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1. ¿Qué quiere decir que Jesús es el exegeta del Padre?


Esto se resume en el anuncio de la llegada del Reino de Dios. Un
anuncio que en realidad se trata de la proclamación del señorío único de
Dios sobre el mundo y sobre la historia. Se trata realmente de un mensaje
sobre Dios. En este anuncio del Reino, Jesús está desvelando e
interpretando el contenido auténtico de la Palabra de Dios. Por esto,
reconocemos a Jesús como exegeta de Dios, al que presenta como Padre
suyo y nuestro (Jn 20,17). Para responder a esta pregunta podemos hacer
referencia a Jn 1, 18, donde dice el Evangelio que Jesús, el Hijo Unigénito
que está en el seno del Padre, ha dado a conocer a Dios, a quien nadie ha
visto nunca.

2. Jesús presenta a Dios como su Padre y nuestro Padre ¿Cuáles son


los datos que manifiestan la continuidad desde el mensaje del AT y
dónde está la novedad en la que Jesús nos enseña el modo de
acercarnos a Dios?
Cuando hablamos acerca de la paternidad de Dios no solemos hacerlo en
relación con la creación sino más bien con la idea de la alianza y la
elección. Por eso el AT intenta evitar concepciones muy materialistas o
literales de la paternidad divina, que incluso podríamos decir que resultan
antagónicas a la fe de Israel, con el Dios plenamente trascendente. Por eso
vamos a cuestionarnos, cuando se le llama Padre, de quién estamos
diciendo que lo es:
+ Primero lo es del conjunto del pueblo de Israel, por la elección y la
alianza (Os 11,1; Is 63, 16) pero también es un padre que tiene entrañas de
madre (Is 49,15)
+ En segundo lugar aparece como Padre de diferentes individuos concretos
del pueblo. Hombres significativos de la sociedad de Israel que son
elegidos especialmente por Dios para desarrollar una misión en medio del
pueblo en relación con la alianza.
+ Por último, en los libros sapienciales hallamos una ulterior aclaración
acerca de la paternidad de Dios, relacionándola con todo el pueblo elegido,
los justos, a los que ya se les llama hijos de Dios (Prov 3, 12; Sab 14, 3).
Jesús además de llamar a Dios Padre también lo invoca así (Mt 11, 25).
La palabra Padre aparece en el Evangelio de boca de Jesús hasta 170 veces
para referirse a Dios. Esta familiaridad, cercanía e intimidad de Jesús con
Dios se resume en una sola palabra: “Abba”. Este es el término que se
utiliza en ámbitos familiares de confianza para referirse al padre de una
forma cariñosa. En Mc 14, 36 se utiliza de un modo muy especial, en la
oración en Getsemaní. Nuestra identificación con Cristo como hijos en el
Hijo nos permite también llamar a Dios Padre, por el Espíritu que hemos
recibido. Abba no es una expresión devocional ni privada de Jesús, sino un
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reflejo que responde a una primera llamada de Dios a Jesús como hijo
amado, por lo que entendemos abiertamente que Dios es su Padre.

3. Jesús es presentado como el Hijo de Dios ¿existen manifestaciones


explicitas de esta verdad?
No aparece en boca de J xq: connotaciones políticas del título Hijo de Dios
que pueden reducir el anuncio mesiánico a algo terreno. Xq J no se predica
a sí mismo, sino que ha venido a predicar el Reino de Dios.
Pero todos emplean este título para referirse a Él; desde Dios hasta el
Diablo. S Pablo utiliza este título para describir la relación de Jesús con
Dios como mediador de la salvación Col 1,13

4. ¿Es posible hablar de una cristología implícita de Jesús como Hijo


de Dios? ¿Por qué?
Si aparece una cristología implícita. Ésta manifiesta que J es el ungido de
Dios de forma misteriosa y posteriormente esto se hace visible x el ES (Lc
24, 26-28)
Se aprecia en que: 1sus obras son las de Dios. 2No se limita a trasmitir la
Palabra sino que la trasciende y coloca su propia Palabra al nivel de Palabra
de Dios. 3Toma la iniciativa de formar un grupo de discípulos como único
Maestro (Jn 15,15). Los llama al seguimiento total y les confía la misión de
trasmitir el mensaje del único Dios. 4La conciencia de filiación única que
tenía J. Se dirige a Dios como mi Padre (Mt 11, 25), mientras que cuando
se dirige a los discípulos les habla de vuestro Padre (Mc 11,25) 5Jesús se
llama a sí el Hijo en las parábolas Mc 12,1-12 (del hijo amado) y en
algunos logia Mt 11, 27; Lc 10, 22.
Es la comunidad la que al descubrir que Jesús tiene conciencia de Hijo de
Dios adopta este título como el más adecuado para dirigirse a Jesús.

