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Dentro de todas las cosas que han ocurrido durante el último año nos podemos dar
una idea de lo frágil que es la estabilidad mental de los seres humanos, y la poca
empatía que tienen algunas personas frente a una crisis mundial, y aunque todavía
no se ha aclarado que fue exactamente lo que pasó para provocar esta crisis.
Probablemente nos pasaremos los próximos años debatiendo lo que ha sucedido, en
parte debido a la escasa información que aún hoy tenemos sobre la verdadera
historia y cómo este cambio afectó por completo nuestra manera de vivir la vida.
Opino que las personas están generando demasiado pánico y miedo colectivo,
compartiendo información falsa y asustando a las comunidades, como por ejemplo
“Supuestos indicios de que el virus fue creado por el gobierno chino para controlar el
mercado mundial y ser la potencia más grande de todas” “El coronavirus fue creado
para desacreditar al presidente de los Estados Unidos y así bajar su popularidad en
las elecciones” “El virus fue creado en un laboratorio ruso para matar personas y
bajar la cantidad de personas en el mundo” Aunque ninguna de estas afirmaciones e
informaciones están comprobadas que son reales, bien si se sabe algo; Y es que el
virus es real, está allí afuera tomando cientos de vidas al dia en todo el mundo.
El tipo de pensamiento que nos lleva a relacionar el virus con algo falso e inexistente
son las razones por las cuales se provocan infecciones en todo el mundo.
Ahora hablando sobre que a pasado en nuestras vidas, y cómo afecta nuestra
manera de vivir, y es que No cabe duda de que la pandemia está provocando todo
tipo de cambios en la población que implican una transformación profunda y brusca
con consecuencias relevantes y, a veces, imprevisibles. Resulta imprescindible
analizar cómo se vive y se siente la pandemia por las personas de a pie, cómo afecta
realmente a sus vidas y qué conclusiones sacan de ello.
Otra triste realidad frente a toda esta situación, son las personas que se están
aprovechando de la situación, tomando beneficio propio a costa de las personas que
sí están pasando un mal momento y aprovechándose de la necesidad de otros, es un
muy triste ver cómo a pesar de la situación la poca empatía que tienen las personas.
Conclusión:
La realidad es que el virus es real, nos afecta a todos, nuestra vida va a cambiar de
como la solemos conocer, pero juntos todos podemos disminuir esta situación, no se
trata de un juego o de una cifra más, se trata de la vida de muchas personas, no sólo
a nivel nacional, si no que también a nivel mundial. Personas que se encuentra
padeciendo una enfermedad que vino para quedarse, y que nos recuerda que
debemos de ser solidarios con todos aquellos que están padeciendo la enfermedad, y
también los que se encuentran más vulnerables.