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DERECHOS CULTURALES Y

EDUCATIVOS

María Gabriela Sequera Aranguren


Universidad Nacional Experimental de las Artes  Formación Socio Critica
Introducción

En Venezuela existen diferentes manifestaciones culturales, estas pueden variar de región a


región. Cada manifestación cultural, tiene características propias que la hacen única y
particular. La Danza, la Música, las Artes plásticas, la Literatura, la Arquitectura, etc,
entran dentro de estas manifestaciones y al pasar el tiempo se han vuelto muchas de ellas en
tradiciones. La cultura de venezolana es un crisol que integra fundamentalmente a tres
familias distintas: la indígena, la africana y la española

La República Bolivariana de Venezuela, Sus lineamientos están orientados a destacar las


expresiones y manifestaciones populares y académicas que nos identifican como país único
y soberano. Su riqueza y variedad en las diferentes maneras de expresar la venezolanidad,
constituyen un crisol que con una gran riqueza y colorido van desde las manifestaciones
más autóctonas hasta las más sofisticadas y vanguardistas.
De los Deberes, Derechos Humanos y Garantías”, destina un Capítulo especial (VI) de
dicho Título, a los “derechos culturales y educativos.”98, 99, 100, 101, 102 y 103

Se mantiene en la propuesta el principio de que la creación cultural es libre, con lo cual se


alienta la diversidad en la creación de obras de todo género, enriqueciendo de esta manera
el acervo cultural del país. Esta libertad que se establece está referida al acto de crear, y en
ningún caso debe interpretarse como una libertad para llevar a cabo comunicaciones,
reproducciones o distribución de obras sin la debida autorización de los autores o de las
autoras, cuyos derechos se protegen constitucionalmente.

Se incorpora un reconocimiento constitucional a la Diversidad Cultural, entendiendo por tal


a la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades, y la
cual se manifiesta a través de distintos modos de creación artística, producción, difusión,
distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y
tecnologías utilizados.

Surgen así, con fundamento en la Constitución, los principios rectores del Derecho dela
Cultura conformado por todas las normas infra constitucionales, esto es, legales y sub
legales que regulan en escala descendente los diferentes tópicos de la organización y de la
gestión cultural pública. El Derecho de la Cultura como régimen jurídico administrativo
especial, se basa e inspira en los derechos culturales de rango constitucional, o derechos
fundamentales.

1. Los Derechos constitucionales que se derivan de la libertad de creación cultural. 

Son: a) El derecho a la inversión, producción y divulgación de la obra creativa, científica,


tecnológica y humanística.

b) El derecho a la propiedad intelectual que incluye:

b.l) La protección legal del derecho de autor o creadores sobre sus obras científicas,
literarias y artísticas y

b.2) La de propiedad industrial que comprende las invenciones, innovaciones,


denominaciones, patentes, marcas y lemas.
c) El derecho a la emisión, recepción y circulación de la información cultural, en particular
el derecho de los creadores a que los medios de comunicación coadyuven a la difusión de
sus obras (Arts. 98 y 101).

2.    Administración Cultural Pública

En cuanto a la administración cultural pública, la Constitución tiene como objetivo, la


creación de un sistema nacional de la cultura integrado por un conjunto de políticas con sus
correspondientes recursos, instancias y procesos de desarrollo institucional, las estructuras
y entes que definen la acción del sector en todo el territorio nacional, a través de un Plan
Nacional dela Cultura y los programas y proyectos que lo desarrollan, que posibiliten el
desarrollo cultural y el acceso de la comunidad a los bienes y servicios culturales según los
principios de descentralización, participación y autonomía. Todo lo cual conduce a:

1. Una autonomía de la administración cultural pública como principio organizativo y


funcional (Art. 99), organizada bajo las técnicas de la descentralización y la
desconcentración administrativa;

2) La consagración de los principios de una administración cultural pública, abierta,


democrática, participativa e interdisciplinaria;

3) La creación de un Instituto Nacional dela Cultura;

4) El establecimiento de mecanismos para garantizar la participación de los creadores y de


la comunidad organizada en la elaboración del plan nacional de la cultura;

5) La incorporación de los Estados y los Municipios, sin perjuicio de su autonomía


constitucional y legal, al sistema nacional de la cultura;

6) La garantía de un porcentaje determinado del presupuesto anual dela Administración


pública Nacional de los Estados y Municipios, destinados a la gestión cultural pública.

