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* Se usaba también en las festividades. Canto, alabanza, mú sica (Is. 5:12; Am. 6:5).
* Filó n dice que los judíos pasaban a menudo toda la noche cantando cá nticos, tanto
de cará cter religioso como de otra clase.
* Se cantaba al son de panderos, arpa y flauta (Job 21:12; Is. 24:8-9; Am. 6:5).
* Tanto la salida de Babilonia (Is. 48:20), como la liberació n definitiva de los
redimidos se maraca con cá nticos de jú bilo (Is. 35:10).
* Eliseo pidió un tañ edor (el que toca o ejecuta un instrumento) para inspirarse (2 R.
3:15).
* La mú sica se usaba regularmente en el culto del Templo. Formaba parte del culto por
orden de Dios (Nm. 10:10).
* Se utilizaba para llevar ante Dios una ofrenda musical (Is. 38:20).
3. LA MÚSICA EN LA BIBLIA
¿En qué fecha se inició la mú sica? Desde antes de la creació n de la humanidad (Job
38:4-7). Las estrellas del alba representan quizá s a unos personajes celestes, como los
hijos de Dios de la frase paralela.
Estos versículos nos recuerdan que los alimentos y productos de artesanía no bastan
para suplir las necesidades del hombre, la Biblia cita la mú sica como parte de él. Dios
nos revela que no basta con proveer para las necesidades materiales del hombre,
ademá s de todo eso el hombre necesita algo para satisfacer su sentido de estética.
Desde el principio la mú sica ha sido má s que un mero pasatiempo.
(1 Cr. 23:5). Má s tarde David estableció 4000 Levitas para alabar a Jehová con los
instrumentos.
(1 Cr. 25:7). Estos enseñ aban la mú sica a sus hermanos. Asaf, Jedutum y He-man
dirigían el coro.
Segú n historiadores daban la señ al de empezar con címbalos, otros 8 mú sicos guiaban
la melodía con el KINNOR (arpa). Eran acompañ ados por 6 grupos de hombres que
tocaban el arpa.
(2 Cr. 5:13). 120 sacerdotes tocaban trompetas, a la vez que un numeroso coro
cantaba a una, para adorar y alabar a Jehová , como resultado el Templo se llenó de la
Gloria de Dios.
5. DIVERSIDAD DE CANTOS
* DE MARCHA (Nm. 10:35-36; 2 Cr. 20:21). Entre los cuales estaban denominados los
cá nticos graduales que se cantaban durante la peregrinació n a las fiestas de Jerusalén
(Sal. 121; 134).
* CANTO DE TEMAS LABORALES (Nm. 21:16-18, Jue. 9:27; Is. 5:1; 27:2; 65:8; Jer.
25:30).
* CANTOS PARA BEBER (Job 21:12; Sal. 61:13; Is. 24:9; 33:11).
* CANTOS PARA DANZAR (1 S. 18:6-7; 21:12; 29:5; Sal. 26:6; 68:26; 87:7)
Después de la muerte de Salomó n, Jeroboam impidió a los levitas llevar a cabo las
funciones (hijo de Navot) (2 Cr. 11:14). Cada vez que el culto vuelve a florecer bajo
alguno de los reformadores reyes de Judá , allí está n los levitas para alabar a Jehová (2
Cr. 29:26-30), bajo el Rey Ezequías de Judá . (2 Cr. 35:15), bajo Josías Rey de Judá .
7. LA MÚSICA EN EL EXILIO
Con el exilio la mú sica pasó del Templo a las Sinagogas. No solo se continuaron
cantando los salmos sino que toda la Escritura era leída cantando.
Segú n 1 Cr. 25:5 He-má n, tenía tres hijas instruidas en casa para el canto en la Casa de
Dios. Sal. 68:25. "Los cantores iban delante, los mú sicos detrá s y en medio las
doncellas con panderos".
