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3ºCR Arqueoloxía
Práctica 1. Limpieza.
1. Diagnóstico.
1.1. Caracterización.
La pieza es una tégula romana, con una tecnología de cocción imperfecta que hace que la
superficie original que se conserva presente cierta pulverulencia (factor interno de alteración).
Esto, acompañado de la pulverulencia característica del depósito arcilloso que presenta por toda
la superficie de la pieza, hace que haya un gran riesgo de perder superficie original ante factores
como una manipulación poco adecuada o cuidadosa.
2. Propuesta de tratamiento.
❖ Preconsolidación.
o Paraloid®B-72 en Dowanol PM a pincel.
▪ Una aplicación (cara interna).
▪ Dos aplicaciones (cara externa).
o Ciclododecano sobresaturado en White Spirit a pincel.
▪ Una aplicación (cara interna).
▪ Dos aplicaciones (cara externa).
❖ Limpieza mecánica en seco.
o Con un pincel de rigidez media para eliminar lo más superficial del depósito,
sobre todo en las zonas más gruesas.
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Tiene aspecto “mantecoso”.
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Andrea Leis Regueiro
3ºCR Arqueoloxía
El nivel de limpieza perseguido consiste en llegar a la superficie original siempre que sea posible,
sin dañarla bajo ningún concepto. En ocasiones, es preferible dejar parte del depósito a retirarlo
y, con él, partículas de la superficie original.
El resultado es que los depósitos quedan muy compactos, repelen parcialmente el agua (si
aumentamos el tiempo de contacto acaba humectándose); aunque la acción del CDD apenas se
aprecia (por su rápida evaporación). De hecho, en la parte interior consolidada con CDD es muy
fácil quitar el depósito de arcilla y, si no se tiene cuidado, la superficie original.
El aspecto que tiene la parte preconsolidada con Paraloid®B-72 en la cara externa es muy
brillante, ligeramente más graso, aunque solo se aprecia con muchos aumentos mirando a través
de binocular. Este presenta unas propiedades físicas ciertamente similares la superficie original,
algo problemático.
3.2. Limpieza.
Al realizar las pertinentes catas de limpieza, parece que se puede alcanzar un nivel de limpieza
aceptable limitándonos a una limpieza mecánica en seco con un pincel parcialmente rígido y un
perrillo. Al mojar se saturan los colores tanto de la superficie original (de un tono rojizo) como del
depósito arcilloso (ocre amarillento).
A medida que se va eliminando la parte más superficial del depósito arcilloso, debajo de aquellas
partes de más grosor aparecen raíces de color marrón y blanquecino. Estas suponen cierta ayuda
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Andrea Leis Regueiro
3ºCR Arqueoloxía
a la hora de alcanzar el nivel de limpieza deseado, pues su presencia indica que aún no hemos
alcanzado la superficie original.
Es conveniente limpiar con un pincel muy suave y agua desionizada cuando nos vamos acercando
a la superficie original, dispersando el depósito y removiéndolo con un hisopo; ya que la limpieza
mecánica es demasiado “agresiva” para este último estrato.
La capa negruzca que hay por casi toda la extensión de la pieza (más de un 50%) está sucedida,
estratigráficamente hablando, de otro depósito arcilloso de similares características al depósito
más superficial. Este último no es eliminado debido a que puede suponer comprometer la
integridad de la superficie original. Es reseñable que la dureza de la capa negra es
significativamente mayor a la del depósito de arcilla.
Añadimos un tensoactivo, Teepol™, para comprobar si logramos un resultado más operativo sin
comprometer el nivel de limpieza deseado. El efecto es, de hecho, positivo; pero no determinante
ni mucho menos.