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La Edad Media

La Edad Media literaria española se ext iende desde el si9.l9B.i__en que


se documentan las primeras manifestaciones estét icas en lengua vul gar,
hasta el reinado de los Reyes Católicos, a comien zos del slg~2E '- Dls•
t ingulmos dos periodos:
• Edad Media propiamente dicha (siglos XI al XIV inclusive_ ). . .
1
• Transición de la Edad Media al Renacimiento (siglo XV Y prin cipios de
XVI) .

Las lenguas de la España medieval. El castellano


La penfns 4 1a lt>.~rLc_g, .u1J_-º°-D gl9_!!lerado de pueblos diversos, es con¡
quistada po·r -Roma colonizada e in cor pora-aa a su lmp-erto .@1JL a.G.__2
409 9 .c.). o9 rante ~l. largo proceso de ror:nanización, las lenguas prer~o-
rm'anas, con excepción de.l vasco, se extinguen por el avance del latm .
En España, al igual que en toda la Romanía, como co~secuencla de
las invasiones de los pueblos bárbaros y del desmembramiento del Impe-
rio el latln coloquial o hablado se transforma lentamente en una lengua
nu~va; el romance (hacia el siglo VII). A partir ~e ent_onces, se produc~
un hondo divorcio entre la lengua escrita, que sigue siendo el latln (patri-
monio qe unos pocos), ,y 1·a ,lengua hablada por tod~ el pueblo, el rof!'an-
c~ ,' La fr~gmeritación lingü{~ti~a del a~tiguo Imperio Romano da origen
a l'as disti.n tas len{;fuas n~olatmas e:, romances.
los árabes invaden la Península en el 711 y dominan el centro Y el
sur' ·de España. Traen su le:ngua: el árabe vulgar o hablado y el árabe
Catedral de Burgos (Siglo XIII). ·o.
~lásic6 ese tito,, vehlculo 'de ,una impot1.ante cultura. La España ~om~_ t l-
da al poder musufmán es una E~paña'biling·üe, 'ha.ola rom~nce (el mozara-
La Edad Media, en España, se inicia, para b~) y ára'~~-
algunos historiadores, en el 409, con las pri- Entre ,los cristianos del , norte, que se agrupan en distintos reinos, e\
meras invasiones germánicas. Para otros, en ror:narJce se tragmenta en ·varios dialectos: el astur-leonés (NO), el navarro-
el 71 1, con la llegada de los árabes. aragonés . (N E) y el cas,t ellano (N). Este último es la base del espaf'lo\ ac-
La Edad Media se ubica entre la Edad An- tual, porque Castilla\ a partir del siglo Xl,reino hegemónico de \a España
ti gua y la Moderna. cristiana; .expande su dialecto a medida que ensancha sus fronteras so-
bre sus v·e •c in0s y, q'ue avanza hacia el sur con la reconquista de los terri-
Mozárabes eran los cristianos que vivían torios ocupaqo.s por los moros. En los extremos occidental y oriental de
entre los árabes; de ahí el nombre de su ro- la Penins·ula, ~ocumentamos el catalán (E) y el galaico-portugués (0), que
mance o lengua coloquial. no recib~n ,1a penetración lir;igülstica del castellano.
Agregu·e mos que una minorla, la de los judlos, la cual convive con
'
.Lenguas rom~·nces · · . ·. ·
'I' moros y or,i,stianos, cultiva, en su intimidad y en la sinagoga, el hebreo.
La complej.idad lingülstica de la España medieval es, por tanto, muy
Reciben el nombre de lenguas roman• grande, pero' $U literatura es fundamentalmente castellana, porque sus
ces todas aquellas que derivan del latín. principales monumentos literarios están compuestos en el dialecto de
Las que actualmente tienen un impor- Castilla.
tante cultivo literario son el portugués, el
español, el francés, el italiano y el ruma• Literatura oral y literatura escrita
no. En la Edad Media, el provenzal ·y el
catalán también lo tuvieron. Ha~tª-....E1L§JgtQ ..XIJ inclusive, el cast~UªI"!º ~~- Ql'.:'tc..a y exclusivamente
~~~ l~~uit_~~-bJa~_a~\~ le~gua e~c~lta _sigue si ~ndo el latln (también el
arabe Y el h~qr_~9 cla!:>1c;9s, entre las minarlas cultas no cristianas) .
~as obras literari~s son hasta esa centuria expresiones orales, que
* Literatura oral l}Q_qyjere·decir_gt.LeJlQ
se d1,funde n _p_q_r rJ1ed10 del can.to , q~ la recitación o del teatro * . Su form e
haya sido escrita ~or ~queJ que_~ compu-
e~ _'{~Jso, porque la poesía, por su ritmo, es fÁcil de memorizar.
r la categor ía d e len,.ua~
1 gua vu lga.de.SC-afi9 19
d ·t . . --lt
.J._us, on ora¡ a.
1 adquiri r la en
En e l sig lo ~111 ,p :osa romane~ , _ é sta ~~era en tonc es -po r la f alta~
voz alta , unIca m C!\o
crllB Y c rearse a
di de la lec tura en ·ón masiva.
rn e o de c ierta divulgac1 . de med ios técn icos para fll 1.Jtt
,,,, pro nta- val es, po r la ausenc~ a -rñeñte a mano- Y.@ el?Cas •·
Las IeIras medie ue se c opi an trabaios a leer O tienen acceso a
,~i
pJ lca r lo s te>< to s oc~s son I0s que sa~-~s para ser cantada s , recitaa:
de lec to res - P ex resiones conce , e ueden p_1:..o_palarse or
~
m anu sc rito s - . so;udit~ rio. Sólo las obrasl:X da~- La literatur a med iev
0 leida s ant e un t nces verdadera popu
mente alcanzan , en o , Ida
es una lit eratura para ser o . manee ·
en lengua ro ·
l-,,ll(, ~, ut tim, de nucslro dur,,o due,,o Chris·
El primer docum en t ° ,,
las "Glosa s emilia nense s . scrito en lengua vulgar o ro.
l,\ Ju,•r\(, ~aJtiatorr. qunl durño yct. ena hono-
N' t• qua.! duróo Llroc-1 cla rnnnda~ion e cono Pa· En Espat'la, el docume nto más an~i~~l ~sas (traducc iones o e xp_Hca.
manee data del siglo X. Se tra~a de uizá or un estudia nte , para f~c
tlit a-
I "\ i'Ono S'pint u Son r t n. rnns sil-cu los de .l?s
, 1,,"UI~ Fnranos Drus omn1potcs tul serv1c10 texto latino, qu metto unitario , escrito e~ d ialec to
cio nes) puestas a un
San
,,,.n• qu,• drnan te rl11 suo fon, gnudiosos se,vo· su compren sión, y de u~ breve_ fraior procede r del monast erio de
mu ,- \ nwn 1 riojano que es una oración a Dios. con el nombre de Glosas em;.
Glfüss emih'anenses Millán de la Cogolla (La Rioja), se conocen
lianense s .
Carac terísti cas de la lengua medie val
· · ser una lengua con grand es
El castella no m?d_ieval se d~~tmgu e ~
P_ rci al caracte rística es la coe-
5 pn 11' tue en un mismo texto , u n a
vacilacio nes y E:n raptda evoluc,o n . ~
xistenci a de vanas normas en pugna. e
1
ª ' uorta· septi-
,
palabra puede aparece r bajo diversas formas : porta, puerta , P
mana, semana, sedmana; nuef, nueve, nove. .
