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Misioneros con un llamado

Leer Hechos 1:8
Hablaba con un hermano que ahora reside fuera del país, y después de una larga
conversación, concluimos que en el pasado, mirábamos con regocijo y satisfacción a
aquellos hermanos que desde las iglesias alzaban sus manos para ir a cumplir la labor
misionera fuera de nuestras fronteras; era, sin duda alguna una acción de valor y fe de parte
de quienes lo hacían; pues, dejaban la bonanza y estabilidad económica que brindaba en
aquel entonces nuestro país, para embarcarse en misiones que les colocarían en países con
alta persecución cristiana y con mucha falencias económicas y sociales. En nuestro propio
entorno, mirar a los hermanos norteamericanos dejar su país natal para adentrarse en la
selva venezolana, bajo difíciles condiciones, les colocaba en una posición, donde se les veía
con gran admiración y valor sin igual, y aunque, merecían tal valor, se llegó a puntos de
diferenciar y mirar de manera equivocada a los “misioneros” que arribaban al país de otras
naciones y a los que también se enviaban desde Venezuela a otros lugares del mundo, como
los que tenían la responsabilidad casi exclusiva de cumplir la misión.  “La misión es para
todo creyente”, reiteró mi amado hermano en medio de la conversación telefónica, en
conexión con lo que en Mateo 28 y Hechos 1:8 se revela, ya que todos aquellos que han
sido habilitados con el poder del Espíritu Santo, serán guiados, ayudados y dotados con las
herramientas y medios necesarios para cumplir con la tarea encomendada.

Una misión de todo creyente. Mateo 28:18-20


1. No todos entienden y siguen la misión, y aunque convergen y experimentan
realidades cristianas, la misión de hacer discípulos no está dentro de los planes y
proyectos principales, para muchos de los asistentes regulares de las iglesias, siendo
entonces la búsqueda de Dios, su justicia y su plan, relegado y suplantado; colocando
mayormente su atención en las cosas pasajeras y fuera de los parámetros divinos.

2. Una misión de cada creyente, “Id y haced discípulos”, demanda que involucra a


todo discípulo que ha sido regenerado y transformado, siendo una responsabilidad para
cada creyente, la cual debe recibirse con todo el peso del llamado que se realiza, sin
dejarla solo a los “misioneros”, que hacen vida en medio nuestro; como nuestros
hermanos Stucki, que con valor y pasión han dejado sus países para  cumplir con la
gran comisión en medio de la etnia Panare. Esta realidad no nos exime ni deshabilita
para cumplir con nuestra parte dentro de la misión de hacer discípulos, más bien, nos
anima a atender al llamado de llenar la tierra con la Gloria y el conocimiento de Dios; y
donde tú y yo, tenemos la tarea de hacer discípulos, con el poder del Espíritu Santo
como medio y compañía principal. 

3. Una misión que debe ser prioritaria en la iglesia local, por lo que tenemos la


responsabilidad y privilegio de representar a la Iglesia Bíblica Metropolitana, ante
organismos que se encargan de motivar y servir de medios para alcanzar a las tribus que
aún no cuentan con todo los recursos, como por ejemplo, la escritura completamente
traducida al idioma tribal y otros recursos que ayudan al crecimiento y con el
discipulado de los creyentes; hablamos de que como iglesia local, tenemos la tarea de
servir como apoyo “piloto” a dos etnias, a quienes representamos, ayudamos y
trabajamos bajo la coordinación de otros organismos, para la propagación y
establecimiento del evangelio en medio de las etnias Panare y Yekuana. Esto es un gran
privilegio, que nos permite, entre otras cosas, movilizarnos hasta los lugares donde se
encuentran estos hermanos, con el aval y aprobación de misioneros y organizaciones
que han trabajado por muchos años en medio de ellos; brindando un gran valor histórico
y de responsabilidad a la labor.

