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Planteamiento del valor presente descontado para la decisión de la inversión

El valor presente es el valor que tiene a día de hoy un determinado flujo de dinero que
recibiremos en el futuro, es decir el valor presente es una formula que nos permite calcular
cual es el valor de hoy que tiene un monto de dinero que no recibiremos ahora mismo, sino
más adelante.

Para poder calcularlo necesitamos saber dos cosas, como el flujo de dinero que recibiremos (o
pagaremos en el futuro ya que los flujos también puedes ser negativos) y una tasa que permita
descontar estos costos

Cuando una empresa adquiere una máquina, en realidad, está adquiriendo un flujo neto de
ingresos en periodos futuros. Para decidir si debe comprar la máquina, la empresa debe
calcular el valor presente descontado de este flujo. La única forma de que la empresa tome
debida cuenta de los efectos de los intereses a los que renunciará es haciendo este cálculo.
Esto ofrece un planteamiento alternativo para explicar las decisiones de inversión.

Consideremos el caso de una empresa que está en el proceso de decidir si compra o no una
máquina determinada. El dueño espera que la máquina dure n años y que le proporcione un
flujo de rendimientos monetarios (es decir, ingresos del producto marginal) en cada uno de los
n años. Diremos que Ri representa el rendimiento en el año i. Si r es la tasa de interés presente
y si esperamos que esta tasa de interés prevalezca en los próximos n años, el valor presente
descontado (VPD) del flujo de ingresos netos que la máquina tiene para su propietario estará
determinado por

R1 R2 Rn
VPD= + +..+..+
1+ r (1+r )2 (1+ r)n

Este valor presente descontado representa el valor total del flujo de pagos proporcionados por
la máquina, una vez que se ha tomado debida cuenta del hecho de que estos pagos se
producen en distintos años. Si el VPD de este flujo de pagos excede al precio de la máquina (p)
entonces la empresa debería hacer la compra, al igual que otras empresas similares. Incluso
cuando se tiene en cuenta el efecto del pago de intereses que la empresa podría haber
obtenido sobre sus fondos si no hubiera comprado la máquina, ésta promete un rendimiento
superior a su precio actual. De otra parte, si p > VPD, la empresa quedaría en mejor situación si
invierte sus fondos en alguna alternativa que prometa una tasa de rendimiento r. Si toma en
cuenta los intereses a los que renunciará, la máquina no se pagará a sí misma. Así pues, en un
mercado en competencia, el único equilibrio que puede prevalecer es aquel en el cual el precio
de la máquina es igual al valor presente descontado de los ingresos netos provenientes de la
máquina. Ésta es la única situación en la cual no habrá un exceso de demanda de máquinas ni
uno de oferta de máquinas. Por consiguiente, el equilibrio del mercado exige que

R1 R2 Rn
p=VPD= + 2
+..+..+
1+r (1+r ) (1+r )n

Ahora emplearemos esta condición para demostrar dos situaciones en las cuales el criterio del
valor presente descontado de la inversión produce las mismas condiciones de equilibrio que
describimos antes en este capítulo.
El caso simple

Supongamos primero que las máquinas tienen una vida infinita y que el ingreso del producto
marginal (es decir, Ri) es el mismo cada año. Este rendimiento uniforme también será igual a la
tasa de alquiler de las máquinas (v), porque esta cantidad sería la que otra empresa estaría
dispuesta a pagar por usar la máquina durante un periodo cualquiera. Partiendo de estos
supuestos que simplifican las cosas, podemos expresar el valor presente descontado por la
propiedad de la máquina como

v v v
VPD= + +..+..+ +..
1+ r (1+r )2
(1+ r)n

1 1 1
¿v
[ +
1+r (1+ r)2
+..+ ..+
(1+ r) n
+..
]
1
¿v
[ 1−1/(1+ r)
−1
]
1+r
¿v [ r
−1 ]
1
¿v . .
r

