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Charles Baudelaire: L a Fanfar-

lo. Traducción de Aurora Bernár­


dez. Emecé, Buenos Aires, 1944.
B I B L I O G R A F I C A S
64 páginas.
^ Eliot dice que la obra en pro­ pasión oratoria. Pero dominaban don'i like ihat furniture poei". taron en tom o de dicho suceso.
sa de Baudelaire no es infe­ en la concepción y en la forma En todo memento el lector me­ Los personajes encargados de dar
rior a su poesía. Modificando esr del cuento algunos elementos nos exigente de imprecisiones que vida a esas pasiones, a esos
ta afirmación se puede decir que nuevos, originales: la visión agu­Tagore, encontrará en L a Fan­ intereses, son meros fantoches,
la obra en prosa de Baudelaire da y múltiple de Baudelaire, su farlo finos rasgos, apeifes apun­ irremediablemente caricaturescos.
es, por lo menos, complementa­ fino estilo matizado. Una escena tados, que prolongan en direccio­ Todo el valor humano y la sim­
ria de su poesía. Para el lector de lo revela claramente: aquélla en nes insospechadas la vitalidad de patía de la causa que defiende
L'examen de minuií, por ejemplo, que Crámer y Madame de Cos- este cuento casi centenario. (Es Bloch se pervierte por la forma
la lectura de L a Fanfarlo es m elly se encuentran y se engañan de 1847). La traducción es exce­ mezquina y torpe de la obra. Hay
complemento indispensable. En mutuamente sobre sus verdaderas lente. Hace unos cuantos años que convencerse: las buenas in­
ese cuento largo el poeta, pre­ intenciones. Baudelaire resume Julio Gómez de la Sem a había tenciones no basian. Esta obra Jo
sentándose bajo e l transparente así la situación: Crámer "la miró publicado otra inferior-en Prosa evidencia dolorosamente.
disfraz de Samuel Crámer (“ el atentamente un rato, en silencio, escogida de Baudelaire, Biblio­ E. Q. M.
último romántico” , el decadente), con el aire más enternecido y más teca Nueva, Madrid.
había dibujado un curioso auto­ untuoso que pudo adoptar; el
rretrato denigrante.. Dicho retra­ brutal e hipócrita comediante es­ Jean Richard Bloch. Tolón. Tra­
to, en e l que se omiten casi todos taba orgulloso de esas bellas lá­ ducción de C_ Bloch y A . Serra­
los rasgos positivos del original grimas; las consideraba su obra no Plaja. Ediciones Pueblos Uni­
y se amplifican los negativos, en y su propiedad literaria. Se en­ dos, Montevideo, 1945, 156 págs.
que el enfoque es satírico pero no gañaba sobre el sentido íntimo ★ Esta Crónica Francesa en
despiadado, corría envuelto en de ese dolor, como Madame de Tres Epocas (1942 - 1943) es
una deliciosa historia de bohemia Cosmelly, sumida en una cándi­ un alegato político malamente
y burguesía. E l cuento estaba in­ da desolación, se engañaba sobre disfrazado de obra literaria. El
ventado con detalles que hubie­ la intención «le su m irada". Este autor ha querido presentar una
ran provocado la felicidad de doble juego Cesta cauta ambigüe­ "crónica dialogada de los aconte­
Balzac — la pura y noble dama dad) se mantiene hasta su culmi­ cimientos que precedieron y ro­
que pide a Crámer, el disoluto, nación final en el episodio de dearon el hundimiento de la flo ­
que le recobre el amor de su ma­ Crámer y la Fanfarlo — detallado ta francesa” en Tolón. Con tan
rido arrancándolo de las garras con el gusto de Baudelaire por los noble como servicial finalidad ha
de la. perversa Fanfarlo, etc., etc. detalles concretos, las sensacio­ fraguado una serie de escenas mal
En ciertos momentos el estilo tra­ nes refinadas, la cálida reproduc­ hilvanadas que presentan en for­
ducía el gusto balzaciano por los ción del ambiente, o sea, todo lo ma puerilmente explícita los in­
contrastes y por el lenguaje de la que hacía decir a Tagore: “ I. tereses y las pasiones que se agí-

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