La misión demanda sacrificio


1.  La misión estará fuera de rango, para aquellos que NO tengan dentro de sus
prioridades tomar tiempo, dedicación y esfuerzo para cumplir con ella, más bien, estos
pudieran ser de los que  sobreestiman  el peligro, dificultad, y los complejos contextos
para evitar o bajar el ánimo de los que estén determinados y enfocados en cumplir con
la misión encomendada, que al fin al cabo como ya se ha dicho, viene a ser una tarea
que responsable y de manera determinada deben cumplir todos los llamados discípulos
del Señor. Mientras Nehemías procuraba recuperar el ánimo del pueblo para levantar
los muros, después de la destrucción de Jerusalén; desde dentro del pueblo, algunos
pensaban en cobrar impuestos desmedidos y maniatar económicamente al pueblo, y
desde fuera algunos otros trataban de paralizar con miedo y amenazas, el avance de la
obra. Nunca debemos menospreciar los ataques que recibiremos cuando trazamos
planes y tareas que sean parte de nuestra misión de hacer discípulos; teniendo bien claro
que la victoria la tenemos asegurada; mientras mantengamos el nivel y enfoque dentro
de la Voluntad del Señor.

2. La misión tiene su recompensa, no solo en este mundo sino también en el


venidero, recordando siempre las palabras y promesas que hizo Jesús a sus discípulos
cuando estos hablaban de las recompensas y resultados que se vendrían por haber
echado de lado algunas posesiones materiales por servir al Señor, sin olvidar lo que con
entusiasmo afirmaba el Apóstol Pablo: “El trabajo en el Señor no es en vano”, y cada
acción brinda un glorioso e inefable gozo, junto a la alegría de sentirnos dentro de los
privilegiados; que aunque débiles y necesitados, también usa el Señor Jesús para
cumplir su misión.

3. La misión es demandante y gratificante, siempre es un placer ser servido y


beneficiado en medio del cumplimiento de la misión, donde desde un vaso de agua fría,
hasta una buena cama, servirán de medios que Dios dispondrá en su providencia para
cumplir con su misión usando los vasos de honra que Él ha dispuesto en su iglesia para
hacerlo. Es gratificante y maravilloso recibir el cuidado y servicio de muchos hermanos
cuando se está cumpliendo la misión dada; donde los que sirven, como los que reciben
el servicio, tienen un entendimiento claro del sacrificio y valor de la acción, teniendo
siempre como modelo a nuestro Señor. Es un ambiente donde todos son servidores y
misioneros, y donde algunos se colocan la toalla para lavar los pies y secarlos y otros
reciben el servicio de parte de los que lavan y secan; pero este que lo recibe en algún
momento también tendrá la oportunidad y disposición de lavar y secar los pies de
forasteros y transeúntes que estén de camino para cumplir con alguna misión divina.

Misión que se cumple, preserva y propaga.


1. La misión se cumple cuando los frutos evidencian avance y consolidación, El
primer congreso que reunió a un grupo de hermanos Panares aquí en la zona, sirvió de
ánimo y de entendimiento de la labor propia de los hermanos indígenas, a la hora de
multiplicar y alcanzar con el evangelio a las demás comunidades de su propia tribu que
aún no habían sido alcanzados con el evangelio, siendo clave para el fervor que hoy se
puede apreciar en medio de ellos. Muchos de ellos tienen planes de llevar el mensaje a
lugares muy lejos de sus propias comunidades, siendo esto un gran impulso y ejemplo
para nosotros mismos. No existe en el nuevo testamento una imagen y escena más
conmovedora que la del apóstol Pablo despidiéndose de los ancianos de Éfeso, allí en
ese lugar se pudo apreciar la determinación de Pablo para cumplir con su misión, y a su
vez el ánimo, la propagación y preservación del evangelio de manera fiel, ante los
ataques y trabas que satanás y sus aliados le querían colocar a Pablo. Nada funcionó
ante el avance de Pablo, como representante de la iglesia, y nada que no esté
determinado por Dios para su Gloria pasará con los leales y fieles miembros de la
iglesia del Señor mientras estén en el cumplimiento de la misión.

