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ESCUELA DE FISIOTERAPIA
Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para la obtención del Título de
Licenciado en Fisioterapia
La rodilla, es la articulación más grande del cuerpo y tiene suma importancia para marcha y
carrera que soporta todo peso del cuerpo en el despegue y la recepción saltos, es por eso que
están más predispuestas a sufrir lesiones, por estructura de meniscos y ligamentos; la estabilidad
de la rodilla depende de potentes ligamentos, cruzados y colaterales. Los ligamentos cruzados
dan estabilidad anteroposterior y colaterales medio-lateral cuando la rodilla está en extensión,
siendo el ligamento cruzado anterior y colateral medial los más frecuentes en lesionarse, los tipos
de lesiones de los ligamentos se dividen en tres primer, segundo y tercer grado, es decir, que
pueden ser afectados nos solo por el paso de tiempo y la exigencia; si no por deporte que
practique la persona.
En otro orden de ideas, el termino disfunción hace referencia al mal funcionamiento o función
anormal de un órgano o estructura. De forma que, existen múltiples tipos de disfunción articular o
artrocinematica, que constituyen alteración de mecánica articular con consecuencias sobre
función de ese segmento articular y así, frecuentemente, puede incidir sobre segmentos próximos
o alejados; relacionados y que puede resultar en una fuente de síntomas clínicos vistos desde el
punto de vista terapéutico. Asimismo, una disfunción articular pueden venir dada por una
alteración de tipo muscular, miofascial, o de tejidos blandos e incluso de tejido neural. Por otra
parte, también hace referencia a una alteración asimétrica de elementos óseos, articulares y
miofasciales, así como de sus componentes vasculonervioso y linfáticos asociados. De esta
manera, la correcta movilidad articular dependerá en gran medida de la óptima integración e
interrelación de elementos neuromusculoesqueléticos.
Podemos ver que una disfunción primaria puede ser derivada de traumatismos o sobrecargas
repetitivas, así como una secundaria, producto de varios cambios adquiridos en los elementos
articulares, discos, ligamentos o articulaciones periféricas. Consecuentemente, las causas de una
disfunción articular son múltiples pues la rodilla presente varios factores además de un
movimiento accesorio y que sus meniscos lo hacen susceptible a lesiones aisladas que puede
llevar a una disfunción articular como, por ejemplo, pinzamientos de meniscos, síndromes
patelares y hasta un desequilibrio muscular.
De igual forma, el menisco externo es impulsado hacia atrás por la expansión del poplíteo. En el
caso de la extensión los meniscos se deslizan hacia adelante gracias a los alerones meniscos
rotulianos tensos por el acceso de la rótula, que arrastran también al ligamento yugal. Además, el
cuerno posterior del menisco externo se ve impulsado hacia adelante debido a la tensión del
ligamento menisco femoral, simultaneo a la tensión del ligamento cruzado posteroinferior.
Durante las rotaciones externas actúa la tibia sobre el fémur. El menisco externo está impulsado
hacia la parte anterior de la glenoide externa, mientras el menisco interno se dirige hacia la parte
posterior, así mismo durante el deslizamiento de los meniscos de rotación interna el menisco
interno avanza mientras que el externo retrocede. Estos deslizamientos meniscales en la rotación
axiliar son, ante todo pasivos, arrastrados por los cóndilos, no obstante, también existen un factor
activo: La tensión del alerón meniscorotuiano. Debido al deslizamiento de la rótula con respecto
a la tibia, esta tracción arrastra a uno de los meniscos hacia adelante.
La musculatura que hace cargo de la movilidad de la rodilla y de los miembros inferiores, nos
encontramos al principal viene siendo el cuádriceps, sartorio, tensor de la facia lata, isquitibiales,
semitendinoso, semimembranoso, poplíteo; cualquier alteración de uno de ellos representa un
comienzo de un mal funcionamiento.
Consecuentemente, las causas de una disfunción articular son múltiples la rodilla posee varios
factores además de una estructura interna que lo hace susceptible a lesiones aisladas que puede
llevar a una disfunción articular. dando lugar así, a patologías comunes como tendinopatias o el
conjunto de alteraciones a nivel neuromusculoesqueléticas entre ellas, síndrome, pinzamientos y
hasta osteofitos; incluso puede hablarse de un compromiso nervioso o de bursas sinoviales.
