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DERECHO
EL DERECHO FUNDAMENTAL DE ACCIÓN: UN INTENTO DE
CONFIGURACIÓN EN EL ORDEN CONSTITUCIONAL CHILENO.
ANDRES BORDALI
Profesor Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Universidad Austral de Chile
1
2 PRIMERA PARTE
(4)
Cea señala que en el inciso 1º del referido artí-
I. RECONOCIMIENTO DEL DERECHO culo 19 Nº 3 CCH se asegura un derecho a la activi-
DE ACCIÓN EN EL DERECHO dad jurisdiccional, suponiendo un acceso fácil a las
acciones y recursos que la lleven a cabo. Como seña-
CHILENO la este autor, “toda persona tiene el derecho de exigir
a cualquiera autoridad que la proteja en sus garan-
En el constitucionalismo contemporá- tías, pero además, ella puede siempre ocurrir a los
neo,(2) generalmente se consagra como de- tribunales de justicia y ninguno de los derechos con-
recho fundamental de los ciudadanos la sagrados en la Constitución o en las leyes –que apa-
rezca amenazado o conculcado– podrá quedar sin pro-
acción o la posibilidad de acudir a los tri- tección judicial”. Entiendo que con esas palabras el
bunales de justicia para pedir tutela en referido autor se estaría refiriendo a un genérico de-
aquellas situaciones en que se hace nece- recho de acción. Cfr. CEA, J.L., Tratado de la Consti-
saria la intervención estatal.(3) tución de 1980. Características Generales. Garantías
Constitucionales, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edi-
En la Constitución chilena el único ar- ción, Santiago, 1988, pp. 269 y ss. A su vez, Fiamma
tículo que se refiere a la jurisdicción y al señala que el derecho de acción se encuentra en el
proceso –en relación con los derechos fun- artículo 19 Nº 3 CCH, y presenta dos aspectos: el
damentales de las personas– es el artículo derecho de accionar que tiene toda persona, y ade-
19 Nº 3 inc. 1º que expresa, en lo que inte- más, la obligación o el deber de los tribunales de
proveer, o sea, la inexcusabilidad. Pero señala que
resa aquí: el derecho a “la igual protección no sólo el número 3 del artículo 19 CCH se refiere al
de la ley en el ejercicio de sus derechos”. derecho de acción, sino también el 19 Nº 14 CCH (“el
Desde ya surge legítima la pregunta si derecho de presentar peticiones a la autoridad, sobre
aquí se encontraría contenido un derecho cualquier asunto de interés público o privado, sin
otra limitación que la de proceder en términos respe-
de acción tal como lo consagran muchos tuosos y convenientes”) y el 5º CCH, aunque el 19
textos constitucionales contemporáneos en Nº 3 CCH –dice– “lo contiene más directamente”. Cfr.
FIAMMA, G., “La Acción Constitucional de Nulidad:
Un Supremo Aporte del Constituyente de 1980 al
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El derecho a la tutela judicial fue reconocido Derecho Procesal Administrativo”, en Revista de De-
por la Constitución japonesa de 1946, y luego por la recho y Jurisprudencia y Gaceta de los Tribunales, t.
italiana de 1947, como asimismo en la Ley Funda- LXXXIII, Nº 3, sept.-dic. 1986, pp. 124 y ss. También
mental de Bonn del año 1949, entre otras. Asimis- señalan que el artículo 19 Nº 3 inc. 1º CCH reconoce
mo se encuentra contenido en el Pacto Internacio- en Chile el derecho fundamental de acción, SOTO
nal de Derechos Civiles y Políticos del año 1966. KLOSS, E., “El Derecho Fundamental de Acceso a la
Cfr. DIEZ-PICAZO, L., “Notas sobre el Derecho a la Justicia (a propósito de requisitos de admisibilidad),
Tutela Judicial Efectiva”, en Poder Judicial, 2ª épo- en RCHD, Número Especial, 1998, pp. 273 y ss; VA-
ca, Nº 5, marzo 1987, p. 46. RAS, P./MOHOR, S., “Procedencia del Recurso de
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Así, por ejemplo, el artículo 24.1 de la Consti- Protección frente a las Disposiciones del Artículo 19
tución española señala: “Todas las personas tienen Nº 3 de la Constitución de 1980”, en RCHD, Número
derecho a obtener la tutela judicial efectiva de los Especial, 1998, pp. 271 y ss.; SALAS VIVALDI, J.,
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e “Algunas Consideraciones sobre la Administración de
intereses legítimos, sin que, en ningún caso pueda Justicia en la Nueva Constitución Política de la Re-
producirse indefensión”. pública”, en RDUConcep., 1981, pp. 18 y ss.
DERECHO 3
Es del caso señalar que cuando se es- ber de proveer. Comparto el términos ge-
tudiaba la redacción del actual texto cons- nerales tal razonamiento.
titucional chileno, se pensó incluir un in- Por otra parte, no soy de la opinión de
ciso 4º al artículo 19 Nº 3 CCH que dije- considerar –al contrario de la ya conocida
ra: “toda persona puede ocurrir a los Tri- tesis de Couture–(7) que el derecho a la
bunales para hacer valer sus derechos y actividad jurisdiccional pueda derivarse del
dispondrá de recurso efectivo contra ac- derecho a presentar peticiones a la autori-
tos que los violen”. Sin duda que esa re- dad que consagra el artículo 19 Nº 14 CCH.
dacción configuraba de un modo mucho No estoy de acuerdo con esta posición, por
más directo el derecho de acción en la cuanto veo en el derecho de petición una
Constitución. ¿Por qué se eliminó? La Co- institución propia del “antiguo régimen” y
misión Redactora señaló que este aspecto lejana, por cierto, de lo que hoy entende-
ya estaba contenido en el inciso 1º del mos por Estado de derecho. El derecho de
artículo 19 Nº 3 del texto constitucional petición fue reconocido –en una proyección
que ya he apuntado,(5) y además, al con- histórica– a los súbditos como un modo de
signar en el artículo 73 inc. 2º CCH el participar de la vida política, pudiendo pre-
principio de la “inexcusabilidad” de los tri- sentar peticiones al Rey, al modo de una
bunales de justicia, se encontraba sufi- democracia directa, pero sin efectos vincu-
cientemente consagrado este aspecto. lantes. Es decir, sería posible concebir a
Sin embargo, estoy de acuerdo con Fia- este derecho como un derecho político que
mma,(6) cuando dice que la inexcusabili- se ejerce ante las autoridades políticas, so-
dad no puede confundirse con el concreto bre temas particulares o públicos.
derecho de los ciudadanos a la actividad En mi opinión, el derecho de acción sólo
de los tribunales de justicia, puesto que puede encontrarse formulado en el texto
la primera corresponde a un deber positi- constitucional chileno, en el artículo 19
vo impuesto a un órgano del Estado en la Nº 3 inc. 1º, que consagra “la igual pro-
parte orgánica de la Constitución y el se- tección de la ley en el ejercicio de sus
gundo corresponde a un derecho de los derechos”, lo que no implica que no se
ciudadanos, por lo que el artículo 73 inc asuma una posición crítica frente a la fal-
2º CCH no contiene ni asegura el derecho ta de rigor y énfasis en la consagración
de acción. A juicio de este autor, es el del referido derecho. Dicho precepto da-
inciso 1º del artículo 19 Nº 3 CCH el que ría a entender en un análisis estrictamen-
contiene el derecho de acción y también te gramatical, que el derecho que se tiene
la inexcusabilidad, puesto que el derecho es a la “igualdad” ante la ley, en el ejerci-
de acción incluiría, naturalmente, el de- cio de los derechos. Por otra parte, parece
decir que sólo el que tenga efectivamente
(5)
un derecho(8) puede obtener esa igualdad
En la Comisión Redactora de la Constitución se
señaló, por el señor Ovalle en su sesión Nº 100, en
relación con incluir este inciso 4º que se refería al
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derecho de acción, que “la ocurrencia a los tribuna- Cfr. COUTURE, E., Fundamentos del Derecho
les de toda persona, ya está consultada al asegurar- procesal Civil, Depalma, 3ª edición, Buenos Aires,
se en el inciso 1º: “la igual protección en el ejercicio 1958. Esta tesis es seguida en Chile, entre otros,
de los derechos [...]” y en el inciso 2º, “al contem- por VARAS, P./ MOHOR, S., op. cit., p. 281.
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plarse el derecho a la asistencia de un abogado”. Quizás sea preciso advertir en esta parte que
Evans, por su parte, “manifiesta que, en realidad, no es requisito para el ejercicio del derecho de ac-
no advierte la necesidad de dicho precepto, y aun ción, el que la persona que pretenda acceder al ór-
cuando está perfectamente bien ubicado en la de- gano jurisdiccional tenga efectivamente o demues-
claración Universal de los Derechos Humanos, no le tre tener un derecho subjetivo previo, sino que bas-
convence en absoluto su inclusión en la Carta Fun- ta que tal persona afirme un interés que pueda ser
damental, porque no le parece que aporte una insti- reputado como jurídico, es decir, coherente con las
tución nueva ni una protección diferente de la ya normas y principios constitucionales, y que ha sido
consagrada en el inciso 1º, la cual considera que es desconocido, negado o violado. Si tal persona sea
tan rica, tan amplia y tan genérica, que le produce efectivamente titular de un derecho subjetivo o un
la sensación de que este inciso 4º es innecesario interés jurídico material, ello se sabrá al terminar
[...]”. Cfr. FIAMMA, G., op. cit., p. 129. el proceso, con la sentencia que recaiga sobre el
(6)
Cfr. FIAMMA, G., op. cit., pp. 129 y ss. fondo de la cuestión planteada.
