Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ELÉCTRICA Y ENERGÉTICA
UNIVERSIDAD DE CANTABRIA
ENERGÍA MAREMOTRIZ
La energía solar que incide anualmente sobre la superficie terrestre es del orden de 6. 10 14 MW hora.
Los océanos, con una superficie de 361 millones de km2 y un volumen de 1370 km 3, actúan como siste-
mas colectores y de almacenamiento, lo cual se manifiesta de diversas formas, olas (energía eólica), y
gradientes térmicos, gradientes salinos y corrientes marinas, (energía solar maremotérmica). Las más
estudiadas son las debidas a las mareas, olas y térmica marina, estando las de las corrientes y gradien-
tes salinos mucho menos desarrolladas.
A estas formas de energía hay que sumar la de las mareas (energía maremotriz) debida a la atrac-
ción gravitatoria de la Luna y el Sol, y a la rotación de la Tierra, 3.106 MW.
La marea es la fluctuación periódica del nivel de los océanos, debida principalmente a la atracción
gravitatoria de la Luna y en menor cuantía del Sol, (la Luna ejerce una atracción 2,2 veces la del Sol), y
al movimiento de rotación de la Tierra, (aceleración de Coriolis); otros factores son la forma y fisionomía
del relieve de las costas y del fondo, los fenómenos meteorológicos, etc.
La aceleración que produce el efecto de marea aumenta con la masa y disminuye con el cubo de la
distancia. Con relación a la Tierra, y teniendo en cuenta las distancias y las masas, sólo el Sol y la Luna
son capaces de producir mareas apreciables; el Sol, más distante, influye por su masa; la Luna, de
masa mucho menor, por su proximidad a la Tierra.
La masa del Sol es del orden de 27 millones la de la Luna, pero se encuentra 390 veces más lejos, por
lo que la contribución del Sol a la marea es 27.106/390 3 = 0,45 veces la contribución lunar.
El fenómeno es prácticamente idéntico, tanto si el punto sometido a
la acción de la marea, se encuentra orientado hacia el astro, como si
se encuentra en la parte opuesta.
La fuerza generadora de la marea Fa, lunar FL o solar F S, es peque-
ña, del orden de 10-7 veces la fuerza de gravitación, Fig 1. Para justi-
ficar los desplazamientos de importantes masas de agua, la fuerza
de atracción F a, (que no sigue la vertical), se puede descomponer en
dos, una vertical F v que influye muy poco en la gravedad, del orden
de 10 -7, mientras que la componente horizontal Fh es comparable a
otras fuerzas horizontales como el gradiente horizontal de las aguas
Fig 1.- Fuerza generadora de la marea
de diferente densidad, la acción del viento o la aceleración de Coriolis,
1
distinguiéndose de éstas en que actúa sobre grandes distancias horizontales, en profundidad, provocando
el desplazamiento de masas de agua de un hemisferio a otro, produciendo acumulaciones y sustraccio-
nes de agua y, por consiguiente, las elevaciones y depresiones del nivel del mar. Como la cantidad de
agua del mar es constante, a esta elevación corresponderán descensos en lugares situados a 90º de dife-
rencia en longitud.
La fuerza centrífuga originada por el movimiento de rotación de la Tierra al recorrer su órbita alrede-
dor del cdg del sistema Tierra-astro es la misma en cualquier punto del planeta, ya que no depende de la
distancia. La fuerza centrífuga aumenta la altura del nivel del mar que está más lejos de la Luna, al
tiempo que desciende el nivel del mar en la parte contraria.
La causa de las mareas deriva de la aplicación de las dos fuerzas, atractiva y centrífuga, que en el
cdg de la Tierra se neutralizan, es decir, la atracción de la Luna queda compensada por la fuerza centrí-
fuga engendrada por la revolución en torno al centro de gravedad del sistema Tierra-Luna, ya que de no
ser así, la atracción provocaría un acercamiento progresivo entre ellas.
Fig 2.a.b.- El efecto de la fuerza atractiva (a) y centrífuga (b) sobre las masas de agua
En un punto cualquiera de la superficie terrestre, cuando el astro está por encima del horizonte, la
fuerza atractiva por él ejercida es más fuerte que cuando está por debajo del horizonte, en que es la
fuerza centrífuga la que predomina. Si la Tierra no girara alrededor de su eje, las mareas serían estáti-
cas.
Gracias a la rotación de la Tierra se obtienen, en cada punto del océano, cada día, dos pleamares y
dos bajamares, lo que se conoce como marea de tipo semidiurno.
Cuando el punto esté situado en una latitud importante y el ángulo que forma el astro atractivo con
el plano del Ecuador es igualmente elevado, el astro no alcanza el horizonte, lo que implica la pérdida de
una pleamar y una bajamar por día, es decir sólo hay una pleamar y una bajamar al día, lo que se
conoce como marea de tipo diurno.
Las mareas son las ondas más largas del océano, con períodos del orden de 12 a 24 horas y longitu-
des de onda comparables con la longitud de la circunferencia terrestre en el Ecuador.
Si el punto superficial (o las masas de agua) está frente al astro la atracción sobre dicho punto será
mayor que la experimentada por el centro de la Tierra, es decir, la atracción predomina sobre la fuerza
centrífuga, estando dirigida la fuerza hacia el astro.
Si el punto superficial se encuentra en la parte opuesta, la atracción sobre el mismo es inferior a la
atracción sobre el centro y, por tanto, predomina la fuerza centrífuga, estando sometido a una fuerza
2
que le impulsa en sentido contrario al astro. Esto viene relacionado con el hecho de que en estos puntos,
el astro (principalmente la Luna) no es capaz de generar una fuerza centrípeta suficiente para mante-
ner las masas de agua en una órbita con velocidad igual a la del centro de la Tierra, por lo que se pre-
senta un defecto de aceleración respecto al centro de la Tierra que hace que las masas de agua tiendan a
quedarse rezagadas respecto a éste, provocando un efecto equivalente al de una pequeña aceleración
que trataría de expulsar el agua al lado opuesto al que se encuentra el astro.
En ambos casos el punto (o las masas de agua), tiende a alejarse de la Tierra.
Las mareas están sometidas a una fluctuación rítmica de su nivel y a una fluctuación en forma de
corrientes, como son:
a) La corriente que acompaña a la llegada de la pleamar, máxima elevación, que se conoce como flujo
b) La corriente que acompaña a la aparición de la bajamar, mínima elevación, que se conoce como reflujo y es
más breve en tiempo que la primera.
Cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados, las mareas son mayores, y se conocen como
mareas vivas (marea de sicigias); si estos astros forman un ángulo de 90° las mareas son más reducidas
y se conocen como mareas muertas.
Análisis armónico de las mareas.- La variación del nivel del agua del mar observado durante una
marea u onda total, viene dado por la suma de muchas ondas senoidales simples del tipo:
h = a cos ( w t + ϕ)
4
en la que:
w depende de las condiciones astronómicas, siendo constante en todo momento y lugar
a es la amplitud de la marea y la fase de cada onda, que no dependen de las condiciones astronómicas y que son
variables de un lugar a otro.
Cuando se conocen se puede establecer la evolución de la marea para cada lugar y tiempo.
En el mundo, como hemos indicado, existen un número limitado de lugares donde es posible la explo-
tación de la energía de las mareas; para ello se requiere de un amplitud de marea mínima de 5 metros, de
una bahía, ría o estuario lo suficientemente amplio para que la cantidad de agua a trasvasar durante
las mareas sea grande y de la facilidad de construir un dique que separe el estuario del mar, para conte-
ner y cerrar el paso del agua. El estuario se llena durante la pleamar y se vacía durante la bajamar a
través de unas turbinas y compuertas auxiliares.
La energía que teóricamente se puede extraer en un ciclo de marea, es función de la superficie del
embalse artificial A(z) y de la amplitud a de la marea, diferencia entre los niveles de pleamar y bajamar.
La energía cedida por el embalse durante el vaciado en la bajamar, es:
a
E embalse = γ
∫0
A(z) z dz
siendo la energía potencial estimada para un ciclo de marea de 6,2 horas de la forma:
a
E = E embalse + E mar = γ a
∫ 0
A(z) dz = γ a V = γ a 2 A = 226 A a 2 kW
en la que z es la altura del agua embalsada en metros (0 < z < a) A es la superficie del embalse en km2 y
V el volumen del embalse en m3.
Si el embalse se llena por la acción de la pleamar y por bombeo, se obtiene:
a a*
E mar = γ
∫0
A(z)(a - z) dz + γ
∫a
A(z*)(z*- a) dz
siendo:
z* la altura del agua embalsada con bombeo auxiliar, a < z* < a*
a* la altura máxima del embalse
A(z*) la superficie del embalse con bombeo
V* el volumen del embalse con bombeo
5
En estas expresiones no se ha tenido en cuenta el rendimiento de la maquinaria y sólo se pretende
obtener un límite superior de las posibilidades de la central; también habría que tener en cuenta, que el
dique modificará la longitud inicial del estuario y, por tanto, la amplitud de la marea variará en más o en
menos con respecto a la que existía antes de la construcción de la central.
Teniendo en cuenta que el número limitado de lugares idóneos para que la instalación sea efectiva
(amplitud de marea superior a 5 m), elimina prácticamente el 90% de la energía teórica disponible esti-
mada en 3.106 MW, que la disipación de energía por rozamiento es del orden de 1 W/m2 y que una central
maremotriz tiene un rendimiento máximo del 25%, implica que sólo se podrían aprovechar unos 75.000
MW correspondientes a las mareas en el litoral, lo que representa una fracción muy pequeña.
Suponiendo un funcionamiento de 12 a 14 horas al día, se vería reducido a 40.000 MW ó 1,75.105
GWh año, equivalentes al ahorro de 2,4.108 barriles de petróleo; (la potencia transmitida del océano
Atlántico a la Mancha se ha evaluado en 180.000 MW, y al Mar del Norte en 23.000 MW).
Los ejemplos más claros de viabilidad económica a nivel mundial y que ofrecen los mejores resulta-
dos para el diseño y proyecto de una central hidroeléctrica maremotriz están basados en el almacena-
6
miento de agua en el embalse que se forma al construir un dique, con compuertas y turbinas, en una
bahía, cala ría o estuario. El agua que proporciona la ría prácticamente no interviene en la generación
de energía
CICLO DE SIMPLE EFECTO.- Se dispone de un embalse único, Fig 6, siendo los modos operativos los
siguientes:
- Generación durante el reflujo de la marea, (bajamar). El llenado del embalse se efectúa con las com-
puertas abiertas y el vaciado con turbinación
- Generación durante el flujo, (pleamar). El llenado del embalse se efectúa con turbinación y el
vaciado con las compuertas abiertas. Es menos eficiente que el anterior; porque el embalse trabaja con
niveles más bajos y la capacidad de almacenamiento es menor. En consecuencia generan sólo durante
la bajamar, vaciándose el embalse, o sólo durante la pleamar, llenándose el embalse; estas operaciones
requieren de una turbina hélice de flujo axial y alta velocidad específica.
Durante el vaciado del embalse se realiza lo siguiente:
a) Cuando sube la marea se abren las compuertas y el embalse se
llena.
b) Cuando comienza a bajar la marea se cierran las compuertas y
se espera un tiempo, del orden de 3 horas, para alcanzar una dife-
rencia de nivel adecuada entre el mar y el embalse.
c) A continuación, durante 5 ó 6 horas, se hace pasar el agua por
Fig 6.- Ciclo de simple efecto; embalse único
las turbinas generando energía eléctrica.
En los ciclos de simple efecto que funcionasen con vaciado del embalse sólo se generaría energía,
cada día, durante dos períodos de unas 10 a 12 horas en total, que además se irían produciendo en horas
diferentes cada día.
Si el turbinaje se realizase durante el llenado del embalse, Fig 7c, los tiempos de generación serían
menores, del orden de 4 a 5 horas, con tiempos de espera o de bombeo de 3 horas; en total funcionarían
entre 8 y 10 horas diarias. Centrales de Fundy y Kislaya.
Mar Embalse
7
Nivel del embalse con bombeo
Tiempo en horas
Nivel de la marea
Funcionamiento Vaciado
4 h Espera o bombeo Funcionamiento
3 h 4 h Vaciado
Tiempo en horas
CICLOS DE ACUMULACIÓN POR BOMBEO.- Generan energía con ambas mareas y disponen de
algún tipo de almacenamiento por bombeo, lo que obliga a utilizar turbinas que sean capaces de funcio-
nar no sólo como tales, sino también como bombas, cuando sean accionadas por los alternadores.
El nivel de generación y la flexibilidad operativa se mejoran, lo que proporciona una mayor eficiencia
económica, es decir, permiten un aprovechamiento más racional y rentable de la central, pudiendo llegar
el aumento en la generación al 10%. Las turbinas tienen un coste mayor, y sería necesario incluir, a
veces, un equipo para el arranque de la bomba, ya que en algunas situaciones, como se ha comprobado
en el Rance, no arrancarían por sí solas. La experiencia confirma que es más económico y ambiental-
mente aceptable limitar la generación a la fase de reflujo, bajamar, ya que la carrera de marea en el
embalse estaría entonces dentro de la mitad superior de la que existía previamente.
La central de la ría del Rance en Francia es la primera y única central de potencia en el mundo de
este tipo, y en ella se impuso la utilización de una tecnología totalmente nueva en el campo de las turbi-
nas, como fue la de las turbinas bulbo reversibles, en las que el tiempo de funcionamiento y la experien-
cia acumulada han delimitado algunas de sus funciones, como el turbinaje inverso reducido a menos del
10% del directo por problemas, a nuestro entender, de malfuncionamiento de la turbina y del alternador,
y reduciendo a cero el bombeo inverso, del embalse al mar..
9
Para aumentar el tiempo de explotación de la central, las turbinas Bulbo han sido diseñadas para
poder ser utilizados como bombas, de forma que cuando el nivel del mar está próximo al del embalse, el
llenado de éste se puede acelerar e incrementar bombeando agua del mar, lo que permite el que las turbi-
nas puedan funcionar durante el reflujo con mayor carga y más tiempo. El sistema de bombeo-turbinaje
permite aumentar la generación en función de las necesidades de la red eléctrica, ya que como bomba
pueden impulsar al embalse entre 1 y 2 m por encima del nivel de la pleamar, altura que en el turbinaje
directo se transforma en 6 ó más metros, con la consiguiente ganancia de energía, hecho que no sucede
en las centrales hidroeléctricas con bombeo.
CICLOS MÚLTIPLES.- Utilizarían varios embalses, con lo que se podría generar energía de una
forma más continua a lo largo del día; serían más caros, pues exigirían una obra civil muy costosa, Fig
11 y 12, lo que les ha hecho prácticamente inviables.
El proyecto Cacquot en la bahía del Mt-St-Michel, con mareas de 15 m de amplitud, implicaba
diques de 55 km con alturas de 30 a 40 m para almacenar en 2 estanques de 1100 km2, caudales que
penetrarían por las compuertas a razón de 500.000 m 3/seg, generando entre 30 y 40 TWh año, apoyán-
dose en las islas Chausey. Se estimó en 10 años su construcción, pero fue abandonado.
C A compuerta de llenado del estanque alto, C B compuerta de llenado del estanque bajo,
C T compuertas de las turbinas, T turbinas
Fig 11.- Diseño de esquema de ciclos múltiples Belidor para las Islas Chausey
Mar
Central
Tierra
Estanque
bajo
Estanque
alto
Islas Central
Estanque alto
Estanque bajo
Disposición Cacquot
Fig 12.- Diseño de esquema de ciclos múltiples Cacquot para las Islas Chausey
10
El proyecto Belidor, o Contentin Oeste, implicaba 2 estanques de 100 km2 cada uno, situados al N de
las islas Chausey con una longitud de diques de 69 km y una potencia instalada de 1440 MW, 36 grupos
de 40 MW y una potencia anual de 5300 GWh.
Tendencias de desarrollo.- Las nuevas tendencias para desarrollar estos aprovechamientos energéti-
cos están influenciadas por algunos aspectos que han ido surgiendo en los últimos años, relacionados,
por ejemplo, con el propio entorno de la central, que tiene que permitir combinar la energía maremotriz
con otras tecnologías de generación energética, como la hidroeléctrica, térmica, eólica,...etc. Hay que
tener en cuenta que muchos de los mejores emplazamientos están muy alejados de los centros de consu-
mo, Tabla 2, lo que obligaría a transportar la energía producida a considerables distancias. En esta situa-
ción el transporte en corriente continua en alta tensión ofrecería unas prestaciones notables, pudiéndose llegar
hasta 10.000 km con pérdidas del 3% cada 1.000 km, lo que permitiría conectar la energía de las
mareas generada en emplazamientos remotos en las redes eléctricas principales.
Aspectos económicos.- Entre los aspectos económicos destaca el elevado coste del kW instalado, (en
1985 era del orden de las 250.000 ptas/kW generado).
Los factores que inciden negativamente en el coste de la central son la propia obra civil de construc-
ción del dique, que supone más de la mitad del coste de la planta, con lo que la elección de un lugar ade-
cuado que permita un ahorro en infraestructura, compatible con una buena amplitud de marea, es fun-
damental. A ésto hay que añadir la larga duración del proceso constructivo de la central, entre 5 y 15
años en el caso más favorable, y el bajo factor de carga estacional, entre el 22% y el 35%, debido a las
variaciones de la amplitud de la marea, (mareas vivas y muertas).
Entre los factores que inciden positivamente hay que citar el bajo coste de operación y mantenimien-
to, inferior al 0,5% y la alta disponibilidad, superior al 95%, que está relacionada con el elevado número
de grupos. Es importante el tener presentes otros efectos distintos de los energéticos, que pueden mejo-
rar el entorno y la viabilidad de un proyecto de esta naturaleza.
Antecedentes.- La utilización de las mareas como fuente de energía se remonta a los molinos de marea,
de los que en el Reino Unido se tienen noticias desde el siglo XI. Los primeros molinos de marea aparecie-
ron en Francia, y estaban instalados en el centro de un dique que cerraba una ensenada; así se creaba
un embalse que se llenaba durante la pleamar por medio de unas compuertas y durante la bajamar el
agua salía y accionaba una rueda de paletas. La energía se obtenía una vez por marea. Hoy en día pue-
11
den verse algunos de estos molinos en las costas normandas y bretonas francesas, y en el Cantábrico.
A finales del siglo XIX el progresivo desarrollo de los sistemas eléctricos y el tamaño creciente de las
centrales generadoras de energía eléctrica motivaron el abandono progresivo de las fuentes de energía
de carácter local, entre otras los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos y los molinos de marea.
Se sabe que el primero que estudió el problema del aprovechamiento de la energía de las mareas, y
que ideó un sistema que permitía un aprovechamiento continuo de dicha energía, empleando para ello
dos cuencas o receptáculos conjugados, fue el francés Belidor, (Proyecto de las islas Chausey). Las teo-
rías expuestas por Belidor no quedaron en el olvido, y la idea de aprovechar la energía de las mareas sólo
quedó aparcada hasta que se acometió el proyecto de resolver definitivamente el problema; otros inge-
nieros franceses proyectaron una central maremotriz en el estuario de Avranches, que consistía en un
dique que cerraba el estuario y aprovechaba la energía de la marea en las correspondientes turbinas; los
estudios para este proyecto estaban listos en 1923, pero el proyecto fue abandonado.
Otros países interesados en estudiar las posibilidades de emplear la energía de las mareas para la
producción de energía eléctrica fueron Estados Unidos y Canadá. Sus primeros estudios se remontan al
año 1919 y posteriormente deciden la implantación de una central maremotriz en la frontera de ambos
paises, en la bahía de Fundy, en el río Annápolis, que ofrece mareas, en la región de Minas Basin, con
amplitudes de hasta 20 metros y corrientes de marea de hasta 3 m/seg. Sin embargo, los estudios sobre
la central fracasaron y cuando se reemprendieron nuevamente en 1964 se pensó en construir dos cen-
12
trales maremotrices de una potencia de 500 MW, que trabajarían conjuntamente con una central hidro-
eléctrica de 750 MW. En 1965 Canadá realiza nuevos estudios bajo supervisión francesa, proyecto
Sogreah, para la instalación de una central de potencia en la bahía de Minas Basin, contemplándose en
este proyecto la introducción de los grupos Straflo con alternador periférico. En principio, estos proyec-
tos no tuvieron una buena acogida, debido a que en ésa época todo el mundo pensaba que el petróleo
podía seguir siendo la forma más rentable de generar energía; sin embargo, dado el giro que tomaron los
precios de los crudos y su inestabilidad, hizo pensar que la energía maremotriz podía ser una energía
alternativa de futuro, competitiva con la energía nuclear, teniendo en cuenta su carácter inagotable y
su poca influencia sobre el medio ambiente; algunos paises ya la han introducido en sus planes de des-
arrollo energético, aunque sin muchas expectativas de futuro.
