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Epoca s d e-1 espanot yo pueao tw blarso de eepaft ol mode rno . An otemo
los fac tores que más contri buyen a reg ularizar
s. de paso, que dos son
la lengu a y las graflas:' 1
'
w la creac ión de la Rea l Acade mia de la Leng ua
hasta 01 siglo la Impre nt a (siglo XV) y
( 17 14 ).
o de numerosos ara-
s19los XVI y XVII La co nvivencia con los árabes determin a el IngresFran ci a abren cauce
bismo s y, en los sig los XI a XI II , las relaci one s con
desde el siglo transp irenai cas, como la del
\ VIII. a no pocos gallcl smos o modas lln gü fstl cas
, peri , cort , nuef) .
apóco pe da -e fin al (mont
la lgle~i ~, i ntera c-
La ln fl uencl a de l latf n., la lengua de la cu lt ura y de e o mod 1f1 c~ ~rece -
tú a sobro las form as ll ngü fstl c as roman ce s y detien
mode lo se toman , as imism o ,
sos evo lutivo s en marc ha. Del pre stigio so
num eros as voce s o cultl amoa (sig los XIII y XV) .
5
r ~-labrnctores. la rnballeria es más noble et más
Esta organización social, fuertemen e
t i·erarquizada explica que la te-
r~II losa.
honrado estado que todos los otros: ca [pues! mática de su literatura sea sobre todo , guerrera Y g
los caballeros son para defender a los otros. ' '6n exclusiva de monjes y de
et los otros deben pechar [pagar contribucio- . ~I saber es, hasta el siglo XI~ , ocupa~, empiezan a compartir con
nes] e~ mantener a ellos. De este estado [la ca- clengos. Los nobles, en la centuria que sigue, • 16 d
ellos esa tarea. Se inicia, asl, el lento proceso de secu 1anzac n 9 1a
balleria.] son los reyes et los grandes señores.
e~ e~te estado non puede haber ninguno por cultura, que termina en el siglo XVIII . .
si. si otro non se lo da. et por esto es como En el siglo XIV, cuando los ideales religi.osos Y guerreros ~mp,ezan
manera de sacramento. a tambalearse -la vida eclesiástica se rela¡a Y la espad~, olvid ada de
la gesta de la reconquista, toma partido en . las luchas internas de la
Juan Manuel lsiglo XIV) nobleza-, surge en las ciudades -que empiezan a cobrar aug~ -:- una
literatura burguesa que capta, con irania y sátira, el mundo en cns1s que
las rodea. El espectro de su temática se amplia: se preocupa por e~ ~om -
bre y su vida de relación, en todos sus aspectos, no sólo el rel1~1oso
o el guerrero. A pesar de las quiebras que afectan al mundo social , la
fe sigue siendo auténtica y profunda. El Medioevo español , aun en sus
siglos de disolución y de tránsito, conserva intactos los valores religio-
sos. En España, el Renacimiento, imbuido de paganismo, no podrá res-
quebrajarlos.
6
J,t•c turu .,
Jarches. co n su corr ea
Ofre cem os , a cont inua ci ón, algunas
pond lenle tradu cc ión mod erna .
I
Vas e mí cora zón de mí.
\ ·avsc> meu cora zón de mib . ¡Oh Dios !, ¿si se me Lom ará?
¡ Y~ Ha b! . ¿si se me t.orn arád ? ¡Tan fuerLe mi dolo r por el amado !
¡Tan nrnl meu dole r Ji-1-h abib ! 1 Enf erm o es tá, ¿cuá ndo sana rá?
E nfer mo yed. ¿,cuá ndo san arád ?
11
¿Qu é h aré o qué ser á de mí'?
<·,Qué fare yo o que será d de mib i?
¡ Hab ibi. 2
¡Am ado .
no te sepa res de mí!
•
non te tolgas d e mib i!
111
¿Qu é haré , mad re?