), 1
El vocabul ario ofrece muchos término s hoy olvidado s: tiesta (cabe~_a
rastar o remanir (quedar) , catar (mirar), bastir (constru ir), ca (pues) , guisa
' La traducción de esta orac ión es la si- .
(manera ), eras (mañana ), poridat (secreto ) .
guient e: .. Con la ayuda de nuestro Señor Don conson ánti_c os ya ine-
En lo fonético , present a una serie de sonidos
Cn sro . Don Salvador. señor que está en el valor
hono r y se nor que ti ene el mando con el Pa- xistente s que han sido reempla zados por otros o que no tienen
dre . con el Esplrit u Santo, en los siglos de distintiv o :
los s,glos. Háganos Dios omnipoten te ha-
cer tal servicio, que de lante de su faz gozo-
sos seamos ... El breve tex to. como se ve, es- • e (cabeca) sonaba como " ts ";
ta a m,rad de cam ino entre el latín y el espa- • z (dezir) sonaba como "ds";
ñol actual • x (dixo) sonaba como la " ch " del francés " chambre " ;
2 Nu es t ra modern a " s ·· es sorda, se arti-
• j o g, esta última delante de e y de i (fijo , muger o mugier), sonaban
como
cula sin vibrac ion es de las cuerdas vocales . la "í" del francés "jour" o como la " j " del inglés " jury " :
A veces . por su ubicación en la palabra, sue- • s, sólo la así escrita entre vocales (besar), sonaba como la '' s " del fra ncés
na sonora ('asno"), pero el hablante no la dis- "rose", es decir, era sonora ;
2

tingue. porque no opone esa "s " sonora a


• h, cuando se escribía, era una aspirada que sonaba como nuestra " j " (her-
una sorda . La lengua medieval , sí; por eso maniellas) 3 ;
ta s sorda se escribfa ss entre vocales (pas-
sar). Tamb ién era sorda la s en posición ini- • b se articulab a siempre, por ser oclusiva , con cierre total de los labios
cial o t,nal de palabra (siglo , manos) , aun- (recibir) 4;
que se esc ribfa simple. • v se articulab a siempre , por ser fricativa, sin oclusión de los labios (venir).
3
Hoy la h es muda. Se trata de una gra-
fla sin valor fonético.
Estos sonidos perduraron h~sta fines del siglo XVI o comien zos de
4
En español moderno, " b" y "v" suenan
exactamente igual. Su condición de oclusi- XVII , en que se adopta el conson antism o actual.
va o de fricativa (con cierre o roce de los la-
bios) depende de la posición en la palabra. · La inde~isión en el timbre de las vocales tónicas y átonas es mu
Es oclusiva, por ejemplo, en posición inicial grande: va~1dad y vaneda~, escrebir y escribir, castiel lo y castillo , no~
("bata "), y fricativa entre vocales (" caber", Y ~uef. El timbre de las primera s queda fijado a fines de la Edad Medil
"ave"), cualquiera sea su graffa. mientra s que el de las segund as sólo se decide en el siglo XVIII , en qu

4
Epoca s d e-1 espanot yo pueao tw blarso de eepaft ol mode rno . An otemo
los fac tores que más contri buyen a reg ularizar
s. de paso, que dos son
la lengu a y las graflas:' 1
'
w la creac ión de la Rea l Acade mia de la Leng ua
hasta 01 siglo la Impre nt a (siglo XV) y
( 17 14 ).
o de numerosos ara-
s19los XVI y XVII La co nvivencia con los árabes determin a el IngresFran ci a abren cauce
bismo s y, en los sig los XI a XI II , las relaci one s con
desde el siglo transp irenai cas, como la del
\ VIII. a no pocos gallcl smos o modas lln gü fstl cas
, peri , cort , nuef) .
apóco pe da -e fin al (mont
la lgle~i ~, i ntera c-
La ln fl uencl a de l latf n., la lengua de la cu lt ura y de e o mod 1f1 c~ ~rece -
tú a sobro las form as ll ngü fstl c as roman ce s y detien
mode lo se toman , as imism o ,
sos evo lutivo s en marc ha. Del pre stigio so
num eros as voce s o cultl amoa (sig los XIII y XV) .

La Edad Media: edad del manuscrito


manu scrito s , a vece~ ,
Las obras de la Edad Med ia nos han llegado en 1140 , nos es conoc i-
a d e M io Cid , comp uesto haci a
tardlo s. Asl, el Poem
esa c ausa, o por erro-
do po r un cód ice de com ien zos del siglo XIV. Por period o prese ntan un
res imput ables a los copis tas , las obras de este
s tran smitid os .
grave proble ma: el de la fidelid ad de los texto
una litera tura dest inada a la t ra~sr:ni sión oral
Tarea de los erud itos es la de fij ar los te x- Por otra parte , por ser
r much as perd ida~. En al-
tos en cuidadosas ediciones criticas . Tales o a ser conse rvada en manu scrito s , cabe inferi , aquél l as pued en
e con los canta res de gesta
ve,siones procu ran ser lo más fieles posibles gunos casos , como ocurr e.
sospe chars
a como salieron de manos de sus autores . ser evalu adas ; en otros , no puede n siqu iera
queda limita da al reduc ido uni-
~s import ant e man e¡ar. sobre todo en es- Nues tra visión de las letras medie vales
han llegad o hasta noso tros .
te periodo. edicion es hechas con idoneidad . verso de las obras que
Como consec uenc ia de los criterios util i-
zados por diferentes estudiosos. es frecuen- Una nota dom inan te: el dida ctis mo.
te hallar di stintas versiones de una misma Otra s cara cter ístic as
obra o apreci ar variantes. iones litera rias del pe-
El afán didác tico presid e casi todas las creac
. El Medio evo está trans ido de ejemplaridad .
riodo que estud iamos
, de cristi ano , de va-
Ejem plar es la vida qel Cid, mode lo de cabal lero
. Ejem plare s, como mode_-
sallo, tal como la propo ne el Poem a (siglo XII)
ros de Nues tra Seño ra , que escri -
los de devo ción maria na, son los Milag
plos práct icos de norm as de cond ucta son
be Berceo (siglo XIII). Ejem
Manu , y carác ter de b ien
el
los apólo gos que recre a o comp one don Juan
s que enhe bra el Arcip~es-
defin ida ejemp larida d tiene n los sabro sos _relato
amor (siglo XIV) . Inclu so La Cele stina ,
te de Hita, en su Libro de buen
alecc ionad ores.
de fines del siglo XV , se propo ne objet ivos
Otras notas domi nante s son el realis mo y el popu larism o , que se rei-
ñola. Sei'la lemo s, adem ás ,
teran a lo largo de toda -la histo ria litera ria espa
evale s y el carác ter colec ti-
el anon imato de gran parte de los texto s medi
de gesta , los roma nces ).
vo de much as de sus creac iones (los canta res
origin alida d era muy dis-
Anote mos , finalm ente , que el conc epto de
ación de un asun to ya tra-
tinto del nues tro: se aprec iaba más en la recre
tado , que en la inven ción de uno nuev o.

La sociedad medieval y la literatura


La socie dad medi eval es estamental y teocé
ntrica: su centr o es Dios .