Desventajas.- Impacto visual y estructural sobre el paisaje costero, localización puntual que depende
de la amplitud de las mareas, traslado de energía muy costoso, efecto negativo sobre la flora y la fauna
aunque con el tiempo aparecen nuevas especies, limitada, etc.
REALIZACIONES
1) Central del RANCE.- La primera y única tentativa para el aprovechamiento de la energía de las
mareas se realizó en Francia, en la ría del Rance, en las costas de Bretaña; en esta zona la amplitud de
la marea puede alcanzar máximos de 13,5 metros, una de los mayores del mundo.
El volumen de agua de mar que puede penetrar en el estuario es del orden de 20.000 m3/seg.
Un dique artificial cierra la entrada de la ría y una esclusa mantiene la comunicación de ésta con el
mar, asegurando la navegación en su interior.
Todos los elementos de la central maremotriz como, generadores eléctricos, máquinas auxiliares,
turbinas, talleres de reparación, salas y habitaciones para el personal, están ubicados entre los muros
del dique que cierra la entrada del estuario.
Fue acabada en 1967 y funciona con un ciclo de doble efecto con acumulación por bombeo. Su dique
tiene 700 m de largo, 24 m de ancho y 27 m de alto (15 sobre el nivel medio del mar), 6 compuertas de 15
m de longitud y 10 m de altura y una esclusa que comunica, para pequeños barcos, el mar con el estua-
rio.
Mar
-5m
-9m -4m
Islote de
Esclusa
Chalibert
Turbinas
Compuertas
13
Los inconvenientes del dique son que bloquea la navegación, impide la emigración de los peces, modi-
fica el tamaño y localización de la zona entre mareas, así como el régimen de mareas aguas arriba. El
embalse tiene una superficie de 20 km2 y una capacidad de 186 millones de m3 entre pleamar y baja-
mar, es decir, el agua que se puede aprovechar en las turbinas.
Las turbinas Bulbo son axiales y fueron diseñadas para funcionar en los dos sentidos de marea; tie-
nen el alternador de 64 polos en la prolongación del eje, alojado en el interior de un bulbo, y aprovecha
saltos de pequeño desnivel y gran caudal, (el bulbo va instalado aguas arriba del rodete en T.D.); su regu-
lación se efectúa mediante un distribuidor de 24 álabes directrices orientables que dirigen el agua hacia
los álabes también orientables del rodete, para conseguir siempre que sea posible un rendimiento
máximo y una velocidad sincrónica, pudiendo funcionar también como bomba. La central posee 24 tur-
binas bulbo de 10 MW, (caudal máximo 275 m3/seg en turbinaje directo). Cada unidad de explotación
está compuesta por 4 turbinas que funcionan simultáneamente y tienen en común un cierto número de
dispositivos anexos para su control y la excitación de los alternadores.
La energía neta generada a lo largo del año es del orden de 550 GWh, (500 GWh en turbinaje directo
y 50 en turbinaje inverso), equivalente a 3.105 barriles de petróleo, de la que se ha deducido la energía de
65 GWh consumida en el bombeo, (un 10% de la energía generada). Sus gastos anuales de explotación
en 1975 eran competitivos con los de las plantas hidroeléctricas convencionales.
2) Central de KISLAYA. (Kislogubskaya).- Ubicada en el mar de Barentz, Rusia; empezó a funcionar
como planta piloto en 1968, siendo la segunda del mundo de esta clase; dispone de 1 turbina bulbo de 0,4
MW. Los módulos de la sala de máquinas y del dique fueron fabricados en tierra y llevados flotando al
lugar elegido; fue concebida como banco de ensayos para la instalación maremotriz de Penzhinsk, pro-
yecto que en la actualidad ha sido olvidado.
La marea es semidiurna, con una velocidad de 3,6 m/seg. Amplitud media de 2,4 m, en el intervalo de
14
1,1 m y 4 m. El embalse de 1,1 km2, tiene dos depresiones de una profundidad de 36 m separadas una de
otra por una zona de 3 m de profundidad
3) Central de la bahía de FUNDY.- Está ubicada en el río Annápolis, en la frontera (USA-Canadá); la
amplitud máxima de la marea puede alcanzar 15 metros.
Fig 16.a.b.- Entorno de la central de Annápolis (a) y de la bahía de Minbas Basin (b)
Caudal: 408 m 3 /seg ; Nº de palas 4 ; Salto , entre 1,4 y 7,1 m ; Altura nominal 5,5 m
Turbina:
Nmáx = 20 MW; Nnominal = 17,3 MW ; n = 50 rpm.
N nominal = 19,2 MVA (potencia aparente, composición vectorial de la activa más la reactiva )
Alternador: N máx = 22,25 MVA; factor de potencia= 0,9
Frecuencia = 60 Hz ; n º de fases= 3 ; Nmero de polos: 144
CENTRALES EN ESTUDIO
1) Proyecto de las islas CHAUSEY (Bahía de Saint Michel).- La central ya comentada al definir los ciclos
múltiples, estaría ubicada en la bahía de Avranches, Francia. La inversión sería gigantesca.
2) Central de la bahía de KISLAYA.- Situada en la península de KOKA, entre el mar Báltico y el mar de
Barentz, Rusia. La amplitud de la marea es de 7 metros. Constaría de dos diques, con una longitud total
de 7 km, 22 compuertas y 60 turbinas Bulbo de 6 MW, en total 360 MW.
3) Central de la bahía de MEZEN.- En el mismo entorno que la anterior, la amplitud de la marea llega a
ser de 9 metros; tendría un dique de 17 km, cerrando un embalse de 2.650 km2, una potencia de 17 GW
y una producción de 25 TWh/año. La marea es semidiurna con una amplitud de 10 m
4) Central de la bahía de FUNDY.- El gobierno canadiense ha estudiado una serie de posibles localiza-
ciones para construir un dique comercialmente viable, en Minas Basin; de dar resultado la turbina Stra-
flow, se podría construir una gigantesca central maremotriz de 5,5 GW, con un caudal de 55.000 m3/seg.
El nivel medio de la marea es de 12 m; marea máxima 18 m. El nivel medio de la marea se eleva a razón
de 3,1 cm/minuto. El flujo total de mareas podría generar 400 GWh. A la entrada de la bahía del Fundy,
en el golfo del Maine, los Estados Unidos tienen planeado construir una central experimental de 12 MW
con 2 turbinas de 6 MW
16
5) Central de la bahía de TUGUR.- Situada en el mar de Okhost, con una amplitud de marea máxima
del orden de 8 metros; con un embalse de 1.850 km2 y un dique de 36 km generaría 8 GW o 20 TWh/año.
La marea es semidiurna, con una amplitud media de 9 m. Utilizaría un nuevo modelo de turbina ortogo-
nal de doble efecto, Fig 20, parecida a los rotores eólicos de eje vertical tipo Giromill, con 3 perfiles aerodi-
námicos
18,5
-5
-14,5
-21
15,5
6) Central de la bahía de PENZHINSK.- Predomina la marea de componente diurna, con una amplitud
media de 13,5 metros. Se idearon dos proyectos que fueron abandonados: Uno, al Norte, con un dique de
31,5 km de longitud que cerraría un embalse de 6800 km2 y generaría 35 GW.
Otro, al Sur, con un dique de 72 km que cerraría un embalse de 20000 km2 y generaría 100 GW.
7) Central del estuario del SEVERN.- Gran Bretaña proyectó construir una central maremotriz en el
estuario del río Severn, cerca de Bristol, en el que la marea llega a alcanzar una amplitud de 16 m; se
consideraron dos posibles ubicaciones; la que parecía más favorable, denominada Cardiff-Weston, supo-
nía construir un dique de 16,3 km entre Brean Down y Lavernok Point y conformar un embalse de 500
km2, para emplazar 216 turbinas Straflo de 40 MW, (8640 MW), con una producción prevista de 7,5
GW ó 14,4 TWh/año, suficiente para cubrir el 6% del consumo nacional; se tardaría en su ejecución unos
17
13 años y daría trabajo en ese tiempo a 44.000 personas, pero el pro-
yecto fue rechazado debido a su impacto en el ecosistema y a que no
parecía muy rentable económicamente por cuanto en la zona donde
iría ubicada existen algunas centrales térmicas.
Proyecto de Mersey: Dique de 2 km; potencia 700 MW
La evolución de ideas hasta llegar al concepto de los grupos bulbo de las centrales maremotrices,
parte del hecho de que fueron concebidos para ser utilizados en cuencas fluviales de grandes caudales; el
nacimiento oficial de los grupos bulbo tiene lugar el 27 de diciembre de 1933, adquiriendo el derecho de los
mismos Arno Fisher, que en 1936 inaugura los dos primeros grupos de flujo axial de Rostin, Fig 22, en el
río Persante.
El flujo axial comporta una serie de ventajas, como:
a) Una mejor distribución de velocidades del agua sobre las palas, lo que permite un aumento del caudal específi-
co, y de la potencia específica, o lo que es lo mismo, una reducción del diámetro para un caudal dado o para igual
potencia en comparación con los de eje vertical, Dvert = 1,15 Daxial
b) La disminución de pérdidas de carga a la entrada y salida lo que implica una mejora en el rendimiento
c) La mejora sobre la cavitación debida a las condiciones del flujo que aumenta la velocidad de rotación lo que
conduce a un alternador más económico.
d) Esta disposición se acompaña de una simplificación y reducción del volumen de la obra civil, así como del coste
de las obras.
Sin embargo, y a pesar de estas mejoras, no se tenía clara la ubicación del alternador, y los cons-
tructores se encontraron con tres alternativas para la instalación del alternador, que podía ir colocado
en el exterior , en la periferia o en el interior del conducto.
Grupos con el alternador en el exterior.- Esta disposición da lugar a los grupos tubo; la idea, Neyrpic,
data de la construcción de la primera presa de Asuán en 1927, pero nunca se han conseguido grandes
resultados a causa de la aparición de vibraciones.
18
H = 3,75 m ; Q = 6,3 m3 /seg ; N = 195 kW ; n = 250 rpm ; Diámetro del rodete = 1,35 m
Fig 23.- Grupo Bulbo de Röstin 1936. (Se construyeron 2 grupos)
Grupos con el alternador en la periferia.- La idea proviene del ingeniero americano, Leroy Harza, Fig 24,
y data de 1919, completada en 1924; las palas hélice juegan el papel de brazos del rotor lo cual hace que
si éstas se construyen orientables, los problemas mecánicos sean importantes.
Los polos magnéticos inductores del alternador se encuentran unidos solidariamente a la periferia del
rodete de la turbina y giran con él.
19
En Baviera tuvieron lugar las primeras realizaciones de Escher Wyss (Ravensburg), con palas fijas;
las fugas en las juntas de estanqueidad causaron dificultades, resueltas en la actualidad, siendo la dura-
ción de las juntas superior a las 20000 horas de funcionamiento.
Los rusos también lo utilizaron en la central de Ortachalsk, pero al ser los grupos de grandes dimen-
siones, 6,3 MW, H = 10,5 m, D= 3,3 m, encontraron muchas dificultades que les hicieron abandonar la
explotación. El desarrollo de estos grupos limita el diámetro del rodete y la capacidad operativa ya que
las palas son orientables; la turbina Straflo de Fundy, más moderna, pertenece a este tipo de turbinas
con el alternador en la periferia.
Grupos con el alternador en el interior.- Son los que se emplean actualmente en las turbinas Bulbo,
datan de 1933 y aunque a priori fueron mal aceptados, acabaron imponiéndose.
Al finalizar la 2ª Guerra Mundial, Francia se interesa por la adopción de grupos reversibles maremo-
trices y grupos para pequeños saltos; su empleo en las centrales maremotrices se debe fundamental-
mente a las condiciones de doble sentido de funcionamiento y a la necesidad de su empleo en funciones
de bombeo para aumentar el nivel del embalse, Fig 26.
Este tipo de funcionamiento originó problemas en los sistemas eléctricos que implicaron una dismi-
nución del tamaño del alternador, y en el sistema de refrigeración por aceite a presión, y evitar las
entradas de agua en el recinto sumergido del alternador, lo que indujo a construir un grupo único
(turbina-alternador), siendo en este momento cuando nacen los auténticos grupos Bulbo de aplicación
exclusiva en las centrales maremotrices, reversibles y bombeo, que tienen como características princi-
pales:
a) Paso del agua axial
b) Funcionamiento en los dos sentidos y posibilidad de actuar como bomba tanto para el llenado como el vaciado
del embalse.
La primera generación de turbinas Bulbo fueron las del tipo Castet, con un diámetro de rueda infe-
rior a 2 m; con ellas se dio un paso decisivo en el conocimiento y resolución de los numerosos problemas
que se fueron presentando, tanto hidráulicos como mecánicos.
En la elección de las turbinas se deben considerar una serie de aspectos específicos de este tipo de
instalaciones, entre los que cabe citar:
- Saltos pequeños
- Variabilidad en el salto y en el caudal
20
- Frecuencia de arranques y paradas
- Requisitos para bombeo o para generación bidireccional.
LOS PEQUEÑOS Y MEDIOS BULBOS.- Los grupos bulbo tienen interés en minicentrales hidráulicas
para aprovechar saltos pequeños con caudales relativamente pequeños; se pueden presentar tres tipos
de disposiciones función de las condiciones locales, como grupos en sifón, en cámara de agua y en con-
ducto.
Los grupos en sifón, Fig 27 y 28 se emplean para saltos de 1,5 a 3 m con caudales del orden de 15
m3/seg, (microcentrales), estando sus potencias entre 50 y 300 kW. La disposición del sifón no impone el
tener que recurrir a la técnica del bulbo, ya que el alternador puede estar situado en el exterior del con-
ducto, bien al aire libre o sumergido.
Los grupos en cámara abierta son para caudales del orden de 10 a 15 m3/seg, aunque excepcionalmente
pueden alcanzar 28 m 3/seg, siendo las alturas del salto generalmente superiores a las de sifón. El bulbo
está inmerso en el agua de forma que ésta ataca directamente al distribuidor y al rodete.
Otro modelo de características parecidas, aunque todavía de mayor salto, lo constituye los grupos en
conducto, cuya principal característica es su sencillez, pues se confunden la presa y la central en una
única obra, Fig 31; el bulbo va aguas abajo.
Fig 28.- Grupo Bulbo con depósito de agua y sifón aguas arriba
21
H = 7,8 m ; Diámetro del rodete d = 1,65 m ; Q = 12,5 m3 /seg ; N = 810 kW ; n = 250 rpm
Fig 29.- Turbina Bulbo instalada en cámara de agua (Castet) (1954)
Fig 30.- Turbina Bulbo moderna con cámara abierta instalada en un dique
Q = 7,5 m 3 /seg ; H = 15,5 m ; N = 0,8 MW ; n = 500 rpm ; Diámetro del rodete d = 1,12 m
La búsqueda de turbomáquinas que funcionen como turbina y como bomba, en ambos sentidos, con
conductos hidráulicos de formas simples y económicos, tendentes a mejorar la rentabilidad de las mini-
22
centrales hidráulicas y las centrales maremotrices, condujo a la puesta a punto de los grupos Bulbo;
para ello se han utilizado turbinas axiales, que requieren conductos hidráulicos de formas simples y
dimensiones reducidas, que permiten un aumento de la potencia específica y una reducción del costo de
la obra civil.
Trazado hidráulico de los grupos Bulbo.- Lo que se trata de conseguir con los grupos Bulbo es aumentar
la potencia específica, mediante un aumento de la velocidad específica ns. Los ensayos sobre la distribu-
ción de velocidades muestran que las pérdidas de carga más importantes se producen, para potencias
específicas elevadas, a la entrada y a la salida.
Los conductos hidráulicos de los grupos Bulbo son menos complicadas que los de las turbinas
Kaplan, y llegan a tener pérdidas relativamente poco importantes, por lo que se pueden conseguir con
los grupos Bulbo mayores potencias específicas, para un salto hidráulico dado.
(a) (b)
Fig 32.- Conductos hidráulicos requeridos por una turbina Kaplan y un grupo Bulbo de cámara cerrada
En la Fig 32 se compara la obra civil de un grupo convencional Kaplan proyectado en principio para
el Rance, con el tipo Bulbo definitivamente adoptado. Mientras una turbina Kaplan de 9 MW necesitaba
una longitud de dique de 20,5 metros, la turbina Bulbo de 10 MW ocupaba sólo 13,3 m, pudiéndose apre-
ciar también que las obras requeridas para esta última son más sencillas.
Para rendimientos iguales, los grupos Bulbo tienen un diámetro de rodete inferior al de las turbinas
Kaplan de la misma potencia; para caídas más pequeñas que el salto de diseño, las potencias generadas
por la turbina Bulbo son superiores a las desarrolladas por las turbinas Kaplan.
El tubo de aspiración.- La energía cinética a la salida de la rueda alcanza un valor próximo a la energía
total del salto, lo que muestra la importancia del tubo de aspiración en las máquinas con grandes poten-
cias específicas.
Un deslizamiento axial uniforme a la salida de la rueda es difícil de obtener, incluso para un sólo sen-
tido de funcionamiento; se podría obtener un excelente rendimiento si se tomase la precaución de esco-
ger un ángulo α 0 adecuado en el codo del tubo de aspiración. Sin embargo, para éste ángulo ideal α 0 la
longitud del tubo de aspiración tendería a aumentar y podría llegar a alcanzar valores económicamente
inaceptables, con una sección de salida igual a casi cuatro veces la sección de la rueda, lo que implicaría
el riesgo de desprendimiento de la capa límite y la consiguiente erosión del conducto. La elección de un
reparto de velocidades tangenciales a lo largo de la sección, es difícil, ya que las pérdidas de carga en el
23
tubo de aspiración no provienen únicamente del desprendimiento de la capa límite, sino también de las
corrientes de retorno en la parte central.
La gráfica de la Fig 33 proporciona las pérdidas en el aspirador de un grupo Bulbo y otro Kaplan; en
el eje de ordenadas se han llevado las pérdidas y en el eje de abscisas el ángulo α que forma la velocidad
absoluta en el aspirador con el eje de la máquina, observándose que las pérdidas crecen más rápida-
mente para valores superiores al ángulo óptimo que para valores inferiores.
En suma, el flujo en el tubo aspirador troncocónico depende del trazado del conjunto de los conductos
hidráulicos y de la rueda. Las pérdidas en el aspirador provienen casi únicamente de los desprendimien-
tos de la capa límite, de las turbulencias y de los grandes remolinos que originan tales desprendimientos.
La energía cinética a la salida del tubo aspirador de un grupo Bulbo es del orden de 1,4÷1,5 veces la
energía cinética a la salida del rodete (c 2m / 2g) ; en un grupo Kaplan llega a ser (3c 2m / 2g) .
La recuperación parcial de esta energía creada en el aspirador se efectúa en mejores condiciones
para los grupos Bulbo que para los Kaplan, pues el campo de velocidades a la salida del aspirador es
más homogéneo para los Bulbo que para éstas.