Pero, en equilibrio p = VPD, por lo que

1
p=v . .
r
v
=r
p

como ya habíamos demostrado en la ecuación 17.22. En este caso, el criterio del valor
presente descontado produce resultados idénticos a los expuestos en la sección anterior

El caso general

Para el caso más general en el cual la tasa de alquiler de las máquinas no es constante a lo
largo del tiempo y en el cual se registra cierta depreciación. Podremos realizar este análisis si
se emplea tiempo continuo. Supongamos que la tasa de alquiler de una máquina nueva en un
momento s cualquiera está dado por v(s). Supongamos también que la máquina se deprecia de
manera exponencial a una tasa de d. Por lo tanto, la tasa neta de alquiler y el ingreso del
producto marginal de una máquina disminuirá a lo largo del tiempo, a medida que la máquina
vaya envejeciendo. En el año s la tasa neta de alquiler de una máquina vieja adquirida en un
año (t) anterior, sería

v(s)e−d (s−t )
puesto que s – t es el número de años a lo largo de los cuales la máquina ha ido envejeciendo.
Por ejemplo, supongamos que una máquina ha sido adquirida en 2000. Así, su tasa neta de
alquiler en 2006 sería la tasa de alquiler obtenida de las máquinas nuevas en 2005 [v (2005)]
descontada por el factor e –5d para explicar la cantidad de depreciación que se ha producido a
lo largo de los cinco años de vida de la máquina. Si la empresa está analizando la posibilidad de
comprar la máquina cuando es nueva en el año t, debería descontar todos estos alquileres
netos, retrocediendo hasta esa fecha. El valor presente de la tasa neta de alquiler en el año s
descontado en retroceso hasta el año t es, por tanto (si r es la tasa de interés),

e−r ( s−t ) v ( s ) e−d (s−t )=e (r +d ) t v ( s ) e− (r +d ) s

porque, de nueva cuenta, (s – t) transcurren años desde el momento en que la máquina fue
comprada hasta que los alquileres netos son recibidos. Por tanto, el valor presente descontado
de una máquina adquirida en el año t es la suma (integral) de estos valores presentes.
Debemos hacer esta suma desde el año t (cuando la máquina es comprada) a todos los años
futuros:

VPD (t)=∫ e(r +d ) t v ( s ) e− (r +d ) s ds
t

Utilizando el hecho de que, en equilibrio, el precio de la máquina en el año t [p(t)] será igual a
su valor presente, tendremos la siguiente ecuación fundamental:

p(t)=∫ e (r +d )t v ( s ) e−( r+d ) s ds
t

Primero volvemos a expresar la ecuación de la forma



p(t)=e (r +d ) t∫ v ( s ) e−( r+d ) s ds
t

Ahora, al derivar respecto a t, y emplear la regla de la derivada de un producto:



dp(t )
= ( r+ d ) e( r+d ) t ∫ v ( s ) e−(r +d ) s ds−e (r +d )t v ( s ) e−( r+d ) t
dt t

¿ ( r +d ) p (t )−v (t)
Por lo tanto,

dp(t)
v(t)=( r + d ) p ( t ) −
dt
La explicación económica de la presencia del término que hemos añadido es que representa
las ganancias de capital que se acreditan al propietario de la máquina. Por ejemplo, si cabe
esperar que el precio de la máquina aumente, el propietario podría aceptar algo menos que
( r +d ) p por su alquiler.

dp(t)
Por otra parte, si cabe esperar que el precio de la máquina vaya a disminuir [ dt ]
˂0 ,
entonces el propietario pedirá un alquiler más alto. Si cabe esperar que el precio de la
dp(t )
máquina se mantenga constante a lo largo del tiempo, entonces, =0 las ecuaciones
dt
serán idénticas. Este análisis demuestra, en definitiva, que existe una relación entre el precio
de una máquina en un momento cualquiera, el flujo de beneficios futuros que promete la
máquina y la tasa corriente de alquiler de esa máquina.

