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posmodernismo porque significa una cosa para los bailarines, coherencia obligatoria, y las historias con un principio, un desarrollo
muchas cosas para los críticos y otras más para los arquitectos. La y un final. Pero tras la deconstrucción de las líneas narrativas
definición y teorización del posmodernismo empezó en los sesenta maestras, ¿qué quedaba? ¿La fragmentación, el pastiche, el
con ataques a las “líneas maestras” del modernismo: el Estado- relativismo, las verdades locales, el deleite de las contradicciones?
ARIEL JIMÉNEZ
MEMORIA >> UN VIAJE A CUBA, 1989
E
l seminario se perdía en in-
tervenciones huecas. La acos-
tumbrada seguidilla de pro-
yectos utópicos, de sueños sin
fundamento, dejaba arrinconadas
las pocas experiencias concretas. Yo
escuchaba distraído, huyendo de la
interminable guirnalda de palabras
que se deshacían en lo oscuro. Na-
da me interesaba en verdad. Había
aceptado aquel viaje con el objetivo
exclusivo de enfrentarme con el pa-
sado de mis padres, para mí lejano,
cuya existencia fue siempre un miste-
rio, un mito infantil de personajes sin
cuerpo, sin vísceras ni espalda, a me-
nudo sin piernas, para siempre apre-
sados en la epidermis brillante de las
fotografías que guardaba la familia.
Cuba, la tierra de los viejos, pasado
íntimo sin arraigo en las cosas, sin un
aquí tangible, sin espacio ni tiempo.
Ese día, segundo del seminario, de-
cidí averiguar la manera de tomar el
primer avión disponible para Guan-
tánamo. El papelito plegado en el que
mi madre había escrito las direccio-
nes de su familia –en su letra tamba-
leante y trabajada de analfabeta– pe-
saba en mis bolsillos. Allí esperaba,
como un organismo vivo, como un
animal apresado entre la tela. Eran
las mismas coordenadas de trein-
ta años atrás, cuando salió de Cuba
por primera vez y para siempre. Des-
de entonces tuvo muy pocos contac-
tos con ellos y ya no sabía si habían
muerto o seguían vivos, mucho me- ARIEL JIMÉNEZ / VASCO SZINETAR©
nos si habitaban aún el mismo lugar.
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2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE ABRIL DE 2021
Cercana lejanía.
Un fragmento
(viene de la página 1)
L
o primero que noto es mi
cuerpo delgado, mis piernas
(Argentina, 1957) es autor de libros como Equivalencias, Teoría de las despedidas y Oculta tu
que apenas me sostienen y rostro. También de una serie de intervenciones-conferencias sobre diversos aspectos de la
que con los pantalones cortos
y los zapatos de goma me dicen, an- teoría de la imagen, fija o en movimiento, entre las que se encuentran Mutaciones de cuerpo
tes de que llegue al rostro, lo frágil
que soy, lo asustado, lo incómodo que
femenino, Fotografía e inteligencia artificial y La imagen cinematográfica y la creación en Gilles
me encuentro en aquel lugar, rodea-
do de gente que soy incapaz de reco-
Deleuze. Su más reciente libro es Fotografías imaginadas y otros encuadres (Caobo, 2019),
nocer. No veo el entorno ni las ves- del que provienen los textos que siguen
timentas de los demás, la pared del
fondo, la silla a la derecha, hasta que instante, por el contrario —al menos
comprendo que se trata de la imagen así lo creo— es lo que perdura en la
mental más remota que conservo imagen, esa densidad casi infinitesi-
de mí mismo: el flacuchento, que en mal de tiempo, ese t + delta t que la
ciertos momentos quería decir débil foto delimita. Si las circunstancias así
y en otros, más socarrones, delicado, registradas fueron aleatorias o plani-
femenino (más tarde sería sinónimo ficadas, si se trató de un talento para
de “intelectual”). presentir lo que va a ocurrir o, por el
El tiempo, sin duda, ha hecho su contrario, para acelerar el que ocurra,
trabajo. La sucesión de las estaciones si todo fue verdad o fue mentira, es ab-
no es una simple e inocente noria que solutamente irrelevante: el instante
repite sin cesar el color del cielo, las seguirá latiendo, palpitando suave e
hojas de los árboles o las exigencias imperceptiblemente entre el papel y la
de la vestimenta, eso que, a falta de capa de fijador y seguirá siendo deci-
un nombre mejor, llamamos el clima sivo para siempre (¿no sucede, acaso,
y que en nuestra lengua también se con el miliciano de Capa?). Muchas ve-
llama el tiempo. El ciclo de las esta- ces, las malas teorías, esos conceptos
ciones marca tanto ese tiempo “at- atropellados con los que los practican-
mosférico” como el otro, el que ver- tes de un arte le dan sentido a lo que
daderamente cuenta. Uno es circular, no lo tiene, no son malas por ser fal-
repetitivo y predecible y está asocia- sas, sino por ser a destiempo, por re-
do a la esperanza (todo ritual de ce- caer sobre los objetos equivocados o,
lebración fue en sus orígenes un ri- como en este caso, por la pereza men-
tual de fertilidad, del cambio de las tal de sus detractores.