Conductos.- Las pérdidas de carga en los conductos de los grupos Bulbo y Kaplan, son comparables;
sin embargo, las dimensiones de los conductos aguas arriba del distribuidor del grupo Bulbo son más
pequeñas que las de la Kaplan. Una limitación de las dimensiones de los conductos aguas arriba, per-
mite disminuir la anchura del dique y alojar el conjunto del grupo entre paredes planas, verticales y
paralelas, obteniéndose así una mejora en la potencia para una anchura de central dada. Estas disposi-
ciones de conjunto exigen también que el diámetro del Bulbo y, por lo tanto, el del estator del alternador
sea inferior al diámetro del rodete, por lo que el futuro desarrollo de estas máquinas se encuentra condi-
cionado por la posibilidad de construir alternadores de diámetro reducido, que sería muy importante para
los grupos de turbinas que funcionasen en los dos sentidos, aunque esta situación después de la expe-
riencia del Rance, que prácticamente no funciona en el turbinaje inverso salvo con mareas muy vivas,
queda un poco en el aire.
El crecimiento de las potencias específicas conduce a grupos con diámetro de rodete de 7,5 a 8 m.
Para no aumentar el precio de los distribuidores móviles, se han adoptado álabes directrices de formas
simples en los que las generatrices de los nervios de éstos álabes concurren en el vértice de un cono que
24
contiene los ejes de las directrices; este vértice constituye un centro de homotecia para los diferentes
nervios, por lo que estas formas en el diseño simplifican considerablemente su construcción.
El trazado óptimo del rodete exige que las directrices posean una cierta torsión, álabes alabeados, lo
que supone un aumento en el coste del distribuidor, que lo pueden hacer económicamente inaceptable.
Se obtiene un reparto correcto de las velocidades c1 a la entrada de la rueda, jugando con la forma de
las paredes, con la geometría del distribuidor y con la forma de los perfiles homotéticos de las directrices.
Para los grupos Bulbo con un solo apoyo aguas arriba, la relación entre los diámetros de entrada y
del rodete es del orden de 0,8 a 0,9
Si se trata de grupos de 7,5 a 8 m de diámetro esta relación aumenta hasta 1,2 ó 1,3 para facilitar la
construcción de la carcasa del alternador y su posterior montaje en varias piezas.
El aumento de la relación entre el diámetro del alternador y el de la rueda conduce a modificar el tra-
zado hidráulico de la entrada aguas arriba y del distribuidor.
Para no alargar demasiado el grupo, es preciso disminuir el ángulo en el vértice del distribuidor cóni-
co, lo que implica un aumento de la curvatura de deslizamiento a la entrada del distribuidor.
Se pueden concebir grupos de potencia específica elevada con una relación entre el diámetro del
alternador y el de la rueda del orden de 1,2 a 1,3 adoptando un ángulo medio en el vértice del distribuidor
del orden de 40° a 50°, pero ésto implica problemas en la alimentación de la rueda.
Cavitación .- Los grupos Bulbo entran en la categoría de turbinas alimentadas por saltos fuertemente
variables por lo que las condiciones que provocan la cavitación se tienen que analizar en profundidad, así
como el diseño de las zonas que son propensas a su formación y desarrollo con la reducción de la tensión,
estabilidad de los deslizamientos, vibraciones, etc; por razones económicas no se puede adoptar un
diseño que cumpla con todas estas premisas y garantice la máquina contra todo efecto de cavitación.
Las observaciones sobre la aparición y desarrollo de la cavitación constituyen un conjunto de datos, sin
los cuales no se podría realizar el trazado de las palas, pero sobre todo sirven para definir en las diferen-
tes zonas de funcionamiento los márgenes que se pueden adoptar. Para la determinación del diseño de
los grupos Bulbo se pueden considerar las mismas reglas y los mismos parámetros obtenidos a partir de
los resultados de explotación de las turbinas Kaplan, con un margen de seguridad suficiente.
Potencias específicas de los grupos Bulbo.- El examen de datos estadísticos muestra que el caudal Q11 de
una turbina unidad Bulbo alcanza los 4 m3/seg, mientras que el de una turbina Kaplan no llega a los 2,6
m3/seg; la velocidad en los grupos Bulbo llega a valores de n11= 250 rpm y la de una Kaplan a 200 rpm.
Para saltos equivalentes, la contrapresión sobre las palas de una turbina Bulbo es más elevada que
sobre las de una Kaplan de la misma potencia nominal. Los límites citados se corresponden con una
potencia maximal del alternador, con el límite de cavitación y con la abertura máxima del distribuidor.
Se puede hablar de una equivalencia entre el salto y el nº de rpm del rodete bulbo y el salto y el nº de rpm
del rodete Kaplan. Para el ejemplo que se propone:
25
Tabla 4.- Relación en pso entre los grupos bulbo y Kaplan
Grupo Kaplan Grupo bulbo % en peso
Turbina 720 Tm 575 Tm 145 Tm (20%)
Alternador 270 Tm 145 Tm 125 Tm (46%)
Grupo completo 990 Tm 720 Tm 270 Tm (27%)
Potencia de un alternador.- La potencia nominal de un alternador Nalt en kW viene dada por la expre-
sión:
Nalt = K u D L n
en la que:
D es el diámetro del estator en metros,
L es la longitud axial del circuito magnético del estator en metros
n es la velocidad de rotación en rpm
Ku es un coeficiente de utilización de la potencia.
El valor del diámetro D del estator viene impuesto por el diámetro De de la turbina, según la relación
(D ≤ 2 De ). Se observa que al disminuir el diámetro del estator D y mantener constante la potencia, hay
que aumentar la velocidad de giro, la longitud del alternador y el valor del coeficiente Ku . La posibilidad de
aumentar en los grandes grupos el número n de rpm, es difícil debido a complicaciones técnicas, alcan-
zándose como máximo velocidades del orden de 140 rpm.
La modificación de L viene condicionada por la ventilación axial del alternador, no pudiéndose utilizar
ventilación radial debido al bajo número de rpm del rotor.
El coeficiente Ku es de la forma:
K u = K Bd A
Consideraciones ambientales.- La alteración del régimen hidrodinámico implica una menor dispersión de
efluentes, lo que influye en el transporte de sedimentos.
La amplitud de la marea en el estuario influye en el medio ambiente; una central maremotriz puede
reducir la máxima marea viva en un 50% y tiene un efecto menor sobre la marea muerta. La preven-
ción de cambios en el ecosistema no está bien definida, ya que éstos dependen de cada emplazamiento.
Para hacer una previsión de los cambios físicos inducidos en el estuario, es necesario conocer las distri-
buciones de la salinidad, turbidez, corrientes contaminantes y nutrientes. Las partículas en suspensión
26
reducen la penetración de la luz solar, lo que afecta negativamente a la vida natural del estuario
Entre los efectos positivos sobre el medio ambiente se podría citar la posible protección frente a
mareas muy vivas, aunque esta situación existía antes de construir la central, por lo que se habrían
tomado las precauciones necesarias. Un aprovechamiento pequeño, en general, tiene un mayor impac-
to en relación con la energía producida.
Parámetros.- Entre los parámetros característicos de los equipos empleados en una central maremo-
triz, destacan los siguientes:
a) La elección del diámetro del rodete que fija la escala y dimensiones de la obra civil de la instalación
b) Las alturas netas tienen que ser iguales a la altura mínima necesaria para obtener la potencia
nominal, teniendo que satisfacer incluso a las pequeñas mareas.
Estos dos parámetros condicionan la velocidad de rotación del grupo y, por lo tanto, las dimensiones
del alternador.
Como los lugares apropiados para la instalación de este tipo de turbinas están caracterizados por
unas amplitudes de marea con un máximo de 13 a 18 metros, el funcionamiento a baja altura de carga
influye notoriamente sobre la generación de energía; las disposiciones posibles que intentan paliar este
problema pueden ser:
a) La utilización de un multiplicador de velocidad colocado entre el rodete y el alternador, que le permita girar
más deprisa, al tiempo que reduce su diámetro y, por tanto, el tamaño del Bulbo que condiciona al grupo. Su empleo
permitiría la utilización de un alternador de mayor rendimiento y de precio más bajo, rentabilizando las instalaciones
de baja amplitud de marea, de gran interés para las centrales maremotrices.
b) El funcionamiento de los grupos a velocidad variable utilizando convertidores estáticos de frecuencia a poten-
cia total o a potencia nominal, que permitan el desembrague automático del alternador cuando la velocidad pase de
un umbral prefijado, limitando la velocidad de embalamiento del alternador.
Uno de los problemas que hubo de solucionar en este proyecto fue el del tipo de turbina a utilizar, ya
que las convencionales del tipo Kaplan, no eran las más adecuadas para condiciones de funcionamiento
con caudales elevados y saltos reducidos y muy variables; además no son reversibles, por lo que su ope-
ratividad en un ciclo de doble efecto, con turbinaje y bombeo del embalse al mar y del mar al embalse,
sólo serían posible mediante conducciones conmutadas que requieren obras muy voluminosas y costo-
sas, y aún así, no permitirían el bombeo si no fuese mediante bombas independientes, lo que aumentaría
el coste y crearía problemas de espacio. Por otra parte es conveniente eliminar todo lo posible el peso y
el volumen de los grupos, para reducir así la sección del costoso dique y aprovecharlo al máximo.
27
Fig 34.- Central maremotriz del Rance
29
Tabla 6.- Operaciones en las turbinas Bulbo del Rance en 1994 y 6535 horas de funcionamiento
a Turbina Directa 71,3% Vaciado de la bahía Salto máximo en explotación = + 9 m
b Bombeo Inverso 0,0%
c Compuerta Directo Vaciado de la bahía Máquina desacoplada de la red
d Turbina Inversa 6,7% Llenado de la bahía Salto máximo en explotación = - 6 m
e Bombeo Directo 22,0% Salto máximo = 2 m
f Compuerta Inverso 17,0% Llenado de la bahía Máquina desacoplada de la red
Tabla 7.- Funcionamiento como turbina, de las turbinas del Rance con diversas amplitudes de marea
Funcionamiento Salto de
como turbina 11 m máx 9m 7m 5m 3m
Directo (embalse-mar)
Potencia MW 10 10 10 8 3,2
3
Caudal en m /seg 110 130 175 260 200
Inversa (mar-embalse)
Potencia MW 10 10 9,5 5,5 2
3
Caudal en m /seg 130 155 230 195 135
Tabla 8.- Funcionamiento como bomba, de las turbinas del Rance, en diversas situaciones de la marea
Funcionamiento Salto de
como bomba 1m 2m 3m 6 m máx
Directo (mar-embalse)
Potencia en MW 10 10 10 10
3
Caudal en m /seg 225 195 170 105
en las que el signo (+) significa que el nivel del embalse está por encima del nivel del mar, y el signo (-)
que el nivel del embalse está por debajo de el nivel del mar. Para el proyecto definitivo de estos grupos se
utilizaron las experiencias proporcionadas por otros grupos Bulbo, instalados anteriormente en algunos
ríos franceses y, especialmente, por un grupo experimental, de tamaño y características muy parecidas
a los definitivos del Rance, que se instaló con este fin en una exclusa abandonada del puerto de St Malo,
Fig 36.
El alternador.- El alternador de los grupos bulbo del Rance es síncrono de 10 MW y excitación estáti-
ca, funciona en el aire a 2 atm y tensión de 3500 V.
El rotor es un inductor que lleva 64 polos; está equipado de una bobina inductiva de 8 espiras grue-
sas que permiten el paso de una corriente continua de excitación próxima a 1150 A.
Las masas polares, en hojas magnéticas delgadas, están fijas a la llanta por 8 pasadores. Este con-
junto de polos inductores completos y la llanta, pesan unas 20 Tm.
30
H = 11,30 m ; Q = 89 m3 /seg ; N = 8,5 MW ; n = 150 rpm ; Diámetro del rodete, d = 3,80 metros
Fig 36.- Grupo Bulbo experimental de St-Malo (bulbo aguas arriba)
H = 16,50 m ; Q = 100 m3 /seg ; N = 14 MW ; n = 150 rpm ; Diámetro del rodete, d = 3,80 metros
Fig 37.- Grupo Bulbo de Argentat (bulbo aguas abajo)
Nivel Bombeo
Estuario Turbinaje
Turbinaje directo
m
directo
Mar
Explotación en
simple efecto
Coeficiente 50/44
horas
Potencia
MW
31
Las dimensiones de los principales elementos son:
Estator: Diámetro exterior 4,23
Carcasa: Diámetro exterior 4,367 m; longitud 2 m; espesor de las virolas 70 mm
Rotor: Diámetro exterior 3,844 m; entrehierro 4,5 mm; longitud axial de los polos 0,935 m
Llanta: Diámetro exterior 3,6 m; longitud axial 1 m
En los alternadores se encontró un desgaste importante de las escobillas de los anillos del rotor, así
como una baja calidad en el aislamiento del estator. La reparación de estos anillos y escobillas fue difícil,
debido a su situación dentro del recinto estanco presurizado, que contenía gases y vapores liberados por
los aislantes, barnices y pinturas; éstos inconvenientes, junto con los originados por el doble sentido de la
rotación y el funcionamiento sin corriente durante algunos períodos, comportaron un desgaste de las
escobillas del orden de 10 mm cada 1.000 horas.
El carbón fue uno de los materiales escogidos para la fabricación de escobillas que, aleado con plata,
permitió reducir los desgastes a 1 mm cada 1000 horas de funcionamiento.
Entre 1976 y 1982 se procedió a reconstruir todos los estator debido al deterioro de su circuito mag-
nético. Entre 1994 y 2004 se reconstruirán todos los grupos.
Tabla 9.- Planning general de las operaciones de renovación y coste operativo de las turbinas de la Central del Rance
Año 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Total
Nº de grupos 1 1,1 1,3 1,9 2,7 3 3 3 3 3 1 24
Coste total (M F) 12 15 33,1 29,9 38,7 39,1 39,1 39,1 39,1 39,1 25,3 349,5
Puesta en marcha.- El primer grupo de turbinas de la central del Rance fue puesto en marcha el 19 de
agosto de 1966 y el último el 4 de diciembre de 1967, con sólo un retraso de tres meses, sobre un pro-
yecto de 7 años.
Los principales problemas que se detectaron en el curso de la puesta a punto de la central, fueron los
siguientes:
a) En las juntas de estanqueidad del árbol, formadas por cuatro coronas de seis segmentos de carbón, la corona
más exterior falló, solucionándose el problema aplicando una correcta lubricación.
b) En el rotor del alternador, que había entrado en contacto con el estator, (rozamiento); esta anomalía, debida a
una dilatación muy pequeña de la llanta, se solucionó modificando el rotor del alternador.
La central ha tenido otros fallos a lo largo del tiempo que se pueden considerar como normales.
Ensayos.- La central ha funcionado también como banco de ensayos de los grupos Bulbo, destacando
entre otros, los siguientes experimentos:
a) Medida de la deformación, contracción y vibración de las palas, ensayo que se realizó montando
una pala de bronce-aluminio en uno de los grupos, lo que permitió determinar el % de contracción en régi-
men permanente en explotación; el análisis del espectro de las vibraciones, permitió observar una osci-
lación, debida a la aparición de la contracción, sobre la cara de la pala que daba a la bahía, cuando la
pala estaba en la parte superior del giro, siendo la frecuencia de esta vibración del orden de 30 a 1.000
Hz, no llegando a generar reacciones peligrosas, estando las contracciones bastante lejos del límite de
fatiga admisible.
b) Ensayo sobre el calentamiento de las barras del alternador cuando el grupo actuaba como bomba,
que se completó con un análisis del flujo superficial y de las corrientes, sobre dichas barras. Para el
arranque en bombeo se observó un calentamiento máximo de las barras de 87°C, mientras que en régi-
men permanente la temperatura de una barra se elevó a 144°C después de un funcionamiento de dos
32
horas, considerándose estos valores como normales.
En ensayos sobre modelos se observó que la apertura de las palas provocaba, en algunos casos, un
cambio de sentido en el agua, originando los siguientes fenómenos:
a) El arranque en turbinaje directo se realizó con el distribuidor cerrado al máximo posible; al proceder a la
apertura de las palas del distribuidor se provocaba el arranque paulatino de la turbina en sentido directo.
b) En el arranque en turbinaje inverso (mar-embalse) se observó en algunos grupos, con las palas del distribui-
dor cerradas, una tendencia a girar en sentido directo, del orden de 30 rpm; la apertura de las palas del distribuidor
provocaba su ralentización, parada y puesta en marcha en el sentido correcto; algunos grupos precisaron para el
arranque de ayuda auxiliar.
c) El arranque en bombeo directo (llenado de la bahía), dio lugar a un fenómeno particular para pequeños saltos,
del orden de 0,5 m, ya que el grupo no arrancaba, pero cuando el salto se hacía del orden de 1 m el agua al pasar de
la bahía hacia el mar, entraba en las máquinas en sentido de rotación inverso, que era el de bombeo directo, lo que
provocaba el arranque como turbobomba en sentido directo.
Comportamiento de materiales.- Una de las dificultades que se detectaron en los materiales fue el fallo
de las juntas de estanqueidad de las palas del rodete, destinadas a evitar la entrada de agua en el interior
de la turbina; las diversas maniobras dañaron estas juntas, dejando que entrase en el cubo el agua de
mar.
Para evitar éste problema se incrementó la presión del aceite de lubricación hasta un valor superior
al correspondiente al nivel más alto alcanzado por el mar, 2 a 3 atm, siendo sustituidas a su vez todas
las juntas.
Compuertas.- Los principales inconvenientes aparecidos en las compuertas fueron debidos a la corro-
sión, que originó agarrotamientos y en algunos casos, la rotura de los conductos de engrase, producién-
dose un funcionamiento deficiente en las zonas de deslizamiento; todo ésto se solucionó aplicando a los
materiales en ellas empleados pinturas anticorrosivas y tratamientos galvánicos.
Influencia sobre el medio ambiente.- La influencia sobre el medio ambiente y los principales fenómenos
que genera esta central sobre el estuario, al modificar el ritmo normal de las mareas, fueron estudiados
antes de su construcción mediante un modelo hidráulico construido a escala 1/150, cuyos resultados fue-
ron posteriormente contrastados con los fenómenos reales observados en la central. La explotación de
la central implicó su adaptación a las necesidades del consumo, lo cual obligaba a una modificación del
régimen hidráulico del estuario.
La central, normalmente, retrasa la marea alrededor de tres horas, lo que implica una serie de fenó-
menos como el aumento de la intensidad de las corrientes a ciertas horas, una modificación de la direc-
ción de las mismas, y un aumento de la diferencia de cotas entre el mar y el estuario, que originan las
siguientes situaciones:
Variación del caudal.- En la Fig 39 se observa el ciclo del funcionamiento de la central, en la que la
altura del mar viene simbolizada por la letra h, la de la bahía por z, y el caudal que atraviesa las turbi-
nas en ese intervalo por Q. Como se aprecia, el caudal varía en función de la diferencia de niveles entre
el mar y la bahía, siendo en dos ocasiones cero, observándose que las mareas coinciden perfectamente,
mientras que los caudales no coinciden nada más que a las cuatro y a las diez horas después de la baja-
mar.
33
Fig 39.- Ciclo de funcionamiento
Entorno de la Central del Rance.- Para permitir la navegación en la bahía del Rance, después de la
construcción de la presa, fue preciso la construcción de una esclusa que salvase el desnivel existente
entre la bahía y el mar. Debido a las fuertes corrientes que se originaban en ciertos momentos por el
aumento del consumo de la central, Fig 41, se hizo preciso balizar algunas zonas próximas a las turbi-
nas, por ser éstas zonas peligrosas para la navegación.
Es indispensable para el funcionamiento de una central, conocer en cada instante el volumen de
agua que se tiene disponible, tanto para el vaciado como para el llenado; los remolinos son un fenómeno
fundamental que hay que conocer debido a la influencia que tienen tanto sobre el rendimiento de la cen-
tral como los depósitos de arena; por ello se hizo necesario que nunca se sobrepasase un límite, regulado
por el consumo de la central.
Las variaciones bruscas del consumo que se producen en el funcionamiento de la central, provocan
la aparición de ondas, que se propagan a todo lo largo de la superficie del estuario. Un estudio sobre
maqueta permitió definir los consumos de seguridad, que se usaron posteriormente en el estuario, y que
34
fueron comparadas posteriormente con la realidad, obteniéndose unas curvas que dan la amplitud de las
ondas en diferentes puntos de la bahía y a diversas horas.
