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RESUMEN PARA EXPOSICION DE DERECHO SUCESORAL

DERECHO HEREDITARIO O SUCESORAL

El derecho de sucesiones o derecho sucesorio es aquella parte del derecho


privado que regula la sucesión mortis causa y determina el destino de las
titularidades y relaciones jurídicas tanto activas como pasivas de una persona
después de su muerte

En la regulación de las sucesiones, se contemplan importantes aspectos, tales


como:

 Destino que se le van a dar a los bienes del difunto o causante. Se


determina el ámbito de actuación de la autonomía de la voluntad, las
normas imperativas que sean necesarias y las normas dispositivas que
suplirán la voluntad del causante, en caso de no existir testamento.
 Requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo
que aparezca en él sea realmente la voluntad del testador.
 Los trámites necesarios para el reparto del caudal relicto (bienes
hereditarios).

Personas intervinientes

 Causante: persona que transmite su patrimonio por causa de su


fallecimiento.
 testador: es el causante que dicta testimonio o testamento.
 herederos o causahabiente: persona o conjunto de personas que reciben
el patrimonio del causante.
 legatario: persona que recibe determinados bienes individuales del
causante pero no una cuota de la herencia.
 albacea: es el encargado por un testador o por un juez de cumplir la
última voluntad del causante y custodiar sus bienes

Herencia: acto jurídico mediante el cual una persona que fallece transmite sus
bienes, derechos y obligaciones a otra o otras personas. Herencia genética,
proceso por el cual se transmiten, de generación en generación, las
características fisiológicas, morfológicas y bioquímicas de los seres vivos.

LEGADO: Se denomina legado o manda al acto a través del cual una persona,


en su testamento, decide repartir una parte muy concreta de sus bienes a otra
persona determinada. Hablamos en todo caso de bienes individuales, y no de
porciones del patrimonio.

Herencia yacente y vacante


La herencia yacente surgía cuando había un patrimonio hereditario, sin un
destinatario conocido, es decir, sin un titular conocido. Se llama así porque
durante la espera de un tiempo prudencial, determinado legalmente, la herencia
se percibe como "acostada", el patrimonio está en espera de que aparezca su
dueño. Si no aparece el dueño el fisco se encarga de que no se pierda. La
herencia yacente es una herencia que temporalmente queda sin titular, ya que el
heredero indicado en el testamento aún no se decide a aceptarla o no lo
localizan.

Figura muy distinta era la herencia vacante. Ni la vía testamentaria ni tampoco


la legítima le proporcionaban un heredero. En tal caso, la sucesión se incorpora
al patrimonio del fisco, de la Iglesia o del ejército.

COMUNIDAD DE GANANCIALES Y LA HERENCIA

El objeto de esta liquidación de gananciales en la herencia es determinar el


patrimonio de la persona fallecida, que estará compuesto tanto por los bienes
como por las deudas del fallecido. Tal y como indican en este artículo sobre la
liquidación de gananciales en el divorcio, la sociedad de gananciales es aquella
en la que “los cónyuges ponen en común las ganancias y beneficios obtenidos
por cualquiera de ellos durante el matrimonio”.

Por lo tanto, fallecido un cónyuge será preciso determinar la parte de


gananciales que integran la herencia y la que corresponde al viudo o viuda (por
regla general, la mitad).

MOMENTOS DE LA SUCESIÓN

López (2008), explica que en la sucesión por causa de muerte en general y particularmente
en la sucesión universal, existen tres momentos distintos, básicos y fundamentales, que se
denominan: apertura (de la sucesión), delación (de la herencia o del legado) y adquisición
(de la herencia o del legado).
APERTURA DE LA SUCESIÓN
Según lo indicado ut supra, la apertura es el momento determinante de la sucesión por
causa de muerte y la constituye la circunstancia de que el patrimonio de una persona
natural queda sin titular. Al respecto dispone el art. 993 CC: “La sucesión se abre en el
momento de la muerte y en el lugar del último domicilio del de cujus”. Tal previsión es de
orden público y, en consecuencia, no puede ser derogada ni modificada por voluntad de los
interesados'”.De manera, pues, que el presupuesto indispensable para la apertura de una
sucesión por causa de muerte, es -precisamente- la muerte natural del causante. 

