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De aquí y de allá

Narrativa española e hispanoamericana


Personajes de compañía Lo que la oscuridad desvela

G D
uadalupe Nettel ha publicado varios libros de cuen- espués de llevar a cabo una reflexión sobre el con-
tos (Juegos de artificio, Les Jours fossiles y Pétalos y Guadalupe Nettel, El matrimonio de los peces cepto del trabajo en La mano invisible (2011), sobre Isaac Rosa, La habitación oscura
otras historias incómodas) y dos novelas (El huésped y rojos los temores de los individuos en El país del miedo
El cuerpo en que nací). Llega ahora, con El matrimonio (2008) y sobre la memoria y la construcción ideo- Barcelona, Seix Barral
Madrid, Páginas de Espuma
de los peces rojos, una colección de cuentos que le ha valido el lógica de los hechos por medio de la literatura en El vano ayer 256 páginas, 18 euros
III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. 128 páginas, 14 euros (2004), Isaac Rosa se asoma a La habitación oscura y, de este
La colección se compone de cinco narraciones cuyo nexo de modo, realiza una aproximación alegórica a lo que la crisis
unión es la relación entre el mundo animal y el universo hu- económica supone para los integrantes de su generación y a
mano. Abre el volumen “El matrimonio de los peces rojos”, que las respuestas que estos dan a la misma. Un grupo de jóvenes
da nombre al libro. En este texto, se nos presenta el desmo- decide acondicionar una habitación de tal modo que no entre
ronamiento de una pareja casada que tiene en su salón dos ni un resquicio de luz en ella. En un primer momento, en el
peces de la misma especie (macho y hembra) en una pecera. que la curva parabólica del bienestar es ascendente, la utili-
Este relato marca el tono del libro con el recurso que más uti- zan para saciar su apetito sexual, pero poco después, cuando
lizará la autora a partir de ahora: el paralelismo. Se establecen todos ellos comienzan a experimentar problemas similares a
puntos de convergencia entre la relación de los peces y la rela- causa de la situación económica, se convierte en un refugio.
ción de la pareja, en un relato muy visual lleno de metáforas y Los elementos que servían de eje en sus novelas anteriores (el
referencias al medio acuático, tanto que al final es la vida de la trabajo, el miedo, la memoria) están muy presentes en La ha-
pareja la que parece una pecera demasiado pequeña para que
bitación oscura, pues se convierten en elementos que se acu-
quepan todos. Este entorno líquido se convierte en un com-
mulan y que determinan la marcha de los acontecimientos en
ponente fundamental del texto, condicionando las acciones
la novela. Sin embargo, en este caso, el eje lo constituye el es-
de los personajes y ayudando al lector a adivinar y captar ma-
pacio que se establece como habitación oscura y que da lugar
tices que podrían escapar a los más despistados.
partiendo una carga común que los une ahora: los parási- a una serie de dualidades (oscuridad-luz, dentro-fuera, ver-no
El siguiente relato, “Guerra en los basureros”, es menos pode- tos. La naturalidad y el cariño con que la narradora se refiere ver, saber-no saber, actuar-no actuar) y de preguntas y dudas a
roso que el primero y supone un gran cambio de tono con res- a estos invasores, como parte de su amante, es espeluznan- las que el autor, el narrador, los personajes y los lectores tienen
pecto a él. Nos trasladamos al mundo de la infancia. Un niño, te y decide quedárselos y cuidarlos a pesar de la repugnan- que dar respuesta.
hijo de padres hippies, es trasladado a casa de su tía adinerada cia que deberían provocarle. También aquí habrá paralelis-
para que se críe de una manera “normal”. En la casa, todo pare- La perspectiva de la memoria tiene que ver con la manera en
mos, pues los hongos son esos sentimientos residuales que
ce perfecto, hasta que tiene lugar una invasión de cucarachas que se construye el relato: el autor modela al narrador a través
tiene hacia su amante, y ellos son parásitos el uno del otro. ta que otorga un valor específico a la literatura como me-