2. La misión se lleva a cabo con la labor y apoyo de muchos aliados, Aunque ya se


pudo observar que cada creyente, es un discípulo, y cada discípulo es un misionero
llamado a predicar el evangelio; también es cierto, que no solo una persona puede ni
debe cumplir de manera solitaria con el mandamiento; pues, Dios piensa en naciones,
pueblos, tribus y gente que están regadas en todo el mundo. “hasta lo último de la
tierra”, es un llamado a no limitar lo que Dios puede hacer, ni las dimensiones del
mandamiento; sin menospreciar, ni echar de lado a ninguna persona; donde aún los
indígenas, o pueblos tribales, deben ser tratados como hermanos de un mismo Señor,
fruto del sacrificio de Cristo hecho en la cruz, y dignos de ser tenidos en cuenta como
sacerdotes reales y pueblo santo que pertenece al Señor,  quienes se unen con nosotros
como un solo pueblo, a pesar de  sus costumbres distintas y su forma de vivir aislada
pertenecen a la realeza divina.

3. La misión se propaga como símbolo del fin de los tiempos, las horas y
situaciones que se viven y presentan en el mundo, nos deben colocar en celeridad a la
hora de cumplir con la misión divina. Todo apunta a la cercanía de la venida del señor y
por ende el fin de los tiempos; y aunque no sabemos cuándo esto vaya a suceder, si nos
toca estar a disposición y prestos a tener nuestro propio campo misionero, donde los
dones que Dios nos ha dado, deben estar arando tierras con corazones ávidos de la
palabra de Dios. Esto es parte de lo que como discípulos debemos atender, colocando la
obra y misión encomendada dentro del primer lugar en nuestra agenda. El Señor no
tarda, y si lo hace es pensando en todos aquellos que aún deben venir ante su presencia
reconociendo su pecado, y donde tú y yo debemos hacer la parte que en la misión nos
toca.

Conclusión
No existe una labor mayor y mejor en el mundo, que servir y ser usado por el dueño del
universo, por lo que más allá de las exigencias, dificultades y peligros, el Señor debe ser
honrado; echando todo lo que ocasiona que nuestras mentes se llenen de ansiedad y temor,
sin dejar de atesorar la verdad en cuanto al cuidado riguroso que Dios tiene de su pueblo, y
donde aún la muerte servirá para Glorificar su nombre si nos encontramos en cumplimiento
de sus mandamientos. Son muchos los que han muerto por seguir y testificar al Señor; así
como también, muchos lo han hecho por seguir sus propias pasiones y deseos. Nos toca
poder hacer resoluciones de valor que nos coloquen en una posición donde la obra del
Señor no sea vista como una carga, un peso fatigoso que se realiza bajo coacción u
obligación de terceros. Si la obra, y muerte expiatoria de Cristo no es de suficiente ánimo,
entonces ninguna cosa podrá animarnos y entusiasmarnos para cumplir con la gran
comisión.
La misión está al frente de nosotros. Ánimo que falta mucho por hacer y el trabajo en el
Señor no es en vano.

Por Ps. Róbinson Moreno

La identidad y misión de la iglesia

Leer 1 Timoteo 3:14-15


La Iglesia ha sido a través de los tiempos, el instrumento que Dios ha utilizado en su
soberana voluntad, para manifestar su gloria y poder. Dios le ha concedido el privilegio de
dar a conocer su glorioso evangelio, partiendo desde Jerusalén hasta lo último de la tierra
(Hechos 1:8). Dotándola de un poder sobrenatural, que ni las puertas del infierno podrán
contra ella (Mateo 16:18). Es tanto, el amor que el Señor tiene por ella, que dio su vida para
redimirla de sus pecados, y actualmente la santifica y purifica por medio de su Palabra, a
fin de presentarse a sí mismo, una iglesia que no tenga manchas ni arrugas (Efesios 5:25-
27). En el siguiente artículo estaremos estudiando la identidad y la misión de esa gloriosa
iglesia escogida por Cristo.