estaciones, de las cosechas, de la vi-
da); el otro es o se percibe (o se ima- Perro en diagonal
gina) como lineal, lo que transcurre y En una esquina formada por ángu-
no vuelve, esa fatalidad heracliteana los cerrados, debido a la inclinación
que nos atraviesa y nos envejece. de la cámara, está como atrapado
En estas copias veladas, marrones, GUILLERMO CERCEAU / ORLANDO BAQUERO© este perro que camina mal (tal vez
casi doradas, me hago consciente de tiene herida una pata) y que nos mi-
este segundo tiempo y de sus huellas. numérica, solo puede ser vista. Es co- la foto no permite distinguir pero que mismos y hasta qué punto, como escri- ra como si fuera una víctima. Sabe-
Esta mujer, a mi lado, y la muchacha mo si entre la imagen y quien la ob- yo sé que es una pared de ladrillos, la bió una vez André Breton, la existencia mos que el gato de Derrida inspiró
que me toma la mano, son posible- serva hubiera un grueso vidrio (eso medianera que separaba nuestra ca- está en otra parte. una reflexión sobre el sujeto, el Otro,
mente familiares, tal vez una prima es la pantalla), un muro, una distan- sa de la del señor que tenía los árbo- y la ética. El gato de Montaigne, el
lejana o una vecina, pero solo han so- cia inabarcable que no hace sino po- les de frutas que siempre estábamos * “Se ve claramente que no hay cien- loro de Flaubert, el perro de... Este
brevivido como extrañas (como des- ner un término definitivo a la tenden- robando. cia de lo accidental. Toda ciencia tiene pobre animal que no sería otra co-
conocidas: como objeto de una inte- cia interior de toda reproducción, la Imposible saber ni suponer, casi cin- por objeto lo que acontece siempre y sa que una criatura desgraciada ha
rrogante). Hasta aquí la experiencia escisión entre la mirada y el tacto. Es cuenta años más tarde, qué cosa me de ordinario”. Metafísica, libro sexto. quedado plasmado con cierta heroi-
normal, digámoslo así, de la contem- esta escisión, lo entiendo ahora, la que distrajo, por qué esta foto me inquie- cidad, de hecho, con cierta fiereza.
plación del pasado que quedó atra- en verdad me hace ver tan frágil, tan ta como si se tratara de esos dioses bi- Momento Son las líneas del encuadre las que
pado en un papel, gracias a un dis- indefenso, tan triste. frontes de los antiguos. Algo llamó mi Un muchacho salta sobre un charco y lo dotan de estas virtudes, dicién-
positivo técnico. Lo que no me puede atención, o tal vez mi padre hizo click uno de los grandes fotógrafos que han donos una vez más que no hay foto-
explicar la técnica y de lo que no en- Existencia, accidente, comprensión en el instante preciso en que me mo- vivido no solo consigue una foto mag- grafía inocente o neutra. Pero si me
cuentro consuelo es la constatación, Mi hermana menor, que moriría unos vía por moverme, como sucede a ve- nífica, sino que se convierte en un teó- permito este comentario tan banal,
más bien melancólica, de que todo lo diez años después de tomada esta foto, ces, sin otra razón que el movimiento rico del instante. Después vendrán los tan de crítico de fotografía, es por-
que la imagen preserva lo pierde la en un accidente que nunca compren- mismo, como la risa y otras alteracio- desmitificadores, los que carecen de que, entre el encuentro con el perro
vida, que la inmortalidad o la longe- dí (¡como si los accidentes se pudieran nes del cuerpo que nos hacen ser ni- talento, los historiadores y los críticos y la contemplación de la foto que to-
vidad vicaria de la imagen no es sino comprender, como si el ser accidental ños. Un accidente, tal vez sea esa la a decirnos que todo fue posado (es de- mó mi hijo, han pasado dos años y
una mentira, a veces cruel, porque no no fuera en sí mismo esa imposibili- respuesta. Entonces, la foto bifronte, cir, que el momento decisivo se puede mis emociones no han hecho sino in-
deja de recordarnos la infranqueable dad de entender! Aristóteles: “No hay ambigua, polisémica (lo digo en bro- manufacturar) y nada de eso logrará crementarse. En otras palabras, qui-
distancia entre lo que vemos y lo que ciencia de lo accidental”*), mira son- ma) es incomprensible. romper el encanto de esa imagen. El siera saber que el animal está bien,
podemos tocar, distancia que la foto- riente a la cámara porque, muy pro- La pregunta sería, entonces: ¿por instante no es ese momento de la rea- que encontró “un dueño” (¡que ex-
grafía digital hace más extrema. bablemente, estábamos riéndonos de qué lo que nunca será comprendido de- lidad que la suerte o el ojo agudo o la presión tan reaccionaria!), que tie-
El papel puede ser acariciado, besa- alguien (¿de mi padre, que tan seria- be o puede ser recordado? Argumentar sensibilidad privilegiada del fotógrafo ne quien lo cuide. Las líneas diago-
do, sostenido en las manos con amor mente hacía esfuerzos por meternos que la razón y la memoria son “funcio- sabe capturar para siempre, derrotan- nales, en verdad, no importan tanto
o con rabia. La foto que solo existe co- en el encuadre? ¿de nuestra última nes” separadas, como si viviéramos en do, por así decirlo, la arbitrariedad del como parece en la foto.
mo una configuración de electrones travesura? O mejor: de nada y de todo, el siglo XVIII, no me sirve de nada. Eso azar, imponiendo orden, segmentacio-
que se estrellan contra una pantalla como es la vida de los niños), mientras es precisamente lo que aprendemos nes, anclas y barreras en el flujo per- *Pertenecen a su libro Fotografías
(o una matriz de diodos que se encien- yo, distraído, miro hacia atrás, ambas de este tipo de imágenes: de cuán poco petuo de lo real (aunque nuestro fotó- imaginadas y otros encuadres. Caobo
den o apagan), según una disposición figuras colocadas contra un fondo que sirven las ideas heredadas de nosotros grafo filósofo parezca pensar eso). El Ediciones. 2019.