Los estados de este mundo son tres: orado·
o, que se dedic a a la vida
res. defensores (guerreros J. labradores f. ..J. El Los tres estad os princ ipale s son el eclesiástic
s, que, adem ás de empu -
más alto estado es el de clérigo misacantano religl osa; el guerrero, de los caba lleros y noble
la polít ica y del gobie rno civil;
fsacerdo te J. El más alto estado que es entre ñar las arrn~ s, prove e a los queh acere s de
de otros oficio s servi les .
los legos seglares es la caballería. 1. . . j entre y el de los labradores o de quien es se ocup an
nece n a los dos prim e-
los iegos hay muchos estados, así como mer- Los arq'u etipo s huma nos de la Edad Medi a perte
caderes !comerciantes], menes trales /artesanos! ros : el santo y el héroe.

5
r ~-labrnctores. la rnballeria es más noble et más
Esta organización social, fuertemen e
t i·erarquizada explica que la te-
r~II losa.
honrado estado que todos los otros: ca [pues! mática de su literatura sea sobre todo , guerrera Y g
los caballeros son para defender a los otros. ' '6n exclusiva de monjes y de
et los otros deben pechar [pagar contribucio- . ~I saber es, hasta el siglo XI~ , ocupa~, empiezan a compartir con
nes] e~ mantener a ellos. De este estado [la ca- clengos. Los nobles, en la centuria que sigue, • 16 d
ellos esa tarea. Se inicia, asl, el lento proceso de secu 1anzac n 9 1a
balleria.] son los reyes et los grandes señores.
e~ e~te estado non puede haber ninguno por cultura, que termina en el siglo XVIII . .
si. si otro non se lo da. et por esto es como En el siglo XIV, cuando los ideales religi.osos Y guerreros ~mp,ezan
manera de sacramento. a tambalearse -la vida eclesiástica se rela¡a Y la espad~, olvid ada de
la gesta de la reconquista, toma partido en . las luchas internas de la
Juan Manuel lsiglo XIV) nobleza-, surge en las ciudades -que empiezan a cobrar aug~ -:- una
literatura burguesa que capta, con irania y sátira, el mundo en cns1s que
las rodea. El espectro de su temática se amplia: se preocupa por e~ ~om -
bre y su vida de relación, en todos sus aspectos, no sólo el rel1~1oso
o el guerrero. A pesar de las quiebras que afectan al mundo social , la
fe sigue siendo auténtica y profunda. El Medioevo español , aun en sus
siglos de disolución y de tránsito, conserva intactos los valores religio-
sos. En España, el Renacimiento, imbuido de paganismo, no podrá res-
quebrajarlos.

Las primeras expresiones literarias: las "jarchas"


Los más lejanos testimonios de la literatura española son unos breví-
* La moaxaja está fu ndamentalmente simos poemas líricos -los más antiguos datan del siglo XI- , escritos
hecha para encuadrar en árabe una jarcha en lengua vulgar, en mozárabe, pero transcriptos en caracteres árabes
romance. La estructura que precede vie- o hebreos. Se trata de unas cancioncillas de tema amoroso, llamadas jar-
ne obligada por la jarcha. Por consiguien- chas, puestas en boca de una doncella enamorada. Aparecen incrusta-
te. el imentor de la moaxaja era una es· das al final de unos poemas más extensos, de cinco o seis estrofas en
pecie de folclorista al'Ont la lr ttre. un ára- árabe clásico o en hebreo, las moaxajas • . '
be que se enamoró de la cancioncilla ro- Estos textos proceden de la España musulmana o " AI -Andalus ". El
mance - simple, fresca. espontánea luna poeta ár~be o hebreo, el autor de la moaxaja, compone en muy pocos
cancioncilla como tan tas otras que él oyó casos la Jarcha. La toma de la tradición oral de los mozárabes y escribe
dé su madre española o de su mujer espa- para ~lla las estr~fas que la recogen . La canción vulgar en lengua roman-
ñola l- y que la engastó como un rubí en ce (dialecto mozarabe) es como una piedra preciosa para la que se fabri-
una especie de sortija árabe ca un engarce, el poema extenso.
Emilio García Gómez El contenido de las jarchas expresa, generalmente penas de amor·
ause~cia, partida o i~fidelidad del amado. Pocas vece~ , el júbilo que 1~
?cas1ona su presencia. Las )archas contenidas en moaxajas hebreas nos
introducen en un mundo virginal, de pasión casta y pura:
La lectura de las jarchas, por los signos Como si filiolu alieno, Como si fuera h" ·t ·
semíticos empleados (caracteres árabes o · d s un IJI o aJeno
non mas a ormes a meu seno. ya no te duerme s mas ·
· en rm· regazo.
hebreos), que no anotan las vocales, ofrece
Las de los poetas árabes son más sensuales:
muchas inseguridades. En particular, en lo
que respecta al timbre de aquéllas. Meu sidi Ibrahim,
Mi señor Ibrahim,
¡ya nuemne doljie! ,
¡oh dulce nombre!,
vente a mib
vente a mi
de nojte.
de noche.
. _In non, sin non queris,
1reme a tib: Si no, si no quieres,
En muchas jarchas el ritmo es fluctuante
yo me iré a ti:
(polirritmia). -¡gar-me a ob!-
a ferte. -¡dime dónde! -
ª verte.
Un milenio de literatura
1

Con el descubrimiento de las ·archa 5 .


I! de 1948-, la literatura española sj ha h h-l~s primeros hallazgos son
lírica y no , épica. De sus diez siglos d ec ? cien _año~ más vieja. y nace
a la Edad Media. e exi st encia, cinco corresponden

6
J,t•c turu .,

Jarches. co n su corr ea
Ofre cem os , a cont inua ci ón, algunas
pond lenle tradu cc ión mod erna .

I
Vas e mí cora zón de mí.
\ ·avsc> meu cora zón de mib . ¡Oh Dios !, ¿si se me Lom ará?
¡ Y~ Ha b! . ¿si se me t.orn arád ? ¡Tan fuerLe mi dolo r por el amado !
¡Tan nrnl meu dole r Ji-1-h abib ! 1 Enf erm o es tá, ¿cuá ndo sana rá?
E nfer mo yed. ¿,cuá ndo san arád ?

11
¿Qu é h aré o qué ser á de mí'?
<·,Qué fare yo o que será d de mib i?
¡ Hab ibi. 2
¡Am ado .
no te sepa res de mí!

non te tolgas d e mib i!

111
¿Qu é haré , mad re?
(·•Qué farey, mam
ma? 3 jmi ama do está a la pue rta!
j meu · habib esta d yana!

IV
Un siglo má s pa ra la po esí a esp año la
tent osa anti -
se me' tor- . tas can cion cilla s nos mue ven por su por
. "Vase mi corazón de mí. ¡Oh Dios!, ¿si güe dad , lo que en ellas esca lofr ía es su
des nud a. Sll tré-
tan. pur a!_De
nará?" Así can taba la doncella. ¡Qué voz: mula, su imp reg nan te belleza. ¡Qué nue
v o teso ro par a
ot.~da sen-
una lobreguez de siglos, llega a nue stra ~mb la lite ratu r¡i de Esp aña !
J11.ed,iados del
sibilidad de hombres de estos angustiosos Dám aso Alo nso
dora . Níti da, ,ex;acta,, ,c,o-
XX. una \'OZ fresca y desgarra Esp año l
flpr y de los I~-
mo si brotara ahora de la gar gan ta en, (Co ntem por áne o)
'No; si es-
bios que tran spar enta ban la san gre juveniI.'