De manera que, signos y síntomas son evidentes limitaciones de movimiento al intentar flexionar
la rodilla por dolor, además de algunos movimientos simples como darse vuelta en la cama y si,
genera un momento muy doloroso, se da inicio a las creaciónes de patrones capsulares que, a su
vez, por limitación funcional también predispone a la disminución de la fuerza. En ese mismo
momento, la disfunción de tejidos blandos como bursas, ligamentos, tendones o incluso, capsulas
articulares podrían ser responsables de la alta incidencia de patrones que ejercen graves
limitaciones del complejo articular de la rodilla suponiendo que, inflamación e irritación de ésta
es la causante de los cambios negativos en el juego articular de la rodilla, causando como tal
signos y síntomas tales como la perdida de movilidad en la articulación, dolor, inflamación y
desequilibrios neuromusculoesqueléticos de dicha articulacion.
De esta manera, se pueden evidenciar distintos tipos de disfunciones artrocimenaticas que limitan
armonía, sincronía y más que todo, calidad entre deslizamientos de superficies articulares
produciendo múltiples lesiones aun cuando inicialmente sean de poca proporción. Seguidamente,
existen disfunciones articulares que obviamente son causa de otros desequilibrios como
restricciones miofasciales, patrones no capsulares, inflamaciones o alteraciones de tejidos
blandos que periféricamente engloban la rodilla, siendo el dolor, limitación del movimiento y
poca calidad articular los principales signos y síntomas clínicos.
Refriéndonos a cifras por el género enfocado al dolor, un estudio actual revelo que, en hombres,
Se estima que la prevalencia global de dolor en la rodilla para los hombres de todas las edades es
de entre 15 y 20%. En los EE.UU. mostraron que aproximadamente el 18% de los hombres
mayores de 60 años o más presenta dolor de rodilla y reportaron la incidencia de aumento
progresivamente con la edad. Una proporción similar de hombres australianos se espera que sean
afectados. La mayor que tienen dolor en la rodilla se informó en los hombres entre 85 y 90 años
de edad en casi un 24%, en las mujeres, La incidencia de dolor de rodilla se ha encontrado un
poco más común en comparación con los hombres. La prevalencia global de dolor de rodilla en
las mujeres es aproximadamente el 20%. Un estudio realizado en los EE.UU. mostraron que
aproximadamente el 23% de las mujeres mayores de 60 años y más, presenta dolor. Tasas
similares se espera que ocurra en las mujeres australianas y en los niños, el dolor en la rodilla
sobre todo crónico es menos frecuente debido a la reducción en la incidencia de la enfermedad
degenerativa de las articulaciones.
Por otro lado, El síndrome de dolor femoropatelar se considera la lesión por uso excesivo más
común del miembro inferior y es más prevalente en individuos físicamente activos. Afecta tanto a
la población general como a grupos muy activos, como los deportistas. Tiene una mayor
incidencia en mujeres que en hombres, especialmente entre los 15 y los 30 años y representa
entre el 25% y el 40% de todos los trastornos tratados en medicina deportiva
En otro orden de ideas, La osteocondritis disecante (OCD) o enfermedad de König es una forma
rara de osteocondrosis, en la que, como consecuencia de la necrosis de un pequeño fragmento de
hueso subcondral, el secuestro óseo y el cartílago articular que lo recubre acaban
desprendiéndose del hueso y del cartílago adyacentes, alojándose en la articulación como cuerpo
libre. En niños deportistas se ha establecido una prevalencia inferior al 0,1% y se desconoce su
prevalencia en población general, aunque su incidencia se estima entre 1,5 y 1,6 casos nuevos por
cada 100.000 habitantes/año. Aunque su fisiopatología no es del todo conocida, se considera que
es una consecuencia de microtraumatismos repetidos sobre un área subcondral débil. Es por ello
que su prevalencia parece ser mayor en niños que en adulto. Se han descrito casos que afectan a
ambas rodillas o incluso a distintas articulaciones simultáneamente, lo que indica que puede
haber otras etiologías además de la traumática
Primeramente, en cuanto a los objetivos de las ideas, mencionamos estos artículos estudiados, los
que pudieron ser publicados en revistas o por otro método, para así tener en cuenta que
englobamos con respectos a las disfunciones de la rodilla por causa o efecto de cualquier
patología o de algún tipo de afección en esta articulación. El objetivo de cada artículo nos ha
dado un síntoma en común, que viene siendo un dolor y rigidez en la articulación, así
movimientos importantes para la misma. Por ejemplo: el primer artículo que nos hablas del Plan
de Intervención fisioterápico tras una reconstrucción del ligamento fémoropatelar medial por
inestabilidad rotuliana elaborado por Universidad de Zaragoza, EUCS, 2016, nos informa de la
lesión estructural y se lleva a cabo un estudio descriptivo y longitudinal, tipo caso clínico en un
único sujeto. La evaluación inicial reflejó dolor y edema, hipomovilidad articular y muscular,
atrofia y pérdida de fuerza en la musculatura del muslo e impotencia funcional.
