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S.

Giménez-Roldán, et al
revisión

Examen del estado Mini-Mental: propuesta


de una normativa para su aplicación
S. Giménez-Roldán, M.J. Novillo a, E. Navarro, J.L. Dobato, M. Giménez-Zuccarelli a

Resumen. El examen del estado Mini-Mental (EEMM) es actualmente una de las herramientas más influyentes en la
valoración y búsqueda de alteraciones cognitivas, aun a pesar de determinados interrogantes con respecto a su validez.
Aunque se ha generalizado la utilización informal de varias traducciones del EEMM en lengua castellana, al no haberse
validado éstas ni estar apenas especificada su aplicación formal, las imprecisiones inherentes a la prueba podrían estar
acentuadas en nuestro país. Su consecuencia más grave sería la de verse sobrestimado el diagnóstico y prevalencia real de
las demencias. No sólo es urgente disponer de una versión en español del EEMM validada, sino que ésta debería contemplar
la influencia que el nivel educativo y la edad poseen en su ejecución entre nuestra población. Una validación del EEMM para
su uso en España requeriría también tomar en consideración posibles diferencias en la respuesta a determinadas variables
de la prueba entre unas y otras comunidades autónomas. Con el fin último de desarrollar una versión del EEMM que mejore
las actualmente existentes, proponemos en este trabajo un método que uniformice y mejore la aplicación de esta prueba y
que está basado en una amplia experiencia en la aplicación del EEMM en pacientes neurológicos hospitalarios [REV
NEUROL 1997; 25: 576-583].
Palabras clave. Examen del estado Mini-mental –versión española–. Metodología. Mini-mental estandarizado.

Summary. The Mini-Mental State Examination (MMSE) is currently one of the most widely used tools for the assessment and
screening of cognitive impairment despite a number of issues raised regarding the sensitivity of some subtests and the negative
impact of advanced age and poor education. The informal use of invalidated and poor quality translations of the MMSE into
Spanish language is widespread, and presumably this further increases some of the uncertainties linked to this test. The result
may be misleading, not only as it may overestimate the prevalence of dementia but because it decreases interrater consistency
with a view to epidemiological projects. A validated translation of the MMSE into Spanish is therefore much needed. Such
a versión would not only pay attention to educational and age issues but it would also take into account potential cultural
and linguistics inter-community difference of sume subtests when specifically applied in Spain which may represent another
potential source of inconsistency throughout the country. Furthermore, subtle inhomogeneities in the way the test is admin-
istered may result in gross intra-rater and inter-rater variability, hence further decreasing reliability. On the basis of
experience gained from a large hospital-based experience in administering the traditional MMSE to neurological patients
we propose a standardized version to apply MMSE in Spanish with the alm to improve reliability. This is a preliminary step
toward developing a reliable and sensitive Spanish version of the MMSE [REV NEUROL 1997; 25: 576-583].
Key words. Mini-Mental State Examination –Spanish version–. Methodological issues. Standardized Mini-mental.

Introducción proyectos de investigación sobre la demografía e historia natural


La utilidad de un examen neuropsicológico abreviado –una ‘mi- de las demencias (Shore et al, 1983; Rubin et al, 1989; Pi et al,
niescala’– capaz de discriminar de forma rápida entre normali- 1996).
dad y anormalidad cognitiva en la población de edad avanzada Al lado de las ventajas de un test que ofrece medidas cuantita-
es evidente. El Mini-Mental State Examination (‘Miniescala Men- tivas y cuya aplicación apenas lleva unos minutos (Feherer et al,
tal’, traducción incorrecta pero arraigada en nuestro medio) fue 1992), el EEMM ha sido objeto de críticas. Aparte de la reducida
diseñado por los Folstein (Folstein et al, 1975) como un instru- sensibilidad de algunos de sus apartados (Dick et al, 1984; Nelson
mento válido a estos fines. El examen del estado mini-mental et al, 1986; Galasco et al, 1990), y de la influencia negativa que
(EEMM) ha alcanzado una enorme popularidad en sus casi vein- ejercen sobre su puntuación la edad y nivel educativo de la persona
te años de existencia, habiéndose convertido en instrumento de examinada (Jorm et al, 1988; Fillenbaum et al, 1988), uno de los
uso casi obligado no sólo en la evaluación y seguimiento rutina- aspectos más cuestionables del EEMM es el escaso énfasis que
rio de pacientes en quienes se sospecha deterioro cognitivo pone en un aspecto crucial de las demencias como es el examen de
(Morris y Fulling, 1988) sino en complejos y a veces costosos la memoria (Kokman et al, 1991).
Otro aspecto queresta consistencia a la prueba es la falta de
una normativa clara respecto al modo de administrarlo e inter-
Recibido: 19.07.96. Aceptado: 10.08.96. pretarlo. Aunque en la versión original de la EEMM se hace
Servicio de Neurología. Hospital General Universitario Gregorio Mara- mención al modo de pasar el test (Folstein et al, 1975), ésta se
ñón. Madrid, España. a Psicólogos clínicos. refiere más a la actitud que ha de mostrar el examinador que a
Correspondencia: Dr. S. Giménez Roldán. Servicio de Neurología. Hospital una normativa concreta sobre cómo ha de presentarse la prueba.
General Universitario Gregorio Marañón. Doctor Esquerdo, 42. E-28007 El propósito principal de esta comunicación es señalar algunas
Madrid. Fax: (91) 586 8018. fuentes de error comúnmente observadas en la aplicación del
© 1997, REVISTA DE NEUROLOGÍA EEMM y sugerir una normativa sobre la manera de aplicarlo en