El ceremonial de la imagen
la conciencia, siempre apurada pa- roicidad al enseñarnos la grandeza
ra minimizar el impacto del conoci- de un momento, la belleza de un ins-
miento. Nietzsche se acercaba a esta tante que se basta a sí mismo, histo-
impresión al afirmar que teníamos rias congeladas para siempre como
arte para no morir de verdad. La fo- en la invención de Morel. Redundan-
“Las fotografías analizadas por Guillermo Cerceau, que solo podemos tografía se empeña en mostrarnos
una realidad, sin matices emociona-
cia absoluta.
Cerceau escribe sobre el impacto
imaginar, fijaron ese instante, detuvieron para siempre el segundo de les capaces de suavizar la carga tes- de las fotografías en su memoria. No
timonial. Las imágenes hacen vida analiza, aunque pudiera hacerlo, el
la partida, la fuga precipitada de la conciencia, siempre apurada para política, militan, presentan sus exi- encuadre de las imágenes, las mate-
minimizar el impacto del conocimiento” gencias y nos interpelan, argumenta
Guillermo. Ya no podemos estable-
máticas de su composición, la estilís-
tica o el simbolismo plástico. Se inte-
cer relaciones y apurar una cone- resa en su capacidad para indicar el
RICARDO BELLO del espejo se ha cumplido. La foto- mente, niega el cuerpo a partir del xión capaz de poner en movimiento contacto entre el cuerpo perfecto de
grafía muestra esa fisura entre lo cuerpo, habla de lo que está más allá dinámicas psíquicas. Las fotografías la imagen congelada y la mente cie-
Las fotografías no tienen pudor que somos y creemos ser, congela el de él. La fotografía hace el camino son monumentos, edificaciones no- ga, que no necesita de corporalidad
en mostrarnos una realidad ajena movimiento que hace posible cargar inverso, obstaculiza el esfuerzo de la bles, sólidas y perdurables, ajenas al alguna, que trasciende la materia y
a nuestro querer. Se empeñan en el cuerpo humano con significados voluntad por influenciar el volumen deterioro del tiempo, independientes se reconoce sorprendida en el cuer-
mostrarnos un momento de la vida. ajenos a su más estricta materiali- corporal y las formas materiales de de su historia, solidifican el pasado. po que una vez fue. Pero justamente
Las nuestras sobre todo: cuando el dad. Rilke detectaba en las escultu- nuestra identidad, su expresión físi- Lo contrario de otras formas artís- en ese reconocimiento de lo definito-
intento de incorporar a la visión al- ras de Rodin exactamente lo contra- ca final. La distancia intelectual en- ticas que precipitan el cambio: “Ah, rio, del pasado que acosa y niega el
guna instancia de subjetividad, aún rio: una carga de espiritualidad que tre lo que nuestro cuerpo afirma y lo que tú escapes el instante en el que presente, arranca la posibilidad del
la más frívola e inconsecuente, ha trasciende el cuerpo y lo ilumina con soñado deja de tener interés, se tor- habías alcanzado tu definición me- cambio. Somos el cumplimiento de
sido neutralizado, bloqueado para cierta energía encaminada a clamar na irrelevante. jor”, escribía Lezama Lima y más una promesa, el cambio constante, la
siempre. La carga emocional de la por el espíritu, la nostalgia de un Las fotografías analizadas por adelante: “Ah, mi amiga, si en el invitación al viaje.
mirada no puede ya distorsionar y aliento sobrenatural. La escultura Guillermo Cerceau, que solo pode- puro mármol de los adioses hubie-
amoldar el campo visual a sus inte- El Hijo Pródigo, o La plegaria, como mos imaginar, fijaron ese instante, ra dejado la estatua que nos podía *Fotografías imaginadas y otros
reses. La independencia psíquica, el también se le conoce, me viene a la detuvieron para siempre el segundo acompañar”. Las fotografías provo- encuadres. Guillermo Cerceau. Caobo
desprendimiento final de la imagen mente. La escultura, contradictoria- de la partida, la fuga precipitada de can nostalgia, son crueles en su he- Ediciones. 2019.
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 11 DE ABRIL DE 2021
Mariana Bunimov:
La Beauté a été Convulsive
Hasta el pasado Las dos entramos. Nos resguardamos
en el taller de la artista. Nos calen-
“A veces cuando estoy pintando o
en el estudio surge un lugar que pa-
30 de marzo tamos. Nos servimos una copa. Buni
generosamente comienza la antesala
rece que no tuviera tiempo y que está
dividido en espacios. Es un poco co-
estuvo abierta en de su exposición “La Beauté sera Con- mo la vida del inmigrante que vive en
vulsive” que se exhibió en París, en dos realidades. A veces estás aquí o
la Galerie Michel la Galerie Michel Rein, hasta el 30 de allá, pero el allá no existe en el aquí.