Al igual que, existen diversas pruebas especiales para poder diferenciar las distintas patologías o
disfunciones que se puedan presentar en la articulación femorotibial, entre las cuales se
encuentran las específicas de valoración de desgaste articular como lo son: La prueba de
desplazamiento de la rótula, que al valorarse como positiva sugiere una laxitud ligamentosa, una
subluxación de la rótula o una tendencia a la luxación articular; El signo de Zohlen y la prueba de
McConnell, valoran las alteraciones de los cartílagos retro rotulianos. La prueba de Aprehensión
de Fairbank indica al igual que la prueba de desplazamiento de la rótula, una luxación patelar.
Finalmente, realizar pruebas especiales que valoren tanto la estabilidad del complejo articular de
la rodilla y que busquen interrelacionar funcional, siendo importante efectuar algunos test de
cajón anterior y posterio específicas para la detección de patologías meniscales, como son: La
prueba de tracción y presión de Apley (Grinding-Test), la prueba de McMurray, prueba de
Bragard, el signo y la prueba de Payr, signo de Steinnmann I y II y la prueba de Merke.
Entre las pruebas de diferenciación para los medios de sujeción pasivos se encuentran el Signo de
Finoschietto (Signo del salto) que comprueba una lesión del LCA, prueba de Lachmann que
también valora la integridad de este ligamento, Prueba de cajón anterior, prueba de Galway, la
prueba de Shift-Test interno y la prueba de Lemaire. Para las pruebas funcionales del LCP, se
encuentran los siguientes: Prueba de cajón posterior, prueba de contracción del cuádriceps,
prueba del corredero dorsal, prueba del Recurvatum, y la prueba de Godfrey, entre muchas otras
más. Y entre las pruebas para las patologías específicas, como puede ser la Prueba de Wilson, que
determina una osteocondritis disecante del cóndilo femoral interno.
De igual manera, bajo la exploración física sería fundamental evaluar de forma subjetiva a través
de la entrevista clínica, aspectos relacionados a la ocupación y labor en la que desenvuelve el
individuo siendo este uno de los factores extrínsecos que influye en la disfunción de la rodilla, así
como tipo y calidad de dolor persistente valorado a través de la escala de EVA. No obstante, es
importante efectuar pruebas de movilidad accesoria con principios de hiperpresion tomando en
consideración los tipos de sensación final (blanda, dura, elástica, espasmo, vacía…) para
determinar si existe algún patrón capsular o no capsular en las articulaciones femurotibial,
femuropatelar y tibio pernea proximal y distal, y del tobillo.
Así mismo tenemos el método Fricción de Cyriax es una específica forma de masaje del tejido
conectivo aplicado sobre estructuras blandas preferentemente tendones Existe muy poca
evidencia científica sobre el modo de acción y la efectividad. El marco teórico no comprobado
habla de disminución del dolor local y mejora del alineamiento de las fibras conectivas.
También en este sentido al alivio del dolor esta técnica se puede deberse a modulación de los
impulsos nociceptivos a nivel medular. La proyección centrípeta dentro del cordón posterior
medular desde los receptores es inhibida por la actividad concurrente del mecano receptor
localizados en el mismo tejido. Cyriax también habla de la teoría de de la incorporación de
metabolitos como la sustancia de Lewis en el proceso de alivio del dolor. Este metabolito si está
presente en alta concentración, causa isquemia y dolor. Otros autores hablan de efectos
anestésicos generados por la maniobra. Otro posible mecanismo puede ser debido a un efecto
difuso nocivo inhibitorio, en la que se implican la liberación de sustancias opioides