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I.

LA MÚSICA EN AL ANTIGUO TESTAMENTO

La mú sica representa un papel importante en la cultura hebrea, como se da a conocer


en pasajes del Antiguo Testamento. Segú n la tradició n fue JUBAL hijo de LAMEC (Gn.
4:21) quien fue el padre de los artistas y flautistas. Frecuentemente en momentos de
regocijo, vinculá ndose a esto la danza.

1. LA MÚSICA EN LA VIDA SOCIAL DE LOS HEBREOS

Ex. 15:1-21; Jue. 5:1, 2 Co. 20:28

*  En una etapa posterior la mú sica fue consagrada a Dios para el servicio en el


Templo, también tuvo una expresió n secular (Gn. 31:27).

* Se usaba también en las festividades. Canto, alabanza, mú sica (Is. 5:12; Am. 6:5).

* Isaías 16:10. El gozo y el canto estaban unidos en la Vendimia o en la Cosecha de las


uvas (Ec. 2:8).

* Lm. 5:13-15. Jó venes privados de esta actividad.

* Is. 23:16. Ramera, la usaba para su vida de libertinaje.

* Se usaba en el duelo (Mt. 9:23).

ENDECHAS. Es una canció n triste y lamentosa (2 S. 1:18-27).

PLAÑ IDORES. Lamentos, quejas, lloros (contratados para esto).

* En la posesió n y coronació n de reyes (2 Cr. 23:13).

* En el descubrimiento de un manantial (Nm. 21:17).

* A la llegada de la primavera (Cnt. 2:12).

* Filó n dice que los judíos pasaban a menudo toda la noche cantando cá nticos, tanto
de cará cter religioso como de otra clase.

* Cuando libraban victoriosas batallas (1 S. 18:6-7). 

* Las mujeres recibían al vencedor con pandero y danzas, generalmente cantaban en


coros que se alternaban. En los tiempos de los reyes se mantuvo esta tradició n (2 Cr.
20:28).

* Se cantaba al son de panderos, arpa y flauta (Job 21:12; Is. 24:8-9; Am. 6:5).
* Tanto la salida de Babilonia (Is. 48:20), como la liberació n definitiva de los
redimidos se maraca con cá nticos de jú bilo (Is. 35:10).

2. LA MÚSICA EN LA VIDA RELIGIOSA HEBREA

* La mú sica acompañ aba el ejercicio del ministerio profético (1 S. 10:5; 19:20-24).

* Eliseo pidió un tañ edor (el que toca o ejecuta un instrumento) para inspirarse (2 R.
3:15).

* Utilizado para echar malos espíritus (1 S. 16:16).

* La mú sica se usaba regularmente en el culto del Templo. Formaba parte del culto por
orden de Dios (Nm. 10:10).

* Cuando transportaban el arca a Jerusalén (2 S. 6:5).

* En la dedicació n del Muro de Jerusalén (Neh. 12:27).

* Se utilizaba para llevar ante Dios una ofrenda musical (Is. 38:20).

* 1 Cr. 16:42. Mú sica de Dios.

* 1 Cr. 7:6. Mú sica e instrumentos para alabar a Dios.

3. LA MÚSICA EN LA BIBLIA

Ocupa un importante lugar en la palabra, má s de 575 pasajes repartidos en 44 libros


nos hablan de ella, sobre todo en el Antiguo Testamento.

¿En qué fecha se inició la mú sica? Desde antes de la creació n de la humanidad (Job
38:4-7). Las estrellas del alba representan quizá s a unos personajes celestes, como los
hijos de Dios de la frase paralela.

Ez. 28:13-16                       LAMEC


Gn. 4:20-22                        JABAL ----- Ganado
                                          JUBAL ----- MÚ SICA
                                          TUBAL CAÍN -- Hierro - Bronce.

Estos versículos nos recuerdan que los alimentos y productos de artesanía no bastan
para suplir las necesidades del hombre, la Biblia cita la mú sica como parte de él. Dios
nos revela que no basta con proveer para las necesidades materiales del hombre,
ademá s de todo eso el hombre necesita algo para satisfacer su sentido de estética.
Desde el principio la mú sica ha sido má s que un mero pasatiempo.

4. LA MÚSICA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS


4.1 EN LOS TIEMPOS DE DAVID
(1 Cr. 15:16-22). David mandó a los Levitas que tocaran y cantaran mientras el Arca
volvía a Jerusalén. Fue en esta ocasió n que organizó la primera orquesta. Esta se
componía de 24 instrumentistas que tocaban salterios, címbalos y trompetas.

(1 Cr. 23:5). Má s tarde David estableció 4000 Levitas para alabar a Jehová con los
instrumentos.

Vs. 30 ---- Cada mañ ana y cada noche en el Taberná culo.

Recibían una formació n de 10 añ os para ejercer su servicio en el Taberná culo,


ministraban solo a los 30 añ os de edad.

(1 Cr. 23:3). Los maestros de mú sica y canto estaban divididos en 24 grupos de 12


hombre, un total de 288 levitas expertos en lo concerniente al canto a Jehová , todos
instruidos y aptos.

(1 Cr. 25:7). Estos enseñ aban la mú sica a sus hermanos. Asaf, Jedutum y He-man
dirigían el coro.

Segú n historiadores daban la señ al de empezar con címbalos, otros 8 mú sicos guiaban
la melodía con el KINNOR (arpa). Eran acompañ ados por 6 grupos de hombres que
tocaban el arpa.

4.2 EN EL TEMPLO DE SALOMÓN


Bajo el reino de Salomó n se construyó una gran orquesta para la inauguració n del
Templo.

(2 Cr. 5:13). 120 sacerdotes tocaban trompetas, a la vez que un numeroso coro
cantaba a una, para adorar y alabar a Jehová , como resultado el Templo se llenó de la
Gloria de Dios.

5. DIVERSIDAD DE CANTOS

* DE MARCHA (Nm. 10:35-36; 2 Cr. 20:21). Entre los cuales estaban denominados los
cá nticos graduales que se cantaban durante la peregrinació n a las fiestas de Jerusalén
(Sal. 121; 134).

* CANTO DE TEMAS LABORALES (Nm. 21:16-18, Jue. 9:27; Is. 5:1; 27:2; 65:8; Jer.
25:30).

* CANTOS PARA PONER LA PRIMERA PIEDRA DE UNA CASA (Zac. 4:5)

* CANTOS PARA COLOCAR LA PIEDRA ANGULAR (Job 38:7).