9. LA MISNÁ
Los dos comentarios de la Misná redactados por los doctores judíos de las Escuelas de
Tiberia (Palestina) y de Babilonia reciben el nombre de GEMARÁ S (Estudio
definitivo), dichos comentarios está n redactados en Arameo, uno de ellos en el
dialecto Galileo y el otro en el Babiló nico. La Misná y los Gemerá s son los elementos
constituyentes del Jamuel. La Misná se divide en seis partes o clasificaciones (Seder,
Plural: Sedarim), 63 tratados, 523 (segú n otros 524 o 525) capítulos, 4187 pá rrafos.
Las partes o sedarim son:
1. Cuerda
2. Viento
3. Percusió n
CUERDA
VIENTO
ZAMPOÑ A: Del Arameo Samphoneya, que se haya en Daniel 3:5, 7, 10, 15; proviene del
griego SAMPHONIA que significa "Sinfonía, Armonía de sonidos". Este instrumento se
emplea en numerosos lugares del oriente, asemejá ndose a una gaita o cornamusa,
pero disponiendo solo de dos tubos, uno para insuflar aire en el pellejo y otro con el
que se toca.
PERCUSIÓN
CÍMBALO: Usado en las ceremonias religiosas de Israel (1 Cr. 15:16; 2 Cr. 5:13; Esd.
3:10; Neh. 12:27). Era má s pequeñ o que las castañ uelas y a modo de las platillas de las
bandas de mú sica modernos, se tocaban con los dedos o con las manos segú n el
tamañ o.
Desde su primera menció n, el canto está asociado a los panderos y a las danzas. Los
instrumentos, seguramente habían sido traídos de Egipto, donde ya se conocían hacía
muchos siglos. Los documentos egipcios de la época contienen representaciones de
muchos instrumentos de percusió n así como de trompetas, arpas, liras, clarinetes
dobles y oboes de diferentes clases.
En el principio, el canto siempre estaba acompañ ado de los instrumentos: la palabra
SALMO (PSALMOS) en griego designaba primitivamente un cá ntico que se
acompañ aba con una lira y que estaba destinado al culto (2 Cr. 5:12). Todos los
cantores estaban provistos de instrumentos.
A. SOLISTAS
En el culto había lugar para el canto de solistas, para el coro y para las distintas clases
de instrumentos. Cuando David dijo: Yo cantaré... (Sal. 7:17; 9:2; 13:6; 18:49) no quiso
decir: cantaré en mi corazó n o recitaré unos poemas que suenan musicalmente. En el
contexto de los salmos, se halla su forma de alabar (Sal. 27:6; 108:1-3; 22:25; 35:18).
La expresió n "Lamenazzeah" (al mú sico principal) que aparece 55 veces en los Salmos
y en Hab. 3:19, en algunas ocasiones ha sido interpretada como si se refiriera a un
pasaje que se cantaba solo. A veces el salmo entero era cantado así, mientras que el
coro solo daba respuestas. Esto explica por qué se pasa de singular al plural (Sal. 5:1-
10; 12:12; 9:1-10; 11-12, 13-14, 15-20).
B. LA MÚSICA INSTRUMENTAL
Salmo 98. Con arpa y voz de cá ntico, con trompetas y sonido de bocinas delante del
Rey Jehová . Vs. 5 y 6.
Otras veces la alabanza se expresa só lo mediante los instrumentos. Salmo 150 Alabad
a Dios... a son de bocina, con salterio, con arpa, con pandero, con cuerdas, con flautas,
con címbalos resonantes, con címbalos de jú bilo.
SALMODIA: Canto que se usaba en la iglesia para los salmos. Canto monó tono.
Salmodiar: Recitar salmos sin inflexió n, sin quiebres de voz monó tonamente.
Los cultos idolá tricos de la antigü edad (los cuales se acompañ aban con mú sica) eran
frecuentemente acompañ ados de prostitució n "sagrada" y de prá cticas inmorales. La
mú sica puede también estimular las pasiones impuras (1 Co. 10).
Amó s 6:5 menciona la mú sica religiosa que no es agradable a Dios: Gorjean al son de
la flauta (imitando sin duda a los profetas que se servían de estos instrumentos para
profetizar), e inventan instrumentos musicales como David. En el mismo libro, Dios
reprende fuertemente a los que hacen mú sica religiosa sin que su corazó n esté
consagrado a É l (Am. 5:23).
