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El HIIT asociado al suplemento HMB-FA

Jorge Roig (abril 2018)

No siempre que se habla del entrenamiento intervalado de alta intensidad o


HIIT se expresa necesariamente lo mismo en cuanto a modalidad de
ejercitación. En función a ello, y a los fines de identificar mejor lo que se
pretende definir como esta actividad, digamos, en principio, que el HIIT consiste
en series repetidas de esfuerzos de duración breve a moderada y donde la
intensidad es superior a la del umbral de lactato, pero que no excede el 90 a
95% del VO2max.. En cuanto a las pausas, estas pueden ser pasivas o
ligeramente activas. Si bien los tiempos de esfuerzo y pausas de recuperación
no están fijamente establecidos, sí se puede advertir que un minuto puede ser
el tiempo mínimo de exigencia a dicha intensidad, el que puede extenderse
incluso hasta los 3 o 4 minutos bajo ciertas estructuras del HIIT, como por
ejemplo incluyendo tres o cuatro ejercicios en el bloque. Y en cuanto a las
pausas, las mismas idealmente se extienden hasta los 3-4 minutos pero
podrían no superar, en las formas de bloques, los 2 a 2 ½ minutos.

Para resaltar es que lo que no debiera llamarse HIIT es a aquellos ejercicios que
superan las intensidades de VO2max y que por ello los tiempos de ejecución se
limitan a un par de decenas de segundos con pausas iguales o ligeramente
superiores a los segundos de esfuerzo. Las razones son esencialmente
metabólico-energéticas ya que inexorablemente el esfuerzo es de neto corte
glucolítico y de neta producción, por ello, extramitocondrial.

Desde el punto de vista metabólico, hay evidencia que en esta modalidad de


ejercicio se aprecian mejoras sustanciales en las vías de utilización energética
de las grasas y los azúcares, tal como lo expresan Perry y colegas, por lo que
está claro que el compromiso mitocondrial es máximo ya que la intensidad es
supra umbral pero no al 100% del consumo de oxígeno, dando cabida a ambos
sustratos energéticos para la resíntesis de ATP (Perry CGR, et al. High-intensity
aerobic interval training increases fat and carbohydrate metabolic capacities in
human skeletal muscle. Appl Physiol Nutr Metab. 2008).

Es necesario aclarar que no siempre el HIIT está definido por el mismo modelo
de protocolo, siendo que se han presentado a varios tipos de estos ejercicios
con tiempos diferentes de esfuerzo así como distintos también en sus pausas,
como fue expresado antes. Concretamente, algunos llamados entrenamientos
interválicos de alta intensidad, traducido literalmente del HIIT, muestran los
tiempos de esfuerzo como los pausas muy diferentes en sus propuestas
metodológicas, lo que ha conducido a que ciertos beneficios documentados
por investigadores no hayan podido ser convalidados por otros. Y ello porque
no se estaban comparando ejercicios idénticos en sus tiempos de esfuerzo y
de recuperación.

De considerar muy especialmente, por el impacto que tiene en el rendimiento


fisiológico, es que el HIIT ha mostrado que la eficiencia metabólica que logra al
metabolizar convenientemente las grasas y azúcares tiene como sustento el
incremento que logra en la densidad mitocondrial (Jacobs RA, et al.
Mitochondrial function in human skeletal muscle following high‒altitude
exposure. Exp Physiol. 2013). Sin dudas que ampliar el tamaño y el número de
mitocondrias lleva implícito garantizar una resíntesis potenciada de ATP, esto
es, una tasa metabólica mayor que favorece la concreción de ejercitaciones a
más intensidad, donde se consume más energía en la unidad de tiempo pero la
recarga del referido compuesto macroérgico también es mayor. De esta
manera, el ratio ATP/ADP e incluso el del ATP/AMP se mantienen más
estabilizados, lográndose gracias a un mayor número de ciclos de Krebs
funcionando al mismo tiempo y en línea con la cantidad de mitocondrias que
funcionan al unísono.