La central del Rance se revela como un tipo de central segura y sin ningún tipo de problemas ecológi-
cos, siempre que se mantengan los consumos adecuados y se dispongan las necesarias medidas de segu-
ridad en la navegación, siendo su incidencia sobre el medio ambiente prácticamente nula, haciendo de
éste tipo de central una de las más seguras, no ya por los cuantiosos medios de seguridad de que dispone,
sino por que prácticamente no tiene peligro.
Después de más de 30 años de funcionamiento satisfactorio se ha procedido a una revisión general y
preventiva de los 24 grupos bulbo y de su entorno, que consiste en lo siguiente:
- Verificación del estado general de las turbinas y alternadores
- Detección y corrección de eventuales defectos repetitivos
- Renovación de las estanqueidades del aire, aceite y agua
- Asegurar el mantenimiento o la reconstrucción de los alternadores
- Mejorar los tiempos de desmontaje-montaje a fin de ganar tiempo sobre las indisponibilidades
- Mejorar el conocimiento en el mantenimiento y explotación de los grupos en agua de mar
35
Tabla 11.- Paises en los que se han instalado grandes grupos bulbo
(20 MW en río, y más de 10 MW en centrales maremotrices)
Potencia total Número Grupos mayores
País MW de grupos Potencia Lugar
Francia 2027 83 46,5 Chautagne
Austria 1640 58 48,4 Ybbs
USA 1482 50 53,5 Rock Island
China 765 28 31 Lingintan
Ucrania 647 26 23 Kanev
Ex Yugoslavia 392 12 41,7 Dubrava
Canadá 224 8 29 Jenpeg
Japón 188 5 66 Tadami
Rumanía 168 6 29 Portes de Fer
Rusia 166 8 47,5 Saratov
Portugal 164 4 43 Crestuma
Suecia 154 6 32 Torron
Tailandia 142 4 35,4 Pak Man
Pakistan 132 6 22 Chasma
Corea 127 4 317 Paldang
Brasil 127 4 44 Igarapava
Alemania 108 4 27 Iffezheim
Noruega 99 4 36,8 Haugsdal
Finlandia 94 4 27,4 Kurkiaska
Irak 80 4 20 Mosul
36
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA
ELÉCTRICA Y ENERGÉTICA
UNIVERSIDAD DE CANTABRIA
Si nos preguntamos que cuántos tipos de ondas existen en el mar, no es exagerado responder que
existen todos los tipos que la física y la matemática han podido describir y modelizar; existen ondas
senoidales o compuestas de varias sinusoides, ondas troncoidales y ondas que tienen perfiles insóli-
tos, ondas progresivas y estacionarias, ondas amortiguadas, ondas superficiales, ondas medias,
ondas que llegan a la superficie del mar y ondas que se manifiestan en profundidad en contacto con
aguas de temperatura y salinidad diferentes.
Fig I.1.- Representación esquemática de los tipos de olas que existen en la superficie del océano
y de la energía en ellas contenida
Las cooscilaciones de marea son una especie de secas originadas en un mar semicerrado por las
mareas externas, que se desarrollan en amplitud oceánica abierta. Sólo en extensiones oceánicas
grandes, la fuerza de la marea puede imponer directamente oscilaciones bastante amplias (mareas
independientes).
ONDAS TRANSITORIAS O PROGRESIVAS.- Una ola marina progresiva es aquella que varía en el
tiempo, y en el espacio; pueden formarse en la superficie (por ejemplo, ondas superficiales debidas al
viento) o en el seno de la masa oceánica (ondas internas que se producen a lo largo de las discontinui-
dades de temperartuira y salinidad entre las diversas masas de agua).
Las ondas largas, típicamente progresivas, son las ondas solitarias y los tsunami, frecuentes en el
Pacifico, que se generan en relación con terremotos costeros y oceanográficos y se propagan de una
costa a otra o desde el epicentro oceánico hasta las costas, provocando a menudo cuantiosos daños,
mayores incluso que los de los mismos terremotos.
Las olas se pueden clasificar atendiendo a los siguientes parámetros:
Fuerza perturbadora.- Las olas pueden ser generadas por distintos fenómenos, Fig I.1, como:
Olas libres y olas forzadas.- Las olas libres son las generadas por una aplicación instantánea de la
fuerza perturbadora que cesa al momento y, por lo tanto, la ola evoluciona libremente.
Las olas forzadas son aquellas en las que la perturbación se aplica de manera continua, por ejem-
plo, las olas de marea.
Periodo de duración
a) Olas de periodo largo, de 5 min a 24 h
b) Olas de gravedad, de 1 seg a 30 seg
c) Olas capilares, de menos de 0,1 seg
Este tipo de olas se forma cuando el viento sopla sobre la superficie marina; mientras el viento
está soplando se generan olas confusas, sin una dirección definida, aunque haya una predominante.
Cuando las olas abandonan la zona en que sopla el viento se van propagando de acuerdo con su velo-
cidad c, que es función de la longitud de onda λ, (distancia entre dos olas consecutivas). Las olas se
agrupan, por sus longitudes de onda, formándose así olas casi regulares, que dan lugar a la mar ten-
dida, Fig I.2, que es la que se aprovecha para generar energía.
Fig I.2.- Acción de un viento constante sobre una zona determinada del mar
No existe una regularidad perfecta de las olas, ya que su amplitud, energía y dirección varían
aleatoriamente a lo largo del año; cambian desde la calma absoluta, un 1% al año, hasta un 1
MW/km, otro 1%; hay lugares en los que durante períodos de varios minutos pueden llegar a alcan-
zar hasta 10 MW/km. También pueden estar sometidas a variaciones instantáneas.
En el oleaje es fundamental la distinción entre la forma del perfil de la onda, que en la onda pro-
Olas.I.-3
gresiva se mueve con velocidad c, y la trayectoria del movimiento de las partículas de agua que cons-
tituyen la ola; las dos curvas, perfil y trayectoria, son muy diferentes.
Las olas se trasladan, pero no las partículas de agua, que se mueven en trayectorias elípticas o circulares; las
órbitas elípticas en las olas largas pueden comprimirse hasta formar segmentos circulares. Las órbi-
tas se consideran, por comodidad para su estudio, cerradas, aunque en realidad son abiertas, es
decir, el oleaje está asociado a un transporte de corriente.
En las ondas largas, en particular las de mareas, el desplazamiento horizontal de las partículas es
prácticamente igual tanto en superficie como en el fondo, describiendo trayectorias (órbitas) del
mismo radio en la misma horizontal, pero de distinta fase; las partículas situadas en la misma verti-
cal describen órbitas de igual fase, pero sus radios disminuyen con la profundidad, Fig I.3.
Dirección de la ola
Orbita
Olas.I.-4
Si no existe suficiente profundidad, el fondo afecta al desplazamiento vertical de las órbitas que
tendrán forma de elipses. Si la profundidad es muy pequeña, el movimiento vertical queda total-
mente impedido y las trayectorias de las partículas serían rectas horizontales, Fig I.4.
En las ondas superficiales, las dimensiones de las órbitas disminuyen exponencialmente con la pro-
fundidad; si el movimiento orbital superficial se reduce a un círculo de radio r0, el radio disminuye
con la profundidad h, (altura del mar desde el fondo a la superficie), según la relación:
H
siendo r0 el radio orbital superficial, que coincide con la semialtura de la ola.
2
De ésto se deduce que una ola de λ = 100 m, con una altura H = 4 m tiene:
Consideraciones de este tipo tienen una gran importancia para el estudio de la acción del oleaje
sobre los fondos marinos, así como sobre las construcciones costeras e instalaciones portuarias.
Es evidente que hablar de la altura de una ola, en el fondo, sólo tiene un significado puramente
ideal, ya que la ola realmente adquiere altura en superficie, pero sobre el fondo se puede hablar sola-
mente de desplazamiento de las partículas, aunque se puede hablar de altura de una ola en profun-
didad sólo por analogía con lo que tiene lugar en superficie.
El perfil de una ola tiene una forma que depende de la relación (H/λ), pudiéndolas clasificar de
la siguiente forma:
a) Cuando la relación (H/λ) es muy pequeña, del orden de (1/50) o menor, las olas superficiales
tienen una altura H pequeña, (desde un centímetro a un metro), y gran longitud de onda λ, (desde
menos de un kilómetro a cientos de kilómetros). El tipo de ola que cumple estas condiciones son las
secas y mareas (mar de fondo), caracterizadas por un período T alto, longitudes de onda λ amplias y
alturas H pequeñas, que siguen un movimiento sinusoidal, pudiéndose aplicar para describir sus
características cinemáticas la Teoría de ondas lineal, Fig I.5.
b) Si la relación (H/λ) tiene valores apreciables, el perfil de la misma es más bien troncoidal; su
existencia viene condicionada por el valor de (H/λ), que si es superior a (1/7) implica la rotura de la
ola, Teoría no lineal.
Las olas cortas son aquellas en las que la velocidad c es independiente de la profundidad del mar h,
pero dependiente de la propia longitud de onda λ. Ondas de este estilo son las olas de viento, es decir,
Olas.I.-5
las olas corrientes que estamos acostumbrados a observar sobre la superficie marina. En el estudio
de la teoría de ondas lineal haremos consideraciones sobre su desplazamiento vertical, período, longi-
tud, velocidad de traslación, rotura, energía de las olas, etc.
H 2πx 2 πt
y = cos ( - )
2 λ T
PERIODO.- El período T de las olas es el tiempo transcurrido para que por un punto pasen dos
crestas o dos valles sucesivos de un mismo tren de olas.
El período de la ola sinusoidal es:
T = 2π = 2π
2π g w
Th ( 2 π h )
λ λ
Si el agua tiene suficiente profundidad (h >λ/2), el período es (T = λ/c); en las olas cortas se
determina inmediatamente una vez conocidos λ y c, en la forma:
λ gT 2 πc
c= T = 2π ; T= g
A título indicativo, dadas las longitudes de ola más comunes, se puede decir que el período de las
olas cortas superficiales varía desde un segundo a una decena de segundos, Tabla I.1.
Tabla I.1
T seg 5 7,5 10 12,5 15
λ (m) 39 88 156 244 351
c m/seg 7,8 11,7 15,6 19,5 23,4
c Km/hora 28,1 42,2 56,2 70,3 84,3
hmín (m) 20 44 78 122 176
Olas.I.-6
En las olas largas, el período T no se da explícitamente, porque λ no se conoce a priori.
LONGITUD DE ONDA.- La longitud de onda de las olas viene dada por la expresión:
g T2
λ = Th 2 π h
2π λ
Para las olas superficiales de viento, olas cortas, (h > λ/2), se cumple:
g T2
λ = 2π
r
VELOCIDAD DE TRASLACIÓN.- La velocidad de traslación c de la onda, (celeridad), permite dife-
renciar las ondas cortas de las largas y obedece a la ecuación:
λ gT 2 πh
c = = 2 π Th
T λ
En aguas profundas (h > λ/2), por lo que esta ecuación se transforma en:
λ gλ g T2 λ gT 2πc
c = T = = f(λ) ; λ = 2π ; c= T = ; T=
2π 2π g
En la Tabla I.1 se indican los valores de estos parámetros en aguas profundas, para períodos que
oscilan entre 5 y 15 segundos.
La velocidad de propagación de estas olas es notablemente inferior a la de las olas largas, ya que
pueden alcanzar longitudes de onda del orden de 200 ó 300 metros, aunque a veces se consideran
longitudes de ola hasta un máximo de 600 metros; para longitudes de onda de 10, 20, 30, 50, 100,
200, 300 y 600 metros, la velocidad en Km/hora es de 14,4; 20,2; 24,5; 31,7; 45,0; 63,4; 77,5 y 110 res-
pectivamente.
λ λ
En aguas poco profundas, <h < , las ecuaciones se convierten en:
20 2
c = f(h) = gh ; λ = gh T
que se corresponde con las ondas largas, en las que la velocidad de traslación c depende sólo de la pro-
fundidad h del mar, pero es independiente de λ.
En canales de profundidad limitada:
c= g (h + H)
En la Tabla I.2 se indican los valores de estos parámetros en aguas poco profundas, para períodos
que oscilan entre 5 y 15 segundos.
Olas.I.-7
Tabla I.2
T seg 5 7,5 10 12,5 15
λ (m) 12 28 49 77 110
c m/seg 2,5 3,7 4,9 6,1 7,4
c Km/hora 8,8 13,2 17,7 22,1 26,5
hmín (m) 0,6 1,4 2,4 3,8 5,5
Comparando los datos anteriores, se observa que la longitud de la ola y su celeridad, disminuyen
considerablemente conforme ésta se acerca al litoral.
El efecto de la profundidad es muy importante; por ejemplo, en un océano con profundidades de
1000, 2000, 3000, 4000, 5000 y 6000 metros la velocidad de la ola larga, en Km/hora sería de 356,
504, 616, 712, 795 y 870, que son velocidades muy elevadas.
ROTURA DE LA OLA.- Las componentes de la velocidad (u,v) del movimiento circular (tangen-cial)
de las partículas de agua en la ola son de la forma:
Cosh { 2 π (y + h)}
Componente horizontal: u = π H λ
π cos ( 2 π x - w t)
T Senh ( 2 h) λ
λ
Senh { 2 π (y + h)}
Componente vertical: v = π H λ sen ( 2 π x - w t)
T Senh ( 2 π h) λ
λ
siendo x la coordenada horizontal en la dirección de propagación de la ola, e y la coordenada vertical.
Las ecuaciones anteriores se transforman en:
2πy
π H 2π
Componente horizontal: u = T e λ cos ( λ x - w t)
En aguas profundas: 2πy
Componente vertical: v = π H e λ sen ( 2 π x - w t)
T λ
cos ( 2 π x - w t)
g
Componente horizontal: u = H
En aguas poco profundas: 2 h λ
Componente vertical: v = π H y+ H
sen ( 2 π x - w t)
T h λ
La ola rompe cuando la componente horizontal de la velocidad de las partículas de agua se iguala
a la celeridad (u= c) proceso que va acompañado de una importante pérdida de energía; la condición
de rotura implica que:
H g 2π Hr g
gh = 2 cos ( x - w t) = x = 0 ; t = 0 ; H = H r =
h λ 2 h
ENERGÍA DE LA OLA..- En una ola, cada partícula está dotada de energía cinética y energía
potencial; en las olas regulares, los valores de la longitud de onda λ y del período T, permanecen
constantes.
Olas.I.-8
La energía de una onda regular es suma de la energía potencial Ep y la cinética Ec:
ρ g λ bH2
E = E p + Ec = Kgm
8
ρ g λ b H2
En aguas profundas: E = E p = E c = Kgm
16
Puesto que la energía de las olas depende del cuadrado de su altura H es evidente que la dismi-
nución de esta altura con la profundidad h es importante en el estudio de la distribución de la ener-
gía de las olas en profundidad. La determinación de la presión ejercida por una ola contra un obstá-
culo, debida a la transferencia de su energía cinética sobre el mismo, es de gran interés para el apro-
vechamiento de la energía de las olas.
Se pueden medir presiones del orden de la tonelada por metro cuadrado, e incluso de decenas de
toneladas por metro cuadrado durante las tempestades más fuertes, por lo que fácilmente se deduce
la importancia que tienen estos valores en la construcción de obras portuarias o en mar abierto o en
la misma navegación. La presión de las olas varía, al igual que la energía, con el cuadrado de la
amplitud y se atenúa con la profundidad en forma exponencial.
POTENCIA DE LA OLA..- La potencia NL del frente de onda por unidad de longitud b = 1 es:
30
40
50
75
60
50
60
20
40 40
15
30 20
20
10
10 15
10
20
15 20 15
20
30
40
30
40
40
25
40 40
70
50
50
70
30
70
Olas.I.-9
Fig I.7.- Distribución global anual de la energía de las olas en mar abierto, en kW/m. frente de ola
siendo cg la velocidad del grupo de olas, (asociada al avance de la energía), que es diferente de la
velocidad c de la ola, de la forma:
c g = c (1 + 4 π h/λ )
2 Sh(4 π h/λ)
ρ g H2 T
ˆ
NL = Th ( 2 π h)(1 + 4 π h/λ )
32 π λ Sh(4 π h/λ)
En aguas profundas (h > λ/2), se cumple que (cg= c/2), debido a que las olas que están en
cabeza del grupo van perdiendo energía y acaban por desaparecer, mientras que en la cola del grupo
aparecen nuevas olas; en esta situación, la potencia NL por unidad de longitud de frente de ola, en
función del período es:
ρ g H 2c g ρ g H 2c gT 2πλ ρ H 2g 2 T ρ H2 λ g3
NL = = = c= ; T= = =
8 16 2π g 32 π 16 2π
Olas.I.-10
En aguas poco profundas, (h < λ/2), se cumple que (cg= c).
Si H se mide en metros, T en segundos y ρ = 1000 kg/m3, resulta:
NL = 0,955 H 2 T kW/m
La energía de las olas varía con la latitud y los climas; en algunas zonas del Atlántico y en el
norte del Japón, las olas pueden alcanzar una densidad de energía del orden de 10 MW por Km de
frente de onda.
TEORÍA DE STOKES.- Para describir la ola en aguas poco profundas, Stokes propone una ecuación
cuyo desplazamiento vertical es de la forma:
La condición de rotura Hr de la ola, profundidad del agua para la cual rompe la ola, es:
3 g T2
H r = 16 π h
2 2
(- 1 + 1 + )
3 g T2 4 π2 h
Olas.I.-11
observándose que al comparar estas ecuaciones con las obtenidas en la Teoría de onda lineal, la Teo-
ría de Stokes las modifica mediante un factor de corrección de la forma:
9 H2
64 ( 2 π )4 h 6
λ
Tabla I.3
Período T Altura de la ola en metros
segundos 1 2 5 10
5 1,3 2,1 4,2 7,2
7,5 1,6 2,6 51 8,6
10 1,8 3 5,9 9,8
12,5 2,1 3,5 6,6 11
15 2,3 3,9 7,4 12,1
TEORÍA DE LA ONDA SOLITARIA.- La característica principal de la ola descrita con esta teoría es
que su superficie está, en cada instante, por encima del nivel normal del mar en la zona considerada
Fig I.9. El perfil de la ola viene dado por el desplazamiento vertical y para cada posición x y tiempo t,
en la forma:
3H
y = H Sech 2 { (x - ct)}
4 h3
g g 3H
u = y= H Sech 2 { (x - ct)}
h h 4 h3
H r = 0,714 h r
La energía de la ola en la zona de mar de fondo cerca del litoral viene dada por la expresión:
E = 1,54 γ (H h) 3 b
observándose que la energía generada en estas circunstancias disminuye rápidamente con la altura
Olas.I.-12
h, por lo que esta zona no se considera adecuada para la conversión y aprovechamiento de la energía
del oleaje.
El oleaje real del mar es una superposición compleja de numerosos trenes de olas no regulares
con distintos valores de su período, altura, dirección, etc, siendo su estudio muy complejo, por lo que
aquí sólo expondremos algunas nociones.
POTENCIA.- El comportamiento local de las olas se puede describir mediante el espectro direccio-
nal completo del estado del mar, que no es más que la función de densidad de probabilidad de la
distribución del espectro de energía S(w,θ) en función de la dirección θ y la frecuencia w. La potencia
del oleaje real depende, por lo tanto, de una serie de factores como la frecuencia w de las olas, su
dirección θ, y la profundidad h del mar, viniendo dada por la expresión:
2π ∞
NL = γ
∫ ∫
0 0
c g (w, h) S(w, θ) dw dθ
λ
La potencia en aguas profundas h > , es:
2
∞ ρ g2 ∞
2π 2π
S(w, θ)
∫ ∫ ∫ ∫
g
NL = γ S(w, θ) dw dθ = dw dθ
0 0 4 πw 4π 0 0 w
2π ∞
m(n) =
∫ ∫w
0 0
n S(w,θ) dw dθ
ρ g2
NL = m (-1)
4π
y en el supuesto en que la distribución de las alturas de las olas sea de tipo Rayleigh, la altura signi-
ficativa de la ola Hs viene dada por:
Hs = 4 m(0)
y la potencia del frente de ola de anchura unidad, para olas no regulares, mediante un cálculo que
omitimos, viene expresada por:
kW
NL = A H s2 Tz m
en la que:
Olas.I.-13
A es una constante
Hs es la altura significativa de la ola (que se puede tomar como la media del tercio de las olas mayores), y en
donde habría que estimar la altura de las olas por un experto
Tz es el período o tiempo de paso de dos olas consecutivas por una línea imaginaria a la mitad de la distancia
entre la cresta y el valle.
