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TEMA 3
HERENCIA
Enero, 2021
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA
LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
ALDEA UNIVERSITARIA GENERAL EN JEFE JOSÉ FELIX RIBAS
PROGRAMA DE FORMACIÓN DE GRADO EN ESTUDIOS JURÍDICOS.
HERENCIA
Autor:
Beyker González,
C.I: V20.068.302
Docente Colaborador:
Eugenio López
Enero, 2021
APERTURA
Personales, coincidente con los exigidos para testar en los Art. 662,Art.
670,Art. 673,Art. 688 ,Código Civil.
Formales, regulados en los Art. 738,Art. 739,Art. 743 ,Código Civil.
El Art. 738 ,Código Civil y el apdo. 2 del Art. 739 ,Código Civil hacen
referencia a los supuestos de revocación expresa. En ellos se dispone que el
testamento no puede ser revocado en todo ni en parte, sino con las
solemnidades necesarias para testar y que el testamento anterior recobra su
fuerza si el testador revoca después el posterior y declara expresamente ser
su voluntad que valga el primero. En este sentido, la revocación podrá ser
total o parcial, en función de que afecte a la totalidad del testamento o sólo a
alguna de sus disposiciones. Por otro lado, puede ocurrir que el testador
sustituya el testamento anterior por otro nuevo, o que se limite a revocar un
testamento anterior sin otorgar otro posterior, en cuyo caso tendrá lugar lo
que se conoce como sucesión intestada.
HERENCIA YACENTE:
Justificación
La ley admite que el heredero puede pedir que se le admita el beneficio del
inventario, no obstante prohibición del testador (Art.1.024 C.C.V), porque no
es licito gravar ni aumentar las responsabilidades que éste contrae con la
aceptación, por tanto, una disposición testamentaria de esta naturaleza se
considera contraria a la ley.
Este beneficio no puede invocarlo en ningún caso el legatario, porque son los
herederos y no el legatario quienes representan el patrimonio del causante, y
en tal concepto están obligados proporcionalmente a satisfacer las deudas
dejadas por el de cujus.
Teniendo esto por objeto asegurar que los acreedores y legatarios sepan
el carácter y responsabilidad del heredero si acepta, los interesados
presentes suscribirá el inventario y en caso de no saber hacerlo o no poder
hacerlo, no habrá necesidad de que un tercero firme por ellos, pero se hará
constar la mencionada circunstancia.
Aníbal Dominic, señala que no basta pedir que se forme el inventario, es
menester que el heredero lo haga practicar y que efectivamente se practique,
a fin de que haya constancia legal de los bienes de la herencia, así como de
los créditos activos y pasivos de ella.
El heredero deberá hacer el inventario dentro de los tres (3) meses a contar
desde la apertura de la sucesión, o desde que se sepa que se la ha deferido
aquella herencia (Art. 1.027 C.C.V) en este último caso, corresponde
indudablemente al sucesor probar el día en que se supo su llamamiento.
Ejemplo:
Supongamos que el sucesor tiene noticia el 1ero de Marzo de su
llamamiento a la herencia o sea, el día que se abre la sucesión y que el 1ero
de Abril siguiente entre en la poción material de los bienes; es decir, un mes
después. En este caso, el término de tres meses para hacer el inventario
¿empezará el 1ero de marzo o el 1ero de abril? El legislador al dictar el Art.
1.027 C.C.V ha partido del supuesto de que el sucesor se encuentra ya en
posesión de la herencia el día que se abre la sucesión, o en el que tiene
noticia de su llamamiento y tal verdad es esto que el caso en que el sucesor
no se encuentra en la posesión material de la herencia, está previsto y
regulado en otros artículos.
El termino comienza a correr desde el día de la apertura de la sucesión o del
que se tiene noticia, si desde aquel día el sucesor se encuentra en la
posesión de hecho de la herencia; en el caso contrario, el término no puede
correr sino desde el día en que se entró en la posesión.
Esta disposición en su Art. 1.027 C.C.V contiene una derogación al principio
general consagrado en el Art. 1.011 C.C.V según el cual el llamado a una
sucesión puede declarar si acepta o no mientras no prescriba por el
transcurso de diez (10) años, el derecho de aceptar.
Agrega el Art. 1.028 del C.C.V que si el heredero que se halle en la posesión
de la herencia no ha principiado en los tres (3) meses dichos a hacer el
inventario, o si no lo ha concluido en el mismo término o en la prórroga que
haya obtenido, se considera aceptación pura y simple la herencia.
Después de haber terminado el inventario el heredero que no haya hecho la
declaración preceptuada en el Art. 1.023 C.C.V, tendrá un plazo de cuarenta
(40) días, a contar desde la conclusión del inventario, para deliberar sobre la
aceptación o repudiación de la herencia (Art. 1.029 del C.C.V) ya que de lo
contrario, su silencio se considera, también con toda lógica, como aceptación
pura y simple de la herencia.
1. El heredero con este beneficio es heredero, puesto que con esta opción de
aceptar a beneficio de inventario no sufre ningún cambio en su carácter de
"heredero", ya que esta aceptación no podría deducirse como una aceptación
condicional subordinada, su existencia a un saldo activo, pues constituye una
aceptación definitiva que con el mismo título que la aceptación pura y simple
confirma al sucesible el carácter de heredero, por tanto dejará éste de
adquirir la propiedad de los bienes del de cujus pero entendido que lo
adquirirá con la deducción de las deudas que los gravan; consecuentemente
mientras estas no sean pagadas no habrá bienes hereditarios para él tal
como lo declara el principio “Bona non dicuntur nisi deducto aere alieno”, es
decir “no puede hablarse de bienes sino se ha deducido aquello que es
ajeno”.
