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Filosofía del Derecho

(Teóricos y libro)

Hegel se va a ocupar de la metafísica del derecho, de la exposición de la Idea de derecho en su articulación conceptual,
prescindiendo (más allá de ciertas alusiones) del derecho positivo. El subtitulo es “o derecho natural y ciencia del estado”
(Staatwissenschaft) no ciencia política. Quienes hacen uso de la noción de “ciencia política” son los iusnaturalistas en tanto intentan
dar una ciencia de la convivencia política depositando el fundamento del estado en un contrato fundacional (explicar la génesis), es
decir, en lo extra-estatal. Hegel es un crítico del derecho natural y se alinea con aquellos que teorizan una ciencia del estado (en qué
consiste el buen gobierno, de qué manera un Estado se estructura como para representar el buen gobierno, en tanto que la
legitimación viene por sí misma porque el hombre es un animal social, y por su imperfección, no puede vivir en sociedad si no es en
un régimen de mandato y obediencia) y sostienen que éste tiene en sí mismo su propio fundamento y su propia lógica. Se trata de
una ciencia de la razón del estado.

Hegel reivindica puntos del modelo clásico a la vez que critica al entendimiento: intento de legitimar la primacía del todo donde el
elemento universal es un universal fuerte y no un mero código de procedimientos. Sin embargo, el mantenimiento de la distinción
entre sociedad civil y Estado da testimonio del esfuerzo hegeliano por mantener dentro de la organicidad del Estado el elemento
individual económico. La organicidad, este todo que prima sobre las partes, le concede un espacio de maniobrabilidad muy grande
a la parte.
Entonces:
a) Frente al entendimiento que privilegia la parte y vacía el todo y lo reduce a universal abstracto, Hegel propone un universal
fuerte, a la manera de los clásicos
b) Pero, a diferencia del modelo clásico donde el momento económico en última instancia era negativo, debía ser acotado,
contenido, aquí el elemento económico aparece releído en una clave de lectura por la cual ese movimiento económico
desemboca por sí solo en la instancia superior que lo sostiene, lo fundamenta y lo limita, que es el elemento político.

En el prefacio aparecen los dos frentes con los que Hegel polemiza: el frente intelectualista y el frente populista:

- Las filosofías del entendimiento toman como punto de partida a lo particular y conciben lo universal como una alteridad respecto
de lo particular (dualismo), conciben lo universal como una abstracción frente a lo cual se encuentra, de manera ontológicamente
independiente, lo particular. El encargado de establecer la mediación es el sujeto pero el problema, para Hegel, es que lo universal
nunca podrá ser alcanzado por el individuo porque si se parte de lo particular-finito nunca se puede llegar a lo universal- infinito. Así,
lo universal consiste en una enunciación utópica. En el plano de la filosofía del derecho esto significa que Hegel rechaza que la
ciencia política enuncie un deber-ser y lo invoque para criticar las cosas como son. La tarea de la filosofía no es la crítica sino la
comprensión de lo que es y para comprender las cosas como son hay que comprender de qué manera estas son un momento en el
proceso de objetivación de la razón.

- El frente populista o sentimentalismo romántico-populista (saber inmediato) lo conforman aquellos que pretenden fundar la
verdad y el derecho en los sentimientos y convicciones subjetivas. Utilizan los sentimientos populares para criticar al estado dando
lugar a que cada individuo postule como verdadero lo que arbitrariamente considere como tal. En fin, ambas doctrinas ignoran que
el estado es un momento histórico de realización de la racionalidad, no comprenden la racionalidad del estado.
PREFACIO

ATEÍSMO DEL MUNDO MORAL (el populismo entra seguro aquí, y me parece que también el deber ser del entendimiento, en la
medida en que puede ser llenado con cualquier cosa)
El hombre busca en el pensamiento el fundamento de la eticidad, el pensamiento se sabe libre en la medida en que se aleja de lo
universalmente reconocido y válido y se inventa algo particular. De este modo el mundo ético, el universo espiritual estaría
abandonado a la contingencia de la opinión y a la arbitrariedad, abandonado de Dios, no habría razón. Esto es lo que Hegel llama
ateísmo del mundo ético en tanto el ateo es el que niega la racionalidad - universalidad del estado, “no hay Dios”

“El universo espiritual estaría, por el contrario, abandonado a la contingencia y a la arbitrariedad, abandonado de Dios, con lo que,
para este ateísmo del mundo moral, lo verdadero se encuentra fuera de él, pero como al mismo tiempo debe ser también razón,
permanece entonces sólo como un problema.”

CRÍTICA AL POPULISMO: (negación de la mediación) Las doctrinas que consideran que lo verdadero es lo que cada uno deja
surgir de su corazón, de su sentimiento respecto de los objetos éticos y del estado y la constitución llevan en la frente el signo del
odio a la ley. La ley es su mayor enemigo porque ella es la razón y no permite al sentimiento abrigarse en la particularidad.

“...hablar arbitrariamente desde el corazón, la fantasía o una intuición accidental.” (idem crítica al saber inmediato)

Crítica a Fries: "En el pueblo en el que reine un auténtico espíritu común todos los asuntos de interés público recibirán su vida
desde abajo, desde el pueblo”. Toda racionalidad, toda mediación queda excluida. Todo es sentimiento, intuición; puede pasar
cualquier cosa. Hay un odio a la ley, una un universal racional que ordena, y la a letra muerta.
Crítica al romanticismo: es la exacerbación intelectualista del momento individual realizado por el cristianismo. El romanticismo
es vástago directo del entendimiento. La lectura que hace Hegel del romanticismo es muy importante. El romanticismo no es la
supervivencia de motivos irracionales, etc., sino que el romanticismo es el yo absolutizado. El romanticismo es Fichte. Eso es
romanticismo.

El derecho “no tiene que hacer otra cosa que lo que es conocido, señalado y prescripto por las circunstancias.” Es decir, lo que hay
que hacer está en las cosas mismas. De lo único que se trata es de saber conocerlas. Entonces, en realidad, en este Prefacio está
diciendo: de lo que se trata es de saber conocer el derecho. Y para eso hay que dejar de lado completamente la invocación a los
sentimientos, y saber qué grado de verdad, y por ende qué grado de falsedad, hay en el entendimiento; ponerse por arriba del
entendimiento, desde la razón.

CRÍTICA AL ENTENDIMIENTO (mediación incorrecta)


“Una filosofía acerca del Estado parecería tener extrañamente como tarea esencial producir e inventar también una teoría, por
supuesto nueva y particular.”
Es decir, postular un Estado como aquello que debe ser alcanzado. Ahora bien: mientras que el entendimiento frente a la
naturaleza no reniega de la racionalidad, la filosofía por ser la investigación de lo racional consiste en la captación de lo presente
y de lo real y no en la posición de un más allá que no puede ser alcanzado.
La polémica con el entendimiento es fundamentalmente la polémica con el deber ser (universal vacío), que es aquella que
fortalece la actitud de crítica constante, y la actitud de crítica constante es la actitud de la no conciliación. La actitud de crítica
constante es la que no acepta que lo tercero que aparece como fundamento tenga en los polos de la oposición momentos
internos a él mismo como unidad superior.
Mientras que el entendimiento mantiene a la unidad y a las diferencias separadas, Hegel quiere una crítica de la crítica que
muestre la superioridad de la razón como unidad de la conciliación, unidad de la unidad y de la diferencia. Mientras que el
entendimiento mantiene a la unidad y a la diferencia separadas.

En este punto Hegel reivindica a Platón como un no utopista: Platón no hace en esencia más que captar la naturaleza de la eticidad
griega, ve que en el mundo griego clásico de la unidad política esta irrumpiendo un principio que destruye la unidad, el
individualismo. Como Platón no puede ir más allá de su época no tiene otra respuesta que la exclusión de la diferencia pero lo que
rescata Hegel es que se trata de una respuesta basada en la comprensión.
Es decir: Platón no forma parte de aquellos que propugnaron deber seres, utopías, sino que propuso una defensa plenamente
consciente de la organicidad del modelo antiguo que se estaba derrumbando con la irrupción de la individualidad. La lectura que
hace Hegel de Platón es que, precisamente, las medidas que toma Platón en contra de la individualidad (la prohibición a los
estadistas de tener propiedad privada y familia) esto es, la expulsión de toda instancia de individualidad en aquellos sobre los cuales
recae el ordenamiento de la pólis, la exclusión de la individualidad del punto central de la lógica de la pólis obedece no ya a la
formulación de una utopía, sino a la autodefensa del mundo clásico orgánico que se derrumba. ¿Y por qué se derrumba? Porque en
la sofística está teorizada la irrupción de ese principio individual que va a aparecer para la conciencia en la forma del alma
judeocristiana y que en la pólis se anuncia en la forma del individualismo, de la riqueza económica y de la parte que se considera a sí
misma más importante que el todo. Los sofistas son la versión formalista y economicista del principio de individualidad, cuya versión
espiritual va a ser el alma judeocristiana.
Ante esto Platón no propone una utopía, sino una autodefensa. Entonces, Platón ve bien qué es lo que está pasando y la
insuficiencia de Platón está dada por el momento histórico al cual pertenece. Esto es, Platón, consciente del derrumbe de su mundo,
propone una manera de autodefensa, sin ver que forma parte de la realidad y de la verdad este principio de la individualidad, es
insuprimible el principio de la individualidad. Esto es, el Estado tiene que acoger y respetar el momento de la individualidad,
porque es el momento también de su propia libertad.

Hegel resume su posición en la siguiente expresión: lo que es racional es real y lo que es real es racional (Pág.18).
 Lo que es racional es real: crítica a la universalidad abstracta del entendimiento y alude a que lo que es auténticamente
universal lo es porque la existencia forma parte de él. No sería auténticamente universal si el existir le fuera ajeno y la
correlación (entre lo universal -que de este modo sería abstracto- y lo particular) dependiera de un tercero (el sujeto que se
atribuye la capacidad de mediación). La verdad es el todo en su absolutez y dinámico cuyo otro no es sino sí mismo en la
forma de otro.
 Lo real es racional: lo real no es sino el aparecer de lo racional. Todo lo que aparece ante nosotros es la realización de la
razón, es la racionalidad efectivizándose (universal “creador”) Entre realidad y racionalidad hay esta relación racional que
consiste en que real es el aparecer de la razón, el realizarse de la razón. Y por ende, las instituciones de la realidad no son
sino la razón autopresentificándose.

La idea “...al llegar a su realidad –al realizarse, al ponerse como real- entra también en la existencia exterior, se despliega en un
reino infinito de formas, fenómenos y configuraciones (la riqueza de las instituciones jurídicas a lo largo de la historia) recubre su
núcleo (el corazón de la idea) con una corteza multicolor (pluralidad de instituciones) en la que habita inmediatamente la
conciencia (la conciencia habita en el momento que le toca vivir), pero que el concepto atraviesa (cuando la conciencia alcanza el
saber absoluto, alcanza el concepto) para encontrar el pulso interior y sentirlo también palpitar en las configuraciones exteriores.”

A continuación Hegel enuncia el objetivo de la Filosofía del derecho: este tratado, en cuanto contiene la ciencia del estado no debe
ser otra cosa que el intento de concebir y exponer el estado como algo en sí mismo racional. En su carácter de escrito filosófico
nada más alejado de él que la pretensión de construir un estado tal como debe ser. La enseñanza que puede radicar en él no
consiste en enseñar al estado como debe ser sino en enseñar cómo él, el universo ético, debe ser conocido (Para Hegel anunciar y
proyectar equivale a apostar a las abstracciones) La tarea de la filosofía es concebir lo que es, pues lo que es es la razón. Cada uno es
hijo de su tiempo y la filosofía es su tiempo aprehendido en pensamientos, es insensato creer que una filosofía puede ir más allá de
su tiempo.

El reconocimiento de que lo real es la realización de lo racional permite una reconciliación con la realidad (Pág.20) la renuncia a la
crítica y la aceptación del estado. Esto sólo es posibilitado por la superación del dualismo, es decir, de la insatisfacción que conlleva
la postulación de un deber-ser inalcanzable.
No se puede distinguir la forma y del contenido pues la forma es la razón en cuanto conocimiento conceptual y el contenido la razón
en cuanto esencia sustancial tanto de lo ético como de la realidad natural y la unidad consciente de ambas es la idea filosófica.

La Ciencia del Estado: debe “concebir y exponer el Estado como algo en sí mismo racional. En su carácter de escrito filosófico, nada
más alejado de él que la pretensión de construir un Estado tal como debe ser.” No se trata de criticar los Estados reales y proponer
cómo se va hacia ese Estado ideal (filosofía del entendimiento).

La FILOSOFÍA como momento final donde la conciencia es conciencia de lo que pasó: eso es la filosofía.
“Para agregar algo más sobre la pretensión de enseñar cómo debe ser el mundo, señalemos, por otra parte, que la filosofía llega
siempre tarde. En cuanto pensamiento del mundo (la filosofía comprende, y se comprende sólo después) aparece en el tiempo sólo
después que la realidad ha consumado su proceso de formación y se halla ya lista y terminada. Lo que enseña el concepto lo muestra
con la misma necesidad la historia.”

Y aquí viene la frase más conocida de todo el corpus hegeliano, y que es un guiño a Goethe: “Cuando la filosofía pinta con sus tonos
grises ya ha envejecido una figura de la vida que sus penumbras no pueden rejuvenecer, sino sólo conocer; el búho de Minerva recién
alza el vuelo en el ocaso.” En la filosofía –el búho de Minerva- se escribe de noche, cuando el día ya ha terminado. “La filosofía es
gris; verde es el árbol de la vida” es lo que dice Goethe, y acá Hegel dice: la filosofía no sólo es gris, es directamente nocturna. La
filosofía pinta con sus tonos grises.
INTRODUCCIÓN

§1 – La ciencia filosófica del derecho tiene por objeto la idea del derecho, es decir, el concepto del derecho y su realización
Hegel opone el universal concreto, que incluye la existencia dentro de sí, al concepto como producto artificial del operar del
entendimiento.
Un problema presente es, ¿hasta qué punto ciertos elementos que aparecen como reales, necesarios en su realidad, y otros que
aparecen como accidentales en su realidad, la divisoria es tan clara o no genera dificultades? Forma parte de la riqueza de lo racional
que aparezcan instancias contingentes, inesenciales, secundarias, etc. Pero para la mirada del filósofo, es tan necesario lo necesario
como lo accidental. El punto es que en la filosofía política de Hegel la divisoria entre lo necesario accidental y lo necesario necesario
es importante, sin embargo, pareciera que lo accidental también es producto del despliegue de la idea.

§2 – Coincidencia entre punto de partida y punto de llegada: la investigación encuentra lo racional en lo real y se cierra porque
partió de lo racional y encontró lo racional, lo racional en el sentido especulativo. Es decir, recorrió el proceso, pero en realidad, al
final del proceso no hay nada que no estuviera antes del proceso. Entonces la ciencia reproduce a la ontología; de algún modo es lo
que dice aquí.
Obs. Hegel critica nuevamente a aquellos que hacen del sentimiento la fuente del derecho diciendo que estos elevan la
subjetividad, contingencia y arbitrariedad a la categoría de principios.

§3 – Idea de derecho: no una suerte de derecho ideal captado por la razón que actuaría como un deber ser que bueno. En Hegel, el
momento del ponerse, de la positividad, es central en toda teoría del derecho. La idea de derecho es la que más tiene que
realizarse porque si no, no es derecho. ¿En qué radica la positividad del derecho?
a) Formal: “Lo que es válido en un estado, la autoridad legal, constituye el comienzo de su conocimiento”. La norma es válida
cuando nace del procedimiento que el sistema establece como el procedimiento productor de normas. Pero esto se queda
en la forma.
b) Contenido: la historia por un lado, con la aplicación.
c) Mediación entre concepto y realidad, que en el caso del derecho es la decisión.
Obs.
a) Elogio: “Montesquieu ha sostenido la verdadera perspectiva histórica, el auténtico punto de vista filosófico...” Montesquieu,
en El espíritu de las leyes, polemiza contra la idea de soberanía absoluta teorizada en el siglo XVII y frente a esta idea tiene
una visión orgánica totalizante. Las leyes tienen que ver con la pluralidad de elementos componentes de una realidad: la
población, el clima, la historia, la geografía en general, etc., una visión que apunta: “a los momentos dependientes de una
totalidad, en conexión con todas las restantes determinaciones que constituyen el carácter de una nación y de una época”
Montesquieu rechaza la idea de contrato, ya que para él hay una articulación entre justicia eterna y las vicisitudes de estos
sujetos históricos que son las naciones. Y eso Hegel no puede sino encontrarlo válido y absolutamente verdadero.
b) Crítica a la Escuela Histórica del Derecho: “La justificación histórica, cuando confunde la génesis a partir del concepto con la
génesis exterior, –la génesis a partir del concepto es la filosófica, y la génesis exterior es la cronología histórica- realiza
inconscientemente lo contrario de lo que se propone.” El error es reducir la racionalidad a lo histórico de contingencia.
Savigny: “la codificación debe nacer de una comprensión de las peculiaridades históricas” (puede establecerse un nexo con
Rousseau, y la crítica a la justificación de la obediencia del más fuerte a través de la historia: confundir origen con
fundamento)

El peligro de invocar una historia que justifica cualquier cosa, donde aparece el pozo negro de la tradición donde uno mete la mano y
saca lo que quiere. Frente a eso Hegel va a proponer una estructura normativa que simultáneamente realiza lo universal y respeta la
diferencia. Mientras que la posición del entendimiento sería imponer un universal abstracto, y la posición de la Escuela Histórica es
privilegiar diferencias que terminan basándose nada más que en lo que pasó, el sentimiento, el corazón, lo que se me ocurre, etc.,
Hegel articularía las dos cosas.