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su versión actual de modo que, al tipificar ésta, se incremente su Aspectos generales en la aplicación
fiabilidad y reduzca la variabilidad intraobservador (Molloy et del EEMM
al, 1991). En la tabla I se muestran las frases exactas con las que solicitamos
al paciente que realice el EEMM. Se trata de una traducción libre
del original (Folstein et al 1975) que añade a su inteligibilidad para
El problema de una versión nuestra población un modo estandarizado en plantear las diferen-
en lengua castellana del EEMM tes preguntas de la prueba que evita sesgos personales, a veces
Aunque existe una traducción del EEMM para su uso entre la tendenciosos, en provocar una determinada respuesta. En su tra-
población hispánica de norteamérica (Escobar et al 1986), lo cier- bajo original, los autores (Folstein et al 1975) sugirieron ciertas
to es que circulan en España diferentes traducciones anónimas normas respecto a la actitud que ha de mantener el examinador con
(Gómez Isla et al 1993), algunas inexactas, cuyo uso se ha hecho el enfermo, pero apenas concretaron sobre el modo específico de
cotidiano en muchos de nuestros hospitales y ambulatorios. La cómo se ha de presentar la prueba. La necesidad de mantener una
prueba fue diseñada pensando en la población norteamericana de cierta empatía entre médico y enfermo es evidente. Si se quiere
forma que varios de los subapartados de ésta bien podrían tener un evitar una cierta sensación inicial de alarma (el paciente podría
significado ambiguo al aplicarlos sobre la población en nuestro interpretar de otra manera que se está poniendo en cuestión su
país. Si añadimos que la normativa originalmente propuesta para estado mental) solemos decirle que se le va a hacer un pequeño
su aplicación es limitada (Folstein et al 1975) y que la interpreta- test, una prueba muy sencilla, sólo para ver cómo está su memoria.
ción de la validez o incorrección de las respuestas en nuestro Se debe rogar insistentemente a los familiares presentes durante
medio son de libre interpretación, no es aventurado sacar la con- la entrevista que bajo ningún concepto han de intervenir, incluso
clusión que la fiabilidad del EEMM en nuestro entorno probable- si observaran algún fallo en la comprensión o ejecución del test.
mente resulte aún mas baja que en la versión original. Por desgracia –incluso tras esta advertencia– no es raro que, ante
El camino para conseguir una herramienta fiable que permita una mirada dubitativa, se apresuren a apuntar al presunto enfermo
emprender estudios cooperativos en la población española no es la respuesta correcta.
desarrollar un test enteramente nuevo de carácter local sino adap- Conocida la influencia que los años de escolarización tienen
tar el EEMM a nuestra lengua y a nuestras circunstancias y saber sobre el EEMM, éste es un dato que debe recogerse de manera
en qué medida sus resultados han de ser corregidos en función de rutinaria antes de su aplicación. Solemos preguntar sobre la edad
otras variables relevantes en nuestra población. Con cierta ironía, a la que dejó de estudiar, generalmente más fácil de recordar que
aunque no sin razón, una colega gallega nos hacia ver la paradoja la edad a la que se entró a la escuela. Si asumimos que, para la
de preguntar –en la versión del EEMM que tenía– sobre un ‘campo inmensa mayoría de las personas actualmente vivas con más de 65
de trigo...’ en una región donde este cereal no se cultiva. El EEMM, años, su escolaridad seguramente se inició en torno a los seis años
en efecto, no es exportable a cualquier cultura ni a todas las len- de edad, podemos obtener una idea bastante aproximada del nivel
guas (Kua y Ko, 1992). de escolaridad alcanzado. Si la respuesta fuera –por ejemplo– que
determinada persona dejó de estudiar a los 14 años, calcularíamos
su escolaridad en 8 años. Este dato debe de constar en la hoja en
Administración del examen del estado Mini-mental: la que se administra el test. Debemos recordar que para la pobla-
fuentes de error y propuesta de una normativa ción hispana de Los Angeles una escolarización igual o inferior a
Hasta alcanzar esa meta será obligado clarificar antes ciertos aspec- 8 años condiciona sensiblemente la puntuación obtenida en el
tos metodológicos, uno de los cuales se refiere a la normativa de su EEMM (Escobar et al 1985) y que en un medio rural español, en
aplicación. Desatender este aspecto en la ejecución de la prueba la actualidad, este nivel de escolarización apenas alcanza al 0,7%
introduce una variabilidad ‘intra’ e interobservador suficientemen- de los varones y al 0,2% de las mujeres mayores de 65 años (Pi et
te importante como para invalidar el uso uniforme de esta importan- al 1996).
te herramienta por uno o más grupos de trabajo. Por ejemplo, en la
ejecución de una orden verbal de tres pasos no es igual solicitar al
paciente ‘que coja un papel con la mano derecha’ si se lo situamos Aplicación de los diferentes subapartados del EEMM
sobre el lado derecho de su campo visual que sobre el izquierdo o Orientación
el centro. Un individuo diestro con problemas de memoria no nece- La prueba del EEMM contiene cinco subapartados cuyo fin es
sitará recordar que ha de coger el papel ‘precisamente’ con su mano evaluar aspectos diferentes de las funciones cognitivas: capacidad
derecha, sino que lo hará automáticamente si se lo situamos del lado en la orientación témporo-espacial, memoria inmediata y diferida
de su hemisferio dominante. Hay otros ejemplos de aspectos insu- (registro y recuerdo), atención/cálculo, lenguaje y praxis. Las 10
ficientemente concretados en la normativa para la aplicación del primeras preguntas se refieren a la orientación del enfermo en
test y que le hacen perder consistencia. tiempo y espacio, y poseen una tercera parte del peso final de la
Nuestra propuesta al sugerir ciertas normas sobre la forma de puntuación (10 puntos). Recomendamos vocalizar de forma muy
aplicar el EEMM se fundamenta en las críticas publicadas en la pausada y clara nuestras preguntas, mientras miramos directa-
literatura, en sugerencias sobre el desarrollo de una forma están- mente a los ojos del enfermo pero manteniendo una actitud que
dar de la prueba (Molloy et al 1991) y, en considerable medida, en facilite la distensión. Si consideramos una determinada respuesta
nuestra propia experiencia del uso de esta prueba durante muchos como no válida, es recomendable escribir al pie de la letra qué
años, tanto al aplicarlo nosotros mismos como al observar su rea- respuesta dio el enfermo y marcar con un pequeño trazo al lado del
lización por otros colegas. Derivado de todo ello somos de la punto que hubiera obtenido para contabilizar con rapidez los erro-
opinión que, de no administrarse el test de un modo rigurosamente res cometidos una vez concluida la prueba.
uniforme, casi ritualista, su validez como instrumento de medida La posible utilidad de esta recomendación está en que, hasta
se ve comprometida. que no dispongamos de un método estándar aceptado, puede