(·•Qué farey, mam
ma? 3 jmi ama do está a la pue rta!
j meu · habib esta d yana!
IV
Un siglo má s pa ra la po esí a esp año la
tent osa anti -
se me' tor- . tas can cion cilla s nos mue ven por su por
. "Vase mi corazón de mí. ¡Oh Dios!, ¿si güe dad , lo que en ellas esca lofr ía es su
des nud a. Sll tré-
tan. pur a!_De
nará?" Así can taba la doncella. ¡Qué voz: mula, su imp reg nan te belleza. ¡Qué nue
v o teso ro par a
ot.~da sen-
una lobreguez de siglos, llega a nue stra ~mb la lite ratu r¡i de Esp aña !
J11.ed,iados del
sibilidad de hombres de estos angustiosos Dám aso Alo nso
dora . Níti da, ,ex;acta,, ,c,o-
XX. una \'OZ fresca y desgarra Esp año l
flpr y de los I~-
mo si brotara ahora de la gar gan ta en, (Co ntem por áne o)
'No; si es-
bios que tran spar enta ban la san gre juveniI.'
8
• las desc ripc ione s que comt ª.'. verbo " verl edes" (veriais) o
los diálogos encabezados en z.~n con
des (oiréi s):
• el paso frecuente al es tllo P:ir adre
inad recto , sin verbo Introductorio, como es
un nic111w nt,, ,,h 1d.11 de uso en las obras dest 8 18 lectura (" dijo ful ano" o " cont estó
• No dr bt'lllll~ 111
men gan o"); as
ur la íl'l'il a(w,1 li):l:trt'SCA tfrh1.1 st't un,1 ción .
q rrl'¡•r,,,,,11 1.i.-1,,1'. , 11s1 n,1 111t' p11r,•,:, · • los llam ado s de aten 1nd lcar lo s cambi os de lugar de la ac-
~t'llll ción épic a y la en trada ~ªa~ªd
· ,r·tll<' dt, :r ,¡u,· l:1 1'p1,·,1 1' 1t'li11•1 al l'" O 1 a de personaj es ;
.
• las acot ac iones subj etiva s del t~~-tor, que suenan como un eco de los
t\J¡.!1 • 1
.1 .,,t"l: 1, Oi'" 1l t'llln' "l'í 11arr11111 11
· ir ,, 1, ·, ., i)¡¡,, mill\~'Ttl.-; dt' num1rt1 sen timi ento s del púb lico audl
, '('f U\.11,l 1 ~
El desterrado de Vivar
1
En los textos medievales que transcri- Los primeros versos del poema, por la pérdida del foiio inicial, nos
bimos, modernizamos todos los sonidos con- ubican de lleno en la acción épica, en el .momento en que Rodrigo Diaz,
sonánticos que ya no existen en el español el Cid, desterrado por Alfonso VI, abandona sus heredades de Vivar, po-
actual (~ ➔ "cabeza"; muger .... "mu- blación próxima a la ciudad de Burgos. Este comienzo abrupto, casi cine-
jer": che - "dije"; dezir .... "decir"; cavallo matográfico, confiere al cantar el encanto y el misterio de las grandes
.... ..caballo'·; biwir .... "vivir'', etcétera). Resti- obras de arte que han llegado truncas hasta nosotros 1 :
tuimos la h donde hoy se escribe y moderni-
zamos las graflas antiguas sin valor fonéti- Dé los sos ojos 2 tan fuertemientre llorando,
co (quando .... "cuando", reyno-+ "reino", io tornaba la cabeza y estábalos catando 3 •
... ·'yo·,_ Mantenemos, en cambio, todas las . Vío puertas abiertas e uzos sin cañados 4 ,
particularidades, vocálicas o consonánticas, 5
alcándaras vácias sin pieles e sin mantos
que el alumno puede pronunciar sin una pre- e sin falcones e sin adtores mudados 6 •
paración especial, porque están en su regis- ca 7 mucho habié grandes cuidados.
