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PRESERVACIÓN Y CONSERVACIÓN
DE INSECTOS
Red Entomológica
Consiste en un aro de metal (acero inoxidable, alambre cubierto con plástico o
alambre de aluminio resistente) de forma circular que sostiene una red de tela de
nylon (tul) o marquiset (malla) o manta. El aro metálico con la red se sujetan a un
mango de madera o aluminio. La unión puede hacerse de varias maneras, pero una
forma sencilla es doblar las puntas del alambre en ángulo recto, luego voltearlas
hacia adentro, para posteriormente encajarlas en surcos hechos en la extremidad del
mango y amarrar fuertemente con alambre o sujetarla con abrazadera (Fig. 1).
Red de golpeo
Se confecciona de la misma forma que las anteriores pero más reforzada y con
tela mas gruesa y resistente (e.g. manta gruesa). Con esta red se golpea fuertemente
la vegetación en sentido horizontal, recogiendo de este modo cierta cantidad de hojas
junto con las cuales vendrán insectos. El contenido de la red se vacía en un frasco
grande de boca ancha o en una bolsa de plástico al que se coloca un trozo de tela o
papel toalla impregnado de acetato de etilo o éter. El colector puede también retirar a
los insectos de la red después de cada acción con ayuda de un aspirador (ver más
adelante) o introduciéndolos directamente a una cámara letal.
Manta de golpeo o paraguas entomológico
Es una herramienta semejante a la anterior, pero en este caso, se utiliza un
trozo cuadrado de tela blanca, de aproximadamente 70 cm por lado. La tela se
sostiene de dos piezas de madera perpendiculares, que se encajan en las esquinas
de la manta (Fig. 2).
Si se coloca esta manta o paraguas
bajo un arbusto y se golpean las ramas
fuertemente con una vara adicional, los
insectos caerán sobre la tela de la cual
podrán ser recogidos manualmente, con 70 – 100 cm
Existe un tipo de manta de golpeo que es un “híbrido” entre una red y una manta
de golpeo. Se conoce como manta de golpeo tipo “O´Brien” o “Moisés” y es un tipo de
red de poca profundidad, en material blanco o azul claro, que va sujeto a un pequeño
mango de madera (Fig. 3).
Como ya se explico, este tipo de
herramientas se deben colocar bajo el
arbusto o estructura de interés y con una 42 cm
capacidad de vuelo.
De las dos mantas descritas, la manta cuadrada cubre mayor área de colecta,
sin embargo, la manta tipo “O´Brien” o “Moisés”, es una de las mejores técnicas para
insectos, principalmente coleópteros que se sujetan fuertemente al sustrato donde se
encuentran. Cualquiera de las mantas de golpeo son muy útiles en lugares con
vegetación espinosa.
Red acuática
De los muchos modelos de redes acuáticas que existen, la que se ejemplifica en
la fig. 4, es de las más sencillas en su confeccionamiento y de las más productivas en
la colecta. La red acuática se construye con un método similar al de la red
entomológica, pero
en éste caso, la profundidad de la bolsa 40 cm
Aspirador
Es un aparato para recolectar
Tubos de cobre o vidrio
rápidamente un gran numero de insectos Manguera de hule
Cebos animales
Los animales vivos atraen a muchos insectos chupadores de sangre o
lamedores de sudor. El ganado (vacuno y equino), así como otros animales
domésticos pueden ser amarrados en el campo o en el interior de una caja de
Shannon (ver trampas) para atraer a simúlidos, mosquitos y otros insectos
hematófagos. El sudor del propio colector atrae a pequeñas moscas, abejas y
avispas. La orina y las heces tanto de animales como humanas también funcionan
como un excelente atrayente de muchos grupos de insectos. Otros cebos de origen
animal que otorgan estupendos resultados son los cadáveres (Fig. 6) y pedazos de
vísceras o carne en proceso de descomposición. Dentro de este tipo de cebos, uno
que otorga muy buenos resultados, si lo que pretendemos es colectar insectos
necrófagos, es la carne de calamar o de pulpo, la cual al descomponerse (muy
rápido) despide un fuerte olor que atrae a una buena cantidad de insectos
necrófagos.
