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Creatividad lo mejor de la crisis

LA DESESPERACIÓN Y la ansiedad ante la difícil situación económica no


nos dejan mirar al futuro con claridad. Pero este es el mejor momento para
imaginar y crear un mundo mejor, valiéndonos de nuestras fortalezas y
capacidades.
Manuela Bernal González - Lilliana - Medellín | Publicado el 15 de marzo
Vélez De Restrepo de 2009
El solo estrés que genera la palabra crisis produce secuelas en la salud física y
mental. Pero como decía Albert Einstein, la verdadera crisis es la de la
incompetencia.

Desde hace varios meses, nos levantamos bajo un murmullo de voces de pánico:
¡estamos en crisis, estamos en crisis!

Son voces de complejas estructuras financieras que claman por mantenerse de


pie. Estructuras que se resquebrajaron ante una avidez sin límites. La rueda de los
ciclos ha girado y con ella los sueños alimentados de una eterna prosperidad. La
sociedad de consumo se mira al espejo confrontando sus deseos con la realidad y
el miedo inunda el planeta.

Pero, "¿cuántas veces en la historia no nos hemos visto frente a momentos de


ruptura de paradigmas, de crisis económicas, sociales o más grave aún, crisis de
valores, de valentía humana?", se pregunta Angela Gilardi Polar, directora
Ejecutiva de la Fundación Nueva Acrópolis.

Explica entonces cómo el caminar del hombre en su aventura evolutiva lo ha


llevado siempre a momentos de caída vertiginosa de sus proyecciones y, sin
embargo, "hemos sido capaces de imaginar otros mundos, otro futuro sin las
mismas cosas que nos acompañaron hasta ahora, otros sueños de felicidad
fundamentados en sistemas de creencias diferentes".

Coincide Gilardi con Marcelo Bulk, director nacional de la Organización Brahma


Kumaris, en que este no es el fin del mundo. "El que cae es un sistema económico
y una visión de la felicidad basada en un progreso eterno de confort material. Pero
el mundo y la vida siguen su rumbo", anota Angela Gilardi.

Y la complementa el empresario y consultor empresarial Darío Alzate al afirmar


que la gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino la que hace lo
mejor con lo que tiene. De ahí que su recomendación para las personas sea: vivir
de manera sencilla, tener paz, amar y actuar generosamente, ser solidarios y
solícitos, y hablar con amabilidad.

"La crisis económica se debe a la codicia, a la corrupción y la desconfianza. No


nos podemos dejar llevar por el materialismo. Hay que vivir sin ese afán por gastar
tanto y volcarnos a dejar aflorar los valores interiores que cada uno lleva dentro",
afirma Marcelo Bulk.

Una posición que también respalda y recomienda la sicóloga Patricia Barrientos.


Ella recomienda que lo más importante es que las personas no basen su vida ni su
felicidad en el poder adquisitivo, sino en los valores, en lo que pueda usted
brindarles a los demás y recibir de ellos.

Reconocen estos expertos que si bien estamos confrontados a un momento de


incertidumbre, que nadie desconoce ni se trata de ocultar, éste se constituye en un
gran y fantástico desafío para la inteligencia humana. "Creamos en el poder
creador de la especie, ella tendrá que elaborar una nueva filosofía de vida, se
despojará de sus formas, pero triunfará ante la muerte", anota Angela.

Por estas razones Patricia Barrientos aconseja, como primera medida ante una
crisis, no desesperarse. Al contrario, sugiere que cada persona identifique las
fortalezas que tiene y busque nuevas actividades, no solo de trabajo sino también
de esparcimiento, en las que pueda relajarse, descansar y desconectarse de los
problemas.

Oportunidades
Gilardi y Bulk hacen eco de la posición que, ante una crisis, explicaba Albert
Einstein, el físico alemán (nacionalizado en Estados Unidos):

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis
es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque trae
progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche
oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes
estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado". Quien atribuye
a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los
problemas que a las soluciones. El problema de las personas y los países es la
pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin
crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin
crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es
exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez
con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por
superarla".

Este tímido físico alguna vez confesó que "los ideales que han iluminado mi
camino y han proporcionado una y otra vez nuevo valor para afrontar la vida han
sido: la belleza, la bondad y la verdad."
Es justamente en los valores donde Marcelo Bulk hace énfasis. "Los seres
humanos tienen que organizar su interior, dejar surgir lo mejor que cada uno lleva
por dentro, valorar lo que tienen y no gastar tanto. Hay que experimentar las cosas
buenas de la vida que, además, en su mayoría son gratis, como apreciar un
atardecer, disfrutar de la naturaleza o del encuentro con un amigo", precisa.

También hace énfasis en la importancia de "acudir a tu centro espiritual", ese que


todos llevamos dentro y rehacer la vida. "La crisis derriba estructuras pero no
acaba con nuestra inteligencia, nuestra fuerza y nuestros sentimientos", concluyó.

Contexto

1. Declara la guerra al síndrome de crisis. Hay una crisis financiera mundial, pero
tú no estás en crisis. No justifiques tus problemas atribuyéndoselos a ella. Si estos
pertenecen a la crisis no los puedes solucionar.

2. Dedica tiempo a desarrollar una nueva visión del mundo, navega por lo mejor de
la historia, detente a integrar la sabiduría del pasado, despierta el filósofo para
poder acrecentar tus talentos y valores internos.

3. Trata de informarte sobre la crisis económica, cómo se generó y cómo se


extiende. El ignorar un tema nos hace seres manipulables. La comprensión impide
entrar en estados de desesperación.

4. Los troncos con buenas raíces pueden hacer frente a las más grandes
tormentas. Es el momento de trabajar tu realidad interna, de aprender a
relacionarte con el mundo desde otros parámetros que no sean siempre
económicos.

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