§4 - RELACIÓN ENTRE VOLUNTAD Y LIBERTAD


a) La auténtica idea encierra dentro de sí la voluntad de querer aparecer como naturaleza y como espíritu, de no quedarse
en mera idea. El logos al aparecer, simultáneamente se está autoproduciendo como voluntad del aparecer, como un querer
aparecer
b) “...El sistema del derecho es, entonces, el mundo del espíritu que se produce a sí mismo como una segunda naturaleza”. El
mundo jurídico aparece como una exteriorización (multiplicidad de configuraciones) de la voluntad, pero de manera tal que
ese mundo jurídico es una segunda naturaleza. Hegel reivindica reivindica el ethos como segunda naturaleza contra el
cálculo utilitario del contrato. (cf. §151) La primera voluntad meramente natural es instintiva. La negación que el espíritu
ejerce contra esta primera naturaleza es la libertad. El derecho es la articulación institucional de esta libertad.
Agr. La libertad consiste en constituirte como más potente del límite que te ponés. El primer acto de libertad es desencajarse del
continuo natural, y eso es la autoconciencia. La autoconciencia es la autoconstitución como yo, como sujeto; y la autoconstitución
como sujeto es lo mismo que constituirse como alteridad respecto a todo. Yo me constituyo como el sujeto de toda volición libre; el
animal quiere pero no es libre, solamente es libre aquél que queriendo se autoconstituye como no otro, como no animal, no
naturaleza. La autoconciencia es la conciencia del hiato que separa al espíritu de la naturaleza.
La voluntad consiste en la autoconciencia. Yo me constituyo libre en virtud de la conciencia que tengo de que yo soy yo. El primer
acto del pensar es a su vez el primer acto de la voluntad: al pronunciar ‘yo soy yo’ estoy diciendo ‘yo soy libre’; es decir, yo no soy lo
otro, soy yo. (=Rousseau)

El esfuerzo hegeliano por mantener juntos razón y voluntad ya está en Kant: la voluntad es razón práctica en Kant. ¿Dónde radicaba
esta identidad? En la universalidad de la voluntad que se autodeterminaba; y aquí también, la razón es voluntad porque es un
universal que se autodetermina. Ahora, ¿en qué consiste autodeterminarse? No en ver si pasaste el examen del imperativo
categórico, sino en producirse como existencia.

ANÁLISIS DE LA VOLUNTAD:

) (YO INDETERMINADO) “La voluntad contiene el elemento de la pura indeterminación o de la pura reflexión del yo en sí mismo...”
Este ‘en sí mismo’’ es en el sentido de reflexionar sobre sí mismo. Esto es, yo soy yo, la autoconciencia. Y al cerrarme sobre mí
mismo, al expulsar todo lo que no soy yo mismo, soy absolutamente indeterminado, nada me determina, soy absolutamente libre:
“Infinitud ilimitada de la absoluta abstracción o universalidad, el pensamiento puro de sí mismo.”
El pensar que se piensa a sí mismo, visto desde la perspectiva del derecho, quiere decir la voluntad que se quiere a sí misma. Es la
libertad como característica de, y como resultado de, la autoconstitución de sí mismo.
Crítica al entendimiento:
Esta libertad negativa del entendimiento sólo quiere algo abstracto y por lo tanto aniquila toda determinación objetiva, se
traduce en la destrucción de todo orden social existente. Y dice Hegel:

El que se maneja con abstracciones, opera con guillotina. ¿Por qué? Porque no hay mediación entre lo universal y lo
particular. La mediación queda en manos de una abstracción, el yo absolutamente indeterminado. Para ese yo nada está
bien, todo está mal. La metafísica del entendimiento es la metafísica del terror.
No hay una mediación articulada sino que hay simplemente eliminación abrupta de la diferencia. Cuando lo que se plantea
es un yo en su pureza máxima como máxima indeterminación y no se sale de ese planteo, aquello hacia lo cual va a mirar el
yo va a ser un abstracto como ese yo mismo. Entonces, al ir a la realidad se va a operar un modo abstracto; operar un modo
abstracto es aniquilar la diferencia. Entonces, aniquilar la diferencia es identificarse inmediatamente con el todo o cortar las
cabezas de todos lo que no son los iguales.

a) La unidad griega se autodetermina porque expulsa la diferencia, no la quiere dejar entrar; entonces, se determina hasta el muro y
del muro vuelve para atrás, y el muro está para que no entre la diferencia. Creer que ser libre es decir no a todo (a toda
determinación)

) (§6) (YO DETERMIINADO)


Es el pasaje de la indeterminación a la determinación. Negatividad que opera sobre la primera voluntad poniéndole una
determinación en la forma de un contenido y un objeto. Momento de la finitud o particularización del yo.
(Dotti: en el momento de la particularización esta la lógica de la propiedad: lo que hace que algo sea mi propiedad es que es
voluntad objetivada, el objeto soy yo mismo –mi deseo- en la forma de objeto)
Agreg. El ejemplo es el quiero algo.
1) Primer momento: Quiero, y en el quiero me autoconstituyo.
2) No me puedo quedar en el quiero, “tengo que querer” es “querer algo”;
3) Ahora, si yo me quedo en el querer algo, entre el querer -actividad universal-, y el algo querido hay un límite externo que no
se supera. Entonces, lo que aparece como universal, infinito, el querer, en realidad no es infinito, es finito, no sale del algo
que lo está limitando siempre.

g) (§7) TERCER MOMENTO: INDIVIDUALIDAD


El algo que quiero es mi querer objetivado en la forma de lo querido. Lo que quiero es la figura de querido propia del queriente.
Querer es el ponerse del querer y el recomponerse del querer mismo. El algo querido es el momento de autoobjetivación del
querer. “Querer” quiere decir “queriente y querido” que son lo mismo.
“La voluntad es la unidad de estos dos momentos, la particularidad reflejada en sí misma y por ello reconducida a la
universalidad: la individualidad.” Un universal en lo particular se individualiza.
Esta es la libertad de la voluntad, esta es la auténtica libertad donde lo otro es momento. Entonces, si no hay otro que me
condiciona sino que la alteridad es producto de mi autocondicionamiento, soy libre. No soy libre porque no esté determinado, soy
libre porque me determino a mí mismo.

Te creés que ser libre es querer lo que se te ocurre. El contrato sería simplemente el modo de hacer que queriendo cada uno lo que
se le ocurre, no se genere un perjuicio tal que impediría querer lo que se le ocurre

Uno cree que la libertad es decir no a todo (entendimiento), y el otro se cree libre porque quiere lo que se le ocurre
(sentimentalismo: hacer lo que el pueblo quiera). No, ser libre es autodeterminarse, ordenarse. La libertad es orden; ahora bien,
¿cómo es eso orden? Es un juego entre unidad sin diferencia, diferencia sin unidad, unidad de la unidad y de la diferencia.

¿Está muy lejos de la voluntad general de Rousseau? Para Hegel, sí; pero está menos lejos de lo que Hegel cree, me parece.

§8 – Voluntad formal: (autoconciencia) cuando la determinación es la contraposición del sujeto y el objeto como existencia
exterior inmediata. Este determinarse de la voluntad es un objetivarse. ¿De qué manera? Tengo una meta, un fin, y quiero
realizarlo.

§9 – Voluntad reflejada: cuando la voluntad se pone a sí misma como fin es voluntad reflejada. Es decir, en tanto las
determinaciones de la voluntad son propias. Cuando el objeto querido está enfrentado con la voluntad (voluntad formal) la
voluntad es libre sólo en sí. La voluntad será auténticamente libre cuando lo sea en sí y para sí. Es libre para sí cuando lo
querido es la voluntad misma apareciendo en la forma de objeto querido.
Su particularización reflejada en sí constituyen el contenido. Este contenido:
 §10: Primero-inmediato: La voluntad libre sólo en si es voluntad natural e inmediata: su contenido inmediatamente
presente son los instintos, deseos e inclinaciones por los que la voluntad está determinada por la naturaleza.
§11: La aparición de la voluntad como inmediata es una voluntad todavía deudora, obediente a lo natural:
instintos, deseos, inclinaciones.
 §12: Segundo – mediato: el yo pasa la mediación al decidir. Con la decisión yo al objeto lo saco de su pertenencia a lo
otro, lo transformo, por así decir, en yo como objeto. Decidir entonces quiere decir romper con la naturalidad. La
voluntad al decidir ‘recicla’ estos dos (¿voluntad y pasiones?) inmediatos dados enfrentados.
Critica al formalismo de la voluntad: la voluntad es formal por la diferencia entre su forma y su contenido.

 DECISIÓN
o §13 – Salir de la indeterminación: el primer momento de la decisión, que es el momento en el cual la
voluntad sale de su indeterminación inicial, es el decidir en su abstracción. La decisión abstracta: el finitizarse
del yo tomado en su máxima pureza y abstracción.
o §14 - Elegir: lo decidido como objeto o contenido posible. La posibilidad de elegir.
o §15 - Arbitrio: la forma de contingencia que se da la voluntad: es una voluntad que quiere algo entre todas
la posibilidades de elección que tiene.

(entendimiento) -> El arbitrio es arbitrio porque es una posibilidad infinita de elección que elige algo. Elegir
algo supone posibilidad infinita de elección; y posibilidad infinita de elección supone elegir algo, porque si no
se elige algo no se es arbitrio, y no se elegiría algo si no se fuera posibilidad infinita de elección.

La voluntad es voluntad porque es infinita, y es infinita porque es finita; es contradicción. Porque la voluntad
como arbitrio es posibilidad infinita que quiere un finito. Entonces, por un lado hay un infinito y por el otro
hay un finito; ¿qué relación hay?. En el movimiento de la determinación de la voluntad que es una figura del
entendimiento, el entendimiento dice: yo soy posibilidad infinita, pero me finitizo al querer algo; y ahí se
para el entendimiento, no va más allá de eso. Entonces, para ser como infinito necesita lo contrario de sí, lo
finito.
“Si el arbitrio pretende ser la libertad puede ser llamado directamente un engaño, ya que sólo el elemento
formal de la autodeterminación libre le es inmanente -o sea, sólo la autodeterminación formal-, mientras que
el otro elemento –lo elegido, lo querido- es para él algo dado.”

Análisis de la contradictoriedad del arbitrio como contradicción:


1) (§17) Primera manifestación: lucha entre inclinaciones opuestas: estar tironeado por deseos o
inclinaciones opuestas. Frente a eso el arbitrio se presenta como una toma de distancia frente al choque
de inclinaciones en la forma de evaluación, de juicio, de cálculo: ¿qué hago?
(§18) Si se considera lo instintivo como inmanente a lo humano y como positivo se dice que el hombre es
bueno por naturaleza pero si se lo considera como determinaciones naturales opuestas a la libertad
(negativas) que se deben eliminar, se dice que el hombre es malo por naturaleza.
Agreg. La doctrina cristiana de que el hombre es por naturaleza malo es más elevada que la que lo
considera bueno. El hombre, en cuanto espíritu es libre y no debe dejarse determinar por los impulsos
naturales, en su condición inmediata se encuentra en una situación de la que debe liberarse (este es el
significado de la doctrina del pecado original sin la cual el cristianismo no sería la religión de la libertad).
2) (§20) Segundo momento: JUICIO: ¿Cuándo comienza la espiritualización? Cuando el juicio neutraliza el
peso, la incidencia, de lo natural instintivo. Es decir, con el juicio yo tomo distancia. Con el juzgar me
separo de mí mismo como meramente natural. Con el juicio reflexiono sobre mí mismo. Por eso con el
juicio empieza la cultura.
3) (§21)
 §21: Tercero: con esta reflexión la voluntad empieza a encontrarse a sí misma en aquel caso natural que tenía
enfrente. Y ahí es verdaderamente libre; porque eso que tenía enfrente ya no es un dato, sino es sí misma puesta
como dato: “En cuanto la voluntad tiene como contenido, objeto y fin a la universalidad, a sí misma en su
carácter de forma infinita, no sólo es voluntad libre en sí sino también para sí, es verdadera idea.”
§21: La voluntad libre en y por si es la voluntad que se tiene a sí misma como contenido, objeto y fin en su pura universalidad. (La
libertad es la voluntad que se auto determina y se tiene a si misma como objeto). Superación de la inmediatez de lo natural. En la
observación Hegel llama a esta realización de la universalidad de la voluntad (libertad) que se desprende de lo contingente y no
verdadero el principio del derecho, de la moralidad y de toda eticidad.

§22 “La voluntad existente en y para sí. La voluntad existente en y para sí es verdaderamente infinita, porque su objeto es ella
misma.”O sea que no es otro y un límite, sino que en el objeto ella ha retornado a sí. En su objeto vuelve a sí misma: reflexiona, pero
ya reflexiona dialécticamente. La libertad entonces es la adecuación entre lo interior y lo exterior: lo interior que salió y se
exteriorizó; lo exterior que es el exteriorizarse de lo interior. Eso es el concepto: lo real es racional; lo racional es real.

§23 - La libertad es ponerse a sí misma como lo otro y por ende, que lo otro sea sí misma como lo otro y no otro condicionante, por
eso habla de libertad. Hay libertad porque no hay condicionamiento por parte de otro sino creación de alteridad- porque no se
relaciona con nada que no sea ella misma. Con lo cual desaparece toda relación de dependencia con algo otro. La libertad es ser en
su existencia, en su salir de sí, existir, no estar afuera de, o sea, como opuesta a sí, lo que ella es en su concepto- porque el concepto
puro tiene como su fin y realidad la intuición de sí misma.”

§24 – Hay un elemento de subjetividad activa que aparece como actora de la exclusión y de la decisión, la subjetividad activa que
disuelve las limitaciones a través de ese gesto que aquí Hegel llama excluir y decidir; lo que habíamos visto como proceso de la idea
ahora es proceso de la voluntad
Observ. la voluntad es universalidad existente en y para sí, universalidad concreta, idea inmanente de la autoconciencia porque la
auténtica autoconciencia no es aquella que encerrada adentro de sí misma tiene conciencia de sí misma; para Hegel la
autoconciencia es la conciencia que se produce a sí misma como mundo. Ser autoconciencia es ser consciente de que el mundo es
consciencia, sólo que consciencia en la forma de consciencia que se ha puesto como lo otro de la consciencia; esa es la auténtica
autoconciencia. Verdad que no la puede realizar el yo sino el espíritu. La auténtica autoconciencia es la actividad del espíritu. Y la
actividad del espíritu es precisamente la producción del mundo espiritual, es decir, de la historia; es decir, del derecho., de la ética,
la política, etc.

“Es el concepto de la voluntad libre como lo universal que trasciende ese objeto, recorre sus determinaciones –o sea, trasciende el
objeto en el sentido de que no tiene frente a ella un objeto que la está limitando y anulando como voluntad libre; recorre sus
determinaciones: la sucesión de figuras de lo objetivo son la figuras de este movimiento de autoponerse, de tomar conciencia de sí
mismo que va llevando a cabo el espíritu.- Y en ella, -en todas las determinaciones llamadas objetivas, por ejemplo, las instituciones
jurídicas; esas determinaciones objetivas son las distintas instituciones jurídicas- es idéntico consigo mismo.”

Tres momentos del lado subjetivo activo de la voluntad: querer es tener un fin y al mismo tiempo es realizar ese fin; por el lado
subjetivo tener un fin, apuntar a, y por lado objetivo, ese fin es la realización de la voluntad.
§25 - Lado subjetivo = lado de la autoconciencia, de la individualidad (§7). Su subjetividad significa:
1. La voluntad es ante todo forma pura, unidad absoluta de la autoconciencia consigo misma, unidad sin diferencia.
2. La particularidad en el sentido del arbitrio: “querer esto o aquello”; es arbitrario lo que ella quiere.
3. La forma unilateral: (§8) lo querido es un contenido que pertenece a la autoconciencia: lo querido como la unión verdadera
del quiero y de lo querido como totalidad.
§26 - Lado objetivo: la voluntad es
1. Simplemente voluntad objetiva que se tiene a sí misma como su determinación
2. Ésta sin la forma de la autoconciencia es voluntad hundida en su objeto o situación
3. La objetividad es la forma unilateral opuesta a la determinación subjetiva de la voluntad, inmediatez de la existencia exterior.
Agreg. Subjetividad y objetividad ya no son sino momentos de un único movimiento de la totalidad como voluntad. Frente a eso el
entendimiento separa lo subjetivo y lo objetivo; la crítica está en el agregado.

§27 - El concepto abstracto de la idea de voluntad es que la voluntad libre quiere la voluntad libre (La unidad sin diferencia se ha
diferenciado y lo diferente es sí mismo como diferencia)

§28 – La actividad de la voluntad consiste en superar de la contradicción entre subjetividad y objetividad (la objetividad es el salir
fuera de sí de la subjetividad). Trasladar sus fines de aquella a esta determinación y al mismo tiempo permanecer en la objetividad
consigo misma.

§29 – El derecho es la existencia de la voluntad libre, la libertad en cuanto Idea.


Observ. Hegel critica a Kant y a Rousseau:
Kant: Critica Hegel aquí la definición kantiana que reduce la voluntad a mero arbitrio; el arbitrio sería el momento de la diferencia,
de la universalidad debilitada: yo puedo querer esto pero también podría querer esto otro, etc. Pero en realidad el uso que hace
Kant de la idea de arbitrio no se asimila a arbitrio como debilidad y contingencia del querer, sino que por el contrario, el momento
de la voluntad como arbitrio lo que está indicando es que sólo puede ser voluntad jurídica aquella que ve acompañado el momento
volitivo en sentido estricto con la capacidad performativa de esa volición, con la capacidad de realizar lo que esa volición asume
como determinación.
Hegel lleva la crítica al problema de la identidad formal, de la no contradicción, el acuerdo de los arbitrios como no contradicción;
Kant no está simplemente enunciando el acuerdo de arbitrios como coexistencia entre dos voluntades libres, sino como un acuerdo
que se da a partir de la capacidad realizativa en el plano de las relaciones externas que tienen las voluntades en la forma de arbitrio.
Rousseau: Rousseau habría sido el primero que ha teorizado la concordancia de todos los yoes abstractos en la forma de voluntad
general abstracta: “carece pues de todo pensamiento especulativo y ha sido condenado por el concepto filosófico por cuanto ha
producido en las mentes y en la realidad acontecimientos cuyo horror sólo tiene paralelo en la trivialidad de los pensamientos en los
que se fundaban.” Hegel establece una relación entre la postulación de subjetividades genéricas abstractas y la inevitabilidad de la
violencia que se sigue de la postulación de esas subjetividades abstractas. Ese argumento es importante. Cuando la universalidad
que se reivindica es una abstracción, la puesta en práctica de esa universalidad abstracta genera terror.

§30 – “El derecho es algo sagrado solo porque es la existencia del concepto absoluto de la libertad autoconsciente” Cada estadio del
desarrollo de la idea de libertad tiene su propio derecho pues es la existencia de la libertad en una de sus determinaciones
peculiares: la moralidad, la eticidad, el interés del estado constituyen cada uno un derecho peculiar porque cada una de estas figuras
es una determinación de la libertad (el ser del derecho es el devenir derecho: su realización en un desarrollo histórico-espiritual)
Invocar el espíritu del mundo es decir que todo lo que acontece en última instancia está bien porque forma parte de esta realización
y la única verdad es el espíritu del mundo, más allá de los momentos negativos y todo eso. El mundo es ese espíritu como totalidad
y el mundo es el todo visto como lo realizado. A esto, Hegel lo contrapone a la visión de lo que él entiende por entendimiento:
aplicación de lo universal a una materia tomada de otra parte en §31.