4 PRIMERA PARTE
Derecho Procesal aquél que señala que terial y procesal), el hecho que en algunos
para comparecer válidamente en juicio se puntos se distancien la una de la otra.
requiere tener capacidad para ello, no ¿Cómo se explicaría sino –por ejemplo– que
existe ninguna disposición en el CPC que uniones sin personalidad jurídica puedan
regule esta capacidad para comparecer en comparecer como partes en un proceso? En
el proceso. Por ello –se dice–, esta situa- dicha situación la capacidad procesal ya
ción obligaría al intérprete a recurrir a la no se podría identificar con la capacidad
legislación sustantiva. En tal sentido se para ser titular de derechos y obligaciones
llega a la conclusión que para ser capaz que de acuerdo a las normas del derecho
de comparecer en juicio se requiere ser material, sólo se reconoce a las personas
persona y no tener ninguna causa espe- físicas y a las jurídicas. Pero es que ade-
cial de incapacidad. De este modo, no po- más –se podría añadir– la capacidad para
drían comparecer en juicio los animales, ser parte la tiene toda persona física, des-
las cosas inanimadas, las asociaciones que de su nacimiento hasta su muerte, pero la
no tengan personalidad jurídica, etcéte- muerte supone la pérdida de la capacidad
ra; por lo que, en principio, la doctrina para ser parte, sin que haya que suponer
nacional sólo reconocería esta titularidad la terminación del proceso, dado que me-
a las personas naturales y jurídicas. diante la sucesión procesal los herederos
Situándonos nuevamente en el propio pueden seguir con dicho proceso.
texto constitucional chileno, hay que des- Hay que señalar que la realidad que
tacar que ésta nada dice con respecto a la destaca la experiencia desarrollada en los
posibilidad que las personas jurídicas sean tribunales de justicia (tanto en Chile,(16)
titulares de este derecho fundamental,
pero tampoco distingue, por lo que aquí y ss. En un sentido similar, Gutiérrez de Cabiedes
no sería correcto llegar a una conclusión señala que si bien hay un paralelismo entre capaci-
dad jurídica sustantiva y procesal, no podría estable-
negativa en esa titularidad. El artículo cerse una identificación absoluta del significado y
19 CCH reconoce este derecho “a todas alcance de ambas, como se ha hecho muchas veces
las personas”, por lo que –en principio– en el pasado, y se continuaría haciendo por algunos
no se podría negar tal derecho a las per- en el presente, partiendo de que la capacidad para
sonas jurídicas.(14) ser parte no es sino una proyección o manifestación
de la capacidad jurídica general en el campo del De-
Ahora bien, y siguiendo a una doctrina recho procesal. Esta postura que asimila ambas ca-
que se puede denominar como más “actual” pacidades, es una postura, dice este autor, que en-
en este tema, habría que decir que el hecho contraría después dificultades dogmáticas para arti-
que la capacidad para ser parte en un pro- cular una explicación coherente de la ya efectiva con-
cesión de capacidad para ser parte a los entes sin
ceso y la capacidad de obrar procesal se personalidad. Por ello, agrega, si bien es cierto que el
equiparen a la capacidad jurídica que esta- Derecho procesal reconoce capacidad para ser parte
blece el derecho material –el Derecho Ci- a todos aquellos entes que poseen personalidad jurí-
vil–; dicha equivalencia o equiparación no dica, la experiencia muestra como, por razones prác-
significan identidad, sino que solamente es- ticas y de justicia, es preciso reconocer capacidad
para demandar y poder ser demandados a determi-
tarían reguladas de un modo similar.(15) nados entes no dotados de personalidad jurídica, lo
Reforzaría esta tesis de la no identidad que demostraría que la capacidad jurídica procesal
entre ambas capacidades (capacidad ma- puede ser –y termina siendo– un concepto no idénti-
co, sino más amplio, que el de personalidad jurídica,
definida por el Derecho sustantivo. Cfr. GUTIERREZ
(14)
DE CABIEDES, P., La Tutela Jurisdiccional de los
Una interpretación similar sostiene en España Intereses Supraindividuales Colectivos y Difusos,
De la Oliva. En efecto, sostiene este autor que del Aranzadi, Navarra, 1999, p. 316.
artículo 24.1 CE se desprende la existencia de un
derecho que corresponde a “todas las personas”, y
este término incluiría por tanto a personas físicas
como jurídicas. Cfr. DE LA OLIVA, A., Sobre el De- (16)
Como lo destaca en nuestro país Jaime Aran-
recho a la Tutela Jurisdiccional. La Persona ante la cibia, la capacidad procesal de entidades que care-
Administración de Justicia: Derechos Básicos, Bos- cen de personalidad jurídica ha sido reconocida de
ch, Barcelona, 1980, p. 134. modo expreso por el ordenamiento jurídico en va-
(15)
Cfr. VALENCIA, A.J., Introducción al Derecho rias oportunidades. A modo de ejemplo indica el
Procesal, Editorial Comares, Granada, 1998, pp. 239 artículo 18 de la ley Nº 17.322 sobre normas para la
6 PRIMERA PARTE
En relación a los grupos hay que tener inc. 2º CCH)– de la formación de grupos o
presente el artículo 1º inc. 3º de la Cons- asociaciones intermedias.(22) Por ello, se
titución chilena, que señala que “el Esta- podría decir que la visión que la Consti-
do reconoce y ampara a los grupos inter- tución chilena tendría de la organización
medios a través de los cuales se organiza social, no es ya la personas aisladas que
y estructura la sociedad y les garantiza compiten y que se relacionan además, ais-
la adecuada autonomía para cumplir sus ladamente respecto del Estado. Como tal,
propios fines específicos”.(21) Como expre- es lógico pensar que los grupos a través
sa esta norma, se reconoce que el modo de los cuales se organizan las personas
corriente de organización de la sociedad, naturales y en definitiva la sociedad, pue-
es a través –además de la familia (art. 1º dan en virtud de ese reconocimiento de
autonomía acceder a los tribunales de jus-
estado estrictamente individual. Tratándose de gru- ticia para pedir tutela por los intereses
pos carentes de personalidad jurídica, las posicio- jurídicos que afirmen como necesitados de
nes subjetivas (derechos e intereses) siguen estando tutela. El Estado, y específicamente los
en cabeza de cada sujeto que integra el grupo. Lo tribunales, por mandato constitucional,
que sucede es que por razones de eficiencia en el
logro de la satisfacción de los intereses que aunan a deben permitir esa forma de titularidad y
ese grupo de personas naturales, puede unificarse ejercicio del derecho fundamental de ac-
en cabeza del grupo la imputación de los efectos de ción. Las formas de organización social
determinadas acciones o relaciones jurídicas. En este son por lo demás una realidad que el de-
caso, el grupo sería el titular del derecho de acción recho debe reconocer y amparar.(23) Esta
además de los derechos e intereses que se refieren a
cada uno de los integrantes de aquél grupo. No se orientación también ha sido aceptada por
trata ya de eliminar la titularidad de los derechos e
intereses en cabeza de los particulares, sino de uni-
ficarlos en una sola cabeza y siempre con el objetivo
de hacer más efectivos el ejercicio de tales derechos (22)
e intereses, que constituye el objetivo para lo que se Como lo destaca Trocker, tanto en la Constitu-
formó el grupo. ción alemana como en la italiana, la imagen del
hombre no es aquella del individuo solitario y aisla-
do que decide soberanamente su destino, sino aque-
lla de la persona humana dotada de un propio va-
(21)
Analizando este precepto constitucional, Va- lor, pero ligada por vínculos y obligaciones a la co-
rela señala que la incorporación del reconocimiento munidad en la cual vive. Así, junto al hombre en-
y amparo estatal a los grupos intermedios obedece tendido como “ser social”, aparece el grupo como
a la misma concepción que se puede tener del Esta- entidad autónoma y como específico punto de referi-
do. Así, si se lo entiende como una agrupación hu- miento de la valoración jurídica. A tal fin, los cons-
mana asentada en un territorio –señala este au- tituyentes italianos y alemanes reconocieron explí-
tor–, donde existe un ordenamiento social, político citamente la libertad de asociación, y las situacio-
y jurídico orientado hacia el bien común y manteni- nes de garantía fueron concebidas para proteger tan-
do por una autoridad que está revestida y dotada to a los individuos como las formaciones sociales.
de poderes coercitivos, es entendible que dicho agru- Cfr. TROCKER, N., Processo Civile e Costituzione.
pación humana que es el Estado, deba reconocer y Problemi di Diritto Tedesco e Italiano, Giuffrè, Mi-
amparar a los cuerpos intermedios, los que se for- lano, 1974, pp. 196 y 197.
(23)
man para complementar y perfeccionar la empresa Si previamente se puede concluir que el hom-
del Estado. Estos cuerpos o grupos intermedios na- bre, en la organización social –de acuerdo al recono-
cerían en virtud de una delegación espontánea y cimiento que hace la Constitución chilena–, se orga-
natural de funciones menores y subsidiarias, que niza a través de los grupos intermedios; es lógico
en ningún caso pueden confundirse con los cometi- concluir que esos grupos puedan ser titulares de
dos estatales. Para entender la formación de estos derechos e intereses (como expresión unificada de
cuerpos intermedios –continúa este autor–, hay que los derechos e intereses individuales), y por supues-
ver al hombre como un ser social, que enfrentado a to, del derecho de acceso a los tribunales para obte-
la vida común con otros seres de su misma especie, ner una sentencia fáctica y jurídicamente motivada,
necesita agruparse. Lo contrario, supondría que el en relación a los derechos e intereses jurídicos que
hombre optaría por la rivalidad en el proceso de hayan invocado ante el órgano jurisdiccional. Pero
consecución de sus fines. La formación de agrupa- además, el Estado debería realizar todos los actos
ciones supone optar por la cooperación, en vez de la necesarios a fin de que esos derechos e intereses
rivalidad, en pro del bien común. Cfr. VARELA, que también pueden localizarse en cabeza de los
J.L., “Estudio sobre el Artículo Primero de la Cons- grupos, puedan verse realizados, a fin de que las
titución de 1980”, en Revista Chilena de Derecho, personas actualicen su libertad y desarrollen su per-
Nº 11, 1984, pp. 393 y 394. sonalidad.