de ritmo octo - así com o con los


. ~ Obsérve~e que se trata de una cuarteta ~111 ("a~ igo " es, también, el "am ado "),
Nótése, asimismo de ami go'' cas tella nos (sig los XV
y XVI) . Tal
~labico. L~ rima es consonante (abab). villa ncic os
(Dios amado) ' o com ún pen insu lar.
resenc1a de voces árabes : Rab , hablb ' · ve~, unas Y otr? s procedan de un fond
En este a de tres versos díst ico pareado y
tam b· . t caso, se trata de una estrofill Ahora, la Jarcha se resuelve en un

1
bibi ,~:a;~~~~~ 1Otra vez ~parece la P~la
bra habib o ha~
o, se ha dicho que las Jarchas son "can
- asonante. Una form a mét rica muy usu
al. Aquí, la enamora-
re -en otra s , lo hac e
ciones a habib "
,;can cio- da contra sus penas de amo r a la mad ular
nes de amigo " ~eq~= ofrecen se~ejanzas
con las
ª la~ her ma nasesa-; otro rasgo com ún a la llric a pop
poe Ma galaico-portuguesa deJ Siglo gala ico- port ugu y cas tella na.
Los cantares de ge st a Y el
"Poema de Mio Cid"
as é ico-n arrativ os , dest inado s a evo.
Los cantares de ge~ta , ? poem h' ~o ri a local o nac
io nal de España
car ante un pú bl ico episod io~ ~e 1ª ,sprim era m anifes
cons tituye n , en orden c rono log ico, 1ª t ac ión impor tant~
de la li teratu ra españ ola. . .
..
Esta producc1on poe•t ica· de carac t er heroic o en lengu a vul gar naco
. ment ada desde antes del sigl0~
y florece en tierras caste lla_nas. Es~a d¡Ju que prueb a su extrao rd inari;
XI Y se prolon ga hasta com1 :nfos ~e 1 10
obras destin adas a se r di fund idas
vital idad . Sin embar go, por ra arse . . t t que se han conse ,.
por med io de la recita ció~ , son poqu1s1mos 1
vado . La joya de este genero es el Poema e
ºJ 'º
~ -osCid de l s iglo XII. .
,

Estatu a del C id. en Burgo s.


El mester de juglaría
Los cantares de gesta (gesta, del latln, ha- La activid ad épica arriba señala da cae d~ntro de lo ~ue
zañ as o hechos dignos de mención) son poe- ..se_h_ a ll a~ad.?
mester de juglaría. La palabra mester provie ne del latm
mas extensos, compuestos en lengua vulgar ( m 1~1 st enum )
y signif ica " oficio " , " profes ión " o " arte "; en este
y destinados al canto o a la recit ación ante caso , de Juglares.
La voz juglar, que tambi én proce de del lat ín (" jocula
un público . Pertenecen al género épico (epos, ris' '), desig n~
un t ipo human o carac terísti co de la Edad Media. De
del griego, ··narración·1 o narrativo. acuer do co n la defi -
nición de Menén dez Pidal , j uglare s eran "todos los
Los dos únicos pueblo s rom ánicos que que se ganaban la
vida actuando ante un público, para recrearle con la músic
desarro llaron en la Edad Media una poesía a, o con la lite-
ratura , o con la charla tanerí a, o con juego s de mano
heroica fueron el francés y el castellano. Sus s , de acrob ati smo,
de mímic a, etc." . Entre los más estim ados socia lment
obras cumbres son, respect ivamente, la e, por la d igni d ad
de su oficio , figura n los juglares de gesta. Su misió n
Chanson de Roland o Cantar de Roldán (si- no se lim itaba úni-
camen te a entret ener, sino que cumpl ían una tarea
glo XI) y el Poema de Mio Cid (siglo XII). d idácti ca, noti c iosa
de suces os más o meno s coetá neos o inform ativa
de acont ec im ientos
históricos , digno s de ser record ados *.
a ~:: .3 é..,lé. Edc.d ~11:'dlá, cu ar.do las Lo más frecue nte era que divulg asen obras ajenas , pero
las ree labora-
11:1..-_ :.- ·.-ul~2.!'1:, nc., se E- , c: ib1an aun. el ban y las enriqu ecían de acuer do con su perso nal sentid
o art íst ico o co n
H·~s · 1 car u <-ran el un:co medio dis- las exigen cias del públic o. De modo que, en cada nueva
recrea c ión , el
pc,r .1 ., :;, J'í.i ,,. • _~, :i ~'1t1cias sobn• l/Js su- canta r se perfec cionab a o se empo brecía , según los
talent os narrat ivos
,'='\.: . ..ie '"~( • ........... ~"''~ • para r0n~~rrar me· del refund idor. El arte juglar esco es , po r ello, un arte
tradicional y colec-
.(,'!< • r,,.,·, !drr, }"J" del po.~í:.do: esa tivo. Este carác ter imper sonal de la épica medie val españ
f
ola explic a por
;,_ ·..• r1••a·:a r-r¿ la ur.i r u t1 isturn1 na- qué no se ha conse rvado el nomb re de ningú n juglar
de gesta .
' .r,ru. pr1 . ,;e para Jn pu 1iliro que: no ~a- En cuant o a su modo de vida, si bien había juglar es
l 1a ,... r r.i f-ntend1a la hi ·- trJria latina que que estab an al
serv icio de noble s señor es o de cortes regias , los más
¡,J, ._!, r· .!rJ., •: h111T'b rCcs dr1clo escribían. erraba n de un lu-
0
gar a otro, de villa en villa o de puebl o en puebl o ,
en busca de nuevos
f{amón \1r:n~n cü:z Pida! y renovados audito rios. Por su oficio , recibí an un
pago que podía con sis-
tir en dinero , en un vaso de vino o en cualq uiera otra
ción . forma de retribu·

Las gestas como espectáculo público


La recita ción de un canta r o un poem a ép ico const itu
ía un verdadero
espectáculo público , dest inado a gente s de toda cond
tural. ic ión soc ial y cul·

~ste caráct er de poesía conce bida para ser propa lada


advier te en : oralm en te se
• las apelac iones que el juglar dirige al públ ico (" señor
" sabed " ); es ·· " esc uchad " .
'

8
• las desc ripc ione s que comt ª.'. verbo " verl edes" (veriais) o
los diálogos encabezados en z.~n con
des (oiréi s):
• el paso frecuente al es tllo P:ir adre
inad recto , sin verbo Introductorio, como es
un nic111w nt,, ,,h 1d.11 de uso en las obras dest 8 18 lectura (" dijo ful ano" o " cont estó
• No dr bt'lllll~ 111
men gan o"); as
ur la íl'l'il a(w,1 li):l:trt'SCA tfrh1.1 st't un,1 ción .
q rrl'¡•r,,,,,11 1.i.-1,,1'. , 11s1 n,1 111t' p11r,•,:, · • los llam ado s de aten 1nd lcar lo s cambi os de lugar de la ac-
~t'llll ción épic a y la en trada ~ªa~ªd
· ,r·tll<' dt, :r ,¡u,· l:1 1'p1,·,1 1' 1t'li11•1 al l'" O 1 a de personaj es ;
.
