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Vanessa Cardona Castro, Nicolas Acero Rodriguez, Juan fernado Delgado Feo, Mariana Choachí Obando
Los parásitos en rumiantes de importancia veterinaria se pueden clasificar en dos grandes grupos de
organismos corresponden a los parásitos internos; por un lado se encuentran los gusanos redondos y
planos (helmintos), los cuales son fácilmente apreciables a simple vista, ya que las formas adultas de
los parásitos fluctúan en tamaño desde menos de 5 mm hasta más de un metro de longitud en el caso
de las tenias (Benavides y Romero, 2001). Existen diversos factores que ayudan a la multiplicación
de los parásitos a nivel interno (en el huésped) o externo (en el medio ambiente), en este último ya
difiere la capacidad de adaptabilidad del parásito en los diferentes tipos de climas y el nivel de
supervivencia en climas como son los tropicales, ya que algunos favorecen y desfavorecen su
reproducción y fertilidad, así como también se ven afectados por el fenómeno de la Niña o del Niño,
variando su ciclo y predilección en ciertas temporadas, donde es fundamental evaluar y tratar las
enfermedades parasitarias en los predios.
Factores de multiplicación y ciclo de vida de los parásitos que ocurren en el ambiente externo
del animal
Por otro lado están factores tales como el medio ambiente que también tiene una participación directa
respecto a la multiplicación parasitaria, como lo son la temperatura y la humedad. esta última al tener
una alta concentración y una moderada temperatura ayudan al desarrollo y supervivencia de la gran
mayoría de larvas y huevos de helmintos, debido a que la humedad favorece a las larvas en la
migración a los pastos que ingieren los huéspedes; casi todas las larvas no consumen reserva de
alimento, ya que sobreviven períodos largos a temperaturas de 5°C, también hay un desarrollo óptimo
para el desarrollo de las larvas, el cual incrementa de forma rápida sin un gasto excesivo de reserva
de glicogeno el cual varía entre los 22 y 26°C, ya en un temperatura de 30°C la larva ya empieza a
consumir de forma rápida su reserva energética. (Rodriguez de Cardona, 1985)
Entre los géneros de nematodos que parasitan con mayor frecuencia a los rumiantes son Haemonchus
contortus, Ostertagia spp, Strongyloides spp, Oesophagostomun spp., Trichostrongylus axei,
Trichostrongylus colubriformis, Trichostrongylus longispicularis, Trichostrongylus falculatus,
Trichostrongylus vitrinus, Nematodiurus spp., Cooperia curticei, Bunostomum spp y Trichuris spp.
No obstante, entre el 80 y 90 % de las infecciones parasitarias de los rebaños ovinos se debe al
Haemonchus contortus por ser el más patógeno. (Cepeda, 2017)
El fenómeno del Niño, se caracteriza por su escasez de precipitaciones pluviales así como de largos
períodos de sequía por lo que afectaría significativamente en los lugares tropicales secos ya que la
supervivencia de huevos y larvas sería nula por la falta de humedad, en las zonas bastante húmedas,
se reduciría significativamente a menos de que se cuente con vegetación alta que permita condiciones
húmedas y frescas en la tierra para los parásitos (Rodríguez de Cardona, 1985). Por otro lado, el
fenómeno de la Niña cambia radicalmente las zonas secas y áridas, adaptando las condiciones
climáticas para una mayor prevalencia de infestaciones parasitarias en menor tiempo y mayor
cantidad, favoreciendo también la transmisión de enfermedades.
La adaptación evolutiva de los parásitos dentro del ciclo de vida de los huéspedes ha permitido su
perpetuación en el medio, por lo que han desarrollado cierta predilección por factores climáticos y
ambientales, tales como las épocas de mayor precipitación pluvial y de humedad en las que existe un
aumento de la fecundidad de los parásitos y el desarrollo de huevos y larvas que migran a las hojas de
los pastos de preferencia largos (Rodríguez de Cardona, 1985), así como al momento de parto y
lactancia de los huéspedes, animales jóvenes (poco o nulo desarrollo del sistema inmunológico), e
incluso con respecto al manejo, se encuentra una mayor propensión a padecer parasitismo en animales
estresados. Es fundamental comprender estos componentes a la hora de realizar el diagnóstico, ya que
la presencia de huevos en la materia fecal es un signo importante de infestación por parásitos, sin
embargo puede que este indicio no siempre se evidencie como en épocas de sequía cuando la fertilidad
de parásitos se reduce significativamente. (Benavides, 1992)
Dependiendo de la carga de huevos en la materia fecal se puede decidir si el modo en que se afecta al
animal, ya sea productiva o clínicamente, y así tomar medidas, sin embargo es un indicador indirecto
del nivel real de infestación parasitaria, ya que sólo se puede saber a ciencia cierta en el sacrificio.
