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LA PERSONA CRISTIANA.

Cesar Montoya Medero

Según Agudelo1, el Concilio Vaticano II, abre el compás para considerar la


moral cristiana no ya en términos condenatorios, sino enfocada en resaltar los
aspectos de la fe que potencian la vida, basada en las Sagradas Escritura 2 (Dei
verbum, n 7) aumentar la fe , la esperanza y la caridad como propósito, tomando
como base el personalismo antropológico, concibiendo la autonomía como
estructura de lo humano como supuesto de la moral, así como la inviolabilidad de
la conciencia, en explícita referencia al Concilio 3, es así como en este ensayo tales
tópicos serán abordados por la razón expuesta.

A. La Persona como estructura moral y como destino de la


responsabilidad moral

En este sentido y siguiendo a Flecha 4 el ser humano creado por Dios, es el


fundamento ontológico y objetivo de la Teología Moral de la Persona, cabe
destacar que esta objetividad, desde la antigüedad, también está emparejada con
la cadena verdad-belleza-ética (valoración moral) . La ruptura de esta cadena,
implica recurrir solamente a la normatividad consensuada y los ordenamientos
legales, lo que significa el riesgo, para emplear el lenguaje posmoderno de
considerar el acto moral como un producto cultural, tal como lo hace por ejemplo
la Ideología de Género.
Para evitar, el relativismo cultural es preciso fundamentar, afincar la
necesidad de tal objetividad en el hombre mismo, contenida o derivada de su

1
Agudelo, Diego (2008) La teología moral hoy: sus desafíos. Revista Científica Guillermo de Ockham, vol. 6,
núm. 2, julio-diciembre, p. 28
2
DV n. 7
3
GES n. 16
4
Flecha, Adres (2002) MORAL DE LA PERSONA. Amor y sexualidad. Biblioteca de Autores Cristianos
Madrid. Capítulo I. Las ideas principales a menos que se indique lo contrario corresponde al autor
mencionado
verdad ontológica que se entiende desde su logos5, telos6, nomos7 y sentido que
básicamente consiste en su capacidad de amar y ser amado, orientado (nomos)
por el logos hacia su cumplimiento. Tal orientación es la ley escrita en su corazón
y el ultimo criterio para evaluar lo humano del comportamiento. Cabe decir El ser
humano trae en si mismo “el manual” de instrucciones que le indica cómo
comportarse y ser tratado en cuanto hombre. Por esta “codificación natural
moral”, el ser humano ha superado el esquema “estimulo-respuesta” propio de la
naturaleza por la de “estimulo-respuesta-propuesta”, todo intento de emparejarlo
con la estimulidad natural va en desmedro de la pérdida de su humanidad y en
consecuencia atenta contra la dignidad personal. En consecuencia, toda
estructura moral va en consonancia con la superación del esquema natural. Por
tanto, la persona y la personeidad8 es, el esqueleto mismo de la estructura moral
del ser humano y la sociedad humana, tal persona es para la teología el principio
de unidad que ha sido llamado a entrar en dialogo con Dios. Es la relación con el
Ser Trascendente lo que define la verdadera identidad del ser humano y le abre a
sus múltiples posibilidades, las cuales por esta razón pueden ser rebasadas y
abrirse al otro (igual, hermano) y con lo otro (mundo, criatura, objeto) 9. La
Teología Moral deriva por tanto en la vivificación del hombre no en su restricción.