Trampa “Malaise”
Se construye con tela mosquitera de poliéster, en forma de una casa con techo
de "dos aguas", sin paredes laterales y con una pared central interna longitudinal,
cuyas dimensiones pueden variar entre 2 y 4 m de altura máxima, 1 a 4 m de
longitud y de 2-3 m de ancho (Fig. 7). Todas las piezas del techo deben confluir
hacia una abertura, ubicada en la parte más alta de la estructura, a la cual se
asegura un recipiente colector formado por un frasco y un embudo truncado interno
invertido, provisto con un preparado de cianuro de potasio o “vapona”, en su defecto,
puede utilizarse alcohol al 80%. El funcionamiento de la trampa “Malaise”, se basa
en la geotaxia negativa de muchos insectos que llegan volando y se posan en las
paredes interiores de la trampa, los cuales normalmente caminan hacia arriba en
superficies verticales o inclinadas, hasta que por la forma del techo son conducidos
hacia el vértice, en donde pasan al bote colector o cámara letal.
El color de la tela, originalmente blanco, puede cambiarse de acuerdo con la
respuesta al color que presenten las especies que nos interese capturar, pudiendo
ser verdes, negras, amarillentas, etc. Este tipo de trampa se recomienda para hacer
un muestreo en terrenos abiertos, cercanos a cursos de agua, en huertas , así como
en claros y/o bordes de bosques o selva.
Bote colector
A B
Frasco colector
Embudo
Malla mosquitera
Tubo plástico
o PVC
C D
2-4 m
1-4 m 2-3 m
Fig. 7. Trampa Malaise: A) Aspecto general; B) Detalle del frasco colector; C) Vista lateral; D) Vista frontal
E) Funcionando en campo.
Trampa de barrera o ventana
Consiste en una lámina de plástico translúcido o acrílico de longitud variable (1-3
m), sostenida por postes o cables. También se puede utilizar malla de nylon para
crear la barrera, en este caso, la longitud puede ser mayor. Una vez instalada la
ventana (si es acrílico) o barrera, se coloca en la parte inferior de la misma algunos
recipientes con agua y detergente en los cuales quedarán atrapados los insectos que
se dejan caer al chocar contra la barrera en el curso de su vuelo o salto (Fig. 8). El
detergente es necesario para evitar la tensión superficial y con ello el escape de
ejemplares.
Se recomienda instalar esta trampa
Lámina de
en zonas reforestadas o con vegetación plástico o
acrílico
alta, en los corredores naturales o en los
caminos del bosque. De manera general,
se puede colocar en lugares donde sean Postes
Caja de Shannon
Este tipo de trampa consiste en una caja grande de tela de nylon suspendida por
las cuatro esquinas, quedando la parte inferior (entrada) a medio metro del suelo. Esta
trampa debe estar suspendida por cuerdas cosidas en sus esquinas y amarradas a
árboles o cualquier otro soporte. Los insectos entran espontáneamente o atraídos por
cebos colocados en su interior. Los insectos son colectados directamente con el
aspirador o la cámara letal.
Trampa "Pit-fall"
Consiste en un bote de plástico o metal, con perforaciones finas en el fondo para
evitar la acumulación de agua de lluvia, desprovisto de cualquier atrayente, el cual se
entierra hasta que su borde superior quede a nivel del piso (Fig. 9a), en forma tal que
los insectos que se desplazan por el epiedafón tengan una posibilidad al azar de caer
en la trampa durante sus recorridos. Una alternativa es colocar un cebo colgado de
una malla y adicionar al bote una cantidad de etilenglicol (anticongelante para autos) o
en su defecto alcohol al 80%. Si las condiciones ambientales lo requieren, se puede
poner un plato de plástico sostenido por tres alambres firmes al suelo, evitando con
ello la entrada de lluvia (Fig. 9b).
Plato de plástico
A B
Malla
Alambres
de sostén
Bote
Etilenglicol
Cebo
Perforaciones
Fig. 9. Trampa “pit fall”: A) Trampa sencilla; B) Trampa cebada con protección de lluvia
Trampas de agua
Consiste en una charola con agua mezclada con un poco de detergente líquido
(para favorecer el hundimiento de los ejemplares) situada en el piso y a la sombra, en
la cual son atrapados insectos voladores, saltadores o epiedafícolas, que deben ser
retirados antes de que se evapore el agua, por lo regular el colector debe recoger la
muestra de insectos capturados cada 24 horas. Se recomienda utilizar charolas o
recipientes amarillos.
Trampas de emergencia.
Las trampas de emergencia son aquellas que nos permiten colectar insectos
que se desarrollan en lugares como el interior de los troncos, ramas, frutos, o el suelo.