tro articulatorio (homne, leción, hestoria, et,
Sospiró mio Cid
nuef). Hemos tenido en cuenta, para decidir-
Fabló mio Cid bien e tan mesurado:
nos a esta modernización relativa, que las "¡Grado a ti, Señor Padre que estás en alto!
grafías antiguas dificultan la lectura, distraen Esto me han vuolto mios enemigos malos." (1-9)
la atención y pueden llegar a influir negati-
vamente en la ortografía, muchas veces va-
.. El Cid no _va solo, lo_ acompañan sus vasallos y parientes: su obliga-
cilante, de los alumnos. c1on es seguirlo y servirlo en la desgracia.
2
EJ adjetivo posesivo antepuesto distin- . Alfonso VI,_ al des!err~r al Cid, ha roto los lazos de vasallaje que im-
guía el masculino del femenino (mio-mie o plican ~ro~ecc16n y fidelidad mutuas. Al inculpado le estaba 'ermitido
mi; to-tua o tu; so-sua o su; y sus respecti- combatir, incluso contra su rey Era una p
vos plurales). La expresión "llorar de los bitrariedad del poder real. El Cid. en la histm~nera de compensar la ~r-
ojos" es fórmula épica imitada del francés a este derecho: ' ona Y en el poema, renuncia
(plorez des oilz).
3
catando: mirando. • •. . con Alfons ' mio señor , . lidiar
non querna (538)
4
uzos 11n can-ad os: puertas sin canda-
.
Pero sigamos escuchando al . 1
dos. el Cid a Burgos, una ciudad de J_ugt ar Y entrem_os, ya noche cerrada, con
5
alcándaras: perchas.
6 poeta condensa ma ist~almen ª
t
plan, tras las ventanas el lentosierba atemorizada. Los burgaleses es·
ca gar del Cid y de sus hombres. El
Aves de caza muy estimadas cuando
h~la pasado la época de la muda del plu- Y un·ánime de ese p~eblo ue ~e, en un soto v~rso, el sentimiento callado
ma¡e. sar su solidaridad para cbn Rix~~~o de la ira del rey, no puede expre·
7
ca: pues o porque.
¡Dios, qué buen vasallo .h .
' si obiese buen señore! 120)
10
Los tres reyes del Cid La causa del destierro
ftffllOdO 1 (1035- 1065) La Crónica de veinte reyes de C11tllla (siglo XIV), donde se encuentra pros1:1 -
cada una versión del poema, nos permite conocer la Ira de Alfonso VI. El Cid ha-
Rodrigo. nacido en Vivar hacia el bla Ido a cobrar los tributos que anualmente pagaba el rey moro de Sevílla y se
1043 se crla en la corte de Femando 1, vio en la obligación de defenderlo del rey berberisco de Granada. Entre los agre-
·~ r rey de Castilla, junto a Sancho, sores, hace prisioneros, no sin sorpresa, a varios senores leoneses y al conde
~primogénito, en pleno auge y esplen- castellano Garcfa Ordónez. Finalizado el Incidente, los libera Éstos se unen a otros
dor castellanos. poderosos enemigos del Cid en la corte y, con hábiles intrigas, acusan al fiel va-
A la muerte de Femando, Sancho he- sallo de haberse quedado con parte de lo recaudado. Alfonso da acogida a las
calumnias y ordena el destierro, fijándole plazo de nueve días para abandonar el
reda Castilla; Alfo~s_o, el segu~~ogénit~, reino . El relato de estos hechos llenarla el folio inicial del códice.
León; Garcla, Gahc1a; y las h1¡as, doñc1
urraca y doña Elvira, las plazas de Zamo• Cantar primero
,a y Toro.
