con el incompresible Un flujo se clasifica como compresible o incompresible, dependiendo de la variación de la densidad en el flujo. La incompresibilidad es una aproxi- mación y se dice que un flujo es incompresible si la densidad permanece casi constante en toda la extensión del flujo. Por lo tanto, el volumen de todas las porciones del fluido permanece inalterado durante su movimiento, cuando el flujo (o el fluido) es incompresible. En esencia, las densidades de los líquidos son constantes, de donde es típico que el flujo de éstos sea incompresible. Por lo tanto, suele mencionarse que los líquidos son sustancias incompresibles. Por ejemplo, una presión de 210 atm causa que la densidad del agua líquida a 1 atm cambie en sólo 1%. Por otra parte, los gases son altamente compresibles. Por ejemplo, un cambio en la presión de sólo 0.01 atm causa un cambio de 1% en la densidad del aire at- mosférico. Los flujos de los líquidos, con una buena precisión, son incompresibles, pero la variación en la densidad en los flujos de gases y, como consecuencia, la exactitud de aproximación que se hace al modelar esos flujos como in- compresibles depende del número de Mach, definido como Ma V/c, en donde c es la velocidad del sonido cuyo valor es de 346 m/s en aire a la tem- peratura ambiente al nivel del mar. A menudo, los flujos de gases se consi- deran incompresibles si los cambios en la densidad están por debajo de alrededor de 5%, que suele ser el caso cuando Ma 0.3. Por lo tanto, se pueden despreciar los efectos de la compresibilidad del aire a velocidades por debajo de alrededor de 100 m/s. Nótese que el flujo de un gas no es necesaria- mente compresible. Aun los cambios pequeños en la densidad de los líquidos correspondientes a grandes cambios en la presión pueden tener consecuencias importantes. Por ejemplo, el irritante “golpe de ariete hidráulico” en un tubo de agua es cau- sado por las vibraciones de éste generadas por la reflexión de las ondas de pre- sión que se tienen después del cierre repentino de las válvulas.
Flujo laminar en comparación con el turbulento
Algunos flujos son suaves y ordenados, mientras que otros son un tanto caóti- cos. El movimiento de fluidos intensamente ordenado, caracterizado por capas suaves, se conoce como laminar. La palabra laminar proviene del movimiento de las partículas adyacentes de fluido reunidas en “láminas”. El flujo de los fluidos altamente viscosos, como los aceites a bajas velocidades, comúnmente es laminar. El movimiento altamente desordenado de los fluidos que, en gene- Laminar ral, se tiene a altas velocidades y que se caracteriza por fluctuaciones en la ve- locidad se conoce como turbulento (figura 6-9). Lo común es que el flujo de fluidos de baja viscosidad, como el aire a altas velocidades, sea turbulento. El régimen de flujo influye mucho en la potencia requerida para el bombeo. Un flujo que se alterna entre laminar y turbulento se conoce como de transición. De transición Flujo natural (o no forzado) en comparación con el forzado Se dice que el flujo de un fluido es natural o forzado, dependiendo de la mane- ra en que se inicia el movimiento de ese fluido. En el flujo forzado, se obliga Turbulento a un fluido a desplazarse sobre una superficie o dentro de un tubo por medios FIGURA 6-9 externos, como una bomba o un ventilador. En los flujos naturales, cualquier Flujos laminar, de transición y movimiento del fluido se debe a medios naturales, como el efecto de flotación, turbulento. que se manifiesta como la subida del fluido cálido (y, por consiguiente, más Cortesía de ONERA, fotografía tomada por Werlé. ligero) y la caída del más frío (y, por lo tanto, más denso) (figura 6-10). Por