Con malla de alambre fino puede construirse un cono truncado, cuyo extremo más
amplio se entierra de 10 a 15 cm en el suelo, cubriendo una superficie determinada
por nuestra unidad de muestreo. (Fig. 10a). Los insectos que emerjan quedarán
temporalmente retenidos en el cono, aunque podemos adicionar un frasco colector en
el ápice de la trampa, similar al de la trampa "Malaise".
En los troncos de árboles infestados por insectos barrenadores o
descortezadores ha dado buen resultado el uso de un cono de malla de alambre fino o
de plástico translúcido, cuya base cubre aproximadamente 100 cm2de la corteza en
donde está sujeto, con un pequeño frasco colector en el vértice (Fig. 10b). También
se ha empleado "mangas de polietileno", de dos o más metros de longitud, ajustadas
al tronco del árbol, lo cual obliga a los insectos emergentes a descender hasta una
charola colectora o un frasco con alcohol al 80% ubicado en la parte inferior del
dispositivo.
Encerrando muestras de frutos, semillas, raíces, ramas o tubérculos en cajas
translúcidas (acrílico o vidrio), ventiladas y almacenadas en condiciones apropiadas
de humedad, temperatura y fotoperíodo es posible obtener a los insectos adultos que
se encuentren en un sustrato específico (Fig. 10c). Así mismo este método es muy útil
en la obtención de los parasitoides o depredadores naturales de algunos insectos.
Otra opción, es utilizar maceteros con plantas hospedantes del insecto a ser
estudiado, así como algún material en donde encontremos evidencias de que existe
algún insecto. El macetero es cubierto por un cilindro de plástico que en su parte
superior lleva una tapa de malla mosquitera para evitar la fuga de los insectos
(Fig. 10d).
Colecta de Insectos
A B
Frasco
colector
Embudo de plástico
o lámina Cono de malla
o plástico
Frasco
colector
Caja de
C D Malla mosquitera
acrílico
Cilindro de
plástico
Frasco
colector
Macetero
Lámpara
Cable
Panel de
acrílico
Lienzo de
manta Cable
Embudo
Varillas
(tripie) Frasco
colector
Batería
o fuente
de poder
Panel de
C D
acrílico
Cubierta
Lámpara
Corriente
Cable de aire
Motor
Ventilador
Embudo
Cilindro de metal
Cubeta o plástico
Frasco
colector
Fig. 11. Trampas de luz: A) Tipo pantalla; B) Tipo Embudo; C) Tipo embudo con cubeta de soporte; D) Tipo embudo
modelo “New Jersey”
Trampa cilíndrica tipo "Charaxes".
Es una trampa muy utilizada para la captura de lepidópteros. Consiste en un
cilindro confeccionado con malla de nylon, el cual tiene un diámetro de 50 cm y una
altura de 80 a 100 cm. En los extremos se colocan dos discos, uno de plástico
(superior) y otro de madera triplay (inferior). Los bordes de la base de este cilindro
deben quedar unidos con el disco inferior por medio de 4 a 6 cordones o alambres, en
tal forma que dejen una abertura periférica de 10 cm. El disco superior debe quedar
bien sujeto del cilindro evitando cualquier fuga.
Necrotrampas
Son trampas utilizadas para la captura de insectos con hábitos necrófagos.
Existen varios modelos de necrotrampas, todas ellas deben ser cebadas con carne en
descomposición. Como ya se comento en el apartado de “cebos”, los mejores
resultados se obtienen utilizando carne de calamar, pulpo o pescado.
A continuación se detalla la construcción del modelo NTP-80 (Necrotrampa
permanente,Morón y Terrón, 1980).
Esta compuesta por un bote de plástico de 1500 ml de capacidad (15.5 cm de
altura por 13 cm de diámetro) con funciones de recipiente colector, provisto con 700
ml de una mezcla de 95 partes de etanol al 70% y 5 partes de ácido acético glacial, en
donde se preservan los ejemplares atraídos; un embudo de plástico recortado, con 13
cm de diámetro superior y 4 cm de diámetro inferior que tapa parcialmente el bote
antes mencionado disminuyendo la evaporación del alcohol, y que conduce a los
ejemplares al líquido conservador; un plato sopero de plástico con 21 cm de diámetro,
invertido y atornillado sobre tres soportes metálicos sujetos con tornillos a las paredes
del bote (Fig. 13) que funciona como tapa general, evitando la entrada del agua de
lluvia y la hojarasca, dejando un espacio de 3 cm entre su borde y el borde del bote,
este plato además sostiene, mediante dos tornillos, la tapa de un recipiente de
plástico de 6 cm de diámetro, a la cual se enrosca el frasco respectivo de 7 cm de
altura, perforado cerca de su borde superior, y que contiene el cebo de carne de
pescado marino, pulpo o calamar.