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Tabla I. Examen del estado Mini-mental.

Orientación Puntuación

Preguntar al paciente:

1 ¿En qué año estamos? 1

¿En qué estación del año estamos? 1

¿Qué día del mes es hoy? 1

¿Qué día de la semana es hoy? 1

¿En qué mes estamos? 1

2 ¿En qué país estamos? 1

¿En qué ciudad estamos? 1

¿En qué región estamos? 1

¿Cómo se llama este hospital? 1

¿En qué planta nos encontramos? 1

Memoria inmediata

3 Escuche estas palabras: ‘árbol, puente, farol’ 3


(Tras un lapso de 3 segundos) se le dice:

Repítalas

Se da un punto por cada respuesta correcta.


Independientemente, de no ser correcta, se le hace repetirlas hasta que las aprenda

Atención y cálculo 5

4 ¿Cuántas son 100 menos 7?


De dar una respuesta errónea, se le dice la correcta y se repite:
¿Cuántas son 83 menos 7?
Completar cinco pasos consecutivos (hasta 65). Cada respuesta correcta es un punto 5
Alternativa: Deletrear la palabra MUNDO al revés.

Recuerdo

5 Dígame las tres palabras que le hice repetir hace unos momentos.
Se concede un punto por cada palabra recordada 3

Lenguaje

6 Dígame el nombre exacto de este objeto


(Mientras se le muestra un lápiz )
¿ Y el de este otro?
(Mientras se le muestra un reloj de pulsera) 2

7 Escuche esta frase y repítala al pie de la letra:


ni sí, ni no, ni peros

8 Haga lo que le voy a pedir (se está mostrando un trozo de papel) 3


-Coja este papel con la mano derecha
- Dóblelo por la mitad
- Ponga el papel en el suelo
- Hágalo

9 Haga lo que pone aquí (Se le ha escrito con letras grandes y en mayúsculas la frase: ‘CIERRE LOS OJOS’ 1

10 Ofreciéndole papel y lápiz se le dice: 1

Escriba una frase que tenga sentido


(Debe constar de sujeto y predicado y tener sentido. No se valoran los errores ortográficos).

11 Copie este dibujo a. (Dos pentágonos interseccionados con 10 ángulos). Debe de contener todos los ángulos
y la intersección ha de formar un cuadrángulo.

a Personalmente preferimos realizar un cubo. Éste ha de tener todos sus lados y mantener la perspectiva o sentido proyectivo.

ocurrir que otro colega al revisar la prueba discrepe respecto a tes Comunidades Autónomas españolas (País Valenciano, País
la validez o no de aquella respuesta. Por ejemplo, está por ver el Vasco, etc.). La palabra ‘región’ es intrínsecamente ambigua;
significado exacto que pudiera tener la palabra ‘país’ en diferen- así, por ejemplo, es relativamente frecuente que hombres de una