• las acot ac iones subj etiva s del t~~-tor, que suenan como un eco de los
t\J¡.!1 • 1
.1 .,,t"l: 1, Oi'" 1l t'llln' "l'í 11arr11111 11
· ir ,, 1, ·, ., i)¡¡,, mill\~'Ttl.-; dt' num1rt1 sen timi ento s del púb lico audl
, '('f U\.11,l 1 ~

1 1u~larrs par11 s,'r


,. íl ¡,,r,;. .,' ,¡,·, 1,,1,·,-r l, s _

n:,··,,i:,: , .,t:" ,·:1 ¡1,•rr;1~ lt'.J.llW"'


Todas las técn icas narrativa
ción de la divu lgac ión oral de 1 ~¡ 1
os recu ~sos de estil o están en tun-
poemas . El lecto r moderno , frente
[ l :111H1~tl !\ !(111~(' al text o imp reso sien te la naces Idad de leer lo en voz alta de dramatizar
,
t~ln ~se ~~~
0
.: dp~é~fz lods fr1agmento.s n dialogados, d~ reci bir aud iti -
~~;i ~t~r narr ació épica.
1 co e a
Forma métrica
stos en una forma mét rica fácil
Ñoclones de versificación Los can tare s de ges ta está n com pue
d_ucir, en el mom ento del espec- •
de me~ orlz ar, que se. pres ta para i,n_tro nes dicta das por el gus to del
ac1o
"Ir..,~ : .. ,o cada una de las partes o tácu lo Jugl ares co, vari ante s y mod1f1c
púb lico o de las circ uns tanc ias.
miem bros en que se divide un verso de
ane mayor. Los vers os se cara cter izan por:
tene r un núm ero fijo de síl abas ;
·,¡a aonante sólo coinciden las voca- • su irregularidad, es dec ir, por no man
istiq uio igua l o men or núm ero de
les a partir de /a últim a vocal acentuada. • ser bimembres y tene r el prim er hem
•m .::2 arte mayor: el que tiene más de síla bas que el seg und o.
esta irreg ular idad mét rica , que
octo sílaba s. Los tipo s que más abu nda n, den tro de
los de 7 + 7, 6 + 7 y a+ a.
,e··. : a arte menor el que tiene hasta fluc túa entr e las 10 y 20 sílab as, son
poe ta puede, en cua lqui er mo-
ocho sí/abas. La rima es asonante y monorrima. El
seri e aso nan tada reci be el nom bre
- -ios (versos): los que se suceden men to, cam biar de aso nan cia. Cad a
dam ente breve o muy exte nsa.
con una rima única. de tirada, la que pue de ser extr ema
de toda la trad ició n épic a med ie-
El uso de la rima aso nan te a lo larg o
mét rica y la con serv ació n en las
val esp año la, el ape go a la irreg ular idad
la colo quia l (male, señore, leone),
rima s de -e fina l, ya perd ida en el hab
ter de jugla ría.
son tres rasg os arcaizantes del mes

Desarrollo histórico za, en resumen, por ser poe,


La épica .del mester de juglaría se caracteri
de la épica de juglaría sía:
• en lengua vulgar, compuesta en el
llano romance del habla cotidiana;
• :poca de form ación (desde los oríge- un público;
nes hasta 1140). • oral, destinada a la recitación ante
lo, para deleitar por igual a reyes y seño-
- Narraciones breves (500 ó 600 vs.). • popular, dirig ida a todo el pueb
res, a doct os y a ignorantes;
- Asuntos locales coetáneos. se popularizan se transmiten de bo-
- No se conservan textos en su for- • tra.dicional, porque los cantares que
n, y se hacen tradicionales;
ca en boca y de generación en generació
ma poética original. bien nace como creación de un autor
• cólectiva, porque al popularizarse, si
• Epoca de florecimiento (1140-1236). ina por ser una producción im-
individua/, es reelaborada por otro s y term
- Poemas extensos (3000 vs. o más). personal;
- Gran influencia de la épica france- • anónima, por su· carácter cole ctivo
, pop ular y tradicional;
sa. e las 10 y las 20 sílabas;
• de metro Irregular, que fluc túa entr
- Hechos de la historia reciente de
• de rima asonante o impe rfec ta;
carácter más nacional. Temas le- ricas arcaizantes.
gendarios de asunto francés. • apegada a formas lingüísticas y mét
- Se cantan gestas del periodo
anterior. a
~ Poema de Mio Cid. Verismo épico y verosimilismo realist
algo de hist oria y algo de nove lé
• Epoca de las prosi ficaciones (1236- Tod o poe ma épic o tien e siem pre
, ni abs olut a ficc ión nov eles ca.
1350). Nun ca es ni narr ació n hist óric a pura
. . . añola es su gran apego a 1~ hi~toria:
El rasgo distintivo de la ép1c~ espl ficción no vulnera la realldaa Y co-
- Las cronicas históricas recogen, . é I Cuando se noveliza,
vensmo P co.
a
• •usmo realista
en prosa. la producción épica an- rre dentro de sus cauc~s: verosim• ho más ·imaginativa y fantasio-
teriof.
Muy distinta es la épi~a franc~sa, m~~n novelesca se remonta hasta
- Rehmólción de viejos cantares. No
se componen nuevos. sa (verosimilismo fantástico) .. La mvenlc f buloso
· 1 acoge incluso o a ·
- tos poemas, al reelaborarse, pier- un mun do irrea que . •. . ' la é ica medieval española que,
d~ ,ialor histórico. Tan marcada es _I~ historicidad ~e Pfuente a los cronistas, quie-
- Cantar de Roncesvalles, de tema en el siglo XIII , los v1e¡os cantares sirve~ de · merecen Gracias a estas
nes los resumen y prosifican por el crédito que 'd · ·
carolingio. De sus 5000 vs., sólo se
I, conservan too en su forma métri· prosificaciones, conocemos muchos poemas perdi os.
1 ~
• Epoca de decadencia (1350-1 450).
- Prosigue la prosificación de gestas
El "Poema de Mio Cid"
antiguas en las crónicas. El Poema de Mio Cid ~s uno de los pocos textos conservados de la
- Siguell refundiéndose viejos canta- épica española. Compuesto a mediados del siglo XII , lo c~nocemos en
ras. con total desapego de la ver- su forma métrica original por un manuscrito de 1307, códice ~I que le
dad histórica y gran inclinación a
falta una hoja al comienzo y dos en su interior. Pertenece a la epoca de
novelar. ·
- l,locedades de Rodrigo, de tema ci- florecimiento.
diano, refundición de uno anterior. La obra consta de 3730 versos, divididos en tres cantares o partes:
- Se extingue el género. " Destierro del Cid" (1-1086), "Las bodas de las hijas del Cid" (1087-2277)
y "La afrenta de Corpes" (2278-3730).

El desterrado de Vivar
1
En los textos medievales que transcri- Los primeros versos del poema, por la pérdida del foiio inicial, nos
bimos, modernizamos todos los sonidos con- ubican de lleno en la acción épica, en el .momento en que Rodrigo Diaz,
sonánticos que ya no existen en el español el Cid, desterrado por Alfonso VI, abandona sus heredades de Vivar, po-
actual (~ ➔ "cabeza"; muger .... "mu- blación próxima a la ciudad de Burgos. Este comienzo abrupto, casi cine-
jer": che - "dije"; dezir .... "decir"; cavallo matográfico, confiere al cantar el encanto y el misterio de las grandes
.... ..caballo'·; biwir .... "vivir'', etcétera). Resti- obras de arte que han llegado truncas hasta nosotros 1 :
tuimos la h donde hoy se escribe y moderni-
zamos las graflas antiguas sin valor fonéti- Dé los sos ojos 2 tan fuertemientre llorando,
co (quando .... "cuando", reyno-+ "reino", io tornaba la cabeza y estábalos catando 3 •
... ·'yo·,_ Mantenemos, en cambio, todas las . Vío puertas abiertas e uzos sin cañados 4 ,
particularidades, vocálicas o consonánticas, 5
alcándaras vácias sin pieles e sin mantos
que el alumno puede pronunciar sin una pre- e sin falcones e sin adtores mudados 6 •
paración especial, porque están en su regis- ca 7 mucho habié grandes cuidados.
tro articulatorio (homne, leción, hestoria, et,
Sospiró mio Cid
nuef). Hemos tenido en cuenta, para decidir-
Fabló mio Cid bien e tan mesurado:
nos a esta modernización relativa, que las "¡Grado a ti, Señor Padre que estás en alto!
grafías antiguas dificultan la lectura, distraen Esto me han vuolto mios enemigos malos." (1-9)
la atención y pueden llegar a influir negati-
vamente en la ortografía, muchas veces va-
.. El Cid no _va solo, lo_ acompañan sus vasallos y parientes: su obliga-
cilante, de los alumnos. c1on es seguirlo y servirlo en la desgracia.