Algunas expresiones de la potencia deducidas por diversos autores, son:
Bretschneider-Mitsuyasu: NL = 0,441 H2(1/3) T(1/3) (kW/m)
Jonswap: NL = 0,458 H2(1/3) T(1/3) (kW/m)
Pierson-Moskowitz: NL = 0,59 H2(1/3) Tm(0,2) (kW/m)
ISSC: NL = 0,545 H2(1/3) Tm(0,1) (kW/m)
observándose que los valores de A oscilan entre 0,44 y 0,59 dependiendo de la densidad de probabili-
dad de la distribución de energía empleada y del período, por lo que una expresión general que per-
mite determinar la potencia para trenes de olas no regulares, podría ser de la forma:
kW
NL = 0,549 H 2s Tz m
g ρg2 ρ g2 ρ g 2 H s2 Tz
cg = ; NL = m(-1) = m(0)Tz =
4 πw 4 π 4π 64 π
PERIODO.- La determinación del período medio de paso por cero Tz se puede hacer mediante las
ecuaciones:
m ( 0)
Tz = Tm ( 0,2) = = 0,7104 Tp = 0,7104 1
m ( 2) wp
m (0) 1
Tz = Tm ( 0,1) = = 0,7718 Tp = 0,7718
m (1) wp
m ( −1)
Tz = Tm ( −1,0) = = 0,8572 Tp = 0,8572 1
m ( 0) wp
m ( −2)
Tz = Tm ( −2,0) = = 0,8903 Tp = 0,8903 1
m (0) wp
Olas.I.-14
II.- MODIFICACIÓN DE LA ENERGÍA DE LAS OLAS
Conforme el oleaje se aproxima hacia la costa, sus características se ven afectadas cuando la pro-
fundidad del agua comienza a ser menor que la semilongitud de onda, y por los efectos de la refracción.
Cuando la ola se encuentra con un obstáculo en la superficie, se modifica según los fenómenos de
difracción y reflexión; también se puede modificar por un obstáculo sumergido, alterándose el movi-
miento orbital de las partículas hasta una cierta profundidad.
II.1.- REFRACCIÓN
La refracción es el cambio de dirección que experimenta la ola, cuando ésta se acerca a una zona de
menor profundidad, por ejemplo a una playa, Fig II.1.
II.-15
sen β c λ
= =
sen β 0 c0 λ0
siendo β el ángulo comprendido entre el frente de la ola y la curva de nivel del fondo, en la zona en cues-
tión y β0 el ángulo comprendido entre el frente de la ola y la curva de nivel del fondo a la profundidad
(h = λ/2). El fenómeno de refracción sólo afecta a la altura del oleaje y a su dirección de propagación.
Cuando la ola continúa su camino hacia la costa y la profundidad del agua disminuye, la ola modifica su
velocidad y longitud de onda.
En zonas de poca profundidad (h < λ/2), la altura H de la ola se puede poner en la forma:
H = KS KR H0
en la que H0 es la altura de la ola en aguas profundas, Ks es un coeficiente para aguas poco profundas y
KR es el coeficiente de refracción, de la forma:
c0
c g0 En aguas profundas: c g0 = c0
2
KS = = =
cg En aguas poco profundas: c g = c (1 + 4 π h/λ ) c {1 + 4 π h/λ }
2 Sh (4 π h/λ ) Sh (4 π h/λ )
cos β 0
KR =
cos β
Este fenómeno se puede aprovechar para la conversión de la energía del oleaje, compaginándolo con
técnicas de concentración de la ola.
II.2.- REFLEXIÓN
La reflexión se produce cuando la ola choca contra un obstáculo vertical (barrera); la ola se refleja
con muy poca pérdida de energía. Si el tren de ondas es regular, la suma de las ondas incidente y refle-
jada origina una ola estacionaria, en la que se anulan mutuamente los movimientos horizontales de las
partículas debidas a las ondas incidentes y reflejadas, quedando sólo el movimiento vertical de altura
doble y, por lo tanto, de energía doble a la incidente, Fig II.2.
Teniendo en cuenta la teoría lineal, el perfil y i de la superficie libre de la ola incidente es:
y inc = H cos ( 2 π x - w t)
2 λ
H 2π
y ref = 2 cos( x + w t)
λ
II.-16
Fig II.2.- Reflexión de las olas
Hr 2π
= 2 cos( λ x) cos(w t)
ρ g λ b H2 ρ g λ b H2 Hr ρ g λ b H 2r
Er = 2 = = H = =
8 4 2 16
por lo que en condiciones ideales la energía Er de la onda estacionaria resultante es dos veces la inciden-
te, fenómeno que puede ser utilizado en la conversión del oleaje.
Si el oleaje fuese irregular, la reflexión sería totalmente distinta.
II.3.- DIFRACCIÓN
Cuando la ola pasa al otro lado de la barrera, el frente de olas adopta una forma circular, entrando
en una zona de calma por detrás de la barrera, disminuyendo su altura en esa zona, mientras que la
celeridad y la longitud λ de la ola no se modifican. Este fenómeno se puede caracterizar mediante un
coeficiente de difracción Kd que se encuentra tabulado, que permite calcular la altura Hd de la ola en la
zona de difracción, y es de la forma:
II.-17
Tabla II.1.- Valores del coeficiente de difracción de olas: Kd.102
II.-18
Hd
Kd = H
Kd es función del ángulo α del oleaje incidente con respecto a la barrera, de la longitud de la barrera,
de la profundidad del agua y de la posición del punto en cuestión en la zona de difracción. Sus valores se
pueden encontrar en la Tabla II.1, o en gráficas como la presentada en la Fig II.5.
El fenómeno de la difracción se puede aprovechar para el control y concentración del oleaje.
EJEMPLO
a) En una zona de playa en la que la profundidad es de 0,91 m, se tiene un oleaje con un período de 7 segun-
dos. El ángulo formado por el frente de olas y las líneas de fondo constante es 0 = 45º. Calcular la altura de las
olas en una zona en donde la profundidad es de 3 metros.
gT λ g T2 9,8 x 72
c0 = = 0 ⇒ λ0 = = = 76,42 m
2π T 2π 2π
λ0 76,42 c0
c0 = = = 10,92 m/seg ⇒ c g0 = = 5,46 m/seg
T 7 2
4πh
c λ 4 π x 0,04
cg = (1 + ) = h )0 = 3 = 0,04 = c (1 + )=
2 Sh 4 π h λ 76,42 2 Sh (4 π x 0,04)
λ
0,5026 0,5026
= c (1 + ) = c (1 + ) ≅ c
2 Sh (0,5026) 2 0,524
Th 2 π h =
gT 7g
c= Th (2 π x 0,04) = 5,067 m/seg
2π λ 2π
Coeficiente de refracción KR
II.-19
Si no existiese refracción: β 0 = 0 , KR = 1,03, y la altura de la ola sería:
b) Si el oleaje anterior incide sobre una barrera vertical colocada en la zona en la que la profundidad del mar
es de 3 m, la resultante de la superposición de las olas incidente y reflejada es:
c) Si el oleaje anterior choca contra una barrera semiinfinita vertical con un ángulo incidente = 45º,
situada en la zona de profundidad 3 m, la altura Hd de la ola en la zona de sombra, a 180 m del borde de
ataque y ángulo θ = 15º, Fig II.4, se calcula a partir de la expresión, Hd = H Kd
Al otro lado de la barrera el frente de olas adopta una forma circular de radio r a partir del borde de
ataque. Para r = 180 m, α = 45º y θ = 15º se puede calcular el valor de K d mediante la Tabla II.1, en la
forma:
= 5,076
r 180
= Hd
λ 35,46 ⇒ K d .102 = 20 ; K d = 0,2 =
H
α = 45º ; θ = 15º
Fig II.4.- Difracción de las olas en una barrera semi ∞, con α = 45º
II.-20
Fig II.5a.- Difracción de las olas en una barrera semi ∞, con α = 45º; valores de K d, en función de θ y r/λ
Fig II.5b.- Difracción de las olas en una barrera semi ∞, con α = 90º; valores de K d, en función de θ y r/λ
Las olas de viento son progresivas y se desplazan en la dirección del viento incluso más allá de
donde sopla el mismo (ya que éste se puede detener, por ejemplo, por una discontinuidad de masas de
aire o ser desviado por la distribución de la presión atmosférica); otras veces el viento cesa al ate-
nuarse la causa que lo ha provocado. Las olas continúan su movimiento cediendo energía tanto al agua
II.-21
que atraviesan, antes inmóvil, como al aire, y se van amortiguando progresivamente.
Las primeras olas en desaparecer son las más cortas; las más largas, siempre en el ámbito del
espectro provocado por el viento, son las que se propagan más lejos (incluso a centenares de kilóme-
tros); en las olas más largas y, progresivamente más amortiguadas, el perfil se atenúa cada vez más
acercándose a una sinusoide.
Cuando la ola producida por el viento se aproxima a la costa, hemos visto que su destino depende de
la morfología costera. En algunos lugares en que la costa cae hacia grandes profundidades, la ola llega
todavía a la costa con energía suficiente para que pueda reflejarse con considerable amplitud; la com-
posición de las dos ondas progresivas que se propagan en sentido opuesto, originan una ola estaciona-
ria.
Las olas provenientes del mar abierto llegan junto a las costas encontrando fondos cada vez menos
profundos, originándose una pérdida progresiva de energía por roce con el fondo (las partículas en prin-
cipio tenían una órbita circular, que se transformará en elíptica), Fig II.4; además, la altura H de la ola
respecto a la profundidad se hace cada vez mayor, por cuanto depende de la relación (h/λ).
Mientras que en alta mar la velocidad de las olas era constante, de la forma:
gλ
c=
2π
y dependía tan sólo de la longitud de onda, las mismas olas de longitud λ al aproximarse a la costa
adquieren una velocidad diferente (c = g h ), ya que respecto a la profundidad h del mar, deben consi-
derarse largas. La velocidad de las olas en las proximidades de la costa depende de la profundidad del
mar y disminuye al disminuir la profundidad.
Una onda al pasar a través de medios en los que tiene velocidades distintas, experimenta una
refracción. Si la onda pasa de un medio en que tiene mayor velocidad a otro en que tiene velocidad
menor, la refracción hará que la onda, (es decir, la normal a las crestas), tienda a incidir sobre la costa
aproximándose a la perpendicularidad.
Si la velocidad varía disminuyendo progresivamente, el radio de la onda se aproximará cada vez
más a la normal, y en definitiva cualquiera que sea la procedencia de las olas en alta mar, al llegar a la
II.-22
playa, las crestas y los valles resultarán paralelos a la costa; las mismas crestas de arenas provoca-
das por el oleaje se dispondrán paralelas a la línea de playa.
Los datos de medida del oleaje pueden proceder de observaciones directas (visuales e instrumenta-
les), o de modelos a partir de datos del viento.
Las observaciones visuales de las olas se hacen desde barcos en ruta, por lo que en general, son
datos dispersos; la información que de ellos se obtiene está limitada a un conocimiento general del régi-
men del oleaje. Las observaciones instrumentales se registran mediante dispositivos automáticos en
zonas de interés; si se trata de conocer el oleaje en zonas amplias, los resultados de modelos de genera-
ción son, a menudo, la única fuente de información, siendo los datos de partida los característicos del
viento en la zona de generación. Cuando se trata de conocer el régimen del oleaje en una zona concreta,
hay que recoger continuamente información mediante dispositivos automáticos dispuestos sobre una
estructura flotante, o anclados en el fondo del mar.
Los sensores ubicados en el fondo del mar tienen la ventaja de estar protegidos contra impactos
naturales y humanos, y el inconveniente de su instalación y mantenimiento; las técnicas de medición
con sensores de presión, permiten calcular la velocidad orbital de las partículas de la ola, la determina-
ción de la dirección del oleaje, etc.
Cuando se trata de registrar el oleaje en profundidades elevadas, los sensores van montados en
boyas, o en pequeñas embarcaciones, ancladas en la zona a investigar; una boya que flota sobre la
superficie del mar puede medir la aceleración vertical de la ola cuando se mueve arriba y abajo accio-
nada por ella; aunque el funcionamiento del acelerómetro es simple, el aplicar su técnica a estas boyas
implica problemas, como la estabilización del sensor para su mantenimiento vertical, por lo que el ace-
lerómetro se ubica en el interior de una esfera de plástico llena de agua, flotando sobre una plataforma
estabilizada.
El conjunto formado por ésta plataforma y el agua se ajusta de forma que las interferencias de las
olas sean poco significativas y el acelerómetro quede en posición vertical, obteniéndose una señal de la
altura de la ola, que una vez convertida y amplificada, se envía a una antena para su transmisión a la
estación receptora en la costa; la distancia máxima admisible para una recepción fiable de la señal
entre la boya y la estación receptora, varía de 10 a 20 kilómetros.
Un generador que transforma la energía del oleaje se denomina GEO, y puede capturar un frente de
oleaje muy superior al ancho del dispositivo; para olas cortas, la longitud de onda es:
g T2
λ(T) =
2π
λ
L c = a + a* = a + k π
II.-23
siendo a la anchura del absorbedor puntual, y a* la anchura adicional de captura debida al efecto ante-
na, de la forma:
k λ(T)
a* =
π
Por ejemplo, si se considera un período medio de, T= 9 seg, con k=1,234, la longitud de onda media de
la ola sería, λ = 126,5 m y la anchura adicional de captura, a* = 49,7 m, resultando que un dispositivo de
a= 10 m de anchura podría capturar la potencia de un frente de ola de, Lc = 59,7 m.
La potencia bruta N* puesta a disposición del GEO, considerando una longitud de onda media, y
siendo NL la potencia del frente de olas por unidad de anchura, en kW/m, es:
λ g T 2m
N*= NL L c = N L (a + a*) = NL (a + k ) = NL (a + k )
π 2 π2
II.-24
III.- TÉCNICAS PARA APROVECHAR LA ENERGÍA DE LAS OLAS
Los convertidores OWCs son dispositivos que transforman la energía del oleaje en energía útil; tie-
nen que ser capaces de resistir los embates del mar y de funcionar eficientemente para las amplias
gamas de frecuencia y amplitud de las olas.
Los primeros testimonios sobre la utilización de la energía de las olas se encuentran en China, en
donde en el siglo XIII empiezan a operar molinos por acción del oleaje. Al principio de este siglo, el fran-
cés Bouchaux-Pacei suministra electricidad a su casa en Royan, mediante un sistema neumático,
parecido a las actuales columnas oscilantes. En esta misma época se prueban sistemas mecánicos en
California, y en 1920 se ensaya un motor de péndulo en Japón. Desde 1921 el Instituto Oceanográfico
de Mónaco, utiliza una bomba accionada por las olas para elevar agua a 60 m con una potencia de 400
W.
En 1958, se proyecta una central de 20 MW en la isla Mauricio, que no llegó a construirse, consis-
tente en una rampa fija sobre un arrecife, a través de la cual subía el agua a un embalse situado a 3 m
por encima del nivel del mar.
Los franceses construyeron en Argelia en los años cuarenta dos plantas piloto tipo con canal con-
vergente. En 1975 se construye un sistema similar en Puerto Rico, con el fin de alimentar con agua un
puerto deportivo.
Uno de los pioneros en el campo del aprovechamiento de la energía de las olas fue el japonés Yoshio
Masuda, que empezó sus investigaciones en 1945 y ensayó en el mar, en 1947, el primer prototipo de
un Raft; a partir de 1960 desarrolla un sistema neumático para la carga de baterías en boyas de nave-
gación, con una turbina de aire de 60 W, de la que se vendieron más de 1200 unidades.
En los años 70 se construye en Japón una plataforma flotante, de 80 m de largo y 12 m de ancho,
llamada Kaimei, que alberga 11 cámaras para ensayos de turbinas de aire.
La investigación a gran escala del aprovechamiento de la energía de las olas se inicia a partir de
1974 en varios centros del Reino Unido, estudiándose sofisticados sistemas para grandes aprovecha-
mientos, actividad que se abandona casi totalmente en 1982, por falta de recursos económicos. A
mediados de los ochenta entran en servicio varias plantas piloto de distintos tipos en Europa y Japón.
Olas.III.-25
III.1.- GENERADORES DE LA ENERGÍA DEL OLEAJE OWCs
Pocas son las instalaciones que se han ensayado en el mar a escala natural, por lo que falta expe-
riencia operativa con prototipos. En general, a medida que aumenta la distancia a la costa la densidad
de energía es mayor, pero la supervivencia está más comprometida y existe una mayor complicación
para el transporte de la energía generada, por lo que hay que encontrar un compromiso entre la super-
vivencia del OWC y la densidad de energía.
Son muchas las modalidades de OWCs que permiten obtener energía del oleaje, aunque no está
todavía claro cuáles son las opciones más favorables, realizándose el aprovechamiento de la energía de
las olas en base a algunas de las siguientes metodologías:
Las características de los OWCs se pueden valorar según los siguientes criterios:
a) Por su posición relativa a la costa: OWCs en la costa, cerca del litoral o en altamar.
b) Por su capacidad de producción energética, relacionada con el punto anterior; pueden ser grandes,
medianos o pequeños aprovechamientos.
c) Por su posición relativa a la dirección del oleaje, destacando:
Totalizadores o terminadores: OWCs largos con eje paralelo al frente del oleaje.
Atenuadores: OWCs largos con eje perpendicular al frente del oleaje.
Olas.III.-26
Absorbedores puntuales: OWCs aislados de dimensiones reducidas, que aprovechan el efecto antena
(concentración y convergencia del oleaje).
d) Por su posición relativa al agua: OWCs fijos o flotantes, semisumergidos o sumergidos.
e) Según otros criterios, teniendo en cuenta la simetría del OWC, la capacidad de almacenamiento de
energía, la capacidad de control, la supervivencia en tormentas, el impacto medio ambiental, la com-
plejidad de la tecnología, materiales, eficiencia, mantenimiento, posibilidad de construcción modular,
etc.
La investigación actual de los OWCs está basada en los siguientes sistemas: Columna oscilante,
Péndulo, Tapchan, Boyas mecánicas, Duck, Sea Clam, Cilindro Bristol, Raft, Rompeolas sumergido,
etc.
c
v
Pistón hidráulico
Generador
h Muelle recuperador
Estructura de hormigón
Fondo marino
b) Variación de la altura de la superficie de la ola.- Situando estructuras flotantes que se mueven con
las olas, sintonizadas de manera que puedan captar su energía. Se dispone de un gran número de los
mismos para capturar la energía, de forma similar a la de un receptor de ondas de radio, ya que se
basan en que cualquier proceso que pueda generar olas, también sirve para extraer su energía, Fig
III.2. Su pequeño tamaño resulta ventajoso y permite su fabricación en serie. La mayoría de estos
aparatos utilizan el efecto de bombeo que proporciona un flotador. Sus inconvenientes derivan princi-
palmente de la fiabilidad de los caudales y de la interconexión eléctrica. Se les puede considerar apara-
tos de segunda generación.
Olas.III.-27
c) Variación de la presión bajo la superficie de la ola.- Son los sistema de columna de agua oscilante;
consisten en una cámara abierta al mar, que encierra un volumen de aire que se comprime y expande
por la oscilación del agua inducida por el oleaje, Fig III.3; el aire circula través de una turbina que puede
ser bidireccional. Se les puede considerar aparatos de primera generación.
Turbina de aire
Cavidad
resonante Ola
Ola
Columna de agua
Los sistemas activos son aquellos en los que los elementos del dispositivo, al moverse a impulsos del
oleaje, generan energía aprovechando el movimiento relativo entre sus partes fijas y móviles.
Los sistemas pasivos son aquellos en los que la estructura permanece inmóvil, generándose energía
directamente, a partir del propio movimiento de las partículas de agua.