* CANTOS DE AMOR (Sal. 45; Cnt. 2:14; 5:16; Ez. 33:32).

* CANTOS PARA BEBER (Job 21:12; Sal. 61:13; Is. 24:9; 33:11).

* CANTOS PARA DANZAR (1 S. 18:6-7; 21:12; 29:5; Sal. 26:6; 68:26; 87:7)

* CANTOS PARA BURLARSE (Job 30:9; Lm. 3:14, 63).

6. RESTAURACIÓN DE LA MÚSICA PARA ISRAEL

Después de la muerte de Salomó n, Jeroboam impidió a los levitas llevar a cabo las
funciones (hijo de Navot) (2 Cr. 11:14). Cada vez que el culto vuelve a florecer bajo
alguno de los reformadores reyes de Judá , allí está n los levitas para alabar a Jehová (2
Cr. 29:26-30), bajo el Rey Ezequías de Judá . (2 Cr. 35:15), bajo Josías Rey de Judá .

CONCLUSIÓ N: Ezequías y Josías reintegraron la mú sica en el culto.

7. LA MÚSICA EN EL EXILIO

Con el exilio la mú sica pasó del Templo a las Sinagogas. No solo se continuaron
cantando los salmos sino que toda la Escritura era leída cantando.

VANTOURA, ha demostrado que el canto de la sinagoga no era idéntico al que se había


practicado en el Templo: no había mú sicos formados profesionalmente y la mayor 
preocupació n ya no era el culto, sino el estudio de la Escrituras, se escogía a uno de los
fieles de la comunidad que tuviera bonita voz para el canto. Las tradiciones se
diversificaron desviá ndose cada vez del canto sagrado del Templo. El canto
congregacional cristiano, segú n S. HAIK VANTOURA, se derivó del canto Sinagogal.

8. LA MÚSICA DESPUÉS DEL EXILIO


                                         
El Rey Persa ordenó que se proveyera diariamente para las necesidades de los
cantores. Neh. 11:23; 12:47; 13:10. El nú mero de los cantores que volvieron de la
cautividad fueron de 148 (Neh. 7:44) y 128 segú n Esdras 3:10. La dedicació n del
Templo que se reconstruyó fue acompañ ado por cantos y mú sica (Neh. 12:27). Las
mujeres participaban en el coro del templo (Neh. 7:67, Esd. 2:65).

Segú n 1 Cr. 25:5 He-má n, tenía tres hijas instruidas en casa para el canto en la Casa de
Dios. Sal. 68:25. "Los cantores iban delante, los mú sicos detrá s y en medio las
doncellas con panderos".

9. LA MISNÁ

Método de enseñ anza TALMÚ DICO.


La palabra hebrea MISNÁ , viene de la raíz repetir (segú n los métodos de enseñ anza de
las escuelas rabínicas) enseñ ar, instruir y designar doctrina. Transmitida oralmente
para distinguirla de la MITRA, de lo leído, de los Sagrados Escritos.

La MISNÁ comprende principalmente todo el conjunto de enseñ anzas transmitidas


oralmente tal como fueron expuestos por escrito en el siglo II a.C. y coleccionados en
el Talmud. Hacia el añ o 200 d.C. el Rabino YESUDA-NASI fijó por escrito todas las
tradiciones bíblicas halladas en los registros privados de sus predecesores, es una
obra escrita en la lengua Neohebrea, conteniendo términos griegos y latinos
hebraizantes, la que lleva al nombre de MISNÁ . Pronto se le reconoció autoridad en las
escuelas Rabínicas después de la muerte de Yesuda Ha-Nasi, y se sintió la necesidad
de completar y explicar la Misná .

Los dos comentarios de la Misná redactados por los doctores judíos de las Escuelas de
Tiberia (Palestina) y de Babilonia reciben el nombre de GEMARÁ S (Estudio
definitivo), dichos comentarios está n redactados en Arameo, uno de ellos en el
dialecto Galileo y el otro en el Babiló nico. La Misná y los Gemerá s son los elementos
constituyentes del Jamuel. La Misná se divide en seis partes o clasificaciones (Seder,
Plural: Sedarim), 63 tratados, 523 (segú n otros 524 o 525) capítulos, 4187 pá rrafos.
Las partes o sedarim son:

1. ZERA´IM (frutos del campo). Cuatro tratados sobre cuestiones de agricultura,


diezmos, etc.

2. MO´ED (tiempos establecidos). Doce tratados sobre el sá bado y días festivos.

3. NASIM (mujeres). Siete tratados sobre el matrimonio, divorcio, etc.

4. NEZIGIM (dañ os). Diez tratados sobre el derecho civil y penal.

5. QODASIM (cuestiones sagradas). Once tratados sobre el sacrificio y todo lo que se


relaciona con el culto del templo.

6. TAHOROT (cuestiones de la pureza). Once tratados sobre la pureza y la impureza,


ritual.

La primera impresa fue hecha en Ná poles en el añ o de 1942.

10. CLASES DE INSTRUMENTOS MUSICALES DE LOS HEBREOS

Tenían tres clases de instrumentos, a saber:

1. Cuerda
2. Viento
3. Percusió n
CUERDA

ARPA: Quizá s el má s bello de los instrumentos y seguramente el má s comú n entre los


antiguos. El Arpa se menciona muchas veces en la Biblia (1 S. 10:5; 1 Cr. 13:8), tenía
en la antigü edad diversos tamañ os y formas segú n se ha constatado por los
numerosos ejemplares encontrados en Mesopotamia. La traducció n del término
hebreo para este instrumento varía segú n las distintas versiones: Arpa, Salterio,
Cítara, Lira, etc. El nú mero de las cuerdas varía segú n el tamañ o y la forma del
instrumento. Numerosos salmos está n compuestos para ser tocados con arpa. David
tocaba el arpa (1 S. 18:6) en festividades y en el culto del Templo las arpas
acompañ aban el canto (1 Cr. 15:16; Neh. 12:27).

VIENTO

BOCINA: Originalmente este instrumento era el cuerno vaciado de algú n mamífero,


má s tarde se hacía generalmente de metal, de forma curva no recta imitando los
cuernos de numerosos animales (Ex. 19:16; Jos. 6:4).