2
EJ adjetivo posesivo antepuesto distin- . Alfonso VI,_ al des!err~r al Cid, ha roto los lazos de vasallaje que im-
guía el masculino del femenino (mio-mie o plican ~ro~ecc16n y fidelidad mutuas. Al inculpado le estaba 'ermitido
mi; to-tua o tu; so-sua o su; y sus respecti- combatir, incluso contra su rey Era una p
vos plurales). La expresión "llorar de los bitrariedad del poder real. El Cid. en la histm~nera de compensar la ~r-
ojos" es fórmula épica imitada del francés a este derecho: ' ona Y en el poema, renuncia
(plorez des oilz).
3
catando: mirando. • •. . con Alfons ' mio señor , . lidiar
non querna (538)
4
uzos 11n can-ad os: puertas sin canda-
.
Pero sigamos escuchando al . 1
dos. el Cid a Burgos, una ciudad de J_ugt ar Y entrem_os, ya noche cerrada, con
5
alcándaras: perchas.
6 poeta condensa ma ist~almen ª
t
plan, tras las ventanas el lentosierba atemorizada. Los burgaleses es·
ca gar del Cid y de sus hombres. El
Aves de caza muy estimadas cuando
h~la pasado la época de la muda del plu- Y un·ánime de ese p~eblo ue ~e, en un soto v~rso, el sentimiento callado
ma¡e. sar su solidaridad para cbn Rix~~~o de la ira del rey, no puede expre·
7
ca: pues o porque.
¡Dios, qué buen vasallo .h .
' si obiese buen señore! 120)
10
Los tres reyes del Cid La causa del destierro
ftffllOdO 1 (1035- 1065) La Crónica de veinte reyes de C11tllla (siglo XIV), donde se encuentra pros1:1 -
cada una versión del poema, nos permite conocer la Ira de Alfonso VI. El Cid ha-
Rodrigo. nacido en Vivar hacia el bla Ido a cobrar los tributos que anualmente pagaba el rey moro de Sevílla y se
1043 se crla en la corte de Femando 1, vio en la obligación de defenderlo del rey berberisco de Granada. Entre los agre-
·~ r rey de Castilla, junto a Sancho, sores, hace prisioneros, no sin sorpresa, a varios senores leoneses y al conde
~primogénito, en pleno auge y esplen- castellano Garcfa Ordónez. Finalizado el Incidente, los libera Éstos se unen a otros
dor castellanos. poderosos enemigos del Cid en la corte y, con hábiles intrigas, acusan al fiel va-
A la muerte de Femando, Sancho he- sallo de haberse quedado con parte de lo recaudado. Alfonso da acogida a las
calumnias y ordena el destierro, fijándole plazo de nueve días para abandonar el
reda Castilla; Alfo~s_o, el segu~~ogénit~, reino . El relato de estos hechos llenarla el folio inicial del códice.
León; Garcla, Gahc1a; y las h1¡as, doñc1
urraca y doña Elvira, las plazas de Zamo• Cantar primero
,a y Toro.
La acción se desarrolla en dos partes. En la primera, de una emoción
51nCho 11 (1065-1072) Intima y fan,iliar, asistimos a la despedida del Cid de Vivar, a su paso
El primogénito, disconforme con la por Burgos, a su arribo al monasterio de Cardeña y al dolorido adiós a
partición del reino hecha por su pa~r~, su mujer e hijas, que confía al abad don Sancho, a la incorporación a.,
c1e5poja de León a Alfonso y de Galleta sus mesnadas de gentes que se solidarizan con él y se unen a su suerte~
a García, y recupera los extensos do- a la marcha. apresurada por los confines del reino, porque el plazo apre-
minios paternos. Su "al!érez" o_"portaes- mia, y, por fin, al cruce del rlo Duero y de la frontera de Castilla.
tandarte" es Rodrigo D1az, antiguo com- Esta ,primera parte nos muestra a un héroe humano, preocupado por
pañero de infancia Y. ~ora vencedor d~ los afectos de esposo, de padre y por la responsabilidad que le cabe res-
cuantas acciones bellcas ha emprendi- pecto de cada uno de sus vasallos, a un hombre que tiene que resolver
do Sancho sobre sus hermanos y contra afanes . material~s y compromisos espirituales: velar por el bienestar de
los moros, que ya lo llaman cid o_ cidi lqs s~res queridos que deja y por el de sus mesnadas, que crecen día
, señor" en árabe). Rodrigo ~s.temido Y ~ día.
admirado entre árabes y cristianos. La
Como caballer<;> cristiano, su fortaleza deriva de su fe en la providen-
nobleza leonesa mira con recelo la su-
cia divina; por ello, una y otra vez, el juglar destaca su religiosidad. Al
premacía castellana y encuentra en do-
dejar Burgos, implora la asistencia de la Virgen:
ña urraca, la preferida de Alfonso, una
aliada. Sancho pone cerco a Zamora y, La cara del caballo tornó a Santa María 8 ,
ea pleno sitio, es muerto por un zamora- alzó su ·mano diestra, la cara se santigua:
no junto a las murallas de la ciudad. '' A ti lo gradezco, Dios que cielo e 9 tierra guías;
válanme tus vertudés, gloriosa Santa María."
· D'aquí quito Castiella 10 , pues que el rey he en ira
non sé si entraré i 11 más en todos los míos días.
• Santa María: la catedral de Burgos. ¡Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi ejida 12
e: y. La conjunción copulativa era, nor- . e me ayude e me acorra de noch 13 e de día! (215-222)

l
ente, e o et, pero delante de otra "e" Cuando se despide de Jimena, su mujer, el tono es otro. Su deber
cla y (y estábalos catando). es aliviar el dolor de la partida con un panorama de esperanza, que tam -
vertudes: favores o auxilios celestiales. bién cimenta en el auxilio divino:
i: allí (del latín ibi), en la catedral.
• ejlda: salida.
Enclinó las manos la barba bellida 14 ,
a las sues fijas en brazo las prendía,
~ noch: noche. La pérdida de -e final era
4IÍJ frecuente, por influencia del francés. llególas al corazón, ca mucho las quería.
Llora de los ojos, tan fuerte mientre sospira:
~ la barba bellida: la hermosa barba. Es
~to épico que, en todo el poema, se apli-
"Ya doña Jimena, la mi mujier tan complida,
1 Cid. tomo a la mie alma yo tanto vos quería.
veedes: veis. Ya lo veedes 16 que a partir nos hemos en vida,
yo iré y vos fincaredes remanida 16 •
fincaredes remanida: os quedaréis. 17
¡Plega a Dios e a Santa María,
Plega a Dios: quiera Dios.