8 PRIMERA PARTE
un sector importante de nuestra doctri- derecho de acción; sean todos estos chile-
na,(24) al igual que en la extranjera.(25) nos o extranjeros. Si esas personas care-
Por todo lo expuesto, se puede afirmar cen de la capacidad procesal, deberá sub-
aquí que tanto las personas naturales sanarse tal defecto a través de la repre-
como jurídicas –privadas o públicas–, ade- sentación o integración.
más de los grupos, serían los titulares del
órgano jurisdiccional que necesita de tal tencia de un interés del actor a obtener el
tutela estatal; tiene que tener por tanto pronunciamiento requerido.
un “interés” a tal tutela, un interés no ya Si se piensa, por ejemplo, en el derecho
en el sentido económico, y tanto menos en de crédito, normalmente su satisfacción tie-
el sentido de aquella genérica convenien- ne lugar a través del voluntario cumpli-
cia que está implícita en cada acto huma- miento del obligado, de modo que mien-
no consciente, sino, antes bien, interés en tras el momento de exigir la prestación no
el significado específico que este término ha llegado y no se sabe si, al llegar el mis-
asume cuando es referido a la tutela juris- mo, el deudor cumplirá regularmente su
diccional.(28) obligación, el acreedor, pese a tener un de-
Este interés afirmado ante el órgano recho subjetivo material, no tiene un inte-
jurisdiccional, generalmente consistirá en rés procesal en dirigirse al juez para hacer
evitar un daño o perjuicio, o bien, en ob- condenar al obligado, porque, hasta el mo-
tener un determinado beneficio ampara- mento del vencimiento, su interés mate-
do por el ordenamiento constitucional. Con rial espera y debe esperar su normal sa-
palabras de Liebman,(29) se puede decir tisfacción, no de la fuerza del Estado, sino
que la acción ha quedado liberada de una de la libre voluntad del obligado. Si el
referencia exclusiva a un derecho subjeti- acreedor, antes que la deuda haya venci-
vo(30) (o interés legítimo) o a una sanción do, se dirigiese al juez para obtener la con-
tipificada, bastando para poner en movi- dena del deudor que tiene todas las bue-
miento el aparato jurisdiccional, la exis- nas intenciones de pagar regularmente, al
transcurrir el término, ese juez rechazaría
la demanda, no ya por la inexistencia del
(28)
Cfr. MANDRIOLI, C., Corso di Diritto Proces-
derecho sustancial, sino por la falta de un
suale, I, Giappicheli, Turín, 2000, p. 44. interés procesal. Como se puede observar,
(29)
Cfr. LIEBMAN, E.T., “L’Azione nella Teoria el interés procesal no nace coetáneamente
del Processo Civile”, en Riv. Trim. di Diritto e Pro- con el derecho o interés jurídico sustan-
cedura Civile, año IV, 1950, p. 58. cial, sino que nace después, en el momen-
(30)
Una idea similar expresa el profesor Michele
Taruffo, En efecto, expresa este autor que se acos- to en que el derecho subjetivo o el interés
tumbra a decir que el derecho fundamental de acción jurídico comienzan a encontrarse en un es-
es reconocido a las personas en cuanto la ley sustan- tado de insatisfacción.(31)
cial reconoce a ellas un derecho subjetivo y éste re- En todo caso, la imposibilidad de lo-
sulta cuestionado o violado. De este modo se destaca-
ría la función secundaria y dependiente de la juris-
grar extrajudicialmente lo que pretende
dicción, si bien haciéndola objeto de garantía consti- judicialmente, basta con que sea afirma-
tucional. Si en cambio –agrega el mismo autor– la da o narrada por el actor en su demanda,
garantía de la tutela jurisdiccional se entiende en y no se requiere una existencia concreta
una perspectiva de total justice, y en una concepción de tal imposibilidad. Esto último será ya
más abierta y creativa de la función jurisdiccional, se
concluirá que la misma debe valer tantas veces como objeto de verificación y constituye el re-
un sujeto se encuentre en una situación necesitada sultado del proceso.(32)
de tutela. Entonces, ya no sería la preexistencia de La acción, ya no analizada como se ha
un derecho sustancial determinado lo que abriría la hecho hasta ahora, es decir, en su ver-
vía de acceso al órgano jurisdiccional, sino la existen-
cia de una situación en la que un interés relevante
tiente estática como derecho constitucio-
merece ser tutelado en sede jurisdiccional. De tal nal, sino dinámicamente, implica su pro-
modo entonces –agrega el profesor de Pavía–, la po- cesal afirmación por medio de una pre-
sibilidad de acceder a un remedy jurisdiccional no tensión, por lo que el individuo, para obli-
puede ya quedar subordinada a la previa existencia gar al juez a dictar una resolución sobre
de un right sustancial. Tal posibilidad debe ser acor-
dada en base a la existencia de una necesidad de el fondo, además deberá afirmar la titu-
tutela que, si bien eventualmente pudiera no haber laridad de ese derecho subjetivo o interés
sido todavía definida en el plano del derecho sustan- jurídico material necesitado de tal tutela.
cial, se considere en todo caso merecedora de tutela
por parte del juez. Cfr. TARUFFO, M., “La Justicia
Civil: ¿opción residual o alternativa posible?, en Co-
rrupción y Estado de Derecho, Ibáñez, A. (ed.), Tro- (31)
Cfr. CALAMANDREI, P., op. cit., p. 53.
tta, Madrid, 1996, p. 142. (32)
Cfr. MANDRIOLI, C., op. cit., p. 44.
10 PRIMERA PARTE
Entendido así el derecho de acción, des- cluso tutela de alguna manera un inte-
taca fundamentalmente porque el acceso rés, el impedir que ese derecho o interés
a la jurisdicción se abre ampliamente a sea tutelado por el poder judicial supon-
toda persona, en cuanto ésta tenga la ca- dría la negación del derecho o del interés.
pacidad para comparecer y en cuanto afir- No cabe reconocer un derecho o interés y
me una concreta necesidad de tutela al luego negarle el acceso al poder judicial a
órgano jurisdiccional –y no ya meras pe- quien lo afirma”.(34) Por otra parte, si el
ticiones de solidaridad, expresión de fas- Estado prohibe la autotutela y reserva en
tidio(33) o mero desahogo–, debiendo el tri- exclusiva la solución de los conflictos en-
bunal, siempre e irremediablemente, pro- tre los ciudadanos o ya, más en general,
nunciarse sobre tal solicitud de tutela me- la aplicación del derecho objetivo con ca-
diante una resolución motivada. Ahora rácter irrevocable, a los tribunales de jus-
bien, si dicha persona no afirma como pro- ticia (“la facultad de conocer de las cau-
pio ningún derecho o interés jurídico ne- sas civiles y criminales, de resolverlas y
cesitado de tutela, el juez deberá dictar de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece
una resolución meramente procesal po- exclusivamente a los tribunales estable-
niendo término a la instancia, sin necesi- cidos por la ley...”, art. 73 CCH); no sería
dad que entre sobre el mérito, por care- coherente concluir que puedan haber de-
cer de legitimación activa. Por el contra- terminados conflictos intersubjetivos que
rio, si dicha persona afirma la titularidad no pueden ser sometidos, mediante el de-
de un derecho o interés jurídico, y si cum- recho de acción, al conocimiento y resolu-
ple con los demás requisitos procesales, ción por la jurisdicción.
el juez deberá llevar adelante el proceso 2) En segundo lugar y en relación con
y dictar a ese respecto una resolución so- lo anteriormente señalado, porque impe-
bre el mérito, independientemente del con- dir la tutela jurisdiccional de los intere-
tenido de la misma, por lo tanto, estima- ses jurídicos o legítimos de las personas,
toria o desestimatoria de la pretensión de- importaría un desamparo y una despro-
ducida. tección por parte del Estado, todo ello en
De acuerdo con la letra de la Constitu- manifiesta contradicción con la propia fun-
ción –“la igual protección de la ley en el ción asignada al Estado chileno en la
ejercicio de sus derechos” (art. 19 Nº 3 inc Constitución de 1980 (“el Estado está al
1º CCH)–, podría pensarse que la tutela servicio de la persona humana y su fina-
jurisdiccional sólo puede otorgarse respec- lidad es promover el bien común, para lo
to de aquellas situaciones materiales com- cual debe contribuir a crear las condicio-
prendidas en la categoría de los derechos nes sociales que permitan a todos y a cada
subjetivos, en cuanto necesitados de tute- uno de los integrantes de la comunidad
la estatal. Tal interpretación, por tanto, nacional su mayor realización espiritual
dejaría sin posibilidad de tutela jurisdic- y material posible, con pleno respeto a
cional a los intereses jurídicos o legítimos los derechos y garantías que esta Consti-
materiales. Tal interpretación me parece tución establece. Es deber del Estado res-
inconsistente, por diversas razones: guardar la seguridad nacional, dar pro-
1) En primer lugar, porque si se con- tección a la población y a la familia, pro-
cuerda que las posiciones subjetivas ma- pender al fortalecimiento de ésta, promo-
teriales que reconoce el derecho chileno ver la integración armónica de todos los
son el derecho subjetivo y el interés jurí- sectores de la nación y asegurar el dere-
dico –posición que sostengo aquí–, no se cho de las personas a participar con igual-
podría luego negar tal tutela jurisdiccio- dad de oportunidades en la vida nacio-
nal a tales intereses jurídicos. Como ha nal”, arts. 1º incs. 4º, y 5º CCH).
dicho un autor, “si el ordenamiento jurí-
dico reconoce un derecho subjetivo o in-
(34)
Cfr. MONTERO AROCA, J., et. al., Derecho
Jurisdiccional, Parte General, Tirant lo Blanch, 9ª
(33)
Cfr. Ibid, p. 41. edición,Valencia, 2000, p. 252.