ZAMPOÑ A: Del Arameo Samphoneya, que se haya en Daniel 3:5, 7, 10, 15; proviene del
griego SAMPHONIA que significa "Sinfonía, Armonía de sonidos". Este instrumento se
emplea en numerosos lugares del oriente, asemejá ndose a una gaita o cornamusa,
pero disponiendo solo de dos tubos, uno para insuflar aire en el pellejo y otro con el
que se toca.

PERCUSIÓN

PANDERO: Originalmente una especie de tambor, probablemente cuadrado, que


pronto se transformó en el  pandero circular, que conocemos. Los hebreos lo llamaban
TOPH.  Durante las fiestas profanas los cantantes y danzarinas se acompañ aban del
pandero. En el culto se usaba en ocasiones solo o acompañ ado de diversos
instrumentos (Gn. 3:21; Sal. 81:3).

CÍMBALO: Usado en las ceremonias religiosas de Israel (1 Cr. 15:16; 2 Cr. 5:13; Esd.
3:10; Neh. 12:27). Era má s pequeñ o que las castañ uelas y a modo de las platillas de las
bandas de mú sica modernos, se tocaban con los dedos o con las manos segú n el
tamañ o.

11. SOLISTAS E INSTRUMENTALES

Desde su primera menció n, el canto está asociado a los panderos y a las danzas. Los
instrumentos, seguramente habían sido traídos de Egipto, donde ya se conocían hacía
muchos siglos. Los documentos egipcios de la época contienen representaciones de
muchos instrumentos de percusió n así como de trompetas, arpas, liras, clarinetes
dobles y oboes de diferentes clases.
En el principio, el canto siempre estaba acompañ ado de los instrumentos: la palabra
SALMO (PSALMOS) en griego designaba primitivamente un cá ntico que se
acompañ aba con una lira y que estaba destinado al culto (2 Cr. 5:12). Todos los
cantores estaban provistos de instrumentos.

A. SOLISTAS
En el culto había lugar para el canto de solistas, para el coro y para las distintas clases
de instrumentos. Cuando David dijo: Yo cantaré... (Sal. 7:17; 9:2; 13:6; 18:49) no quiso
decir: cantaré en mi corazó n o recitaré unos poemas que suenan musicalmente. En el
contexto de los salmos, se halla su forma de alabar (Sal. 27:6; 108:1-3; 22:25; 35:18).

La expresió n "Lamenazzeah" (al mú sico principal) que aparece 55 veces en los Salmos
y en Hab. 3:19, en algunas ocasiones ha sido interpretada como si se refiriera a un
pasaje que se cantaba solo. A veces el salmo entero era cantado así, mientras que el
coro solo daba respuestas. Esto explica por qué se pasa de singular al plural (Sal. 5:1-
10; 12:12; 9:1-10; 11-12, 13-14, 15-20).

B. LA MÚSICA INSTRUMENTAL
Salmo 98. Con arpa y voz de cá ntico, con trompetas y sonido de bocinas delante del
Rey Jehová . Vs. 5 y 6.

Salmo 33:1-3. Alabanza con instrumentos de cuerda.


Salmo 81:1-3. Mú sica de cuerda, viento y  percusió n.

Otras veces la alabanza se expresa só lo mediante los instrumentos. Salmo 150 Alabad
a Dios... a son de bocina, con salterio, con arpa, con pandero, con cuerdas, con flautas,
con címbalos resonantes, con címbalos de jú bilo.

A menudo los instrumentos tocaban preludios.

Nos encontramos aquí con distintas familias de instrumentos: cuerdas, viento y


percusió n, todos para la gloria de Dios. Solo los descendientes de Leví tenían derecho
de tocar en el Santuario, y debían hacerlo de una determinada manera apropiada para
el culto. Es decir, que habían ciertos criterios establecidos por Dios en lo referente a la
utilizació n de instrumentos y que no estaba permitido que cada uno lo hiciera segú n le
parecía para honrar a Jehová .

La orquesta del Templo estaba compuesta mayormente por instrumentos de cuerdas


con sonidos suaves y relativamente tenues (arpas y salterios), podemos deducir
incluso que habiendo muchos instrumentos, las voces no tenían ninguna dificultad en
sobresalir y así poder ser escuchadas.

Se han dado numerosas explicaciones de la palabra "SELAH" que encontramos 71


veces en el Antiguo Testamento de las cuales 39 veces en los salmos. La Misná nos
dice que anunciaba un intermedio instrumental introducido por una señ al de
trompeta y durante el cual tenía lugar un acto importante en el cual toda la Asamblea
se postraba.

El Talmud distingue tres tipos de cantos:

1. La Salmodia y el canto respuesta. 


2. El canto antifonal.
3. La cantilació n.

SALMODIA: Canto que se usaba en la iglesia para los salmos. Canto monó tono.

Salmodiar: Recitar salmos sin inflexió n, sin quiebres de voz monó tonamente.

CANTILENA: Melodía de movimiento moderado, generalmente sentimental.

CANTO ANTIFONAL: Se alternan dos coros, mientras que en el CANTO RESPUESTA, un


coro o toda la Asamblea responde a un solista. Este tipo de canto alternado data de
una época muy antigua (Dt. 27:14-26; 1 S. 29:5; Sal. 136; 118).

12. EL MAL USO DE LA MÚSICA

En el libro de É xodo, se menciona la mú sica que hicieron los israelitas después de


haber levantado el becerro de oro. Josué la interpretó como "alarido de pelea" (Ex.
32:17). Debía ser pues de cará cter agresivo, pero Moisés responde.... voz de cantar
oigo yo (Ex. 32:18). Después vio que se trataba del becerro de oro y de los bailes
alrededor del ídolo.

Los cultos idolá tricos de la antigü edad (los cuales se acompañ aban con mú sica) eran
frecuentemente acompañ ados de prostitució n "sagrada" y de prá cticas inmorales. La
mú sica puede también estimular las pasiones impuras (1 Co. 10).

En el libro de Daniel, se menciona có mo el Rey Nabuconodosor utilizaba la mú sica al


servicio de la idolatría y de la glorificació n del hombre (Dn. 3:4-5). En este texto se
enumeran seis categorías de instrumentos y ademá s "todo instrumento de mú sica". El
rey y sus magistrados debían conocer el poder sugestivo de la mú sica. La Biblia lo
reconoce también, puesto que repite cuatro veces estos instrumentos (vrs. 5, 7, 10,
15) en relació n con la Adoració n de la estatua.