8 que aun con mis manos case estas mis fijas 18 ,
El juglar anticipa en este verso el nú-
e quede ventura y algunos días vida,
argumental del poema: las bodas de las 20
del Cid. e vos, mujier hondrada, de mí seades 19 servida! " (27 4-284)
seades: seáis.
En la segunda parte de este canto, asistimos a las luchas del dest~-
Ob ·
. s~rvese que todo este parlamento
s1110 directo no lleva r~ado para ganarse el pan en tierras de moros y a su lento engrandeci-
verbo introductorio. miento, como fruto de acciones bélicas cada vez más importantes. Del

11
r
se deH'"' 'U 'aive· ]11 pro=rsión,.. Hnpresionan· cuando 48 las non queriedes, ya canes 49 traidores,
(t' C()TI Qll t' ,,¡

Cid
'
hBl't' l'alt,r
. .
ronlrn sus :wr·
. ¿por qué las sacábades de Valencia sus honores 50 ?
rH1~ !-U~
• Llt>recho," ., 11 !(1 ci nl ~v t:>n
.
lo cmm- ¿A qué las firiestes a cinchas e a espolones?
n:i.l. Ullio ello fN m,i urH·un?rn 111~o mparu- Solas las dejastes en el robredo de Corpes,
blt> 1riu;sd,1 C'l.'ll itr tt' 111t nuc1os?, sm que lu a las bestias fieras e a las aves del mont.
t-1::'llt'.zli dr la pintur11 se ronsiga nunca n Por cuanto les ficiestes menos valedes 5 1 vos. (3261-3268)
r xpt>ns11s d,, 111 mas llana ve_rosimilitud.
Escl, "" lt, :1dnnr11 hle: nul'stro Juglar ha lo- El "Cantar de la afrenta de Corpes" termina con el casamiento de las
gr:id,, d :tr , 11l,1r pllt't ico a un proceso judi• hijas del Cid con los infantes de Navarra y Aragón , matrimonios que vin-
,··:J. qut' t' ' si;>prrnmPntr la más prosaica culan al infanzón de Vivar con dos casas reinantes de España:
,fr IRs ,wt~ daJes. Hoy los reyes d'Espafia sos parientes son,
Ramón Menéndez Pida! a todos alcanza hondra por el que en buena nació. (3724-3725)

El tema y la doble trama argumental


Hi-storia e invención El protagonista lucha, a lo largo de todo el poema, por recobrar su
honra. Primero, ante el rey que injustamente lo ha desterrado; después,
Se ha dicho que el Poema del Cid es ante la corte, por el agravio de que ha sido objeto en las personas de
una acertada mezcla de historia e sus hijas. Esa honra, doblemente recuperada, tanto en lo político como
invención . en lo social, es el tema que se desarrolla a través de los dos hilos narrati-
La mayor alteración novelesca se da vos de la obra: destlerro~p~rdón real y afrenta-reparación. Las bodas, con-
en el tratamiento de los matrimonios de certadas al promediar el cantar segundo, son el núcleo dramático del poe-
las hi jas del Cid. Históricamente los pri- ma que enl~a la doble trama argumental.
meros fueron sólo unos simples despo-
Ambas situaciones, destierro y matrimonios ultrajados, reconocen un
1 sorios, luego anuiados. En cuanto a los
origen cómún: la en·vidia de la alta nobleza, representada en los infantes
segundos, el poema sólo yerra en el ti- de Cerrión y en algunos personajes secundarios, como el conde García
tulo de uno de los contrayentes, que no Ordóñez. El Cid, por el ·esfuerzo de su propio brazo primero, y por la vara
fue infan te de Aragón, sino conde· de de la justicia d.~i:,pués, triµnfa sobre estos nobles de inJereses mezqui-
Barcelona. nos, ya despré~tigiados en el consenso popular de la epoca en que se
Casi todos los personajes han sido compuso el cantar: ·
históricamente identificados y, en gene-
El p~erna trasúnta 'el· espíritu de Castilla: el vasallo de Vivar, un si m-
ral, la biografía documentada coincide
ple ihfahzón, llega. a emparentar, por s_us p~opios mérit~s, con 1~ real eza
con los datos principales del poema Una
de Est>~ña e'n el segun.do y feliz matnmoni'? de_ ~us h1Jas. La figura del
excepción importante es la de Álvar Fá- rey· restab.l ece con todo su poder la recta Just1c1a, la que, a 1~ postre,
ñez, sobrino del héroe y el deuteragonis- no reconoce diferencias de clases, sino de personas y de actitudes.
ta del poema, el hombre de más confian-
za del Campeador. Históricamente se sa-
be que, aunque pudo acompañar a su tlo Un recurso estili'stico
en los primeros momentos del destierro, Del tema de'I poema, concretado en la oposición deshonra-honra, se
estuvo casi siempre en la corte, junto a derivá su princ:ipal recurso: el del contraste. Veamos algunos ejem plos:
Alfonso VI. • Tristeza sobrecogedora, en la primera parte del " Cantar del destierro",
La geografía del cantar se ajusta mi- y gozo, a su término, por los triunfos guerreros del protagonista
nuciosamente a la de su época. Hay de-
• Pobreza del desterrado que parte de Vivar y riqueza del señor de
talles topográficos que sorprenden por
Valencia.
su exactitud. Las zonas vecinas a San
Esteban de Gormaz y a Medinaceli están • El mezquino Alfonso VI del comienzo y el justiciero del final.
descriptas con gran realismo detallista. • La humillación que los infantes ejercen sobre las hijas del Cid y la i~
nominia que sufren después, por la acción reparadora de la justicié
y del reto armado.
l,..os juegos de contrastes y oposiciones asoman en la estructura, e,
las escenas, en los diálogos y hasta en cada verso.
48 cuando: si. Es decir, con valor condi-
cional.
49 canes: perros.
Los dos juglares
50 sus honores:sus heredades, donde vi- Ramón Menéndez Pldal ha demostrado que en la composición del car
vían con honor. tar intervienen dos juglares. Uno, más antiguo, de San Esteban de Go_
51 La inculpación de "menos valer" debla maz, y otro , más moderno, de Medinaceli, dos localidades de la actu,
siempre preceder al reto. provincia de Sorla.

14
l•"ª .
nu\a d
'-' nue f aí\o s 1, , a San ta Mar ia Jti, lueg o des cav alga •
a ojo se para va 1 ◄•·
·:vo. C 'l:u¡x-~dor. en bue na ~e sta s espa da!
lle~~ los in ojos 11,
fin "'
de cor acó n rog ava . '
El t-ey lo ba ved ad o, ano ch dél enlr ó su cart a, La orac10 n fecha ' lueg o cav alga va·
Arl
'-"'()n P"a nt reca bdo e fuer tem ient re seel lada . .,
sali o por la pue rta
vill
e anc on pas' sav a 18
~on .. os osa nem os Cabo Bur gos essa I9 l l .
abr ir nin cog er por nad a; a en a g era Posava
$"a non. perd erle m-o ,s los ave res e las casa s, fincava 1a t iend a e lueg o des cav alga va ,
. b
e aun dem as los ojos de las cara s. . C"d Roy Díaz, el que en uen a cinxo· es
Cid. en el nue stro mal Mio, 1 la gler a qua ndo z1 nol cog e nad i en Pacta "J
vos non ganarles nad a; Poso en
ma s el C'ri ado r vos vala con toda s su s vertude s derred or de 'l una bue na con pan- a. casa '22,
:
Assí posó mio Cid .