B. La Dignidad de la Persona Humana

5
Logos=connotaciones esenciales y cualificantes.
6
Telos= Finalidades fundamentales (la Teleología y Teleologismo del Acto Moral es abordado con amplitud
en VE nn. 71-75)
7
Nomos= dinamismos profundos
8
“La personeidad, en efecto, es la persona en cuanto dato ineludible; es la forma misma de la realidad
humana, constituida por un modo de auto posesión (suidad) que sólo la inteligencia hace posible y que
coincide con la esencia humana trascendentalmente abierta. La personeidad tiene por lo tanto una prioridad
metafísica sobre la personalidad. Pero la personalidad es consecuencia inevitable del comportamiento de
una esencia abierta con la realidad: “la personalidad es la figura según la cual la forma de realidad se va
modelando en sus actos y en cuanto se va modelando en ellos” (HD, 49-50). Ver GIUSEPPE ZAFFARONI
(2005) EL PROBLEMA DE LA FUNDAMENTACIÓN DE UNA ÉTICA EN XAVIER ZUBIRI. Tesis presentada para la
obtención del grado de Doctor por la Universidad Complutense de Madrid. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE
MADRID. PROGRAMA DE DOCTORADO FILOSOFÍA CIENCIAS DE LA CONDUCTA Y SOCIEDAD p. 112
9
Buriticá, Diego (2014) EL CONCEPTO DE PERSONA HUMANA EN LA TRADICIÓN CRISTIANA Y SU
PROGRESIÓN HASTA EL PERSONALISMO. Cuestiones Teológicas. Julio-diciembre. pp. 490-491
Para el paradigma contemporáneo, el ser humano tiene una dignidad, un valor
que le es intrínseco por el simple hecho de serlo y es el fundamento de los
DDHH10 pero, esta afirmación aunque cierta, tiene un problema de lógica, porque
es el propio sujeto quien valida que es objeto de una cualificación, cuando debiera
ser un agente externo con autoridad que lo certifique, es por ello que para hablar
desde una perspectiva cristiana sobre tal dignidad, en lo personal, pienso que
primero hay que comentar sobre el hombre como icono de Jesucristo verdadera
imagen de Dios, porque éste es el fundamento último de su dignidad. Para la fe la
estructura de la persona remite tanto a la creación como a la salvación El hombre
es un ser creado, pensado por Dios y redimido y plenificado por Jesucristo, un ser
habitado y movido por el Espíritu Santo, se puede decir es un ser envuelto por la
Trinidad, este arropaje, predilección, brillo por la comunión trinitaria, es el mayor
sello de garantía de su inmensa dignidad. La presencia de la Trinidad, sujeto,
agente externo con autoridad, valida, certifica la dignidad de la humanidad.

“Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano


tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino
alguien. Es capaz de conocerse, de poseer y de darse
libremente y entrar en comunión con otras personas; y es
llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a
ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro
ser puede dar en su lugar”11.

C. El hombre como unidad integral


La persona humana vive en multitud, pero no pierde su individualidad “El
hombre no es la gente”, existe una conciencia individual unicidad, pero esta no se
reduce solo a los rasgos fisionómicos, se basa también en el desarrollo de la
propia conciencia e historia, el hombre es su recordar y acordar, en consecuencia,
cada quien es un prototipo, se posee a sí mismo como “siendo” esto es como un
“Yo” relativamente absoluto pero que se abre al Absoluto. “La paradoja es que el
hombre no es nada fuera de la realidad y, sin embargo, está puesto en ella como

10
Antonio Pele, (2015) La dignidad humana: modelo contemporáneo y modelos tradicionales. Revista
Brasileira de Direito, 11(2): 7-17, jul.-dez.p.7
11
CIC n 357
12
algo suelto, que transciende de todas las cosas” . La Iglesia lo expresa
claramente con su lenguaje:
 "Cada persona humana, en su irrepetible singularidad, no
está constituida solamente por el espíritu, sino también por
el cuerpo, y por eso en el cuerpo y a través del cuerpo se
alcanza a la persona misma en su realidad concreta.
Respetar la dignidad del hombre comporta, por
consiguiente, salvaguardar esa identidad del
hombre corpore et anima unus,13, 14

La revelación bíblica da un paso más adelante cuando coloca al hombre


como el fin de la creación y a Dios como el fin último del hombre. Jesús antepone
al hombre a cualquier norma, condición que es recogida por los padres de la
Iglesia hasta llegar al concilio Vaticano II donde se supedita la bondad de las
cosas naturales por su relación en beneficio de la humanidad.

D. La moral como fundamentación de la persona


Una ética de la persona no puede eludir la consideración de “ser” del hombre y
sobre su “ser-con”, vinculadas ambas con la autorrealización personal, la relación
con los demás, su reivindicación como sujeto ético y destinatario del
comportamiento ético, ambas tienen en común la consideración de un sustrato
humano previo a cualquier manipulación, es por ello que el Papa Francisco

“sitúa la moral en la dinámica de auténtica apertura a la


experiencia humana concreta, sin poner las ideas por
delante de la realidad, sino a partir de ella, dejándole
que vaya demandando lo que precise para elaborar las
respuestas en la existencia. Y lo está haciendo al situar
en primer plano el “discernimiento personal y pastoral en
tanto que proceso dinámico que favorece la
evangelización (el anuncio de la Buena Noticia de

12
Giuseppe, Zaffaroni Ob. Cit 9 p. 105

13
Juan Pablo II citado por CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE (1987) INSTRUCCIÓN
DONUM VITAE SOBRE EL RESPETO DE LA VIDA HUMANA NACIENTE Y LA DIGNIDAD DE LA PROCREACIÓN.
Introducción n.3.
14
CICI nn 362-367
Jesucristo) y el crecimiento humano y espiritual” (Amoris
Laetitia, 2016, AL, n. 293)15