contra la que se establece una guerra que terminará de ma- del juego con el punto de vista y las personas narrativas, pues
La colección se cierra con el texto más débil, “La serpiente de un narrador omnisciente que explora los pensamientos de los dio transformador por su carga ideológica; por otro lado,
nera un tanto inquietante. Volvemos de nuevo al paralelismo,
Beijing”, un relato sobre la búsqueda de los orígenes y los ries- personajes alterna con un narrador en primera persona del establece una reflexión sobre la responsabilidad del indi-
esta vez entre el niño y la cucaracha. A pesar del asco que le
gos de quedar atrapado en ella que quizá quede muy alejado plural que hace pensar en la existencia de un sujeto colectivo. viduo que escoge entre la acción o la inacción, esto es, en-
provocan estas criaturas, se comporta como ellas. Vive en una
habitación escondida, en un piso intermedio de la casa, no le de la naturalidad y cercanía de los demás cuentos. Esto plantea la posibilidad de que exista un proyecto común tre actuar o asistir como espectador al derrumbe. Al mis-
entusiasma el contacto humano, y nunca come con la fami- para los personajes, que se materializa en la existencia de la mo tiempo, pone en duda si el camino seguido en la lucha
Todos los relatos del libro están escritos en primera persona,
lia, sino que se escabulle en la despensa cuando sabe que no habitación oscura y que se establece como un proyecto orien- es el correcto y se discute sobre lo legal y lo legítimo, sobre
dándole tinte de diarios, en ocasiones de recuerdos, por lo
habrá moros en la costa. El humor y la repulsión se mezclan creíble y la atención al detalle (por ejemplo, en las localizacio- tado hacia lo individual y no hacia lo colectivo. la desobediencia civil, sobre la necesidad o no necesidad
en este texto, que supone un pequeño homenaje al Gregorio nes espaciales, siempre concretas aunque muy distintas entre del empleo de la violencia para lograr la transformación
Lo que une a todos los personajes que entran y salen de la de la sociedad y sobre si es o no proporcional la respues-
Samsa más tierno. sí). Es curioso cómo en los tres relatos en que las narradoras habitación oscura es su falsa idea de pertenencia a una clase
son mujeres trabajadoras en la treintena (“El matrimonio de ta que damos con respecto a la agresión que recibimos.
La colección remonta de nuevo con “Felina”, un relato sobre la ficticia, la clase media, de modo que en la oscuridad se asienta
maternidad en el que una estudiante de doctorado y su gata los peces rojos”, “Felina” y “Hongos”) el resultado es muy su- la falta de conciencia de clase que impide apreciar con nitidez Cristina Somolinos
quedan “preñadas” a la vez. La futura maternidad es vista de perior a los otros dos, con narradores masculinos. El lenguaje las causas del derrumbamiento al que los personajes asisten
manera muy distinta por las dos: una como un problema y la que usa Nettel es sencillo y delicado, la expresión exquisita y en el día a día, tras pasar por unos años en los que se había
otra como una bendición. Es uno de los relatos que gozan de personal. Domina el estilo cuentístico con una narración rápi- producido el auge de la sociedad de consumo y la abundancia
más detalle y que parecen más familiares y cotidianos del li- da, ligera y sintética que logra cumplir con la economía de me-
de oportunidades. Así, el tema del trabajo es tratado median-
bro. dios. Guadalupe Nettel firma un libro sin pretensiones repleto
te una perspectiva de clase y permite al autor aproximarse al
de una demoledora sencillez que se lee deseando que tuviera
“Hongos” es el texto más sorprendente. Narra las aventuras meollo de la cuestión: la lucha de clases.
más páginas.
extramatrimoniales de dos músicos de prestigio. Estos dos Verónica Enamorado La habitación oscura supone un cuestionamiento desde dife-
personajes vuelven a sus respectivos matrimonios, pero com- rentes puntos de vista. Por un lado, se trata de una propues-
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