En la historia de la humanidad, el régimen esclavista fue el primer modo social
de producción basado en la explotación del hombre por el hombre y en el antagonismo de las clases. Surgimiento Este modo de producción surgido entre el cuarto y tercer milenio a.n.e. duró en los países más desarrollados de Asia, Europa y África hasta los Siglos III y V de n.e., alcanzando su máximo esplendor en la antigua Grecia y luego en Roma. La caída del Imperio Romano de Occidente en el Siglo V de n.e., inició la desaparición del modo esclavista de producción. El proceso de surgimiento de las relaciones esclavistas de producción fue distinto en los diferentes países. A la vez existían condiciones económicas fundamentales comunes para todos los países y pueblos, que prepararon el tránsito al modo esclavista de producción: el desarrollo de las fuerzas productivas hasta tal nivel en el que era posible la creación no sólo del producto necesario, sino también del producto adicional; el surgimiento de la hacienda individual y de la propiedad privada de los medios de producción; el desarrollo de la desigualdad patrimonial, la formación de una élite rica, que poseía una gran hacienda y necesitaba de fuerza de trabajo complementaria. Todos estos factores se formaron ya en el período de la disgregación del régimen gentilicio. Poco a poco pero inexorablemente a base de su desarrollo, la esclavitud patriarcal fue sustituída por el modo esclavista de producción. Propiedad de los medios de producción y los esclavos La base económica del modo esclavista de producción es la posesión por la clase esclavista de todas las condiciones fundamentales de la producción: la tierra, los instrumentos y los objetos del trabajo y el propio productor, el esclavo. En consecuencia todo el producto creado era propiedad del esclavista. De la masa general de productos creados, a los esclavos sólo le llegaba una ínfima parte que apenas era suficiente para reponer la fuerza de trabajo gastada y para una existencia semihambrienta. Esta parte del producto creado por ellos mismos no alcanzaba para la reproducción normal de sus condiciones físicas para el trabajo, por lo que se agotaban rápidamente. Los esclavos carecían por completo de todo tipo de derechos económicos, políticos y jurídicos. En la antigua Roma al esclavo le llamaban instrumento de trabajo “parlante” a diferencia de las bestias y de los instrumentos de trabajo inanimados. Al no tener posibilidad de apropiarse del producto creado y mejorar su situación con un trabajo más intenso, el esclavo no estaba interesado en los resultados de su trabajo. Carecía de toda clase de estímulo respecto al trabajo en general y a la elevación de su productividad. La plena propiedad por parte de la clase esclavista de todas las condiciones de producción y la ausencia de todo interés por parte del esclavo en el trabajo, condicionaron el modo de unificación original de la esclavitud, de los medios de producción con la fuerza de trabajo: la forma franca violenta de trabajo forzado. Además de la propiedad esclavista existía la pequeña propiedad de los campesinos y artesanos libres que en el primer período de existencia de la sociedad esclavista desempeñó un gran papel en la producción social. En la medida que se fue desarrollando el modo de producción esclavista, estas pequeñas formas de propiedad pasaron a manos de los grandes propietarios esclavistas y sus antiguos dueños se convirtieron en esclavos. Propiedad de los medios de producción y los esclavos La base económica del modo esclavista de producción es la posesión por la clase esclavista de todas las condiciones fundamentales de la producción: la tierra, los instrumentos y los objetos del trabajo y el propio productor, el esclavo. En consecuencia todo el producto creado era propiedad del esclavista. De la masa general de productos creados, a los esclavos sólo le llegaba una ínfima parte que apenas era suficiente para reponer la fuerza de trabajo gastada y para una existencia semihambrienta. Esta parte del producto creado por ellos mismos no alcanzaba para la reproducción normal de sus condiciones físicas para el trabajo, por lo que se agotaban rápidamente. Los esclavos carecían por completo de todo tipo de derechos económicos, políticos y jurídicos. En la antigua Roma al esclavo le llamaban instrumento de trabajo “parlante” a diferencia de las bestias y de los instrumentos de trabajo inanimados. Al no tener posibilidad de apropiarse del producto creado y mejorar su situación con un trabajo más intenso, el esclavo no estaba interesado en los