Hasta aquí a grandes rasgos hemos visto la mú sica en el Antiguo Testamento, pasemos
entonces al Nuevo Testamento.
¡Si los hebreos tenían razones para alabar a Dios, los cristianos mucho má s!
* Algunos días después Ana y Simeó n dejaron desbordar su gozo cuando vieron a
aquel que se esperaba desde hacía muchos siglos. Saludaron por medio de himnos de
alabanzas al Salvador (Lc. 2:22-38). Estos poemas que está n dentro de la tradició n
profética judía, seguramente fueron cantados (como lo será n durante siglos por los
cristianos). Cuando Jesú s creció , ciertamente participó como todo judío en el canto de
los salmos de alabanza y de penitencia en la Sinagoga como en el Templo, en los cultos
y otras ceremonias.
* Marcos 14:26 nos precisa qué cantó Jesú s con sus discípulos en la ú ltima cena.
* Los primeros cristianos mantuvieron la tradició n judía del canto de los salmos.
Participaban en el culto del templo y los volvían a cantar entre ellos en sus casas.
Ciertamente, tenían esto muy arraigado para que en una situació n crítica Pablo y Silas
en prisió n, cantaran a Dios.
Las exhortaciones que contiene tienen un gran valor para nosotros, ya que es como las
ú ltimas voluntades del Apó stol. Los imperativos de la segunda parte de esta epístola
culminan con la exhortació n: "sed llenos del espíritu" seguida de cinco verbos en
participio presente: hablando... cantando y alabando... dado... sometiéndoos (Ef. 5:18-
21).
Tenemos entonces que la plenitud (ser llenos del Espíritu) tiene como consecuencia
el canto, la alabanza, la acció n de gracias y la sumisió n recíproca; y por otra parte,
cuando estamos cantando alabanzas a Dios, dando gracias a Dios por todo,
sometiéndonos los unos a los otros, recibimos una medida má s grande del Espíritu de
Dios. Así que, el canto, mencionado en el primer y segundo lugar, es a la vez una
característica de la plenitud del Espíritu y un medio para lograrla. Esto muestra su
importancia para nuestra vida espiritual.
3. DIVERSIDAD DE CÁNTICOS
El Apó stol Pablo habla de salmos, de himnos y cá nticos espirituales (Col. 3:16). Por
esta enumeració n destaca la importancia de la diversidad.
SALMOS: La Biblia nos transmite 150 salmos muy diferentes los unos de los otros, que
se cantaban siguiendo varias melodías (algunas de las cuales se nos indican al
principio de los salmos). Durante mucho tiempo solo se cantaba estos poemas
inspirados por el Espíritu de Dios. Pero ademá s, el Apó stol menciona los himnos y los
cá nticos espirituales. El texto de los salmos ha inspirado a muchos compositores en el
transcurso de los siglos. Las melodías que acompañ an el salmo 23 son incontables. La
gran ventaja de los salmos, es ofrecer un texto del cual estamos seguros que agrada a
Dios, ya que É l mismo lo ha inspirado.
HIMNOS: Los himnos designaban en el griego clá sico los poemas compuestos en
homenaje a un dios o a un héroe. Encontramos partes de himnos cristianos en: Ef. 4:4-
6; 5:14; 1 Ti. 1:17; 2:5 y ss.; 2 Ti. 2:11-13; Ap. 4:11; 5:13; 7:12. A estos podríamos
añ adir todos los cá nticos compuestos en el transcurso de los siglos y que constituyen
uno de los tesoros má s preciosos de la Iglesia. Recordemos lo siguiente: los himnos de
los primeros cristianos eran muy distintos a los nuestros: sus versos aunque tenían
ritmo, ni rimaban, ni tenían la misma métrica (Arte de la estructura de los versos).
4. CANTAR EN COMUNIDAD
Hay una especial bendició n en el canto comunitario. Podemos conversar (Ef. 5:19
"hablarse"), instruirse y exhortarse o advertirse (Col. 3:16) por medio del canto.
Pronunciar juntos las mismas palabras, al mismo ritmo, con el mismo matiz
sentimental dado por la melodía, tiene un efecto que trasciende las simples palabras
de la letra. Hay que dar debida importancia a la alabanza así como a la predicació n de
la palabra (lo uno es un mensaje musical).