D
nimov transforma ese bombardeo de muestra las obras que van a la galería un suceso o un sentimiento” –Dice y allí solo aprendí la teoría. Paralela-
omingo, enero 24, 2021. Cin- imágenes que nos llegan en el espa- y las otras que se quedan en el taller. Bunimov. mente seguí mis estudios con Gladys
co días antes de la apertura cio público y el privado en parte de su Todas me cautivan. Algunas son gran- La detengo ante unos cambures Medina. Después de la invitación a la
de la exhibición La Beauté obra. Las hace íntimas a través de la des en lienzos, otras pequeñas obras que me guiñan el ojo. Le pregunto Bienal de São Paulo me fui a Nueva
sera Convulsive. Una tarde pintura. Ralentiza el procesamiento al óleo sobre papel o tela, varias son embriagada por esta obra y me res- York. Allí se dio un proceso en el que
lluviosa. París desolado. Sillas apila- de la información a través de los tra- dibujos diminutos. Me siento en una ponde: “Cambur Européenne”, es cuestioné la validez de la pintura. Se
das dentro de los restaurantes, cafés zos y el tiempo que le toma pintarlas. sala de edición de cine. Como si estu- una pintura que hice a principios del hablaba mucho del fin de la pintura
y bares. Todo cerrado. Shutdown. CO- Les orquesta una diégesis intensa, viera frente a los “fotogramas” o imá- 2020 a partir de otra más pequeña. El y la muerte del arte. Hoy en día en-
VID. No hay música en las calles. Po- profunda, oscura con rayos lumino- genes de una película espasmódica, tiempo estaba muy feo afuera. Cielo tiendo que las pinturas nos han ayu-
cos transeúntes. Dos o tres peatones. sos y como dice el título de la exposi- llena de contemporaneidad y dinamis- gris. Es una mezcla de lo natural y dado a ver durante los últimos 30000
Todos con máscaras. Pocos carros. ción les da un golpe convulsivo. mo. Digresiones y elipsis que sin fade lo urbano. Esa imagen existe en Ve- años. La cámara como dice Hockney
Menos autobuses o taxis. De pron- Al ver las obras sentimos que nos in pasan de un tema a otro completa- nezuela pero aquí no. El título usa la ve geométricamente, pero nosotros
to un rugido. Volteamos. Es como si sumergimos en sueños, metáforas o mente alejado de la línea narrativa palabra cambures que es una palabra vemos psicológicamente”. Se mudó a
un león se acercara. París es París alucinaciones. De estos lienzos brota con la que comienza el discurso, con muy nuestra y no bananas que es la París hace casi 20 años y allí vive y
y la Place de la Republique siempre un aura psicológica de lo pintado. Es violentos cortes y saltos. Una historia palabra que los europeos y los ame- crea sus obras.
es convulsa y está llena de gente que como si un inconsciente quedara des- llena de otras historias sin relaciones ricanos utilizan. Me viene la idea de Hace unos cinco años volvió defini-
protesta por cualquier razón. Alzan nudo delante de los ojos ingenuos que o nexos que sin embargo, enriquecen una suerte de ironía, del romanticis- tivamente a la pintura. Fue un inten-
su voz bajo un cielo muy gris. Muchas se acercan a disfrutar una belleza inu- el conjunto de la muestra y resigni- mo de la pintura de la naturaleza co- to por separarse de la tecnología que
razas. Demasiado color lavándose en sitada y desprevenidos son asaltados fican todo amarrándolas y dándoles mo si la pintura fuese más vieja de siente que la devora. Quería ir más
la lluvia. Consignas. Carteles. Mira- por lo que yace bajo esos trazos per- sentido en la belleza. lo que es. Es un rescate por tratar de lento. Deseaba conectarse a una ac-
mos. Me distraigo. Caigo en un char- turbadores cromáticamente perfectos “Este trabajo es una especie de dia- estar en un lugar que no existe”. tividad que contrariamente a las ins-
co. Pies mojados, empapados. Bote- que nos seducen con su aesthesis, pero rio, en el que puedo pintar a mi hi- Mariana Bunimov es una mujer ve- talaciones que dependen de mucha
lla de vino en mano. Un clochard nos que están llenos de picante y un pinch ja Clara y al día siguiente hacer un nezolana de pura cepa insertada en gente, solo dependiera de ella, de su
mira. Extiende su mano. En nuestras o punto de burla. Son composiciones fantoche que es una serie de milita- Europa, con apellido y sangre rusa y inspiración. La pintura es intimista
manos milhoja de praliné de Jacques virulentas, envenenadas de signifi- res. Un tema suave como puede ser por supuesto venezolana. Su pintu- e individual y solo depende de quien
Genin. La mejor de París. Dos muje- cados no intencionales a veces y bus- una niña tocando el piano acompaña ra es de una belleza tan perturbado- pinta. Con sus trazos Mariana conju-
res que caminan apresuradas por la cados otras. Son puertas a un mundo al militar corrupto latinoamericano. ra que crea un lugar inexistente. “El ga el verbo convulsionar en pasado,
rue de Chateau d’eau hasta cruzar en onírico a través de los ojos, las manos Son dualidades de la vida. Veo de esa presidente de todos los museos de presente y futuro para producir be-
la rue de Lancry. Abre la santamaría. y el talento de Mariana. manera fragmentada. Trato de bus- Paris, Chris Dercon, dijo en una vi- lleza.