DERECHO 11
Esta concepción del derecho a la acti- –“derecho”, “calidad” e “interés”– para que
vidad jurisdiccional es diversa a la ex- la acción en definitiva sea acogida. La ac-
puesta por un sector de la doctrina chile- ción, hay que decir, en cuanto deducida
na. En efecto, Casarino(35) señala que para por un sujeto con capacidad y en cuanto
que la acción sea acogida en definitiva, se se afirme un derecho o interés jurídico
requiere tener “derecho”, “calidad” e “in- necesitado de tutela, deberá ser admitida
terés”. Por “derecho” a la acción, entiende a tramitación por el tribunal, lo que a
la invocación de un hecho al tribunal, su esos efectos equivale a señalar que será
demostración y que ese hecho esté prote- acogida. Si luego la pretensión es deduci-
gido por una norma jurídica. Por “cali- da por la persona legitimada activamente
dad” en la acción, entiende que ella debe y si se cumplen los demás requisitos pro-
ser ejercida por el titular del derecho y cesales, y ya si el actor comprueba la ti-
en contra de la persona obligada; “en otros tularidad del derecho subjetivo o interés
términos, hay calidad cuando el proceso jurídico que previamente había deducido
se va a desarrollar entre las mismas per- como propios, y si comprueba que el de-
sonas, o entre sus sucesores, que dieron mandado ha vulnerado tales derechos e
origen a la relación jurídica material o intereses, podrá hacerse merecedor de una
sustancial. La falta de calidad en el ac- sentencia sobre el mérito favorable a su
tor, supone, pues, no ser titular del dere- pretensión;
cho material cuya protección se preten- 3) En tercer lugar, señala que la ac-
de”.(36) Por “interés” en la acción, entiende ción debe ser ejercida por el titular del
aquella situación relativa a que los tribu- derecho, agregando que“por regla gene-
nales no estarían llamados a hacer decla- ral, de todo derecho nace una acción para
raciones de carácter teórico, sino que la protegerlo judicialmente”. (38)
protección jurisdiccional que pretende el En este punto hay que indicar, prime-
actor, viene considerada como el único ramente, que la actividad procesal se de-
medio adecuado para la salvaguardia de sarrolla no porque existan derechos ma-
su derecho. teriales previos, sino porque precisamen-
En mi opinión, esta concepción de la te existe un derecho de acción, constitu-
acción por parte de esta posición doctri- cionalmente reconocido, de contenido ma-
nal, adolece de los siguientes defectos: terial y anterior al proceso, que da inicio
1) En primer lugar, considera la ac- al proceso desarrollado ante la jurisdic-
ción como un derecho meramente legal, y ción. Para que se de inicio a tal proceso,
no ya como derecho fundamental, ante- basta con que una persona con capacidad
rior al proceso; manifieste ante el órgano jurisdiccional
2) En segundo lugar, confunde dos si- que el fin que intenta lograr, ya no lo
tuaciones distintas: la acción con la pre- puede conseguir, o no le conviene hacer-
tensión. En efecto, señala que “sujeto pa- lo, sino con intervención de la actividad
sivo de la acción es la persona en contra jurisdiccional, y esa persona que solicita
de la cual ella es dirigida y que dentro la actividad jurisdiccional mediante el
del proceso reviste el rol de demanda- ejercicio de su derecho de acción, puede
do”.(37) La acción es un derecho que se tie- que no tenga ningún derecho subjetivo
ne respecto del Estado, y en concreto res- previo, ni siquiera un interés jurídico, pero
pecto de la jurisdicción. La pretensión su- igual es titular del derecho de acción y
pone ya un sujeto pasivo frente al que se puede impetrar la actividad jurisdiccio-
dirige tal declaración de voluntad. Pro- nal a través del proceso legalmente insti-
ducto de tal confusión conceptual, el refe- tuido.
rido autor señala una serie de requisitos Atribuir la acción a un derecho mate-
rial previo, corresponde a una concepción
monista de la acción que supone recién el
(35)
Cfr. CASARINO, M., op. cit., p. 114.
(36)
Ibid.
(38)
(37)
Ibid, p. 112. Ibid, p. 114.
12 PRIMERA PARTE
dinámico o procesal, la acción como dere- que el acceso a los tribunales pueda signi-
cho a la jurisdicción, se concreta en la ficar en definitiva una tutela de los intere-
pretensión. Por ello entonces, si bien ana- ses jurídicos afirmados por quienes concu-
líticamente son conceptos claramente di- rren ante ellos. Para este análisis deberé
ferenciados,(43) en la práctica judicial son remitirme en forma reiterada al derecho
conceptos que caminan absolutamente español (como uno de los posibles dere-
unidos. chos extranjeros que, en este caso, se ha
elegido como referente comparativo al de-
recho chileno), puesto que en el derecho
IV. CONTENIDO DEL DERECHO chileno no se encuentra desarrollado el con-
DE ACCION tenido específico de este derecho fundamen-
tal. El método comparativo entonces será
El derecho fundamental de acción no se aquí un camino que permitirá una posible
concretaría en un simple acceso a los tri- intelección del derecho reconocido en el or-
bunales sino que se requiere de un dere- denamiento jurídico chileno.
cho con ciertos contenidos, en el sentido De acuerdo con lo que señala Pico i
Junoy,(44) el TCE habría establecido que
este derecho fundamental a la tutela ju-
(43)
Es posible distinguir en base a la concepción dicial tiene una estructura compleja que
de Guasp entre acción y pretensión en los siguien-
tes aspectos: 1) por de pronto la acción vendría a comprendería, a saber, los siguientes as-
ser un derecho, anterior al proceso, que se concreta- pectos: 1) el derecho de acceso a los tribu-
ría en una pretensión, ahora sí ubicándonos dentro nales; 2) el derecho a obtener una senten-
del proceso. La pretensión es un acto, una declara- cia fundada en derecho congruente; 3) el
ción de voluntad y al mismo tiempo es el objeto del derecho a la efectividad de las resolucio-
proceso. Pero la pretensión no es un acto único y no
se realizaría en cierto momento –que sí ocurre con nes judiciales, y 4) el derecho al recurso
la demanda–, sino que imprime su ser a todo el legalmente previsto. Sin embargo, de tan
proceso, hasta que éste termina; 2) la eficacia del amplia concepción a veces pareciera que
derecho de acción no depende de la fundamentación el derecho a la tutela judicial efectiva que
ni de la legitimación. En tanto derecho corresponde
a todas las personas y puede ser ejercitada por to- consagra el artículo 24 CE se confundiría
dos los que tengan capacidad para ser partes en un con el derecho a un debido proceso que
proceso (o a quienes se les reconozca como sujetos consagra esa misma disposición constitu-
de derecho) y que afirmen un interés jurídico. La cional, sin perjuicio que, naturalmente,
pretensión por el contrario sólo será eficaz si es el derecho de acción y el derecho al debi-
fundada, es decir únicamente cuando el ordenamien-
to jurídico la reconozca. Se precisa por tanto un do proceso aunque diferenciados, se en-
requisito ulterior al de mera capacidad para ser par- cuentran absolutamente relacionados.
te en un proceso (o subjetividad jurídica); es decir Sólo un análisis teórico y analítico puede
se requiere de legitimación. Por regla general se construir compartimentos estancos que
requiere que en el caso concreto que se presenta
ante un tribunal se afirme que se es titular de un separe tan radicalmente entre conceptos
derecho subjetivo o de un interés reconocido por el relacionados con la actividad jurisdiccio-
ordenamiento jurídico; 3) los sujetos pasivos de la nal (acción-pretensión; derecho de acción-
acción y de la pretensión son diferentes: la acción se derecho al debido proceso), pero la activi-
dirige contra el Estado, pues sólo éste podrá satisfa-
cer el derecho de acción mediante el dictado de una
dad que despliega la jurisdicción frente a
resolución por el órgano estatal investido de potes- los supuestos intereses jurídicos de las
tad jurisdiccional, mientras que la pretensión se di- personas necesitados de tutela, los coloca
rige “frente” al demandado, que es un sujeto distin- en un plano absolutamente imbricados.
to del tribunal y de quien formula el reclamo; 4) Sin perjuicio de lo anterior y para hacer
finalmente se puede decir que el objeto de la acción
lo constituye el ejercicio de la actividad jurisdiccio- precisamente más efectivos los derechos e
nal, mientras que el objeto de la pretensión es cual- intereses de los justiciables, se impone el
quier bien de la vida, cualquier materia apta por su deber de distinguir adecuadamente –ya
naturaleza para satisfacer las necesidades o conve- desde un punto de vista analítico y está-
niencias objetivamente determinables de los suje-
tos. Estos bienes susceptibles de satisfacer necesi-
dades o conveniencias de los sujetos pueden ser tanto
(44)
una cosa corporal como la conducta de otra persona. Cfr. PICO i JUNOY, J., op. cit., pp. 40 y ss.