La identidad única de la Iglesia


Cuando hablo de la iglesia, no pienso en una estructura, organización o denominación, sino,
más bien, en cómo la Biblia confiere esa palabra, y una de las definiciones de la iglesia que
más me ha llamado la atención, por ser completa en su compresión es la de Jhon Neuve,
ésta la define de la manera siguiente:

“La iglesia consiste de hombres y mujeres llamados por Dios el Padre, a la comunión de
su hijo, santificados en Cristo Jesús, regenerado por su Espíritu, unidos en la fe y
confesión de Cristo Jesús como Señor y Salvador, donde haya tal comunión allí está la
Iglesia de Dios”
Jhon Neuve
Si notamos, en ninguna de las líneas anteriores vemos a la Iglesia como un edificio o como
una denominación “X”, sino que estamos hablando de un grupo de personas que han sido
llamadas por Dios el Padre. De ahí, la palabra “eclesia” la cual viene de la palabra griega
“eskaleo” que significa: los que han sido llamados de. En otras palabras, la iglesia es el
grupo de personas que han sido llamadas fuera del mundo, no para quedarse flotando en el
aire, sino para ser introducida en la comunión de aquellos que han sido llamados por Dios
el Padre. Cada una de esas personas llamadas por Dios el Padre, han sido regeneradas por
su Espíritu. Con el propósito de que cada uno tenga comunión directa con Jesucristo, y
puedan tener comunión unos con los otros y juntos confesar a Cristo Jesús como Señor y
Salvador.

¿Cómo ve Dios esa sociedad espiritual?


Pablo nos dice que Dios mira a ese grupo especial de personas como la casa de Dios. Es
decir, la Iglesia en su identidad única, en su naturaleza esencial, es la casa de Dios. Debo
aclarar que aquí Pablo, no tiene en mente un edificio que pertenece a Dios. No, porque la
palabra casa en todo el contexto de 1 Timoteo 3, no significa eso. Veamos un ejemplo en 1
Timoteo 3:4, “El Pastor debe gobernar bien su casa”, ¿Qué significa eso? Que el Pastor
debe cerrar la puerta y apagar la luz cuando va a dormir para ahorrar la energía. No,
entonces, ¿Qué significa que el pastor debe gobernar bien su casa? Pablo en el verso 5, da
la respuesta.
pues el que no sabe gobernar su propia casa, hablando de las personas que componen
ese hogar ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?1 Timoteo 3:5

Por lo tanto, en la mente de Pablo, la palabra casa no se refiere a puertas, paredes y


ventanas sino a personas. Es por esa razón, que Pablo dice: “la iglesia es la casa de Dios”.

Si interpretamos esta frase a la luz del Antiguo Testamento, podemos decir que la iglesia
es: “El santuario de Dios”.

En Génesis capítulo 28, se narra el famoso sueño de Jacob y la escalera.

Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí,
porque ya el sol se había puesto; Y soñó: con una escalera que estaba apoyada en tierra, y
su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.
Luego que Jacob tuvo ese sueño teniendo miedo dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es
otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
En esta frase, hay algo bastante interesante, noten que Jacob habla de la casa de Dios. Pero,
él no estaba en un templo, él estaba en un campo a cielo abierto donde Dios se le manifestó
de una forma muy especial, tanto así que Jacob, clama impactado diciendo: ¡Qué terrible es
este lugar, este lugar es casa de Dios! ¿Por qué?, Porque allí Dios manifestó su gloria de
manera extraordinaria. Sabemos que Dios habita en todo lugar, tanto así, que ni los cielos
de los cielos lo pueden contener. Pero, también sabemos que hay sitios donde Dios, de una
forma especial manifiesta su gloria, y allí donde él muestra su gloria está la casa de Dios.

En esta época ¿Dónde está la casa de Dios?


Pablo responde: la Iglesia es la casa de Dios.
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno
destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois
vosotros, santo es.
1 Corintios 3:16-17
Muchas veces, estos textos, son utilizados para decirles a los creyentes que no deben fumar,
beber o hacerle daño a su cuerpo. Porque su cuerpo es templo de Dios; pero Pablo aquí no
se refiere al creyente de una manera individual. No obstante, Pablo está diciendo aquí que
todos los creyentes colectivamente según el contexto de 1 Corintios 3, son el templo de
Dios, es decir: “vosotros sois el templo de Dios, y el Espíritu Santo mora en vosotros la
iglesia, si alguno intenta destruir la iglesia de Cristo, esto es algo tan grave que Dios mismo
se encargará de destruirlo a él”.

