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El talón de Aquiles.

Aquiles es uno de los más grandes héroes de la


mitología. Era hijo de la unión de un mortal, el rey
Peleo, y la diosa Tetis. La madre ansiaba que,
como ella, su hijo adquiriera la inmortalidad,
atributo propio de los dioses; por eso mismo usó
sus poderes divinos para lograrlo. Durante el día
lo untaba con ambrosía y por la noche lo
purificaba con fuego. Peleo, el padre, temía
que ese proceder pudiera abrasar a Aquiles,
entonces lo arrebató de las manos de Tetis cuando aún no estaba terminado el experimento y
el niño quedó con los huesos del pie derecho quemados e inutilizados. Entonces el centauro
Quirón, experto en medicina y a quien se le había encomendado la educación guerrera de
Aquiles, fue quien lo curó injertándole los huesos del pie del gigante Damiso, quien había sido
tan veloz en vida como el viento huracanado. Luego de esta intervención, Aquiles heredó esa
misma ligereza de movimientos y por ese motivo en la Ilíada se lo nombra siempre como “el
de los pies ligeros” o “el de los pies alados”. Pero la diosa Tetis no abandonó sus deseos y
sometió a su hijo a otro experimento para hacerlo inmortal: lo sumergió en las aguas de la
laguna Estigia, que transmitía el don de invulnerabilidad a quienes se bañaban en ella. Para
lograrlo sostuvo al niño por el talón derecho, de modo que fue la única parte de su cuerpo que
no tocaron las famosas aguas y por lo tanto, la única vulnerable. Años despues, Aquiles murió
por una flecha que se clavo en su talon derecho, arrojada por Paris, en venganza por la muerte
de Hector, su hermano, a quien Aquiles había matado antes. El dios Apolo, protector de los
ejercitos troyanos, fue quien le revelo al principe Paris, la parte vulnerable del heroe.

Ramón García Domínguez


¡Por todos los dioses…! (Bogotá, Norma, 1996)

1- El punto y aparte le permite respirar al texto: es una pausa, un blanco, y también en


descanso para el lector. Cuando llegamos a un punto y aparte, podemos levantar la vista y
rebobinar internamente lo que acabamos de leer.

Pero esta no es la única función del punto y aparte. Su función principal es la de dividir el texto
en párrafos, en bloques de oraciones. ¿Y para qué dividir el texto? Para ayudar al lector a
avanzar gradualmente, a organizar en su cabeza la información que va recibiendo.

Al texto sobre Aquiles se le han eliminado los puntos y aparte, así que es un texto sin respiro.
Te reto a dividir el texto en cinco párrafos.

2- ¿Por qué será que la palabra “TALÓN” lleva tilde pero la palabra “AQUILES” no lleva? Repasá
las REGLAS GENERALES DE TILDACIÓN. Luego, colocá tildes cuando corresponda a las palabras
subrayadas en el último párrafo.

3- El mito de Aquiles dio origen a la expresión popular que se utiliza para referirse al punto
flaco o débil de una persona o cosa. Cuando hablamos de nuestro talón de Aquiles nos
referimos a ese punto débil que tenemos cada uno de nosotros, ya sea una ineptitud física,
psíquica y/o emocional. ¿Cuál dirías que es tu “talón de Aquiles” y por qué? Escribí un pequeño
texto prestando mucha atención a los signos de puntuación. Después, colocá tildes a las
palabras de tu escrito cuando corresponda, siguiendo las reglas generales de tildación.

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