué pensaría igual que
nosotros cualquier ser racional, que deseara satisfacer intereses universalizables).

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Escrito por Cortina. A. y Martínez .E. Ética. Editorial Akal. Madrid. 2001

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La justicia se refiere, por tanto, a lo que es exigible en el fenómeno moral y además
exigible a cualquier ser racional que quiera pensar moralmente. Con lo cual nos
encontramos con que es moralmente justo lo que satisface intereses universalizables.
¿Cómo podríamos averiguar cuáles son esos intereses? Celebrando un diálogo entre todos
los afectados en condiciones de simetría, como propone la ética discursiva.
Sin embargo, cuando tenemos algo por bueno, por "felicitante", no podemos exigir que
cualquier ser racional lo tenga por bueno, porque ésta sí que es una opción subjetiva. En
este sentido es en el que hoy en día ha hecho fortuna la distinción entre éticas de mínimos
y éticas de máximos, entre "éticas de la justicia" y "éticas de la felicidad".
Las éticas de la justicia o éticas de mínimos se ocupan únicamente de la dimensión
universalizable del fenómeno moral, es decir, de aquellos deberes de justicia que son
exigibles a cualquier ser racional y que, en definitiva, sólo componen unas exigencias
mínimas, las éticas de la felicidad, por el contrario, intentan ofrecer ideales de vida buena,
en los que el conjunto de bienes de que las personas podemos gozar se presentan
jerarquizadamente como para producir la mayor felicidad posible. Son, por tanto, éticas
de máximos, que aconsejan seguir su modelo, nos invitan a tomarlo como orientación de
la conducta, pero no pueden exigir que se siga, porque la felicidad es cosa de consejo e
invitación, no de exigencia.
Con la distinción entre estos dos tipos de ética es posible intentar responder a la pregunta
de si hay un criterio universalmente intersubjetivo para tomar decisiones morales a la
hora de elegir entre las posibilidades que se nos presentan, porque las formas de vida de
distintas culturas o grupos sociales, sus ideales de felicidad, son sin duda modelos desde
los que justificamos nuestras elecciones, pero lo que no podemos exigir es que cualquier
ser racional adopte los mismos ideales, sino proponerlos, invitar a vivir según ellos,
aconsejarlos, si es que a nosotros nos hacen felices. Por el contrario, los criterios de
justicia son universalmente intersubjetivos y, por tanto, exigibles. La universalizabilidad
del fenómeno moral pertenece, pues, a la dimensión de la justicia, más que a la de la
felicidad.
En estas afirmaciones estarían de acuerdo, entre otros, autores como Rawls, Apel,
Habermas y Kohlberg.
Reconocer esta doble faceta de la moralidad es la única forma de dar razón de dos
fenómenos al menos:
a) El hecho innegable de que haya contenidos morales diversos y de que a la vez ciertos
juicios morales exijan universalidad.
b) El hecho del pluralismo existente en las sociedades democráticas, que no es
politeísmo axiológico. Si hubiera politeísmo axiológico, los miembros de tales sociedades
no tendrían nada en común moralmente y no podrían construir nada juntos; sin embargo,
el pluralismo consiste en compartir unos mínimos de justicia, desde los que se conviene
en potenciar que cada quien viva según su modelo de felicidad y pueda invitar a otros a
vivir según él (nunca imponerlo).
La articulación de mínimos y máximos, por otra parte, hace posible, entre otras cosas:
a) Construir una ética cívica democrática, que consiste en los mínimos que los
ciudadanos comparten, alimentados por los máximos que profesan.

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b) Aplicar esos mínimos a los distintos ámbitos de la vida social (medicina, empresa,
ciencia y tecnología, educación, política, ecología), de modo que se encuentre alta de
moral, en buena forma. Ésta es la tarea de la ética aplicada.
c) Construir una ética universal, un "Nuevo Orden Ético Internacional", desde aquellas
exigencias de justicia que son inapelables, entre las que se cuentan el deber de respetar
los modelos de felicidad de los distintos grupos y culturas.

