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PRIMER DOLOR

EL ANUNCIO DEL ANCIANO SIMEÓN

Del Evangelio según San Lucas (2, 34 - 35)

“Simeón dijo a María: mira este niño traerá a la gente de Israel caída y elevación, y a
una espada de dolor atravesará tu alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz
los pensamientos de los hombres.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

En la alegría y el orgullo de una madre que presenta a su hijo cumpliendo lo prescrito por
la ley, contrastan tremendamente las palabras del anciano Simeón profetizando que una
espada de dolor atravesaría su alma.

“El anuncio de Simeón - comentó San Juan Pablo II - parece como un segundo anuncio a
María, dado que le indica la concreta dimensión histórica en la cual el hijo cumplirá su
misión, es decir, en la incomprensión y en el dolor. Le revela también que deberá vivir el
sufrimiento su obediencia de fe al lado del Salvador que sufre, y que su maternidad será
oscura y dolorosa”.

Como el dolor de María fue un dolor purificador, el dolor de Cristo mediante su muerte
en la cruz fue un dolor redentor, el dolor que nos producen los sentimientos de cada día
deben convertirse también para nosotros en momentos de purificación.

Los medios de comunicación nos asaltan todos los días con anuncios dolorosos por el
sufrimiento de los hermanos desplazados, de los secuestrados, por las muertes violentas,
los pueblos asaltados, la paz de Colombia constantemente amenazada.

¡Virgen de los Dolores! Tú que apuraste el cáliz de la amargura, ayúdanos a ser capaces
de llevar esta cruz del sufrimiento y podamos acercarnos muy pronto al amanecer de un
día pleno de esperanza en el cual todos nos tratemos como hermanos.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SEGUNDO DOLOR
LA HUIDA A EGIPTO

Del Evangelio según San Mateo (2,13)

“Después de marchar los magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le
dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te
avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

En medio de la pobreza, de las inclemencias del tiempo, hacia una tierra desconocida
tuvieron que viajar José y María con el niño Jesús para escapar de las crueles amenazas
del espíritu del mal que nos tienta constantemente para caer en pecado. En un mundo
pagano y materializado no fallan:

 Las tentaciones de vivir una política sin principios.


 Las tentaciones de amasar una riqueza sin trabajar.
 Las tentaciones de mantener un comercio sin moralidad.
 Las tentaciones de mantener una educación sin carácter.
 Las tentaciones de vivir un placer sin responsabilidad.
 Las tentaciones de crear la ciencia sin humanismo.
 Las tentaciones de sostener una adoración sin sacrificio.

¡Señora de los Dolores! Nos hemos preparado durante toda la Cuaresma para vivir esta
Pascua en tiempos que nos piden estar más cerca de tú Hijo, haz que podamos
mantenernos en gracia, que la escucha y la práctica de la Palabra de Dios nos ayude a
huir de toda ocasión de pecado.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
TERCER DOLOR
LA PÉRDIDA Y HALLAZGO DEL NIÑO EN EL TEMPLO.

Del evangelio según San Lucas (2, 41 - ss.)


“Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús
cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al terminar los días de
la fiesta regresaron pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

Que experiencia tan bella la que vivieron José y María con motivo de la pérdida de su
Hijo, pero al mismo tiempo que ejemplo tan maravilloso de paciencia y amor nos
brindaron cuando lo encontraron. José dejó que fuera el corazón de la madre quien
hablara, no regañaron al Hijo, solamente le dijeron: “tu padre y yo angustiados te
buscábamos.” En nuestra sociedad de hoy:

 Se pierden los hijos desde el vientre de las madres por el aborto.


 Se pierden los hijos en la ignorancia sin estudio.
 Se pierden los jóvenes y adolescentes desempeñados a los abismos del vicio y de la
incredulidad por el internet, la TV, los periódicos, las revistas, el cine
pornográfico, los educadores sin Dios y el mal ejemplo de una sociedad que sólo
vive para el dinero y para el placer desenfrenado.
 Se pierden tantas jóvenes que ya no son joyas de vida en la virtud, con pulcritud
moral y con una fascinante personalidad cristiana, sino que hacen gala de su vida
libertina, de su coquetería lujuriosa, del desprecio de los mayores y de sus
hermosas tradiciones, del olvido de Dios y del abandono de los grandes valores.