Existen algunos ambientes particulares que vale la pena explorar cuando se realiza
una colecta entomológica. Estas colectas se realizan con el objeto de capturar
determinados tipos de insectos que viven en ambientes restringidos o “especiales”.
Para este tipo de colectas es muy utilizado el embudo de Berlese (Fig. 14) y las
trampas de emergencia tipo caja (Fig. 10c). El tipo de ambiente a explorar siempre
dependerá del tipo de organismos que se pretendan colectar.
Embudo de Berlese
Ramas podridas
Las ramitas podridas de 1 cm de diámetro en adelante deben quebrarse y
examinarse con mucha atención (Fig. 15c). En este sustrato se pueden alojar
pequeñas hormigas, que inicialmente se fingen muertas y después comienzan a
moverse muy lentamente. Otros insectos que podemos encontrar son termitas,
socópteros, larvas de coleópteros, etc. Las ramitas se deben colocar dentro de una
caja de emergencia (Fig. 10c).
Cuevas
Las cavernas, cuevas y pequeñas grutas alojan una fauna de insectos muy
especial (Fig. 15d). En ese ambiente se pueden encontrar cucarachas, grillos,
coleópteros y diversos dípteros. En el caso de que la cueva este habitada por
murciélagos, se deberá buscar la fauna que reside en la capa de heces del suelo
(guano). Dependiendo de la consistencia del sustrato, el guano podrá ser colocado en
el embudo de Berlese.
Nidos de aves y madrigueras de mamíferos
En estos ambientes particulares es posible encontrar hormigas, coleópteros,
chinches, pulgas, etc., que se alimentan de las heces de los ocupantes (aves o
mamíferos), los detritos o parásitos. Los nidos (Fig. 15e) deben colocarse en el
interior de una bolsas de tela de plástico; en el laboratorio se pone dentro una bola de
algodón con éter y se guarda en una caja de emergencia (Fig. 10c). Después de un
lapso de tiempo se procede a recoger los insectos. Este procedimiento se facilita si el
nido es colocado sobre una hoja de papel blanco. Así mismo, los nidos se pueden
colocar en un embudo de Berlese (Fig. 14).
A B
C D E
Fig. 15. Colecta en ambientes particulares: A) Hojarasca; B) Tallos de bambú; C) Ramas; D) Cuevas; E) Nidos
Técnicas de Preservación
Una vez colectados, los insectos deben sacrificarse para ser transportados o
preparados. La muerte de un insecto en un medio inadecuado, puede ocasionar un
deterioro en sus características estructurales y de coloración, por lo que las técnicas
de preservación (sacrificio y fijación) tienen el objeto de evitar tales daños. El buen
estado de las características del insecto es muy importante en el proceso taxonómico
que posteriormente se desarrollará para identificar o determinar al insecto capturado.
A continuación se describe primeramente, un utensilio ampliamente usado para
el sacrificio de ejemplares, la cámara letal. Posteriormente se detallan algunos de los
medios de preservación más utilizados. Por último, se comenta sobre técnica
especiales para odonatos y lepidópteros:
Cámara letal
Es un utensilio ampliamente usado para el sacrificio de los insectos colectados.
Este se se construye utilizando un frasco o tubo de vidrio (preferiblemente "pyrex") en
el fondo del cual se coloca una capa de aserrín, algodón o corcho en trocitos,
sobre la cual se dispone un disco pequeño de corcho donde se practican
algunas muescas laterales que permitirá la salida de gases tóxico (Fig. 16a). Por
encima del disco de corcho se coloca un círculo de papel filtro o papel higiénico
que sirve para absorber las deyecciones de los insectos o el exceso del líquido letal
utilizado.
Para la utilización de la cámara, se agrega a la capa del fondo, una pequeña
cantidad de acetato de etilo, éter o cloroformo (nunca en exceso) y se cierra
herméticamente. El líquido al evaporase continuamente, forma en el interior de la
cámara una atmósfera saturada que mata a los insectos.
Una alternativa de la cámara letal antes descrita es la que utiliza cianuro de
potasio (KCN) como agente letal. En éste caso, deben tomarse toda clase de
cuidados en su manipulación debido a que el KCN es altamente venenoso. Se debe
trabajar con él en lugares aireados, pero sin corriente de aire, evitando tocarlo con las
manos o aspirar cualquier cantidad por mínima que sea. El frasco de cianuro debe
permanecer cerrado herméticamente, con una etiqueta advirtiendo que se trata de
veneno y dejándolo siempre en un lugar inaccesible a otras personas, principalmente
niños.