EN RESUMEN
* El canto y la mú sica instrumental han jugado un gran papel en la vida de Israel. Era
la principal actividad artística.
Fue en Antioquía donde por primera vez se llamó cristianos a los hermanos, a los
discípulos que habían aceptado creer las enseñ anzas de Jesú s y que querían vivir
segú n sus principios. El cristiano es pues, en primer lugar, alguien que ha sometido
todos los aspectos de su vida al señ orío de Cristo, un hombre o una mujer que tiene
como meta glorificar a Dios con todo y en todo.
El destino del cristiano no es vivir en solitario, sino que anda junto a los que han
tomado el mismo camino que él: puede orar y actuar con ellos, ayudarles y ser
socorrido, exhortarles, edificarse, consolarse e instruirse. A la vez, es un testigo (Hch.
1:8) que quiere transmitir a otros su razó n de vivir y la felicidad que ha encontrado. El
cristiano tiene por lo tanto algunos objetivos tales como: Alabar y Glorificar a Dios;
edificar la Iglesia; dar testimonio de su fe ante los que no conocen a Cristo, y ser
transformado a la imagen de Cristo.
2. “…Y LA MÚSICA”
La mú sica es un "don de Dios". Es Dios quien llena tu boca de risa y tus labios de
jú bilo (Job 8:21); Dios es quien da cá nticos en la noche (Job 35:10); É l es quien ordenó
a Moisés escribir un cá ntico y enseñ arlo a Israel (Dt. 31:19, 22, 30); É l es el que puso
un cá ntico nuevo (Sal. 3) y es quien inspiró a los salmistas la orden de cantar que
debían transmitir a los creyentes. Santiago repetirá esta recomendació n en el Nuevo
Testamento (Stg. 5:13).
En 1 Co. 14:26 se mencionan algunas cosas dentro del culto que son para edificació n
de la iglesia y en primer lugar está la mú sica (Salmos). Es significativo notar que en
todo el mundo, la mú sica se ha asociado a la religió n. Por una parte siempre ha estado
afectada por un cará cter religioso. Por otra parte en ningú n lugar se conoce una
religió n sin mú sica. Muchos creyentes nunca han sido conscientes de que la mú sica es
un precioso DON de Dios. Otros ni siquiera se han tomado la molestia de descubrir
que contiene, examinarlo y ver para qué lo podrían utilizar. No obstante hay muchas
personas que valoran este regalo, algunas de ellas lo utilizan ú nicamente para su
satisfacció n personal y no saben ver la utilidad que este DON podría tener puesto al
servicio de Dios. Es por eso, que debemos examinar y ver qué sitio quiere Dios que
ocupe la mú sica en la vida del cristiano o creyente.
3. FUNCIONES DE LA MÚSICA
La mú sica es al mismo tiempo un medio de expresió n y de comunicació n. Por tanto, el
creyente puede utilizar este regalo divino para expresar sus sentimientos má s
íntimos, los cuales difícilmente podrá expresarlos só lo con palabras: el amor hacia
Dios, la alabanza y el agradecimiento por todo lo recibido. También podemos utilizar
la mú sica para comunicarnos con los demá s: a unos, animarlos en su vida cristiana y a
otros transmitirles el mensaje de salvació n. Al mismo tiempo, la mú sica desarrolla en
el creyente las facultades que Dios le ha dado y contribuye a su crecimiento y a su
equilibrio.
Podemos ver por lo tanto, algunas funciones principales de la mú sica en la vida del
creyente:
Tenemos el ejemplo de Moisés (Ex. 15), Débora (Jue. 5), y especialmente de David
(Sal. 18:50; 13:6; 71:22; 30:12; 104:33; 66:4).
Al igual que sus compatriotas, Jesú s cantaba salmos con sus discípulos (Mt. 26:30);
Pablo y Silas en la prisió n de Filipos entonaban cá nticos en honor a Dios (Hch. 16:25).
Al cantar entramos en las intenciones de Dios, que nos ha concedido este DON y nos
pide que lo utilicemos para su Gloria.