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cierta edad nos respondan con la ‘región militar’ que aún recuer- grantes hispanos en los Estados Unidos (Escobar et al 1985) y es
dan de cuando hicieron la mili. Cabe preguntarse si una respues- también una prueba imposible en lengua china y japonesa (Kua y
ta así debe de considerarse correcta o errónea. Fallan en respon- Ko, 1992).
der adecuadamente no sólo la población cuya lengua materna es
el español entre inmigrantes en Estados Unidos, sino también en Recuerdo
ciertas zonas de este país donde se utiliza poco el término coun- Alcanzada esta parte del test, solicitamos al paciente que repita los
try (Escobar et al 1985). Qué duda cabe que estos aspectos ten- tres nombres que le hicimos aprender hace unos momentos. Pena-
drán que irse aclarando en estudios previos a la obtención de un lizamos con un punto si, nuevamente, el paciente dice ‘fuente’, al
método uniforme en aplicar y en interpretar la EEMM que per- interpretarlo como una dificultad para recordar nuestra insistencia
mita realizar estudios cooperativos en el país e intercambiar anterior al corregírselo. Probablemente una versión correcta en
información uniforme. Por el momento deben de evitarse mayo- castellano habrá de buscar palabras fonéticamente menos equívo-
res aclaraciones; como mucho, y si el paciente expresa sus dudas cas.
sobre el sentido de nuestra pregunta, nos limitamos meramente Una paradoja del EEMM es que habiéndose diseñado con el
a repetírsela. fin básico de convertirlo en un instrumento de detección de dete-
Personalmente aceptamos como válida una ‘respuesta am- rioro cognitivo, haga tan escaso énfasis (3 puntos) en el recuerdo
pliada’, es decir, que contiene la que le solicitábamos y, además, o rememorización –un aspecto cognitivo afectado precoz y selec-
otra correspondiente a una pregunta posterior. Por ejemplo, no es tivamente en las demencias –, mientras que apoya con fuerza
raro que a la cuestión sobre ‘el día en que estamos’ nos respondan distintos aspectos del lenguaje verbal y escrito (7 puntos). Algu-
con el día y con el mes. Por el contrario somos estrictos si, en el nos autores, conscientes de esta crítica (Kokmen et al 1991) pro-
caso de nuestro hospital, nos dicen el nombre que realmente tenía ponen modificarlo aumentando a cuatro los nombres que han de
hace 20 años: si el paciente no ha retenido el cambio probablemen- recordar (Nelson et al 1986).
te es que tiene dificultades con el recuerdo, en realidad uno de los
objetivos del propio test. Si el paciente no se ha decidido en res- Lenguaje
ponder algo concreto en 15 segundos escribimos ‘no responde’ y Este apartado explora la capacidad para denominar un objeto real,
lo damos como un punto negativo. repetición verbal, comprensión de una orden verbal con tres pasos
sucesivos, lectura y escritura. Al preguntarle sobre el nombre
Memoria inmediata exacto de este objeto, estamos señalando al tiempo el objeto que
En la versión que utilizamos constan las palabras ‘árbol,puen- pedimos al paciente que nombre. Como no siempre se encuentra
tes, farol’. Unavocalización no sólo correcta sino aunenfatizada en nuestras consultas un lápiz a mano, preferimos usar un bolígra-
por nuestra parte evitará que el paciente repita ‘fuente’, con efe, fo, mostrando de un modo ostensible (por ejemplo, sacando la
en vez de ‘puente’, con pe. Debemos repetirle el error hasta que punta) su cualidad como objeto de escritura a la vez que enfatiza-
lo aprenda correctamente. Emitimos las palabras aproximada- mos la palabra ‘exacto’. No es válido en estas condiciones que el