resultados de su trabajo. Carecía de toda clase de estímulo respecto al trabajo en general y a la elevación de su productividad. La plena propiedad por parte de la clase esclavista de todas las condiciones de producción y la ausencia de todo interés por parte del esclavo en el trabajo, condicionaron el modo de unificación original de la esclavitud, de los medios de producción con la fuerza de trabajo: la forma franca violenta de trabajo forzado. Además de la propiedad esclavista existía la pequeña propiedad de los campesinos y artesanos libres que en el primer período de existencia de la sociedad esclavista desempeñó un gran papel en la producción social. En la medida que se fue desarrollando el modo de producción esclavista, estas pequeñas formas de propiedad pasaron a manos de los grandes propietarios esclavistas y sus antiguos dueños se convirtieron en esclavos. El capital comercial y el capital usurario Con el descursar del tiempo, el dinero comenzó a emplearse no sólo como equivalente universal, sino también como medio de intercambio. En distintos casos servía de instrumento para la apropiación de los resultados del trabajo ajeno. El dinero empleado de este modo se convertía en capital. Los poseedores de dinero compraban las mercancías que vendían después a precios más elevados. A consecuencia de la operación realizada crecía la suma inicial de dinero y proporcionaba ganancias a su poseedor... el dinero que se valoriza , es capital. Las primeras formas del capital fueron históricamente el capital comercial y el capital usurario. Capital comercial
Es el capital colocado en la esfera del cambio de mercancías, que proporciona
determinadas ganancias al comerciante, el cual actúa de intermediario en las operaciones de cambio de mercancías. Al comprar y revender las mercancías, aprovechando la diferencia de los precios, y engañando a veces a los compradores y a los vendedores, los comerciantes se apropiaban de una parte bastante elevada del producto adicional creado por los esclavos y de una parte del producto creado por los pequeños productores libres (campesinos y artesanos) de mercancías. El capital usurario
Forma de capital que proporciona interés. El capital usurario apareció en el
período en que el régimen de la comunidad primitiva se descompone y surge el Estado esclavista. Los usureros participaban en la explotación de los esclavos y de los siervos, concedían préstamos a los dueños de esclavos y a los señores feudales. Los intereses exigidos por el préstamo no sólo absorbían todo el plusproducto, sino, también una parte del producto necesario de los esclavos y de los siervos. El capital usurario contribuyó a preparar las condiciones para que surgiera el modo capitalista de producción. Por una parte, empujó a la ruina y a la proletarización a los pequeños productores, que se convirtieron en obreros asalariados, y por otra parte aceleró la acumulación de capital monetario. Bajo el modo capitalista de producción, la forma básica de capital que proporciona intereses es el capital de préstamo. El capital usurario sigue desempeñando un importante papel en los países coloniales y dependientes donde las relaciones económico — sociales son atrasadas y el imperialismo mantiene su yugo.
Tenía la forma de préstamo o empréstito concedido en metálico o en medios de
producción y artículos de consumo, que debían ser devueltos con un crédito, es decir, con un recargo sobre la magnitud de la suma prestada. El capital usurario ofrecía también la posibilidad de apropiarse de una parte del producto adicional creado por los esclavos si el préstamo era concedido al esclavista, y de una parte del producto por los campesinos y artesanos en el caso que le fuera otorgado a ellos..el capital usurario contribuía a arruinar a los pequeños productores y a convertirlos en esclavos por no poder pagar sus deudas. La usura contribuía también a la intensificación de ls explotación de los esclavos. Producción, circulación mercantil y dinero La producción y la circulación mercantil, así como el dinero relacionado con ellas, el capital comercial y el capital usurario servían a la producción esclavista, que por su base era natural. Además la producción mercantil, al ser un apéndice de la producción natural, tenía un carácter subordinado, limitado. Más pese a eso, las relaciones mercantiles y monetarias se hallaban en contradicción con la economía natural y con la propia esencia del modo esclavista de producción. Esto complicaba y agudizaba aún más las contradicciones incompatibles propias del régimen esclavista. El Estado