La cámara de cianuro debe construirse de la siguiente manera: en el fondo de
un frasco o tubo se coloca una pequeña cantidad de KCN, enseguida se agrega una
mezcla de agua y yeso dental (fraguado rápido) apunto de fraguar. Se golpea
ligeramente el frasco sobre un soporte suave para mezclar y asentar el yeso, se cierra
y se deja secar.
A
Después de secarse completamente, se
limpian las paredes del exceso de yeso y se Papel
absorbente
protegen externamente el fondo y el cuello de la
Muesca
cámara con cinta adhesiva tipo “masking tape”
Corcho B
(Fig. 16b). Esta cinta, además de protegerlo
contra pequeños choques, evita que se
disperse el cianuro como consecuencia de las
Aserrín
cuarteaduras y facilita encontrar el tubo si se
Masking tape
perdiera en el campo. Cuando la sustancia deja
de funcionar, debe enterrarse la cámara Mezcla de Yeso
con KCN
profundamente o incinerarlo.
Fig. 16. Cámara letal: A) Sencilla, B) Con cianuro
de potasio
Recipiente Algodón
Insectos
colectados
Capa de papel
absorbente
o pellón
Capa de
Naftalina
Conservación en seco
Cuando los insectos llegan al laboratorio se encuentran secos y posiblemente
quebradizos, por lo que deben manipularse con mucho cuidado. En esta condición, se
recomienda antes de comenzar un proceso de conservación en seco, transferir los
insectos desde los recipientes donde fueron transportados a cajas de Petri y éstas a
su vez colocarlas en una cámara húmeda para el relajamiento de los insectos. La
cámara húmeda consiste en un recipiente grande de vidrio o plástico de boca ancha
(un desecador de vidrio es idóneo), con una capacidad de unos 5 l. Al recipiente se le
agrega una capa de arena húmeda en el fondo mezclándola con gotas de fenol para
evitar la formación de moho. Por encima de la arena se colocan algunas capas de
papel filtro. Al cerrarse herméticamente el recipiente, se forma una atmósfera
saturada de humedad dentro del recipiente que posibilita la rehidratación de las
articulaciones de los insectos. Lo anterior permite que los ejemplares se suavicen
gradualmente, sin embargo, no deben permanecer más tiempo del necesario, pues se
reblandecen demasiado o se pudren.
Una vez que los ejemplares están flexibles, es posible iniciar un proceso de
conservación en seco. Dentro de este tipo de conservación, la técnica más utilizada
es el empalamiento o montaje con alfileres entomológicos, los cuales deben
emplearse en insectos mayores de 5 mm de longitud y 2 mm de ancho.
Una vez que los insectos se encuentran lo suficientemente flexibles, se procede
al montaje de los mismos, atravesándolos con alfileres entomológicos. Los alfileres a
utilizar, son fabricados en acero con recubrimiento de cromo, níquel o en su defecto,
barnizados en negro; tienen diferentes diámetros y una numeración progresiva desde
los más delgados (#000) hasta los más gruesos (#7) y su utilización depende
directamente del tamaño y grosor del insecto a montar.
Para sostener los ejemplares se puede utilizar pinzas finas, delicadas y
flexibles; o a falta de éstas se usan los dedos. Deben obedecerse ciertas reglas
relativas al punto por donde debe penetrar el alfiler, las cuales son conocidas
internacionalmente (Fig. 18). Los sitios preestablecidos para cada grupo de insecto
(PEA: punto de inserción del alfiler), fueron elegidos por tres razones principales: 1)
Representan las partes más duras del insecto, 2) No se deterioran estructuras
importantes, y 3) Se acercan al centro de gravedad del insecto.
A B C D
PEA
PEA
PEA
PEA
E F G H
Fig. 18. Sitios de colocación de alfiler A) Orthoptera; B) Diptera; C) Neuroptera; D) Lepidoptera; E) Homoptera; F)
Hemiptera; G) Coleoptera; H) Hymenoptera. PEA: Punto de inserción del alfiler
El alfiler debe mantenerse en posición perpendicular a los ejes longitudinal y
transversal del insecto (Fig. 19). Una vez atravesado el insecto, se coloca el ejemplar
en la parte superior del alfiler, hacia el tercio superior. Lo anterior se consigue
utilizando el bloque de montaje (Fig. 20), que es una escalerilla de madera, con tres
escalones de una altura aproximada de 7, 15 y 25 mm respectivamente.