14 PRIMERA PARTE
tico– entre las diferentes instituciones y una resolución fáctica y jurídicamente fun-
conceptos que se construyen desde la dog- dada.
mática jurídica, de acuerdo con las nece- Sentadas estas premisas, creo que el
sidades de las personas que surgen de la contenido del derecho fundamental de ac-
dinámica social. ción comprendería dos principales conte-
Constituye una operación compleja la nidos: 1) derecho al acceso a la jurisdic-
delimitación exacta de donde comienza el ción, y 2) derecho a obtener una resolu-
derecho de acción y a su vez el derecho al ción fáctica y jurídicamente motivada.
debido proceso, pero de la sistematización
de la jurisprudencia del TCE que hace 1. Derecho de acceso a la jurisdicción
Pico i Junoy, aparecería que ciertos con-
tenidos excederían el objetivo que perse- El contenido esencial del derecho de
guiría el referido derecho fundamental de acción, desde el punto de vista de una
acción. Gran parte de esas materias en- concepción abstracta de tal derecho –se-
contrarían mayor acomodo en un derecho gún se explicará con más detalle infra–,
al debido proceso, en tanto constituyen se dirige a tutelar el acceso a los tribuna-
parte de la respuesta legalmente prevista les, por lo que siguiendo un orden lógico,
a la concreta petición de quienes impe- el primer elemento que ha de destacarse
tran la satisfacción de los derechos e in- en el contenido de tal derecho es pues la
tereses legítimos afirmados como existen- posibilidad de promover la actividad del
tes. En este sentido, se puede afirmar que órgano jurisdiccional y constituirse como
el derecho de acción terminaría allí don- parte en un proceso, aspecto que se acos-
de comienza a operar la garantía del de- tumbra a definir como “derecho a la ju-
bido proceso, es decir, la debida respues- risdicción”. Sin embargo, veremos que en
ta procesal al interés jurídico afirmados y la realidad de la mayoría de los países,
cuya satisfacción se insta por el actor. Así existen múltiples impedimentos, ya sea
por ejemplo, el derecho a los recursos le- de tipo económico-cultural, o jurídico-ins-
galmente previstos o el principio de con- titucional, que impiden o restringen esta
tradicción en el que se asienta precisa- primera parte del contenido del derecho
mente el derecho de defensa son consus- de acción; impedimentos que conviene
tanciales al derecho al debido proceso. analizar aquí.
Con respecto a la inclusión que el TCE
hace del derecho a la ejecución o a la efec-
tividad de las resoluciones judiciales como Impedimentos económicos para el
componente del derecho de acción, habría ejercicio del derecho de acción
que decir –nuevamente– que dichos as-
pectos aparecen más propios del derecho Ha de constatarse en la realidad de
al debido proceso que al derecho de ac- todos los países –especialmente los me-
ción. La ejecución de las resoluciones ju- nos desarrollados y con mayores desigual-
diciales o la tutela cautelar constituyen dades en la distribución de la renta na-
una respuesta estrictamente procesal cional (situación de la que Chile hasta
adaptada al interés jurídico afirmado por ahora dista mucho de escapar)– la exis-
el actor y a cuya satisfacción se ha insta- tencia de posibles impedimentos a la ple-
do la actividad del órgano jurisdiccional. na efectividad de tal derecho, que dicen
Cualquiera sea lo que se pida al tribunal, relación con carecer de los necesarios re-
es decir, sea la declaración de un dere- cursos económicos que importa el acceso
cho, la ejecución de una sentencia que de- efectivo a los tribunales de justicia. En
claró tal derecho o una tutela cautelar; este aspecto, el derecho de acceso a los
pues lo que comprende el derecho de ac- tribunales aparece íntimamente relacio-
ción es que frente a una solicitud de tute- nado con el derecho a la asistencia jurídi-
la –sea que dicha tutela se obtenga con la ca gratuita que establece el inciso 3º del
declaración de un derecho, su ejecución o artículo 19 Nº 3 CCH: “La ley arbitrará
su tutela preventiva–, el tribunal dicte los medios para otorgar asesoramiento y
DERECHO 15
defensa jurídica a quienes no puedan pro- puede hacerse depender de controles ad-
curárselos por sí mismos”. ministrativos o de autorizaciones de otros
Como sostienen los autores Cappelletti poderes. La tutela judicial que han de
y Garth, el acceso efectivo a la justicia pue- prestar los órganos jurisdiccionales –dice
de ser considerado hoy “como el requisito el profesor de Valencia–, no puede hacer-
más básico –el “derecho humano” más fun- se depender del cumplimiento de requisi-
damental– en un sistema legal igualitario tos que queden en manos de los otros po-
moderno, que pretenda garantizar y no so- deres. Sin embargo, puede estimarse ad-
lamente proclamar los derechos de to- misible –agrega– la existencia de una ra-
dos”.(45) En un sentido similar –en relación zón objetiva que lleve a que el particular
al derecho de acción que reconocería la que desea acudir a esos órganos tenga
Constitución chilena–, Eduardo Soto ha se- que realizar una actividad previa, pero
ñalado que el artículo 5º CCH, “impone ello no podría suponer que el acceso al
una expresa obligación a todo órgano del poder judicial se haga depender de requi-
Estado, incluido obviamente el legislador, sitos de difícil cumplimiento. Cabría sí que
de respetar y promover los derechos esen- la ley exigiese, a modo de ejemplo, una
ciales que emanan de la naturaleza hu- actividad conciliadora previa por medio
mana, siendo el derecho del acceso a la de la que se intente evitar el proceso, es-
justicia uno de los más inequívocos dere- timándose que el fin de la evitación del
chos naturales del ser humano, como es el proceso es razonable pero esa actividad
derecho a la defensa ante un juez, es decir no puede regularse de modo que retrase
ante un tercero independiente e impar- injustificadamente la petición de tutela
cial”.(46) Por otra parte habría que decir judicial.(49) En este sentido, el TCE(50) ha
que el principio de la gratuidad de la jus- dicho que la necesidad de trámites pre-
ticia no hace sino reforzar el derecho a la vios al proceso en ningún caso excluye el
jurisdicción. Por ello, se podría decir que reconocimiento jurisdiccional, sino que tan
no puede haber función jurisdiccional en sólo supone un aplazamiento de la inter-
un Estado social de derecho sin que se vención de los órganos judiciales. Por ello,
reconozca este derecho.(47) en concepto del referido tribunal, sería
Por lo anterior, el Estado tiene una es- completamente compatible con el derecho
pecial obligación de facilitar el acceso a de acceso a los tribunales la exigencia de
los tribunales de todas las personas, otor- trámites previos, que impliquen, por ejem-
gando o financiando la adecuada asesoría plo, la búsqueda de una solución extra-
y representación judicial, a quienes no procesal de la controversia.
pueden pagar los costos de un profesional En cuanto a la exigencia legal de cum-
de la justicia. plir con determinados plazos, el TCE ha
señalado que la necesidad de ejercer el de-
recho de acción dentro de determinado pla-
Trámites previos, plazos y fianzas para el zo que fije la ley, de manera que no respe-
ejercicio del derecho de acción tando éste el derecho se entiende caduca-
Sin embargo, tal rechazo al previo pago 2. Derecho a obtener una resolución
de cauciones o fianzas para acceder a la fáctica y jurídicamente motivada
jurisdicción mediante la interposición de
una determinada demanda, incidente o Una vez garantizado el acceso a la ju-
recurso, no puede englobar a todo tipo de risdicción, el contenido del derecho de ac-
consignación monetaria. En efecto, no apa- ción comprendería además un derecho a
rece desproporcionado ni injusto que, por obtener del órgano jurisdiccional una re-
ejemplo, en un proceso de arriendo se pue- solución fáctica y jurídicamente motiva-
da obligar al arrendatario demandante a da. Es indispensable que el juez justifi-
que consigne en el tribunal las rentas ven- que el íter que le ha conducido a su con-
cidas, porque si no es así, éste se puede clusión y arguya así jurídicamente la se-
valer del proceso para dejar de pagar la lección normativa verificada (por qué es
renta durante la tramitación del mismo, de aplicación esa norma y no otra y el
con un claro perjuicio para los derechos
del arrendador.(55) Sin embargo, a mi modo requisito formal puede llegar a convertirse en un
de ver, los pagos previos deben constituir obstáculo que impida injustificadamente un pronun-
una excepción y sólo con el objetivo de no ciamiento sobre el fondo del asunto sometido a su
perjudicar a la otra parte en el proceso. consideración. Tampoco serían legítimos desde la
En lo que respecta a las causas de le- exigencia constitucional de la efectividad del dere-
cho de acción aquellos obstáculos que sean producto
gales de inadmisión de una demanda, ahí de un formalismo y que no se compaginen con el
debería regir el principio pro actione, es necesario derecho a la justicia o que no aparezcan
decir, pueden ser establecidas por el le- como justificados y proporcionados conforme a las
gislador pero deberían interpretarse en finalidades para que se establecen, las que deben
ser adecuadas a la Constitución. En la concepción
el sentido más favorable a la efectividad de este tribunal los requisitos formales no son valo-
del derecho de acceso a los tribunales. No res autónomos con sustantividad propia, sino que
se trata ya que no se pueda establecer sólo sirven en cuanto que son instrumentos dirigi-
legalmente requisitos previos para acce- dos a lograr la finalidad legítima de establecer las
der al órgano jurisdiccional –siempre que garantías necesarias para los litigantes. No sería
contrario a la Constitución española que los jueces
persigan servir a finalidades constitucio- y tribunales rechacen ab initio las pretensiones for-
nalmente legítimas–, sino que en la prác- muladas por las personas en virtud de una causa
tica no impliquen una exclusión del cono- legal correctamente aplicada en ese caso, pero sí
cimiento judicial de un determinado de- impone dicha Primera Norma a dichos jueces y tri-
bunales el deber de interpretar tales requisitos for-
recho o interés jurídico. Bajo la idea de males en el sentido más favorable a la plena efecti-
otorgar la máxima virtualidad posible al vidad del derecho de acción, lo que comprende ade-
derecho de acceso a la jurisdicción, el TCE más del derecho de acceso a la jurisdicción, el dere-
ha potenciado dicho principio pro actione cho a obtener una resolución fáctica y jurídicamen-
o favor actionis que se concretaría, a sa- te motivada.Con respecto a la posibilidad de subsa-
nar los defectos procesales, habría que decir que
ber, básicamente en dos consecuencias: el ello tiene reconocimiento en ciertas disposiciones le-
antiformalismo y la subsanabilidad de los gales (arts. 11.3, 240.2, 242 y 243 LOPJ), y en la
defectos procesales.(56) jurisprudencia del Tribunal Constitucional español.
