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Capítulo II.

Excepción

A. Concepto de excepción

Vocablo derivado del latín exceptio, excepción. La exceptio se originó en la


etapa del proceso por fórmulas del derecho romano como un medio de defensa
del demandado. Consistía en una cláusula que el magistrado, a petición del
demandado, insertaba en la fórmula para que el juez, si resultaban probadas
las circunstancias de hecho alegadas por el demandado, absolviera a éste, aun
cuando se consideraba fundada la intentio del actor. La posición de la exceptio
en la fórmula era entre la intentio y la condemnatio.

Actualmente se pueden destacar dos significados de la excepción:

Sentido abstracto. Es el poder que tiene el demandado para oponer, frente a la


pretensión del actor, aquellas cuestiones que afecten la validez de la relación
procesal e impidan un pronunciamiento de fondo sobre dicha pretensión
(cuestiones procesales), o aquellas cuestiones que, por contradecir el
fundamento de la pretensión, procuran un pronunciamiento de fondo absoluto
(cuestiones sustanciales).

Sentido concreto. Son las cuestiones concretas que el demandado plantea


frente a la pretensión del actor, con el objeto de oponerse a la continuación del
proceso, alegando que no se han satisfecho los presupuestos procesales
(excepciones procesales), o con el fin de oponerse al conocimiento, por parte
del juez, de la fundamentación de la pretensión de la parte actora, aduciendo la
existencia de hechos extintivos, modificativos o imperativos de la relación
jurídica invocada por el demandante (excepciones sustanciales). Es decir,
dentro este sentido concreto de las excepciones, las procesales objetan la
válida integración de la relación procesal e impiden un pronunciamiento de
fondo sobre la pretensión del actor, mientras que las sustanciales contradicen
al fundamentación misma de dicha pretensión y procuran una sentencia
desestimatoria.

El doctor Arellano García define la excepción como el derecho subjetivo que


posee la persona física o moral que tiene el carácter de demandada o de
contrademandada en un proceso, frente al juzgador y frente a la parte actora o
reconviniente en su caso, para contradecir lo establecido por el actor en la
demanda o lo determinado por el reconviniente en la contrademanda y, cuyo
objeto es detener el proceso o bien obtener sentencia favorable en forma
parcial o total.

B. Clasificación de las excepciones

1. Desde el punto de vista de que la excepción esté basada en una


disposición procesal o en una disposición de fondo, se pude hablar de
excepciones adjetivas o excepciones sustantivas .

1. Desde el punto de vista de que la excepción pueda suspender el


procedimiento en un juicio o no lo paralice, podríamos mencionar
excepciones de previo y especial pronunciamiento y excepciones
comunes o normales.

1. Desde el punto de vista de su denominación y siendo que el legislador


en ocasiones se refiere a determinada excepción como una denominación
determinada y otras veces alude a excepciones en general, se puede
hacer referencia a excepciones nominadas e innominadas.

1. Desde el punto de vista de que las excepciones se dirijan a detener la


marcha de un proceso o a atacar las pretensiones de la parte actora o
contrademandante para que haya una sentencia favorable, se pueden
citar las excepciones dilatorias y las perentorias.

1. Desde el punto de vista del momento procesal en que deba hacerse


valer, habrá excepciones que tendrán que interponerse en un término más
breve que el concedido para contestar la demanda y otras que, se harán
valer simultáneamente con el escrito de contestación; además otras que,
se harán valer con posterioridad a la contestación por tener el carácter de
supervenientes.

1. Desde el punto de vista de que las excepciones estén respaldadas o no,


por la lógica, por las constancias de autos y por las normas jurídicas
implicables a ellas, puede hacerse referencia a excepciones fundadas o
infundadas.

1. Desde el punto de vista de que las excepciones se promuevan


adecuadamente conforme a las normas que rigen el proceso, o infrinjan
las normas procesales que rigen su procedencia, puede hablarse de
excepciones procedentes o improcedentes.

C. Excepciones que derivan del Código de Procedimientos Civiles para el


Distrito Federal

Los artículos del trigésimo quinto al cuatrigésimo, del capítulo segundo, del
título primero, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal
establecen todo lo referente a las excepciones contenidas en este
ordenamiento.

Todas las excepciones procesales que tenga el demandado debe hacerlas


valer al contestar la demanda, y en ningún caso suspenderán el procedimiento.

Es necesario apuntar que todas estas excepciones tienen el carácter de


dilatorias, ya que impiden el pronunciamiento sobre la cuestión principal de
fondo planteada en el juicio. Es decir, ponen un obstáculo a que se produzca el
pronunciamiento normal que debiera proceder en el juicio de que se trate.