¡Madre Dolorosa! Permítenos que en las dificultades de la vida podamos encontrarte, y


contigo, encontrar a tu hijo Jesús, para que sea siempre el camino, la verdad y la vida, sea
la razón de ser de nuestra existencia, el motivo en quien confiemos siempre nuestra
esperanza.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
CUARTO DOLOR
MARÍA ENCUENTRA A SU HIJO EN EL CAMINO DEL CALVARIO

Del evangelio según San Lucas (23, 27-28)

“Por el camino del Calvario lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se
golpeaban el pecho y se lamentaban por Él. Jesús volviéndose hacia ellas les dijo: Hijas
de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

A cada paso, en el camino y en las intrincadas calles de la Ciudad Santa encontraba


María los sangrientos rastros de la Divina Víctima:

 Aquí: Jesús olvidando sus propios sufrimientos había consolado a las hijas de
Jerusalén.
 Allá: una piadosa mujer había limpiado el polvo y la sangre que cubrían su rostro.
 Más lejos: había caído bajo el peso de la cruz.
 Y en la encrucijada de una estrecha calle, Ella y Él habían entrecruzado sus
miradas y habían entremezclado las lágrimas del sufrimiento.

La reflexión entorno al cuarto dolor de María nos invita a seguir el ejemplo del Señor de
buscar el bien de los necesitados y ser capaces de romper las barreras del odio que
separan: los clanes, las razas, los partidos y solo en esa medida seremos seguidores de
Cristo.

“El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”. Renunciar a los
bienes no significa prescindir del mundo ni de las realidades temporales, sino orientarlas
al Reino de Dios. Utilizar las cosas no egoístamente sino abierto a todo el que está
necesitado.

¡Santa María del Dolor! Consuélanos a todos, haz que todos comprendamos que la clave
de la felicidad está en tu bondad y en el seguimiento fiel de tu Hijo Jesús.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
QUINTO DOLOR
LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS Y MARÍA AL PIE DE LA CRUZ

Del Evangelio según San Juan (19, 17-18)

“Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia
el lugar llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota. Allí lo crucificaron y con Él a
otros dos, uno a cada lado y en el medio Jesús.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

Experiencia dolorosa para una madre, presenciar la sentencia a muerte de su propio Hijo.
Quién podría soportar un dolor tan intenso. Sin embargo María, como soldado firme en el
frente de la batalla, permanecía al pie de la Cruz.

La experiencia de la Cruz hoy nos muestra un Cristo:

 Crucificado en esas inmensas masas de colombianos ubicados por toda la geografía


de la patria, sin pan, sin techo, sin abrigo, sin protección, abandonados a la
intemperie de una economía que no rescata a los hombres ni los libera sino que los
deja perdidos en la impotencia y en la miseria como si no tuvieran dignidad ni
derechos humanos.
 Crucificado encontramos a Cristo en millares de hogares que fueron santificados
por el sacramento del matrimonio cristiano pero que son un infierno de desamor y
de infidelidad: hogares que dejaron esfumar el alma cristiana, en donde ya no se
ora ni se cumplen los Mandamientos de Dios, hombres y mujeres que terminaron
disolviéndose para instaurar una nueva vida de adulterio y de refinado paganismo.