El autor del libro a los Hebreos en el capítulo 3, hablando del pueblo de Dios en el antiguo
pacto dice:
Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que
se iba a decir; pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos
nosotros (su iglesia).
Hebreos 3:5-6
La iglesia es el santuario de Dios, donde colectivamente se manifiesta de una forma
especial y particular su gloria. Y esa gloria es el mismo Señor Jesucristo, la imagen visible
del Dios Omnipotente, quien hoy día, se hace presente en la reunión de dos o tres que se
congregan en su nombre. Ésta es la razón, por lo que la Iglesia es la casa del Dios viviente,
porque Cristo está en medio de ella manifestando de manera poderosa su gloria.

LA MISIÓN ÚNICA DE LA IGLESIA


¿Qué es la Iglesia en cuanto a su misión? Pablo responde: Columna y baluarte de la
verdad.
¿Qué es una columna? Lo que soporta toda la estructura y techo de un edificio. Es decir, la
Iglesia es el soporte o sostén de la verdad, que ha sido revelada a través del Evangelio,
donde el centro es la persona de nuestro Señor Jesucristo.

En medio de este mundo fluctuante, cuyas opiniones son como las hojas llevadas por el
viento, que hoy piensa una cosa y mañana otra, que muestra su desprecio por la verdad de
Dios, deformándola o atacándola abiertamente. La iglesia está comisionada a:

Defender
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación,
me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que
ha sido una vez dada a los santos Judas 1:3.

Proclamar
Pues si proclamo el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta
necesidad; y ¡ay de mí si no proclamo el evangelio! 1 Corintios 9:16.
Propagar
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén
Mateo 28:19-20.

Conclusión
Queridos hermanos, cuando vemos la iglesia bajo la óptica que Dios la ve, nos damos
cuenta que no es un juego ni un club social; sino que es un organismo único en el mundo,
en su identidad y misión. En ella el Dios único y verdadero manifiesta su gloriosa presencia
de forma especial. Capacitándola para cumplir con la tarea encomendada; (Enseñar a los
hombres todo el Consejo de Dios), siendo la portadora, columna y baluarte de la verdad del
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Por tanto, amados hermanos, los animo a valorar la Iglesia local, la cual es el cuerpo de
Cristo y tú eres una piedra viva, siéntete privilegiado, pero también responsable por tu
iglesia.

Por Denys Payen

La iglesia y la juventud en la misión


Entender la identidad y la misión de la iglesia, nos debe generar una gran responsabilidad y
compromiso por lo que Dios ha hecho en nosotros; Él nos hizo parte de su pueblo, nos
escogió desde el principio y nos santifica, y estas son algunas de las cosas que el Señor ha
hecho con su iglesia.
La iglesia está compuesta por personas de todas las edades, y según la edad, le será más
fácil o difícil ejercer ciertas funciones, es por eso que trataremos la misión desde la
perspectiva del trato y función de los jóvenes.

Una responsabilidad de la iglesia


La iglesia del Señor es un pueblo especial, escogido y capacitado para cumplir con la
misión dada. Aunque con una nueva identidad, como pueblo y nación santa de Dios, sus
miembros, siguen teniendo luchas y dificultades que deben ser tratadas.
Es allí, donde la iglesia debe ser un lugar de exhortación y ánimo que permita “pulir” a sus
miembros para contribuir al cumplimiento de la misión. Una de esas responsabilidades es
enseñar a los jóvenes a cumplir la misión.

La misión empieza en casa, la biblia dice: Instruye al niño en su camino,


Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él Proverbios 22:6

La instrucción viene desde la niñez y los primeros instructores de los niños son los padres,
y los padres creyentes, como iglesia del Señor, tienen la gran responsabilidad de instruir al
niño en la Palabra de Dios.
La instrucción no se acaba con la niñez, la iglesia en general debe apoyar y seguir
enseñando a los jóvenes para contribuir en su carácter, conducta y fe. Además de contribuir
generando los espacios para enseñar a los más jóvenes.
Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la
perseverancia. Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta, no
calumniadoras ni esclavas de mucho vino. Que enseñen lo bueno, para que puedan
instruir[b] a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean
prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la
palabra de Dios no sea blasfemada. Asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes.
Tito 2:1-6

No hay límites de edad para cumplir con la misión


No hay límites de edad para creer y vivir el evangelio, y la edad no exime a los creyentes
del cumplimiento del deber. Aunque el evangelio nos da una nueva identidad y posición,
llenándonos de gozo y alegría, también nos demanda obediencia, y toda persona que ha
creído y confesado al Señor, es llamada a obedecer su Palabra. Eso incluye a los más
jóvenes.

