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Fidelidad
Alusiones a la maternidad y fecundidad: la flor del cerezo
contrasta con la ropa invernal de la pareja. Las naranjas eran
un artículo de lujo en Flandes. Las frutas, en general
representan el estado de pureza antes del Pecado Original.
Santa Margarita de Antioquía es la patrona de las
embarazadas y alumbramientos.
Ropa muy oscura para celebrar un matrimonio.
Por su objetivo
- La pintura del siglo XX nos comunica algo sobre la gente de una época en la
cual se valora la visión personal o la acción única de un artista concreto,
una época que parece rechazar los valores tradicionales y que estimula a
los artistas a expresarse con libertad y originalidad.
Diferentes maneras de mirar un cuadro:
Del mismo modo, tampoco habría que juzgar en relación con el parecido a la
realidad a la obra de Pollock, pues intentaba comunicar un aspecto de sus
sentimientos y no deseaba reproducir su entorno visual.
Diferentes maneras de mirar un cuadro:
Un análisis formal del diseño de un cuadro suele ayudar a comprender mejro su significado y a
percibir algunos de los recursos que el artista utiliza para conseguir el efecto deseado.
Todo el espacio, además, está ocupado por formas y figuras: no hay lugar para
que la vista descanse. Esta incansable actividad está relacionada con el espíritu
y tema de la obra: la agitación y la falta de decisión. El amor, el placer, los celos
y el engaño están todos enredados en una estructura.
Heinrich Wofflin, uno de los más brillantes tratadistas de arte, argumentó a comienzos de
siglo una serie de principios que le ayudaron a caracterizar diferencias entre ambos estilos.
La importancia de su trabajo es que proporciona categorías objetivas e imparciales,
constituyendo un sistema de categorías analíticas comparativas y no absolutas.
En lo lineal todas las figuras y formas significativas están claramente perfiladas. Los límites
de cada elemento sólido, humano o inanimado están definidos y son claros, cada figura está
uniformemente iluminada y se destaca enérgicamente como una pieza escultórica.
En lo pictórico, las figuras no están iluminadas por igual, sino fusionadas en un conjunto,
vista a través de la poderosa luz procedente de una única dirección, la cual revela unas
partes y oscureciendo otras, perdiéndose los contornos en las sombras.
Rafael, La escuela de Atenas, 1511
Rembrandt – La ronda de noche, 1642
La visión en superficie vs. la visión en profundidad
La primera significa que los elementos de la pintura están distribuidos en una serie de planos
paralelos al plano del cuadro.
En la construcción recesiva dominan en la composición las figuras situadas en ángulo en relación
al plano del cuadro y que retroceden en profundidad. Las figuras parecen arrastrarse hacia atrás.
En la forma cerrada todas las figuras están equilibradas en el marco del cuadro. La composición
está basada en líneas horizontales y verticales que hacen eco de la forma del marco y su función
limitadora. La pintura está totalmente autocontenida. Esta forma transmite la sensación de
estabilidad y equilibrio; y tiene una tendencia a la disposición simétrica.
En la forma abierta las líneas diagonales contrastan con las verticales y horizontales del marco. Las
figuras además no están simplemente contenidas dentro del marco: éste las corta por los lados.
Hay una sensación de espacio ilimitado fluyendo más allá de los límites del cuadro. La
composición es más dinámica.
Rafael, La Madonna y el Niño entronizado con
santos, 1505
Rubens, La sagrada familia con San Francisco, 1630
Multiplicidad vs. unidad
La pintura renacentista, afirma Wofflin, está compuesta de distintas partes , cada una
claramente ocupada por un color individual y local, cada una esculturalmente
redondeada por derecho propio. Es decir, la luz difuminada de esta época produce
perfiles nítidos, un modelado escultural, y los elementos están aislados con diferentes
colores locales.
La pintura del barroco, en cambio, tiene una unidad más rotunda, lograda en gran parte
por la luz fuerte y dirigida. Los elementos están soldados en un todo único, los colores se
combinan y se mezclan, moderando los colores locales; y su aspecto depende
básicamente de en cómo incide la luz en ellos.
Tiziano, Venus y Adonis, 1560
Rubens, Venus y Adonis, 1635
Giovanni Bellini, Dux loredano, 1501 Jan Vermeer, La Encajera, 1664
David, Madame Recamier, 1800
Jean Honoré Fragonard, El columpio,
1768