1. Excepción de incompetencia del juez (art. 37). Sabiendo de antemano


que toda demanda debe formularse ante el juez competente y que es nulo
lo actuado por el mismo si fuere declarado incompetente, se puede
proseguir con la explicación estableciendo que puede ser promovida esta
excepción por declinatoria o por inhibitoria. La inhibitoria se intenta ante el
juez a quien se considere competente, pidiéndole que dirija oficio al que
se estima no competente, para que se inhiba y remita los autos. La
declinatoria se propondrá ante el juez a quien se considere incompetente,
pidiéndole que se abstenga del conocimiento del negocio y remita los
autos al considerado competente. Las cuestiones de competencia en
ningún caso suspenderán el procedimiento principal, pero deberán
resolverse antes de dictar sentencia definitiva.

1. Excepción de litispendencia (art. 38). Esta excepción se da en razón de


que ya existe un litigio pendiente en el que se tramita el mismo negocio en
donde las partes contendientes son las mismas y que el objeto del juicio
anterior también se identifica con el segundo juicio. Procede cuando un
juez conoce ya de un juicio en el que hay identidad entre partes, acciones
deducidas y objetos reclamados, cuando las partes litiguen con el mismo
carácter. El que la oponga debe señalar precisamente el juzgado donde
se tramita el primer juicio, y acompañar copia autorizada de las
constancias que tenga en su poder, o solicitar la inspección de los autos.
El que oponga la litispendencia por existir un primer juicio ante juzgado
que no pertenezca a la misma jurisdicción de apelación, sólo podrá
acreditarla con las copias autorizadas o certificadas de la demanda y
contestación formuladas en el juicio anterior, que deberá exhibir hasta
antes de la audiencia previa, de conciliación y de excepciones procesales.
En este caso declarada la litispendencia, se sobreseerá el segundo
procedimiento. El efecto que se pretende lograr con esta excepción es
definitivo, pues, se trata de que se concluya un indebido nuevo juicio y que
se esté a los resultados del primero.

1. Excepción de conexidad de la causa (art. 39 y 40). Se encuentra entre


las dilatorias y también las de previo y especial pronunciamiento. Esta
excepción tiene como objeto la remisión de los autos en que ésta se
opone, al juzgado que previno, conociendo primero de la causa conexa
para que se acumulen ambos juicios y se tramiten como uno,
decidiéndose en una sola sentencia. Existe conexidad de causas cuando
haya: identidad de personas y acciones, aunque las cosas sean distintas;
identidad de personas y cosas aunque las acciones sean diversas;
acciones que provengan de una misma causa, aunque sean diversas las
personas y las cosas; identidad de acciones y de cosas, aunque las
personas sean distintas. El que oponga la conexidad debe señalar
precisamente el juzgado donde se tramita el juicio conexo, acompañando
copia autorizada de las constancias que tenga en su poder o solicitando la
inspección de los autos conexos. El efecto de la excepción es la
acumulación de los autos del segundo expediente a los del primer juicio.
Se trata de juicios distintos pero las acciones proceden de la misma
causa.

1. Excepción de falta de personalidad del actor o del demandado (art. 47).


El juzgador está expresamente autorizado para examinar de oficio la
personalidad de las partes. El interesado podrá corregir cualquier
deficiencia al respecto hasta la audiencia del artículo 272-A. Contra el auto
en que el Juez desconozca la personalidad negándose a dar curso a la
demanda procederá el recurso de queja.

1. Excepción de falta de capacidad (art. 47). La parte actora ha de ser una


persona jurídica con capacidad procesal ya que el código establece que
todo el que, conforme a la ley, esté en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles puede comparecer en juicio. Si carece de dicha capacidad, no
deberá admitirse la demanda por tratarse de un presupuesto procesal
pero, si resistió el tamiz del juzgador dicha demanda, el demandado tiene
la oportunidad de impugnarla al contestar la demanda y oponer esta
excepción. El incapaz puede comparecer a juicio por conducto de sus
representantes.

1. Falta del cumplimiento del plazo, o la condición a que este sujeta la


obligación (arts. 1938 y 1939 del C.C). La falta de cumplimiento del plazo
o de la condición a que está sujeto el derecho que sirve de base a la
acción intentada será motivo de resolución hasta que se dicte la sentencia
definitiva. La obligación es condicional cuando su existencia o resolución
depende de un acontecimiento futuro o incierto. La condición es
suspensiva cuando de su cumplimiento depende la existencia de la
obligación. Es obligación a plazo aquella para cuyo cumplimiento se ha
señalado un día cierto, es decir, el que necesariamente ha de llegar. Esta
excepción debe hacerla valer el demandado al contestar la demanda

1. Excepción de división (arts. 1984 y 1985 del C.C.). Se sabe que la


mancomunidad existe cuando hay pluralidad de deudores o de
acreedores, tratándose de una misma obligación. A una deudor
mancomunado no se le puede exigir la totalidad del adeudo pues su
débito es conjunto con otros deudores y a cada deudor sólo se le puede
exigir jurídicamente la parte que le corresponda pagar. Si se le reclama la
totalidad exigirá la división de lo que se le reclama y la excepción será de
división. Por tanto, interpondrán esta excepción, los deudores
mancomunados a los que se les exija una porción mayor de aquella a la
que están obligados.