en el régimen esclavista La sociedad esclavista estaba dividida en dos clases fundamentales: los esclavos y los esclavistas. Esta división clasista de la sociedad era refrendada en todos los estados esclavistas de la antigüedad por ciertas normas jurídicas, como la legislación de Atenas, el derecho romano, etc. De acuerdo con las leyes de los estados esclavistas, los esclavos no solo eran considerados ciudadanos, es decir, miembros de la sociedad con plenitud de derechos, sino ni siquiera personas. El esclavo podía ser matado o sometido a toda clase de violencia y eso no era considerado delito en la sociedad esclavista. Además de los esclavos y los esclavistas, en la sociedad esclavista existían las clases de los campesinos y artesanos libres, los comerciantes, comprendido entre estos los usureros. Los intereses de los esclavistas eran salvaguardados por el Estado esclavista. La historia registra unas cuantas formas de estados antiguos: el despotismo oriental con poder ilimitado del monarca; las ciudades-estados (Grecia y Roma) con formas democráticas y aristocráticas de administración. En los estados esclavistas la democracia era extensiva únicamente a la parte libre de la población, mientras que los esclavos carecían por entero de todo tipo de derechos. Sin embargo sea cual fuere la forma de Estado esclavista, siempre fue un aparato de violencia, de dominio clasista, que salvaguardaba la propiedad de los esclavista, defendiendo los intereses de la clase esclavista tanto en el interior como en el exterior del país. Oposición entre la ciudad y el campo Oposición El divorcio entre la ciudad y el campo en las condiciones de la esclavitud, tenía un carácter antagónico y se manifestaba como oposición entre la ciudad y el campo. Por una parte, la separación de la ciudad respecto al campo desempeñaba un papel positivo, ya que avivaba el desarrollo de la especialización del trabajo y el incremento de su productividad, y por otra parte este divorcio hacía que la ciudad explotara y dominara aún más al campo, provocando la disminución de la producción agrícola. A pesar del extraordinario avance de la artesanía, la agricultura constituía la rama más importante de la producción material, por lo que su decadencia ejerció una notable influencia en el desarrollo de toda la producción social. Contradicción entre la gran hacienda y los pequeños productores Molino de agua Una de las características más significativas del modo de producción esclavista era la existencia contradictoria de los tipos de haciendas: las grandes haciendas de la clase esclavistas, basadas en la explotación del trabajo de los esclavos, y la hacienda de los pequeños productores libres (campesinos y artesanos). Por un lado ambos tipos de haciendas estaban económicamente interrelacionadas y se complementaban entre sí en el sistema de producción social en su generalidad, y por otro lado, se libraba una lucha constante entre ellas.
Los estados esclavistas formaban sus ejércitos con ciudadanos libres,
principalmente campesinos y artesanos. Sin embargo los pequeños propietarios no siempre estaban en condiciones de enfrentar la competencia de las grandes haciendas esclavistas y se arruinaban, se veían envueltos en deudas y frecuentemente se convertían en esclavos. Por otra parte los campesinos y artesanos libres luchaban y apresaban esclavos para los esclavistas lo que contribuía a fortalecer las haciendas de estos, mientras que se arruinaban las pequeñas haciendas abandonadas por las guerras constantes y se socavaba con ello el fundamento de la esclavitud. Se formaba un círculo vicioso del que no podía escapar la sociedad esclavista. Contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción
Las fuerzas productivas en las condiciones de la dominación esclavista, pese a
su lento desarrollo, crecieron considerablemente y se situaron a un nivel superior en comparación con el régimen gentilicio. Esto se manifiesta ante todo en cierto mejoramiento de los instrumentos de trabajo como en el perfeccionamiento de las prácticas laborales y en la acumulación de experiencias de trabajo. En las condiciones de dominio del modo esclavista de producción, se desarrollaron en vasta escala los instrumentos de metales, se alcanzaron grandes éxitos en el perfeccionamiento de los métodos de trabajo en la tierra, en el riego, en la extracción y elaboración de metales, en las construcciones, en el transporte, en la elaboración de tejidos, el la alfarería y la orfebrería. Aunque los instrumentos de trabajo seguían siendo por su naturaleza instrumentos de trabajo