"De la abundancia del corazó n habla la boca" dice Jesú s (Mt. 12:34). Si no tenemos
nunca un cá ntico en la boca, es que hay un vacío en el corazó n (Lc. 6:45). Por el
contrario, si hay cá nticos en abundancia, cantar a Dios tiene la facultad maravillosa de
llenar aú n má s nuestro corazó n.
Dios dice que hemos sido creados para su gloria y publicar sus alabanzas (Is. 43:7,21).
Es lo que haremos durante toda la eternidad (Ap. 5:9-13).
NOTA
Todos podemos cantar má s no todos ministrar.
Cantar es diferente a alabar.
El clímax de la alabanza es la Adoració n.
Toda la creació n (lo que respire) Alabe a Dios (Sal. 147-150).
É l mora en medio de las alabanzas (Sal. 22:3).
Por medio del canto podemos expresar mucho mejor que só lo por medio de palabras,
nuestra felicidad al poder andar con Jesú s y nuestro deseo de consagrarnos aú n má s a
É l. Podemos estimularnos mutuamente a la adoración "Hemos venido a este lugar,
juntos en su Nombre a adorar...", "///Santo/// mi corazó n te adora...", "Que mi vida
entera esté..."; al servicio "Yo quiero trabajar por el Señ or", "Da lo mejor al
maestro..."; a la gratitud "Hay momentos en que palabras no alcanzan...". En el
sufrimiento y el duelo nos consolamos mutuamente mucho mejor por el canto y la
mú sica que solo por medio de palabras. Hay ademá s otros muchos aspectos de la vida
en los cuales la mú sica es gratificante y edificante.
Los cá nticos má s bellos vemos que nacen en una situació n de prueba o de dolor
profundo y han sido fuente de consuelo para muchos creyentes. Es en los momentos
difíciles cuando la mú sica revela todo su poder.
Ella debe suscitar en ellos, en un lenguaje parecido al suyo, la nostalgia del paraíso
perdido, la sed de pureza y autenticidad, el deseo de saber má s sobre la fuente de los
sentimientos expresados en ella. Esta doble exigencia de una mú sica de
evangelizació n que sea auténtica y eficaz (una forma comprensible y un estilo
adaptado al pú blico actual por una parte, y un contenido verdadero y transparente
por otra) constituye el fondo del problema de la mú sica cristiana actual.
1. CUALIDADES
ESPIRITUALES:
PERSONALES:
MUSICALES:
* No debe sacrificar lo artístico por lo espiritual, aunque debe ser artístico al tocar lo
espiritual.
* Debe saber transportar, modular e improvisar con facilidad (cosa que se adquiere
con prá ctica).
* Debe saber hacer lo mejor posible con el instrumento o la voz que tiene.
2. RESPONSABILIDAD
ANTE DIOS:
* Debe sentir que el Señ or le ha llamado y ha puesto un talento en sus manos, por lo
tanto él espera que cumpla con su responsabilidad. Este llamamiento incluye la
mayordomía de su tiempo y talento.
ANTE LA IGLESIA:
* Tener cuidado con los instrumentos y notificar cuando estos necesiten reparació n,
afinació n, etc.
CANTOS CONGREGACIONALES:
* Debe acompañ ar en himnos y coros en todos los cultos de acuerdo a las indicaciones
del Director o Pastor.
LA INTRODUCCIÓ N:
PRELUDIO:
Es el velo que nos separa del mundo, es como una antesala. Es una de las
contribuciones má s importantes del instrumentista al culto, porque prepara el
ambiente espiritual. Debe tocarse con la Gracia de Dios.
OFERTORIO:
Especie de fondo musical o cortina musical en momentos como la Santa Cena, una
poesía.
POSLUDIO:
En la medida que esté a su alcance debe hacerlo con amor y dedicació n, ser puntual e
ir preparado a los ensayos.
NOTA
La tarea total del mú sico (ejecutante o cantante) será má s fá cil y efectiva cuando él sea
un instrumento tocado por las manos del Maestro de Maestros.