Los factores como nutrición, edad, raza y manejo pueden ser significativos a la hora de determinar la
presencia o no de enfermedad parasitaria y su nivel de infestación. En este orden de ideas, los parásitos
al infectar, pueden llegar a agravar casos de desnutrición, así como llegar a causarlos, ya que se ven
beneficiados por la incapacidad de los animales para sobrellevar ambientes tropicales donde abunda
la subnutrición (ingestión insuficiente de alimentos para producir energía). La edad está relacionada
con la inmunidad que adquieren los animales jóvenes durante el pastoreo, y de esa manera el nivel de
infección (consecuencias graves, presencia de sintomatología clínica). La raza con respecto a la
resistencia genética como es el caso de las cebuinas, relacionadas a su adaptación por climas
tropicales. Finalmente el sistema de manejo, según el tipo de explotación, ya que por ejemplo el
propósito de leche es más susceptible, así como los desplazamientos y rotación por praderas que
favorecen la transmisión. (Benavides, 1992). Además que si no se calcula bien la densidad de animales
por unidad de área, la concentración de huevos, larvas y estadios infectivos aumenta contaminando
mucho más. (Rodríguez de Cardona, 1985)
Los recuentos de huevos por gramo en la materia fecal (hpg) pueden ayudar a indicar la necesidad de
tratamiento, sin embargo según Sewell et al, (1983) citado en Benavides (1992), es necesario conocer
la dinámica de los parásitos en cada predio. Por ejemplo, ante la presencia de un huevo de Fasciola
hepática es índice de tratamiento, pero ante un indicativo de 300 hpg es manifestación de
gastroenteritis parasitaria con signos clínicos graves. (Benavides, 1992).
El parásito Dictyocaulus spp. tiene un ciclo biológico directo. La infección comienza con la ingestión
de la larva L3 al pastar. Esta larva migra a través de la pared intestinal, muda a L4 en los nódulos
linfáticos y llega a los bronquiolos donde muda a L5 o preadulto. La L5 asciende a la tráquea y a los
bronquios y se produce el desarrollo, este tipo de parásito presenta cuatro fases (U.C.M, 2014)
Primera fase de penetración dura de 1 a 7 días, las larvas pasan por el sistema linfático y llegan a
los pulmones, los cuales muestran numerosas hemorragias petequiales ocasionadas por las larvas que
escapan de los capilares sanguíneos hacia los alvéolos pulmonares, no presentándose síntomas de la
enfermedad. (Castillo, 2014)
Segunda fase prepatente (durante las 3 semanas siguientes): Esta fase se inicia con el paso de las L4
por los alvéolos; a continuación, se desplazan hasta los bronquiolos, donde desarrollan una última
muda. El paso hacia los alvéolos determina una alveolitis, en la que se produce un infiltrado celular y
exudados que pueden evolucionar formando capas hialinas.
Las mudas en los bronquiolos originan también un exudado, en el que pueden apreciarse adultos
inmaduros. Cuando el número es muy elevado pueden originar incluso la muerte de los animales
afectados, o bien producir alteraciones respiratorias como enfisemas y edemas pulmonares. (Castillo,
2014)
Tercera fase patente.transcurre entre los días 25 y 55, y se asocia con la presencia de parásitos adultos
en bronquios y tráquea. Hay un daño intenso en el epitelio de esos órganos, con intenso exudado
bronquial y bloqueos de los conductos aéreos. Además, hay aspiración de huevos y larvas al interior
de bronquiolos y alvéolos, lo que lleva a la consolidación de los lóbulos. Las lesiones, que se hacen
evidente en el estado prepatente tardío de la infestación, se denominan epitelización del epitelio
alveolar y la formación de “membrana hialina”; persistente y pueden intensificarse (Castillo, 2014).