Amó s 6:5 menciona la mú sica religiosa que no es agradable a Dios: Gorjean al son de
la flauta (imitando sin duda a los profetas que se servían de estos instrumentos para
profetizar), e inventan instrumentos musicales como David. En el mismo libro, Dios
reprende fuertemente a los que hacen mú sica religiosa sin que su corazó n esté
consagrado a É l (Am. 5:23).

Leyendo el Antiguo Testamento desde la perspectiva de la mú sica, quedamos


sumamente impresionados por la importancia que tenía tanto en la vida cotidiana
como en la vida religiosa, personal y colectiva: todos los momentos de la jornada,
todas las épocas del añ o está n impregnadas de cantos aprendidos o improvisados, de
acompañ amientos de diversos instrumentos.

LA MÚ SICA ESTÁ SIEMPRE PRESENTE EN TODOS LOS LUGARES.

Hasta aquí a grandes rasgos hemos visto la mú sica en el Antiguo Testamento, pasemos
entonces al Nuevo Testamento.

II. LA MÚSICA EN EL NUEVO TESTAMENTO

La mú sica no ha perdido su lugar en el Nuevo Testamento, es verdad, contiene


relativamente pocas indicaciones respecto a la mú sica: apenas una docena de pasajes,
de los cuales solo dos contienen una orden concreta y ninguna menció n de la mú sica
instrumental.

¡Si los hebreos tenían razones para alabar a Dios, los cristianos mucho má s!

1. EL CANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

* El Nuevo Testamento se abre con un Himno Profético: EL MAGNIFICAT, en el cual


María exalta al Señ or por su gracia (Lc. 1:46-55). Segú n las costumbres del pueblo
hebreo, un poema de este tipo debía recitarse cantando.

* El nacimiento del Salvador ha sido anunciado por el má s sorprendente coro que


jamá s se haya oído sobre la tierra: Un coro de MIRÍADAS DE Á NGELES ha entonado el
GLORIA que miles de cristianos han cantado después de ellos (Lc. 2:14).

* Algunos días después Ana y Simeó n dejaron desbordar su gozo cuando vieron a
aquel que se esperaba desde hacía muchos siglos. Saludaron por medio de himnos de
alabanzas al Salvador (Lc. 2:22-38). Estos poemas que está n dentro de la tradició n
profética judía, seguramente fueron cantados (como lo será n durante siglos por los
cristianos). Cuando Jesú s creció , ciertamente participó como todo judío en el canto de
los salmos de alabanza y de penitencia en la Sinagoga como en el Templo, en los cultos
y otras ceremonias.

* Marcos 14:26 nos precisa qué cantó Jesú s con sus discípulos en la ú ltima cena.

* Los primeros cristianos mantuvieron la tradició n judía del canto de los salmos. 
Participaban en el culto del templo y los volvían a cantar entre ellos en sus casas.
Ciertamente, tenían esto muy arraigado para que en una situació n crítica Pablo y Silas
en prisió n, cantaran a Dios.

2. SALMOS, HIMNOS Y CÁNTICOS ESPIRITUALES 

La orden de cantar es menos frecuente en el Nuevo Testamento que en el Antiguo


Testamento. En Col. 3:16 y Ef. 5:19; este ú ltimo constituye una especie de testamento
espiritual de Pablo a las iglesias de Asia Menor.

Las exhortaciones que contiene tienen un gran valor para nosotros, ya que es como las
ú ltimas voluntades del Apó stol. Los imperativos de la segunda parte de esta epístola
culminan con la exhortació n: "sed llenos del espíritu" seguida de cinco verbos en
participio presente: hablando... cantando y alabando... dado... sometiéndoos (Ef. 5:18-
21).

Tenemos entonces que la plenitud  (ser llenos del Espíritu) tiene como consecuencia
el canto, la alabanza, la acció n de gracias y la sumisió n recíproca; y por otra parte,
cuando estamos cantando alabanzas a Dios, dando gracias a Dios por todo,
sometiéndonos los unos a los otros, recibimos una medida má s grande del Espíritu de
Dios. Así que, el canto, mencionado en el primer y segundo lugar, es a la vez una
característica de la plenitud del Espíritu y un medio para lograrla. Esto muestra su
importancia para nuestra vida espiritual.

3. DIVERSIDAD DE CÁNTICOS

El Apó stol Pablo habla de salmos, de himnos y cá nticos espirituales (Col. 3:16). Por
esta enumeració n destaca la importancia de la diversidad.

SALMOS: La Biblia nos transmite 150 salmos muy diferentes los unos de los otros, que
se cantaban siguiendo varias melodías (algunas de las cuales se nos indican al
principio de los salmos). Durante mucho tiempo solo se cantaba  estos poemas
inspirados por el Espíritu de Dios. Pero ademá s, el Apó stol menciona los himnos y los
cá nticos espirituales.  El texto de los salmos ha inspirado a muchos compositores en el
transcurso de los siglos. Las melodías que acompañ an el salmo 23 son incontables.  La
gran ventaja de los salmos, es ofrecer un texto del cual estamos seguros que agrada a
Dios, ya que É l mismo lo ha inspirado.

HIMNOS: Los himnos designaban en el griego clá sico los poemas compuestos en
homenaje a un dios o a un héroe. Encontramos partes de himnos cristianos en: Ef. 4:4-
6; 5:14; 1 Ti. 1:17; 2:5 y ss.; 2 Ti. 2:11-13; Ap. 4:11; 5:13; 7:12. A estos podríamos
añ adir todos los cá nticos compuestos en el transcurso de los siglos y que constituyen
uno de los tesoros má s preciosos de la Iglesia. Recordemos lo siguiente: los himnos de
los primeros cristianos eran muy distintos a los nuestros: sus versos aunque tenían
ritmo, ni rimaban, ni tenían la misma métrica (Arte de la estructura de los versos).

CÁNTICOS ESPIRITUALES: Eran improvisaciones espontá neas  en base a textos


bíblicos o letras compuestas por el autor del canto. Nuestros hermanos y hermanas
africanos han conservado esta forma de canto en sus cultos y la practican con bastante
facilidad.