§31 - Por un lado está el yo pienso con sus categorías, y por otro lado, no se sabe bien de dónde, aparece una materia sensible; la
crítica a la moral kantiana: por un lado se es voluntad libre porque es universal, etc., por otro lado un contenido material que
aparece ahí, podría aparecer otro contenido material e igualmente la voluntad sería universal.
¿En qué consiste entonces el saber filosófico? En la comprensión de que- el objeto es por sí mismo racional; aquí –en esta forma de
entender la objetividad- está el espíritu en su libertad, la más alta cumbre de la razón autoconsciente que se da realidad y se produce
–se autoproduce, se produce a sí misma- como mundo existente. La tarea de la ciencia es llevar a la conciencia este trabajo propio de
la razón de la cosa.”

§32/33 Momentos que componen la filosofía del derecho:


1- Derecho abstracto: categorías centrales de lo jurídico pero sin contenidos concretos, de manera abstracta. Se trata de una
lógica de lo jurídico, de la conceptualización básica que permite calificar a una conducta como legal o ilegal.
2- Moralidad. Expone lo relativo a la dimensión interna en que el sujeto juzga desde su conciencia la normatividad de una
conducta, el sometimiento de lo jurídico al foro interno.
Pero el derecho abstracto y la moralidad se revelan como momentos insuficientes. En el derecho abstracto no hay realización
concreta, lo jurídico no tiene eficacia y en la moralidad la eficacia pasa por el tribunal de la conciencia.
3- Eticidad: La verdad del derecho no está ni en la dimensión abstracta ni en la dimensión interna sino en su realización
institucional y la dimensión de auténtica realización de la racionalidad jurídica es la Eticidad.
Las tres grandes estructuras donde se realiza lo jurídico son:
 la familia
 la sociedad civil
 el Estado.
La moralidad va a ser el momento interior subjetivo de la voluntad y la eticidad va a ser la realización plena de aquello que en el
derecho abstracto era visto en su pureza abstracta, de aquello que en la moralidad es visto en su interioridad, en la eticidad en
cambio va a aparecer en la realización objetiva.

 DERECHO ABSTRACTO

PERSONA: en su concepto, abstracta; es decir, no tiene otro rasgo que el de ser voluntad libre, no tiene cédula de identidad, no
tiene nacionalidad, no tiene familia, nada, es todavía más abstracta que Robinson –porque éste era un náufrago, mientras que esta
persona abstracta es un concepto-, y las relaciones con sus iguales van a ser asimismo relaciones abstractas.

¿Qué es la persona? Voluntad. ¿Y qué es voluntad? Autoafirmarse.


La persona está ligada a ese acto de autoconstitución de sí mismo cuya expresión sería ‘yo soy yo’. Libre relación conmigo mismo.
¿Qué es esta libre relación conmigo mismo? Es autoafirmarse, yo soy yo. Yo quiero que yo quiero.

En el momento en que quiero algo yo soy voluntad que quiere ser voluntad que quiere; es decir, voluntad que se autoconstituye
como voluntad que quiere. Toda voluntad que quiere es voluntad que quiere ser voluntad que quiere; si no es una animal, no es
una voluntad que quiere.

QUERER SER PROPIETARIO DE LA MESA ES QUERER QUERER SER PROPIETARIO DE LA MESA.

La persona jurídica debe particularizarse: §39:“La individualidad inmediata de la persona –esto es, la persona jurídica como: yo soy
en la inmediatez persona jurídica, que decide, porque soy voluntad- se relaciona con una naturaleza dada a la que se opone como
momento subjetivo.”

El sujeto jurídico propio de esta dimensión abstracta del derecho es la persona jurídica, que se despliega en tres dimensiones
distintivas:

1) PROPIETARIO:
¿Qué pasa cuando a la inmediatez de la persona le agregamos la inmediatez de aquello contra lo cual está la persona? Se gana un
enriquecimiento de la idea de persona; en realidad la persona jurídica es propietaria.
La propiedad es la relación entre, por un lado, la voluntad libre y, por el otro, ese algo que carece de libertad, la cosa no es voluntad.
§45: “El que yo tenga algo bajo mi poder exterior constituye la posesión. Pero, por otro lado, el aspecto según el cual yo como
voluntad libre soy objetivo [en la posesión] y por lo tanto recién entonces efectivamente voluntad constituye lo que en la posesión es
verdadero y justo, la determinación de la propiedad”.

La voluntad libre necesariamente tiene frente a sí la propiedad. Esto es, la propiedad es el objetivarse de la voluntad libre -> El
querer de una persona se concretiza en la forma de propiedad. Un animal no tiene propiedad. Sin ser propietario no se es persona,
no se es libre. Se está en una situación de mera fuerza, o sea, no hay derecho, no hay libertad. (=Locke, Rousseau, ¿?)

Estudiante: Todas las cosas van a ser objeto del derecho sólo en la medida en que son objeto de la voluntad.
Profesor: Por supuesto, y como el sujeto del derecho en última instancia es el espíritu de mundo, todo es objeto del derecho.

* Propiedad: es el para sí de la voluntad en sí, es decir, un otro-objeto de la voluntad, o fin de la voluntad. Ese objeto es el espejo
en el cual la voluntad se ve a sí misma y, por ende, confirma su identidad.
Lo que es mío es físicamente distinto de mí, pero desde el punto de vista del derecho soy yo mismo en la forma de un objeto físico
distinto: soy yo mismo re-presentándome en ese objeto.

(=Locke: En última instancia, ser propietario de algo es relacionarse consigo mismo. Yo soy voluntad; decir que esto es mío
equivale a decir: esto es mi voluntad).

§53 - Los momentos de este nexo entre la persona y la propiedad son enunciados en su pureza conceptual:
1) Toma de posesión: (primer momento de inmediatez)
2) Uso de la cosa: (diferencia) Es lo negativo que la voluntad debe liquidar porque si no pierde libertad. ¿Cómo se liquida la
negatividad que la voluntad tiene frente a sí mismo? Consumiendo, usando eso de lo cual se tomo posesión.
3) Enajenación de la propiedad. Aquí también, en el §66 y sobre todo en el §67 está lo que ya en Kant está muy claro, que es la
irracionalidad de una enajenación completa y plena del sí mismo como propiedad; dicho de una manera más simple, la
génesis de un derecho de trabajo en el sentido de que se puede alquilar fuerza de trabajo por un tiempo limitado. Alquilar
fuerza de trabajo 24 horas sobre 24 horas anula al otro como persona. Con la enajenación de todo mi tiempo completo de
trabajo y de la totalidad de mi producción convertiría en propiedad de otro lo sustancial mismo; mi actividad es el ideal
universal, mi personalidad; es decir, perdería mi personalidad. Esto ya está en Kant así.

NOTA - ESCLAVITUD:
Porque es más humano tener un esclavo que dejar que se muera de hambre en el desierto, por supuesto. Es una relación más
humano esclavizar a alguien que ignorarlo, no darse cuenta que no es una piedra. Frente a un esclavo –así es la lógica de Hegel- vos
abrís un discurso de confrontación, de lucha, lo vas a educar.

Diferencia con el entendimiento: la igualdad de la que habla el entendimiento es la igualdad que se queda en el propietario como
figura abstracta. El entendimiento dice: somos todos iguales porque somos todos propietarios; esa es una igualdad abstracta, esa no
es válida. Válida es: somos todos propietarios, por ende, yo soy tal cosa, vos sos tal otra, vos tenés tales ingresos, yo tengo tales
otros, pero todos conformamos un sistema orgánico, y en todo caso somos iguales en tanto que miembros diferentes y diversos
dentro del todo.

2) CONTRATO:
(§40) - La persona, diferenciándose de si, se relaciona con otra persona y cada uno de ellos tiene existencia para el otro sólo como
propietario. Su identidad en sí recibe existencia por medio del traspaso de la propiedad de uno al otro por voluntad común, es decir,
en el contrato

La idea de persona como propietaria, y por ende, la idea de propietario y de propiedad, conllevan inevitablemente el problema de la
relación; porque no hay una sola persona jurídica, sino que todos los seres humanos son personas jurídicas. No hay un solo
propietario -lo cual sería absurdo: un solo propietario no sería propietario- sino que propiedad es una relación: el derecho es
relación. Así, la propiedad es relación entre propietarios. Yo, como ser libre, como voluntad libre, soy propietario; pero ser
propietario como voluntad libre es simultáneamente -conceptualmente- estar en relación con otros propietarios. Si no, ¿dónde está
mi libertad? Si no estoy en relación con otros, ser libre es estar solo.

(Obs. §71) - El contrato supone que los que participan en él se reconocen como personas y propietarios: puesto que es una relación
del espíritu objetivo, el momento del reconocimiento ya está supuesto y contenido en el.

Obs. §75: CRÍTICA AL CONTRACTUALISMO:


“No se puede subsumir el matrimonio bajo el concepto de contrato, como vergonzosamente, hay que decirlo, lo ha hecho Kant. Del
mismo modo, tampoco radica la naturaleza del Estado en una relación contractual, se lo considere como un contrato de todos con
todos o de todos (pactum societatis) con el príncipe o el gobierno (pacto de sujeción).”

Hegel anticipa lo que será su crítica a quienes hacen de esta figura, típica de la persona abstracta para Hegel, la base de su filosofía
política. Para Hegel, en cambio, al ser una figura de la persona abstracta, es una relación propia de individuos, donde individuo
también es una abstracción.

1) Hegel alega que, en realidad, cuando el momento de esa privacidad anterior a lo público-estatal es elevado a condición de
posibilidad, se está invirtiendo el orden ontológico de las cosas; orden para el cual lo primero es lo universal, el todo, lo
absoluto, pero que es auténticamente universal porque también es privacidad. (ver detalle en CRÍTICA A
CONTRACTUALISMO COMO MODELO DE LA ESTATIDAD)
2) Cuando se absolutiza la instancia de la individualidad entendida en sentido privado, el resultado no es una auténtica
universalidad sino una forma de universalidad que en realidad no hace sino perpetuar el interés individual. Este es el núcleo
de su crítica al iusnaturalismo moderno. (Es injusto tal vez en esta crítica con algunos de los pensadores que, si bien es
cierto que parten de las instancias individuales –como Hobbes o Rousseau-, tienen sin embargo, una idea de totalidad
estatal que no es antitética con la de Hegel.)
3) Alejándonos un poco de Hegel, su crítica podría traducirse así: esto termina en el todo vale. Por ende, nada vale. Es lo
mismo. Se está en el camino de justificar cualquier cosa. Obs. §29: Luego de referirse a Rousseau dice que “este punto de
vista (el individualismo) carece pues de todo pensamiento especulativo y ha sido condenado por el concepto filosófico (por
Hegel) por cuanto ha producido en las mentes y en la realidad acontecimientos (Rev Francesa) cuyo horror solo tiene
paralelo en la trivialidad de los pensamientos en los que se fundaban”. La idea de Hegel aquí es que cuando el pensamiento
abstracto intenta concretizarse se realiza en algo horroroso.
4) Incluso “en la realidad” la continua preeminencia del interés privado termina generando el desorden. Hegel no confía en
que las instancias de universalidad congruentes con esta idea del individuo propietario pragmático puedan generar un
orden estable, un orden justo, en tanto se trata de repeticiones de la conveniencia individual. Por otro lado, en tanto alguna
instancia de universalidad tiene que haber, tenemos la mera fuerza. Aquellos que coinciden en la conveniencia se imponen
por la fuerza a todos los otros que coinciden en conveniencias distintas.

Crítica a contractualismo como modelo de fundación de la estatalidad


Obs. §258 (El Estado): “Cuando se confunde al Estado con la sociedad civil y es determinado sobre la base de la seguridad y la
protección personal (sistema de las necesidades) el interés del individuo en cuanto tal se ha transformado en el fin último. Este fin es
lo que los habría guiado para unirse, de lo que se desprende además que ser miembro del estado corre por cuenta del arbitrio de
cada uno. Su relación con el individuo es sin embargo totalmente diferente: por ser el Estado el Espíritu objetivo, el individuo sólo
tiene objetividad, verdad y ética si forma parte de él”.

Más adelante (sobre Rousseau):


“Rousseau ha tenido el mérito de establecer como principio del Estado un principio que no sólo según su forma sino también según su
contenido es pensamiento: la voluntad. Pero su defecto consiste en haber aprehendido la voluntad sólo en la forma determinada de
la voluntad individual, mientras que la voluntad general no era concebida como lo en y por si racional de la voluntad sino como lo
común que surge de la voluntad individual en cuanto consciente. La unión de los individuos en el Estado se transforma así en un
contrato que tiene por lo tanto como base su voluntad particular, su opinión y su consentimiento expreso y arbitrario. (…) Llegadas al
poder estas abstracciones han ofrecido por primera vez en lo que conocemos del género humano el prodigioso espectáculo de iniciar
completamente desde un comienzo la constitución de un gran estado real, derribando todo lo existente y dado (…) Por ser
abstracciones sin idea han convertido su intento en el acontecimiento más terrible y más cruel. Contra el principio de la voluntad
individual hay que recordar que la voluntad objetiva es en su concepto lo en si racional, sea o no reconocida por el individuo y querida
por su arbitrio particular.”

El individuo cree que hay una dimensión no-política donde adquiere todos sus derechos y que por su imperfección se ve forzado a
nombrar un control. Este esquema reduce el Estado a una construcción necesaria o útil. En la medida en que se trata de un cálculo
utilitario el resultado del contrato no es un Estado sino una mera sociedad civil (Ver Soc. Civil §182 ss.) El Estado es, para Hegel,
sinónimo de humanidad y en él no puede tener lugar la razón calculadora o instrumental (el entendimiento)
El contractualismo es la pretensión de construir un universal (el Estado) a partir de lo particular, pero un universal construido por
muchos particulares no es un verdadero universal sino una abstracción. Es el tipo de universalidad propia del entendimiento. En
tanto parte de lo particular el universal al que llega el entendimiento es vacio y formal y lo único real y concreto es lo particular
mismo. Al ser una universalidad asentada en el dualismo se diluye en mera forma.
En el plano político esto equivale a que el Estado sólo se encargaría de proteger y garantizar la búsqueda de cada individuo de su
propio interés egoísta, es decir, sería un protector que no penetra en los principios políticos jurídicos en tanto estos vienen dados
por los particularismos que lo dominan. Es decir, la acción estatal debería circunscribirse a lo que los individuos decidan que es lo
más conveniente para ellos. Frente a esto Hegel reitera la primacía de lo universal- político frente a lo individual- económico (§100;
§126; §258). Para Hegel, la verdad esta en lo universal mismo y toda filosofía que no parte de lo universal no puede alcanzar lo
auténticamente universal, es decir, la verdad. El proceso de construcción del Estado no es producto de una decisión que tome el Yo
sino que es propio del proceso de realización de lo universal mismo, lo absoluto, la libertad. Sólo partiendo de lo universal podemos
llegar a lo universal que, de este modo, no es un artificio (como la sociedad civil de los iusnaturalistas) sino una segunda naturaleza.
En términos de la Lógica asumir como punto de partida lo universal-infinito y mostrar que lo particular- finito es el aparecer de lo
infinito como finito.

3) La injusticia: la verdadera teoría de la libertad es la de la maldad del ser humano (=Hobbes) y cómo puede redimirse.

En relación a esto, Hegel se opone a la idea de que las penas se justifican pedagógicamente y preventivamente, desde perspectivas
educativas. Para él, la justificación de la pena es a través de la restitución de eticidad al delincuente. La pena quiere decir: volvés a
ser ciudadano pleno. Volvés a ser libre. (Algo de esto está en Rousseau, en particular en El contrato social, donde Rousseau dice
que tiene razón una leyenda o inscripción que hay en una cárcel de Ginebra, donde se lee: Libertad). Aquí, dentro de la cárcel, el
que delinquió vuelve a ser libre. Había dejado de serlo cuando delinquió. O sea, es un concepto ético, y no utilitario.

 MORALIDAD

Una norma jurídica es aquella donde su actor es una persona, lo cual tiene que ver con la propiedad, contempla la posibilidad de
ser violada y de castigar a quien la viola. Esta la estructura básica no es la del sentido legal de legalidad: “una norma es legal cuando
la produce el parlamento, de acuerdo a las normas constitucionales de dicho parlamento”. Hegel afirma que, si no intervienen estos
esquemas, la norma no pertenece al ámbito del derecho, de modo que se respeta en un grado mínimo la dimensión exterior del
derecho; pero se la respeta desde la abstracción. Hegel entiende, así, que hay que considerar dentro de este universo de la libertad
un ámbito que surge como negatividad del ámbito del derecho abstracto. Este ámbito es aquél en que los propietarios se relacionan
jurídicamente entre sí. Qué propietarios: la mera persona. Qué relaciones: el mero contrato. Pero son propietarios relacionándose
jurídicamente entre sí. Esto permite determinar legalidad/ilegalidad.

La libertad, sin embargo, conlleva que esas normas sean consideradas como buenas o malas. Es decir, que lo que entre en juego no
sea ya si son legales, jurídicas o no, sino si están bien o está mal. Pero aquí la titular de esta actitud ante las normas de las relaciones
humanas ya no es la persona jurídica sino la persona moral. Es decir, la persona jurídica se ha retraído de su condición jurídica de
apertura a otras personas propietarias; se ha recluido en sí misma, en su propia conciencia, y juzga moralmente lo legal. La libertad
debe ser sometida a una evaluación de tipo moral. Así, la segunda gran dimensión de la libertad realizándose como derecho no es ya
el derecho abstracto sino que directamente no es derecho: es La moralidad, la Moralität, como la llama Hegel, porque entiende que
el término latino ya está cargado del fuerte individualismo presente en el derecho romano. Se está reservando el término griego
[eticidad] para la verdad plena.

EL DERECHO ABSTRACTO ES DERECHO PONIÉNDOSE EN SU PUREZA ABSTRACTA.


LA MORALIDAD ES EL DERECHO NEGÁNDOSE COMO DERECHO.

Es decir, esta unidad de la persona jurídica y de la propiedad se autoniega en la forma de conciencia moral. En Hegel, en el primer
momento, tenemos autonomía pura; pero para que sea verdaderamente autónomo tiene que encerrarse, enclaustrarse en su pura
voluntad moral, sin exterioridad.

FRENTE POLÉMICO
Contra aquellos que intentan hacer depender lo político del foro interno y especialmente Kant.