CASO EL ABUELO
En una zona bajo andina del Perú un abuelo narra a su nieto una historia ajena pero cercana a
todos. Historia sobre los efectos de los casi inmanejables elementos de la naturaleza y cómo estos
por poco extinguen a 9 miembros de una familia campesina. Dicha historia cuenta lo siguiente:
Las lluvias –como todos los años- acaudalaron en demasía las aguas del rio que bordeaba
las tierras habitadas por la familia Pazonki y, en un desborde, cortaron la vida de los
padres y quedaron en la orfandad 5 hermanos entre 12 a 17 años.
Luego de un corto duelo el mayor de los hermanos preguntó con voz trémula y enérgica a
la vez ¿y, ahora qué haremos para sobrevivir?
- Julio de 11 dijo, yo tengo habilidad para pescar y me encanta hacerlo- y así traeré truchas
para todos.
- Junio de 12 dijo, yo traeré leña seca – me encanta cortarla y soy muy hábil en ello- y así
cocinaremos para todos
- Mayo de 13 dijo, yo quiero cosechar naranjas y así habrá vitaminas para todos; pese a que
no me gusta cosechar y detesto las naranjas.
- Abril dijo de 14, yo quiero hacer algo para mí y no para los demás, por tanto yo cazaré y
comeré de mi trabajo, no necesito de nadie y nadie necesita de mí.
- Marzo de 15 dijo, yo quiero hacer algo –porque me aburro fácilmente- pero no puedo
hacer nada ya que tengo los dedos derechos quemados por culpan de la leña ardiente que
mi padre me ordeno encender.
- Febrero de 16 dijo, yo solo quiero contemplar la naturaleza, retratarla con palabras y
hacer poesía.
- Enero de 17 dijo, yo quiero hacer las reglas de la familia, juzgar a quién se las aplica y
ejecutar su aplicación y, les comunicó que detesto las truchas y las naranjas.
Luego, el nieto tras escuchar atentamente la historia formula la siguiente
pregunta:
¡Caramba! ¿En la familia Pazonki no hay coincidencias –todos quieren cosas
diferentes- por tanto nunca se pondrán de acuerdo?
El abuelo responde:
- Te equivocas, coinciden en algo trascendental y es que “todos quieren hacer lo que
quieren” es decir, ninguno está dispuesto a renunciar al objeto de su querencia
- Ahora, pon atención nieto mío, todos coinciden en la búsqueda de instantes de felicidad;
por tanto, todos desean lo mismo y es el poder elegir y hacer lo elegido; y, a ese poder
llamamos “libertad”.
Y, el nieto repregunta ¿Por qué es importante esa coincidencia?
El abuelo contesta lo siguiente:
- Es importante porque dicha coincidencia implica precisamente el deseo universal más caro
de la humanidad “el deseo de libertad” el cual aún no es un valor ni un derecho
fundamental, porque solo llegará a serlo cuando la razón humana reconozca al otro como
su semejante en lo esencial y descubra que para evitar que “la libertad de unos choque

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con la de otros” es necesario delimitarla para llegar al ideal de “igualdad de
oportunidades para ejercer los ansiados derechos fundamentales”.
Y, el nieto formula sus dos últimos cuestionamientos: primero ¡Abuelo! ¿Te olvidas
de lo más importante, la vida como condición necesaria para ejercer precisamente la
libertad e igualdad? Segundo ¿Cómo se delimita la libertad en partes iguales?
- El abuelo responde al primer cuestionamiento: Te felicito, tienes a quien salir en tus
inquietudes, te diré que la vida también es un valor y un derecho fundamental, pero tú
sabes que la historia ha demostrado que muchos han preferido morir antes de perder la
libertad; en consecuencia no hay jerarquías absolutas en estos valores y derechos, las
jerarquías como los caminos en la vida se hacen al andar.
- Al segundo cuestionamiento responde: No es posible dividir en partes iguales el pastel de
las oportunidades –porque la “igualdad ideal” no coincide con el “mundo real” variopinto
por naturaleza; por tanto, las delimitaciones se hacen bajo criterios de un cuarto valor y
éste es el de la justicia, la cual implica usar la proporcionalidad para distribuir bienes en
razón de intereses, necesidades y méritos: y, esta tarea te la dejo para que reflexiones
sobre las diversas fórmulas para no incurrir en un desbalance en el goce y ejercicio de los
bienes que nos da la vida.
- Y el nieto llega a la siguiente conclusión: entonces el destino nos sortea un pedazo de
pastel grande o pequeño, dulce o amargo, y la justicia tratará de volver a sortear para
compensar las oportunidades de la vida
- Tú lo has dicho nieto mío mejor que yo.

PREGUNTAS SOBRE EL CASO “EL ABUELO” –TRABAJO GRUPAL


1. ¿Qué hermano o hermanos de la familia Pazonki tiene una actitud altruista o egoísta
o mixta? – fundamente la respuesta.
2. ¿Cuáles deberían ser las reglas para que en conjunto los hermanos puedan progresar?
Fundamente su respuesta.
a) Que cada uno –por su cuenta- aporte según su habilidad -
b) Que todos se pongan de acuerdo en ciertas reglas para aportar y cooperar

3. ¿Cuáles serían las reglas que favorezcan a lograr la felicidad de cada uno de los
hermanos?
4. ¿Cuáles serían las reglas que favorezcan a la justicia en la comunidad de los hermanos
Pazonki?
5. ¿Qué reglas las considera más relevantes – las de la felicidad o las de la justicia?
Fundamenta la respuesta

PREGUNTAS SOBRE EL CASO “ALEJANDRINA” – TRABAJO GRUPAL


1) Según la ética de máximos ¿Cuál debería ser la conducta del vicerrector y los criterios de
selección de becarios? Fundamenta la respuesta primero conceptualizando la ética de
máximos y luego aplicando el concepto al caso concreto.
2) Según la ética de mínimos ¿Cuál debería ser la conducta del vicerrector y los criterios de
selección de becarios? Fundamenta la respuesta primero conceptualizando la ética de
mínimos y luego aplicando al concepto al caso concreto.
3) ¿Cuál es el papel de los derechos humanos y la política de la enseñanza multilingüe en
nuestro país?

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