Alfiler
entomológico
MEXICO: Chiapas
Mpio: Tuxtla Gtz.
2 Km N de Zoológico
22/V/01. B. Gómez
Canthon femoralis
Chevrolat 1834
Det. B. Gómez, 2001 Minucia
Triángulo
de papel
Barrita de
corcho
Cuando los insectos tienen alas que ocupan un gran espacio dentro de las cajas
entomológicas pueden conservarse en seco dentro de sobres de papel glasine
(celofán en su defecto), con las alas plegadas. Lo anterior facilita el almacenaje de los
ejemplares dentro de recipientes a modo de tarjeteros.
Conservación en líquido
La técnica más empleada es la que emplea alcohol etílico al 70-95%. Si bien el
alcohol se utiliza en técnicas de preservación (fijación), hay que recordar que el etanol
es un conservador.
A C
MEXICO: Chiapas *En maíz (Zea mays)
Mpio.: Tapachula *Trampa de luz. Phyllophaga tenuipilis
2 km W Col. Morelos (Bates),1888.
22/VI/02. R. Jones. B Det. B. Gómez. 1994.
Almacenaje
El almacenaje de los insectos, en el caso de los ejemplares montados en alfiler
entomológico (conservación en seco), se realiza por medio de cajas entomológicas.
La caja o gaveta entomológica usada preferentemente es de madera con tapa de
cristal.
El fondo donde se clavan los alfileres puede estar constituido de varias clases
de materiales: a) cartón corrugado y grueso; b) madera de balsa, más difícil de
conseguir y que tiene la desventaja de que no pueden atravesarse fácilmente los
alfileres delgados; c) corcho; d) hule espuma o unisel; e) plástico poroso (Plastiform).
Los insectos montados están sujetos a varios enemigos y efectos del medio,
contra los cuales el curador debe prevenirse. Los principales enemigos son los mohos
y pequeños insectos de los órdenes Psocoptera, Thysanura y Coleoptera
(Dermestidae). Un método muy usual y práctico para la prevención de artrópodos
dañinos, es la utilización de naftalina en bolitas que se adquieren fácilmente en
cualquier farmacia. Estas no deben permanecer sueltas en la caja, pues al rodar
destrozan los insectos montados. Para sujetar la naftalina a un lugar específico, se
calienta al rojo vivo la cabeza de un alfiler y se sumerge en la bolita de naftalina que,
al enfriar, permanece firmemente adherida. Posteriormente, el alfiler se clava en una
esquina de las cajas de colección.
Los insectos engrasados debido principalmente a la disolución de tejidos
adiposos, pueden limpiarse por inmersión en éter por uno o dos días; los insectos
enmohecidos, siempre y cuando no estén muy dañados y sean resistentes, pueden
limpiarse con un pincel fino mojado en éter o en una mezcla de xilol-éter.
Cría y Manejo
Manutención
Durante la colecta el entomólogo tiene frecuentemente la oportunidad de recoger
huevos, larvas o ninfas de insectos que pueden criarse para la obtención de adultos.
La cría de insecto en el laboratorio no siempre es una tarea fácil; es preciso evitar
ataques de otros insectos y de hongos, además de enfrentar muchas otras
dificultades.
Los insectos que se van a criar, pueden mantenerse en recipientes de vidrio
(frascos, peceras, etc.), plástico o de madera, cubiertos con tul, tela de alambre o de
nylon. Así mismo, las trampas de emergencia del tipo caja o macetera, otorgan
excelentes resultados.
Los recipientes deben prepararse de tal forma que imiten, en lo posible, las
condiciones naturales. Deben aireares bien, recibir buena iluminación y tener
humedad adecuada. La alimentación debe ser abundante y las heces retiradas para
que no estorben o den margen al desarrollo de otros organismos. La experimentación
metódica del interesado será más seguro y eficiente para la obtención de resultados
satisfactorios.
Referencias Bibliográficas
Dennis, C. J. 1979. Laboratory Manual For Introductory Entomology. WM. C.
Brown Company Publishers. Iowa, U.S.A.
Equihua M., A. & Anaya R., S. 1990. Estados Inmaduros de los Insectos.
Colegio de Postgraduados. México.
Upton, M. S. 1991. Methods for Collecting, Preserving, and Studying Insects and
allied forms. 4th Edition. The Australian Entomological Society. Brisbane,
Australia.