La acción se desarrolla en dos partes. En la primera, de una emoción
51nCho 11 (1065-1072) Intima y fan,iliar, asistimos a la despedida del Cid de Vivar, a su paso
El primogénito, disconforme con la por Burgos, a su arribo al monasterio de Cardeña y al dolorido adiós a
partición del reino hecha por su pa~r~, su mujer e hijas, que confía al abad don Sancho, a la incorporación a.,
c1e5poja de León a Alfonso y de Galleta sus mesnadas de gentes que se solidarizan con él y se unen a su suerte~
a García, y recupera los extensos do- a la marcha. apresurada por los confines del reino, porque el plazo apre-
minios paternos. Su "al!érez" o_"portaes- mia, y, por fin, al cruce del rlo Duero y de la frontera de Castilla.
tandarte" es Rodrigo D1az, antiguo com- Esta ,primera parte nos muestra a un héroe humano, preocupado por
pañero de infancia Y. ~ora vencedor d~ los afectos de esposo, de padre y por la responsabilidad que le cabe res-
cuantas acciones bellcas ha emprendi- pecto de cada uno de sus vasallos, a un hombre que tiene que resolver
do Sancho sobre sus hermanos y contra afanes . material~s y compromisos espirituales: velar por el bienestar de
los moros, que ya lo llaman cid o_ cidi lqs s~res queridos que deja y por el de sus mesnadas, que crecen día
, señor" en árabe). Rodrigo ~s.temido Y ~ día.
admirado entre árabes y cristianos. La
Como caballer<;> cristiano, su fortaleza deriva de su fe en la providen-
nobleza leonesa mira con recelo la su-
cia divina; por ello, una y otra vez, el juglar destaca su religiosidad. Al
premacía castellana y encuentra en do-
dejar Burgos, implora la asistencia de la Virgen:
ña urraca, la preferida de Alfonso, una
aliada. Sancho pone cerco a Zamora y, La cara del caballo tornó a Santa María 8 ,
ea pleno sitio, es muerto por un zamora- alzó su ·mano diestra, la cara se santigua:
no junto a las murallas de la ciudad. '' A ti lo gradezco, Dios que cielo e 9 tierra guías;
válanme tus vertudés, gloriosa Santa María."
· D'aquí quito Castiella 10 , pues que el rey he en ira
non sé si entraré i 11 más en todos los míos días.
• Santa María: la catedral de Burgos. ¡Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi ejida 12
e: y. La conjunción copulativa era, nor- . e me ayude e me acorra de noch 13 e de día! (215-222)
l
ente, e o et, pero delante de otra "e" Cuando se despide de Jimena, su mujer, el tono es otro. Su deber
cla y (y estábalos catando). es aliviar el dolor de la partida con un panorama de esperanza, que tam -
vertudes: favores o auxilios celestiales. bién cimenta en el auxilio divino:
i: allí (del latín ibi), en la catedral.
• ejlda: salida.
Enclinó las manos la barba bellida 14 ,
a las sues fijas en brazo las prendía,
~ noch: noche. La pérdida de -e final era
4IÍJ frecuente, por influencia del francés. llególas al corazón, ca mucho las quería.
Llora de los ojos, tan fuerte mientre sospira:
~ la barba bellida: la hermosa barba. Es
~to épico que, en todo el poema, se apli-
"Ya doña Jimena, la mi mujier tan complida,
1 Cid. tomo a la mie alma yo tanto vos quería.
veedes: veis. Ya lo veedes 16 que a partir nos hemos en vida,
yo iré y vos fincaredes remanida 16 •
fincaredes remanida: os quedaréis. 17
¡Plega a Dios e a Santa María,
Plega a Dios: quiera Dios.
8 que aun con mis manos case estas mis fijas 18 ,
El juglar anticipa en este verso el nú-
e quede ventura y algunos días vida,
argumental del poema: las bodas de las 20
del Cid. e vos, mujier hondrada, de mí seades 19 servida! " (27 4-284)
seades: seáis.