Están situados perpendicularmente a la dirección del avance de la ola (paralelos al frente de onda),
y pretenden captar la energía de una sola vez; son los más estudiados. Podemos considerar los siguien-
tes:
OWC RECTIFICADOR RUSSEL.- Es un totalizador pasivo; consiste en una gran estructura tipo
depósito construida sobre el lecho marino, que consta de dos cuerpos o tanques, uno superior y otro
inferior, separados del mar por unas compuertas.
Generador
Salida de agua
con el valle de la ola Turbina
Olas.III.-28
Las compuertas superiores se abren con la cresta de la ola, penetrando grandes cantidades de agua
en el tanque superior, mientras que las compuertas inferiores permiten la salida del agua del tanque
inferior con el valle de la ola; ambos tanques están comunicados por una turbina la cual funciona al
hacerse el trasvase de agua del tanque superior al inferior, de acuerdo con el movimiento de las olas,
Fig III.4.
OWCs MECÁNICOS.- Los OWCs mecánicos aprovechan la oscilación del agua en la cámara
mediante un flotador, que puede accionar agua (bomba) o aire (compresor). El flotador puede accionar
también un motor hidráulico, o un alternador, Fig III.5.
Fig III.5.- OWCs mecánicos para bombeo de aceite, aire y agua, respectivamente
OWC DE UNIÓN FENOSA.- Es un sistema de conversión primaria y secundaria por medios mecá-
nicos, desarrollado e instalado por la empresa Unión Fenosa en la Central Térmica de Sabón (La Coru-
ña), aprovechando la instalación hidráulica del sistema
de refrigeración de uno de los condensadores de la central
térmica. El OWC ubicado en el pozo existente, comunica
con el mar, y consta de un flotador de 6 m de diámetro,
conectado mediante una cadena a un dispositivo mecá-
nico que transforma el movimiento ascendente descen-
dente del flotador en un giro, mediante un rectificador
acoplado a un multiplicador de velocidad y a un genera-
dor eléctrico, con volante de inercia, Fig III.6.
Fig III.6.- OWC Mecánico de Unión Fenosa
OWC PÉNDULO.- El péndulo es un dispositivo apto para
ser instalado en un rompeolas. Consiste en una cámara fabricada de hormigón de forma que el frente
hacia el mar está provisto de una placa rígida de acero, articulada en su parte superior, que puede osci-
lar ligeramente, Fig III.7. En el interior de la cámara, de una profundidad del orden de un cuarto de lon-
gitud de ola, se produce una ondulación estacionaria que mueve la placa, cuyas oscilaciones se trans-
miten y absorben por un dispositivo oleohidraulico, estimándose la eficiencia primaria de éste disposi-
tivo (olas-aceite) en un promedio del 35%, y la eficiencia total en un 20%; para olas regulares, de
período igual al período natural del péndulo la eficiencia puede llegar al 100%.
En la planta piloto de Muroran (Japón) se han observado eficiencias del orden del 50%. Las caracte-
rísticas de esta planta piloto son:
Olas.III.-29
Fig III.7.- Péndulos OWC
Una variante del Péndulo es el Flap, sistema que consta de un cajón y una placa vertical, articu-
lada en su extremo superior, que permite un ligero giro de la placa. El eje de la articulación está conec-
tado a un motor hidráulico que acciona un generador. Las dimensiones de la cámara son: anchura = 5
m; longitud = 6,15 m; altura = 4,6 m
OWC TAPCHAN, NORUEGA.- Consiste en un colector formado por un canal horizontal convergente
que concentra el oleaje y eleva el agua del mar a un embalse situado a unos metros por encima del
nivel mar, Fig III.8, convirtiendo la mayor parte de la energía de las olas en energía potencial, para su
posterior restitución al mar a través de una turbina convencional tipo Kaplan.
El prototipo de 400 kW con un desnivel de 4 m por encima del nivel medio del mar; está instalado en
Toftestallen, Noruega, funcionando satisfactoriamente. La capacidad del embalse es de 8500 m3 y ali-
menta una turbina Kaplan de 0,35 MW. La longitud total del canal es de 170 m. La forma de la embo-
cadura se ha conseguido mediante voladura de la roca existente, y la parte estrecha, que corresponde a
la mitad de la longitud total, se ha construido de hormigón. Ha funcionado durante 6 años, habiendo sido
sometida a posteriores reparaciones.
Olas.III.-30
En Java (Indonesia), se está desarrollando actualmente un proyecto de 1,1 MW de las siguientes
características:
Para una potencia media anual del oleaje de 17 kW/m, la energía anual de incidencia es:
Suponiendo se admite una variación en el salto de 1 metro, el embalse garantiza la generación eléc-
trica a potencia nominal durante tres minutos, sin que haya aportaciones al embalse.
Para el almacenamiento de la energía durante períodos mayores sería necesario un embalse más
amplio, u otro adicional a mayor altura, utilizando una turbobomba en vez de una turbina hidráulica
convencional. En King Island (estrecho de Bass, Australia), está prevista la construcción de un proto-
tipo de 1 MW.
OWC BOMBA DE MANGUERA.- La bomba de manguera, desarrollada en Suecia en los años 80,
aprovecha las características elásticas de una manguera de elastómeros.
Cuando la manguera, provista de válvulas rectificadoras, se estira, su volumen interior disminuye;
si se ata uno de sus extremos al fondo del mar, y el otro a un cuerpo flotante, se dispone de una bomba
accionada por el desplazamiento vertical del flotador, Fig III.9.
El diseño actual consiste en varias unidades conectadas en serie, que suministran agua de mar a
una turbina Pelton, a presiones entre 1 MPa y 4 MPa; el dispositivo suministra electricidad a boyas de
navegación.
Recientemente se ha ensayado un sistema de 110 kW que incorpora un tanque para almacena-
miento de agua, con el fin de su posterior utilización en una turbina hidráulica.
El sistema Lilypad, Fig III.10, es un dispositivo flotante de grandes dimensiones, que utiliza un sis-
tema de mangueras en serie, conectadas en sus extremos a membranas deformables, unas flotantes o
ligeramente sumergidas, y otras sumergidas fuera de la influencia del oleaje.
Olas.III.-31
Fig III.9.- Bomba de mangueras
OWC BOMBA DE PISTÓN.- Este sistema consta de un cilindro con pistón en una estructura de hor-
migón ubicada en el fondo del mar, un flotador y un cable que une el pistón y el flotador. El pistón
asciende por la acción del oleaje y desciende por gravedad, y está provisto de válvulas rectificadoras a
la entrada del agua generando un flujo de agua que se aprovecha en una turbina hidráulica.
Se construyó un prototipo a tres kilómetros de la costa de Hanstholm, Dinamarca, que fue des-
truido por un temporal; tenía una base cilíndrica de hormigón armado de 9 m de diámetro, y estaba
anclado a 30 m de profundidad.
Fig III.11.- Bomba de pistón de Hanstholm Fig III.12.- Bomba de pistón montada sobre boya
Olas.III.-32
una estructura de hormigón en el fondo de 3000 Tm, generaría 350 MW.
Para la desalación del agua del mar existen prototipos con bombas de pistones, a escala real, en
fase de experimentación. El de Delbuoy consta de seis bombas de 2,1 m de diámetro, que producen 5,7
m3 de agua dulce por día, con olas de 1 m y período entre 3 y 6 segundos.
En otros sistemas, la bomba de pistón está montada sobre la boya; tanto la boya como la plata-
forma de anclaje, están construidas con neumáticos usados de diámetro = 2,5 m, Fig III.12.
OWC FROG.- Este sistema consta de un flotador en forma de remo en posición vertical, conectado
rígidamente a un casco sumergido y anclado al fondo del mar, como una boya, Fig III.13.
El casco contiene una masa, que actúa como pistón dentro de un cilindro, que puede moverse sobre
un eje en la dirección de las olas, produciéndose un flujo de aceite a alta presión, para su utilización
como fluido en una turbina hidráulica. El casco, metálico, tiene 23 m de altura y pesa 1.625 Tm, de las
que 1.250 Tm corresponden a la masa de reacción. El Frog, actualmente poco desarrollado, se caracte-
riza por una alta eficiencia en conversión primaria, hecho comprobado en pruebas con olas regulares.
OWC DUCK o PATO SALTER.- Se puede considerar como un totalizador activo para el aprovecha-
miento de las olas a gran escala en altamar, Fig III.14; desarrollado en la década de los 70, en Edimbur-
go, consiste en un flotador alargado cuya sección más estrecha se enfrenta a la ola con el fin de absor-
ber su movimiento lo mejor posible, mientras que su parte posterior es cilíndrica, para evitar pérdidas
de energía por rozamiento. Los flotadores giran bajo la acción de las olas, lentamente, alrededor de un
eje cuyo movimiento de rotación acciona una bomba de aceite que se encarga de mover una turbina.
Básicamente consiste en una estructura flotante, tal como se indica en la Fig III.14; el sistema
consiste en péndulos invertidos, articulados en su parte inferior y montados sobre un eje que permite
movimientos en dirección del oleaje, en la que una parte actúa como flotador de balanceo manteniendo
una cierta rigidez, es decir, no se ve influenciada por las olas permaneciendo fija, mientras que la parte
activa consiste en unos flotadores en forma de leva que se mueven accionados por el ritmo de las olas,
creándose en los mismos un movimiento oscilatorio, que acciona unos sistemas oleohidráulicos
(movimiento alternativo) conectados a una turbina, originando el giro del eje de la misma y, por lo tan-
to, la generación de energía.
El módulo de una supuesta central podría estar formado por 54 cilindros flotantes de hormigón, de
14 m de diámetro y 90 m de longitud, de 11.000 toneladas de peso cada uno, anclados a 100 m de pro-
Olas.III.-33
fundidad. Sobre cada uno de los cilindros vienen montados dos cascos, los ducks, que pueden rotar alre-
dedor de los cilindros en respuesta a las olas.
Ola
Expansión
Compresión
Flotador de balanceo
Una planta de 2 GW estaría conformada por 8 módulos con un total de 864 Ducks, y una longitud
de 38,9 km; cada Duck estaría provisto, en su interior, del equipo mecánico y eléctrico propio para la
generación de electricidad.
La conversión secundaria se realizaría por un sistema hidráulico de aceite.
Una de las características del Duck sería una alta eficiencia en la conversión primaria, alcanzando
casi el 100% en condiciones óptimas.
Gran parte de la tecnología de conversión es nueva y necesita investigarse aún mucho más; su apli-
cación real queda para un futuro lejano.
Olas.III.-34
Fig III.15.- Sistema Clam
OWC CILINDRO BRISTOL.- El Cilindro, desarrollado por la universidad de Bristol, es otro concepto
para grandes aprovechamientos. Una planta que funcionase con este sistema constaría de 276 módu-
los o cilindros; cada cilindro mediría 100 m de longitud y 16 m de diámetro; su parte superior estaría
situada a 6 m de la superficie del agua, y anclada a 40 m de profundidad, por lo que el cilindro total-
mente sumergido, no tiene su estructura sometida a fuerzas excesivas durante las tormentas, Fig
III.16.
OWC RAFT o BALSA COCKERELL.- Los Rafts son gigantescas plataformas flotantes, articuladas
entre sí, (dos o más), unidas mediante mecanismos hidráulicos (cilindro-émbolo), que reciben el impacto
de las crestas de las olas, de forma que los movimientos de giro parcial de los flotadores accionados por
ellas, se aprovechan para mover un fluido mediante el sistema (cilindro-émbolo) citado, colocado en las
articulaciones que une los flotadores (movimiento alternativo), Fig III.17, accionando el fluido a presión
resultante una turbina.
Pistones hidráulicos
Flotadores
Articulaciones
Flotadores
Las balsas ascienden y descienden impulsando un fluido hasta un motor que mueve un generador
por medio de un sistema hidráulico instalado en cada articulación.
El número óptimo de flotadores es de 3 y el tamaño óptimo del sistema es de 100 m x 50 m, para
conseguir potencias de 1 a 2,5 MW.
El oleaje produciría una rotación en las articulaciones que se podría aprovechar para accionar bom-
bas hidráulicas. Su eficiencia teórica puede alcanzar el 90%. En ensayos con prototipos se han encon-
trado eficiencias del orden del 40% al 50%. Dadas sus gigantescas dimensiones, y las inmensas fuerzas
que actúan sobre el anclaje, hacen que el sistema Raft no resulte competitivo.
OWC ROMPEOLAS SUMERGIDO.- Se han propuesto rompeolas sumergidos, Fig III.18, para cal-
mar el mar, (que evitan impactos por el oleaje y no dificultan el tráfico marino), a base de placas hori-
zontales ancladas en el fondo, que han demostrado su efectividad para absorber parcialmente el oleaje;
en ensayos de laboratorio se ha encontrado que hasta el 35% de la energía incidente del oleaje circula
por debajo de la placa, en sentido opuesto al oleaje, flujo que se podría aprovechar en una turbina
hidráulica.
Olas.III.-36
III.5.- OWC COLUMNA OSCILANTE
El principio de extracción de la energía de las olas está basado en la oscilación del agua dentro de
una cámara semisumergida y abierta por debajo del nivel del mar, provocada por el oleaje, que produce
un cambio de presión del aire por encima el agua, obteniéndose un flujo de aire que se puede aprovechar
haciéndole pasar a través de una turbina.
En algún caso, se aprovecha la oscilación del agua mediante un flotador. La conversión secundaria
se efectúa en este caso, por medios mecánicos o hidráulicos.
Existen varios prototipos de OWCs neumáticos, algunos de ellos a escala real, siendo el único OWC
que se ha comercializado con éxito para suministrar electricidad a los sistemas de iluminación de boyas
de navegación. Su popularidad se debe a su aparente simplicidad por cuanto convierte las velocidades
bajas y fuerzas altas del oleaje, en un flujo de aire de alta velocidad y baja fuerza, aptos para la alimen-
tación de un generador eléctrico.
Generador Salida y entrada de aire
Ola
Ola
Columna de agua
La conversión primaria tiene lugar en una cámara fija o flotante, normalmente sin piezas móviles;
su funcionamiento está basado en la resonancia, es decir, en la amplificación de la oscilación del agua
que es máxima cuando la frecuencia natural del OWC coincide con la frecuencia de la ola. En el funcio-
namiento de un OWC neumático, la columna de agua dentro de un tubo fijo está en resonancia con una
ola de frecuencia:
wc 1 1 g
f= = T + 2π
2π c L + L*
Desplazamiento: y = H* cos(w t)
2
Olas.III.-37
dy
Velocidad: v = = - w H* sen(w t)
dt 2
d2 y
Aceleración: = - w 2y
dt 2
vc Ωc
va =
Ωa
La energía cinética del aire expulsado de la columna se puede aprovechar situando una turbina neu-
mática en la abertura. El flujo de aire producido dentro de la cámara, aparte de su irregularidad, es bidi-
reccional, de acuerdo con la oscilación del agua.
En los primeros intentos para generar una rotación mecánica unidireccional, con el objeto de aco-
plar un alternador, se ha utilizado un sistema de válvulas rectificadoras y turbinas convencionales,
siendo la más utilizada la turbina Francis.
Una variante de la turbina Francis, normalmente empleada como turbina hidráulica en aprovecha-
mientos hidroeléctricos, se puede utilizar como turbina neumática, con las mismas características
hidráulicas: banda ancha de funcionamiento y alta eficiencia; su punto débil radica en que hay que rec-
Olas.III.-38
tificar previamente el flujo y en que el buen funcionamiento de las válvulas resulta problemático, por lo
que el empleo de turbinas convencionales y válvulas, ha quedado casi abandonado con la aparición y
desarrollo de turbinas autorectificadoras.
Estas turbinas mantienen el sentido del giro, con independencia de la dirección del flujo. La turbina
de estas características más difundida, es la turbina Wells, axial, Fig III.20, desarrollada en la Univer-
sidad de Belfast a partir de 1976; en su forma más simple consta de un rotor con 3 a 5 palas fijas y
simétricas, colocadas radialmente; su eficiencia es menor que la Francis y su rotación a alta velocidad
produce mucho ruido; variantes de ella son la turbina biplana y la turbina de contrarotación.
Fig III.22.- Turbina McCormick Fig III.23.- Turbina Babinsten Fig III.24.- Turbina de Filipenco
Otra turbina autorectificadora es la turbina de McCormick, Fig III.22, que es una turbina radial de
acción, formada por dos rotores que giran en sentidos opuestos, y dos distribuidores; otras variantes de
la turbina de McCormick son la de Babinsten, Fig III.23, con un rotor y dos distribuidores y la de Fili-
penco, Fig V.24, con tres rotores y dos distribuidores.
Otras mejoras en la regulación del flujo y fuerzas axiales sobre el alternador, consisten en utilizar
una turbina radial con un rotor con álabes simétricos, colocados tangencialmente en la dirección del flu-
jo, Fig III.25.
En general, las turbinas radiales son más eficientes, pero más complicadas en su diseño; su veloci-
dad es menor. Debido a la gran variabilidad del flujo, una turbina tiene que estar provista preferible-
mente de un dispositivo de regulación que mantenga una eficiencia aceptable sobre una banda de fun-
cionamiento suficientemente ancha, eficiencia que se puede obtener utilizando palas de ángulo de ata-
que variable, con los consabidos problemas de diseño y funcionamiento.
Olas.III.-39
Una opción sencilla sería el controlar la velocidad de la turbina mediante la alteración del área del
flujo, o la colocación de un distribuidor de álabes variables.
La eficiencia de los OWCs neumáticos, y de algunos otros sistemas, depende de la frecuencia de la
ola incidente, habiéndose comprobado puede llegar a ser casi del 100%. La eficiencia en la conversión
primaria, sin control, puede ser del orden del 30%, y del 82% con control. La eficiencia de extracción de
la energía del oleaje y su conversión en electricidad, es uno de los factores clave que influyen en la eco-
nomía del sistema, siendo su eficiencia del orden del 25% al 50%.
En las turbinas Francis la eficiencia máxima es del orden del 85%, en las McCormick del 75% y en
las Wells del 70%; considerando que los costes de la turbina y del generador de un OWC fijo son normal-
mente el 20% de los costes totales, un incremento de la eficiencia media anual de la turbina del 60% al
70%, implicaría un aumento del orden del 80% de los costes del generador y de la turbina.
OWC NEL.- El National Engineering Laboratory NEL, se proyectó utilizando tecnología y equipos
convencionales; se pretendía ubicarle en aguas poco profundas para evitar el impacto de temporales
fuertes, a costa de reducir la disponibilidad del oleaje.
Funciona según el principio de la cavidad resonante de forma que mediante un sistema de válvulas
se consigue que el aire que atraviesa la turbina circule siempre en el mismo sentido.
En la Fig III.26 se presentan vistas de detalle, general y panorámica, del convertidor N.E.L. que
consiste en una estructura de hormigón prefabricado, parcialmente sumergido, abierto al mar por
debajo de la superficie del agua; el aire encerrado y comprimido en la estructura accionaría una serie de
turbinas que tendrían una potencia de 2 GW y constaría de 606 módulos de 64 m de longitud cada uno,
formando lineas continuas de barreras orientadas en la dirección principal del oleaje.
La estructura iría fijaba en el fondo, a 21 m por debajo del nivel del mar, mediante un sistema de
barras de anclaje. Cada módulo, de 22.500 toneladas, contendría tres OWCs de 15 m2 cada uno. La lon-
gitud total de la instalación sería 38,8 Km. En el diseño original, el flujo de aire desde cada OWC se rec-
tificaba mediante válvulas antes de pasar por una turbina axial. Más tarde esta turbina fue sustituida
por una turbina Reflair, diseñada por Sulzer, que es una turbina autorectificadora, como la Wells, que
no necesita válvulas (o una Francis).
Cada turbina accionaría un generador de 1,65 MW y los generadores irían interconectados después
de rectificar la corriente continua, en alterna, que se transformaría a 11 kV; la corriente de un grupo de
módulos se transformaría a 132 kV para su transmisión a la costa. En las Fig III.27 y 28 se presenta
el esquema operativo del funcionamiento del prototipo de Islay (Escocia) 1987 de 75 kW, de 17 x 3 m,
que aprovecha tanto la subida de las olas, como su bajada, mediante una válvula de cuatro pasos que
distribuye y conduce el aire comprimido siempre en el mismo sentido, hacia la turbina de aire.