5. ¿Qué diferencia existe entre la filiación de Jesús (unigénito) y la


nuestra?
Dentro de la tradición joánica, Hijo es la auto-denominación normal de
Jesús, que está en perfecta correlación con la consideración de Dios como
el Padre. Para el cuarto Evangelio, Jesús, no es simplemente Hijo de Dios,
sino que es “el Hijo” por antonomasia, frente a los otros hijos, los cuales
son llamados vástagos o descendientes (Tékno-tékne) 1Jn 3, 1. Mientras
que, otras veces, para subrayar el carácter único de la filiación, Juan añade
el adjetivo “unigénito” (monogenes) como propio de Jesús.

6. ¿Cómo se entiende la “pro-existencia” del Hijo de Dios? Y desde la


pro-existencia: ¿Cómo entiende el Hijo la relación con su Padre y
qué consecuencias tiene para nosotros?
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La pro-existencia hace referencia a que Jesús en su vida terrena vivió


completamente volcado para los otros. En una salida de sí en obediencia
ipakoi a Dios y entregado por nosotros. Esto se manifiesta especialmente
en la pasión y cruz donde llega a su cima el acuerdo con la voluntad del
Padre y el amor a los hombres, amor en plenitud ipotazso. Esta pro-
existencia de la vida de Jesús es una manifestación del misterio trinitario ya
que el Hijo es entregado por el Padre a nosotros (Jn 3, 16) y el Hijo se
entrega al Padre por el Espíritu Gal 2,20
7. Si Jesús es ungido por el Espíritu Santo ¿Cómo actúa el Espíritu EN
Jesús?
J se presenta como el Cristo, el ungido. El Espíritu está tan unido a Cristo
que no se pueden confundir y la diferencia radica en cómo actúa el Espíritu
EN Cristo. Es mediante la predicación y en la vida y conducta de Jesús.
PREDICACIÓN: Mc 3, 28-30 supone una ofensa grave con el ES, que es el
que actúa en Él para expulsar al demonio (lo que mueve a J es obrar con los
sentimiento más íntimos de Dios). Mt 12, 28 J actuaba por la manifestación
del poder divino (como poder o exousía, como fuerza o dynamis) Mc 13,
11 asistencia del ES en la persecución. Lc 11, 13 ES se presenta como don
del Padre. En Jn es la imagen del taumaturgo y predicado lleno del Espíritu
de Dios.
VIDA Y CONDUCTA: Mc 1, 9-11 bautismo: testimonia la identidad
divina. Lc 4, 1-13 tentaciones: J está habitado y lleno del ES y le presenta
como Señor del Espíritu. Mt 1, 18-20 nacimiento: J es presentado como
portador y fruto del ES. Hb 9, 14 misterio pascual: J resucitado ha recibido
la plenitud del ES.

8. ¿En qué se basa la fe cristiana para afirmar que el Espíritu es


persona?
El NT no lo dice explícitamente. J aparece como un hombre concreto, un
ser personal. La persona de J, su voluntad se identifica y confronta
permanente-mente con su Padre.
El AT conoce el Espíritu de Dios como fuerza divina. Su carácter personal
se fundamenta en que no es una fuerza impersonal, sino un sujeto: aparece
realizando acciones y funciones que son intrínsecamente personales (dando
testimonio de J, enseñando, aconsejando… Jn 15, 26; Hch 20, 23) y sus
rasgos más personales son: misión del ES es la misión de J (Gál 4, 4-6) y
por el uso del pronombre ekeinos denota que es más que pneuma y no algo.
El ES aparece como quien está dotado de libertad, de iniciativa y de
personalidad propia. Aunque no posea los mismos rasgos que el Padre y el
Hijo, resalta la autonomía personal del ES, que es personal original e
irreductible. Hay un cierto paralelismo entre las acciones del E y de J, ya
que ambos son enviados por Dios.
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9. ¿Es posible la aporía de confesar a Dios uno con la divinidad del