En la segunda parte de este canto, asistimos a las luchas del dest~-
Ob ·
. s~rvese que todo este parlamento
s1110 directo no lleva r~ado para ganarse el pan en tierras de moros y a su lento engrandeci-
verbo introductorio. miento, como fruto de acciones bélicas cada vez más importantes. Del
11
r
se deH'"' 'U 'aive· ]11 pro=rsión,.. Hnpresionan· cuando 48 las non queriedes, ya canes 49 traidores,
(t' C()TI Qll t' ,,¡
•
Cid
'
hBl't' l'alt,r
. .
ronlrn sus :wr·
. ¿por qué las sacábades de Valencia sus honores 50 ?
rH1~ !-U~
• Llt>recho," ., 11 !(1 ci nl ~v t:>n
.
lo cmm- ¿A qué las firiestes a cinchas e a espolones?
n:i.l. Ullio ello fN m,i urH·un?rn 111~o mparu- Solas las dejastes en el robredo de Corpes,
blt> 1riu;sd,1 C'l.'ll itr tt' 111t nuc1os?, sm que lu a las bestias fieras e a las aves del mont.
t-1::'llt'.zli dr la pintur11 se ronsiga nunca n Por cuanto les ficiestes menos valedes 5 1 vos. (3261-3268)
r xpt>ns11s d,, 111 mas llana ve_rosimilitud.
Escl, "" lt, :1dnnr11 hle: nul'stro Juglar ha lo- El "Cantar de la afrenta de Corpes" termina con el casamiento de las
gr:id,, d :tr , 11l,1r pllt't ico a un proceso judi• hijas del Cid con los infantes de Navarra y Aragón , matrimonios que vin-
,··:J. qut' t' ' si;>prrnmPntr la más prosaica culan al infanzón de Vivar con dos casas reinantes de España:
,fr IRs ,wt~ daJes. Hoy los reyes d'Espafia sos parientes son,
Ramón Menéndez Pida! a todos alcanza hondra por el que en buena nació. (3724-3725)
14
l•"ª .
nu\a d
'-' nue f aí\o s 1, , a San ta Mar ia Jti, lueg o des cav alga •
a ojo se para va 1 ◄•·
·:vo. C 'l:u¡x-~dor. en bue na ~e sta s espa da!
lle~~ los in ojos 11,
fin "'
de cor acó n rog ava . '
El t-ey lo ba ved ad o, ano ch dél enlr ó su cart a, La orac10 n fecha ' lueg o cav alga va·
Arl
'-"'()n P"a nt reca bdo e fuer tem ient re seel lada . .,
sali o por la pue rta
vill
e anc on pas' sav a 18
~on .. os osa nem os Cabo Bur gos essa I9 l l .
abr ir nin cog er por nad a; a en a g era Posava
$"a non. perd erle m-o ,s los ave res e las casa s, fincava 1a t iend a e lueg o des cav alga va ,
. b
e aun dem as los ojos de las cara s. . C"d Roy Díaz, el que en uen a cinxo· es
Cid. en el nue stro mal Mio, 1 la gler a qua ndo z1 nol cog e nad i en Pacta "J
vos non ganarles nad a; Poso en
ma s el C'ri ado r vos vala con toda s su s vertude s derred or de 'l una bue na con pan- a. casa '22,
:
Assí posó mio Cid .
Esw la niñ a dix o (san tas. '' com mo s1 foss e en montaña
e torn ós H, por a s u casa . Ved ada r an con pra den tro en Bur ~os la casa 23
Y a lo ved e el Cid de toda s cosa s
que del rey non avíe grac ia. qua nta s son de VIanda;
Par tió8 del a pue rta · ven der
por Bur gos agu ijau a, nol osa nen al men os din arad a 24 (
21-s
41
11
Ca stil la
El cieg o sol se estr ella " Bue n Cid, pas ad. El Rey nos dar á
en las dur as aris tas de las arm as, mue rte,
arru inar á la cas a
llag a de luz los peto s y esp alda res y sem brar á de sal ~l pob re cam po
y flamea en las pun tas de las lanz que mi pad re trab aJa .. -
as.