1. Excepción de orden o de excusión (art. 2814 al 2186, 2822 y 2824 del


C.C). La excusión es un beneficio que se le concede al fiador ya que este
no puede ser compelido a pagar al acreedor, sin que previamente sea
reconvenido el deudor y se haga la excusión de sus bienes. La excusión
consiste en aplicar todo el valor libre de los bienes del deudor al pago de
la obligación, que quedará extinguida o reducida a la parte que no se ha
cubierto. la excusión no tiene lugar cuando el fiador renunció
expresamente a ella, en los casos de concurso o de insolvencia probada
del deudor, cuando el deudor no puede ser judicialmente demandado
dentro del territorio de la República, cuando el negocio para que se prestó
la fianza sea propio del fiador y, cuando se ignore el paradero del deudor,
siempre que llamado éste por edictos, no comparezca, ni tenga bienes
embargables en el lugar donde deba cumplirse la obligación.

1. Excepción de la improcedencia de la vía. Cuando se declare esta


excepción, su efecto será de continuar el procedimiento para el trámite del
juicio en la vía que se considere procedente declarando la validez de los
actuado, sin perjuicio de la obligación del juez para regularizar el
procedimiento.
1. Excepción de cosa juzgada (art. 92). Ésta una típica excepción procesal
que ha de examinarse antes de las excepciones que se dirijan al derecho
material invocado por la parte actora. En esta excepción sólo se
examinará si ya el problema fue analizado en juicio anterior en el que se
dictó sentencia. El demandado debe hacerla valer al contestar la demanda
y no suspenderá el procedimiento.

D. Excepciones que derivan del Código Civil para el Distrito Federal

Todas estas excepciones que se encuentran en el Código Civil, pertenecen al


género de las perentorias, entendidas éstas como aquellas que matan la acción
ejercitada en contra del demandado. El vocablo proviene de la palabra perecer,
en consecuencia, dichas excepciones tienen como objeto destruir o eliminar las
pretensiones del actor.

1. Excepciones de pago (arts. 2062 al 2096). El cumplimiento de las


obligaciones extingue éstas. Pago o cumplimiento es la entrega de la cosa
o cantidad derivada o la prestación del servicio que se hubiere prometido.
Todas las modalidades y características de pago deberán expresarse al
hacerse valer la excepción. Sería insuficiente que se expresara que ha
habiendo pago y no se mencionaran las circunstancias en que el pago se
realizó, así como si no se adjuntaran los documentos comprobatorios de
ese pago. El Código Civil regula diversas situaciones que pueden llegarse
a presentar en relación con el pago y deberá invocar la disposición que,
en particular, se refiere a las modalidades y circunstancias en que se haya
cumplido por el demandado con la obligación que se le reclama.

1. Excepción de compensación (art. 2185 al 2187, 2190 y 2191). La


compensación tiene lugar cuando dos personas reúnen la calidad de
deudores y acreedores recíprocamente y por su propio derecho. La
compensación produce el efecto de extinguir por ministerio de ley las dos
deudas, hasta la cantidad que importe la menor. Por tanto, si el actor es
también deudor del demandado, éste interpondrá la excepción de
compensación, cuyo efecto será extinguir total o parcialmente su adeudo
según sea el monto de lo que le debe el actor.

1. Excepción de confusión de derechos (art. 2206). Esta excepción opera


cuando, por alguna circunstancia, el demandado ha adquirido los
derechos del actor. Es decir, hay extinción de obligación por confusión,
cuando las calidades de acreedor y deudor se reúnen en una misma
persona.

1. Excepción de remisión de deuda (arts. 2209 y 2210). Es una forma de


extinción de las obligaciones que consiste en que cualquiera puede
renunciar su derecho y remitir, en todo o en parte, las prestaciones que le
son debidas, excepto en aquellos casos en que la ley lo prohíbe. La
condonación de la deuda principal extingue las obligaciones accesorias,
pero la de éstas deja subsistente la primera.

