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Ing.

Gerardo Sifuentes Marín


Maestría en comunicación

Laboratorio I: Métodos y técnicas digitales


Dra. Karina Bárcenas Barajas
Instituto de Investigaciones Sociales
Universidad Nacioal Autónoma de México

Lectura Sesión 2
Título: De la pasión metodológica o de la (paradójica) posibilidad de la investigación
Autor: Rossana Reguillo

Título: Taquigrafiando lo social.


Autor: Renato Ortiz

El sentido común refleja un nivel de experiencia más básico y duradero [Sankey, 2010]. Las
creencias del sentido común “son creencias confirmadas que se justifican por su papel en la
acción práctica exitosa de la vida diaria”. Sin embargo, Renato Ortiz apunta que la reflexión
sobre la realidad desde la perspectiva sociológica debe partir de un alejamiento de esta; el
mundo es el material de las ciencias sociales, y el observador pertenece a ese mundo,
inmerso en sus problemas; “el rigor y el control científico y una vinculación visceral de las
cosas del mundo” es una ambivalencia de forja el trabajo intelectual. Y es que el sentido
común “encuentra la lógica y el orden del mundo”, pero limita la habilidad de comprenderlo.

Así, la investigación social es pensada por Rossana Reguillo como una empresa
‘paradójica’ en tanto que si bien es posible en forma y racional en el fondo, la subjetividad
de dicha empresa es la que pone distancia, digamos, con las llamadas ‘ciencias exactas’;
“cuando se mide algo, este algo se modifica” en las ciencias sociales, lo que implica una
vigilancia constante en estas mediciones; medirlas con rigor es posible pero inalcanzable (o
al menos no de manera definitiva). La vida social es una variable, y cada sujeto produce
distintos significados”. Es por ello que en la investigación social tiene cabida la
interdisciplina pero al usar ​propuestas ​como herramientas se corre el riesgo de ser tratadas
como tales, “un sólido que incide en la realidad para moldearla”. Así, es necesario encontrar
una suerte de equilibrio que parte del distanciamiento, adoptar una actitud metodológica que
nos lleve a conseguirlo. En este sentido dicha actitud se explica con la metáfora del
forastero, de Alfred Schutz, alguien ajeno al objeto, que aparece como nuevo. Pero la
mirada del extranjero puede caer en presupuestos; aprenderse la guía turística no implica
dominae los códigos de la comunidad a observar, esto es caer en un error. Así, Ortiz lo
compara como llegar a una ciudad desconocida, de la cual solo tenemos un mapa; no
podemos conocerla realmente si no tenemos registro de sus sonidos, olores, ambiente.
Reguillo apunta que el mundo, el objeto de estudio, es “parcialmente claro”, pues oculta
significados, es incoherente y es contradictorio, lo que observamos hoy tendrá matices al
día siguiente. A su vez, Ortiz utiliza la metáfora de la costura; al construir un objeto
​ e manera
sociológico la misma información y los mismo datos pueden ser ​cosidos d
diferente.
Así, el razonamiento científico requiere de romper con el sentido común, cuyas
nociones “deben depurarse en abstracciones complejas para funcionar como categorías
analíticas del pensamiento”. La sociología es “distanciamiento de la realidad inmediata,
separarse del mundo y aprehenderlo con otros ojos”.

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