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Comisión Europea - Comunicado de prensa

El nuevo Atlas mundial de la desertificación revela una presión sin


precedentes sobre los recursos naturales del planeta

Bruselas, 21 de junio de 2018


El Atlas ofrece la primera valoración exhaustiva y fundamentada de la degradación de los suelos a nivel
mundial y subraya la urgencia de adoptar medidas correctoras.
Tibor Navracsics, comisario de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, y responsable del Centro
Común de Investigación (CCI), ha declarado: «A lo largo de los últimos veinte años, desde la
publicación de la última edición del Atlas mundial de la desertificación, las presiones sobre la tierra y
los suelos han aumentado de manera espectacular. Para proteger nuestro planeta para las
generaciones futuras, tenemos que cambiar urgentemente la forma en que tratamos estos valiosos
recursos. Esta nueva y mucho más avanzada edición del Atlas ofrece a los responsables políticos de
todo el mundo una visión exhaustiva y de fácil acceso de la degradación de los suelos, sus causas y
posibles soluciones para luchar contra la desertificación y recuperar las tierras degradadas.»
Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha añadido: «El Atlas
mundial de la desertificación nos ayudará a comprender el creciente problema de la desertificación y la
degradación de los suelos y cómo podemos abordar este asunto. El Atlas muestra una UE cada vez
más afectada por la desertificación, subrayando la importancia de la actuación para la protección del
suelo y el uso sostenible de la tierra y el agua en ámbitos políticos como la agricultura, la silvicultura,
la energía y el cambio climático. Este es el enfoque preconizado en la Estrategia temática para la
protección del suelo de la UE y nuestra mayor esperanza de lograr la neutralidad en la degradación de
los suelos en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible para 2030.»
El Atlas proporciona ejemplos sobre cómo la actividad humana impulsa la extinción de las especies,
amenaza la seguridad alimentaria, intensifica el cambio climático y provoca el desplazamiento de las
personas de sus hogares.
Las principales conclusiones ponen de manifiesto que el crecimiento de la población y los cambios en
nuestros patrones de consumo añaden una presión sin precedentes sobre los recursos naturales del
planeta.
- Más del 75 % de la superficie terrestre del planeta ya se encuentra degradada y podría aumentar a
más del 90 % de aquí a 2050.
- En conjunto, cada año se degrada una superficie total equivalente a la mitad del tamaño de la
Unión Europea (4,18 millones de km²), siendo África y Asia las zonas más afectadas.
- Se estima que el coste económico de la degradación de los suelos en la UE asciende anualmente a
decenas de miles de millones de euros.
- Se estima que la degradación de los suelos y el cambio climático provocarán una reducción del
rendimiento mundial de los cultivos de aproximadamente un 10 % de aquí a 2050. La mayor parte
de esta degradación se producirá en la India, China y el África subsahariana donde la degradación
de los suelos podría reducir a la mitad la producción de los cultivos.
- Como consecuencia de la acelerada deforestación, cada vez será más difícil mitigar los efectos del
cambio climático.
- Se estima que de aquí a 2050 hasta 700 millones de personas se verán desplazadas debido a
problemas vinculados a la escasez de recursos de los suelos. Esta cifra podría alcanzar los 10 000
millones antes que finalice el presente siglo.
Aunque la degradación de los suelos es un problema mundial, se produce a nivel local y exige
soluciones locales. Para detener la degradación de los suelos y la pérdida de biodiversidad son
necesarios un mayor compromiso y una cooperación más eficaz a nivel local.
Una de las principales causas de la degradación de los suelos, la creciente expansión agrícola, podría
limitarse aumentando el rendimiento de las explotaciones agrícolas existentes, adoptando dietas a
base de vegetales, consumiendo proteínas animales procedentes de fuentes sostenibles y reduciendo la
pérdida y el desperdicio de alimentos .
El Atlas ofrece una clara visión general de las causas subyacentes de la degradación en todo el mundo.
También contiene un gran número de información, previsiones y conjuntos de datos globales que
pueden utilizarse para identificar importantes procesos biofísicos y socioeconómicos que, por sí solos o
combinados, pueden conducir a un uso no sostenible de la tierra y a la degradación de los suelos.
Contexto
En el marco de la Agenda de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, los dirigentes mundiales se
comprometieron a «luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados,
incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un
mundo con efecto neutro en la degradación de los suelos» de aquí a 2030. Si bien a escala mundial es
la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación (CNULD) quien aborda el
problema de la desertificación, la degradación de los suelos es un problema que concierne a la
Convención Marco de las Naciones Unidas para la lucha contra el Cambio Climático y al Convenio sobre
la diversidad biológica. La importancia de la degradación de los suelos y la desertificación condujo a la
adopción del objetivo de desarrollo sostenible n.º 15.3 que pretende alcanzar la neutralidad en la
degradación de los suelos.
La desertificación afecta al 8 % del territorio de la UE, especialmente en Europa meridional, oriental y
central. Estas regiones, que representan alrededor de 14 millones de hectáreas, muestran una gran
sensibilidad a la desertificación. Trece Estados miembros se han declarado afectados por la
desertificación con arreglo a la Convención de lucha contra la desertificación (CLD): Bulgaria, Croacia,
Chipre, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Malta, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y España. La
UE está plenamente comprometida con la protección de los suelos y el fomento del uso sostenible de la
tierra y tiene estos compromisos en cuenta al elaborar propuestas en materia de energía, agricultura,
silvicultura, cambio climático, investigación y otras áreas.
La nueva edición del Atlas publicada hoy fue creada utilizando nuevos métodos de tratamiento de datos
empleados por los científicos de la UE, miles de ordenadores de alto rendimiento y 1,8 petabytes de
datos de satélites. El volumen de datos corresponde a 2,7 millones de discos CD-ROM o a más de seis
años de grabación de video de alta definición veinticuatro horas al día y siete días a la semana. Las dos
primeras ediciones del Atlas fueron publicadas en 1992, antes de la Cumbre de la Tierra en Río de
Janeiro, y cinco años más tarde, en 1998, con algunos estudios de casos adicionales.
Más información
Nuevo Atlas mundial de la desertificación
Ficha informativa sobre el Centro Común de Investigación

IP/18/4202

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