LA PARTICIÓN:
TIPOS DE PARTICION:
EFECTOS DE LA PARTICION:
LA COLACIÓN E IMPUTACIÓN:
Art. 1.083 C.C. “El hijo o descendiente que entre en la sucesión, aunque sea
a beneficio de inventario, junto con sus hermanos y hermanas, o los
descendientes de unos y otras, deberá traer a colación todo cuanto haya
recibido del de cujus por donación, directa o indirectamente, excepto que el
donante haya dispuesto otra cosa”.
Como establece el encabezado del Art. 1.083 C.C. Sólo la pueden solicitarla
los hijos o descendientes (que entren en la sucesión); es decir que todos los
demás herederos o legatarios no tienen posibilidad de solicitarla. Que un
heredero entre a la sucesión significa, que cualquiera de los llamados a
heredar que haya aceptado la herencia, está obligado a devolver los bienes
que le haya donado su causante a la masa hereditaria; pero, obsérvese, que
al final del artículo, éste nos da una especie de excepción “Excepto el caso
en que el donante haya dispuesto otra cosa”; pero a esta excepción
tenemos, por otra parte, que hacerle una excepción también, y, es que esa
figura que utiliza el donante (causante) no puede ir en contra de la legítima.
Si volvemos al ejemplo inicial, donde el padre que tenía cuatro hijos y
contaba entre sus bienes con cuatro apartamentos del mismo valor y en vida
donó (legalmente) a uno de éstos tres de los inmuebles, colocando en los
respectivos documentos de donación la coletilla “por esta donación, mi hijo
no estará obligado a hacer la colación correspondiente al momento de mi
muerte”; pero, fijémonos, que el de cujus tan solo tenía cuatro inmuebles,
que representaban todos sus bienes, y donando tres de éstos, estará
violando con ello el principio de la legítima.
Requisitos de la colación:
b) Ser Donatario, y;
c) Ser Coheredero.
EJEMPLOS DE COLACIÓN:
1) Caso normal:
Un causante deja a sus tres hijos: Un inmueble, un vehículo y una moto,
respectivamente. Los tres aceptan la herencia, por lo que cada uno está
obligado a traer dichos bienes a la masa hereditaria (Art. 1.083 C.C.), salvo
que alguno de dichos bienes haya sido donado con la excepción que expresa
el último punto del artículo 1.083 y que la misma no perjudique la legítima de
los demás.
Para colacionar y/o heredar, debemos tomar en cuenta dos puntos de vista:
Si se hereda en nombre propio o si hereda por representación.
En este caso los descendientes directos, son aquellos que por estar en la
primera línea de sucesión son los primeros llamados a heredar. Si el
heredero directo renuncia a su derecho de suceder, se entenderá como que
nunca fue llamado y se llamará a su descendiente (hijo) siempre y cuando no
haya coherederos, puesto que de haberlos, el hijo, de quien renunció a la
herencia no tendría ningún derecho a la misma. Pero en este caso, el nieto
pasa a ocupar el puesto de su padre y si al padre, previamente, le hubieren
donado un bien, por el hecho de que su hijo lo haya sustituido como
heredero, no se tendrá que obligar con dicho bien a colacionar, porque el
bien es del padre, a menos claro está que afecte la legítima.
Art. 1.090 C.C. “Lo dejado por testamento no queda sujeto a colación, salvo
el caso de disposición en contrario y de lo establecido en el Art. 1.108”
Art. 1.091 C.C. “No se debe traer a colación los gastos de manutención,
curación, educación, instrucción ni los ordinarios por vestido, matrimonio ni
regalos de costumbre”.
Nuestros padres nos han mantenido hasta pasada la mayoría de edad, dado
educación, vestido, calzado, etc. Por que esa es su obligación, no una
donación.
Art. 1.092 C.C. “Tampoco se traerá a colación las ganancias que el heredero
haya obtenido en virtud de contratos celebrados por el de cujus, con tal de
que éstos no hayan contenido alguna ventaja indirecta en el momento de su
celebración”
Art. 1.093 C.C. “No se debe colacionar por consecuencia de las sociedades
formadas sin fraude entre el de cujus y alguno de sus herederos, si las
condiciones se han establecido por un acto que tenga fecha cierta”.
Art. 1.094 C.C. “El inmueble que haya perecido por caso fortuito y sin culpa
del donatario, no está sujeto a colación”.
Supóngase que el causante dona a uno de sus herederos un inmueble en el
Estado Vargas, el lamentable deslave que sufrió dicha entidad se llevó el
inmueble; y al momento de que muere el causante le piden al hijo a quien se
le donó el inmueble que pereció en el deslave que lo traiga a colación; cosa
que no es procedente pues éste pereció por un caso fortuito o fuerza mayor;
caso contrario sería la destrucción intencional del mismo por parte del
donatario.
Art. 1.095 C.C. “Los frutos y los intereses de las cosas sujetas a colación, se
deberán sólo desde la apertura de la colación.
Los herederos que continúen poseyendo bienes dejados por el de cujus que
produzcan ganancias diarias, está obligado a traerlos a colación y traer
también las ganancias diarias que produzca el bien, así como los intereses
de dichas cantidades de dinero, desde el momento de la apertura de la
herencia”.
BIENES COLACIONABLES:
Art. 1.083 C.C. Todos aquellos bienes que hayan sido entregados a los hijos
o sus descendientes y que no hayan sido dispensados.
4) Deudas del heredero con el causante: Art. 1.073 C.C. “Cada uno de los
coherederos traerá colación, según las reglas que más adelante se
establecen, lo que se le haya dado y las cantidades de que sea deudor”.