L
uisa Duarte es artista plástico la tecnología digital. Gracias a esta, precisamente en los elementos ex-
y arquitecta. Nació en Cara- la posibilidad de crear formas con di- presivos que la artista utiliza: forma,
cas, vivió y se formó en Mara- ferentes enfoques y perspectivas se luz, transparencia, color. Con ellos es
caibo y desde hace unos años vuelve descubrimiento y revelación. como la artista sugiere aquellos espa-
reside en Houston, Texas. Este reco- El color –y, por tanto, sus matices, cios que se le develan a través de la
rrido geográfico –y vivencial– es más tonos y transparencias– en combi- memoria, y, sobre todo, a pesar del
que un señalamiento biográfico. Es nación con las formas, se enriquece tiempo.
el eje conductor que nos permitirá con los múltiples pases que la artis- Recientemente Luisa Duarte expuso
aproximarnos a la artista y a su obra. ta realiza a una misma pieza con la en el Atrium del icónico edificio TC
Su lenguaje es abstracto. Lo traba- PINTURA + COLLAGE + ACCIÓN DESMANTELADA” / LUISA DUARTE© impresora digital. Esta se vuelve la Energy Building, (anteriormente el
ja tanto en su expresión más lírica e herramienta fundamental. Es así co- Bank of America Building), diseñado
informal como en hermosas composi- Esta apertura o versatilidad le per- una pintura de factura informal, mo dominando este medio la artista por el reconocido arquitecto Phillip
ciones geométricas. No obstante, ca- mite ampliar el campo de sus investi- de gran formato, ha sido recortada se plantea a través de la forma y el Johnson. La muestra, curada por la
be señalar, el pase de una modalidad gaciones con la voluntad expresa de en pequeños segmentos y converti- color develar contenidos que sugie- empresa Kinzelman Art Consulting,
a otra no se explica cronológicamen- no encasillarse en una opción deter- da luego en un collage de carácter ren frágilmente espacios y geografías se tituló Inseparable Ties (Lazos inse-
te. Resultan de situaciones formales minada. Deja abierta la posibilidad geométrico; o, lo vemos cuando tra- que habitan en su memoria. Enton- parables). Allí se visualizaban piezas
y anímicas que pueden ocurrir a un para que lo impredecible, así como baja imágenes integrando ambos es- ces, no solo la mancha evoca a aque- relativas a los temas sustanciales de
mismo tiempo. Todo depende de los lo razonablemente calculado, funcio- tilos: por ejemplo, en Los centinelas, llos territorios de sequía de Maracai- esta artista: el hogar, la fragilidad, la
medios y las técnicas que ella utili- nen simultáneamente en su proceso monotipos cuyas formas son geomé- bo. También los planos superpuestos, memoria, los recorridos territoriales
ce, sea pintura o impresión sobre pa- creativo. Ello ocurre en sus imáge- tricas, pero en su interior, las man- diferenciados con diversos matices y los lazos o vínculos, eje central de la
pel, así como de la intención concep- nes o composiciones como también chas sugieren texturas que resultan de color, aluden a espacios persona- exposición, vistos en diversas series y
tual que subyace en cada una de sus en la escogencia y uso de sus mate- del frotado de tinta sobre el papel. El les como aquella casa suya que ya no medios expresivos que Luisa Duarte
series. riales. De este modo, vemos cómo conjunto le permite a la artista ex- es, proyecto último en el que trabajó realizó en los últimos 10 años.
EL NACIONAL DOMINGO 11 DE ABRIL DE 2021
Papel Literario 5
E
l 15 de septiembre de 1990 –ha-
ce ya treinta años– asistimos a
la única retrospectiva que se
A
leafar en el espejo es Rafae- a sí misma, sino regresar de ella con
la Baroni Miliani, nacida conocimientos, que es una constan-
en la Mesa de Esnujaque, te en este tipo de experiencias mís-
Trujillo, el 1 de noviembre ticas, conocimientos para hacer el
de 1935, y encaminada hacia lo que bien a quienes padecen enfermeda-
pareciera ser su muerte definitiva, el des. Y le permitió también compro-
pasado 8 de marzo del presente 2021, bar que no es en la muerte donde
dos fechas de especial significación necesariamente está el mal, ni que
para quien hizo de su vida un diora- esta es un castigo, muy al contrario
ma de símbolos dramatizados. Llega la muerte es un espacio de paz y so-
al mundo el Día de Todos los Santos, siego. Por eso tranquilizaba a los mo-
y sabemos, por las muchas palabras ribundos, por eso representó infini-
que en su momento le escuchamos y dad de veces su velatorio y cortejo
por otras tantas que hemos leído, que fúnebre, y por eso se refugiaba en su
estos le fueron una constante compa- urna cuando emocionalmente algo
ñía. Se despide del mundo el Día In- la agobiaba, o cuando no encontra-
ternacional de la Mujer, ella siempre ba plasmar alguna imagen que daba
mostró con especial teatralidad y no vueltas en su cabeza… o que la ma-
poco orgullo, los “sufrires” y las po- dera le decía.