¡Nuestra Señora del Dolor! Colombia esta crucificada con tu Hijo y su dolor es nuestro
dolor. Que la Cruz de tu Hijo se levante como estandarte de esperanza, donde seamos
capaces de crucificar también nuestras pasiones, odios y rencores. Que por la Cruz
podamos llegar a la luz de la vida.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SEXTO DOLOR
MARÍA RECIBE EN SUS BRAZOS EL CUERPO SIN VIDA DE SU HIJO

Del Evangelio según San Lucas (23, 50 - 53a)


“Intervino entonces un hombre bueno y justo llamado José, que era miembro del Consejo
Supremo, pero que no había estado de acuerdo con los planes ni actos de los otros. Era de
Arimatea, una ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. Se presentó, pues, ante Pilato y le
pidió el cuerpo de Jesús. Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

En el sexto dolor de María sentimos:

 El dolor de las familias desgarradas por la división, la indiferencia y el egoísmo.


 El dolor de la esposa incomprendida, despreciada y hasta golpeada moralmente por
su esposo.
 El dolor de los hijos vacíos de afecto, esclavizados y reprimidos por la autoridad
paterna.
 El dolor del obrero pisoteado en sus derechos, en su trato y en sus salarios.
 El campesino desplazado a la ciudad, víctima del acoso de la violencia para formar
cinturones de miseria con las trágicas consecuencias que conocemos por las
inclemencias del tiempo, ya sea del invierno o del intenso verano.
 El dolor de la sociedad vulnerada en lo más íntimo de su pudor por el mercado
infame de los antivalores de hoy: la pornografía y el materialismo.
 Es el mismo dolor del hombre inseguro en su fe y en búsqueda de Jesús.

¡María la Dolorosa! Así como recibiste el cuerpo de tu Hijo ya sin vida, haz que nosotros
recibamos la vida aceptando a tu Hijo que se nos da en la Palabra, en los Sacramentos y
en la Iglesia, recibiéndolo y comprometiéndose con El, demos testimonio de Él en todos
los ambientes donde nos encontremos y hagamos que muchos hermanos conozcan la
salvación.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
SÉPTIMO DOLOR
EL CUERPO DE JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO

Del evangelio según San Marcos (15, 43 - 47)


“Y ya al atardecer, como era la Preparación, es decir, la víspera del sábado, vino José de Arimatea,
miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar
donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Se extrañó Pilato de que ya estuviese muerto y, llamando al
centurión, le preguntó si había muerto hacía tiempo. Informado por el centurión, concedió el cuerpo a
José, quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un
sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro.”

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

María en su dolor y en su soledad, es el símbolo de la humanidad que llora y que busca lo


más grande y lo más importante que ha pisado nuestro universo: Cristo. La humanidad
camina en soledad porque ha pecado. El pecado es la soledad suprema, porque aparta al
hombre de Dios y al hombre del mismo hombre.

Todo hombre y toda mujer que vive en pecado, siente como la salvación parece más
lejana y que la confianza en Cristo se le hace más incierta. Por el pecado nuestra vida se
hace más oscura y más amenazada. Aún más: por nuestros pecados, el prójimo y el
mundo se vuelven no solamente seductores, sino también extraños, misteriosos,
amenazantes. El continuo rechazo a Cristo ocasiona un estrago cada vez mayor a medida
que se va haciendo más explícito en la vida. Pero por el contrario, la explicita aceptación
de Cristo en la Gracia y en los Sacramentos es fuente de verdadera salvación.

¡Santísima Virgen de los Dolores! A lo largo y ancho de Colombia caminan los que
huyen de la guerra. En miles de veredas, en las calles de las ciudades y en casi todos los
caminos aparecen tumbas, cruces, estruendos de la muerte. Te presentamos, Oh Señora,
nuestra esperanza, lo mejor del corazón de nuestro pueblo, para que nos des la fuerza
resucitada de tu Hijo Jesús, y nos ayudes a construir la paz, la fraternidad y la
reconciliación, para que en Colombia crezca el árbol de la vida.

VERSÍCULO

R/. Oh María, Madre nuestra, danos de tú dolor, para hacerte compañía en la muerte
de nuestro Dios.
PARROQUIA SAN ANTONIO DE PADUA

LEGIÓN DE MARÍA

LOS SIETE DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Basado en el documento publicado por la Diócesis de La Dorada - Guaduas

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