El Señor Jesús nos dio ejemplo de esto, con tan solo 12 años ya sabía qué tenía que hacer y
estaba ocupado en ello:
Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar? Lucas 2:41-52

La importancia de los jóvenes


Todos los hermanos de la iglesia son importantes y tienen su debida función como parte del
cuerpo, los jóvenes también tienen su papel y pueden llegar a ser de mucha ayuda y
bendición para la obra del Señor.
Cuando el joven ha comprendido su identidad como creyente, y obedece al Señor
entregando su vida al servicio, pueden aportar mucho a la obra, la biblia dice que los
jóvenes tienen:
La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas
Proverbios 20:29
Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os
he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en
vosotros, y habéis vencido al maligno 1 Juan 2:14
Por lo general, en la etapa juvenil, hay mucha más fuerza y ánimo para trabajar, esto es
beneficioso para la misión cuando hay jóvenes que realmente se comprometen con el Señor
y el servicio. Hay mucho que los jóvenes pueden hacer desde temprana edad, tanto en la
iglesia local como para el mundo. Desde las prácticas espirituales, como la oración y
lectura de la Palabra de Dios, el servicio que se puede prestar a los demás miembros de la
iglesia y la localidad como salir a predicar el evangelio a lugares remotos según Dios lo
permita. Todo esto con el fin de que se vaya perfeccionando la imagen de Cristo en el
joven.
JÓVENES NOTABLES EN LA BIBLIA
Más allá de ver a los jóvenes, es importante ver la obra que hace Dios en ellos, por eso, la
biblia nos da ejemplo del trabajo que hace Dios con y a través de algunos jóvenes notables:

El joven José en Egipto


José es un ejemplo de fidelidad de Dios para con él y de él para con Dios. A pesar de las
situaciones difíciles por las que pasó, fue guardado por el Señor en integridad con una gran
resolución:

No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por
cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
Génesis 39:9
José fue grandemente usado por Dios para garantizar la supervivencia del pueblo de lo que
sería el pueblo de Israel.

El joven David, el joven pastor


David no empezó siendo un gran rey, empezó sirviendo en casa de su padre como pastor,
pero mientras lo hacía fue declarado por Dios como un hombre conforme a su corazón,
siendo escogido como príncipe, Dios refiriendo a David antes de su elección dice:

Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová ha buscado un varón conforme a su corazón,
al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has
guardado lo que Jehová te mandó 1 Samuel 13:14.

Timoteo
Timoteo siendo joven, tuvo gran responsabilidad de dirigir y enseñar a la iglesia del Señor,
Pablo le dice: Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza Timoteo 4:12

No podemos menospreciar la edad de alguna persona, Dios puede hacer grandes cosas con
cualquiera si lo desea. Timoteo es ejemplo de fe no fingida y del cumplimiento de su deber
según su fe y el don que Dios le dio.

Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela
Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por eso te aconsejo que
avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio 2
Timoteo 1:5-7

Conclusión:
Tenemos una gran responsabilidad como pueblo, nación santa del Señor, y es dar a conocer
a los otros la verdad del Evangelio. Mientras tengamos fuerzas, debemos emplearlas para el
beneficio del reino, y en la juventud está la fuerza necesaria para lograr grandes cosas con
la ayuda de Dios. Así como muchos jóvenes de la biblia y a través de la historia nos
enseñan que no hay edad para obrar por el Señor, debemos tomar esos buenos ejemplos que
son dignos de imitar, nuestra responsabilidad como creyentes no disminuye porque
tengamos menos o más edad. Por esto, está escrito y se cumplirá que “…toda lengua
confesará a Dios”, Dios nos permita servirle desde nuestra juventud aprovechando bien el
tiempo y enseñar a los más jóvenes con todas nuestras fuerzas.

Por Jesús Rivera

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