tencias de su condición de mujer; a
diario, sin estridencia alguna, entre Las formas ocultas de la madera
sirena y oráculo, talló su podio sin Rafaela Baroni tenía una facultad es-
disputárselo a nadie. pecial para develar las “formas ocul-
Reconocida especialmente como ta- tas” de los trozos de madera, parti-
RAFAELA BARONI / FERNANDO BRACHO BRACHO©
llista (todas sus obras son en madera, cularmente (no exclusivamente) las
aunque tiene algunas pocas pinturas años. Comenzó con un dolor de cabe- se sabe, también son una especie de raíces. Richard Sennett señala esto
e innumerables costuras; además su za demasiado terrible y así estuve du- espejos) para curarla, como una en- como la tercera habilidad del arte-
principal herramienta fue la nava- rante siete meses. Sentí un tremendo fermera que ayuda a los padecientes. sano: localizar, indagar y develar. Es
ja), sin duda trasciende esa denomi- tortazo en mis ojos y se me alivió el La Virgen le dice, “búscame para que también la idea aristotélica de “cau-
nación, y le es más apropiada la de dolor de cabeza, pero entonces, me te mires en mí, para poderte curar”. sa”, que refiere aquello por lo que al-
“Imaginera”, tan utilizada en el arte quedé sin hablar y sin la luz de mis Es mirándose en la Virgen como ella go es, o llega a ser; lo que está, aun
popular. Creadora de mundos tam-
bién en costuras y tejidos, ensam-
ojos… Así pasaron estos dos años
durante los cuales soñé tres veces se-
se cura, y siendo que en ese espejo a
quien ve es a sí misma, también ella
fue Rafaela un sin develarse completamente, en la
materia, y que llega a ser gracias a la
blajes, poemas-canciones, artes de guido con la Virgen del Espejo”. En podrá curar. Cuenta la propia Rafae- ser preocupado intermediación de un demiurgo, en
el sentido platónico del término, de
la adivinación, curaciones y reme- esos sueños la Virgen se le presenta la: “Yo le decía a mi mamá que que-
dios, performances, actos de la tradi- en forma de niña y le anuncia: “Soy ría estudiar medicina y no me deja- por hacer y un artesano según Sennett, o de un
tallador en la completa figura de Ra-
ción cultural, fue Rafaela un ser pre-
ocupado por hacer y componer, en
la Virgen del Espejo y te vengo a cu-
rar… búscame para que te mires en
ron porque yo era la mayor (sic) de
mi casa… Me gané el título de enfer- componer, faela Baroni. Primero la forma na-
el sentido de mejorar o curar, y por
mostrar los mensajes que en su ima-
mí, para poderte curar”. Esta rela-
ción entre Virgen y espejo ha sido de
mera en seis días y trabajé durante
diecisiete años como tal…”.
en el sentido tural del pedazo de madera o la raíz,
luego la forma y el movimiento dado
ginación una mano divina parecía ha- antiguo estudiada; por ejemplo Hans El decir popular señala que los ojos de mejorar por la mano humana, como si tallar
fuera un develamiento.
ber colocado. Bidermann dice: “… el espejo es un son el reflejo del alma, pero los ojos
símbolo de María, ya que en la Virgen de Rafaela nada reflejaban porque o curar” Tres elementos principalísimos
Como es adentro es afuera María se reflejó y se reprodujo Dios estaban oscuros, ella estaba ciega; en las tallas de Rafaela Baroni, que
El principio medieval de explica- por medio de su fiel trasunto Jesús su alma (su fuerza vital) se le mos- de quince o treinta años vuelve a pa- son absolutamente dialogantes: Las
ción del mundo dice: como es arriba sin herir y alterar el espejo mismo”. tró en un espejo-sueño para el que sar otra vez”. imágenes católicas y o bíblicas; cier-
es abajo, lo que hay en la tierra es el Es como si Rafaela Baroni hubiese no necesitaba ojos. La Virgen la res- Rafaela entraba así en una espe- ta alegría, picardía, armonía; colori-
reflejo del orden celestial, hechura sido escogida doblemente: para ala- cata y le da una facultad adicional, cie de aleph (todos los tiempos) de do y exuberancia de naturaleza. Pue-
del aliento divino a su imagen y se- bar a la Virgen representándola, y pa- la de leer lo oculto, intuir las formas, las vidas de los “consultantes”; en de haber seriedad en algunas piezas,
mejanza. En el caso de Rafaela Baro- ra alabarse a sí misma representán- quizá una especie de tercer ojo. Es sus laberintos, en los que va des- pero no hay tiesura ni rigidez en las
ni, todo lo que ella construyó fue da- dose en la Virgen. En esa imagen de una facultad adivinatoria que en ella entrañando el camino con la intui- tallas de Rafaela. Son, en general,
do por el mensaje de su muy honda la Virgen del Espejo, se manifiesta la comienza “leyendo” la cédula de las ción-imaginación, que no necesita piezas muy lúdicas, frescas, felices.