mente a razón de una por segundo, mientras que esperamos tres paciente conteste con palabras tales como pluma, lápiz, etc.
segundos para decirle: ‘repítalo’. En el apartado sobre repetición se ha traducido libremente no
ifs, no ands, or buts del inglés a la frase ‘ni sí, ni no, ni peros’.
Atención y cálculo Calificada, sin duda con razón, de traducción abstrusa (Ferrero
La prueba consiste en restar 100 menos 7 y repetir hasta cinco Arias, 1988), no parece que una versión académicamente más
veces consecutivas la substracción. Así, las respuestas correctas ajustada (‘nada de síes, noes ni peros’) cambie en nada su carácter
serían 93, 86, 79, 72 y, finalmente, 65. También aquí, cuando el de trabalenguas en lugar de instrumento para valorar trastornos de
paciente da una respuesta no válida, anotamos exactamente ésta. la repetición verbal. El problema mayor de este apartado está, por
En este caso, le decimos la respuesta correcta y le solicitamos que el momento, en su fonética. Personas normales en el mundo anglo-
la vuelva a restar de siete. sajón no pronuncian habitualmente la letra ‘s’ y algunos autores
En el original del EEMM se da como alternativa a la realiza- han decidido por ello no penalizar a aquellas que omiten su pro-
ción de esta relativamente compleja operación de cálculo aritmé- nunciación (Fehrer et al 1992). En nuestro entorno, y en personas
tico la posibilidad de deletrear la palabra mundo al revés. Nosotros sin aparentes problemas auditivos, es corriente que el paciente
descartamos esta posibilidad por varias razones. La primera es responda con las palabras pelos, perros o pedos. También una
que una y otra no son equivalentes en términos neuropsicológicos versión modificada en francés ha tenido problemas fonéticos con
(Galasco et al 1990) ni tampoco tienen el mismo nivel de dificul- determinadas palabras (Mahieux et al 1995). Probablemente tam-
tad. En efecto, la sensibilidad del test de substracción de los sietes poco debieran penalizarse, pero es evidente que se requiere una
no es grande: tan sólo un 42% de las personas normales reclutadas versión que omita tales fuentes de error y que se atenga con pre-
entre el personal sanitario de un hospital de Nebraska –la mayoría cisión a lo que el subtest verdaderamente pretende, es decir, la
con más de 16 años de educación formal– no cometió algún error capacidad verbal de repetición.
en las 14 substracciones de la forma completa de esta prueba La orden de ejecución verbal no es sino una modificación
(Smith, 1967). La otra razón es que, conocida la cotidianidad con desafortunada de la ‘prueba de los tres papeles de Pierre Marie’.
la que en el mundo anglosajón puede pedir una persona a otra que Según la versión de Folstein et al (1975) el enfermo ha de ejecutar
deletree su nombre (spell it, please es una petición que se escucha los tres siguientes pasos consecutivos de acuerdo con nuestra orden
corrientemente al mencionar por teléfono el nombre de un inter- verbal: coger el papel con la mano derecha, doblarlo por la mitad
locutor no demasiado conocido), es harto probable que las dificul- y poner el papel en el suelo. Sin más aclaraciones, el paciente
tades para deletrear no sean las mismas en un paciente de lengua tiende a usar automáticamente aquella mano más próxima a la
inglesa que en uno de lengua castellana. De hecho, fue éste uno de situación en la que hemos dejado el papel sobre la mesa o de
los fallos selectivamente relacionados con la condición de emi- acuerdo con la dominancia hemisférica. Así, los diestros lo harán