V. LA IGLESIA Y LA MÚSICA
Todos hemos sido impactados por la mú sica en la Iglesia; de ahí que debemos
formarnos un concepto global acerca de todo lo que la Biblia dice sobre la mú sica.
FUNCIÓN DEVOCIONAL:
* Hay 56 que exhortan a otras personas a cantar y tocar sus instrumentos a Dios, el
oyente principal.
* Entonces 91 de las 107 referencias musicales en los Salmos nombran a Dios como el
oyente principal.
* Hay citas que indican que el cá ntico de Jehová cesa en tiempos de tristeza (Sal. 137).
* Segú n el concepto bíblico, la mú sica de alabanza y adoració n debe ser utilizada como
expresió n del gozo cristiano (Ap. 5:9).
Efesios 5:18 "...sed llenos del Espíritu". Dios habita en medio de las alabanzas de su
pueblo, por lo cual debemos alabar a Dios para atraer su presencia y ser llenos del
Espíritu Santo.
* La iglesia debe cantar "cá nticos espirituales" Ef. 5:18; Col. 3:16.
* Los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cantaban un "cá ntico nuevo" de
alabanza al Cordero (Ap. 5:9).
* Los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia cantaban el cá ntico de Moisés
(Ex. 15, canció n de liberació n) y el cá ntico del Cordero (Ap. 15:3).
LA FUNCIÓN PROFÉTICA:
La mú sica era importantísima en la funció n profética para David, puesto que nombró
tres ministros para que profetizaran con mú sica. Es decir, los instrumentos musicales
servían de inspiració n al hombre y un medio para Dios, y así establecer una
comunicació n bipartita. 1 Cr. 254:1 "Asimismo David y los jefes del ejército apartaron
para el ministerio a los hijos de Asaf, de He-má n y de Jedutú m, para que profetizasen
con arpas, salterios y címbalos".
* Pedro, en sermó n del día de Pentecostés identifica a David como profeta (Hch. 2:29-
30).
* El argumento central del primer sermó n de la Iglesia está basado en las verdades
proféticas de dos canciones. Sal. 16:8-11; Sal. 110:1; Hch. 2:25-36.
* El Salmo 22 (de David) es una canció n profética con respecto a la pasió n de Cristo.
Aquí vemos la mú sica como un testigo frente a Dios contra los hijos de Israel. Segú n
Dt. 31:19 Dios ordenó a Moisés escribir y enseñ ar una canció n que sirviese como
documento condenatorio de los pecados anteriores del pueblo de Israel.
* Su letra era muy fuerte; era una letra profética: "... ¿Así pagá is a Jehová , pueblo loco e
ignorante?" Dt. 32:5-6.
* Esa letra tenía valor por sí misma; Moisés habló (Dt. 31:30), recitó las palabras (Dt.
32:44). Sin duda lo hizo con un propó sito didá ctico: enseñ arle al pueblo el contenido
del mensaje de Dios. "Aplicad vuestro corazó n a todas las palabras que yo os testifico
hoy, para que las mandéis a vuestros hijos" Dt. 32:46.
* Esa letra tenía mú sica. La palabra "cá ntico" de Dt. 31:19 y 32:1 (donde dice que
Moisés habló ), es la misma que aparece en Ex. 15:1 (donde dice que Moisés cantó ).
Entendemos, entonces, que Dios utilizó canciones para hacerles recordar y para
enseñ ar a las generaciones siguientes los mensajes importantes.
NOTA
Llama la atenció n el hecho de que este uso dramá tico de la canció n profética muestra
que en la Biblia la mú sica NO SIEMPRE aparece en el contexto de la alegría y el gozo.
"Que el consejo de Cristo llene completamente sus corazones. Instrú yanse y anímense
unos a otros con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y cantos sagrados..." (Col. 3:16
versió n popular).
"Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento... para enseñ ar a
otros" 1 Co. 14:15 y 19.
La iglesia debe producir y cantar canciones que tengan "enseñ anzas" claras para
nuestra edificació n y la de los demá s asistentes.
* Los mú sicos del Antiguo Testamento eran levitas y sacerdotes y por eso inferimos
que habían estudiado teología en los "seminarios" de su tiempo.