Hijo y del Espíritu?
Sí. No es contradictorio afirmar la unidad de Dios y la divinidad del Hijo y
el Espíritu. En el NT se encuentra cómo se desarrolla la estructura
Trinitaria de la obra de Dios para la salvación de los hombres.
Dios es uno, en la ejecución del plan de salvación, esto muestra la
vinculación divina de J y el ES con la divinidad: J como Hijo de Dios
aparece unido a Dios en las confesiones de fe, dándoles títulos divinos
como el Señor (Jn 20,28). Después se manifiesta que J es Dios en sentido
estricto (1Jn 5,20). Otros textos hacen dudar de esa divinidad (Rom 9,5). A
pesar de esto, la originalidad del nombre de J se fundamenta en la
pertenencia a Dios como divino de modo personal en otros pasajes.
La divinidad del ES: aunque no se nombre en el NT, se ve el modo en
cómo es presentado, constatando su unión con el Padre y con J para llevar a
cabo la obra de la salvación, colocando más unido al ámbito de Dios que no
al de la criatura (1 Cor 2, 10-12).

10.Señala los principales texto triádicos que subrayan la unidad de la


divinidad.
Son formulas cortas y concretas que expresan condensadamente la
estructura Trinitaria presente en la historia de la salvación. Son:
Mt 28,19 bautismal: afirma la pluralidad de personas (P,H.ES) y la unidad
de la tres. El objetivo es dar razón de la fe del bautismo.
2Cor 13,13: Es el desarrollo de otra fórmula más antigua: la gracia del
Señor esté con vos. Cada persona se le identifica con una acción específica
en la historia de la salvación: J en la gracia en persona, el don de Dios al
mundo que precede a todo amor humano. La comunión con el ES como
principio de comunión entre Dios y los hombres, y como principio de
comunión entre los hombres.
1Cor 12, 4-7 A cada una de las personas se le identifica con una obra
peculiar. Padre: de quien todo depende y procede, principio y fuente de la
obra de salvación. J: se le vincula los misterios. ES: los carismas.
Fórmulas manifiestan la conciencia de los autores de N.T de que el P, H y
ES se hallan unidos de forma única y peculiar realizando de forma conjunta
la historia de salvación. Deben ser comprendidos bajo la experiencia
Trinitaria de J y de la primera Iglesia. Por tanto, los textos triádicos son
punto de llegada de la fe Trinitaria. Pues la fe de J, solo se puede expresar
en todas sus dimensiones a partir de la unión entre el P, el H y el E.S.

11.Figuras de mediación del AT.


En el AT se da una verdadera identidad de Dios de forma explícita: xq la
preparación de la revelación de J está gestando la revelación del Dios, Uno
y Trino, revelación plena.
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Categorías y figuras veterotestamentarias serán utilizada en el Nt para


comprender mejor el misterio del Dios de Jesucristo. Son figuras de
mediación xq su función es mediar entre la absoluta trascendencia de Dios
y su presencia activa en la historia. Estas figuras son las formas de
manifestarse Dios al mundo.
- Palabra de Dios: dabar. Aparece como ley o voluntad de Dios para
con su pueblo o profética. Sal 33, 6.
- Espíritu de Dios Ruah. Deisgna la fuerza creadora divina y también
como potencia carismática exterior.
- Sabiduría de Dios, ousia. Aparece como si fuera alguien distinto de
Dios. Prov 8, 22-31; Eclo 24, 1-22; Sab 7, 22-29; 9, 9-10

12.¿Cuál es el desarrollo de Jn 1, 1 y Flp 2, 6-11 para presentar la


inmanencia divina?
Brown dice que el interés no es especulativo ni metafísico las procesiones
trinitarias, sino que el acento recae en la inmanencia divina. Desarrollando
el Jn 1, 1 en el principio existía la Palabra la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios; se ve una previa reflexión: se atribuye al Verbo una
existencia anterior a la creación (intemporal y eterno), muestra como se
relaciona el Verbo con Dios (Kolpon) y dice que el logos era Dios. Se basa,
en el fondo, de una pre-comprensión del misterio divino con la convicción
de que la divinidad del Verbo es el mediador de nuestra salvación.
El cual sinedo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a
Dios; al contrario, se despojo de sí mismo tomando la condición de
esclavo, se humillo a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte…
El himno pre-paulino del auto-despojamiento, kenosis, se divide en dos: vv.
6-7 muestra lo que hace Dios: abajamiento. Esclavo aquí es el ser humano
siervo ante Dios y Cristo es siervo ante el Señor. V8 muestra lo que hace el
hombre, relación interpersonal de obediencia.
Conclusión: Se inserta a Cristo en el misterio de Dios. El NT, la imagen de
la obediencia y del amor, presuponen una distinción pero en la comunión
más íntima, que acontece en lo más profundo de la intimidad de Dios.

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