4. CANTAR EN COMUNIDAD
Hay una especial bendició n en el canto comunitario. Podemos conversar (Ef. 5:19
"hablarse"), instruirse y exhortarse o advertirse (Col. 3:16) por medio del canto.
Pronunciar juntos las mismas palabras, al mismo ritmo, con el mismo matiz
sentimental dado por la melodía, tiene un efecto que trasciende las simples palabras
de la letra. Hay que dar debida importancia a la alabanza así como a la predicació n de
la palabra (lo uno es un mensaje musical).

5. LA MÚSICA EN LA FUTURA ETERNIDAD

En la eternidad, después del desarrollo de la historia humana, el canto permanecerá


como una de las ocupaciones de los habitantes del cielo. Los 24 ancianos cantan un
cá ntico nuevo en honor al Cordero Inmolado (Ap. 5:9-10). La multitud vestida de
ropas blancas (Ap. 7:10). Todos los á ngeles adoran (Ap. 7:11-12). Otras citas: Ap.
11:15; 15:2-4; la predicació n y la evangelizació n cesará n pero la mú sica de la
Adoració n continuará por los siglos.

EN RESUMEN

* La mú sica es tan antigua como la humanidad.

* Desde el principio el canto se acompañ ó con instrumentos.

* El canto y la mú sica instrumental han jugado un gran papel en la vida de Israel. Era
la principal actividad artística.

* Todas las ceremonias y aspectos de la vida cotidiana se enmarcaban en el canto y la


mú sica, que expresaban adoració n y gratitud, alegría y dolor, amor y odio.

* Los coros, solos y mú sica instrumental se encuentran ya en la Bíblia y está n


asociados al culto.

* El cará cter de la mú sica instrumental hebrea era generalmente gozoso pero no


ruidoso.  La orquesta estaba compuesta de una mayoría de instrumentos de cuerda.
Las trompetas solo eran tocadas por los sacerdotes y servían como llamadas sonoras.

* Los cantos eran de tipo canto-respuesta o de tipo antifonal.

* Toda la Biblia era cantada.

* A parte de la mú sica de Dios, se menciona también mú sica maléfica destinada a la


idolatría y a la inmoralidad.

* El canto cristiano ha conservado las principales características del canto sinagogal


hebreo.

III. EL LUGAR DE LA MÚSICA EN LA VIDA DEL CRISTIANO


1. EL CRISTIANO

Fue en Antioquía donde por primera vez se llamó cristianos a los hermanos, a los
discípulos que habían aceptado creer las enseñ anzas de Jesú s y que querían vivir
segú n sus principios. El cristiano es pues, en primer lugar, alguien que ha sometido
todos los aspectos de su vida al señ orío de Cristo, un hombre o una mujer que tiene
como meta glorificar a Dios con todo y en todo.

El destino del cristiano no es vivir en solitario, sino que anda junto a  los que han
tomado el mismo camino que él: puede orar y actuar con ellos, ayudarles y ser
socorrido, exhortarles, edificarse, consolarse e instruirse. A la vez, es un testigo (Hch.
1:8) que quiere transmitir a otros su razó n de vivir y la felicidad que ha encontrado. El
cristiano tiene por lo tanto algunos objetivos tales como: Alabar y Glorificar  a Dios;
edificar la Iglesia; dar testimonio de su fe ante los que no conocen a Cristo, y ser
transformado a la imagen de Cristo.

2.  “…Y LA MÚSICA”

Podemos encontrar muchas definiciones de la palabra mú sica. La mayor parte de los


autores han coincidido en decir que: es el lenguaje que va mucho má s allá de las
palabras y permite expresar nuestros sentimientos y nuestro estado de á nimo. El
hombre es ante todo un ser de fe, imaginació n y de sentimiento má s que puramente
razó n, debido a esto, la mú sica tiene un lugar muy importante en toda civilizació n.

La mú sica  es un "don de Dios". Es Dios quien llena tu boca de risa y tus labios de
jú bilo (Job 8:21); Dios es quien da cá nticos en la noche (Job 35:10); É l es quien ordenó
a  Moisés escribir un cá ntico y enseñ arlo a Israel (Dt. 31:19, 22, 30); É l es el que puso
un cá ntico nuevo (Sal. 3) y es quien inspiró a los salmistas la orden de cantar que
debían transmitir a los creyentes. Santiago repetirá esta recomendació n en el Nuevo
Testamento  (Stg. 5:13).

En 1 Co. 14:26 se mencionan  algunas cosas dentro del culto que son para edificació n
de la iglesia y en primer lugar está la mú sica (Salmos). Es significativo notar que en
todo el mundo, la mú sica se ha asociado a la religió n. Por una parte siempre ha estado
afectada por un cará cter religioso. Por otra parte en ningú n lugar se conoce una
religió n sin mú sica. Muchos creyentes nunca han sido conscientes de que la mú sica es
un precioso DON de Dios. Otros ni siquiera se han tomado la molestia de descubrir
que contiene, examinarlo y ver para qué lo podrían utilizar. No obstante hay muchas
personas que valoran este regalo, algunas de ellas lo utilizan ú nicamente para su
satisfacció n personal y no saben ver la utilidad que este DON podría tener puesto al
servicio de Dios. Es por eso, que debemos examinar y ver qué sitio quiere Dios que
ocupe la mú sica en la vida del cristiano o creyente.

3. FUNCIONES DE LA MÚSICA
La mú sica es al mismo tiempo un medio de expresió n y de comunicació n. Por tanto, el
creyente puede utilizar este regalo divino para expresar sus sentimientos má s
íntimos, los cuales difícilmente podrá expresarlos só lo con palabras: el amor hacia
Dios, la alabanza y el agradecimiento por todo lo recibido. También podemos utilizar
la mú sica para comunicarnos con los demá s: a unos, animarlos en su vida cristiana y a
otros transmitirles el mensaje de salvació n. Al mismo tiempo, la  mú sica desarrolla en
el creyente las facultades que Dios le ha dado y contribuye a su crecimiento y a su
equilibrio.

Podemos ver por lo tanto, algunas funciones principales de la mú sica en la vida del
creyente:

A. Alabanza y agradecimiento: La mú sica para Dios.


B. Edificació n en comunidad: Mú sica para edificar la Iglesia.
C. Transmisió n del mensaje y testimonio: La mú sica en la evangelizació n.