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Figura 1. Reproducción de la prueba del cubo y rombos superpuestos en dos pacientes con enfermedad cerebrovascular sin demencia. A) Paciente
de 82 con años, con negligencia motora y visuoespacial izquierdas como secuelas de un infarto talámico derecho sufrido hace 5 años. Puntuación del
EEMM: 27. Nótese la omisión de la parte izquierda del cubo (asterisco) pese a conservar una cierta noción del espacio euclidiano. B) Paciente de 73
años con hemiparesia atáxica por infarto capsular derecho; ha sufrido otros 2 infartos en años anteriores en el territorio ACP. Puntuación del EEMM: 22.
Es de notar la reproducción equívoca de los ángulos de los rombos (flecha), con una reproducción del cubo perfecta.

con la derecha si hemos dejado el papel hacia el centro o próximo EEMM a causa de su escasa sensibilidad (Galasco et al 1990).
a su mano derecha. Esta ejecución motora automática ante un Escribimos en el dorso del papel y en letras mayúsculas de gran
estímulo visual no explora exactamente la capacidad de compren- tamaño la frase, mientras escuetamente le pedimos: ‘Lea y haga
der, retener y ejecutar una orden verbal de pasos sucesivos. La lo que pone aquí’, al tiempo que apuntamos con nuestro bolígrafo
consecuencia de ello es la de restar aún más sensibilidad al EEMM. sobre lo escrito. Muchos enfermos se muestra dubitativos y pre-
Pierre Marie, por el contrario, utilizaba una orden de componentes guntan: ¿Qué hago, lo escribo? Nuestra única concesión es volver
múltiples mejor ajustada a su carácter de examen de la compren- a repetir la frase y el gesto anteriores. Es importante dejar hacer
sión verbal; se le presentan tres papeles de diferente tamaño y se y no influir por nuestra parte. El error más común suele ser que el
le pide: ‘Deme el papel grande; deje en el suelo el papel mediano paciente tome nuestro propio bolígrafo y se ponga a copiar la frase
y guarde en su mano el papel pequeño’ (Alajouanine, 1968). Esta por escrito.
variante del método evita la influencia de la lateralidad hemisfé- El siguiente subtest del EEMM consiste en solicitar al pa-
rica en la ejecución motora de este subtest y puede que sea más ciente que escriba una frase que tenga sentido. Según la norma-
sensible que la situación actual. tiva originalmente ofrecida, la frase no ha de tener solamente
Nosotros, por el momento, nos ajustamos eclécticamente a las sentido sino constar como mínimo de sujeto y predicado. Según
normas del EEMM, pero situamos el papel próximo a la mano nuestra experiencia el mayor obstáculo en este apartado se basa
izquierda del paciente, de manera que –al menos para la mayoría en que un considerable porcentaje de la población ignora exac-
diestra– haya de usarse expresamente la mano derecha. No es tamente el significado de la palabra ‘frase’. Si nos expresan sus
tampoco garantía absoluta de que no haya habido una ejecución dudas en ese sentido, nos limitamos a remachar: Sí, una frase que
automática, pero al menos muchos pacientes habrán tenido que quiera decir algo. Aunque puntuamos negativamente aquellas
recordar uno de los componentes que de forma expresa pretende respuestas que se limitan a una palabra (‘bueno’, ‘sol’) queda la
examinar el test. Algunos pacientes cuestionan dubitativamente, duda respecto a si, para el nivel cultural del paciente en cuestión,
ya con el papel en la mano, qué cosa han de hacer ahora. Simple- ‘frase’ y ‘palabra’ no pudieran ser sinónimos. Algunos colegas
mente les hacemos un gesto de abstención sin otras aclaraciones. han modificado por completo la normativa original de la prueba
Por supuesto, hacer cuatro dobleces es penalizado como lo es en este subapartado transformándolo en la siguiente pregunta:
también dejar el papel ya doblado sobre la mesa. Escriba un buen consejo a un chico joven. Aunque heterodoxa
El apartado ‘cierre los ojos’ es uno de los más criticados del

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Figura 2. Reproducción de la prueba del cubo y rombos superpuestos en dos pacientes aquejados por deterioro cognitivo progresivo. A) Paciente varón
de 79 años con pseudodemencia depresiva. Puntuación del EEMM: 26. La reproducción de ambas figuras es normal. B) Paciente de 55 años con
enfermedad de Alzheimer. Puntuación del EEMM: 6. La grave apraxia constructiva y el fenómeno del closing-in son más aparentes en la reproducción
del cubo.