manuales, eran mucho más perfectos y productivos, y para su aprovechamiento era ya imprescindible otro procedimiento de unificación de los mismos con la fuerza de trabajo. Los intereses del desarrollo de las fuerzas productivas exigían que el productor directo estuviera interesado en el empleo más eficiente de los instrumentos de trabajo. Surgió así la necesidad social de sustituir las viejas relaciones de producción esclavistas por otras nuevas que se correspondieran al nivel y al carácter de las fuerzas productivas. Desaparición Surgimiento el colonato La profundización de las contradicciones de la sociedad esclavista, originó su crisis que se exteriorizó en todas las esferas de la sociedad esclavista. La crisis se manifestó ante todo en la ruina masiva de los pequeños productores y en la decadencia de las grandes haciendas esclavistas. En esta situación aparecieron nuevas formas de explotación de las haciendas, gérmenes de nuevas relaciones de producción. En su forma más desarrollada, este proceso se operó en el Imperio Romano, sobre todo en sus últimos siglos de existencia. La esclavitud continuó siendo la base de la producción, en tanto comenzaba a reducirse la posibilidad de incrementar la masa de esclavos y de aprovechar su trabajo. La fuerza de la anterior organización guerrera de Roma (campesinos y artesanos libres) fue decayendo poco a poco a causa de la ruina de sus pequeñas haciendas. Había pasado la época de las grandes y triunfantes guerras, la fuente de suministros de esclavos disminuía y el cerco de las tribus bárbaras sobre el imperio ya debilitado crecía. Cuando las grandes haciendas basadas en la cooperación del trabajo de grandes masas de esclavos, se convertían en haciendas económicamente menos ventajosas, surgió la tendencia al fraccionamiento de estas grandes haciendas en pequeños haciendas individuales, que ofrecían cierto estímulo en los resultados del trabajo a personas que laboraran en ellas. Una parte de los grandes propietarios esclavistas comenzaron a fraccionar sus grandes lotes de tierra en pequeñas parcelas que entregaban en arriendo a los colonos, surgiendo así el sistema de colonato (Siglo I y II de n.e). Se convirtieron en colonos muchos campesinos y artesanos libre y esclavos distinguidos por su trabajo. Los propietarios de las tierras concedían aperos y semillas a los colonos, por lo que estos les pagaban en dinero o en especie. Además los colonos estaban obligados a cumplir grandes prestaciones para el Estado. Al pasar los esclavos a la condición de colonos, adquirían cierta independencia económica e interés en el trabajo y disminuía relativamente el grado de su trabajo forzoso. De esta manera en las condiciones de la agudización de las contradicciones y de disgregación del modo de producción esclavista, fue surgiendo una nueva clase de productores, dependientes de los grandes propietarios de tierra (los colonos) que disfrutaban de cierta independencia económica y estaban interesados en el trabajo. Los colonos fueron los gérmenes de los campesinos siervos de la Edad Media. Agudización de la lucha de clases La agudización de las contradicciones económicas desembocó en la profundización de las contradicciones sociales. Tuvo un carácter muy impetuoso el enfrentamiento entre la clase de los esclavos y los esclavistas. Los esclavos huían de sus amos, se dedicaban al sabotaje en el trabajo, rompían los instrumentos de trabajo. La forma fundamental de la lucha de los esclavos contra sus amos era la insurrección armada. Las más significativas fueron dos grandes rebeliones desencadenadas en Sicilia (138-132 y 104-101 a.n.e.), la insurrección de Aristónico en el Asia Menor (133- 129 a.n.e.), la de Espartaco en Italia (74-71 a.n.e.) entre otras. Estas insurrecciones aunque fueron derrotadas, tuvieron gran importancia histórica, ya que debilitaron los fundamentos de la esclavitud y contribuyeron al tránsito a un nuevo régimen económico-social más progresivo. También fue muy enconada la lucha de clases entre los pequeños propietarios y los grandes propietarios esclavistas. En los últimos siglos de existencia del Imperio Romano, en varios de sus territorios estallaron grandes sublevaciones populares en la que participaron no solo esclavos, sino también los colonos, campesinos y artesanos libres. Estas solían coincidir con poderosas invasiones de las tribus bárbaras que se encontraban en la fase de descomposición de las relaciones gentilicias. Todo esto generó en definitiva el derrumbamiento del estado esclavista en Roma, el hundimiento del régimen esclavista.