Está en la página 1de 2

¿Se mueven los glaciares?

Una aplicación del método científico


El estudio de los glaciares proporciona una temprana aplicación del método
científico. En las zonas altas de los Alpes suizos y franceses existen pequeños
glaciares en las zonas superiores de algunos valles. A finales del siglo XVIII y
principios del XIX, los agricultores y ganaderos de esos valles sugerían que los
glaciares de los trechos más elevados de los valles habían sido antiguamente mucho
mayores y ocupado las zonas bajas del valle. Basaban su explicación en el hecho de
que en el suelo de los valles se encontraban cantos angulosos y otros derrubios
rocosos dispersos que parecían idénticos a los materiales que podían ver en los
glaciares y cerca de ellos en las cabeceras de los valles.
Aunque la explicación para estas observaciones parecía lógica, otros no aceptaban la
idea de que masas de hielo de centenares de metros de grosor fueran capaces de
moverse. El desacuerdo se resolvió al diseñarse y llevarse a cabo un experimento
sencillo para comprobar la hipótesis de que el hielo del glaciar podía moverse.
Se colocaron marcadores en línea recta atravesando por completo un glaciar alpino,
y la posición de la línea se señaló en las paredes del valle de manera que, si el hielo
se movía, pudiera detectarse el cambio de posición. Después de un año o dos, los
resultados eran claros: los marcadores colocados en el glaciar habían descendido por
el valle, demostrando que el hielo glaciar se mueve. Además, el experimento
demostró que, dentro de un glaciar, el hielo no se mueve a una velocidad uniforme,
porque los marcadores del centro avanzaban más deprisa que los que había a lo largo
de los márgenes. Aunque la mayor parte de los glaciares se mueve demasiado
despacio para una detección visual directa, el experimento demostró de manera
satisfactoria que se produce movimiento. En los años siguientes se repitió muchas
veces este experimento utilizando técnicas de vigilancia más modernas y precisas.
Cada vez, se verificaron las relaciones básicas establecidas por los primeros
intentos.
El experimento ilustrado en la Figura 1.B se llevó a cabo en el glaciar Rhone suizo a
finales del siglo XIX. No sólo permitió trazar el movimiento de los marcadores
dentro del hielo, sino también cartografiar la posición del frente del glaciar.
Obsérvese que, aun cuando el hielo situado dentro del glaciar estuviera avanzando,
el frente de hielo estaba retrocediendo. Como suele ocurrir en ciencia, las
observaciones y los experimentos diseñados para comprobar una hipótesis
proporcionan nueva información que precisa análisis y explicación ulteriores.

También podría gustarte