EL ORDEN DE SUCEDER DE MANERA INTESTADA


El Código Civil venezolano (arts. 822-832) llama a la sucesión intestada, única y
exclusivamente a cuatro categorías de personas, que son: los parientes consanguíneos del
de cujus (dentro de los cuales se incluye a los adoptados y a los adoptantes en adopción
actual, por mandato de los arts. 425 y 426 LOPNA); el cónyuge del difunto; sus hijos
adoptados en adopción antigua; y, en defecto de todas las anteriores, el Estado.
Igualmente debe señalarse, que las personas pertenecientes a las tres mencionadas
categorías de familiares del de cujus, no son llamadas todas simultáneamente a la herencia
ab intestato de éste, sino que al efecto la ley consagra un sistema bastante complejo de
exclusiones y de concurrencias.
COMUNIDAD DE GANANCIALES

Según el Código Civil, el régimen de comunidad de gananciales es el régimen


legal supletorio de primer grado ya que, en efecto, “a falta de capitulaciones
matrimoniales, o cuando éstas sean ineficaces, el régimen será el de la sociedad
de gananciales” (artículo 1.316).

La idea matriz de este sistema es la comunicación y participación en forma igual


o por mitad para ambos cónyuges de las ganancias o beneficios obtenidos, según
se deduce del artículo 1.344 del C.C., a tenor del cual “mediante la sociedad de
gananciales, se hacen comunes para el marido y la mujer las ganancias o
beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán
atribuidos por mitad al disolverse aquélla”.

Bienes privativos de los cónyuges y bienes gananciales:

En la sociedad de gananciales se distinguen los bienes privativos y los bienes


gananciales, que se definen en los artículos 1.346 y siguientes del C.C.

Bienes privativos.

Son bienes privativos de cada cónyuge, según el artículo 1.346:

1º. Los bienes y derechos que le pertenecieran al comenzar la sociedad. Siendo


el régimen de gananciales una comunidad de ganancias, los bienes que ya
pertenecieran a los cónyuges con anterioridad a la constitución de dicho
régimen es obvio que han de ser privativos.

2º. Los que cada cónyuge adquiera después a título gratuito. Se comprenden
aquí los adquiridos tanto por actos “inter vivos” -donación-, como “mortis
causa”, -la herencia o el legado-.
3º. Los bienes adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos. El C.C.
aplica aquí el principio de “subrogación real”. Son privativas las compras
realizadas con dinero privativo y los bienes permutados con otros privativos.

4º. Los adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno solo de los
cónyuges. El precepto se refiere tanto al retracto legal como al convencional. Y
dispone el mismo artículo 1.346, en su último párrafo, que “los bienes
adquiridos no perderán su carácter de privativos por el hecho de que su
adquisición se haya hecho con fondos comunes, si bien en este caso la sociedad
será acreedora del cónyuge propietario por el valor satisfecho”.

5º. Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona y los no


transmisibles “inter vivos”. Entre los inherentes a la persona incluye la doctrina
los derechos de propiedad intelectual e incluso los de la propiedad industrial,
aunque los rendimientos de tales derechos son gananciales. Entre los “no
transmisibles” pueden citarse tanto los que lo sean por pacto como por
disposición de la Ley, tal cual ocurre con el uso y la habitación (según el artículo
525).

6º. El resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a


sus bienes privativos. Se trata de una aplicación del principio de subrogación
real y de la idea de que las indemnizaciones no son unas ganancias.

7º. Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor. Los
bienes indicados han de considerarse privativos por destino y mantienen tal
carácter aunque hayan sido adquiridos a costa del caudal común, dado que el
sostenimiento de la familia es una carga de la sociedad de gananciales.

8º. Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo


cuando éstos sean parte integrante o pertenencias de un establecimiento o
explotación de carácter común

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