Obs. § 135: Crítica a la moral kantiana:


La moral kantiana es universal porque no es contradictoria, y esto se logra eliminando lo concreto. Apenas entra a aparecer lo
concreto, la no contradictoriedad empieza a hacer agua. Cada situación particular puede universalizarse argumentando y devenir
imperativo categórico. Cada máxima de una situación particular puede valer como si fuera una ley de la naturaleza. Es decir, toda
situación concreta es universalizable: ¿es mentir, mentirle a un loco? El loco tiene un cuchillo en la mano. ¿Se puede calificar de
mentira el hecho de engañarlo, cuando todo indica que si le digo la verdad puede llegar a cometer algún tipo de horror? ¿Cabe
hablar de mentira si, ante todo, no es un ser racional?

(1) “El permanecer en el mero punto de vista moral sin pasar al concepto de eticidad convierte aquel mérito (el de haber
mostrado que la raíz del deber es la voluntad, la libertad y no otra cosa) en un vacio formalismo y la ciencia moral en una
retorica acerca del deber por el deber mismo. Desde este punto de vista no es posible ninguna doctrina inmanente del deber
(…) si se parte de la determinación del deber como falta de contradicción o concordancia formal consigo mismo, que no
es otra cosa que el establecimiento de la indeterminación abstracta no se puede pasar a la determinación de deberes
particulares.
Como la formula “obra de modo tal que la máxima de tu acción pueda valer como ley universal” esta a la espera de acciones
concretas para ver si aprueban o no el examen del imperativo categórico y de este modo el actor nunca sabe si obró moralmente o
no.

(2) Tampoco hay en ese principio ningún criterio que permita decidir si un contenido particular es o no un deber. Por el
contrario, todo modo de proceder injusto e inmoral puede ser justificado de esta manera. La expresión kantiana no
contiene por si otro principio que no sea la carencia de contradicción y la identidad formal. Que no hay ninguna propiedad
no contiene por si ninguna contradicción, como tampoco la encierra el hecho de que este pueblo singular no exista, o que en
general no viva ningún hombre.

Cuando el actor es el Yo, él mismo puede autorizarse cualquier cosa, tiene que haber una eticidad que establezca de manera no
formal el carácter injusto de robar, mentir, etc. (En realidad Kant es muy claro al decir que la realización de la moral es el derecho. La
moral es una suerte de dialogo de la razón consigo misma pero a la hora de determinar lo que hay que hacer hay que atender al
derecho porque siguiendo lo que dice el derecho dice siempre se va a obrar moralmente bien)

El derecho abstracto y la moralidad son las dos maneras de realizarse de la voluntad libre que forman parte del ámbito del derecho.
La persona propietaria es abstracta, como vimos. Mientras que la libertad del sujeto moral es la del hombre invisible: no la ve nadie.
El derecho verdaderamente comienza a ser derecho auténtico como eticidad.
("Eticidad", Sittlichkeit. Las Sitten son las costumbres. En realidad Moral y Sittlichkeit son lo mismo, pero él opta por ligar el término
latino a la privacidad)

La eticidad como verdad del derecho abstracto y de la moralidad: se conserva lo que hay de verdadero hay en el momento anterior
pero, al mismo tiempo, someter ese momento a una lógica superior. La verdad del derecho abstracto y la verdad de la moralidad
es la eticidad, porque aquel derecho se realiza plenamente en la riqueza de relaciones externas que no excluyen sino que incluyen
el momento lógico abstracto y el momento íntimo de conciencia: derecho abstracto y moralidad.

§142: “La eticidad es la idea de la libertad como bien viviente que tiene en la autoconciencia su saber, su querer y, por medio de su
actuar, su realidad. La eticidad es el concepto de la libertad que ha devenido mundo existente y naturaleza de la autoconciencia.”

§144 – Rasgos/momentos

a) Sustancia concreta, porque se está presentificando, se está realizando, presentándose en el sistema de instituciones y leyes.
Todas las instituciones jurídicas, los sistemas normativos, son el realizarse de la idea de derecho. El tejido de relaciones éticas que
configuran la vida de la persona son, articulan, están configuradas por instituciones y normas.

Los individuos como accidentes, secundario, respecto del concepto de libertad: “Las determinaciones éticas constituyen el
concepto de libertad; son la sustancialidad o la esencia universal de los individuos que se comportan respecto de ella –la esencia
universal, la sustancialidad- como algo meramente accidental.”

§145 - El hecho de que lo ético sea el sistema de estas determinaciones de la Idea constituye su racionalidad. De este modo,
es la libertad o la voluntad existente en y por si que se presenta como lo objetivo, como el circulo de la necesidad cuyos
momentos son las fuerzas éticas que rigen la vida de los individuos y tienen en estos, como accidentes suyos, su representación,
su figura fenoménica y su realidad.
La existencia de lo universal como Idea opera en los individuos en la forma de fuerzas éticas que es lo que en la polis aparecía
como destino, la fuerza que anima, ese destino es la razón que se despliega en distintas etapas. Que los individuos son
accidentes de las fuerzas éticas significa un debilitamiento del momento individual. Lo universal prima de modo tal que el ser
humano en su individualidad tiene una identidad secundaria respecto de lo universal. A lo que apunta Hegel es a que son
accidentales porque lo individual no puede marcarle el ritmo al Estado que es lo universal. El espacio propio del individuo
presuntamente autosuficiente es lo económico y Hegel se va a ocupar de mostrar que ese es un espacio subordinado a lo
universal que es la política. La autoridad de las leyes éticas se mantiene erguida frente al individualismo. La economía es un
momento de la política que no puede asumirse a sí misma como verdad porque está asentada en un particularismo cerrado
sobre sí cuya universalidad es meramente formal (la universalidad formal de la economía está ligada con la concepción del
Estado como mero protector de los intereses individuales). Para comprender la primacía de la política sobre la economía hay
que entender que la economía es el aparecer de la política (lo universal) en la forma de economía.

β) Paso desde una dimensión objetiva a la subjetiva, y en la forma subjetiva lo ético se presenta en la forma de deber
institucionalizado.
§146 - Afirma que la sustancia ética, sus leyes y sus fuerzas constituyen una autoridad absoluta infinitamente fija.
§147 - Las leyes éticas no son para el sujeto algo extraño sino que en ellas aparece el testimonio del espíritu.

RELACIÓN ENTRE DEBER Y LIBERTAD


Las determinaciones, en cuanto sustanciales, son deberes que ligan su voluntad y respecto del deber aclara que la doctrina
ética del deber no debe ser reducida al principio de la subjetividad moral (alusión a Kant) en el cual no se determina realmente
nada sino que, por el contrario, está contenida en el ámbito de la necesidad. Las determinaciones éticas se obtienen como
relaciones necesarias y esto es así porque una doctrina del deber inmanente debe ser el desarrollo de las relaciones que
resultan necesarias por la idea de libertad y no tomar su materia de las relaciones existentes para luego conectarlas con las
propias representaciones, principios, fines y consecuencias.
§148: Crítica a Kant: “La doctrina ética del deber tal como es objetivamente no debe ser reducida al vacío principio de la
subjetividad moral.”
El vacío principio de la subjetividad es el deber ser como universal infinito, como destinación, frente a la finitud que me
condiciona, y no mediar entre uno y otro más que por el anhelo subjetivo o la fórmula del imperativo categórico. Así, dado que
la persona pertenece a una institución, y en tanto que miembro de una institución tiene deberes: su deber es lo que hay que
hacer en conformidad a la institución a la que se pertenece.

Aquí, el deber no queda librado al arbitrio subjetivo que decide si está bien o está mal, si corresponde al deber ser, o no
corresponde al deber ser. Esto debe ser dejado atrás porque si no uno queda empantanado en los dilemas del subjetivismo
moral y no sale de ahí, o sale por la vida del terror, de la negación de todo orden, o por la vía de la intuición mística, renuncia a
la racionalidad. Por eso Hegel, que tiene esta visión institucionalista del deber, escribe al final de la Obs. §148: entonces el
dilema moral se resuelve cuando deja de ser moral y pasa a ser ético. ¿Qué quiere decir que el dilema pasa a ser ético? Quiere
decir: yo pertenezco a instituciones estatales –a la vida estatal, no necesariamente estatales en el sentido burocrático público;
de hecho la familia forma parte- y ahí tengo mi respuesta al dilema moral. (Personalmente creo que esta es la respuesta
también de Kant, pero bueno.)

§ 149: El deber, que para el entendimiento es una limitación frente a la libertad abstracta (este es el modo en que el
entendimiento concibe la libertad: soy libre cuando nada me obliga) en realidad coincide con la libertad: el individuo tiene en el
deber su liberación (…) En el deber ser el individuo se libera y alcanza la libertad sustancial.

¿De qué se libera el hombre mediante el deber? Por una lado de la dependencia de lo natural, por otro lado de las
tribulaciones del deber-ser y por último de la indecisión.
“El dolor es la liberación del individuo de la inmediatez natural –no hago lo que tengo ganas de hacer porque sí, no soy un
animal que obedezco sin mediaciones propias al impulso natural, al llamado de la selva- pero también –fíjense- me libero de la
opresión que sufre el individuo en cuanto particularidad subjetiva en las reflexiones morales del deber ser y del poder ser.”

Hegel está afirmando que ese sujeto de la Crítica de la razón práctica queda encerrado en la conciencia y no sabe si su acción
es o no es auténticamente universal. En cambio, en el momento en que se reconoce que la verdad está en la función ética, ya
está, ahí sí no va a tener dudas: Obs. §150: “En una comunidad ética es fácil señalar qué debe hacer el hombre, cuáles son los
deberes que debe cumplir para ser virtuoso, no tiene que hacer otra cosa que lo que es conocido, señalado y prescripto por las
circunstancias”.

§ 150: Hegel se refiere a la virtud como lo ético en tanto se refleja en el carácter individual y a la honradez como la adecuación del
individuo a los deberes de las relaciones a las que pertenece. Las virtudes son la aplicación de lo ético a lo particular por eso cuando
las relaciones éticas (la eticidad) están completamente desarrolladas, la virtud tiene lugar sólo en circunstancias extraordinarias en
que esas relaciones entran en conflicto y cuando la sociedad se encuentra en un estado mayor de incultura aparece más
frecuentemente la virtud porque lo ético consiste entonces en una preferencia individual.

§ 151: El hábito de lo ético se convierte en una segunda naturaleza que ocupa el lugar de la primera voluntad meramente natural (…)
Es el espíritu que existe y vive en la forma de un mundo. La primera naturaleza es la voluntad que quiere lo que desea,
impulsivamente. Mientras que el ethos es la dimensión específicamente humana, y no animal.
Agreg.: En el ámbito de la moralidad el sujeto se determina por el bien frente al mal pero aún en la forma de arbitrio. Desde el
punto de vista ético, la voluntad existe como voluntad del espíritu y tiene un contenido sustancial que le corresponde.

La pedagogía, que es el arte de hacer éticos a los hombres, le muestra el camino para convertir su primera naturaleza en una
segunda naturaleza espiritual, de manera tal que lo espiritual se convierta en un hábito. El hábito exige que el espíritu sea
educado contra las ocurrencias arbitrarias y que estas sean superadas para que el pensamiento racional tenga el camino libre.
La razón decanta en costumbre, en ethos. (cf. § 4)
NOTA: En Hegel también está presente la idea iluminista de progreso: lo que antes era la humanidad en marcha hacia una
meta moral que se le presenta como una estrella inalcanzable pero que ilumina el camino del deber ser, etc., ahora es la
marcha del espíritu; pero esa marcha del espíritu es una marcha de la realización progresiva de la libertad en la forma de
cumplimiento cada vez más racional del deber, porque ese deber es cada vez más racional.

§ 151: Al desaparecer toda voluntad particular y conciencia moral individual que se le pueda oponer, la sustancialidad ética alcanza
su derecho y éste su validez.

UNA VEZ PRESENTADA LA IDENTIDAD ENTRE LO SUBJETIVO Y LO OBJETIVO, ENTRE EL DEBER Y EL DERECHO, ETC., ENTRAMOS A
VER CUÁLES SON ESTOS COLECTIVOS, ESTAS INSTITUCIONES MÁS AMPLIAS DONDE ACONTECE LA SEGUNDA NATURALIZACIÓN
LLAMADA ETICIDAD.

La eticidad se presenta institucionalmente considerada como familia, como sociedad civil y como Estado. Estos son los colectivos, las
instituciones totales en las que se realiza la eticidad; y va de suyo que la dinámica triádica de lo ético tiene en la familia el momento
de la unidad inmediata, en la sociedad civil el momento de la diferencia, y en el Estado el momento de la unidad de la unidad y la
diferencia. La familia la salteamos y vamos a ver la sociedad civil.
Aquí en la observación al §157 adelanta la estructura de estas tres dimensiones, familia, sociedad civil y Estado Pero la inmediatez
de la familia se siente, es evidente, no hay necesidad de leer a Hegel para darse cuenta que en las relaciones familiares el vínculo
sustancial ético es inmediato; hasta Rousseau reconocía la naturalidad de la familia.
§157 - La eticidad se articula en tres momentos
1. La familia: Espíritu ético inmediato o natural
2. Sociedad Civil: Unión de los miembros como individuos independientes en una universalidad formal y por medio de sus
necesidades e intereses particulares.
3. Estado: El fin y la realidad de la universalidad sustancial.

 1. La Familia (sustancialidad inmediata) – UNIDAD SIN DIFERENCIA

§158 “En cuanto sustancialidad inmediata del espíritu la familia se determina por su unidad sentida, el amor. Se tiene en esta unidad
la autoconciencia de la propia individualidad y no se es en ella como persona por si sino como miembro.”
La familia es el punto donde se produce una primera espiritualización de lo natural. La sustancia operante en la familia es el amor,
es una unidad que se relaciona con los sentimientos. Hegel no quiere que se malinterprete la unidad inmediata familiar como
anulación de la individualidad. En realidad el actor individual va a salir del seno de la familia: es aquel que rompe con la familia en
determinado momento y ya no se relaciona como miembro de una unidad inmediata sino como miembro de una asociación
mediata: la sociedad civil. La unidad inmediata de la familia da lugar a su propia negación en la forma de individuo independiente.
§158 - Hegel anticipa esta disolución de la familia (los que debían ser miembros devienen personas independientes)

§160 - La familia se realiza en los tres aspectos siguientes


1. Como matrimonio
2. En la propiedad y los bienes de la familia (el patrimonio de la familia)
3. En la educación de los hijos y la disolución de la familia.

1. El matrimonio es esencialmente una relación ética inmediata por este motivo Hegel critica la concepción del matrimonio
como un contrato (*) (cf. §75) y aquella que lo funda exclusivamente en el amor pues al ser un sentimiento es contingente y
por lo tanto es una figura que lo ético no puede adoptar.
§161 - El matrimonio es el amor jurídico-ético en el cual desaparece lo caprichoso y subjetivo del mismo. Es un lazo que se
mantiene por encima de la contingencia de las pasiones y es en sí indisoluble. Si bien en tanto contiene el momento del
sentimiento puede disolverse, la legislación debe dificultar al máximo esta posibilidad y sostener frente al capricho el derecho
de la eticidad.
§163 Obs.: Anteriormente se ha señalado que el matrimonio no tiene como fundamento esencial una relación contractual,
en efecto, consiste precisamente en salir del punto de vista del contrato, del punto de vista de la personalidad independiente
en su individualidad, para superarlo. La identificación de las personalidades por la cual la familia es una persona y sus
miembros accidentes es el espíritu ético.
Observ. §166 - Aparece Antígona y la lucha entre el principio de la familia y el principio del Estado: Por eso en una de sus
exposiciones más sublimes- la Antígona de Sófocles- la piedad ha sido expuesta como la ley de la mujer, como la ley de la
sustancialidad subjetiva sensible, de la interioridad que aún no ha alcanzado su perfecta realización, como la ley de los
antiguos dioses subterráneos, como ley eterna de la que nadie sabe cuando apareció, y en ese sentido se opone a la ley
manifiesta, a la ley del Estado. Esta oposición es la oposición ética suprema y por ello la más trágica… ¿Cómo se resuelve
esta tensión? No se resuelve a través de un contrato sino por medio del Estado como institución ética que articula y le da a
cada uno su lugar.
§167 - El matrimonio y esencialmente la monogamia es uno de los principios absolutos en los que se basa la eticidad de una
comunidad.
Antes de que tenga lugar el disciplinamiento de la economía por parte de la política en la forma de Estado, en el hecho de
priorizar la dimensión ético- religiosa del matrimonio frente a lo patrimonial (económico) aparece un disciplinamiento de lo
económico por parte del amor y la piedad de la familia.
Falta algo sobre el patrimonio y la educación (cortito)

Transito de la familia a la sociedad civil (§181)


La universalidad, que es tal porque es también realización de sí misma -es universal porque se re-presenta-, no puede quedar
confinada en el momento de la unidad sin diferencia, sin negatividad, en el puro amor, en la propiedad que no reconoce el momento
de la individualidad. Precisamente, hay una insuficiencia, algo está faltando: el momento de lo negativo. Así, en la misma familia se
produce la negación de la unidad familiar a partir de la mayoría de edad de los hijos, que rompen con la familia, se van, y entran
en el mundo de las relaciones interindividuales. Este segundo momento es el de la libertad individual que, desde la perspectiva de
la familia, es el abandono de ésta por parte del miembro devenido mayor de edad. Este miembro ya no es parte integrante de la
familia, o lo es pero desde otra perspectiva. Si siguiera siéndolo desde la perspectiva inicial, estaría amputando su libertad, porque
ésta conlleva también no ser sostenido o mantenido por otro: ganarse la libertad con el trabajo. Así, con la mayoría de edad
abandona la familia y se va a la segunda gran dimensión ética: la sociedad civil.
Agreg.: (…) la eticidad parece desde este punto de vista perdida, pues para la conciencia la identidad de la familia es lo
auténticamente primero, divino y que impone deberes. Ahora aparece en cambio la situación según la cual lo particular debe ser
para mí el determinante primero, con lo que se elimina la determinación ética. Pero estoy en esto en realidad en un error, pues
mientras creo asir lo particular, lo universal sigue siendo lo primero y esencial. Estoy por tanto en el estadio de la apariencia, y en
tanto mi particularidad sea para mí lo determinante, es decir, el fin, sirvo con ello a la universalidad, que conserva por encima
de mí el último poderío.