Olas.III.-40
Sistema de válvulas del N.E.L.(4 grupos)
Fig III.26.- Convertidor N.E.L.
Salida a la
Aire en lo alto de Entrada de aire
atmósfera
la columna de agua Válvula de Válvula de
4 pasos 4 pasos
Generador Generador
Olas.III.-41
OWC SHORELINE o CONVERTIDOR BELFAST.- Este OWC, proyectado para ser ubicado en la cos-
ta, aprovecha las formas naturales del litoral; su desarrollo fue iniciado en la Queen’s University de
Belfast en 1985, Fig III.29. En el diseño se intenta concentrar el oleaje hacia la cámara; estructural-
mente se basa en la simplicidad de los componentes, minimizando los costes de la obra civil, incorpo-
rando los acantilados como parte de la cámara de aire.
El principio de operación de este OWC es idéntico al del NEL, pues aprovecha el flujo de aire produ-
cido por la oscilación del agua dentro de la cámara.
El aire de la cámara se conduce a través de un tubo de 1 m de diámetro hacia una turbina biplana
tipo Wells, (que gira siempre en el mismo sentido independientemente de la corriente de aire), de poten-
cia nominal 75 kW y velocidad nominal 1500 rpm.
En 1987 se inició la construcción de un prototipo en la isla escocesa de Islay. La obra civil, se ter-
minó en 1989, y se estudió y analizó la potencia hidroneumática dentro de la cámara de aire, proyec-
tando sobre los resultados obtenidos el equipo mecánico y eléctrico, cuya instalación fue terminada en
1991.El alternador está acoplado directamente a la turbina, y genera electricidad a 440 V, que poste-
riormente se transforma a 11 kV, conectando la planta a la red (1993).
ART OSPREY.- El Art Osprey es un OWC de forma semiesférica de 20 de altura que contiene dos
cámaras de aire, Fig III.30; colocado en el fondo del mar, a unos 18 m de profundidad, tiene su salida
equipada con dos turbinas tipo Wells y generadores en posición vertical, de 0,5 MW de potencia cada
grupo. La estructura de la cámara está formada por elementos metálicos, montados en la costa; su
fijación al fondo del mar se efectuó por balasto de sedimentos y hormigón, en 1992.
OWC KVAERNER (NORUEGA).- En 1985 se instaló un OWC de 500 kW en Toftestallen, Noruega;
diseñado por la ingeniería Kvaerner, el dispositivo operó durante tres años satisfactoriamente, antes de
que fuera destruido por un fuerte temporal. Fue construido en un acantilado vertical de 30 m, y consis-
tía en una base de hormigón y un tubo metálico de 10 m de diámetro. En la parte superior del tubo se
instaló un grupo en vertical con turbina tipo Wells, Fig III.31. Las olas penetraban por la parte inferior
del cilindro y desplazan hacia arriba la columna de aire, lo que impulsa una turbina instalada en el
extremo superior del tubo. Esta central abastecía a una aldea de 50 casas.
Olas.III.-42
Fig III.31.- OWC Kvaerner Fig III.32.- OWC de Madrás
OWC de MADRAS (INDIA).- Este OWC se construyó en la costa de Kerala, cerca de Trivandrum,
India, y genera 150 kW desde 1991, Fig III.32. La cámara es un cajón de hormigón de 3.000 Tm, fabri-
cado en dique seco, y posteriormente anclado en la parte exterior de un rompeolas; las cámaras se lle-
naron con 3.000 Tm de arena; la estructura, de 6.000 Tm, soporta el impacto de olas de hasta 7 m; la
turbina es de tipo Wells de eje vertical, con un rotor de 2 m de diámetro.
OWC SANZE o BOYA MASUDA (JAPON).- Es una boya que tiene en su interior un sistema que
actúa por el principio de cavidad resonante, accionando una turbina de aire comprimido por la columna
de agua provocada por las olas, Fig III.33. Es similar al disposi-
tivo de Islay, es el OWC de Sanze, Japón. La cámara es de hormi-
gón, construido sobre roca en la costa; la turbina es una Wells
doble con un generador de 40 kW.
OWC BUQUE KAIMEI.- El Kaimei es una estructura flotante
similar a un barco grande, que alberga varios tipos de turbinas en
sistemas OWC, Fig III.34. El barco, anclado ante la costa japone-
sa, está conectado a ésta con un cable submarino para el trans-
porte de la energía; tiene el fondo plano, de 80 metros de eslora y
12 metros de manga.
Consta de dos filas paralelas de 11 tubos de 25 m 2 de sección
transversal, que funcionan como cavidades resonantes, de modo
Fig III.33.- Boya Masuda
que se aprovechan las crestas y los valles de las olas para gene-
rar un empuje de aire hacia arriba o hacia abajo, que al ser expulsado o absorbido por la cavidad mueve
una turbina de aire; utiliza varios tipos de turbinas, siendo su potencia máxima de 2 MW.
OWC SAKATA.- Es un dispositivo con cinco cámaras que forman parte del rompeolas de un puerto.
Es un cajón de (20 x 18) m, fabricado en dique seco y situado y anclado en el fondo mediante balasto de
arena; la sala de máquinas alberga una turbina Wells tándem y un turbogenerador de 60 kW; opera
desde 1989.
OWC de KUJUKURI.- Actualmente en construcción en Kujukuri-Cho, Japón, consta de diez OWCs
de 2 m de diámetro y 2 m de altura, con una potencia de 30 kW; su ubicación está por delante de un
antiguo rompeolas.
Olas.III.-43
Turbina
Salida de aire
Ola ascendente
Turbina
Entrada de aire
Aire Ola
Ola
Ola descendente
Fig III.34.- Buque Kaimei
OWC BBDB..- Es un OWC flotante, cuya abertura de entrada de la cámara está situada hacia la
costa, (opuesta al oleaje). Tiene la ventaja de un mejor rendimiento y una disminución de las fuerzas
sobre el anclaje; existen prototipos en fase de prueba en Nagaya.
OWC MIGHTY WHALE.- Genera 110 kW, con un frente de 30 m y 40 de longitud. La novedad de
este OWC es un componente estabilizador que reduce su tendencia de movimientos giratorios sobre la
superficie del agua. Tiene una alta eficacia, estimada en un 60%, y pequeñas fuerzas de anclaje.
OWC de PICO.- Se ha construido un OWC en Pico, Azo-
res, que consta de un canal natural en la costa que con-
centra, por difracción, la energía del oleaje hacia el dispo-
sitivo generador, que consiste en una cámara o cajón de
hormigón fabricada en dique seco de (12 x 8) m; lleva una
turbina hélice de 0,5 MW, que acciona un generador
asíncrono.
OWC de CHINA .- El Instituto de Conversión de la Ener-
gía de Guangzhou, ha construido un prototipo de OWC de
Fig III.35.- Perspectiva de la central de Pico, Azores (4 x 10) m en la costa de la isla de Dawanshan en el sur
del Mar de China; tiene una potencia de 30 kW.
OWC con FLAP.- Consiste en proteger la turbina neumática contra los impactos del agua, sepa-
rando la cámara de aire, del mar, mediante una compuerta basculante. Su baja eficiencia no le ha per-
mitido pasar de la etapa de diseño.
III.7.- ATENUADORES
Se colocan paralelos a la dirección de avance de las olas, y son estructuras largas que van extra-
yendo energía de modo progresivo; están menos expuestos a daños y requieren menores esfuerzos de
anclaje que los terminadores, pues las fuerzas se compensan a ambos lados de la estructura, siendo
capaces de captar energía por ambos lados de la misma.
OWC BOLSA DE LANCASTER.- Consiste en una estructura de hormigón, con forma de buque, con
unas bolsas flexibles llenas de aire colocadas a lo largo de ella.
Olas.III.-44
Las olas actúan lateralmente sobre las bolsas flexibles de forma que, aprovechando la situación de
las crestas y valles de las olas, y mediante un sistema de válvulas, provocan el accionamiento de unas
turbinas de aire convenientemente colocadas, Fig III.36.
OWCs ABSORBEDORES PUNTUALES.- Son estructuras pequeñas en comparación con la ola inci-
dente; suelen ser cilíndricas y, por lo tanto, indiferentes a la dirección de la ola; generalmente se colocan
varios agrupados formando una línea.
Los atenuadores y los absorbedores puntuales pueden captar energía de un frente mayor que el
propio frente que ellos oponen, mediante un efecto antena.
Olas.III.-45
IV.- APLICACIONES DE LOS OWCs
Generadores eléctricos.- Una de las características del oleaje es su variabilidad, tanto a corto como
a largo plazo, lo que implica que la conversión de la energía del oleaje en electricidad, es más eficiente
cuando el generador tiene una velocidad variable.
Generador eléctrico convencional de corriente alterna.- Para determinados usos se puede emplear
un generador convencional de corriente alterna, con posterior rectificación de la misma, que permita la
generación a velocidad variable. Para generación en altamar, la energía se puede transportar a tierra
como corriente continua, que resulta más económica.
La energía del oleaje es una fuente muy irregular e imprevisible, por lo que es necesario un almace-
namiento temporal de la misma; la elección del sistema de almacenamiento depende de:
Cuando el OWC es un dispositivo que bombea agua, existe la posibilidad de almacenarla en embal-
ses para su posterior turbinación y generación de electricidad, lo que implica que el OWC se puede
encontrar a una distancia razonable de la costa.
En otros sistemas Tapchan se puede efectuar el bombeo, con o sin previa generación de electrici-
Olas.IV.-31
dad, empleando turbobombas. La energía E almacenada en una altura H (m) y volumen V (m3) es:
E ( kW) = 0,022 H V
por lo que para generar 1 kW, sería necesario turbinar 45,5 m3 de agua desde 10 metros ó 10 m3 de
agua desde 45,5 m.
La potencia en kW, con H en (m), y Q en (m3/seg), es:
γQH
N(kW) = ≈ 8 HQ
102 η
DESALACIÓN DEL AGUA DEL MAR.- La producción de agua potable es, posiblemente, el mejor uso
de la energía del oleaje, si existe una demanda adecuada para este tipo de recursos. La desalación se
puede efectuar por procesos térmicos (evaporación, destilación), eléctricos (electrodiálisis) o fisicoquí-
micos (ósmosis inversa, utilizando directamente la energía mecánica producida por el oleaje).
El proceso de ósmosis inversa consiste básicamente en que el agua del mar atraviesa una mem-
brana semipermeable, que retiene las sales disueltas. La presión del agua es del orden de 55 bars, y la
energía necesaria del orden de 6 kW/m3.
La mayoría de los diseños actuales de sistemas para conversión del oleaje son aptos para generar
altas presiones de agua, habiéndose diseñado algunas bombas de alta presión, como la denominada
Delbuoy, que lo fue expresamente para ósmosis inversa en la Universidad de Delaware. El precio
actual del agua desalada por ósmosis inversa es de algo más de 1 /m3, (en una planta de 200 m3
diarios), siendo la mitad de ellos costes de energía.
La conversión del oleaje a gran escala en altamar es posible, con potencias entre 300 MW y 2 GW,
Olas.IV.-32
mediante sistemas Duck, Cilindros Bristol y boyas de pistón. Por su tamaño y por su distancia a tie-
rra, surgen una serie de problemas de instalación, mantenimiento, anclaje, transporte de la energía,
modificación del oleaje a sotavento, interferencia con el tráfico marítimo, etc.
La industria petrolífera ha colaborado en la instalación de plataformas que pueden ser útiles en la
implantación de OWCs en altamar, en procedimientos de instalación y transporte. En cuanto al ancla-
je, el problema es diferente, por cuanto las plataformas se diseñan para oponer la mínima resistencia
al oleaje, mientras los OWCs son todo lo contrario. Los costes de amarre y anclaje pueden ser del orden
de la mitad de los costes totales.
El diseño de los componentes tiene que adaptarse a las capacidades de transporte existentes.
SISTEMAS HÍBRIDOS.- Un mercado para la energía del oleaje, y las energías renovables en gene-
ral, es el abastecimiento de comunidades aisladas, en donde no exista una red eléctrica.
Dada la irregularidad del recurso, el abastecimiento de la población solo se puede garantizar
mediante un almacenamiento temporal de la energía, o con una combinación de fuentes de generación
mediante generadores eólicos, generadores Diesel, energía solar, etc.
Ejemplos de sistemas híbridos con energía del oleaje existen pocos, siendo los únicos representantes
las boyas de navegación en las que la batería se carga con energía del oleaje. El problema del almace-
namiento de la energía del oleaje es en gran parte similar al de la energía eólica.
Olas.IV.-33
este caso la energía se puede transportar en barco, en forma de productos elaborados en alta mar.
Una opción sería el llamado puente electroquímico, utilizando grandes baterías de litio montadas
sobre barcos. Otra sería la fabricación de combustibles sintéticos en altamar, como hidrógeno o amo-
niaco, o la gasificación de carbón.
En el fondo del mar abundan minerales como el uranio e hidrocarburos (petróleo). En Japón se está
estudiando la extracción de minerales en altamar. Se estima que con 1 kWh de energía del oleaje, se
puede extraer uranio para 10 kWh en una planta nuclear. También se puede pensar en la fabricación
de aluminio en alta mar.
Los OWCs en el litoral o cerca de él pueden tener impactos considerables sobre el medio ambiente.
La absorción y modificación del oleaje puede variar la morfología de la costa y de la vida marina. Sus
efectos positivos pueden ser la disminución de la erosión de playas, o la creación de zonas tranquilas
para recreo o cultivos pesqueros, siendo de esperar que la variación de los procesos en el litoral afecten
a las zonas de reproducción de la vida marina.
Otros impactos, de tipo visual y sonoro, hay que tenerlos en cuenta, especialmente en zonas turísti-
cas, estando asociado el problema del ruido a OWCs neumáticos que emplean turbinas de aire a alta
velocidad tipo Wells. En zonas habitadas habría que emplear silenciadores, que reducen la eficiencia.
La mayoría de los diseños de OWCs operan con potencias entre 100 kW y 1 MW aproximadamen-
te; sin embargo, en grandes aprovechamientos del orden de GW, la potencia por unidad de OWC tendría
que ser muy superior, como en el caso de los Ducks y Cilindros.
Una central de 100 MW consistiría más bien en 1000 unidades de 100 kW, que en 200 unidades de
500 kW.
La tendencia con respecto a la potencia por unidad, es similar a la de los aerogeneradores, y aunque
se han construido aerogeneradores de varios MW de potencia, el tamaño comercial parece estar entre
los 100 y 500 kW.
Para caracterizar la potencia de un OWC, se introduce un factor de capacidad Fc , de la forma:
E anual
Fc =
E máx teórico
en la que: Eanual sería la energía media generada en un año, y Emáx. teórica sería la posible energía gene-
rada en el caso de que el OWC funcionase a potencia nominal durante todo el año.
Para que la producción energética del OWC sea grande comparada con la inversión, el OWC tiene
que operar cerca de su potencia nominal durante gran parte del tiempo. De esta forma, se pierden los
picos del régimen del oleaje, que no tiene demasiada importancia, dado que el recurso es gratis y casi ili-
mitado; el factor de capacidad para un OWC suele ser del orden del 40% , y para aerogeneradores del
orden del 30% al 35%.
TORMENTAS .- Los OWCs se tienen que diseñar para sobrevivir en condiciones de olas extremas.
Las consecuencias de tormentas ya se han experimentado con uno de los primeros prototipos de
OWCs, cuando en 1988 el Kvaemer OWC fue destruido por una ola de 20 m de altura.
La altura de la ola puede reducirse considerablemente en aguas poco profundas; su energía se
pierde debido a la fricción con el fondo y posterior rotura.
El coste de un OWC y el coste de la energía generada dependen en gran medida del cálculo de la ola.
Los sistemas sumergidos, como el Cilindro Bristol, el rompeolas sumergido, o los OWCs sumergibles
como la boya de pistón, son sistemas a los que afecta menos las tormentas.
MAREAS.- Las mareas son desfavorables para el aprovechamiento del oleaje; el impacto de las
mareas sobre el rendimiento del OWC depende del sistema empleado. OWCs con rampas fijas, sólo
pueden operar en zonas con pequeñas mareas, mientras que los OWCs flotantes quedan menos afecta-
dos. Los diseños para OWCs han de tener en cuenta los niveles mínimo y máximo que puede alcanzar
la marea; en algunas zonas del mundo con altos coeficientes de mareas, lugares donde se están estu-
diando centrales maremotrices, se puede casi excluir el aprovechamiento del oleaje.
Olas.IV.-35
IV.8.- CONSIDERACIONES FINALES
Existen pocos datos fiables e independientes sobre costes de energía; en un estudio a efectos com-
parativos se pueden proponer los siguientes precios de kWh, a un tipo de interés del 8% y precios de
1990:
Duck y NEL OWC, 32 ptas/kW
Cilindro Bristol, 24 ptas/kW
OWC de 0,5-1 MW, 12 ptas/kWh, para potencias medias anuales del oleaje
Kvaerner OWC, 6-8 ptas/kW y en oleaje de 15 kW/m.
El Tapchan con olas, de 17 kW/m, estaría por debajo de las 10 ptas/kW.
Es preciso indicar que los costes de OWCs montados en la costa, dependen en gran medida de la
morfología (obra civil); una solución económicamente interesante podría ser la incorporación de OWCs
en rompeolas y el aprovechamiento de cavernas naturales para los OWC.
VALORACIÓN DE LOS OWCs.- Se considera que el éxito de un OWC depende en gran medida de la
energía del oleaje, y depende principalmente de cuatro criterios.
a) Utilización de tecnología convencional, que se considera ventajosa en el desarrollo de la energía del oleaje.
b) Estado de desarrollo, en el que sistemas de pequeña y mediana capacidad tienen, en general, un mayor grado
de desarrollo, siendo los sistemas que tienen mayores posibilidades para aplicaciones a corto y medio plazo.
c) Probabilidad de generación a coste comparable con el de otras energías renovables, siendo la competitividad
económica un fuerte argumento para la implantación de estas tecnologías.
d) Impacto medio ambiental, en el que determinados aspectos ecológicos favorecen su implantación.
COMPARACIÓN.- Comparar los sistemas que aprovechan la energía de las olas es tarea difícil, por-
que su estado de desarrollo es muy diverso. Las columnas oscilantes OWCs, Péndulos, Tapchans y
boyas mecánicas se han ensayado en laboratorio y se han construido prototipos para trabajar en el
mar; los Ducks, Sea Clams, Cilindros Bristol y Rafts, se han ensayado en el laboratorio, pero no existe
ningún prototipo; el rompeolas sumergido se puede clasificar como una idea.
Olas.IV.-36
Los OWCs neumáticos han alcanzado un alto nivel de desarrollo; su funcionamiento se ha probado
en varias plantas piloto, y es el OWC que más atracción produce entre los investigadores. La experien-
cia obtenida con OWCs neumáticos instalados en la costa, se podría transferir a instalaciones más
potentes en alta mar; el coste del kWh de energía eléctrica generado por un OWC es un poco más caro
que el generado en forma convencional.
De los OWCs mecánicos, prácticamente destinados a la conversión primaria, se dispone de poca
información; la energía mecánica se puede utilizar para bombear agua, bien para desalación del agua
de mar, o para su posterior empleo en una turbina. Para la generación directa de electricidad, parecen
más adecuados los sistemas neumáticos.
Los Péndulos se están investigando en Japón; son sistemas aptos para su incorporación en rom-
peolas existentes o nuevos, siendo bastante cuestionable su supervivencia en temporales, como se ha
demostrado con algunos prototipos.
El funcionamiento del Tapchan se ha comprobado con un único prototipo, utilizando tecnología con-
vencional; económicamente parece ser competitivo, aunque se encuentran dificultades en su comercia-
lización. Su construcción está condicionada, más que en los sistemas, a una obra civil conveniente.
Las bombas mecánicas de pistón y de manguera están en pleno desarrollo; su funcionamiento se
ha demostrado con prototipos en el mar; su utilidad puede estar relacionada con la desalación del agua
del mar; para grandes aprovechamientos, habría que contar con cientos o miles de unidades. El Frog es
una idea muy interesante, pero está poco desarrollada.