Esw la niñ a dix o (san tas. '' com mo s1 foss e en montaña
e torn ós H, por a s u casa . Ved ada r an con pra den tro en Bur ~os la casa 23
Y a lo ved e el Cid de toda s cosa s
que del rey non avíe grac ia. qua nta s son de VIanda;
Par tió8 del a pue rta · ven der
por Bur gos agu ijau a, nol osa nen al men os din arad a 24 (
21-s
41

11
Ca stil la
El cieg o sol se estr ella " Bue n Cid, pas ad. El Rey nos dar á
en las dur as aris tas de las arm as, mue rte,
arru inar á la cas a
llag a de luz los peto s y esp alda res y sem brar á de sal ~l pob re cam po
y flamea en las pun tas de las lanz que mi pad re trab aJa .. -
as.
E l cieg o sol la sed y la fati ga .. . Idos. El Cielo os colm e de ven tura s ..
Por la ten ible este pa cast ella na. .
En nue stro mal , ¡oh Cid !, no gan áis
al des tier ro. con doc e de los suy os nad a."
-polvo , sud or y hie rro - el Cid cab Cal la la niñ a y llor a sin gem ido . . .
alga.
Cer rad o est á el mes ón a pied ra y lodo Un sollozo infa ntil cru za la esc uad ra
~ adi e resp ond e . . . Al pom
. de fe roce s gue rrer os,
o de la esp ada
y al cue nto de las pica s el pos tigo y una voz infl exib le grit a: "¡ En mar
cha ! "
v a a ced er. ¡Qu ema el sol, el aire
abra sa! El ciego sol, la sed y la fati ga . .
A los tern "ble s golp es,
de eco ron co, una voz pur a, de plat Por la terr ible este pa cas tell ana ,
a al dest ierr o, con doc e de los suy os
y de cris tal, resp ond e . . . Hay una
niña -po lvo , sud or y hie rro - el Cid cab alga
mu y déb il y mu y blan ca .
en el um bra l. Es tod a
ojo s azu les y en los ojos lágr ima s.
Oro pál ido nim ba Ma nue l Machado
su car ita cur iosa y asu stad a. Esp año l
(1874-1947)

13 nue f: nu eve . Por pérd


ida de la -e final, obsérvese el
en sord ecim i ento de la con son ante
. . 19 Cabo: Junt
.
o a. Burgos essa villa: este t·1po de aposi ·
1-' a ojo: ante su vist a. c1ones son frec uen tes en el leng uaje
20 épic o.
15 tom ós: se volv ió. Eplt eto épic o prop io del Cid.
w La cate dra l de Bur gos .
21
quan do.. para que. .
22
11 Las rod illas . en casa : en la ciud ad .
B
23
18 El Cid pas a el rfo Arla urgos la casa : la pob laci ón de Burg
nzó n por el pue nte que estaba 24 N os. na
.
,nm e d r"ato a ta cate dral y aca mpa en la glera o arenal del 0 . . para u
le osarlan ven der ni siqu iera la racio
rlo. persona, que era la que se pod la com n dinarad•·
prar con una
Al primero, que poetiza ti
sos, le debemos el plan en empos casi contemporáneo& de los suce-
gundo, que reelabora la ~e neral de la obra Y todo el primer canto . Al se-
seg undo y tercero Este . l~ra hacia 1140, la refundición de los cantares
alt era la verdad hl~tórlcau mo , 7'ás alejado en el tiempo de los hechos,
dad , celebrados cuando l~sc~~v erte los simples esponsales de la reali-
• ¡: ¡ i;t' ll l!, potltiro del auLor de Gor·
..!:' h,~l'1a s1 e impulsa al refundi·
matrlmonlos y transforma ¡8
1 5 del Cid eran nlnas aún, en auténticos
solemnes co'rt es toled an e 1 s m ple trámite de la reparación clvil en las
t: ,1t,drn ureli. Esta continuidad de en autenti c id ad hlstórl c as Y en el reto a duelo. El poema, si bien pierde
.\ .. ,, 11 ,i tra ves de los tiempos en el Amb a, gana en val or dramático• .
it'<': , 11 t' ~ un grnn fenómeno estéti- Esteban os juglares se dlfere~ c lan en su modo de metrificar. El de San
1
~ 8 rr]l)derna critica tradicionalista
J
ri es más ~~~~ !a~on _frecuen c ia de asonancia, el de Medinaceli utiliza se-
.. r · , ,rmna v debe estudiar: continui-
,.....1 •
t · Si el primero, dent ro de su sobriedad narrativa se nos
• , _.men fu ndada en comunidad de
,1 mues ra !11enos monótono en el manejo del verso el segundo ha~e gala
, Jt' propositos, de am biente cultu· en cambio, . de mayor f_uerza dramática, con un a~abado dominio de lo~
recursos llncos _Y _emotivos . Dos modos de poet izar, en suma, que confie-
Ramón Me néndez Pidal ren a 1~ c<;>mpos1c16n, dentro de su unidad , el encanto de matices variados
y de distintos enfoques estillsticos .

:tur as

I
Poema de Mio Ci9
Ofrec emos la lectura de un fragmento del "Cantar' del· ' que per,d.e rie los a:veres e más los ojos de la cara
desiierro ··, en la edición crítica de Ramón , M'enéndez Pidal•; e atin, de)nás los cuerpos e las almas 7 •
:: 0 n todas las particularidades de la ·lengcia medieval y, a Grande auelo avien las yentes cristianas;
con iinuac ión , la recreac ión de ese texto efectuada por un ascónden,s e de mio Cid ca nol osan dezir nada.
poeta español moderno. El Campeador adeliñó a su posada;
así como llegó a la puorta 8 , f allóla bien cerrada,
I
Conbidar le ien de grado,
mas ninguno non por miedo del rey Alfons que assí lo pararan 9 :
[osava: que si non la quebrantás -10 , que non gela abriessen
el rey don Alfonsso tanto avíe le 2 grand saña. {por nada.
Antes de la noche en Burgos dél 3 entró su carta, Los de mio Cid a altas vozes llaman
4
con gran recabdo e fuertemientre seellada: los de dentro non les querién tornar palabra.
que a mio Cid Roy Díaz que nadi nol diessen 5 Aguijó mio Cid, a la puerta se llegaua,
[posada sacó el pie del estribera, una ferídal 11 dava;
e aquel que gela 6 diesse sopiesse vera palabra non se abre la puerta, ca 12 bien era (;errada.

1
6 gela: se la.
, Conbidar le ien: le convidarían . El pluscuamperfecto
aun era sentido como una forma verbal compuesta y podla 7 Esta cláusula penal fue usada por Alfonso VI en sus
separarse el auxiliar del infinitivo (convidar+ hablan). diplomas.
2 •
av,e le: le tenla. 8 puorta compite junto a puerta. Recuérdese que la len·
3
dél: de él. gua medieval es vacilante.
4 9 que assí lo pararan: que asl lo hablan dispuesto.
Recaudo.
5 10 Obsérvese nuevamente la apócope de "se" enclítico.
nol· 1
nombre~ ~o e.. Era muy frecuente la apócope de los pro-
11 ferídal dava: herida le daba.
die) s ~cllticos. El verbo está en plural porque nadi (na•
, u su¡eto e · . 12 ca: pues.
, s mirado como un plural (del latín: nat1).

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