 2. La Sociedad Civil

La sociedad civil es una situación intermedia entre la familia y el Estado donde la perspectiva individual (la diferencia) encuentra su
lugar. Hegel pone allí las instituciones que no quiere poner en el Estado, tareas que no son políticas, como la policía, a fin de que en
el Estado no haya ningún tipo de razón instrumental calculadora. Hegel no aceptaría nunca que se equipare la sociedad civil con el
Estado. De hecho su crítica al contractualismo reside en que el resultado del contrato no es un estado sino una mera sociedad civil,
es un mero “estar juntos” en virtud de un contrato utilitario.

Es el momento en que la diferencia se llama egoísmo privado. El elemento que rompe la organicidad es la búsqueda del beneficio
personal que lleva a cabo la parte desencajada respecto de lo que es su función en el todo.
Este momento económico es un momento de una racionalidad muy fuerte porque por un lado tiene una base natural muy fuerte,
muy condicionante., y por otra parte la economía es la actividad humana que responde a esa presión, es la negación de la negación:
en la economía, en el trabajo, comienza la negación de la negación.
Entonces Hegel tiene que reconocer la importancia de este momento, pero al mismo tiempo sabe que su proyecto se juega la vida
en el logro de la delimitación porque una unidad que no conceda su espacio al egoísmo privado es una unidad obligada a proceder
violentamente, en tanto que el egoísmo privado es un componente necesario del todo, y obedece este componente al momento
natural y al momento intelectual.

§182 - La persona concreta que es para sí un fin particular, en cuanto totalidad de necesidades y mezcla de necesidad natural y
arbitrio (el momento de libre elección), es uno de los principios de la sociedad civil. Pero la persona particular esta esencialmente en
relación con otra particularidad, de manera tal que sólo se hace valer y se satisface por medio de la otra y a la vez sólo por la
mediación de la forma de la universalidad que es el otro principio.
Agreg.: Cuando se representa al Estado como una unidad de diversas personas, como una unidad que es sólo comunidad
(Gemeinsamkeit: colectividad, es decir, un mero estar juntos), lo que se mienta es exclusivamente la determinación de la
sociedad civil. Muchos de los modernos doctrinarios del derecho público (contractualistas) no han salido de esta comprensión
del Estado. En la sociedad civil cada uno es fin para sí mismo y todos los demás no son nada para él. Pero sin relación con los
demás no puede alcanzar sus fines; los otros son por lo tanto medios para el fin de un individuo particular.
Aquí por primera vez aparece la persona concreta y aparece como una mezcla de necesidad natural y arbitrio. El arbitrio es el
margen de maniobra que tiene la persona en una dimensión colectiva para lograr su beneficio personal. La facultad operante en la
busca del beneficio personal es el entendimiento que es la facultad del cálculo, en el sentido de racionalidad instrumental, por eso la
universalidad propia de la sociedad civil es una universalidad intelectualista, no plenamente ética. En tanto cada uno busca su propio
beneficio está obligado a depender y valerse de los otros que también buscan su propio beneficio. De modo que se establece entre
los individuos una relación instrumental (los otros son medios para el fin de un individuo particular). Este es el “sistema de
dependencia multilateral”, “estado exterior” o “estado de la necesidad y el entendimiento” al que se refiere en el §183.

La sociedad civil hegeliana, que por un lado es el lugar de lo económico, no es sólo el lugar de lo económico, sino que junto a lo
económico, es también el lugar de instituciones que responden a una lógica superior, en tanto que es racional y no intelectual, a la
de lo económico. En la parte de la sección llamada sociedad civil, donde Hegel habla del sistema de las necesidades, prevalece este
momento intelectual. En la parte de la sociedad civil donde aparecen las instituciones llamadas de la administración de justicia y de
la policía, corporaciones, se anuncia y se hace presente la racionalidad superior a la del entendimiento.

§182 – UNIVERSALIDAD EXTERIOR


En su realización, el fin egoísta, condicionado de ese modo por la universalidad, funda un sistema de dependencia multilateral por el
cual la subsistencia, el bienestar y la existencia jurídica del particular se entrelazan con la subsistencia, el bienestar y el derecho de
todos, se fundamentan en ellos y sólo en ese contexto están asegurados y son efectivamente reales. Se puede considerar este sistema
en primer lugar como estado exterior, como el estado de la necesidad y el entendimiento.
Esto es, yo te necesito a vos, a vos y a vos, entonces tengo deberes con vos, con vos y con vos; pero vos me necesitás a mí, vos lo
necesitás a él, a él y a mí, y entonces cada uno tenemos derechos frente a otros: la economía. Y a eso Hegel lo llama el estado de la
necesidad exterior y del entendimiento.
Cada uno tiene derecho a ser lo que quiere ser y, en función de las relaciones que entabla con otros que también tienen el derecho
de querer lo que quieran querer, buscar el beneficio personal, etc. etc. Y así se va tejiendo una peculiar universalidad; una
universalidad que Hegel la llama exterior en las que las cosas concretas aquí son los individuos átomos que buscan su beneficio
personal, pero para poder conseguirlo tienen que producir algún tipo de universalidad: yo necesito que el panadero me dé pan, que
el zapatero me dé zapatos y que el carnicero me dé carne, pero entonces yo les voy a dar libros de filosofía al panadero, al carnicero
y al zapatero. Entonces ahí vamos creando un tejido universal de relaciones. Sólo que no estamos sustancialmente animados por
una auténtica universalidad sino por una universalidad resultante de una sumatoria de partes, y esa universalidad va a ser
siempre exterior al fin inmanente de la parte, fin que no es inmediatamente universal sino particular, egoísta, finito.

El primer aspecto de la lógica de lo económico es la convergencia de puntos, cada uno de los cuales está movido por una fuerza
propia: yo quiero esto, vos querés eso, el otro quiere aquello, y así al infinito. El entendimiento es la primera universalidad en este
caos de particularidades; es una universalidad exterior la universalidad que resulta del acuerdo entre puntos o átomos que se
mueven en virtud de su particularidad misma. Pero también está operando la universalidad que es más profunda y que los envuelve,
se vale del particularismo para universalizarlos de una manera menos intelectualista. Para que ya vayan viendo la cosa, la economía
se encuentra con una pluralidad de átomos particularistas, pero en realidad no hay átomos particularistas, hay estructuras
estamentales. No hay Robinsons, hay miembros de estamentos; el sujeto no es Robinson, el sujeto es un estamento. Y dentro del
estamento hay corporaciones y así se va mostrando la racionalidad superior.

Perdida de la eticidad
§184 - La Idea, en esta escisión (ruptura de la familia como unidad y aparición del individuo como diferencia), confiere a los
momentos una existencia propia: a la particularidad, el derecho de desarrollarse en todos los aspectos, y a la universalidad el
derecho de mostrarse como el fundamento y la forma necesaria de la particularidad (…) como su fin último. Es el sistema de la
eticidad que se ha perdido en sus extremos, lo cual constituye el momento abstracto de la realidad de la idea, que en esta
apariencia exterior sólo es totalidad relativa y necesidad interior.

Tras afirmar que en esta escisión la Idea confiere al individuo el derecho a desarrollarse particularmente (cf. Obs. §185 donde
refiriéndose a Platón: al pretender excluir la particularidad no ofrece ninguna solución porque esto contradice el infinito derecho
de la Idea, según el cual se debe liberar la particularidad) se presenta este momento como perdida de la eticidad, egoísmo.

§185 - Si la particularidad estuviera librada a sí misma, a la satisfacción de sus deseos, es decir, si la sociedad civil se limitara al
sistema de las necesidades (individuos pragmáticos bajo una universalidad mercantil) la conclusión sería la destrucción de la
sustancialidad operante: la miseria y la corrupción.1

La cuestión es fundamental porque Hegel no confía en las soluciones de la economía política. Las soluciones de la economía política
fundamentalmente están dadas por lo que se llamó la ley de Say, el discípulo de Adam Smith:: la oferta crea la propia demanda. Eso
garantiza a la larga el pleno empleo. No importa que haya exceso de producción; el exceso de producción hace bajar los precios,
bajar los precios permite mayor poder adquisitivo, al haber mayor poder adquisitivo hay más consumo, al haber más consumo crece
la demanda, al crecer la demanda se toma más mano de obra para producir lo que va a satisfacer el exceso de la demanda, y vivimos
en el mejor de los mundos posibles. Pero Hegel, sin entrar a fondo en la cuestión dice: “miren, cada vez hay más muertos de
hambre”.
§186 - Pero el principio de la particularidad, precisamente porque se desarrolla hacia la totalidad, pasa a la universalidad, en la cual
tiene exclusivamente su verdad…

§187. – CULTURA - Por un lado tenemos ciudadanos que son personas privadas; personas privadas quiere decir que están a la
búsqueda de su beneficio particular: “Para estos lo universal es un medio, pero sin embargo por debajo o por arriba está operando

1 Cf. 243 - “Cuando la sociedad civil funciona sin trabas, se produce dentro de ella el progreso de la población y de la industria. Con la universalización de la conexión
entre los hombres –todos nos conectamos con todos; cometiendo un anacronismo diríamos: con la globalización-, a causa de sus necesidades y del modo en que se
preparan y se producen los medios para satisfacerlas –la dinámica económica une a todos con todos-, se acrecienta la acumulación de riquezas, pues de esta doble
universalidad se extrae la máxima ganancia. -Necesidades universales, medios universales para satisfacerlas: crece la riqueza.- Pero, por otro lado, esto -la
globalización, ya que seguimos con anacronismos- tiene como consecuencia la singularización y limitación del trabajo particular, -el maquinismo. Antes uno hacía un
zapato; ahora uno mueve una palanca que hace la suela, otro mueve otra palanca que hace la hebilla, etc.- y con ello la dependencia y miseria de la clase ligada a este
trabajo, lo que provoca su incapacidad de sentir y gozar las restantes libertades1, especialmente los beneficios espirituales que ofrece la sociedad civil.”
“La caída de una gran masa por debajo de un cierto nivel mínimo de subsistencia, […] lleva al surgimiento de una plebe, que por su parte proporciona la mayor
facilidad para que se concentren en pocas manos riquezas desproporcionadas.” “[Si la eliminación de la pobreza] se hiciera por medio del trabajo se acrecentaría la
producción, en cuyo exceso, unido a la carencia de los consumidores correspondientes, que también serían productores, reside precisamente el mal…”Él dice: atención,
la lógica del entendimiento que preside la dinámica del sistema de necesidades, quiero y produzco para satisfacer lo que quiero, desemboca en que por un lado se
produce el mal y por otro lado se impide el consumo de lo que se produce de más. Sigo con la cita: “Se manifiesta aquí que en medio del exceso de riqueza la sociedad
civil no es suficientemente rica, es decir, no posee bienes propios suficientes para impedir el exceso de pobreza y la formación de la plebe. Estos fenómenos pueden
estudiarse ampliamente en el ejemplo de Inglaterra.”
la razón y no el entendimiento. El interés de la idea se eleva (no está más al nivel de los intereses particulares) a través de la
necesidad natural y lo arbitrario de las necesidades a la libertad formal y a la universalidad formal del saber y el querer, la cultura.”
La cultura es el proceso por el cual el ser humano empieza a desprenderse de la naturaleza, va a alcanzar la universalidad del
entendimiento, y finalmente va a llegar a la universalidad de la razón. Hegel la define en la liberación y el trabajo de liberación
superior. En última instancia, el sujeto de la cultura es el espíritu.
El proceso de la cultura es un proceso de negación de lo natural en la forma de afirmación de lo intelectual y de negación de la
negación, o sea de la negación de lo intelectual, en la forma de plena conciencia de lo racional. Entonces, en la cultura, o sea, ante
todo en el trabajo –el trabajo es el primer momento de distanciamiento respecto de la naturaleza- los seres humanos concretos
inmersos en instituciones éticas realizan de una manera también concreta lo que habíamos visto en la dialéctica de la voluntad. En la
dialéctica de la voluntad tenemos el propietario abstracto, que era libre porque el objeto era su propia voluntad objetivada; pero
ahora entendemos bien qué es esto: esa objetivación de la voluntad que transforma al objeto en sujeto objetivado se llama
trabajo.

MOMENTOS DE LA SOCIEDAD CIVIL

§188 - La sociedad civil se articula en tres espacios jerarquizados, tres momentos de la sociedad civil. A medida que va ascendiendo
es estos momentos de la sociedad civil Hegel se va acercando a la universalidad ético-política del Estado.

1. El sistema de las necesidades: la mediación de las necesidades y la satisfacción del individuo por su trabajo y la satisfacción de
necesidades de todos los demás
§189- Hegel habla de la apariencia de racionalidad que surge en esta esfera de la finitud, que es el entendimiento.
Obs.: “La economía política es la ciencia que tiene en estos puntos de vista -los de la particularidad- su comienzo, y que tiene que
presentar luego las relación y el movimiento de la masa de datos contingentes en su determinación cualitativa y cuantitativa y en
su desarrollo.” El mercado no es un caos, lo preside una legalidad porque la necesidad va llevando a los individuos a un
comportamiento regular. Quien enuncia las leyes del cosmos mercantil es el entendimiento que enuncia una universalidad y
ofrece de este modo una conciliación. Pero la ley en el sistema de necesidades es la de obtener el propio beneficio trabajando e
intercambiando y forma parte de esta lógica la libre circulación de capitales que en definitiva genera miseria (donde el beneficio
supera la tasa media todos los capitales recurres a esa rama productiva y al producir más cantidad de ese producto la tasa de
ganancia disminuye). A esto se refiere Hegel al decir que este es el terreno en el que el entendimiento ligado a los fines subjetivos
y a las opiniones morales descarga su descontento y su fastidio moral”

