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“Simeón dijo a María: mira este niño traerá a la gente de Israel caída y elevación, y a
una espada de dolor atravesará tu alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz
los pensamientos de los hombres.”
REFLEXIÓN
En la alegría y el orgullo de una madre que presenta a su hijo cumpliendo lo prescrito por
la ley, contrastan tremendamente las palabras del anciano Simeón profetizando que una
espada de dolor atravesaría su alma.
“El anuncio de Simeón - comentó San Juan Pablo II - parece como un segundo anuncio a
María, dado que le indica la concreta dimensión histórica en la cual el hijo cumplirá su
misión, es decir, en la incomprensión y en el dolor. Le revela también que deberá vivir el
sufrimiento su obediencia de fe al lado del Salvador que sufre, y que su maternidad será
oscura y dolorosa”.
Como el dolor de María fue un dolor purificador, el dolor de Cristo mediante su muerte
en la cruz fue un dolor redentor, el dolor que nos producen los sentimientos de cada día
deben convertirse también para nosotros en momentos de purificación.
Los medios de comunicación nos asaltan todos los días con anuncios dolorosos por el
sufrimiento de los hermanos desplazados, de los secuestrados, por las muertes violentas,
los pueblos asaltados, la paz de Colombia constantemente amenazada.
¡Virgen de los Dolores! Tú que apuraste el cáliz de la amargura, ayúdanos a ser capaces
de llevar esta cruz del sufrimiento y podamos acercarnos muy pronto al amanecer de un
día pleno de esperanza en el cual todos nos tratemos como hermanos.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SEGUNDO DOLOR
LA HUIDA A EGIPTO
“Después de marchar los magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le
dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te
avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.”
REFLEXIÓN
En medio de la pobreza, de las inclemencias del tiempo, hacia una tierra desconocida
tuvieron que viajar José y María con el niño Jesús para escapar de las crueles amenazas
del espíritu del mal que nos tienta constantemente para caer en pecado. En un mundo
pagano y materializado no fallan:
¡Señora de los Dolores! Nos hemos preparado durante toda la Cuaresma para vivir esta
Pascua en tiempos que nos piden estar más cerca de tú Hijo, haz que podamos
mantenernos en gracia, que la escucha y la práctica de la Palabra de Dios nos ayude a
huir de toda ocasión de pecado.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
TERCER DOLOR
LA PÉRDIDA Y HALLAZGO DEL NIÑO EN EL TEMPLO.
REFLEXIÓN
Que experiencia tan bella la que vivieron José y María con motivo de la pérdida de su
Hijo, pero al mismo tiempo que ejemplo tan maravilloso de paciencia y amor nos
brindaron cuando lo encontraron. José dejó que fuera el corazón de la madre quien
hablara, no regañaron al Hijo, solamente le dijeron: “tu padre y yo angustiados te
buscábamos.” En nuestra sociedad de hoy:
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
CUARTO DOLOR
MARÍA ENCUENTRA A SU HIJO EN EL CAMINO DEL CALVARIO
“Por el camino del Calvario lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se
golpeaban el pecho y se lamentaban por Él. Jesús volviéndose hacia ellas les dijo: Hijas
de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.”
REFLEXIÓN
Aquí: Jesús olvidando sus propios sufrimientos había consolado a las hijas de
Jerusalén.
Allá: una piadosa mujer había limpiado el polvo y la sangre que cubrían su rostro.
Más lejos: había caído bajo el peso de la cruz.
Y en la encrucijada de una estrecha calle, Ella y Él habían entrecruzado sus
miradas y habían entremezclado las lágrimas del sufrimiento.
La reflexión entorno al cuarto dolor de María nos invita a seguir el ejemplo del Señor de
buscar el bien de los necesitados y ser capaces de romper las barreras del odio que
separan: los clanes, las razas, los partidos y solo en esa medida seremos seguidores de
Cristo.
“El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”. Renunciar a los
bienes no significa prescindir del mundo ni de las realidades temporales, sino orientarlas
al Reino de Dios. Utilizar las cosas no egoístamente sino abierto a todo el que está
necesitado.
¡Santa María del Dolor! Consuélanos a todos, haz que todos comprendamos que la clave
de la felicidad está en tu bondad y en el seguimiento fiel de tu Hijo Jesús.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
QUINTO DOLOR
LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS Y MARÍA AL PIE DE LA CRUZ
“Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia
el lugar llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota. Allí lo crucificaron y con Él a
otros dos, uno a cada lado y en el medio Jesús.”
REFLEXIÓN
Experiencia dolorosa para una madre, presenciar la sentencia a muerte de su propio Hijo.
Quién podría soportar un dolor tan intenso. Sin embargo María, como soldado firme en el
frente de la batalla, permanecía al pie de la Cruz.
¡Nuestra Señora del Dolor! Colombia esta crucificada con tu Hijo y su dolor es nuestro
dolor. Que la Cruz de tu Hijo se levante como estandarte de esperanza, donde seamos
capaces de crucificar también nuestras pasiones, odios y rencores. Que por la Cruz
podamos llegar a la luz de la vida.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SEXTO DOLOR
MARÍA RECIBE EN SUS BRAZOS EL CUERPO SIN VIDA DE SU HIJO
REFLEXIÓN
¡María la Dolorosa! Así como recibiste el cuerpo de tu Hijo ya sin vida, haz que nosotros
recibamos la vida aceptando a tu Hijo que se nos da en la Palabra, en los Sacramentos y
en la Iglesia, recibiéndolo y comprometiéndose con El, demos testimonio de Él en todos
los ambientes donde nos encontremos y hagamos que muchos hermanos conozcan la
salvación.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SÉPTIMO DOLOR
EL CUERPO DE JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
REFLEXIÓN
Todo hombre y toda mujer que vive en pecado, siente como la salvación parece más
lejana y que la confianza en Cristo se le hace más incierta. Por el pecado nuestra vida se
hace más oscura y más amenazada. Aún más: por nuestros pecados, el prójimo y el
mundo se vuelven no solamente seductores, sino también extraños, misteriosos,
amenazantes. El continuo rechazo a Cristo ocasiona un estrago cada vez mayor a medida
que se va haciendo más explícito en la vida. Pero por el contrario, la explicita aceptación
de Cristo en la Gracia y en los Sacramentos es fuente de verdadera salvación.
¡Santísima Virgen de los Dolores! A lo largo y ancho de Colombia caminan los que
huyen de la guerra. En miles de veredas, en las calles de las ciudades y en casi todos los
caminos aparecen tumbas, cruces, estruendos de la muerte. Te presentamos, Oh Señora,
nuestra esperanza, lo mejor del corazón de nuestro pueblo, para que nos des la fuerza
resucitada de tu Hijo Jesús, y nos ayudes a construir la paz, la fraternidad y la
reconciliación, para que en Colombia crezca el árbol de la vida.
VERSÍCULO
R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
PARROQUIA SAN ANTONIO DE PADUA
LEGIÓN DE MARÍA