3.1 LA MÚSICA PARA DIOS


Israel era el pueblo de Dios. De una forma natural, los israelitas cantaban para el Señ or
y el primero de los objetivos de su mú sica era glorificarle. Entre los varios centenares
de veces que se menciona la mú sica en el Antiguo Testamento, nueve de cada diez
citas se refieren a cantar o tocar para Dios, dá ndole alabanza. Unas 30 veces
encontramos en los salmos la invitació n: "cantad a Jehová toda la tierra... cantad con
gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob entonad con jú bilo. Entonad canció n y
tañ ed el pandero, el arpa deliciosa y el salterio" (1Cr. 16:23; Sal. 81:1-2; 98:5; 147:7).

Tenemos el ejemplo  de Moisés (Ex. 15), Débora (Jue. 5), y especialmente de David
(Sal. 18:50; 13:6; 71:22; 30:12; 104:33; 66:4).

Al igual que sus compatriotas, Jesú s cantaba salmos con sus discípulos (Mt. 26:30);
Pablo y Silas en la prisió n de Filipos entonaban cá nticos en honor a Dios (Hch. 16:25).
Al cantar entramos en las intenciones de Dios, que nos ha concedido este DON  y nos
pide que lo utilicemos para su Gloria.

  ¿Por qué CANTAMOS en vez de DECIRLE nuestra alabanza a Dios?

Cuando hablo, esencialmente es mi inteligencia la que funciona, por ejemplo: Yo


puedo identificarme por medio del uso de mi razó n a las palabras de un salmo, e
incluso repetirlas porque reflejan mi forma de pensar. Pero cuando las canto, una
parte má s profunda de mi personalidad entra en juego: mis sentimientos e incluso mi
cuerpo se encuentran involucrados en la alabanza. La mú sica subraya cada palabra, la
amplifica, las grava en nuestros corazones y mueve a la alabanza las partes má s
profundas de nuestro ser, impulsá ndola hacia Dios. Cantamos para expresar gratitud,
admiració n, su fidelidad, su justicia (Sal. 13:6; 71:22; 101:1), y ademá s la alegría que
sentimos al pertenecerle (Sal. 98:4; 79:13).
Si un cristiano nunca tiene deseos de cantar, ni siquiera en su corazó n ¿no es esto
señ al de que algo no va bien en su vida espiritual? El apó stol Pablo señ ala el cantar
cá nticos como la primera manifestació n de la plenitud del Espíritu Santo y al mismo
tiempo como un medio para obtener tal plenitud (Ef. 5:19).

"De la abundancia del corazó n habla la boca" dice Jesú s (Mt. 12:34). Si no tenemos
nunca un cá ntico en la boca, es que hay un vacío en el corazó n (Lc. 6:45). Por el
contrario, si hay cá nticos en abundancia, cantar a Dios tiene la facultad maravillosa de
llenar aú n má s nuestro corazó n.

Dios dice que hemos sido creados para su gloria y publicar sus alabanzas (Is. 43:7,21). 
Es lo que haremos durante toda la eternidad (Ap. 5:9-13).

 ¿Cuá ndo y dó nde cantar?

Podemos cantar solos, en la habitació n, en la cocina, mientras hacemos cosas que no


requieren toda nuestra atenció n, cuando paseamos, conducimos, etc., cá nticos
conocidos o improvisados: Dios los escucha, sin juzgar el valor musical como hacen los
hombres, porque É l mira el corazó n, aceptando nuestro deseo de glorificarle.
Podemos cantar JUNTOS, cuando nos reunimos para darle culto.

NOTA
Todos podemos cantar má s no todos ministrar.
Cantar es diferente a alabar.
El clímax de la alabanza es la Adoració n.
Toda la creació n (lo que respire) Alabe a Dios (Sal. 147-150).
É l mora en medio de las alabanzas (Sal. 22:3).

3.2 MÚSICA PARA LA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA


Este es el aspecto principal que el Apó stol Pablo tiene en mente cuando pide a los
efesios "hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cá nticos espirituales,
cantando y alabando al Señ or en vuestros corazones" (5:19) o a los Colosenses
"enseñ á ndoos y exhortá ndoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en
vuestros corazones al Señ or con salmos e himnos y cá nticos espirituales" (3:16).

Por medio del canto podemos expresar mucho mejor que só lo por medio de palabras,
nuestra felicidad al poder andar con Jesú s y nuestro deseo de consagrarnos aú n má s a
É l.  Podemos estimularnos mutuamente a la adoración "Hemos venido a este lugar,
juntos en su Nombre a adorar...", "///Santo/// mi corazó n te adora...", "Que mi vida
entera esté..."; al servicio "Yo quiero trabajar por el Señ or", "Da lo mejor al
maestro..."; a la gratitud "Hay momentos en que palabras no alcanzan...". En el
sufrimiento y el duelo nos consolamos mutuamente mucho mejor por el canto y la
mú sica que solo por medio de palabras. Hay ademá s otros muchos aspectos de la vida
en los cuales la mú sica es gratificante y edificante.
Los cá nticos má s bellos vemos que nacen en una situació n de prueba o de dolor
profundo y han sido fuente de consuelo para muchos creyentes. Es en los momentos
difíciles cuando la mú sica revela todo su poder.

3.3 LA MÚSICA EN LA EVANGELIZACIÓN


La mú sica es un medio privilegiado de comunicació n. Ló gicamente, los cristianos
querrá n utilizarla para compartir con otros lo má s precioso que poseen. La mú sica
permanece como una de las formas de expresarse que "pasa" má s fá cilmente: la
lectura cansa, los discursos hacen bostezar, pero la mú sica conserva su poder de
fascinació n. Si ella no constituye un medio directo de evangelizació n podrá servir de
antesala al mensaje: ella prepara el camino para aquel que siempre viene.

Veamos un ejemplo: En la prisió n de Filipos, donde se encontraban Pablo y Silas,


aparece el canto y la conversió n de algunos. Ellos cantaban alabanzas a Dios y fue por
esos cantos, por el terremoto y por la acció n del Espíritu Santo, que el carcelero fue
convencido de pecado al igual que los suyos.

Esta perspectiva del canto en la evangelizació n condiciona también su forma: es


necesario que la mú sica refleje tanto el cará cter de Dios como los sentimientos que É l
produce en los corazones de sus hijos. Esta mú sica será pues, muy diferente de la del
mundo, para poder dar, en un estilo que las personas de fuera comprendan y aprecien,
la imagen de una vida completamente transformada por el Dios que es
"completamente distinto y trascendente".