§190/195 - a) El modo de la necesidad y la satisfacción. Dialéctica de las necesidades: necesidades primarias, secundarias y
secundarias que se vuelven primarias, es decir, el proceso que va desde la satisfacción de las necesidades elementales hasta el
lujo o refinamiento
§190 – El hombre tiene múltiples medios para satisfacer sus necesidades, a diferencia de los animales.
§191 – Refinamiento: al proceso de adecuación de los medios a los fines que realiza el hombre.
Agreg.: “Lo que los ingleses llaman comfortable es algo inagotable y que continúa al infinito, pues toda comodidad muestra
nuevamente su incomodidad y las invenciones no llegan nunca a un fin.”¿A qué lleva esto? Al lujo. La conclusión es el lujo, lo
superfluo.
§192 – Las necesidad y medios son un para-otro. Al regirse cada hombre de acuerdo a otro, surge la universalidad: yo
adquiero de los otros los medios para la satisfacción, a la vez que produzco medios para los otros. Así cada uno influye en el
otro y en esa media lo particular deviene social.
§195 – El lujo termina siendo un aumento infinito de la dependencia y la necesidad que se relaciona con una materia que
ofrece una resistencia infinita.
§196/198 b) El modo del trabajo:
§196 – Trabajo: la mediación que prepara y adquiere medios particularizados adecuados para las necesidades
particularizadas. Esta elaboración da a los medios sus valores y su utilidad y hace que los hombres en su consumo se
relacionen con producciones humanas y que lo que propiamente consuman sean esos esfuerzos. El sudor del trabajo
humano conquista para los hombres los medios para la satisfacción de sus necesidades
§197 – Cultura práctica: hábito de estar ocupado. Quien carece de esta habilidad produce siempre algo diferente
de lo no quiere, porque no es dueño de su propio obrar.
§198 – Hegel retoma el aspecto de abstracción e idiotización. La “abstracción” alude a que la pluralidad de tareas que un
artesano reunía en su actividad ha sido descompuesta en un sinfín de movimientos simples que son una abstracción
operada sobre el conjunto de la tarea artesanal. Esta abstracción conduce a el remplazo del hombre por la máquina: “La
abstracción del producir hace además que el trabajo sea cada vez más mecánico y permite que finalmente el hombre sea
eliminado y ocupe su lugar una máquina.”
§199/208 c) Patrimonio:
§199 – Cada uno con su trabajo participa del patrimonio general y permanente, y esto le ofrece la posibilidad de participar
para asegurar los medios de subsistencia.
§200 - “La posibilidad de participación en el patrimonio general, es decir, el patrimonio particular, está condicionada por
una base inmediata propia (capital) y por la habilidad. Esta por su parte se halla condicionada por aquélla, pero también por
las circunstancias contingentes, a las que da lugar la diversidad en el desarrollo de las condiciones corporales y espirituales,
ya de por si desiguales. Esta diversidad (…) unida con las demás contingencias y arbitrariedades de otro origen, tiene como
consecuencia necesaria la desigualdad de los patrimonios y las habilidades de los individuos.”
Hegel contrapone la diferencia entre los patrimonios a la universalidad abstracta cuya transcripción en estos términos seria
la igualdad absoluta de todos los patrimonios (propiedades, capital, etc.) Todo el mundo es propietario de algo pero lo es de
manera diversa. Lo que critica es la perspectiva de que la igualdad anula las diferencias. La sociedad civil es presentada no
como la sociedad de una igualdad abstracta, sino como una sociedad donde la igualdad se realiza en una pluralidad de
instituciones diversas donde cada uno de sus miembros tiene una nota distintiva que lo diferencia de otro.
§201 - Los individuos aparecen integrados en sistemas particulares orgánicos a los que Hegel llama Stand: estamentos. Este
es el núcleo de la sociedad civil hegeliana: el individuo es miembro de un estamento.
Sobre la traducción de Stand: Vermal aclara que traduce Stand por “clase” cuando esta utilizado en sentido social, es decir, en relación con la
sociedad civil y por “estamento” cuando esta utilizado en sentido político, es decir, en relación con el Estado. Pero esto no es correcto pues da la
impresión de que Hegel se está refiriendo a dos cosas distintas cuando en realidad las dimensiones social y política están diferenciadas pero en
unidad. La unidad es la política (es lo que prevalece) pero ésta es auténtica unidad en cuanto contiene su propia negación, así, lo social es político
en la forma de lo no político. De este modo, el termino Stand contiene tanto el aspecto social como el político. (Clase implica que entre lo político
y lo social hay una ruptura de continuidad)
Iusnaturalistas: por naturaleza somos libres e iguales pero esta condición ha dado lugar a diferencias en la vida natural
(unos tienen más que otros) que quedan neutralizadas al ingresar a lo político: hay dos universos separados: por un lado, el
dinamismo de clases obediente al dinamismo natural socio-económico y, por otro lado, la identidad de lo político con
diferencias resultantes de lo político mismo (unos mandan, otros obedecen). Por un lado está lo socio-económico y por otro
lo socio-político. Lo que niega Hegel es precisamente que haya dos dinamismos distintos, lo que él propone es un dualismo
interno a una unidad más fuerte: hay política en la sociedad civil y sociedad civil en la política y el actor de esa identidad
siempre es el mismo, no hay dos actores distintos. De modo que Hegel tiene que politizar la sociedad civil pero respetando
el matiz de diferencia propio de la sociedad civil. ¿Cómo lo hace? El vehículo transmisor de lo social en lo político lo
cumplen los estamentos, por eso se trata de una figura que es simultáneamente social y política. Para superar el dualismo
inserta al individuo en una estructura universal que ya lo predisponga a la política, que introduzca una marca de politicidad
en el dinamismo socio-económico mismo, esta marca es el Stand. El ser humano que vive en un estado es al mismo tiempo
social y político. ¿Cómo puede serlo? Puede serlo porque es miembro de una corporación.
§202 – ESTAMENTOS: en la visión medieval no hay Estado y lo que hay son lógicas estamentales. Pero precisamente la
filosofía política moderna liquida los estamentos diciendo que por naturaleza somos libres e iguales. No nacemos en
estamentos. Mientras que para la visión escolástica nacemos aristotélicamente socializados en instancias político-sociales
como los estamentos. Hegel es heredero de la liquidación iusnaturalista moderna de la estructura estamental corporativa
de la sociedad de Antiguo Régimen, pero no quiere el atomismo inevitable producido por esa liquidación porque sabe que
ese atomismo es la degradación moral. Y entonces propone esto, donde toda la dificultad está en que esto sea un terreno
de encuentro.
Estamentos: cada uno de ellos tiene que ver (a) con la unidad inmediata, (b) el otro con la diferencia, y (c) el otro con lo
universal como unidad de la unidad y la diferencia
§203 – PRIMER ESTAMENTO: AGRÍCOLA (INMEDIATO)
Este es el estamento de la unidad sin diferencia, la unidad sustancial. La sustancia, desde la perspectiva del sistema de las
necesidades, es la tierra, el campo, es decir, el sustrato. Este estamento se relaciona con lo natural, vínculo inmediato, el
núcleo familiar, es una unidad colectiva rural que se caracteriza por la quietud y estabilidad porque todos los cambios
acontecidos siguen a la naturaleza. La cara política del estamento sustancial será la Cámara de Senadores que aporta el
elemento de estabilidad en tanto, al modo del senado romano, el senado es el depósito donde lo que la república va
adquiriendo encuentra su lugar estable, su fuente de legitimidad, para luego ir incorporando lo adquirido.
Hay confianza, porque en las relaciones familiares no se da en función de lo que se va a recibir.
§204 - SEGUNDO ESTAMENTO: INDUSTRIAL (REFLEXIVO)
El estamento industrial se ocupa de la elaboración del producto natural (elabora la materia prima) y depende, para los
medios de su subsistencia, (No ya de lo que ofrezca la tierra) de su trabajo, de la reflexión y del entendimiento así como de la
mediación con el trabajo y las necesidades de otro (intercambio)
Si el estamento sustancial es el de la unidad sin diferencia, el momento de la diferencia es el estamento industrial. El campo
es el lugar de la estabilidad y la ciudad es el lugar de lo móvil. Aquí intervienen las facultades del yo moderno que violenta
de modo más radical la naturaleza porque mientras que el campesino de un árbol hace un tablón, el hombre urbano con
ese producto natural hace una infinidad de productos distintos, lo espiritualiza de modo más rico. La mesa es el espejo del
carpintero y hay mucho más espíritu en la mesa que en un tablón (la mediatez de la producción). Así como del primer
estamento surge la Cámara de Senadores, del sujeto productor que vive cambiando, del dinamismo urbano productivo y
comercial va a surgir la Cámara de Diputados que son los que discuten, cambian leyes, tienen afán de renovación, etc.
§205/208 - TERCER ESTAMENTO: UNIVERSAL
§205 - “El estamento universal se ocupa de los intereses generales de la situación social. Debe ser por lo tanto relevada
del trabajo directo para satisfacer sus necesidades, por disponer de un patrimonio privado o por medio de una
indemnización del estado, que absorba, por otra parte, su actividad, de manera tal que el interés privado encuentre su
satisfacción en su trabajo por lo general.”
El primer estamento trabaja la tierra y el segundo elabora la materia prima; tiene que haber un estamento que se
ocupe del momento político en la sociedad civil: la burocracia (los funcionarios públicos) Este estamento es
auténticamente universal porque el funcionario público tiene a lo universal como su propio interés particular. Aquí en
el tercer estamento empieza a vislumbrarse la universalidad de la razón, de la política.
§207 - El individuo sólo se da realidad efectiva si entra en la existencia y por lo tanto en la particularidad determinada; debe
pues limitarse de manera exclusiva a una de las esferas particulares de la necesidad. Cada uno se convierte, por su propia
determinación y por medio de su actividad, diligencia y habilidad, en miembro de uno de los momentos de la sociedad civil,
se mantiene como tal y cuida de si solo por esta mediación con lo universal.
Agreg. Un hombre sin estamento es una mera persona privada y no está en una universalidad real.
La universalidad propia del ser humano es auténtica universalidad al incluir, no sólo la condición de miembro de una familia,
sino también (con la mayoría de edad) el desempeño de una actividad en el sistema de las necesidades como miembro de
un estamento, de lo contrario sería una universalidad abstracta.

2. La administración de justicia (p.208)


Se relaciona con la dimensión del derecho que tiene que ver con las cuestiones, litigios y problemas que surgen de las relaciones de
los individuos como miembros de la sociedad civil (ej. si alguien pagó o no una deuda, si los contratos son respetados, etc.). Aquello
que cae bajo “La administración de justicia” no es la universalidad política sino la universalidad de las relaciones privadas que
necesitan ontológicamente de la universalidad de la política. Es decir, son cuestiones que no pertenecen a la política sino que la
suponen, suponen que el estado lo sostiene. Por eso este momento aparece en “la sociedad civil” y no en “El estado”.
Hegel ha ido siguiendo un movimiento de ascenso y espiritualización de modo tal que cada vez nos topamos con una presencia de lo
político en su descenso a lo socioeconómico y a lo privado. En el siguiente momento de la sociedad civil nos encontramos con dos
instancias que universalizan y politizan aún más aquello que el iusnaturalismo presenta como un individuo atómico:

3. El poder de policía y la corporación (p.231)


El poder de policía incluye todo lo que se relaciona con el cuidado de la ciudad ej. Alumbrado, hospitales. Pero no sólo allí sino
también en la economía resulta necesaria la presencia de la autoridad política que ha descendido a la dimensión privada-
socioeconómica para intervenir en ella porque, como ya ha señalado, hay problemas que el dinamismo de la economía librado a si
mismo no solo no resuelve si no que empeora. En los parágrafos de esta sección Hegel legitima la existencia de una presencia
estatal en la economía.
P.235 La indeterminada multiplicación y el entrecruzamiento de las necesidades cotidianas tienen por resultado, respecto de la
producción y el intercambio de los medios para su satisfacción, en cuya libre posibilidad todos confían, y respecto de su registro y
negociación que deben ser tan breves como sea posible, actividades que tienen un interés común y que al mismo tiempo son para
todos la tarea de uno (el funcionario público). Surgen así procedimientos e instituciones que pueden servir para un uso común. Estas
tareas generales e instituciones de utilidad común requieren la vigilancia y la previsión del poder público.
P.236 Los diversos intereses de productores y consumidores pueden entrar en conflicto entre si, y si bien, en el todo la relación
correcta se produce por si misma, la compensación requiere una regulación consciente que este por encima de ambas partes. El
derecho de esta regulación para el individuo (por ejemplo de los precios de los artículos de primera necesidad) se basa en que las
mercancías de uso totalmente general y cotidiano no son ofrecidas al individuo como tal, sino a él en cuanto general, al público, cuyo
derecho a no ser engañado – lo mismo que un examen de las mercancías- puede ser representado por un poder público, por tratarse
de una tarea común.
En este parágrafo Hegel propone una intervención directa en la producción y la distribución. La idea sería que a pesar de que la
economía considere que los precios máximos son peligrosos, la política prima sobre la economía. En un estado ético nadie reivindica
lo económico en contra del bien del todo social. Así, la intervención es necesaria porque Hegel no confía en que la universalidad de
lo económico sea capaz de realizar por si sola la eticidad distintiva del ser humano. Pero no sólo se deben establecer precios
máximos y control de calidad de las mercancías sino que también se tiene que emplear la mano de obra desempleada:
Observación (p.236) Frente a la libertad de la industria y el comercio en la sociedad civil, esta el otro extremo de la provisión y
reglamentación del trabajo de todos por medio de instituciones públicas tal como ocurrió con el trabajo de las pirámides que
fueron realizadas con fines públicos sin la mediación del arbitrio y el interés particulares del individuo. Este interés invoca aquella
libertad contra la regulación superior, pero cuanto más ciegamente se hunde en el fin egoísta, más la necesita para ser retrotraído a
lo universal….
En el p.237 y 238 Hegel aclara que en un primer momento le corresponde a la familia la previsión de los medios y habilidades de los
que dispondrá el individuo para adquirir parte de la riqueza general y para su subsistencia pero una vez que la sociedad civil arranca
al individuo de estos lazos y lo reconoce como persona independiente, este deviene hijo de la sociedad civil y le exige que trabaje
para ella y así como éste tenia derechos y exigencias sobre la familia ahora los tiene sobre la sociedad civil. En este contexto, en el
p.239 aparece el derecho de la sociedad civil en tanto familia universal a controlar la educación del individuo en la medida en que
ésta se refiere a la capacidad para devenir miembro de ella (por ejemplo obligar a los padres a mandar a sus hijos a la escuela) La
intervención política se efectúa no sólo sobre lo socioeconómico sino también sobre lo cultural. Esto se relaciona con la (ya
mencionada –páginas 8 y 9- ) cuestión de la pobreza y la necesidad de que el Estado se encargue con un mayor grado de
racionalidad de las funciones de las que anteriormente se ocupaba la iglesia mediante la caridad. La solución no puede radicar en el
sentimiento de piedad o caridad porque eso anularía el principio básico del hombre como persona inserta en la producción, el
intercambio, las relaciones privadas, que es el trabajo.
P.242 Observación: Lo contingente de las limosnas, las fundaciones, etc. se complementa por medio de las instituciones oficiales para
pobres, los hospitales, la iluminación pública, etc. La caridad siempre tiene suficientes cosas que hacer, y es un error pretender que el
remedio de la miseria quede exclusivamente reservado a la particularidad del sentimiento y a la contingencia de la disposición
subjetiva (…) hay que considerar que el estado público es tanto más perfecto cuanto menos deja librado al individuo que actúa
guiado por su opinión particular, en comparación con lo organizado de manera general.
P.243 a 248: Ver Págs. 8 y 9
A partir del p. 249 se prosigue con la estructura intra-estatal y aparece la corporación cuya función es hacer que lo ético vuelva
como algo inmanente a la sociedad civil, conservar lo universal que esta contenido en la particularidad. La corporación esta presente
fundamentalmente en el segundo estamento, Hegel presenta la necesidad de la corporación relativa al estamento industrial de la
siguiente manera: el estamento sustancial y el estamento burocrático no tienen necesidad de corporaciones puesto que ambos se
ocupan de lo universal, en un caso de lo universal de la sustancia (la tierra) y en otro de lo universal de la sociedad civil. En contraste,
el estamento industrial se ocupa de lo particular, particulariza lo natural y por ende debe ser universalizado a través de
corporaciones que los predispongan a la universalidad de la política.
P.250 El estamento agrícola tiene su universal concreto en el que vive, inmediatamente en si misma, en la sustancialidad de su vida
familiar y natural. La clase universal tiene en su determinación lo universal como su terreno y como el fin de su actividad. La clase
industrial esta dirigida esencialmente a lo particular y por eso le corresponde de un modo propio la corporación
La corporación hermana a los miembros del estamento, haciéndoles sentir que tienen un universal que los liga de una manera más
profunda que la relación que puedan tener como miembros de la producción y el mercado, por eso Hegel llama a la corporación
“segunda familia” (p.252)
P.251 En las asociaciones, lo en sí igual de las particularidades alcanza su existencia como algo común, con lo que el fin egoísta
dirigido a lo particular se aprehende al mismo tiempo como universal…
P.253 En la corporación la familia no sólo tiene una riqueza firme puesto que le asegura su subsistencia con la condición de la
capacitación, sino que además ambas cosas le son reconocidas (…) Con esto reconoce también que pertenece a un todo, que es por
su parte un miembro de la sociedad general, y se preocupa por los fines desinteresados de ese todo, tiene su honor en su estamento.
Observación: si no es miembro de una corporación autorizada el individuo carece de honor profesional y es reducido por su
aislamiento al aspecto egoísta de la industria, en el que su subsistencia y su goce no son permanentes.
A diferencia del hombre iusnaturalista que no tiene más reconocimiento que el de ser un productor, la corporación habilita un
reconocimiento ético. Trabajando contribuyo al todo y en eso consiste mi honor que es reconocido por aquellos que hacen lo mismo
que yo y por el estado.
P.255 Después de la familia, la corporación constituye la segunda raíz ética del estado
La eticidad estatal aparece en la forma de unidad inmediata como familia y su siguiente aparición es la corporación (no el mercado).
Observación: La santidad del matrimonio y el honor de la corporación son los dos ejes sobre los que giran los elementos
inorgánicos de la sociedad civil.
El primer elemento inorgánico es el hecho de que la naturaleza presione tanto que venza al espíritu, ante esto la familia espiritualiza,
da eticidad. El segundo elemento es el individuo atómico que piensa sólo en si mismo y queda librado a las contingencias del
mercado. El miembro de un estamento articulado en una corporación, en cambio, ha encontrado una espiritualidad al nivel de la
sociedad civil equivalente a la que le daba la familia respecto de los instintos. Para mantener la universalidad, los iusnaturalistas
liquidan todas las instituciones intermedias (corporaciones, estamentos, gremios, iglesias, asociaciones, etc.) porque estas serian
fuentes de poder alternativas a la soberanía. Hegel entiende que esto generó caos y terror porque genera un vacio imposible de
llenar, de modo que lo que intenta es llenar ese espacio intermedio. Es necesario que exista una cadena de mediaciones para evitar
las imposiciones arbitrarias, es decir, que cada uno se decrete a si mismo como mediador entre lo universal y lo particular
P.256 En cuanto limitada y finita, la finalidad de la corporación tiene su verdad en la finalidad universal en y por si y en su absoluta
realidad. La esfera de la sociedad civil pasa así al estado.
Observación: La ciudad y el campo- aquella como sede de la industria burguesa, de la reflexión que sale de sí misma y se singulariza,
este como sede de la eticidad basada en la naturaleza- en otras palabras, los individuos que median su auto conservación por la
relación con otras personas jurídicas por un lado y la familia por otro, constituyen los dos momentos, todavía ideales, de los que
surge el estado como su verdadero fundamento. Este desarrollo de la eticidad inmediata a través de la escisión de la sociedad civil
hacia el estado, que se muestra como su verdadero fundamento, es la única demostración científica del concepto de estado. En el
proceso del concepto científico el estado aparece como resultado, pero, al producirse como el verdadero fundamento, elimina
aquella mediación y aquella apariencia en la inmediatez. Por ello en la realidad el estado es lo primero dentro del cual la familia
se desarrolla en sociedad civil y es la idea misma del estado la que se separa en estos dos momentos.
Este parágrafo pone énfasis en la diferencia entre el estado hegeliano y el artificio contractual de los iusnaturalistas. Es decir, para
Hegel, no ocurre que dado que el hombre en estado de naturaleza tiene carencias inventa el estado para resolverlas de modo tal
que el estado estaría condicionado por el interés particular-privado. El estado no es un garante del dinamismo de la sociedad civil
sino la instancia de la eticidad, la autentica universalidad que lejos de estar determinada por lo que viene antes, es ella misma quien
lo determina y condiciona pues esto que viene antes es sí misma apareciendo en formas insuficientes. La universalidad plena del
estado aparece en la forma insuficiente de unidad sin diferencia como familia y el la forma insuficiente de diferencia como sociedad
civil para luego revelarse él mismo como la verdad de todo el proceso. Estas figuras de la familia y la sociedad civil son insuficientes
pero a la vez legítimas en tanto son el aparecer del estado. El estado es el actor que ya esta obrando a pesar de que sus miembros se
presenten a si mismos como sus autores, es la realización de la Idea.
3. El Estado (p.257)
El tratamiento hegeliano del estado tiene dos grandes dimensiones: la constitución interna, su estructura institucional (derecho
político interno) y la relación con otros estados (derecho político externo)
En los primeros parágrafos de esta sección Hegel se refiere nuevamente a la relación entre interés particular y universalidad y a la
identidad entre deber y derecho. Son fundamentalmente importantes en este sentido los p. 258; 260 y 261.
P.258 El estado es lo racional en y por sí. Esta unidad sustancial es el absoluto e inmóvil fin ultimo en el que la libertad alcanza su
derecho supremo, por lo que este fin último tiene un derecho superior al individuo cuyo supremo deber es ser miembro del estado.
(La observación de este parágrafo ya esta citada en pág. 2.)2
P.260 El estado es la realidad efectiva de la libertad concreta. Esta libertad consiste en que el interés particular tenga su total
desarrollo y reconocimiento de su derecho (en la familia y la sociedad civil) al mismo tiempo que se convierten en interés general. Lo
universal no se cumple, ni tiene validez sin el interés particular ni el individuo vive meramente como una persona privada sin querer al
mismo tiempo lo universal y tener una actividad consciente de esta finalidad. El principio de los estados modernos tiene la enorme
fuerza de dejar que el principio de la subjetividad se consume hasta llegar al extremo independiente de la particularidad personal
para al mismo tiempo retrotraerlo a su unidad sustancial conservando a esta en aquel principio mismo
P.261 (Observación) El estado, en cuanto compenetración de lo sustancial y lo particular, implica que mi obligación respecto de lo
sustancial sea al mismo tiempo la existencia de mi libertad particular, en decir, que en él deber y derecho estén unidos en una y la
misma relación (…) Este concepto de la unión de deber y derecho es una de las determinaciones más importantes, y encierra la fuerza
interna de los estados. Al cumplir con su deber el individuo debe encontrar al mismo tiempo su propio interés y de su situación en el
estado debe nacer el derecho de que la cosa pública devenga su propia cosa particular. El interés particular no debe ser dejado de
lado sino que debe ser puesto en concordancia con lo universal. El individuo que se subordina a sus deberes encuentra en su
cumplimiento como ciudadano la protección de su persona y propiedad y el orgullo de ser miembro de esa totalidad. La unión de
deber y derecho muestra la doble cara por la cual lo que el estado exige como deber es también inmediatamente derecho de la
individualidad, pues no es otra cosa que la organización del concepto de libertad. Las determinaciones de la voluntad individual son
llevadas por medio del estado a una existencia objetiva y sólo por su intermedio alcanzan recién su verdad y su realización. El estado
es la única condición para conseguir el fin y el bienestar particulares. Sólo si ambos momentos (lo universal y el interés particular) se
afirman en su fuerza puede considerarse que el estado esta articulado y verdaderamente organizado (agregado)
El momento de la diferencia (sociedad civil) debe ser respetado y reconocido pero sin que adquiera una preponderancia tal que
desequilibre el organicismo universal. Es decir, la universalidad no anula la individualidad, hay un espacio propio del individuo pero
éste va a vivir la universalidad como una imposición exterior hasta que no tenga conciencia que eso que considera como una
imposición en realidad es su verdadera libertad y de este modo comprenda la conciliación entre su libertad como fin de sus
conductas y necesidad exterior en la forma de imposición de deberes. A diferencia de la situación en la que los deberes estatales
aparecen como una imposición a alguien que se define por sus derechos naturales, en Hegel deber y derecho son lo mismo. El grado
máximo de realización de la libertad consiste en ser miembro de un estado, lo cual significa cumplir con determinados deberes.