con la normativa del test, probablemente sea una opción mejor tación mucho menos equívoca que la imagen bidimensional de los
que la actual. pentágonos superpuestos, aunque tampoco la reproducción del
cubo es, ni mucho menos, insensible al nivel educativo (Peña
Apraxia constructiva Casanova, 1976; Anthony et al 1982).
El último apartado se refiere a la habilidad por parte del paciente En esta idea, algunos autores incluyen ambas figuras (rombos
para dibujar una muestra en la que dos pentágonos se superponen, superpuestos y cubo) con la intención de detectar mejor una apra-
extraído de una de las figuras del Bender-Gestalt. Se dice que la xia constructiva mediante el uso de figuras en dos y tres dimensio-
copia ha de contener todos los ángulos y lados y, además, la inter- nes (Huff et al 1987). La actividad cotidiana en una consulta ge-
sección ha de formar un cuadrángulo. La dificultad para adherirse neral de Neurología pone fácilmente de manifiesto las dificulta-
a esta sugerencia es enorme en la práctica. Los pentágonos más o des de interpretación inherentes a este apartado. En la figura 1 se
menos alargados son convertidos en óvalos irregulares de impo- muestran las dificultades en la ejecución del cubo y rombos super-
sible interpretación y un tanto de lo mismo sucede con la intersec- puestos en dos pacientes vasculares, uno con apraxia y negligen-
ción de ambas figuras. cia motora y visual izquierdas tras un infarto talámico contralate-
Una de las críticas hechas al EEMM es su escasa sensibilidad ral y un paciente con infartos múltiples, en ambos casos sin de-
al daño del hemisferio derecho (Dick et al 1984). Con todo, la mencia. En el segundo paciente (B) es ilustrativa la ambigüedad
finalidad más importante de este subapartado sería la de demostrar en la interpretación de los rombos en presencia de una reproduc-
apraxia constructiva en los estadios precoces de enfermedades ción del cubo rigurosamente normal. En la figura 2 se muestran la
que cursan con demencia. Nuestra opción en este sentido es uti- ejecución de ambas figuras por dos pacientes que se presentan por
lizar la reproducción de un cubo en tres dimensiones con preferen- aparente deterioro cognitivo, una por pseudodemencia depresiva
cia a la reproducción de los dos pentágonos superpuestos debido y la otra a causa de enfermedad de Alzheimer.
a que la pérdida del espacio proyectivo es un déficit sensible y
precoz en la enfermedad de Alzheimer (De Ajuriaguerra et al Otras alternativas al EEMM
1960; Barraquer-Bordas et al 1967; Ericsson et al 1991), incluso Aunque se han propuesto diferentes escalas abreviadas para la
en pacientes que conservan un elevado nivel en el dibujo artístico detección de trastornos cognitivos (Kokmen et al 1991; Kua y Ko,
(Giménez-Roldán y Mateo, 1989). Por otro lado, la pérdida del 1992; Husband y Tarbuck, 1994), algunas de ellas en España
carácter tridimensional en la reproducción del cubo es de interpre- (Lobo et al 1979; Lobo y Día, 1986; Pascual et al 1987, Coria et

