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Katherine Verdery

Corpses on the Move


The political lives of dead bodies

Libro publicado en 1999, autora y antropóloga estadounidense.


Entre sus áreas de interés se destaca el socialismo y el postsocialismo y el proceso ideológico de
europa del este.

Introducción: Corpses on the Move

Incluso hoy, Lenin está más vivo que los vivos - Maiakovski

Comienza diciendo que los cuerpos muertos han sido parte de la vida política desde hace tiempo.
Ejemplo: San Francisco de Asís, fue disputado por varios centros religiosos. Pero no solo
religiosos, también Dante, Rousseau, Bonaparte, Becket y Cromwell. También menciona
ejemplos en América Latina como el cuerpo del Che Guevara, Salvador Allende y Evita Perón. 

En este libro, la autora se va a dedicar a aquellos cuerpos que se han convertido en símbolos
políticos en los países al este de Europa y Rusia a partir del 1989.

Preguntas principales: ¿Por qué el período postsocialista se vio rodeado de tanta actividad
alrededor de los cuerpos? ¿Qué significan las políticas que de ello se desprenden? ¿Cómo se
diferencian las políticas sobre los cuerpos en la actualidad y en el pasado?

Para comenzar a resolver esto hay que prestar especial atención a la relación de la muerte y los
rituales y creencias ;  la conexión entre los cuerpos particulares y los contextos nacionales e
internacionales ; y la creación de una memoria del pasado.

En esta introducción la autora dará evidencia de la manipulación de los cuerpos muertos en el


período postsocialista, para indicar que aquí hay un fenómeno que es relevante. Para ello, divide
los ejemplos en 2 categorías: los renombrados y famosos y los anónimos. 

Entre los nombrados y famosos incluye a las estatuas. Ellas simbolizan específicamente a una
persona famosa y al mismo tiempo son el cuerpo de esa persona. Mientras que el cuerpo real se
deteriora, la estatua queda paralizada en el tiempo como un ícono sagrado. Tirar abajo una
estatua no solo la quita del entorno, sino que también demuestra que no está protegida por
“ningún Dios”. Se le quita esa sacralidad. Alzar una estatua hace al proceso re-inverso.

Uno de los signos visibles del cambio de régimen en 1989 fue la caída de varias estatuas, como
las de Marx y Lenin en algunas ciudades. Más aún, el fenómeno de levantar y tirar abajo estatuas
sobrepasa el período postsocialista, aparece en todo el mundo y en distintas épocas.  Black Lives
Matter Edward Colston in Bristol,  Robert Milligan en Londres. Porque el orden político tiene
que ver con el ambiente y la historia: cambiar el orden político también incluye el cambio de
personas en pedestales que congelan ciertos valores.  Pero, si bien esto es cierto, hay dos formas
en las que se relaciona específicamente con el postsocialismo.

Por un lado, la magnitud del cambio. Si bien los nuevos órdenes sociales que surgen pueden
tener cosas en común con los antiguos, parte de su legitimidad se basa en representarse como
discontinuos a sus predecesores. Acá el rol de las estatuas es fundamental por su condición de
representación de una figura cargada de valores. Y, además, las estatuas funcionan como
elementos distintivos que organizan al orden espacial y temporal. 

Siguiendo con el texto, la autora pasa a comentar acerca de los cuerpos en sí de los nombrados y
famosos. Acá va a hacer hincapié en el proceso de “re-entierro”. Da una serie de ejemplos de
casos como el del Principe Lazar y del Zar Nicolás II, y argumenta que, si bien en varios casos
los traslados de los cuerpos indican honor, este no es necesariamente el caso de todos. Lo que
une a todos estos “cuerpos móviles”, también con las estatuas, es su renombre. Reposicionarlos,
restaurarlos, expulsarlos o llamar atención hacia ellos, marca un cambio en los valores de la
sociedad. Este cambio forma parte de un proceso más grande de la transformación
postsocialista. 

Por último, se detiene en los casos de los cuerpos “anónimos”. Dice que una forma de hacer esta
re-evaluación es llamar la atención sobre los “sin nombre”. Este tipo de políticas se insertan
directamente en la vida de personas a partir de eventos/procesos viscerales de luto o re entierro,
generando un efecto bastante importante. De esta manera, categorías sociales enteras se
reposicionan o asocian con diferentes valores. Son experiencias catárticas que rechazan los
valores anteriores. Aclara que también las muertes de los sin nombres forman una parte
significativa de las declaraciones de guerra e independencia. 

Conclusión: ¿Cómo pensar este fenómeno? No hay una respuesta única a estas cuestiones. Para
empezar, los antropólogos no son buenos para producir ese tipo de contenidos porque están muy
atentos a las variaciones culturales/intereses particulares, no pueden usar la navaja de Occam.
Pero, además, si bien la muerte es universal, las respuestas humanas son variadas; no todos le
dan el mismo sentido.

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