Ubicar

Sobre la distinción individual/particular


P.259 Agregado: El estado real es esencialmente un estado individual y además un estado particular. Hay que distinguir la
individualidad de la particularidad: aquella es un momento de la idea del estado, mientras que la particularidad corresponde a la
historia. Los estados son independientes unos de otros y su relación sólo puede ser por lo tanto exterior, por lo que tiene que haber
por encima de ellos un tercer elemento que los una. Este elemento es el espíritu que se da realidad en la historia universal y se
constituye en juez absoluto de aquellos.

2 Agregado al p.258: Es el camino de Dios en el mundo que constituye el estado: su fundamento es la fuerza de la razón que se
realiza como voluntad. Para concebir la idea del estado no es necesario observar estados sino considerar la idea misma, este Dios
real (…) el estado no es un producto artificial. Es similar a lo que dice llegando al final del Prefacio: una filosofía a medias aparta de
Dios pero la verdadera filosofía conduce en cambio a Dios y lo mismo ocurre con el Estado.
La función que cumple ante todo el estado es la de estructurar las dimensiones de la familia y la sociedad civil, que parecían ser
esferas independientes de él, en la forma de instituciones (p.263)3. El estado es un sistema de instituciones en las que alcanza un
carácter racional la libertad particular logrando, así, la unión de libertad y necesidad (p.265). Esto se logra por ejemplo cuando se les
proporciona en una corporación una tarea dirigida a un fin universal. Si el fin particular no fuera idéntico al universal y lo universal
no fuera cuestión de todos en cuanto particulares, el estado se encontraría en el aire. La conciencia de que mi interés particular esta
contenido y preservado en el interés y fin del estado es el patriotismo, una disposición política que es el resultado de las
instituciones existentes en el estado (P.268)
(Respecto de esto más adelante -p.296- dice que la grandeza del estado es un momento fundamental por el cual se debilita el peso
de la familia y otras relaciones privadas y que en la ocupación con los grandes intereses existentes en los grandes estados
desaparecen estos aspectos subjetivos y se engendra la costumbre de los intereses y asuntos generales)
En el agregado del p.269 Hegel desarrolla el carácter orgánico del estado: El estado es un organismo, el desarrollo de la idea en sus
diferencias. Estos diferentes aspectos son los distintos poderes y sus actividades por medio de los cuales lo universal se produce
continuamente de un modo necesario (…) Este organismo es la constitución política que surge eternamente del estado, que al mismo
tiempo se conserva por su intermedio. Si ambos aspectos se separan ya no esta más puesta la unidad que los produce: se aplicaría a
ellos la fabula del estómago y de los demás órganos. Si todas las partes no convergen en una identidad, si una de ellas se vuelve
independiente, todas deben sucumbir. Con predicados, principios, no se alcanza a juzgar al estado que debe ser aprehendido como
un organismo del mismo modo que no se concibe por predicados la naturaleza de Dios, cuya vida debo, por el contrario, intuir en si
misma.
En el la observación del p.270 aparece la relación del estado con la religión: la religión y el estado no se oponen por el contenido
sino por la forma. La religión también tiene como contenido la verdad absoluta pero esta se relaciona con lo absoluto en la forma del
sentimiento, la fe y la convicción subjetiva mientras que en el estado el contenido no se mantiene en la forma del sentimiento sino
que pertenece al pensamiento determinado. Es decir, lo que exige el estado tiene la figura de un deber jurídico para el cual es
indiferente en qué estado anímico es cumplido. El estado es el que sabe y tiene el derecho de hacer valer la racionalidad y verdad
objetiva frente a afirmaciones que nacen de la representación subjetiva (la opinión). Lo que ocurre con aquellos que frente al estado
se aferran a la forma de la religión e intentan convertir en legislador al sentimiento subjetivo es igual al caso de aquellos que sólo
quieren el bien abstracto y se reservan el arbitrio de determinar con su opinión lo que es bueno. Esto lleva a la renuncia al
conocimiento de la verdad objetiva y al destierro de todas las instituciones y de todo orden legal por considerarlos opresivos para la
esfera de la interioridad que no puede soportar lo determinado. Otro de los problemas que Hegel menciona es el que surge cuando
la iglesia considera que el elemento espiritual (y por lo tanto el ético) es propiedad suya y que el estado es una estructura mecánica
cuyo fin es asegurar el arbitrio de cada uno, una institución de la necesidad. Ella sería el reino de Dios y el estado el reino del mundo
fuera del cual quedan la autentica eticidad y espiritualidad. Hegel concluye que por estos motivos la religión no debe ser la que
gobierna y que la separación de la iglesia es el único medio por el cual el estado pudo haber llegado a su determinación como
racionalidad autoconsciente.
División de poderes (p.273)
Poder legislativo: poder de determinar y establecer lo universal
Poder gubernativo: subsunción de las esferas particulares y los casos individuales bajo lo universal
Poder del príncipe: subjetividad como decisión última de la voluntad. En él se reúnen los diferentes poderes en una unidad
individual que es por lo tanto la culminación y el comienzo de todo y constituye la monarquía constitucional.
En la observación de éste parágrafo Hegel se plantea la pregunta acerca de quien debe hacer la constitución. Su respuesta es que
esa pregunta carece de sentido porque supone que no existe constitución y que sólo hay una multitud atomística de individuos
reunidos que cree que pueden hacer una constitución sin darse cuenta que su concepto no tiene nada que ver con una multitud de
átomos reunidos. La constitución no debe ser considerada como algo hecho sino como lo existente en y por sí que se encuentra por
encima de la esfera de lo que se hace, como lo divino y persistente. Y si la pregunta supone una constitución existente hacer quiere
decir sólo modificar. Esto es lo único que puede hacer el sujeto: operar modificaciones sobre una realidad donde están articuladas
las costumbres, la ley, la eticidad, la racionalidad presente. Es clara la oposición con el pensamiento iusnaturalista que atribuye la
acción fundante del orden a un gesto de la voluntad del sujeto.
La constitución de un pueblo determinado depende de la cultura de su autoconciencia, cada pueblo tiene la constitución que le
conviene y le corresponde. La pretensión de dar a un pueblo una constitución a priori pasa por alto que ella es más que un objeto de
pensamiento (p.274) Es el aparecer histórico del espíritu el que va cambiando los rasgos constitucionales básicos a partir del cambio
cultural de un pueblo determinado por lo tanto el espacio que le queda al individuo se restringe a lo que seria accidental respecto de
lo sustancial. Una constitución es el trabajo de siglos, la idea y la conciencia de lo racional en la medida en que se ha desarrollado en
un pueblo. Por lo tanto, ninguna constitución puede ser creada meramente por sujetos. En virtud de esto, frente a su constitución el
pueblo debe tener el sentimiento de que es su derecho y su situación; sino puede existir exteriormente, pero no tendrá ningún
significado ni valor (agregado) Si no esta arraigada en un ethos popular no responde a la auténtica racionalidad. En el agregado al

3 En el agregado de este parágrafo aparece una analogía con el sistema nervioso que es muy clara.
p.298 dice sobre esto la constitución es, pero al mismo tiempo esencialmente deviene, es decir, progresa en su formación. Este
progreso es una alteración que resulta imperceptible y no tiene la forma de una alteración.
A partir del p.275 se invierte el orden de exposición: de acuerdo con el orden seguido hasta este momento (familia- sociedad civil-
Estado) todo indicaría que la exposición debe comenzar con el poder legislativo sin embargo Hegel comienza por el momento
fundacional: el poder del príncipe.
El poder del príncipe contiene en si mismo los tres momentos de la totalidad (…) este absoluto autodeterminar constituye el principio
distintivo del poder del príncipe.
Agregado: Comenzamos con el poder del príncipe, es decir, el momento de la individualidad pues contiene en si los tres momentos del
estado como una totalidad. “Yo” es al mismo tiempo lo más individual y lo más universal (…) En cuanto espiritual, el estado es el
despliegue de todos sus momentos, pero la individualidad es al mismo tiempo lo que anima, el principio vivificante, la soberanía que
contiene en si toda diferencia.
En la observación al parágrafo 278 Hegel trata el idealismo de la soberanía. La idealidad consiste en que el estado es un todo
armónico donde cada una de las partes son momentos orgánicos que cumplen con la función que le corresponde. Las distintas
esferas no son independientes y sus modos de actuar y fines están determinados por el fin del todo y dependen de él (el bien del
estado). La idealidad se manifiesta de dos maneras: en situaciones de paz, es decir, cuando el funcionamiento es normal las esferas y
asuntos particulares se ocupan de satisfacer sus fines particulares y su egoísmo es transformado en contribución a la conservación
del todo por la necesidad inconsciente de la cosa. Pero en situaciones de emergencia es la intervención directa desde arriba la que
los reconduce a la finalidad del todo y los limita. Es decir, para que le organicidad se mantenga tiene que haber un punto
vertebrador centralizador de aquello que podría dispersarse por eso el príncipe es la instancia de decisión absoluta en caso de
necesidad extrema pero la estructura peculiar del estado hegeliano hace que en su funcionamiento normal su intervención sea casi
nula. (Agregado al p.279: si la constitución es sólida su función se reduce a asentar su firma. Pero este nombre que el agrega es
importante, es la cima más allá de la cual no se puede ir)
La cuestión que se presenta a continuación es la legitimación del monarca: la legitimación no implica un camino que parta de lo
particular para llegar a lo universal en tanto, como ha sido señalado, lo particular es el aparecer de lo universal mismo. El orden
viene desde arriba hacia abajo y no desde abajo hacia arriba. Esto significa que el gesto de fundación no esta en manos de una
pluralidad de yoes asociados, el príncipe tiene una capacidad de auto-fundación absoluta pues detrás de él esta directamente la
idea, es una auténtica causa sui política.
Respecto de esto en el p.279 Hegel dice que el concepto de voluntad que en un comienzo es abstracto, se conserva y produce por si
mismo sus determinaciones y gana de este modo un contenido concreto. Así, el momento fundamental de la personalidad, que en un
principio era todavía abstracta, aquí en el estado, en la objetividad perfectamente concreta de la voluntad es la personalidad del
estado, su certeza de si misma. Es el elemento último que elimina toda particularidad en el simple si mismo y que interrumpe la
ponderación de los pros y los contras entre los que se oscila indefinidamente y con su “yo quiero” decide y da comienzo a toda acción
y a toda realidad. Es decir, la voluntad realizada es la personalidad del estado y la personalidad sólo tiene verdad como persona,
como sujeto existente por sí, y lo que existe por sí es necesariamente uno. La personalidad del estado solo es efectivamente real
como una persona, el monarca. El monarca es el punto donde encuentra realización en el mundo real y concreto la idea de derecho,
es la encarnación de la idea.
Una persona moral, la sociedad, la comunidad, la familia, por muy concreta que sea en si misma tiene la personalidad solo como
momento, solo de un modo abstracto, no ha alcanzado en ella la verdad de su existencia. El estado es en cambio esta totalidad en la
que los momentos del concepto han llegado a la realidad según su propia verdad.
El concepto de monarca es el más difícil para el raciocinio abstracto, es decir, para el entendimiento porque este sólo conoce
puntos de vista finitos y la deducción a partir de razones y en consecuencia expone la dignidad del monarca como algo deducido
pero su concepto lejos de ser deducido es lo que comienza absolutamente a partir de si mismo. Por lo tanto es más próximo a la
verdad considerar que el derecho del monarca se basa en la autoridad divina, pues esto implica su carácter incondicionado. Es
soberano por derecho divino.
En un segundo momento de la observación Hegel critica la soberanía del pueblo en tanto se la opone a la soberanía del monarca. La
soberanía del pueblo es, de acuerdo con él, un concepto confuso pues el pueblo sin sus monarcas y sin la articulación orgánica del
todo es una masa carente de forma que no constituye un estado. La soberanía corresponde sólo a la persona del monarca. Por
último, el monarca es un particular en tanto es la encarnación de lo universal pero al mismo tiempo se eleva por encima de toda
particularidad y condición, esta liberado de toda particularidad y por eso es universal. Es lo universal particularizado pero es
universal respecto de las particularidades.
En el p.280 Hegel justifica el rey por nacimiento: el rey no puede ser electo, tiene que nacer rey, la naturaleza es el vehículo de la
idea que le encarga a la naturaleza el nacimiento del rey.
El monarca esta destinado a la dignidad de monarca de un modo inmediatamente natural por el nacimiento.
En la observación explica cuál es la metafísica que sustenta esto:
Este tránsito del concepto de la autodeterminación pura a la inmediatez del ser, y por lo tanto a la naturalidad, es de naturaleza
especulativa y su conocimiento pertenece a la filosofía lógica (…) La forma peculiar de la idea y del transito que aquí se considera es
la conversión inmediata de la autoconciencia pura de la voluntad en un este, en una existencia natural, sin la mediación de un
contenido particular (un fin en la acción).
El derecho es la voluntad pura, es un querer autoconsciente y se convierte en el “yo quiero” del monarca. La conversión debe ser
inmediata y sin mediación de un contenido particular porque se tiene que evitar todo finalismo utilitario, la particularización no se
justifica por ser “útil para” sino solo por ser la realización de lo universal mismo. Continua:
En la llamada prueba ontológica de la existencia de Dios se produce la misma conversión del concepto absoluto en el ser, lo cual ha
constituido en la época moderna la profundidad de la idea que en los últimos tiempos se ha declarado sin embargo inconcebible
(Kant) .Puesto que la verdad consiste únicamente en la unidad del concepto y la existencia esto ha tenido como consecuencia
renunciar al conocimiento de la verdad. La conciencia del entendimiento no tiene en si misma esta unidad y permanece en la
separación de ambos momentos afirmando la contingencia de esa unión.
La prueba ontológica sostiene en sentido metafísico la realización de lo universal en el monarca. En el concepto verdaderamente
universal esta contenida la existencia, de lo contrario no seria verdaderamente universal.
En el p.281 critica las posiciones que consideran que la función del monarca es ocuparse de los intereses particulares del pueblo y
que por lo tanto éste debe ser elegido por el pueblo y a los que sostienen que el monarca es un funcionario o que existe una relación
contractual entre él y el pueblo. Estas posiciones comprenden la voluntad como capricho o arbitrio de la multitud y someten al
estado a los intereses de la sociedad civil. Respecto del reino electivo dice Hegel que es la peor de las instituciones porque
transforma la constitución en una capitulación electoral, en una entrega del poder del estado a la discreción de la voluntad
particular, de la que surgen el debilitamiento y la perdida de la soberanía del estado, la disolución interior y el aniquilamiento
externo.
En el p.282 de la soberanía del monarca se desprende el derecho de gracia a los delincuentes. Sólo a la soberanía le corresponde la
realización del poder del espíritu, por la que lo sucedido se convierte en no sucedido y el delito se aniquila en el perdón y en el
olvido. En la observación dice que este derecho es uno de los mayores reconocimientos de la majestad del espíritu y en el agregado
aclara que la gracia no significa que no se haya cometido un delito. La gracia es el perdón del castigo que no elimina el derecho, este
permanece y el delincuente sigue siéndolo igual que antes.
A partir de este punto (un particular que es lo universal particularizado) comienzan las emanaciones particulares: en el p.283 Hegel
menciona los cuerpos consultivos superiores que rodean al soberano y con los cuales éste mantiene un funcionamiento orgánico
(porque tiene el quiero ultimo pero no es arbitrario). Estos cuerpos consultivos son los únicos que están sometidos a la
responsabilidad, la majestad del monarca, en cuanto subjetividad que decide en ultima instancia, esta por encima de toda
responsabilidad por los actos de gobierno (p.284) Según Dotti el monarca esta por encima de toda responsabilidad porque no actúa,
si fuera responsable sería un monarca activo y sus acciones no tendría limites y además no seria soberano porque estaría siendo
juzgado.
Hegel entiende que el control reciproco de los poderes destruye la organicidad del estado por ende acepta la división de poderes
pero no el control. Respecto de la división y el control de poderes en la observación al p.272 dice que el principio de la separación de
los poderes contiene el momento esencial de la diferencia; el entendimiento abstracto la aprehende falsamente como la absoluta
independencia recíproca de los poderes, o bien unilateralmente, comprendiendo se relación como algo negativo, como mutua
limitación. En esta perspectiva surge una hostilidad, el temor de cada uno frente al otro como frente a un mal, que dará lugar a que
se contrapongan y a que de su contrapeso resulte un equilibrio general pero no una unidad viviente. Lo que encierra el origen de los
diferentes poderes no es una utilidad cualquiera sino la autodeterminación del concepto en si mismo; solo gracias a ella la
organización del estado es lo en sí mismo racional (…) poner como punto de partida lo negativo y convertir la tendencia al mal y a la
desconfianza en lo primero y concebir la unidad como un efecto de barreras de contención reciprocas caracteriza al entendimiento
negativo y a la perspectiva de la plebe. Con la independencia de los poderes esta inmediatamente puesta la desintegración del
estado. O, si se mantiene lo esencial del estado, la lucha por la que un poder se subordina a otro tiene como resultado la unidad y
sólo así se salva lo esencial, la existencia del estado. Y en el agregado al p.300 la representación de la llamada independencia de
poderes lleva en si el error fundamental de que los poderes deben limitarse mutuamente. Con esta independencia se elimina la
unidad del estado, que es lo que hay que buscar ante todo.