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Tabla II. Ventajas e inconvenientes del EEMM. tiene el nivel educativo (Fillenbaum et al 1988), somos escépticos
en aceptar que estos factores no se vean acentuados en versiones
Ventajas
en lengua castellana realizadas sin una consideración clara de
Brevedad nuestra fonética y de nuestro entorno sociodemográfico. Al me-
nos dos apartados en una de las versiones que circulan incluyen
Cuantificación del déficit cognitivo
palabras de equívoca fonética (‘puente’ y ‘pelos’) mientras que
Sensible a cambios evolutivos del paciente otras dos (‘país’, ‘región’) donde probablemente se obtengan res-
puestas distintas dependiendo de las comunidades autónomas es-
Buena correlación con otras escalas de deterioro cognitivo
pañolas donde se lleve a cabo la prueba. Ciertos ítems escasamen-
Uniformidad en la evaluación de déficits cognitivos por diferentes te sensibles –en nuestro entorno, por ejemplo, es común que pa-
examinadores
cientes con enfermedad de Alzheimer avanzada, cuya puntuación
Inconvenientes es inferior a 10, no contesten ‘España’ cuando se les pregunta por
el país en el que estamos– podrían ser sustituidos por una prueba
Sensibilidad global escasa
de fluidez semántica, muy sensible en pacientes con demencia
Fuerte influencia del nivel educativo (Bayles et al 1993). Si a esto añadimos lo escasamente definida
que está la normativa en su aplicación y los criterios para calificar
Indefinición del punto de corte ideal
una respuesta como válida o errónea, es evidente que la escasa
Unos pocos apartados predicen la puntuación total sensibilidad del EEMM puede aumentar aún más de usarse esta
prueba de un modo escasamente reglado.
Poco énfasis en la evaluación de la memoria
En conclusión, pensamos que es necesario llevar a cabo una
Asume un valor semejante a un test de cálculo y a uno de atención adaptación del EEMM en lengua castellana para ser aplicado
específicamente en España. Respetando esta adaptación la esca-
No incluye una prueba de fluidez verbal
la de 30 puntos como fue diseñada originalmente (Folstein et al
1975), debiera aumentar su sensibilidad substituyendo determi-
nados ítems irrelevantes, eliminado términos fonéticamente
al 1993, Pascual et al 1994; Meza-Vega et al 1996), el hecho es que confusos, y modificando aquellos apartados que pudieran dismi-
el EEMM se ha afianzado en la literatura como el ‘patrón oro’ nuir la coherencia de la prueba de unos a otros lugares del país.
entre los instrumentos neuropsicológicos de evaluación rápida no No debiera tomarse como una desvirtuación de la prueba origi-
ya sólo para la detección de personas con deterioro intelectivo en nal: los propios creadores del EEMM ya han considerado bajar
estudios epidemiológicos sino, en la práctica, como un método en el punto de corte, corregirlo según el nivel de escolaridad, elimi-
el diagnóstico y seguimiento de procesos demenciantes de etiolo- nar ítems poco sensibles o introducir algunos que otorguen mayor
gía diversa. fiabilidad al test (Anthony et al 1982). La validación del EEMM
El examen minicognitivo (EMC) (Lobo et al 1979; Lobo y bien podría seguir una normativa semejante a la de la adaptación
Día, 1986) es una prueba validada en castellano y en un estudio de española del CAMDEX (Vilalta et al 1990; Llinás et al 1990),
prevalencia de demencias ha demostrado parecida sensibilidad al pero manteniendo la brevedad en la aplicación del EEMM, y a
EEMM (Vilalta-Franch et al 1996). Sin embargo, el EMC no es diferencia del CAMDEX, introduciendo un factor de corrección
exactamente equivalente al EEMM, entre otras cosas porque su para las variables edad y nivel educativo.
puntuación máxima es de 35 y porque incluye apartados inéditos Conseguir este último fin requiere algunos pasos prelimina-
en el ‘Mini-mental’. Por lo demás, sufre las mismas limitaciones res, uno de los cuales es aplicar la prueba de una forma estanda-
en cuanto a la escasa sensibilidad de alguno de sus apartados, y el rizada. En comparación con la forma no reglada de pasar el EEMM,
efecto que ejercen sobre su puntuación edad, sexo y educación es la mayor ventaja de la forma estandarizada está en que reduce
también parecido. Más aún, no solventa las ambigüedades que drásticamente la variabilidad intraexplorador (con una correla-
señalábamos del EEMM para la realidad sociocultural y lingüís- ción de 0,90 y 0,69, respectivamente) (Molloy et al 1991). Repre-
tica de España. senta, sin duda, una importante ventaja para el examinador saber
que la prueba que él mismo administra reproduce mucho más
fidedignamente sus resultados al aplicarla a diferentes sujetos o a
Conclusiones un mismo sujeto repetida en el tiempo. Nuestra intención en este
El EEMM tiene ventajas que justifican su popularidad, pero tam- trabajo ha sido señalar algunos errores comúnmente observados
bién serias limitaciones tanto en lo que respecta a la sensibilidad en la práctica diaria al aplicar el EEMM sin una normativa defi-
del test (su exactitud para identificar un trastorno cognitivo) como nida y sugerir un método en la forma de administrar la prueba. Por
a su especificidad (capacidad para identificar como normales a el momento está por ver si la forma estandarizada del EEMM que
sujetos no afectos). En la tabla II resumimos algunas de las ven- proponemos incrementa la fiabilidad intrapuntuador de la prueba.
tajas e inconvenientes advertidas en la versión en lengua inglesa Será éste un paso que debe llevarse a cabo para la consecución
del EEMM. como objetivo de una versión del ‘Mini-mental’ que, respetando
Siendo escasa su sensibilidad (Kittner et al 1988; Faustman et la estructura básica del test, permita una aplicación más sensible
al 1990), y dando por sentado la fuerte influencia que en la prueba y fiable en nuestro medio.

582 REV NEUROL 1997; 25 (140): 576-583

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Examen del estado Mini-Mental

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