Tomaremos como ejemplo la tala de un árbol:

Como ejemplo del criterio del valor presente descontado, consideremos el caso de un leñador
que debe decidir cuándo cortar un árbol que está creciendo. Supongamos que el valor del
árbol en un momento cualquiera, t, está dado por f(t) (donde f , ( t ) ˃ 0 , f , , ( t ) ˂0 y que,
inicialmente, ha invertido l dólar en forma de pago a los trabajadores que plantaron el árbol.
Supongamos también que la tasa de interés de mercado (continua) está dada por r. Cuando el
árbol es plantado, el valor presente descontado de las utilidades del propietario del árbol está
determinado por

VPD ( t )=e−rt f ( t )−l


que es, sencillamente, la diferencia entre (el valor presente de) el ingreso y el costo presente.
Por lo tanto, la decisión del leñador será elegir la fecha de tala, t, para maximizar este valor.
Como siempre, se debe calcular este valor al derivar

d VPD ( t ) −rt
=e f ´ ( t )−ℜ−rt f ( t )=0
dt
y, dividir ambos lados entre e−rt :

f ´ ( t )−rf ( t )=0 ;
Por lo tanto;

f ´ (t)
r=
f (t)
Vale la pena destacar dos características de esta condición óptima. En primer término, nótese
que el costo del factor trabajo inicial desaparece con la derivación. Este costo es literalmente
un costo “hundido”, el cual no es importante para la decisión de maximizar el beneficio. En
segundo, podemos interpretar la ecuación como si dijera que el árbol debería ser cortado
cuando la tasa de interés sea igual a la tasa proporcional de crecimiento del árbol. La intuición
nos dice que este resultado tiene sentido. Si el árbol está creciendo a mayor velocidad que la
tasa de interés existente, su propietario debería dejar sus fondos invertidos en el árbol, porque
el árbol ofrece el mejor rendimiento disponible. Por otra parte, si el árbol crece a menor
velocidad que la tasa de interés existente, debería cortar el árbol y utilizar el fondo que
obtendría de su venta para invertirlo en otra parte a una tasa r.

Si derivamos la ecuación se verá que también es necesario que, al valor elegido de t,

f ´ ( t )−rf ( t ) ˂ 0
para que las condiciones de primer orden representen un verdadero máximo. Dado que hemos
supuesto que f´(t) > 0 (el árbol siempre está creciendo) y f´´(t) < 0 (el crecimiento se desacelera
con el tiempo), es evidente que se cumple esta condición.
Una ilustración numérica. Supongamos que los árboles crecen según la ecuación:

f ( t )=e0.4 √t
Esta ecuación siempre tiene una tasa de crecimiento positiva [ f ´(t) > 0] y

f ´ (t ) 0.2
=
f (t ) √t
la tasa proporcional de crecimiento del árbol disminuye a lo largo del tiempo. Si la tasa de
interés real fuera, por ejemplo, 0.04, entonces podremos calcular la edad óptima para talarlo
como:

f ´ (t) 0.2
r =0.04= =
f (t) √ t
0.2
√ t= =5
0.04
t ¿=25
Hasta una edad de 25 años, el volumen de madera del árbol aumenta a una tasa superior al 4%
anual, por lo cual la decisión óptima será mantener el árbol en pie. Sin embargo, en el caso de
t > 25, la tasa de crecimiento anual disminuye por debajo del 4% y el leñador puede encontrar
mejores inversiones; tal vez plantar árboles nuevos

Una variación en la tasa de interés. Si la tasa de interés real aumenta hasta el 5%.

0.2
r =0.05=
√t
y la edad óptima para talar el árbol sería:
2
0.2
¿
t= [ ]
0.05
=16

La tasa de interés real más alta desincentiva la inversión en árboles, por lo que sugiere al
leñador elegir una edad más temprana para la tala.

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