Los Ducks están pensados para grandes aprovechamientos; sus componentes necesitan todavía
una investigación considerable, siendo los dispositivos más complejos y futuristas.
Para los Cilindros vale lo anteriormente dicho de los Ducks, aunque necesitarían menos investiga-
ción. Los Sea Clams y Rafts son grandes OWCs flotantes, en los que todavía hay que resolver proble-
mas de anclaje; su aplicación no es inmediata. El rompeolas sumergido es una idea que se puede aplicar
en estructuras existentes, siendo interesante para aprovechamientos pequeños.
ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN.- En la mayoría de los OWCs hay todavía una serie de
cuestiones comunes a investigar, como:
a) Mejoras en los rendimientos de las turbinas neumáticas.
b) Las fluctuaciones de potencia en muchos OWCs son inevitables, por lo que se hace problemática su integra-
ción en la red eléctrica.
c) Mejoras en el rendimiento de los OWCs, mediante ensayos en condiciones reales, ó en laboratorio con olas
aleatorias.
d) Mejora en los rendimientos de conversión hidráulica a alta presión, con el consiguiente desarrollo de los com-
ponentes.
Aunque casi todos los OWCs necesitan todavía de una cierta investigación, algunos han alcanzado
ya una relativa madurez comercial, como el Tapchan, los OWC neumáticos para misiones especiales
como carga de baterías en boyas de navegación, el Delbuoy para desalación de agua, etc. OWCs mecá-
nicos pequeños se podrían construir a medio plazo, mientras OWCs para grandes aprovechamientos
como los Ducks y Cilindros Bristol se podrán desarrollar a más largo plazo, ubicándolos en la costa o
cerca de ella. Otro factor a tener en cuenta es la sencillez de los componentes y la ausencia de partes
Olas.IV.-37
móviles en contacto directo con el agua, como en el OWC neumático, con excepción de la turbina Bulbo
o Kaplan, de diseño convencional, en el caso del Tapchan.
PREVISIONES PARA EL FUTURO.- En Europa parece razonable prever para el año 2010 una con-
tribución de la energía generada a partir del oleaje del orden de 1 TWh/a, que es menos del 1% del poten-
cial técnicamente aprovechable. El ritmo anual de construcción de nuevas instalaciones podría ser del
orden de 20 a 30 MW, para así llegar al año 2010 con una potencia instalada de unos 300 MW. Para
lograr estos objetivos serían necesarios programas de apoyo a lo investigación que permitieran avan-
zar en los siguientes aspectos:
- Optimización de los dispositivos
- Métodos de diseño y construcción
- Desarrollo de sistemas eficientes de conversión de energía
- Desarrollo de modelos de estimación de energía.
- Supervivencia, sustitución y condiciones de servicio de los sistemas
Después de lo visto parecen tener futuro el Tapchan y los sistemas OWC de columna de agua osci-
lante. Suponiendo aportaciones medias de 10 kW/m, y capturando la energía correspondiente a una
línea de costa del orden de 150 metros, con un rendimiento del orden del 33%, se podrían obtener poten-
cias del orden de 0,5 MW.
- La viabilidad de una instalación Tapchan está muy condicionada por la configuración natural del
emplazamiento, donde las obras de adaptación del mismo deben mantenerse dentro de límites razona-
bles, debido a las repercusiones negativas en el coste y en el medio ambiente.
- El sistema de columna de agua oscilante no depende tan estrechamente del emplazamiento,
requiriendo únicamente profundidades mínimas de 10 metros, aumentando mar adentro. Aunque las
consideraciones económicas y ambientales determinan ampliamente su viabilidad, sería razonable lle-
gar a instalar en Europa en el año 2010 del orden de 100 Tapchan (50 MW) y 500 sistemas de columna
de agua oscilante (150 MW).
Olas.IV.-38
Tabla resumen de algunos OWCs en funcionamiento
Olas.IV.-39
DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA
ELÉCTRICA Y ENERGÉTICA
UNIVERSIDAD DE CANTABRIA
ENERGÍA
MAREMOTÉRMICA
V.1.- INTRODUCCIÓN
Las máquinas térmicas son mecanismos cíclicos que reciben calor de una fuente caliente (de alta
temperatura), producen un trabajo neto y eliminan calor a un sumidero térmico de baja temperatura;
cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre la fuente de calor y el sumidero, mayor será la
eficiencia teórica de conversión de energía.
Como los combustibles convencionales (fuentes fósiles) se vuelven cada vez más costosos y menos
disponibles, se están realizando esfuerzos en el sentido de mejorar la eficiencia térmica operando con
focos térmicos con temperaturas cada vez más elevadas; otras técnicas incluyen el uso de ciclos com-
binados o de cogeneración que transforman una mayor fracción de la energía de entrada en trabajo útil.
Sin embargo, si alguna fuente de energía fuera barata y su disponibilidad ilimitada, las máquinas
térmicas que operasen entre fuentes de calor con una diferencia de temperatura muy pequeña podrían
resultar atractivas, aunque su eficiencia térmica fuese extremadamente baja; ésta última situación es
la que estimula la investigación y el desarrollo en la conversión de la energía térmica del océano,
C.E.T.O.
Un dispositivo para la conversión de la energía térmica del océano consiste en una máquina tér-
mica diseñada para operar entre una temperatura relativamente cálida como es la de la superficie del
océano y otra más baja como la temperatura del agua que se encuentra a grandes profundidades; este
punto de vista fue sugerido por primera vez por el físico francés d’Arsonval en 1881.
En la práctica, la diferencia de temperatura requerida para que la operación resulte económica es
de alrededor de 20°C; a un nivel de 600 a 900 metros bajo la superficie del océano, la temperatura es de
aproximadamente 5°C. Para lograr la diferencia de temperatura deseada ya citada, se deben buscar
regiones geográficas de la superficie del océano calentadas por el sol en donde la temperatura promedio
sea de 25°C a 30°C, como mínimo.
En las zonas situadas entre los trópicos, la variación de la temperatura del mar en función de la
CETO.V.-1
profundidad permite distinguir tres capas:
a) La superficial, de 100 a 200 metros de espesor, que actúa como colector de calor, con temperaturas entre 25 y
30 grados.
b) La intermedia, entre los 200 y 400 metros de profundidad, con una variación rápida de temperatura y que
actúa como barrera térmica entre las capas superior y profunda.
c) La profunda, en la que la temperatura disminuye suavemente hasta alcanzar 4°C a 1000 metros y 2°C a
5000 metros.
Por lo tanto, en los mares tropicales existe una diferencia de temperatura, entre la superficie y una
profundidad de 1000 metros, del orden de 18 a 20°C que podría aprovecharse para accionar una
máquina térmica de vapor.
La conversión de la energía térmica del océano indica la energía que es posible producir aprove-
chando la diferencia de temperatura existente entre el agua superficial y la más fría de las capas pro-
fundas; esta diferencia es más sensible en las regiones tropicales, donde se alcanzan generalmente los
20°C, entre la superficie y los 500 metros de profundidad.
Tales regiones sólo existen en las latitudes cercanas al Ecuador; las diferencias más grandes de
temperatura se encuentran en la parte occidental del Océano Pacífico; sin embargo, también son satis-
factorias las regiones al este y al oeste de Centroamérica y algunas áreas alejadas de la costa del sur
de los Estados Unidos y al oriente de Florida.
Un sistema C.E.T.O. es un ciclo de potencia de vapor, tipo Rankine, que opera en condiciones bas-
tante especiales; como las temperaturas en el evaporador y el condensador son bajas, se debe escoger
un fluido de trabajo cuya presión de vapor sea bastante grande a esas temperaturas; por ejemplo, el
propano (C3H8) tiene una presión de vapor de alrededor de 5,5 atm a 5°C y un valor aproximado de 9,5
atm a 25°C; el amoniaco tiene a las temperaturas citadas, presiones de vapor de 5,2 atm y 10,3 atm
respectivamente; existen otros fluidos con características térmicas similares.
El agua tibia de la superficie del océano se succiona hacia un intercambiador de calor o evaporador,
en donde se evapora el fluido de trabajo del ciclo Rankine; el vapor pasa por una turbina que acciona un
generador eléctrico y penetra en el condensador.
El agua fría que se bombea de las profundidades del océano mediante una tubería telescópica, se
emplea para enfriar el fluido de trabajo que, al condensarse y volver al estado líquido, se bombea al eva-
porador y se inicia así un nuevo ciclo.
Además de las condiciones impuestas en la presión de vapor del fluido, una planta C.E.T.O. requiere
unas enormes dimensiones de los sistemas de circulación de las corrientes templada y fría; hay que
hacer notar que el agua fría se bombea desde profundidades de 600 a 900 metros.
Cuando las plantas C.E.T.O. se destinan para generar electricidad, unos cables la conducirán desde
la plataforma flotante hasta el fondo del océano, a unos 1200 a 1500 metros de profundidad, y
mediante otro cable fijo se conducirá a la costa; los cables deben ser suficientemente fuertes para
resistir las intensas fuerzas producidas por las corrientes oceánicas, las olas y la misma plataforma
flotante.
CETO.V.-2
En algunas localidades donde la diferencia de temperatura es favorable para la generación de ener-
gía eléctrica, la distancia a la costa puede ser demasiado grande lo que impide su conducción económi-
ca; en tales casos, las plantas C.E.T.O. podrían funcionar como auténticas fábricas transformadoras
en las que la materia prima sería transportada desde la costa y con la energía generada en la plata-
forma se podrían obtener determinados productos como el aluminio Fig V.10, o el metanol, o el amo-
niaco para la industria de fertilizantes Fig V.9, caso en el que la electricidad generada se aprovecharía
para separar, por medio de hidrólisis, hidrógeno del agua de mar, el cual combinado con el nitrógeno
extraído del aire permitiría fabricar amoníaco.
El hidrógeno líquido sería otro producto que podría llevarse a la costa y utilizarse en celdas de com-
bustible para la producción de electricidad a gran escala.
Aunque quedan por resolver algunos problemas técnicos, como la obstrucción de las superficies
intercambiadoras de calor por organismos marinos; existen varias instalaciones de pruebas en los
Estados Unidos y en otras partes del mundo que intentan perfeccionar la conversión de la energía tér-
mica del océano como una tecnología viable antes del final del siglo XX.
El rendimiento de una máquina térmica está limitado por el Principio de Carnot; una máquina del
tipo C.E.T.O. evolucionando entre las temperaturas, T1 = 30°C y T2 = 4°C tendría un rendimiento
máximo:
T1 - T2
η máx = ≈ 8,6%
T1
que en la práctica se reduciría a valores del orden de un 3% a un 4%, por lo que la generación de una
cantidad de energía apreciable del orden de los MW exige utilizar enormes cantidades de agua.
b) El rendimiento teórico máximo de Carnot, como hemos visto, es muy bajo, 0,073 si el agua
caliente está a 28°C y la fría a 6°C; 0,086 para el agua caliente a 30°C y la fría a 4°C. Es indispensa-
ble, por tanto, acercarse lo más posible a la reversibilidad (ciclo con numerosos pasos evaporación-
condensación, y viceversa) y hacer que la parte de energía consumida por las instalaciones auxiliares
(extractor de gases disueltos y bombas de circulación) se reduzca al mínimo.
c) La turbina debe ser de grandes dimensiones (lo que impone una baja velocidad de rotación) para
que la diferencia de tensión de vapor entre el condensador y el evaporador sea mínima; para obviar ésto
se ha propuesto emplear un fluido auxiliar, como el amoníaco, cuya tensión de vapor varía con la tem-
CETO.V.-3
peratura mucho más que la del agua.
d) Aunque en las actuales condiciones de la economía mundial una central térmica semejante no
parece muy competitiva, presenta la interesante particularidad de producir grandes cantidades de
agua dulce del orden de las 300 Ton/hora en una central de 3,5 MW; por otro lado, el agua profunda utili-
zada para refrigerar el condensador, saldría de la instalación a la temperatura de unos 16°C (18.000
Termias/hora en el caso citado) y sería por tanto utilizable como agua de refrigeración en determinadas
industrias.
Realizaciones y proyectos.- En 1881 Arséne Arsonval presenta por primera vez la idea de una cen-
tral maremotérmica. El 22 de noviembre de 1926 el ingeniero francés Georges Claude presentó a la
Academia de Ciencias de París un modelo a escala que demostraba la posibilidad de aprovechar prácti-
camente esta energía. El agua superficial se introducía continuamente en un estanque cerrado en el
que se había practicado un vacío suficiente para llevar el agua a la ebullición; el vapor producido con-
densaba cuando entraba en contacto con la pared refrigerada con el agua de las profundidades, aspi-
rada mediante una conducción. La corriente de vapor que continuamente se formaba movía una tur-
bina conectada a un generador, produciendo así energía eléctrica, Fig V.1.
Alternador
Vacío
Bomba
Vapor Evaporador
Agua caliente
Nivel del mar
Al mar
Líquido
Al mar
Bomba
Bombeo
Agua fría
Un experimento con aparatos de dimensiones reales, pero todavía en condiciones imaginarias, fue
realizado por el mismo Claude en Ougrée (Bélgica) en 1928.
Sin embargo, las pruebas sucesivas que llevó a cabo en el mar, primero a lo largo de las costas
cubanas (1929-30), en la bahía de Matanzas, mediante una central de ciclo abierto de 22 kW, que tenía
un tubo de aspiración de agua fría del fondo de 1,6 metros de diámetro y 2 Km de longitud, que funcionó
11 días hasta que fue destruida por una tempestad, y luego en aguas de Río de Janeiro (1934-35), si
bien demostraron la viabilidad del proyecto de Claude, acabaron en fracaso a causa de los efectos del
movimiento del oleaje sobre la conducción sumergida.
CETO.V.-4
A partir de los años 50 se realizan en este campo grandes progresos tanto teóricos como técnicos,
gracias al ingeniero Nizery. El gobierno francés financia el estudio de la instalación de una central para
la producción de energía eléctrica alimentada por la energía térmica de los océanos, con 2 módulos de 5
MW netos cada uno; el tubo de agua fría tenía una longitud de 4 Km. Las condiciones naturales para su
construcción eran las idóneas, pero el proyecto fue abandonado posteriormente por problemas políti-
cos, Fig V.2.
A finales de los 60 se presentan en U.S.A. tres proyectos de centrales flotantes en ciclo cerrado: los
de Lockheed de (160 MW), la T.R.W. de (100 MW) y la Universidad John Hopkins (100 MW).
A raíz de estos trabajos se empezaron a construir las siguientes plantas experimentales: La Mini-
C.E.T.O. en Hawai, de 50 KW, y la C.E.T.O.1 en el Caribe, de 1 MW.
En la actualidad está en proyecto la construcción de una central de 40 MW, para luego construir
una de 100 MW. Los japoneses han construido una central de 1 MW en la isla de Nauru y proyectan
otra de 100 MW. Varios países europeos (Francia, Italia, Alemania) también están realizando investi-
gaciones sobre este tipo de centrales.
Alternador
Evaporador Evaporador
Bomba Turbina
Entrada de agua
caliente
Condensador de superficie
Entrada de agua
fría
SISTEMAS DE CICLO ABIERTO TIPO RANKINE.- El fluido termodinámico es el propio agua marina
que se puede vaporizar en una cámara de vacío que conforma un gran estanque o en un evaporador
mediante un sistema flash; el agua caliente de la superficie entra por la parte superior, a través de
unos orificios, y se convierte en un vapor húmedo a baja presión. El vapor húmedo forma una corriente
central, mientras que una película de agua desciende lamiendo las paredes; este vapor se separa del
líquido en la sección inferior, de forma que a la turbina se lleve únicamente vapor saturado seco.
El condensador puede ser de contacto (mezcla), Fig V.3, o de superficie (intercambiador de calor),
Fig V.4, obteniéndose en el mismo agua templada para acuicultura o agua dulce potable, respectiva-
mente. En una instalación de estas características se utilizan varios evaporadores en paralelo, siendo
preciso eliminar los gases disueltos en el agua, fundamentalmente el aire, mediante técnicas de vacío.
CETO.V.-5
Hay que reducir asimismo al mínimo los efectos de la corrosión, las pérdidas de calor y el arrastre de
salmuera.
Fig V.4 .- Central maremotriz C.E.T.O. para producción de energía y agua dulce
Fig V.5.- Ciclo abierto con evaporación controlada por contacto en cámara de vacío (evaporación “flash”)
CETO.V.-6
Fig V.6 .- Central maremotérmica de ciclo cerrado
SISTEMAS DE CICLO CERRADO.- Utilizan un fluido térmico que recorre un circuito secundario de
bajo punto de ebullición, como el amoníaco, propano, freón, óxido de etileno, etc., Fig V.6.
Las ventajas del ciclo abierto frente al cerrado son:
a) El uso del agua como fluido térmico, permite emplear materiales más baratos que si se utilizara amoníaco u
otros fluidos similares.
b) Producen agua dulce a la salida del condensador.
c) Requieren menos cantidad de agua para producir la misma energía que el cerrado, ya que no tienen las pérdi-
das en el calentador de amoníaco que tiene el ciclo cerrado.
d) El intercambiador de calor al amoníaco en los ciclos cerrados es muy grande, ya que debe de circular mucha
agua, y ésto encarece el sistema.
Los inconvenientes del ciclo abierto frente al cerrado son:
a) Los efectos corrosivos del agua de mar y la necesidad de tratarla y desgasificarla para poder introducirla en
la turbina.
b) Utilizan una turbina mucho más grande que en el ciclo cerrado, ya que en este último se usa un vapor a más
presión que en el primero.
CONSIDERACIONES SOBRE LAS CENTRALES MAREMOTÉRMICAS- Se puede mejorar el rendi-
miento de estas centrales haciendo pasar el agua de la superficie del mar por un estanque de fondo
negro que la calentará más por la acción del Sol.
Estas centrales pueden instalarse en la costa o en estructuras flotantes en el océano; en este
último caso se necesita una menor longitud de tuberías para las tomas del agua caliente y fría. Un
aspecto crítico de estos sistemas es el tubo de aspiración (telescópico) por el que va a circular gran
cantidad de agua y que va a alcanzar grandes profundidades. Como se trabaja a bajas temperaturas,
se pueden usar materiales más baratos que en las centrales térmicas convencionales.
Estos sistemas pueden aprovecharse, tanto para producción de energía, como para estas otras uti-
lidades:
a) Producción de agua potable
b) Generación de hidrógeno por electrólisis, el cual se utilizará como vector de la energía.
c) Acuicultura, ya que el agua de las profundidades es muy rica en nutrientes, que servirían para desarrollar un
fitoplacton que alimentaría a varias especies marinas.
CETO.V.-7
Bomba de agua
caliente primaria
Descarga de
agua caliente
Evaporador
Condensador
Admisión de
Tubería de agua caliente
agua fría
CETO.V.-8
Fig V.8.- Vista seccionada de la central C.E.T.O. de 100 MW
CETO.V.-9
Fig V.9 .- Vista seccionada de la planta de amoníaco de una central C.E.T.O.
CETO.V.-10
Coste estimado en % de una planta de amoníaco de 100 MW, Fig V.9
PLANTA DE HIDROGENO Y COMPONENTES VARIOS 74,00%
Sistema de purificación del agua de mar.............................................................................................
1,00%
32 equipos de electrólisis.......................................................................................................................
45,58%
Rectificadores de potencia...................................................................................................................
6,83%
Equipamiento auxiliar...............................................................................................................................
9,20%
Costes de transporte....................................................................................................................................
4,56%
Costes de instalación...................................................................................................................................6,83%
6,83%
PLANTA DE NITRÓGENO 7,28%
Compresores, torres de destilación, cambiadores de calor.............................................................. 5,18%
Material de aislamiento...............................................................................................................................
0,41%
Costes de transporte.....................................................................................................................................
0,56%
Costes de instalación.............................................................................................................................................
1,03%
PLANTA DE AMONIACO 18,80%
Compresores, convertidor de síntesis, cambiadores de calor, enfriadores, sistema de reciclado................. 15,00%
Costes de transporte......................................................................................................................................................
1,50%
Costes de instalación.......................................................................................................................................
2,30%
CETO.V.-12