El poder gubernativo (p.287) –los ministros-


Aquí Hegel muestra la inserción estatal de la burocracia que es un estamento de la sociedad civil (el estamento universal).
El cumplimiento de las resoluciones del príncipe, y en general el mantenimiento de lo ya decidido, de las leyes existentes, las
instituciones, etc. Esta tarea de subsunción concierne al poder gubernativo en el cual también están comprendidos los poderes
judicial y policial que se relacionan de modo inmediato con lo particular de la sociedad civil y hacen valer en esos fines particulares el
interés general.
Lo fundamental de esta sección es que Hegel muestra (p.288/289) como los intereses particulares de la sociedad civil que tienen su
administración en las corporaciones se subordinan al interés superior del estado. Los representantes del poder gubernativo
(funcionarios ejecutivos y autoridades reunidos en órganos consultivos colegiados que convergen en niveles supremos y se
mantienen en contacto con el monarca) se ocupan de mantener el interés general del estado en medio de los derechos particulares
transformando el espíritu corporativo en espíritu del estado en la medida en que en él tiene el medio para alcanzar los fines
particulares y obtener su legitimidad, autoridad y bienestar. El espíritu corporativo contiene el arraigo de lo particular en lo general
(p.289)
En los asuntos del gobierno también tiene lugar la división del trabajo (p.290), es decir, la actividad de la vida civil debe ser dividida
en diferentes ramas. Esta división de tareas se relaciona con el transito de lo universal a lo particular e individual. Las esferas
particulares no deben comportarse como entidades subsistentes por si, deben funcionar orgánicamente porque sólo así se elimina la
individualidad egoísta.
Los funcionarios burocráticos son designados por su conocimiento y capacidad, no están destinados a esa tarea por nacimiento, esto
asegura a todo ciudadano la posibilidad de integrar la clase universal. El nombramiento para un cargo corresponde al poder del
príncipe en cuanto poder soberano y decisivo (p291/292)
La situación del funcionario no constituye una relación contractual: quien presta el servicio no es nombrado para una prestación
singular y contingente, como el mandatario, sino que deposita en esta relación el interés central de su existencia espiritual y
particular. La prestación que tiene que realizar es un valor en y por si porque el servicio del estado exige el sacrificio de la
satisfacción arbitraria de fines subjetivos de modo que el servidor encuentra esta satisfacción solo en el cumplimiento del deber. La
solidez del estado reside en esta unión de interés general y particular. (Obs.p294).
Los miembros del gobierno y los funcionarios del estado constituyen la parte principal de la clase media a la que pertenece la cultura
y la conciencia del estado, la conciencia jurídica de la masa de un pueblo. Las instituciones de la soberanía, desde arriba, y los
derechos de las corporaciones, desde abajo, impiden que esta clase adopte la posición aislada de una aristocracia y transforme la
cultura y la capacidad en medios arbitrarios y de dominación (p.297)

El poder legislativo (p.298)


Es el espacio de mediación entre lo particular y lo universal porque, por un lado, en la ley lo universal entra en contacto con lo
particular, la ley es lo universal que regula particulares de manera universal y, por otro lado, en el poder legislativo se hacen oír las
voces de lo particular y encuentran allí su universalización en la forma de ley. Los intereses particulares que ya aparecen
universalizados en el seno de la sociedad civil reciben su más amplia espiritualización en el parlamento. Es decir, en el parlamento lo
alto y lo bajo se entrecruzan: lo particular encuentra su universalización y lo universal a través de la ley encuentra su ingreso en la
particularidad.
P.300 En el poder legislativo como totalidad actúan ante todo los otros dos momentos: el monárquico, al que corresponde la decisión
suprema, y el poder gubernativo., en cuanto momento consultivo que tiene en conocimiento concreto y la visión global del todo en
sus múltiples aspectos, así como en especial el conocimiento de las necesidades del poder político. Por último, participa también de él
el elemento constituido por la asamblea de los estamentos.
La Cámara Alta esta formada por los senadores que son los señores de mayorazgo. Son los representantes del estamento sustancial
que representan el momento de la estabilidad y por lo tanto están sustraídos a los vaivenes de los particularismos, en este caso no
hay necesidad de ningún tipo de selección, la clase esta legitimada por el nacimiento. La Cámara Baja se compone de los diputados
que provienen de distintas corporaciones industriales, de distintos lugares del estamento industrial. Para Hegel es muy importante
que el parlamento esté constituido de manera estamental pues de este modo los intereses particulares ya han sido incipientemente
universalizados (en la sociedad civil) y facilitan el imperio de lo universal (este es el sentido de las corporaciones y estamentos) de
otro modo prevalecerían las opiniones atómicas y los particularismos. Los representantes estamentales tienen la función de hacer
oír las exigencias de las esferas particulares de las que provienen. Acerca de esto “la determinación propia de la representación de
los estamentos es que por su intermedio el estado penetra en la conciencia subjetiva del pueblo y éste comienza a tomar parte en
aquél” (agregado al p.301)
P.302 Considerados como un órgano mediador, los estamentos están entre el gobierno, por una parte, y el pueblo, disuelto en sus
esferas e individuos particulares por otra. Su función les exige por consiguiente tener el sentido y es sentimiento tanto del estado y
del gobierno como de los intereses de los círculos particulares. Su posición implica al mismo tiempo una mediación en común con el
poder gubernamental organizado que impide que el poder del príncipe aparezca como un extremo aislado y por lo tanto como mero
poder arbitrario y dominador y que evita que se aíslen los intereses particulares de las corporaciones o que los individuos se
conviertan en una multitud, en un simple agregado y por lo tanto en un querer y opinar inorgánico que se enfrente al estado
organizado…
La organicidad de la que habla Hegel esta dada por la mediación y articulación entre lo particular y lo universal que evita que el
poder del príncipe aparezca como un extremo aislado porque en realidad el príncipe esta allí, oye lo que sucede en el sistema de las
necesidades, no queda aislado en una posición superior. Por otro lado, los intereses particulares alcanzan en esta posición política
una canalización e identidad orgánica que anula el egoísmo: la defensa del interés particular que hace un representante estamental
es una defensa predispuesta a la armonía y conciliación. Por supuesto que Hegel considera el funcionamiento normal pero puede
suceder que tenga lugar una crisis que vuelva imposible esta mediación y exacerbe los conflictos entre los intereses particulares y el
interés general del estado. Sigue:
Observación: Uno de los más importantes conocimientos lógicos es el que expresa que un momento determinado, que al estar en una
contraposición ocupa el lugar de un extremo, deja de serlo y deviene un momento orgánico por ser al mismo tiempo termino medio
(…) es un prejuicio peligroso comprender a los estamentos desde la perspectiva de su oposición al gobierno, como si esta fuera su
situación esencial. Orgánicamente el elemento de la representación de los estamentos se manifiesta en su función de mediación.
Pero con esto la oposición misma es rebajada a apariencia.
Agregado: la constitución es esencialmente un sistema de mediación (…) en un sistema orgánico la multitud hace prevalecer sus
intereses de un modo que se adecua al derecho y el orden. Si este medio no existe, la expresión de la masa será necesariamente
salvaje.
Lo que quiere dejar claro Hegel es que el representante estamental vaya al parlamento a luchar contra el gobierno o que el gobierno
tenga frente a los estamentos una posición hostil. En la mediación las oposiciones extremas (la enemistad) que podían disolver el
gobierno quedan desactivadas.
En el p.303 Hegel critica la perspectiva atomística según la cual si se hace que la clase particular participe en los asuntos generales
esta tendría que aparecer en la forma de individuos. Esta perspectiva, según sus palabras, desaparece ya en la familia y en la
sociedad civil en la que el individuo solo aparece como miembro de un universal. El estado es una organización de tales miembros y
ningún momento debe mostrarse en el como una multitud inorgánica. Lo que se suele comprender como pueblo, la multitud de
individuos, es una acumulación, como una masa carente de forma cuya acción seria irracional, desenfrenada y terrible. Esta
perspectiva que separa las comunidades ya existentes cuando llegan al elemento político separa la vida civil y la vida política
dejando a esta en el aire haciendo que su única base sea la individualidad del arbitrio y la opinión, es decir, una base contingente y
no un fundamento firme. En contra de esta separación, al final de este parágrafo, Hegel se refiere a la unión del sentido político y el
civil del término Stand.
En los siguientes parágrafos Hegel se refiere a la cámara de senadores y la cámara de diputados:
La clase sustancial (la clase de la eticidad natural que tiene como base la vida familiar) tiene en común con el poder del príncipe un
querer que reposa sobre si y la determinación natural. Esta clase esta legitimada a buscar fines políticos por el nacimiento, sin la
contingencia de una elección. Se caracteriza por ser al mismo tiempo sostén del trono y de la sociedad (p.307) Es una clase que esta
constituida para tener una posición y significación políticas en la medida en que su patrimonio es independiente tanto del
patrimonio del estado como de la inseguridad de la industria, el deseo de ganancia y la variabilidad de la propiedad. Esta incluso
asegurado contra su propio arbitrio por el hecho de que sus miembros no tienen el derecho de los demás ciudadanos de disponer
libremente de su propiedad, el patrimonio es un bien hereditario inenajenable. Se opone a la clase industrial dependiente de la
necesidad y a la universal dependiente del estado (p.306)
La otra parte del elemento representativo corresponde al aspecto móvil de la sociedad civil que aparece por medio de diputados.
Estos son delegados de la sociedad civil y por ello la representan en cuanto tal, es decir, no disuelta atomísticamente sino en cuanto
se articula en asociaciones y corporaciones que de este modo adquieren una conexión política (p.308). Puesto que los diputados
tienen como fin deliberar y decidir sobre asuntos generales se designa a aquellos que mejor comprendan estos asuntos y que no
hagan valer el interés particular de una corporación contra el interés general sino que impulsen este último (p.309). La garantía de
las cualidades que corresponden a los diputados se presentan en la idoneidad y el conocimiento de las instituciones y los intereses
del estado y la sociedad civil adquiridos en una gestión real en funciones directivas y públicas y acreditadas en los hechos. De esta
manera se pone a prueba el necesario sentido de la autoridad y del estado. Para el estado los individuos solo son lo que en ellos es
objetivamente reconocibles y probado lo cual tiene especial importancia en esta parte de los representantes que tiene su raíz en
intereses dirigidos a lo particular, campo en el que reinan la contingencia y el arbitrio (p.310).
En cuanto la diputación emana de las diversas corporaciones de la sociedad civil, los diputados conocen sus necesidades y sus
intereses de los cuales ellos mismos participan. Ellos deben conocer las grandes ramas de la sociedad como la industria y el comercio
y deben pertenecer a ellas. Los diputados son representantes de alguna de las esferas esenciales de la sociedad, no de individuos, de
una multitud. De este modo, la representación no tiene el significado de que uno esta en lugar de otro, sino de que el interés
mismo esta efectivamente presente en su representante al mismo tiempo que el representante esta allí por su propio elemento
objetivo (p.311) es decir, su pertenencia al espacio del cual proviene como portador de su interés. El representante es el interés
mismo encarnado.
En el p.314 y 315 aparece la necesidad e importancia de la publicidad de las deliberaciones de la asamblea para los miembros de la
sociedad civil que no participan del gobierno. El conocimiento de las sesiones de la asamblea de los estamentos es para los
ciudadanos un espectáculo especialmente instructivo, el medio educativo más importante para los intereses del estado porque por
medio de la información de cada uno de sus pasos las cámaras entran en contacto con el resto de la opinión publica y se aprende
que una cosa es lo que uno puede presumir en su casa y otra lo que sucede en una gran asamblea, en la que cada uno es más hábil
que los demás. En general impera la opinión de que todos saben qué es bueno para el estado y que en la asamblea lo único que se
hace es expresarlo; pero en realidad ocurre lo contrario: recién en ella se desarrollan las virtudes y capacidades que tienen que
servir luego de ejemplo.
En los siguientes parágrafos Hegel se refiere a la opinión pública:
P.316 La libertad subjetiva, formal, por la cual los individuos tienen en cuanto tales sus propios juicios, opiniones y consejos y los
expresan, se manifiesta en el conjunto que se denomina opinión publica. El agregado es muy claro al decir que la opinión pública es
el modo inorgánico en que se da a conocer lo que un pueblo quiere y opina. Lo que realmente tiene validez en el estado debe
acontecer de un modo orgánico y esto es lo que ocurre en la constitución.
Lo sustancial no puede ser conocido a partir de la opinión pública sino a partir de si y por si. Ante la pregunta de si esta permitido
engañar a un pueblo (p.317) Hegel dice que habría que responder que un pueblo no se dejaría engañar sobre su fundamento
sustancial, sobre el carácter determinado de su espíritu pero sobre el modo en que lo sabe, sobre el modo en que juzga los
acontecimientos y sus actos se engaña por si solo. La opinión publica merece por consiguiente ser tanto apreciada como
despreciada. Ella no tiene la capacidad para elevar el aspecto sustancial al nivel de un saber determinado por eso la primera
condición para alcanzar algo racional es mantenerse independiente de ella. En ella todo es falso y verdadero y encontrar en ella lo
verdadero es tarea del gran hombre por eso quien no sabe despreciar la opinión pública tal como se le aparece no llegara a nada
grande (p318). Lo fundamental es que en la asamblea se expresan los conocimientos más sólidos sobre los intereses del estado con
lo que deja a los demás pocas cosas significativas que decir y elimina la creencia de que ese decir tiene una importancia especial. Y
más adelante: definir la libertad de prensa como la libertad de decir lo que se quiere es paralelo a definir la libertad en general como
la libertad de hacer lo que se quiere (p.319)
Finalmente: P.320 La subjetividad que como disolución de la vida existente del estado tiene su manifestación más exterior en la
opinión y en el abstracto raciocinar, que quieren imponer su contingencia y son por lo tanto destructivos, tiene su verdadera realidad
en su contrario: la subjetividad idéntica con la voluntad sustancial, que constituye el concepto del poder del príncipe.
Por un lado la subjetividad en el monarca es la cumbre del estado que constituye la idealidad que desciende sobre el todo, el otro
aspecto es la arbitrariedad con la que la subjetividad se muestra en la opinión pública como su manifestación más exterior.
Resumen de la constitución interna del estado (Dotti): el estado es una pirámide cuya cúspide es el monarca y debajo de ella están
los otros dos poderes, inmediatamente abajo del monarca están los ministros y en la base el poder legislativo. Abajo esta la sociedad
civil que se apoya en una pluralidad de familias que sostienen el cuerpo de la sociedad civil pues de ella salen los individuos que la
componen. Las emanaciones de la sociedad civil (hacia arriba) son los señores de mayorazgo, desde el campo; los representantes
corporativos, desde la ciudad y los miembros del estamento universal (funcionarios que están tanto en la sociedad civil como en las
actividades estatales) estas emanaciones de la sociedad civil se hacen presentes en el estado. En esta pirámide hay un continuo ir y
venir de lo universal que se particulariza y lo particular que se universaliza en la forma del hacerse presente como otro de si y al
reconocerse como tal recomponerse en la identidad. Por ejemplo, el interés particular se hace otro de si (universal) en la figura de
su representante en el parlamento y se afirma como interés particular pero no egoísta sino de espíritu político universal alcanzando
su verdadera identidad.
La soberanía exterior (p.321)
P.322 La individualidad en cuanto exclusivo ser-por-si aparece como relación con otros estados cada uno de los cuales es
independiente frente a los otros. Esta independencia es la primera libertad y la honra más elevada de un pueblo.
El estado forma parte de una pluralidad de estados, no es un estado universal único porque el sentido propio del estado se auto
anularía si se las adscribiera a un estado universal. La relación que mantienen los estados entre si hay ausencia de un soberano
común, no hay ningún estado autorizado a ser autoridad respecto de todos los demás, de este modo, su relación es natural (en este
punto Hegel coincide con Hobbes y la mayoría de los modernos) y tiene como principio vertebrador el beneficio propio. Por ende las
relaciones mutuas son o bien pacificas o bien belicosas, dependiendo de la conveniencia porque si entra en peligro el propio estado
se va a la guerra. La tarea de interpretar las circunstancias pertenece al soberano y a los otros poderes que determinan que hacer
para conservar la integridad del estado.
Sobre la guerra: La guerra, para Hegel, recompone la eticidad, el espíritu ético del estado en tanto los ciudadanos se sacrifican por lo
universal. En la guerra lo universal patriótico prima sobre el interés egoísta es como un recuerdo que el espíritu le hace a los
miembros individualistas de la sociedad civil. En el p.324 aparece el deber de mantener con el sacrificio de su propiedad y de su vida
la independencia y soberanía del estado. En la observación agrega que se hace un cálculo equivocado cuando al exigir este sacrificio
se hace referencia al estado solo en el sentido de la sociedad civil y se considera como su fin último la seguridad de la vida y la
propiedad de los individuos, pues esa seguridad no puede alcanzarse con el sacrificio de aquello que debe ser asegurado, sino más
bien todo lo contrario. Respecto del momento ético de la guerra, en el mismo parágrafo: la guerra es la situación en la que se toma
en serio la vanidad de los bienes y de las cosas temporales y es el momento en que la idealidad de lo particular adquiere su derecho y
deviene realidad. La salud ética de los pueblos es mantenida indiferente frente a la solidificación de las determinaciones finitas, así
como el viento preserva al mar de la pereza en que caería con una permanente quietud, lo mismo que los pueblos con una paz
permanente. En épocas de paz se extienden los límites de la vida civil y esto tiene como consecuencia que los hombres se hundan en
el vicio. Sus particularidades se vuelven cada vez más solidas…
Ahora bien, la guerra entre estados es una guerra entre adversarios en pie de igualdad, no es una guerra total sino con limites. En el
p. 338 dice sobre esto que el reciproco reconocimiento de los estados como tales se mantiene inclusive en la guerra (…) esto
constituye un vinculo por el que cada uno de ellos vale para el otro como un existente en y por si, de manera tal que en la guerra
misma la guerra se determina como algo que debe ser pasajero (…) se conserva en ella la posibilidad de paz que implica que la
guerra no se dirija contra las instituciones internas, contra la pacifica vida privada y familiar ni contra las personas privadas.
Según Dotti Hegel no entiende bien las guerras que vive porque este carácter de recomposición puede ser válido para las guerras
del siglo XVII pero no para las guerras revolucionarias (por ejemplo las guerras napoleónicas) donde no hay un reconocimiento entre
iguales sino que son que son más bien una ruta definitiva a la guerra total de aniquilación (en al caso de Napoleón en nombre de la
humanidad)

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