creencia católica. Esa creencia, y los ancestral idea de que la imagen refle- personas: “… cuando yo quedé ciega ojos. Y también sin mirar, con el pu- Decía Rafaela que Aleafar fue un
órdenes socialmente impuestos que jada y el modelo real están unidos en empecé a ver a los enfermos por me- ro tacto (porque no utilizaba agujas) nombre que se le ocurrió. Como Ale-
de ella se desprenden, la definieron una correspondencia mágica, que en dio de la cédula, por la fecha de na- de quien no requiere de la vista (ni afar es ella misma (de hecho muchas
psicológicamente. algunos casos puede conducir a que cimiento y describía a la persona… bastón), tejía, creando nuevas for- de sus obras las firmó con ese nom-
Pudiéramos aventurar la idea de el espejo retenga el alma o la fuerza le iba diciendo cómo era sin poder mas o quizá recreando mapas o man- bre), lo que creo es que cuando ella
una extra-sensorialidad en Rafaela vital de la persona reflejada. Pero en verla… Yo sé lo que es un presente, dalas que son un atributo divino y vio a la Virgen del Espejo, también
Baroni a raíz de un evento de cata- el caso de Rafaela Baroni, su fuerza un futuro, un pasado. Lo que está pa- también una forma de encantamien- vio su nombre reflejado en ese espe-
lepsia que se convertiría en una ex- vital no es retenida, sino al contrario sando o lo que pasará o se devolverá, to. Dice Cirlot que hilar, y también jo, y Aleafar, que parece nombre de
periencia mística y marcaría defini- es liberada (o encausada) por la ex- porque la vida es igual que una cre- cantar es una acción equivalente a flor, fue la flor que ella descubrió en
tivamente su hacer. “Un día quedé trema bondad de la Virgen que se le ciente. Es más o menos así: que hoy crear y mantener la vida; y cantar sus manos cuando abrió los ojos, de
completamente ciega durante dos manifiesta en sus sueños (que como pasó por aquí una creciente y dentro fue otro de los “oficios” de Rafaela, regreso del Edén.
EL NACIONAL DOMINGO 11 DE ABRIL DE 2021
Papel Literario 7
¿
NELSON RIVERA
L
a puja entre un coleccionista en China y
otro en Nueva York apenas duró 10 mi-
nutos. La última suma cantada y el silen-
cio de uno de los postores precedieron al
golpe de martillo del subastador, adjudicando
la venta por 84 millones de dólares del Tríptico
inspirado en la Orestíada de Esquilo (1981), de
Francis Bacon. El 29 de junio de 2020, en medio
de la pandemia que había confinado a más de
tres mil millones de personas en el mundo, So- TRÍPTICO INSPIRADO EN LA ORESTÍADA DE ESQUILO (1981) / FRANCIS BACON©
theby’s decidió realizar su primera subasta glo-
bal digital en tiempo real, a través de pantallas Las Euménides (las benévolas) es la tercera expresó el artista en una entrevista. Si bien el lo que sentía en su interior: “El centro en mí es
en docenas de capitales alrededor del mundo, representación, siendo su título un eufemismo, objetivo de la tragedia griega era incitar a la ca- siempre y eternamente un extraño dolor salvaje,
reinventando de esa forma su negocio. ya que, bajo ese título, oculta a las innombra- tarsis en el espectador, Bacon se apropia de su una búsqueda de algo situado más allá de lo que
Es difícil saber si el coleccionista de Nueva bles Erinias, las diosas de la venganza que per- iconografía para exorcizar algo en sí mismo, sin el mundo contiene, algo transfigurado e infinito”.
York que adquirió la obra conocía la historia seguirán a Orestes, culpable de matricidio. En embargo, el tríptico de Bacon no es secuencial y
subyacente en tan cotizado tríptico o la adquirió esta última pieza, Orestes, Apolo y las Furias tampoco tiene progresión ni resolución de la tra- Francis Bacon o el desmembramiento
a sabiendas de que una obra producto del dis- comparecen ante el Areópago (roca de Ares), ma, siendo la catarsis el acto final de toda trage- de las certezas
curso coherente de un artista es una inversión donde el tribunal de Atenas decidirá la suerte dia griega. Como explica Michael Peppiatt, “Ba- En sus obras, la identidad del sujeto plasmado
más atractiva y menos riesgosa que apostar en de Orestes. Serán los hombres quienes lo juzga- con no intenta purgar sus turbulentas pasiones, en el lienzo se transfigura en rostros contorsio-
la bolsa de valores. En todo caso, la Orestíada, rán, no la justicia divina. al contrario, en su masoquismo profundamente nados en trance de desdibujarse. Esa tosquedad
trilogía dramática escrita por Esquilo en 458 a. Francis Bacon (1909-1992), en la plenitud de arraigado, el artista eligió el dolor constante so- con la que desechó los convencionalismos y apa-
C, la componen las piezas “Agamenón”, “Las su vida artística, revisita esta tragedia para bre la catarsis” (Francis Bacon; Anatomía de un riencias de la pintura figurativa, la describe De-
Coéforas” y “Las Euménides”, unidas por una recrear y trasponer rasgos de su atormenta- enigma, 1996). leuze cuando lo entrevistó en 1984: “La mayoría
misma trama de venganza, crimen y desola- da personalidad. En el primer lienzo, colgando A propósito de la exposición Francis Bacon en de los cuadros son siempre convención, aparien-
ción, leitmotiv de los personajes. dentro de una jaula virtual, una bestia se re- el Museo del Prado (2009), el periodista José de cia, y es eso es lo que intento eliminar de mis pin-
La primera parte se sitúa al final de la guerra tuerce de dolor a causa de una herida profun- Segovia escribió en su reseña: “El pintor irlandés turas. Busco lo esencial, que la pintura asuma de
de Troya y versa sobre el regreso del rey Aga- da, mostrando al fondo una puerta entreabierta intentó plasmar en sus pinturas la esencia del ser la manera más directa posible la identidad ma-
menón a la ciudad de Argos. Su esposa, la reina que deja colar un torrente de sangre. El panel humano, que no era para él otra cosa que una dis- terial de aquello que representa. Mi manera de
Clitemnestra lo espera ansiosa por asesinarle central muestra una figura decapitada sobre un torsión. Sus personajes aparecen enjaulados co- deformar imágenes me acerca mucho más al ser
en venganza por la muerte de su hija Ifigenia, fondo púrpura evocando los telones que Clitem- mo animales, aunque no dejan de ser hombres. Es humano que si me sentara e hiciera su retrato.