E. El ser humano, icono de Dios


Con respecto a este tema, para el mundo ortodoxo (optimista) la “imagen”
es opacada por el pecado, pero persistente, para el protestante (pesimista) el
pecado la destruyó totalmente y el católico (intermedio-ecuménico) distingue entre
el estrato natural donde la imagen queda intacta del pecado y el sobrenatural
donde se pierde por el pecado pero es regenerada por Cristo. 16

Ahora bien, ¿En qué consiste tal imagen? ¿Cómo y por qué se da la
ocurrencia? En la exegesis contemporánea 17 unos alegan que la “capacidad” de
dominar el mundo es por la cual califica el hombre como imagen de Dios, otros
que es la capacidad de establecer una relación directa con Dios y en la posibilidad
de participación en su naturaleza, pero a mi juicio la más significativa es la que
plantea que somos “imagen y semejanza“ porque Dios lo quiso así, fue producto
de su voluntad amorosa. Es un don. Visto en clave cristológica, la humanidad
presagiaría desde la creación, la imagen perfecta del Padre que es Jesús, “El
destino del hombre no es ya ser imagen de Dios, sino imagen de Cristo. O mejor,
el único modo como el hombre puede llegar a ser imagen de Dios es
reproduciendo en sí mismo la imagen de Cristo” 18

DOCUMENTOS ECLECIASTICOS

DV Dei Verbum
15
Julio Luis Martínez, (2017) Discernimiento y Moral en el Magisterio del Papa Francisco. medellín 168 /
Mayo – Agosto p. 375 en https://www.google.com/url?
sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjq3vfo8ZvrAhUuhOAKHcLXAnIQFj
AHegQICRAB&url=http%3A%2F%2Fdocumental.celam.org%2Fmedellin%2Findex.php%2Fmedellin%2Farticle
%2Fview%2F199&authuser=1&usg=AOvVaw25BLJpjmqbAbhnGtTWnWtV
16
Flick, Maurizio; Alszeghy, Zoltan. ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA Consultado el 20/11/18 en
https://teologiasanjustino.files.wordpress.com/2016/10/flick-alszeghy-antropologiateologica.pdf
17
Landaria, Luis. Introducción a la Teología Antropología teológica. Editorial Verbo Divino. 1993 p.61
18
Ruiz, Juan. IMAGEN DE DIOS. Antropología teológica fundamental. Editorial Sal Terrae. 1988 p.79
Don. V. Donum Vitae

GES Gaudium et Spes

VE Veritatis Splendor

CIC Catecismo Iglesia Católica.

BIBLIOGRAFIA

Agudelo, Diego (2008) LA TEOLOGÍA MORAL HOY: sus desafíos. Revista


Científica Guillermo de Ockham, vol. 6, núm. 2, julio-diciembre,

Flecha, Adres (2002) MORAL DE LA PERSONA. Amor y sexualidad. Biblioteca de


Autores Cristianos Madrid.

Zaffaroni, Giuseppe (2005) EL PROBLEMA DE LA FUNDAMENTACIÓN DE UNA


ÉTICA EN XAVIER ZUBIRI. Tesis presentada para la obtención del grado
de Doctor por la Universidad Complutense de Madrid. UNIVERSIDAD
COMPLUTENSE DE MADRID. PROGRAMA DE DOCTORADO FILOSOFÍA
CIENCIAS DE LA CONDUCTA Y SOCIEDAD

Buriticá, Diego (2014) EL CONCEPTO DE PERSONA HUMANA EN LA


TRADICIÓN CRISTIANA Y SU PROGRESIÓN HASTA EL
PERSONALISMO. Cuestiones Teológicas. Julio-diciembre

Antonio Pele, (2015) La dignidad humana: modelo contemporáneo y modelos


tradicionales. Revista Brasileira de Direito, 11(2): 7-17, jul.-dez

Congregación para la Doctrina de la Fe (1987) INSTRUCCIÓN SOBRE EL


RESPETO DE LA VIDA HUMANA NACIENTE Y LA DIGNIDAD DE LA
PROCREACIÓN

Julio Luis Martínez, (2017) Discernimiento y Moral en el Magisterio del Papa


Francisco. Medellín 168 / Mayo – Agosto p. 375 en
https://www.google.com/url?
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Flick, Maurizio; Alszeghy, Zoltan. ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA Consultado el


20/11/18 en https://teologiasanjustino.files.wordpress.com/2016/10/flick-
alszeghy-antropologiateologica.pdf

Landaria, Luis. Introducción a la Teología Antropología teológica. Editorial Verbo


Divino. 1993

Ruiz, Juan. IMAGEN DE DIOS. Antropología teológica fundamental. Editorial Sal


Terrae. 1988

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