Ella debe suscitar en ellos, en un lenguaje parecido al suyo, la nostalgia del paraíso
perdido, la sed de pureza y autenticidad, el deseo de saber má s sobre la fuente de los
sentimientos expresados en ella. Esta doble exigencia de una mú sica de
evangelizació n que sea auténtica y eficaz (una forma comprensible y un estilo
adaptado al pú blico actual por una parte, y un contenido verdadero y transparente
por otra) constituye el fondo del problema de la mú sica cristiana actual.

IV. LOS MÚSICOS (CANTANTES Y EJECUTANTES)

1. CUALIDADES

ESPIRITUALES:

* Lleno del Espíritu Santo.

* Consagrado a la causa de Cristo.

* Debe ser consagrado a su llamado como mú sico cristiano.

* Debe creer en las sanas doctrinas.

* Que sea miembro de la iglesia donde sirve.


* Tener una conducta irreprochable dentro y fuera de la iglesia.

* Debe ser buen mayordomo o administrador de su tiempo o talento.

* Devoció n privada con Dios.

PERSONALES:

* Poseer personalidad cooperativa y amable con todos.

* Ser puntual, constante, dedicado y fiel trabajador.

* Seguir instrucciones del director, así no esté de acuerdo con ellas.

* No debe imponer, sino sugerir.

* Considerarse como un colaborador del pastor, director y otros en planes y


programas diversos.

* Su apariencia personal, debe inspirar a otros (2 Cr. 20:21).

* Debe entender su labor como parte del ministerio musical de la Iglesia.

MUSICALES:

* Conocimiento bá sico de mú sica (ritmo, compá s, melodías, introducciones).

* No debe sacrificar lo artístico por lo espiritual, aunque debe ser artístico al tocar lo
espiritual.

* Al acompañ ar a la congregació n debe saber balancear el instrumento  con el canto.

* Debe esforzarse por memorizar algunos himnos.

* Debe saber transportar, modular e improvisar con facilidad (cosa que se adquiere
con prá ctica).

* Deseo de entrenar a otros que sepan menos que él.

* Debe saber hacer lo mejor posible con el instrumento o la voz que tiene.

2. RESPONSABILIDAD

ANTE DIOS:
* Debe sentir que el Señ or le ha llamado y ha puesto un talento en sus manos, por lo
tanto él espera que cumpla con su responsabilidad. Este llamamiento incluye la
mayordomía de su tiempo y talento.

ANTE LA IGLESIA:

* Debe desarrollar su trabajo pensando en su labor como un ministro, por lo tanto


debe honrar este nombramiento y servir fielmente en la Iglesia.

ANTE EL MINISTERIO DE LA MÚ SICA:

* Debe colaborar en la preparació n y ejecució n de los programas musicales.

* En el caso de un buen nú mero de mú sicos debe cooperar con el plan de


participació n, elaborado por el director o pastor, es decir, participar en la rotació n de
mú sicos.

* Debe interesarse en su trabajo y desear superarse cada vez má s y má s. Aprovechar


talleres, seminarios, congresos.

* Tener cuidado con los instrumentos y notificar cuando estos necesiten reparació n,
afinació n, etc. 

3. SUS DEBERES EN LOS CULTOS

CANTOS CONGREGACIONALES:

* Debe acompañ ar en himnos y coros en todos los cultos de acuerdo a las indicaciones
del Director o Pastor.

* No debe arrastrar el ritmo. Debe moderar el volumen e inspirar a la congregació n al


tocar.

LA INTRODUCCIÓ N:

En los cá nticos debe establecer el ritmo, el tiempo, la melodía y tonalidad.

PRELUDIO:

Es el velo que nos separa del mundo, es como una antesala. Es una de las
contribuciones má s importantes del instrumentista al culto, porque prepara el
ambiente espiritual. Debe tocarse con la Gracia de Dios.

OFERTORIO: 
Especie de fondo musical o cortina musical en momentos como la Santa Cena, una
poesía.

POSLUDIO:

Sirve para conservar la atmó sfera después de que este ha terminado.

CULTOS U OCASIONES ESPECIALES: 

Debe estar dispuesto en ocasiones especiales, matrimonios, funerales, campañ as,


devocionales, cuando se le pida (Serenatas, cumpleañ os).

ACOMPAÑ AMIENTO DE SOLISTAS, DÚ OS, TRÍOS, CUARTETOS Y COROS:

En la medida que esté a su alcance debe hacerlo con amor y dedicació n, ser puntual e
ir preparado a los ensayos.

NOTA
La tarea total del mú sico (ejecutante o cantante) será má s fá cil y efectiva cuando él sea
un instrumento tocado por las manos del Maestro de Maestros.

V. LA IGLESIA Y LA MÚSICA

Todos hemos sido impactados por la mú sica en la Iglesia; de ahí que debemos
formarnos un concepto global acerca de todo lo que la Biblia dice sobre la mú sica.

1. LAS DOS FUNCIONES DE LA MÚSICA

FUNCIÓN DEVOCIONAL:

 La Alabanza y la Adoració n. Sal. 150

  Dirigida a Dios, como el oyente principal de nuestra mú sica de alabanza y


adoració n 

Sal. 9:2 "Cantaré a tu Nombre, Oh Altísimo".  

Observemos sobre referencias a la mú sica en  los salmos:

* Hay 107 referencias a la mú sica.

* 35 de estas 107 dirigen la mú sica de alabanza y adoració n directamente a Dios como


oyente principal.

* Hay 56 que exhortan a otras personas a cantar y tocar sus instrumentos a Dios, el
oyente principal.
* Entonces 91 de las 107 referencias musicales en los Salmos nombran a Dios como el
oyente principal.

* Muchas de estas referencias a la mú sica ordenan utilizar instrumentos para alabar a


Dios.

 La mú sica de alabanza y adoració n como un sacrificio (ofrenda)

Salmo 27: 6b "Yo sacrificaré en tu taberná culo sacrificios...".

* La perspectiva del sacrificio (ofrenda) musical pone énfasis sobre la grandeza de


Dios y, por ende sobre la calidad de la ofrenda (la mú sica en este caso). Ref. Lv. 4
repetidamente exige un sacrificio "sin defecto".

* La perspectiva del sacrificio (ofrenda) musical no permite evaluar la mú sica


principalmente segú n el placer que la mú sica nos da a nosotros.        

 Las referencias de la alabanza y adoració n en el contexto de la alegría y el gozo

* Casi siempre la Biblia cita la mú sica en el contexto de la alegría y el gozo.