Cuarta fase post-patente (desde el mes 2 al 3 de la infección): Esta fase es característica de los
animales no tratados que han sido capaces de eliminar al parásito. Las manifestaciones clínicas van
cediendo progresivamente, pero los bronquios están aún alterados. Durante esta fase de recuperación
puede desarrollarse un síndrome denominado “bronquitis parasitaria post-patente”, que es el resultado
de lesiones proliferativas que acompañan a la disolución del material parasitario aspirado (huevos, L1
o algunos vermes adultos) y acumulado en los alvéolos. En estos casos, se produce una proliferación
de neumocitos tipo 2 en los alvéolos, que junto con la abundante presencia de células inflamatorias,
hace que el intercambio gaseoso se vea seriamente afectado. Esta patología también puede estar
acompañada de edema pulmonar y enfisema intersticial. (Castillo, 2014)
Principales tipos de antihelmínticos que existen para el control de parásitos internos en bovinos
en nuestro país
En primer lugar, los antihelmínticos son fármacos destinados al control de gusanos redondos y planos,
estos se dividen en:
Nematocidas: Este tipo de antihelmíntico se encarga en especial de los gusanos redondos. Para hacer
una buena elección de estos es necesario tener un registro de las lluvias e igualmente la disolución, la
traslación y otras particularidades fisicoquímicas del producto. Existen comercialmente dos tipos
importantes de nematicidas y estos dependen de la labor de los suelos, como lo son los fumigantes y
los no fumigantes. Los primeros se volatilizan, haciendo que los gases se desplacen por el suelo, se
deben aplicar dos o cuatros días antes.
Cestodicidas: Este tipo de antihelmíntico está enfocado para el control de tenias. Algunos productos
contienen compuestos que son cestodicidas específicos, pero carecen de eficacia contra los
nematodos. No obstante, ya que los cestodos son en general menos dañinos que los nematodos o los
trematodos, su uso en ganadería es escaso, pero es abundante en caballos, perros y gatos.
Los Cestodicidas más importantes son los Bitionol, Bunamidina, Niclosamida e Isoquinolinas.
Fasciolicidas: Son altamente eficaces contra los adultos de Fasciola hepática, pero su eficacia contra
los estadios inmaduros y contra otros helmintos varía considerablemente, la mayoría no es eficaz
contra cestodos.
Los más importantes en la veterinaria son Brotianida, Closantel, Oxiclozanida, Rafoxanida y
Resorantel.
En segundo lugar, la región de la Macarena es considerada como bosque húmedo tropical, esta
presenta una temporada mojada de 9 meses, de Marzo hasta Diciembre, con una probabilidad del 44%
de un día mojado (por lo menos 1 milímetro de líquido). La temporada más seca dura 2 meses, desde
Enero hasta Marzo, la probabilidad mínima de un día mojado es del 28%.
Teniendo en cuenta esta información La Macarena la mayoría del tiempo está en clima húmedo,
entonces en los sistemas donde haya altas cargas de animal por unidad de area aumentan las
probabilidades de contraer algún tipo de parásito, se requiere un suministro frecuente de
antihelmínticos a intervalos regulares, principalmente en jóvenes. También se podría, si es territorio
lo permite, una rotación de potreros para minimizar la contaminación de las praderas. (Gil, 2014)
Conclusión
El efecto del clima sobre la epidemiología de los parásitos que afecta a rumiantes está compuesto de
diversos factores, uno de estos es la predilección que tienen algunos helmintos en épocas lluviosas y
húmedas donde es mayor su fertilidad, es por esto que ante la contemplación de emplear
antihelmínticos se deba tener presente el comportamiento epidemiológico del parásito, el nivel de
urgencia con que se necesita el tratamiento, teniendo en cuenta el bienestar animal, pero también su
capacidad de inmunidad (raza, edad, manejo), el daño clínico provocado por el parásito, el
comportamiento animal desde el punto de vista productivo y por último pero no menos importante, el
cuidado ambiental y el equilibrio de los ecosistemas, debido a los residuos que se pueden generar así
como la desaparición de la fauna biológica.
Ternera, J., y Fuentes, B., (1979). NEMATODOS EN SUELOS CULTIVADOS CCN CAFETO (Coffea
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Gil, I., (2014) Nematicidas. Qué son, para qué sirven, tipos, selección, eficiencia. Recuperado de:
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https://es.weatherspark.com/y/24253/Clima-promedio-en-La-Macarena-Colombia-durante-todo-el-
a%C3%B1o#Sections-Precipitation