1. Excepción de novación (arts. 2213 al 2215 y 2220). Esta excepción se


invoca para señalar que se ha extinguido el derecho que se pretende
reclamar. La novación se presenta cuando las partes interesadas en un
contrato lo han alterado sustancialmente estableciendo una obligación
nueva que substituye a la antigua. La novación extingue la obligación
principal y las obligaciones accesorias. Al resultado de la novación se le
considera como un nuevo contrato y está sujeto a las disposiciones
generales que rigen los contratos. Es importante anotar que nunca se
presume la novación, ha de constar expresamente.

1. Excepción de prescripción negativa (arts. 1158 al 1164). El principio de


seguridad jurídica exige que, la falta de cumplimiento de una obligación,
aunada a la falta de exigencia de ese cumplimiento, dé lugar a la extinción
de las obligaciones. Por tanto, si se ha dejado transcurrir el término lega
para que la acción se extinga o para que se extinga el derecho que le
sirve de fundamento, se puede oponer esta excepción. La prescripción
negativa se verificará por el sólo transcurso del tiempo fijado por la ley, por
lo tanto, si no hay disposición que establezca que se trata de prestaciones
imprescriptibles, la regla general es que prescribe en diez años. Es
importante recordar que la prescripción se puede interrumpir con la
presentación de la demanda.

1. Excepción de condiciones resolutorias (art. 1940). A diferencia de que la


existencia de una condición suspensiva que no se ha realizado, constituye
es una excepción dilatoria; la presencia de una condición resolutoria que
se ha realizado y que ha extinguido la obligación que se reclama en juicio,
constituye una excepción perentoria. La condición es resolutoria cuando
cumplida resuelve la obligación, volviendo las cosas al estado que tenían,
como si esa obligación no hubiere existido.

1. Excepción de término resolutorio. Puede suceder que, dentro de la


hipótesis de libre contratación, en que las partes se obligan en la forma y
términos que quisieron hacerlo, se pacte que la obligación se extinguirá
por el transcurso de un tiempo previsto en el propio contrato. En este
supuesto se está ante un término resolutorio que dará lugar a esta
excepción perentoria. Si el término es suspensivo la excepción será
dilatoria.

1. Excepción de cesión de deudas (arts. 2051 y 2052). En esta excepción


perentoria el demando arguye que ha dejado de tener la categoría de
deudor que le atribuye el actor. La substitución de deudor requiere el
consentimiento expreso o tácito del acreedor. Lo peligroso para el actor es
que, existe ese consentimiento tácito. Se presume que el acreedor
consiente en la substitución de deudor cuando permite que el substituto
ejecute actos que debía ejecutar el deudor, como pago de réditos, pagos
parciales o periódicos, siempre que lo hago en nombre propio y no por
cuenta del deudor primitivo.

1. Excepción de retención de la cosa vendida (arts. 2283, fracción I, 2286 y


2287) Es obligación del vendedor entregar las cosas vendida pero, si no
se le ha pagado el precio puede retenerla, salvo si se le ha concedido
plazo para el pago. Tampoco está obligado a la entrega, aunque haya
conocido un plazo, si después de la venta se descubre que el comprador
se halla en estado de insolvencia, de suerte que el vendedor corra
inminente riesgo de perder el precio, a no ser que el comprador le dé
fianza de pagar al plazo convenido.

1. Excepción de inexistencia (arts. 1794 y 2224). Si el actor reclama al


demandado el cumplimiento de una presunta obligación que emana de un
acto inexistente, se hará valer la excepción perentoria de insistencia. El
acto jurídico inexistente por la falta de consentimiento o de objeto que
pueda ser materia de él no producirá efecto legal alguno. No es
susceptible de valer por confirmación, ni por prescripción, su inexistencia
puede invocarse por todo interesado. Los elementos de existencia serán
el consentimiento y el objeto que pueda ser materia del contrato.

1. Excepción de nulidad (arts. 1795, 2226 y 2229). Si la obligación deriva


de un acto jurídico, se puede reclamar la nulidad de ese acto, por vía de la
excepción. El contrato puede ser invalidado por incapacidad legal de las
partes o de una de ellas, por vicios en el consentimiento, por que su
objeto, o su motivo o fin, sea ilícito, porque el consentimiento no se haya
manifestado en la forma que la ley establece. Puede hacerse valer la
nulidad por vía de excepción habida cuenta de que ella puede prevalerse
todo interesado, cuando es nulidad absoluta.

1. Excepción de transacción (art. 2944 y 2953). Si la transacción es un


contrato por el cual las partes, haciéndose recíprocas concesiones,
terminan una controversia o previenen una futura, es lógico que, si surge
la controversia futura, el demandado puede invocar esta excepción que es
equivalente a la excepción de causa juzgada. La transacción tendrá,
respecto de las partes, la misma eficacia y autoridad que la cosa juzgada;
pero podrá pedirse la nulidad o la rescisión de aquella en los casos
autorizados por la ley.

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