Esta idea de subsanabilidad de los defectos procesa-
les viene a significar que los jueces y tribunales
(55)
Así lo ha declarado el TCE en SS 26/96, de 13 antes de rechazar una demanda, incidente o recur-
de febrero, FFJJ 2 y 3; 344/93, de 22 de noviembre, so defectuoso, deben intentar que la parte subsane
FJ 2; 115/92, de 14 de septiembre, FJ 2; 82/92, de 8 o repare tal defecto, siempre que no tenga su origen
de junio, FJ 3; 51/92, de 2 de abril, FJ 2. en una actividad contumaz o negligente del intere-
(56)
Las exigencias formales del ordenamiento pro- sado y que no dañe la regularidad del procedimien-
cesal tienen por finalidad lograr la seguridad jurídi- to ni la posición jurídica de la otra parte. La in-
ca a través del respeto de la legalidad. Por ello, en admisión de demandas, incidentes o recursos no debe
virtud de tal finalidad, el cumplimiento de las for- contemplarse como una sanción, sino más bien como
malidades no se deja al libre arbitrio de las partes un medio de preservar la integridad objetiva del
ya que para la ordenación adecuada del proceso exis- procedimiento de forma que si no se apreciare una
ten formas y requisitos impuestos que afectan al actitud negligente en la parte y el defecto fuere sus-
orden público y son de obligada observancia. Sin ceptible de reparación sin daño para la marcha del
embargo, el Tribunal Constitucional español ha in- proceso, procedería entonces la apertura de un trá-
sistido en reiteradas oportunidades en que ningún mite de subsanación.
18 PRIMERA PARTE
grado en el que han de extenderse sus interesa aquí especialmente consignar las
consecuencias jurídicas a tenor de los an- de naturaleza intraprocesal, a saber: con-
tecedentes fácticos fijados). vencer a las partes de la justicia y legali-
Ahora bien, esta obligación implica un dad de las decisiones y en caso contrario
juicio tanto fáctico como jurídico. El pri- posibilitar la debida impugnación; asimis-
mero vendría a ser la base o condición mo posibilitar a los órganos jurisdicciona-
del segundo. Y la exigencia de formular les superiores el control de la tarea des-
los antecedentes de hecho requiere la ex- empeñada por el órgano a quo; y, agre-
presa determinación del hecho o hechos gan algunos autores, vendría a ser la me-
del proceso, lo que incluiría la valoración jor y más importante de las garantías en
de las pruebas rendidas en el proceso. Con cuanto protegería al juez contra cualquier
respecto a la motivación jurídica, el juez, falso razonamiento que pudiere plantear-
además, no debería limitarse a la simple se, o frente a cualquier presión a que pu-
enunciación o indicación de las normas diere ser sometido, entre otros motivos a
legalmente aplicables sino que requiere considerar.(59)
además que se plasmen los criterios her- La exigencia de motivación no impedi-
menéuticos empleados por dicho juez para ría que se dicte una sentencia absoluto-
aplicar la ley; es decir, ha de razonar ju- ria en la instancia por no cumplirse con
rídicamente por qué es aplicable esa nor- todos los presupuestos procesales
ma y, en su caso, no otra de las pretendi- necesarios.Entonces, hay que decir que el
das parcialmente.(57) derecho de acción comprende el que se
¿Qué se lograría con esta exigencia de dicte una resolución sobre el fondo, favo-
motivación de las decisiones jurisdiccio- rable o no a las pretensiones formuladas,
nales? Además de las consideraciones ex- pero sólo cuando concurran todos los re-
traprocesales en la exigencia de motiva- quisitos procesales para ello, esto es, cuan-
ción –básicamente las que dicen relación do concurran aquellas circunstancias pro-
con la configuración dentro del Estado de cesales que hagan posible una sentencia
derecho del poder judicial sometido a la sobre el mérito.(60)
ley desde donde adquiere legitimidad, a Esta exigencia de motivación es hoy
través de la verificación social de la ob- en día una exigencia contemplada en mu-
servancia por los jueces del ordenamien-
to jurídico; objetivo que va a suponer como
requisito imprescindible que las decisio- nal permitiendo su control por la colectividad. Por
nes jurisdiccionales se hagan públicas–;(58) todo ello, concluye en este punto el autor, el inme-
diato receptor de la labor jurisprudencial es el ope-
rador jurídico y por ende el juez y los demás profe-
(57)
sionales del derecho. La finalidad extraprocesal de
Cfr. PEDRAZ, E., “Ensayo Histórico sobre la la motivación –a juicio del profesor de Valladolid–
Motivación de las Resoluciones Judiciales Penales y no ha de magnificarse, puesto que tal exigencia de
su Actual Valoración”, en Revista General de Dere- motivación aludiría no a la comunidad social, sino a
cho, Julio-Agosto 1993, Nº 586-587, p. 7257. la comunidad jurídica. Cfr. PEDRAZ, E., op. cit.,
(58)
Cfr. Ibid. Sin embargo, en este punto Pedraz pp. 7265 y ss.
se manifiesta radicalmente escéptico de tal función
extraprocesal de la motivación de las decisiones ju-
risdiccionales. Al respecto, el referido autor consta-
(59)
ta el hecho que la ley ya no es expresión de la “vo- Cfr. Ibid.
(60)
luntad general”, como tampoco es conocida por to- En relación con este aspecto, es útil consignar
dos, por lo que el individuo, lego en derecho, ni se el fallo del TCE 24/87, de 25 de febrero, FJ 2, que
reconocería en la ley ni puede aprehender por sí estableció que “el contenido normal del derecho a la
dicha ley. Tal imposibilidad se vería reforzada por tutela judicial efectiva consiste en obtener una re-
el esoterismo y por la naturaleza críptica del proce- solución de fondo, pero ello no impide que el dere-
so y de sus normas, que impiden a este ciudadano cho también se satisfaga cuando la resolución es de
lego en derecho captar más allá del mero espectácu- inadmisión, siempre que se dicte en aplicación razo-
lo y de su finalidad de prevención general y espe- nada de una causa legal, debiendo el razonamiento
cial. Cualquiera sea el medio por el cual se den a responder a una interpretación de las normas lega-
conocer las decisiones de los jueces, este autor afir- les de conformidad con la Constitución y en el senti-
ma que ninguno es lo suficientemente apto para do más favorable para la efectividad del derecho
lograr difundir tal información jurídica/jurisdiccio- fundamental”.
DERECHO 19
inc. 5º CCH, puede ser entendida como deducida, y es aquí –resolución fáctica y
una exigencia de racionalidad(62) que debe jurídicamente motivada– donde la exigen-
imbricar a todo proceso(63) y en un orden cia de racionalidad, de razonamiento no
lógico, desde la excitación del órgano ju- contradictorio y lógicamente fundado, ad-
risdiccional hasta la decisión que se pro- quiere especial interés.
nuncia sobre el destino de la pretensión Si la Constitución chilena exigió que
el método (proceso-procedimiento) por el
desacertada. Descartada esta concepción axiológica cual se llega a la decisión jurisdiccional
del término “justo procedimiento”, señala Cerda que (en general la resolución judicial) debe
sería más propio entenderla como conformidad, arre- ser “racional y justo”, es lógico concluir
glo o sujeción a la razón, con lo cual se llegaría que la resolución judicial que se pronun-
inevitablemente a la conclusión que en esta parte, cia sobre la pretensión deducida también
el texto constitucional sería redundante: “procedi-
miento racional y arreglado a razón (‘justo’). Por debe ser racional, en términos de ser mo-
todo lo anterior, parece ser que lo único que exige el tivada o fundamentada.(64) Todo ese “mo-
texto constitucional en este punto, es que las reso- mento procesal” expresaría la idea de pro-
luciones jurisdiccionales se dicten, previo debido pro- cedimiento “racional y justo”. No es lógi-
ceso, de acuerdo con un procedimiento racional. Cfr.