* Hay citas que indican que el cá ntico de Jehová cesa en tiempos de tristeza (Sal. 137).

* Segú n el concepto bíblico, la mú sica de alabanza y adoració n debe ser utilizada como
expresió n del gozo cristiano (Ap. 5:9).

 La Expresió n de la Vida Cristiana

 La mú sica y la presencia del Espíritu Santo

Efesios 5:18 "...sed llenos del Espíritu". Dios habita en medio de las alabanzas de su
pueblo, por lo cual debemos alabar a Dios para atraer su presencia y ser llenos del
Espíritu Santo.

 La mú sica como la expresió n de la Nueva Vida en Cristo

Ver contexto de la carta de Efesios.

 La mú sica de los primeros cristianos en medio de la mú sica decadente

A pesar de la degeneració n de la mú sica en la sociedad que rodeaba la primera iglesia


(época romana del primer siglo), y la identificació n de esa mú sica con una sociedad
corrupta, el Apó stol Pablo exhorta a los hermanos a expresar su fe a través de la
mú sica.  (Ef. 5:18; Col. 3:16).
 La palabra "cá ntico" en el Nuevo Testamento

* En el idioma original "ODA" en la lírica coral griega, es un poema destinado a ser


cantado.

* La iglesia debe cantar "cá nticos espirituales" Ef. 5:18; Col. 3:16.

* Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cantaban un "cá ntico nuevo" de
alabanza al Cordero (Ap. 5:9).

* Los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia cantaban el cá ntico de Moisés
(Ex. 15, canció n de liberació n) y el cá ntico del Cordero (Ap. 15:3).

LA FUNCIÓN PROFÉTICA:

La mú sica era importantísima en la funció n profética para David, puesto que nombró
tres ministros para que profetizaran con mú sica. Es decir, los instrumentos musicales
servían de inspiració n al hombre y un medio para Dios, y así establecer una
comunicació n bipartita. 1 Cr. 254:1 "Asimismo David y los jefes del ejército  apartaron
para el ministerio a los hijos de Asaf, de He-má n y de Jedutú m, para que profetizasen
con arpas, salterios y címbalos".

 La comunicació n del mensaje de Dios

 La funció n  profética de la mú sica de David

* David mismo confirma que su mú sica tiene un valor profético. 2 S. 23:1,2.

* Pedro, en sermó n del día de Pentecostés identifica a David como profeta (Hch. 2:29-
30).

* El argumento central del primer sermó n de la Iglesia está basado en las verdades
proféticas de dos canciones. Sal. 16:8-11; Sal. 110:1; Hch. 2:25-36.

* El Salmo 22 (de David) es una canció n profética con respecto a la pasió n de Cristo.

 La funció n profética de la mú sica de ASAF (Sal. 73-83)

Los temas de algunos salmos de Asaf evidencian un énfasis profético en su misió n,


ejemplo:

Salmo 73             El destino de los malos.


Salmo 74             Una apelació n a Dios en contra del enemigo
Salmo 75             Dios abate al malo y exalta al justo.
Salmo 81             La bondad de Dios y la perversidad de Israel.
Salmo 82             Una amonestació n contra los juicios injustos.
 La funció n profética de la mú sica de Moisés

Aquí vemos la mú sica como un testigo frente a Dios contra los hijos de Israel. Segú n
Dt. 31:19 Dios ordenó a Moisés escribir y enseñ ar una canció n que sirviese como
documento condenatorio de los pecados anteriores del pueblo de Israel.

* Su letra era muy fuerte; era una letra profética: "... ¿Así pagá is a Jehová , pueblo loco e
ignorante?" Dt. 32:5-6.

* Esa letra tenía valor por sí misma; Moisés habló (Dt. 31:30), recitó las palabras (Dt.
32:44). Sin duda lo hizo con un propó sito didá ctico: enseñ arle al pueblo el contenido
del mensaje de Dios. "Aplicad vuestro corazó n a todas las palabras que yo os testifico
hoy, para que las mandéis a vuestros hijos" Dt. 32:46.

* Esa letra tenía mú sica.  La palabra "cá ntico" de Dt. 31:19 y 32:1 (donde dice que
Moisés habló ), es la misma que aparece en Ex. 15:1 (donde dice que Moisés cantó ).

Entendemos, entonces, que Dios utilizó canciones para hacerles recordar y para
enseñ ar a las generaciones siguientes los mensajes importantes.

NOTA
Llama la atenció n el hecho de que este uso dramá tico de la canció n profética muestra
que en la Biblia la mú sica NO SIEMPRE aparece en el contexto de la alegría y el gozo.

 La enseñ anza de la verdad cristiana

 La mú sica como  vehículo de la palabra de Cristo Jesú s

"Que el consejo de Cristo llene completamente sus corazones. Instrú yanse y anímense
unos a otros con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y cantos sagrados..." (Col. 3:16
versió n  popular).

 La mú sica como vehículo inteligible

"Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento... para enseñ ar a
otros" 1 Co. 14:15 y 19.

Segú n el contexto de 1 Co. 14, se hace énfasis al hecho de la comunicació n de un


mensaje de manera inteligente y lograr así la enseñ anza clara a otros.

La iglesia debe producir y cantar canciones que tengan "enseñ anzas" claras para
nuestra edificació n y la de los demá s asistentes.

 La mú sica como comunicació n correctiva


Frente a un mundo que presenta mú sica imbuida de idolatría y otras manifestaciones
del paganismo y/o del misticismo oriental, Pablo insta a la iglesia primitiva a hacer
mú sica que enseñ e el mensaje verdadero de Cristo (Col. 3:16).

 El mú sico de la Iglesia como teó logo

* Los mú sicos del Antiguo Testamento eran levitas y sacerdotes y por eso inferimos
que habían estudiado teología en los "seminarios" de su tiempo.

* El conocimiento profundo de la Biblia por parte de un mú sico, establece su posició n


doctrinal frente a su responsabilidad de ministrar a la Iglesia.

* Entre má s conocimiento de la Palabra de Dios tenga el mú sico, má s rica será su


participació n en la iglesia, puesto que su actividad no se quedará ú nicamente en una
"ejecució n".

* El mú sico debe depender totalmente de Dios, su Palabra es la que obra el efecto en


los corazones, lo demá s que hace es adornar una manifestació n artística.

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