3.    Patrimonio cultural de la Nación

 La Constitución consagra la garantía estatal de la protección, preservación,


enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural tangible e intangible y
la memoria histórica dela Nación (Art. 99). En tal sentido, el patrimonio cultural dela
Nación está constituido por todos los bienes y valores culturales de la nacionalidad
venezolana, tales como la tradición, las costumbres y los mitos colectivos, así como el
conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles que posean un especial
interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico,
ambiental y otros.

Se consagra también el derecho de las personas y comunidades a la protección,


preservación, enriquecimiento, conservación y restauración del patrimonio cultural dela
Nación; así como también, al uso y disfrute de los bienes que constituyen dicho patrimonio.

Se consagra además un régimen de penas y sanciones para reprimir los delitos y las
infracciones administrativas contra la protección y la conservación de los bienes del
patrimonio cultural de la nación (Art. 99); y además, la obligatoriedad de incorporar en el
proceso educativo, la valoración del patrimonio cultural y la memoria histórica dela
Nación.

4.    Cultura popular y trabajadores culturales

Las culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan de atención especial,


reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo el principio de igualdad de las
culturas. La ley establecerá incentivos y estímulos para las personas, instituciones y
comunidades que promuevan, apoyen, desarrollen o financien planes, programas y
actividades culturales en el país, así como la cultura venezolana en el exterior. El Estado
garantizará a los trabajadores y trabajadoras culturales su incorporación al sistema de
seguridad social que les permita una vida digna, reconociendo las particularidades del
quehacer cultural, de conformidad con la ley. (Art. 100).

 5.   Información cultural

En cuanto a la información cultural, el Estado garantiza su emisión, recepción y


circulación. En tal sentido los medios de comunicación están en el deber de coadyuvar a la
difusión de los valores de la tradición popular y la obra de los artistas, escritores,
compositores, cineastas, científicos y demás creadores culturales del país. Es una
obligación para los medios televisivos incorporar subtítulos y traducción a la lengua de
señas para las personas con problemas de audición. En todo caso, la legislación pautará los
términos y modalidades de dichas obligaciones (Art. 101).

 6.    Derecho a la Educación

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela reconoce que la educación es


clave para fortalecer las instituciones democráticas, promover el desarrollo del potencial
humano, el alivio de la pobreza y fomentar el entendimiento entre los pueblos ya que la
educación es un motor que impulsa los cambios sociales, políticos, económicos, culturales,
entre otros, de un Estado. Bien lo decía nuestro Libertador Simón Bolívar: un ser sin
estudios es un ser incompleto.

resalta la importancia de la educación como un derecho fundamental al reconocer el mismo,


como un medio eficaz para fomentar la conciencia de los ciudadanos en la visión de sus
propios países, y de esa forma lograr una participación significativa en el proceso de toma
de decisiones y en el fortalecimiento de los sistemas democráticos.

Es precisamente, a partir de la Constitución de 1999, cuando la educación y el trabajo se


conciben como procesos fundamentales para garantizar los fines del Estado. De esta
manera, los ciudadanos (as) y las organizaciones sociales tienen el deber y el derecho de
participar en la creación, preservación de esas condiciones mínimas y de esas igualdades de
oportunidades, aportando su propio esfuerzo, vigilando y controlando las actividades
estatales, impulsando a los demás ciudadanos (as) de la necesaria cooperación recíproca,
promoviendo la participación individual y comunitaria en el orden social y estatal,
censurando la pasividad, indiferencia y la falta de solidaridad, características notables en
los modelos educativos en Venezuela, durante los años 1935 hasta 1998

En este sentido, los ciudadanos (as) y grupos sociales han de empeñarse en la realización y
ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus deberes mientras que el Estado se
convierte en un instrumento para la satisfacción de tales fines. Por ello, se incorporan al
texto constitucional como valores superiores del ordenamiento jurídico del Estado y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad individual y social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética
pública y el pluralismo político.
Conclusión

En la construcción de una nueva dinámica, la información, la capacitación y la


participación ciudadana, constituyen tres ejes impulsores de los procesos de transformación
política, económica y social del país. Los primeros, sirven de base para activar el tercero,
en tanto facilitan la intervención del ciudadano en la formulación, control y evaluación de
políticas públicas, y así poder crear las condiciones necesarias para un verdadero ejercicio
democrático. La Educación es un derecho fundamental por ser inherente, inalienable y
esencial a la persona humana, se ha convertido en un medio de realización de la actividad
humana en todos los tiempos.

Los principios que rigen la política cultural de la República Bolivariana de Venezuela:

– Promover de manera integral la Identidad Cultural de la República Bolivariana de


Venezuela y la Proyección de la Imagen del país.

– Reconocer la Diversidad Cultural de los pueblos como derecho y valor universal y como
factor coadyuvante de la armonía entre las naciones.

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