CERDA, C. Iuris Dictio, Editorial Jurídica de Chile, co sostener que sólo las etapas iniciales
Santiago, 1992, p. 230. e intermedias –investigación, demanda,
contestación, pruebas, etcétera– deban
regirse por el canon de la racionalidad y
(62)
Como lo señalaba a principios de los años cin- no la consecuencia de tal premisa, como
cuenta Calamandrei, el signo más importante y más lo es la sentencia (o en general la resolu-
típico de “racionalización” de la función jurisdiccio- ción judicial que se pronuncia sobre la
nal es la motivación. La sentencia por lo tanto debe pretensión deducida). En la idea de “pro-
ser motivada. La motivación tendría una función ex-
hortativa o por así decirlo pedagógica. El juez no se cedimiento” que se expresa en el texto
contentaría sólo con mandar, no se limitaría al sic constitucional chileno, debe considerar-
vuolo, sic iubeo pronunciado desde lo alto de su tro- se el fenómeno procesal completo que se
no, sino que desciende al nivel del justiciable y mien- inicia con la impetración de la actividad
tras que manda busca explicarle la razonabilidad de
aquél mandamiento. Así, la motivación es primero del órgano jurisdiccional y termina con
que todo la justificación que quiere persuadir sobre la decisión que se pronuncia sobre la pre-
la bondad de la sentencia. De cuando la justicia ha tensión deducida por el actor.
caído del cielo a la tierra y se ha comenzado a admi-
tir que la respuesta del juez es palabra humana y no
oráculo sobrenatural e infalible que se adora y no se
discute, el hombre ha sentido necesidad para acertar
en la justicia de los propios hombres de razones hu- (64)
En relación con este punto, Cea señala que la
manas; y la motivación sería aquella parte razonada Constitución chilena reconoce a todas las personas,
de la sentencia que sirve para demostrar que la sen- sin distinción, el derecho a un proceso racional y
tencia es justa y porqué es justa. Intentaría además justo, legalmente tramitado y previo a la sentencia
persuadir al que ha sido condenado en el proceso que que pronuncien los tribunales. En ese proceso se
su condena es fruto de un meditado razonamiento y deben contemplar, entre otras garantías, la publici-
no el fruto improvisado de arbitrio y engaño. Cfr. dad de los actos jurisdiccionales, el derecho a la
CALAMANDREI, P., Processo e Democrazia, Pado- acción [sic], el oportuno conocimiento de ella por la
va, 1954, pp. 95 y ss. parte contraria, el emplazamiento, la adecuada ase-
(63)
En un sentido similar se pronuncia Juan Guz- soría y defensa con abogados, la producción libre de
mán en Chile, cuando expone que la Constitución de pruebas conforme a la ley, el examen y objeción de
1980 contendría cláusulas de las cuales se desprende- la evidencia rendida, la bilateralidad de la audien-
ría la constitucionalidad de la motivación o funda- cia, la facultad de interponer recursos para revisar
mentación de las sentencias pronunciadas por los tri- las sentencias dictadas por tribunales inferiores, el
bunales. En este sentido, cita el artículo 19 Nº 3 inc. pronunciamiento de los fallos dentro de los plazos
5º CCH sobre la exigencia impuesta al legislador de legalmente previstos y la fundamentación de aque-
establecer siempre las garantías de un racional y jus- llos en el régimen jurídico vigente o, en su defecto,
to procedimiento. Eso es –a su entender– lo que preci- en los principios generales del derecho y la equidad
samente ha hecho el legislador chileno al establecer natural. De este modo, para este autor el “racional
los requisitos que deben tener las resoluciones, entre y justo procedimiento” incluye también la dictación
los cuales se encuentra el deber de fundamentación. de una sentencia motivada o fundamentada. Cfr.
Cfr. GUZMAN, J., La Sentencia, Editorial Jurídica de CEA, J.L., op. cit., pp. 307 y 308 (El subrayado es
Chile, 1ª edición, Santiago, 1996, pp. 93 y 94. mío).
DERECHO 21
resultan avaladas y, por tanto, legitima- tado de derecho, las resoluciones judicia-
das por aserciones en cuanto verificables les emanadas de un poder del Estado que
y refutables; es por la motivación como la tiene por función aplicar el derecho vi-
validez de las sentencias resulta condi- gente al caso concreto, tienen que ser mo-
cionada por la “verdad”, aunque sea rela- tivadas. Es que para llegar a un resulta-
tiva, de sus argumentos; y es en virtud do final en el proceso (por ejemplo, conde-
de la motivación como el poder jurisdic- nar a una persona a una pena de 3 años
cional no es es un poder inhumano pura- de prisión) se requiere –además del desa-
mente potestativo de la justicia del cadí, rrollo del debido proceso legalmente esta-
sino que está fundado en el “saber”, aun- blecido– de un “juicio” anterior, pero “jui-
que probable, opinable y por ello refuta- cio” en cuanto método seguido para llegar
ble y controlable tanto para las partes en a ese resultado final y ese juicio-método
el proceso como por la sociedad. En este se caracterizaría por la complejidad(69) y
sentido –expresa el mismo autor–, la mo- por la aspiración a la racionalidad. Las
tivación puede ser considerada como el decisiones judiciales deben ser fundadas
principal parámetro tanto de la legitima- sobre “juicios”, es decir deben construirse
ción interna o jurídica como de la externa sobre la aplicación de criterios reconoci-
o democrática de la función judicial.(68) bles y compartibles de elección entre di-
Y en esta idea de legitimación de la versas decisiones posibles. La aspiración
función jurisdiccional en un moderno Es- a la razonabilidad es un aspecto esencial
del “juicio” como método de decisión por-
que la formulación de un “juicio” implica-
(68)
ría de por sí la referencia a criterios visi-
Hay que considerar que la motivación es “jus-
tificación”, exposición de las razones que el órgano
bles y controlables, y la aplicación cohe-
jurisdiccional ha dado para mostrar que su decisión rente, no contradictoria, lógicamente fun-
es correcta o aceptable, y por ello constituiría una dada, de estos criterios.
exigencia del Estado de derecho en cuanto modelo Desde este punto de vista, habría que
del Estado enemigo de la arbitrariedad del poder. Y decir que la sentencia o resolución judi-
es que en una sociedad moderna –dice Marina Gas-
cón– donde los individuos no se conforman con una cial comprendería dos cosas: una idea de
apelación a la autoridad sino que exigen razones, la método racional de decisión y la decisión
motivación en tanto que justificación de las decisio- como resultado final respecto de la pre-
nes tiende a verse no ya sólo como una exigencia tensión deducida en el proceso. Toda sen-
técnica, sino como el fundamento mismo de la legi-
timidad de los jueces. Así, una de las características
tencia o resolución que se pronuncie so-
esenciales de la función jurisdiccional, que la distin- bre determinadas pretensiones de los jus-
guiría de la actividad legislativa, vendría a ser la ticiables en un Estado de derecho moder-
necesidad que tienen de justificar sus decisiones a no, debería fundarse sobre “juicios”. La
fin de mostrar su racionalidad o no arbitrariedad y sentencia entonces debería involucrar en
en eso consistiría fundamentalmente la principal
fuente de legitimidad de su poder –además de su su seno o como contenido esencial, un mé-
independencia y sumisión a la ley–. De este modo,
entendida la motivación como instrumento para evi-
tar la arbitrariedad del poder, adquiere una espe-
(69)
cial importancia merced a la evolución que ha expe- La complejidad del juicio como método de deci-
rimentado el Estado de derecho, un modelo de Esta- sion making deriva de la circunstancia que la deci-
do que encontraría su legitimidad (externa) en la sión judicial implica una concatenación complicada
protección de los individuos y sus derechos, y que, de elecciones distintas y heterogéneas. Así, se pue-
al consagrar eses derechos en el nivel jurídico más den distinguir las elecciones (y los relativos juicios)
alto –la Constitución– condiciona también la legiti- que atienen a la individuación de las normas apli-
midad (interna) de los actos del poder a la protec- cables al caso particular, a las interpretaciones y a
ción de esos derechos. Así entonces, la motivación las aplicaciones; a las elecciones (y los relativos jui-
cobra entonces una dimensión político-jurídica ga- cios) que atienen a la individuación de los hechos
rantista, de tutela de los derechos” o bien, en pala- relevantes, a la valoración de las pruebas, etcétera.
bras de Ferrajoli, tendría “el valor de una garantía En esta perspectiva, por lo tanto, el juicio como de-
de cierre del sistema SG [sistema garantista]. Cfr. cision making consta en realidad de una concatena-
GASCON, M., Los Hechos en el Derecho. Bases Ar- ción de juicios entre ellos correlativos, y organiza-
gumentales de la Prueba, Marcial Pons, Madrid, dos en una secuencia lógica distinguible. Cfr. TA-
1999, pp. 191 y ss.; FERRAJOLI, L., op. cit., p. 622. RUFFO, M., op. cit., p. 799.