a quien el rey ofrendó en sacrificio a la diosa nestra ordenó colgar antes de asediar y asesi- un mundo de personas que han perdido la cabeza Consigo una mayor cercanía mientras más me
Artemisa a cambio de vientos favorables para nar a su esposo. En el lienzo de la derecha, una o gritan pidiendo ayuda. La obra de este artista, alejo”. (Gilles Deleuze, Francis Bacon. Logique
su flota. En la segunda parte de la trilogía, el eje enigmática figura desdibujada, se encuentra en vez de escandalizarnos, debería producirnos de la sensation, 1984).
de la acción se centra en el coro, compuesto por confinada a unos límites que la enclaustran y una tremenda compasión”. A pesar de su vida Michael Peppiat, amigo del pintor y autor de la
las portadoras de libaciones o Coéforas, escla- de los que intenta salir desplazándose hacia el desenfrenada, Bacon expresaba con humildad biografía arriba citada, lo describe así: “Encan-
vas de la casa del rey que acompañan a Electra umbral de una puerta entreabierta hacia la na- tador y seguro de sí mismo, con una vena sado-
y Orestes, hijos de Agamenón, a la tumba del da. El cuerpo está distorsionado más allá del re- masoquista, llevó una vida siempre encaminada
rey asesinado. En el camino, narran la vengan- conocimiento, ni siquiera se refleja en el espejo. a los extremos”. Los excesos del pintor, su fasci-
za que culminará con la muerte de Egisto, el nación por Proust, T.S Eliot, Tiziano, Esquilo o
usurpador del trono y de Clitemnestra a manos “Un extraño dolor salvaje” Velázquez, así como su atracción por lo munda-
de su propio hijo. Acto que convoca a las Furias, Siendo un lector apasionado, Bacon se reencon- no, sus borracheras y orgías sexuales con muje-
que desde ese instante perseguirán a Orestes, tró con Esquilo al leer el libro de William Bedell res y hombres lo convirtieron en una leyenda en
haciendo de su vida un suplicio. (Aeschylus and his Style: a Study in Language
and Personality, 1942), sintiéndose conmovido
Bacon desacraliza los clubes nocturnos londinenses. Dicho autor
desnuda las pulsiones del artista, refiriéndose a
“Pero es ley que las gotas de sangre
vertidas por tierra exigen otra sangre.
por “algo muy poderoso y fundamental sobre
la existencia humana”. La tragedia de Ores-
el cuerpo humano, su inusitada pasión de visitar los zoológicos para
observar durante horas a los animales enjaula-
Homicidio grita la Erinia, que en nombre tes sacudió la fibra sensible de su propia vida, pintando lo abyecto dos, con la idea de comprender y plasmar en sus
de las primeras víctimas inspirándolo a plasmarlo en esos tres lienzos: telas al hombre, como ser instintivo e inhumano.
envía calamidad sobre calamidad”. “Esquilo me abre las válvulas de la sensación”, e innoble” Para Bacon, “la civilización encubría una mara-
ña de furias y bramidos de miedo, escondidos en
la mayoría de los individuos”.
En el valioso ensayo de Adolfo Vásquez Rocca,
Francis Bacon. El cuerpo como objeto mutilado,
el autor analiza el porqué de la serie de cuerpos
crucificados, contorsionados, mutilados, con
rostros en el límite de la desaparición, que lo
convirtieron en un referente crucial de la pin-
tura posterior a la Segunda Guerra Mundial:
“Cuando los basamentos modernistas parecie-
ron desfallecer, Bacon pone de manifiesto el cho-
que de fuerzas que se origina en el mundo occi-
dental: por un lado la vertiente racionalista, por
otro, la vertiente organicista, en el centro Bacon,
sosteniendo en espacios ascéticos los cuerpos
que se desmiembran en esa lucha por la fijeza,
por la estabilidad jamás conseguida”.
Bacon desacraliza el cuerpo humano, pintan-
do lo abyecto e innoble subyacente en el interior
de todo individuo, esas pulsiones contenidas que
los totalitarismos y las guerras del siglo XX des-
pertaron e hicieron emerger desde lo más oscuro
del corazón de los hombres. En sus retratos, el
rostro humano es representado con la intención
de que la identidad del sujeto, sus rasgos, su yo,
comiencen a borrarse, a desdibujarse. Los ros-
tros clamando a la nada y las figuras desmem-
bradas o animalizadas que Bacon pinta con ob-
sesión serial, representan el dolor y el horror del
lado siniestro de nuestra civilización. A la vez
repulsiva y fascinante, la obra de Bacon refleja
el desmembramiento de las certezas del mundo
FRANCIS BACON EN SU ESTUDIO (1980) / JANE BOWN© actual.