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Seño Dailen Roanes

Santiago Restrepo

29/03/2021

SOLEDAD-ATLÁNTICO
Mitos y realidades del emprendimiento

Animarte a lanzarte al mundo empresarial es en sí un salto de fe del que se debe tener, además
de pericia, un alto grado de motivación y tolerancia a la frustración, sin mencionar que, para
lograr el éxito financiero, se deben de dejar atrás una amplia gama de creencias y romper con
ciertas reglas y paradigmas que se nos han inculcado en demasía.

Algunos de los mitos y realidades son los siguientes :

“Los emprendedores no tienen jefe, los emprendedores son sus propios jefes y son
completamente independientes”

De entrada, este mito popular del auto-jefe es tan cierto como falso. Si bien, no vas a tener la figura
formal de un jefe, sí vas a tener que darle cuentas a un montón de gente, desde los clientes hasta
hacienda, y todos te exigirán de maneras distintas que hagas un trabajo de calidad y estas cuentas no
siempre se limitarán a un horario de oficina.

“El emprendedor no tiene que seguir un horario”

Esto es parcialmente cierto, si bien es tu negocio y tú lo manejas en el tiempo que te convenga, lo cierto
es que la mayoría de los clientes te exigirán tiempos de entrega o de servicio muy puntuales, por lo que
la actividad de tu empresa podrá verse orientada a cumplir con éstos; sin mencionar qué si tienes un
horario bien definido, te será mucho más fácil organizarte.

“No necesita oficina pues puede trabajar en cualquier lugar”

Como en todo negocio, el lugar puede poner cierto contexto a la actividad que realices o, dicho de otro
modo, si tu negocio es del giro alimenticio es de esperar que cuentes con las instalaciones necesarias.
Sin embargo, sí es posible prescindir de una oficina “propia” para poder ser un exitoso emprendedor.

“Lo importante es iniciar el negocio con una buena idea”

Este mito es igualmente tan cierto como falso, una buena idea puede hacer surgir un buen negocio, pero
sólo la perseverancia y la motivación puede sacarlo adelante. Una buena idea es solamente una semilla
sin germinar, el trabajo del emprendedor es cultivarla hasta que ésta dé los frutos a cosechar.
“Ser emprendedor es apostarle a la suerte”

Falso, un buen emprendimiento raramente se hace por impulso. Nadie en su sano juicio se despierta un
día diciendo “hoy quiero tirar todo por la borda y perder un montón de dinero”, de hecho, emprender
requiere de cierto grado de pasión, investigación e inversión, más que ser una actividad de mero
impulso.

“Sólo los jóvenes pueden emprender”

En el mundo de los negocios la edad es lo último que importa, mientras el emprendedor tenga la
aptitud y entrega.
Hay negocios muy exitosos iniciados por jóvenes que aún están en edad escolar, al igual que negocios
igualmente exitosos iniciados por personas que ya están en su edad de jubilación. Lo importante es
tener una mezcla de talento y perseverancia, no el tener tales o cuales años.

“Los emprendedores son incapaces de trabajar en equipo”

¡Mentira!, como todo en la vida, muchas veces no se trata de quién eres en solitario sino a quienes
conoces, de las relaciones que tengas con tus clientes o colaboradores. No importará si quien emprende
tiene mucho talento, muchos recursos o muchas ganas, para que el negocio prospere, necesitará como
mínimo contar con una base relacional.

“Cualquiera con dinero puede hacerlo, pues con suficiente


dinero el emprendimiento no puede fallar”

Pese a que el capital es muy importante, la realidad demuestra que, si no sabes administrar e invertir
adecuadamente tus recursos, todo capital que entre caerá en saco roto. Despilfarrar es una de las
actividades más fáciles y rápidas de hacer, como emprendedor, aprender a moderar esa conducta debe
ser como una segunda naturaleza.
Mitos

El dinero: uno de los mitos del emprendimiento más extendido

Este es uno de los mitos más arraigados en torno al emprendimiento. Son muchos los que piensan que
si no cuentan con un gran capital es imposible hacer una empresa. Nada más equivocado. De hecho,
empresas como Google comenzaron en un garaje.

Es evidente que se requiere de dos recursos básicos para comenzar:tiempo y dinero. Este último no
tiene por qué ser un capital cuantioso,porque incluso cuando se tiene dinero en exceso, este tiende a
malgastarse, en especial si no se tiene experiencia.

El emprendedor nace, no se hace


Si bien es cierto que algunas personas tienen talento natural para los negocios, esto no significa que
cualquier otra persona no pueda cultivar las virtudes necesarias para emprender. De hecho, un rasgo
decisivo del emprendedor es la perseverancia y nadie nace siendo perseverante; se llega a serlo con
disciplina y autocontrol.

El producto debe ser totalmente innovador para ser éxito


No hay necesidad de invertir una suma gigante de dinero en desarrollar un producto o servicio
totalmente innovador. Tampoco hay que encerrarse dos años hasta que aparezca la inspiración de una
musa para poder avanzar. Pensar así solo conduce a la parálisis.Lo más común es que las innovaciones
se vayan introduciendo en el camino, a medida que el negocio toma forma.

Por fin voy a hacer lo que me gusta

Un emprendedor debe estar al frente, coordinando el engranaje completo. Esto implica labores de
planeación, análisis, finanzas, personal, logística, etc. Si lo que deseas, única y exclusivamente, es
dedicarte a una vocación profunda, quizás la mejor opción sea la de trabajar como autónomo o diseñar
un emprendimiento pequeño, con límites precisos.

Realidades

Nunca dejas de trabajar. El éxito o el fracaso del negocio descansa en tus hombros. Eres el que toma
las decisiones y la cara de la empresa.

A veces es muy solitario. Para comenzar y esperar a tener éxito en la industria, necesitas empuje y
pasión. Te encuentras con retos y problemas que la mayoría de tu círculo interno no entendería, así que
te dejan sin una salida. Encuentra una forma de procesar y reflejar.

Cometes errores. Debes dejar tu ego en la puerta. Como tomador de decisiones , las circunstancias te
retan constantemente. Debido a que tu equipo y socios ven que tú tomas las decisiones importantes, no
puedes dejar que el miedo de estar equivocado te quite lo necesario para ser el líder.
El progreso puede ser muy lento. La mayoría de la gente ve al emprendedor en línea final: sujetando
su trofeo. Lo que no ven son las horas de trabajo y los incontables intentos que le tomó llegar ahí. Es
muy importante no acelerar el producto o acelerar el proceso.

Los forasteros no entenderán. Para un emprendedor que está comenzando por primera vez, hay
muchos obstáculos para los que debe prepararse. Te enfrentarás a algunos retos diarios, y es importante
saber que habrá tiempos difíciles. Sin embargo, si realmente crees en ti mismo, el negocio y tu equipo,
aprovecharás la oportunidad.

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