DERECHO 23
todo racional que permite llegar al resul- modo u otro implique una decisión o des-
tado final, y ese método de decisión –que tino respecto de la pretensión deducida
es complejo y racional– debería explicar por el actor. La motivación –habría que
coherentemente porqué y cómo se llegó al decir además– pasaría a formar parte del
resultado final. Ahora bien, no bastaría contenido esencial del derecho fundamen-
con que el juez mantuviera en su ser in- tal de acción y como tal, blindada frente
terno tales juicios –tal método complejo y a la actividad del legislador en cuanto pre-
racional de decisión– sino que siendo la tendiera afectar dicho contenido esencial
jurisdicción en Chile un poder del Estado (artículo 19 Nº 26 CCH).
de una república democrática, una parti-
cular manifestación de la soberanía po-
pular; ésta debe reconocer como límite de V. TUTELA DEL DERECHO
su actuación los derechos fundamentales DE ACCION
de las personas, los que debe además res-
petar y promover(70) –en este caso las par- Para la tutela del derecho fundamen-
tes del proceso–; por lo que se puede con- tal de acción en el derecho chileno, creo
cluir que los jueces que ejercen la función visualizar dos caminos posibles: 1) el pro-
jurisdiccional deben exteriorizar tales jui- ceso de protección y 2) el amparo interna-
cios (ya sea que ello implique o no una cional.
total transcripción descriptiva del proce- 1) El proceso de protección: como cues-
dimiento psicológico que ha tenido lugar tión inicial en este punto, habría que se-
in mente judicis), y en eso consistiría bá- ñalar que sin perjuicio de que se haya
sicamente la motivación. concluido anteriormente que en el dere-
No tan lejos de esta última conclusión cho chileno se encuentra reconocido un
estaría el artículo 73 CCH, puesto que derecho fundamental de acción; en la prác-
presupone que las resoluciones –y ya no tica este derecho sufre una importante
sólo las sentencias definitivas– que pro- pérdida de efectividad. En efecto, las vio-
nuncian los tribunales establecidos por la laciones a este derecho provienen en con-
ley, son fundamentadas. Si dicho artículo siderables oportunidades de la propia ac-
de la Primera Norma prohibe a los otros tividad jurisdiccional y en los países que
poderes del Estado revisar los fundamen- tienen al Tribunal Constitucional como
tos de las resoluciones que dictan los tri- garante, aunque no único, sí definitivo de
bunales de justicia, es porque se estaría los derechos fundamentales, las decisio-
suponiendo que sus resoluciones son siem- nes y actuaciones judiciales que vulneren
pre fundamentadas. En este sentido, se el derecho fundamental de acción pueden
puede decir que la concepción de la fun- ser anuladas por el Tribunal Constitucio-
ción jurisdiccional consagrada en el texto nal que conoce de un recurso de amparo
constitucional chileno se inserta en un Es- constitucional presentado por quien apa-
tado de derecho evolucionado con plena rezca legitimado activamente para tal
interdicción de la arbitrariedad del poder efecto.
del Estado. En Chile, los garantes de los derechos
De acuerdo con lo señalado, se puede fundamentales son los propios tribunales
decir que lo dispuesto por los artículos ordinarios, ya sea en todos los procesos
del CPC y CPP anteriormente citados, no ordinarios o bien en los procesos sumarios
es sino una configuración o delimitación especiales de tutela de los derechos funda-
legal del referido derecho fundamental de mentales (procesos de protección y de am-
acción. Ahora bien, ese deber de motiva- paro) Pero, por ello mismo, si las violacio-
ción se debe traspasar no sólo a las seña- nes del derecho de acción fuesen cometi-
ladas sentencias definitivas, sino que se das por estos tribunales, entonces el dere-
debe exigir de toda resolución que de un cho de acción quedaría prácticamente sin
tutela jurisdiccional (salvo que se creara
un efectivo control de respeto del conteni-
(70)
Artículos 1º inc. 4º, 4º y 5º CCH. do esencial del derecho de acción, ejercido
24 PRIMERA PARTE
por el tribunal superior de aquél que violó Sin embargo, sucede que el Estado chi-
el referido derecho de acción). leno no garantiza efectivamente el dere-
Pero por lo demás, las dificultades cho fundamental de acción. En este pun-
apreciables para una tutela del derecho to podría sostenerse que hay dos caminos
de acción en el derecho chileno, apunta- posibles para que el Estado chileno cum-
rían a dos aspectos: 1.1) ¿Es procedente pla con la carta constitucional y con sus
el proceso de protección para garantizar compromisos contraídos internacional-
el derecho de acción? 1.2) ¿procede el pro- mente: i) que el legislador cree un proce-
ceso de protección contra decisiones judi- so tutelador de este derecho fundamental
ciales? Veamos cómo se podría resolver (o que disponga expresamente que el ac-
cada uno de estos puntos: tual proceso de protección también se pue-
1.1) En cuanto a la procedencia del pro- de utilizar para la tutela de tal derecho
ceso de protección para garantizar el de- fundamental) o, ii) que los tribunales de
recho de acción, habría que señalar que justicia interpreten que el proceso de pro-
el artículo 20 de la CCH que establece el tección también es un mecanismo apto
proceso de protección, sólo concede dicha para pedir la tutela de este derecho.
protección en materias procesales a lo que Ahora bien, por mandato constitucio-
establece el inciso 4º del artículo 19 Nº 3, nal (art. 5º CCH), los derechos fundamen-
esto es respecto del derecho a no ser juz- tales deben ser respetados y promovidos
gado por comisiones especiales, sino por por los poderes públicos, por lo que mien-
el tribunal que le señale la ley y que se tras no se cree otra forma de tutelar este
halle establecido con anterioridad por derecho, a mi entender los tribunales de-
ésta. Para ninguna otra materia procesal berían encontrar la forma de dar protec-
constitucional fundamental se concede di- ción jurisdiccional a este derecho funda-
cho proceso de protección. En este punto mental y el proceso de protección aparece
se podría sostener, sin más, que el texto como el mecanismo más pertinente para
constitucional chileno no contempla una la tutela jurisdiccional de este derecho.
tutela jurisdiccional al derecho fundamen- 1.2) En cuanto a la procedencia del pro-
tal de acción. ceso de protección contra resoluciones ju-
Esta primera dificultad podría resol- diciales, un sector de la doctrina chilena
verse positivamente con la aplicación de señala que éstas quedarían excluidas, por
la propia Constitución –art. 1º incs. 4º y cuanto para impugnar las sentencias ju-
5º, y art. 5º CCH– y con los textos inter- diciales existen los propios recursos judi-
nacionales que se han consignado aquí, ciales que el orden legal establece, “salvo
que forman parte del derecho constitucio- el caso de que no haya recurso disponible
nal chileno. Es por ello que reconocido para superar la infracción del derecho o
que en la Constitución chilena se consa- este recurso no permita resolver a tiempo
gra un derecho de acción, los órganos del el restablecimiento del derecho”.(71) Otro
Estado –todos, incluido el jurisdiccional– sector de la doctrina(72) no estaría confor-
deben respetar y promover tal derecho por me con esta restricción que no proven-
expreso mandato constitucional (art. 5º dría propiamente del texto constitucional,
CCH). Por lo demás, el artículo 2º del Pac- sino de la jurisprudencia. Para esta posi-
to Internacional sobre Derechos Civiles y ción, el agravio puede provenir tanto de
Políticos obliga a los Estados miembros a particulares o de autoridades públicas, de
respetar y garantizar a todos los indivi- quienquiera sea de éstos. La amplitud de
duos los derechos garantizados en dicho quién puede ser el ofensor, “es manifiesta
pacto, comprometiéndose los Estados a
garantizar la posibilidad de interponer un
recurso efectivo contra la violación del de-
(71)
recho reconocido. El artículo 25 de la Con- NOGUEIRA, H., Dogmática Constitucional,
vención Americana de Derechos Huma- Universidad de Talca, 1997, p. 250.
(72)
Cfr. SOTO, E., El Recurso de Protección. Orí-
nos obliga al Estado chileno en unos tér- genes, Doctrina y Jurisprudencia, Editorial Jurídica
minos similares. de Chile, Santiago, 1982, p. 42.
DERECHO 25
y ajena a toda discusión, dada la claridad mediante dicho instrumento procesal cons-
de los términos ya del texto mismo como titucional deberían tutelarse todos los de-
de los dichos de los propios constituyen- rechos fundamentales, entre ellos, el de-
tes”.(73) Estoy de acuerdo con esta última recho de acción.
posición, y sostengo que el proceso de pro- 2) El Amparo Internacional: señala el
tección debe proceder contra todo tipo de artículo 33 de la Convención Americana
acto u omisión, de la persona, entidad o de Derechos Humanos, que de los incum-
poder que sea, que atente contra cual- plimientos por parte de los Estados fir-
quiera de los derechos fundamentales de mantes de la Convención, conocerán: i) la
las personas. Si el proceso de protección Comisión Interamericana de Derechos
se ideó como el principal mecanismo tu- Humanos y ii) la Corte Interamericana
telador de los derechos fundamentales en de Derechos Humanos. Ante la Corte sólo
el orden constitucional chileno, no veo por tienen derecho a someter un caso los Es-
qué deba quedar restringida o prohibida tados contratantes y la Comisión (art. 61),
respecto de acciones de un poder del Es- siempre de un modo subsidiario, puesto
tado, como lo es la función jurisdiccional, que sólo se puede acceder a la Corte una
que puedan vulnerar derechos fundamen- vez agotados todos los procedimientos pre-
tales de las personas. vistos ante la Comisión. Por ello, frente a
Los jueces, con sus resoluciones judi- una violación del derecho de acción por
ciales, también pueden violar derechos parte de un tribunal chileno, “cualquier
fundamentales y si bien pueden haber re- persona o grupo de personas, o entidad
cursos procesales que pueden enmendar no gubernamental legalmente reconocida
el agravio –que estimo poco probables res- en uno o más Estados miembros de la
pecto del derecho de acción–, dichos re- Organización, puede presentar a la Co-
cursos no son el camino para la protec- misión peticiones que contengan denun-
ción global de los derechos fundamenta- cias o quejas de violación de esta Conven-
les. En la Constitución de 1980 se esta- ción por un Estado parte” (art. 44). Por
bleció principalmente al proceso de pro- esta vía se podría controlar una violación
tección como el mecanismo protector de del derecho de acción de una persona que
los derechos fundamentales, por lo que habite el Estado chileno.
(73)
Ibid.