E l cieg o sol la sed y la fati ga .. . Idos. El Cielo os colm e de ven tura s ..
Por la ten ible este pa cast ella na. .
En nue stro mal , ¡oh Cid !, no gan áis
al des tier ro. con doc e de los suy os nad a."
-polvo , sud or y hie rro - el Cid cab Cal la la niñ a y llor a sin gem ido . . .
alga.
Cer rad o est á el mes ón a pied ra y lodo Un sollozo infa ntil cru za la esc uad ra
~ adi e resp ond e . . . Al pom
. de fe roce s gue rrer os,
o de la esp ada
y al cue nto de las pica s el pos tigo y una voz infl exib le grit a: "¡ En mar
cha ! "
v a a ced er. ¡Qu ema el sol, el aire
abra sa! El ciego sol, la sed y la fati ga . .
A los tern "ble s golp es,
de eco ron co, una voz pur a, de plat Por la terr ible este pa cas tell ana ,
a al dest ierr o, con doc e de los suy os
y de cris tal, resp ond e . . . Hay una
niña -po lvo , sud or y hie rro - el Cid cab alga
mu y déb il y mu y blan ca .
en el um bra l. Es tod a
ojo s azu les y en los ojos lágr ima s.
Oro pál ido nim ba Ma nue l Machado
su car ita cur iosa y asu stad a. Esp año l
(1874-1947)
:tur as
I
Poema de Mio Ci9
Ofrec emos la lectura de un fragmento del "Cantar' del· ' que per,d.e rie los a:veres e más los ojos de la cara
desiierro ··, en la edición crítica de Ramón , M'enéndez Pidal•; e atin, de)nás los cuerpos e las almas 7 •
:: 0 n todas las particularidades de la ·lengcia medieval y, a Grande auelo avien las yentes cristianas;
con iinuac ión , la recreac ión de ese texto efectuada por un ascónden,s e de mio Cid ca nol osan dezir nada.
poeta español moderno. El Campeador adeliñó a su posada;
así como llegó a la puorta 8 , f allóla bien cerrada,
I
Conbidar le ien de grado,
mas ninguno non por miedo del rey Alfons que assí lo pararan 9 :
[osava: que si non la quebrantás -10 , que non gela abriessen
el rey don Alfonsso tanto avíe le 2 grand saña. {por nada.
Antes de la noche en Burgos dél 3 entró su carta, Los de mio Cid a altas vozes llaman
4
con gran recabdo e fuertemientre seellada: los de dentro non les querién tornar palabra.
que a mio Cid Roy Díaz que nadi nol diessen 5 Aguijó mio Cid, a la puerta se llegaua,
[posada sacó el pie del estribera, una ferídal 11 dava;
e aquel que gela 6 diesse sopiesse vera palabra non se abre la puerta, ca 12 bien era (;errada.
1
6 gela: se la.
, Conbidar le ien: le convidarían . El pluscuamperfecto
aun era sentido como una forma verbal compuesta y podla 7 Esta cláusula penal fue usada por Alfonso VI en sus
separarse el auxiliar del infinitivo (convidar+ hablan). diplomas.
2 •
av,e le: le tenla. 8 puorta compite junto a puerta. Recuérdese que la len·
3
dél: de él. gua medieval es vacilante.
4 9 que assí lo pararan: que asl lo hablan dispuesto.
Recaudo.
5 10 Obsérvese nuevamente la apócope de "se" enclítico.
nol· 1
nombre~ ~o e.. Era muy frecuente la apócope de los pro-
11 ferídal dava: herida le daba.
die) s ~cllticos. El verbo está en plural porque nadi (na•
, u su¡eto e · . 12 ca: pues.
, s mirado como un plural (del latín: nat1).