Una de las observaciones que se considera relevante al analizar el impacto


muscular que tienen los esfuerzos de alta intensidad, es el daño fibrilar que
ellos provocan, el que se manifiesta esencialmente bajo la forma de un alto
catabolismo proteico. No solo esto acontece por la magnitud del esfuerzo
mismo sino también por el desequilibrio energético al cual se asocian. Como es
sabido, esta última condición es inhibidora de la síntesis proteica (Carbone JW,
et al. Skeletal muscle responses to negative energy balance: effects of dietary
protein. Adv Nutr. 2012). Bajo esta condición, limitar el catabolismo proteico y
restaurar prontamente el anabolismo son una premisa. Al respecto,
recientemente Wilkinson y su equipo dieron evidencia que el HMB-FA (ácido
libre β-hidroxi-β-metil-butirato)mejora los beneficios de este tipo de esfuerzos
metabólico-energéticos intensos, lo que lo consigue atenuando el daño
muscular así como acelerando la recuperación entre sesiones de
entrenamiento (Wilkinson DJ, et al. Effects of leucine and its metabolite β-
hydroxy-β-methylbutyrate on human skeletal muscle protein metabolism. J
Physiol Lond. 2013).

Entre los resultados más prometedores que se han descubierto con la ingestión
del HMB, es que el mismo aumenta la tasa energética de VO2máx, pero
además y de resaltar, es que se vio un corrimiento en el punto de inicio de la
acumulación de lactato (Vukovich MD, Dreifort GD. Effect of [beta]-Hydroxy-
[beta]-Methylbutyrate on the Onset of Blood Lactate Accumulation and
VO2peak in Endurance-Trained Cyclists. J Strength Cond Res. 2001). Esto
significa que si el umbral de lactato aparece más tarde (corrimiento de la curva
de inflexión), hay más tiempo ejercitándose a tasas más bajas glucolíticas, pero
también se transita un período mayor aportando grasas en forma importante a
intensidades superiores porque se han ampliado las velocidades subumbral.
Esto sin dudas que es de enorme implicancia en el rendimiento, pero también
en objetivos donde hay interés primario de potenciar el consumo energético de
grasas, ya que se corre más rápido, a un tasa metabólica más elevada, pero a
expensas de un aporte elevado de ácidos grasos para la resíntesis de ATP y
con ahorro glucogénico.

Si bien el Ca-HMB ha mostrado ser eficaz y garantizar los beneficios antes


mencionados, la forma HMB-FA tiene la particularidad de presentar una
biodisponibilidad superior a la otra forma, pero además mostrando ser más
efectivo para accionar sobre el daño muscular, tal y como lo han demostrado
Wilson y colegas (Wilson JM, et al. β-Hydroxy-β-methylbutyrate free acid
reduces markers of exercise-induced muscle damage and improves recovery in
resistance-trained men. Br J Nutr. 2013)
Es evidente que los cambios fisiológicos observados a través de la
implementación de HIIT alcanzan al consumo de oxígeno pico, pero también a
la capacidad amortiguadora del músculo ante la creciente acidificación
producto de la intensidad elevada, tal como lo documenta Edge y
colaboradores (Edge J, et al. The effects of training intensity on muscle buffer
capacity in females. Eur J Appl Physiol. 2006). Y tambien, lo que no es para
soslayar, al incremento en la oxidación de grasas. En este punto y como
relatanKrustrup y colegas, la potencia aeróbica mejorada asociada con HIIT se
ha relacionado con una regulación al alza de las enzimas glucolíticas, así como,
el aumento de la densidad mitocondrial y el flujo sanguíneo (Krustrup P, et al.
The slow component of oxygen uptake during intense, sub-maximal exercise in
man is associated with additional fibre recruitment. Pflugers Arch. 2004). De
esta manera, la suplementación con HMB-FA puede mejorar el entrenamiento
de HIIT regulando al alza la oxidación de los ácidos grasos y disminuyendo el
daño muscular, todo lo cual acaba favoreciendo la biogénesis mitocondrial,
postergando la aparición del umbral de lactato, incrementando la tasa
energética en la unidad de tiempo y mejorando el consumo de oxígeno pico. Y
todo esto, además, en tiempos de esfuerzo mucho más reducidos que los que
involucran ejercicios aeróbicos contInuos y de larga duración .

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