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Modelo Sistémico
Ver el leguaje desde una perspectiva sistémica significa que no asumimos que
todos los problemas comunicativos están en el niño, sino que están en la relación entre
los hablantes. Esto implica que no todas las soluciones están en cambiar al niño; algunas
implican cambiar al medio (Nelson, 1998). Aunque a primera vista este modelo pueda
parecer poco relevante al Fonoaudiólogo, tiene algunas aplicaciones importantes para
extender nuestro pensamiento sobre los trastornos de lenguaje en los niños,
especialmente nuestro pensamiento sobre cómo superar los hadicaps de un niño.
Las diferencias culturales y dialécticas no son los únicos contextos en los cuales el
modelo sistémico puede ser útil. Cuando se trabaja con clientes que tiene Dishabilidades
severas, a menudo ayuda pensar en cómo cambiar el ambiente para facilitar la
comunicación o en reducir las condiciones discapacitantes más que en enfocarse
solamente en que necesitan aprender los clientes para comunicarse. Por ejemplo, quizás
un cliente no verbal con autismo se frustra porque no puede hacer entender a las
personas que quiere ver cierto programa de televisión. Esta frustración lleva a conductas
auto o heteroagresivas. Aunque es verdad que el problema de ser incapaz de entregar el
mensaje esta en el individuo con autismo, quizás el ambiente pueda ser modificado de
manera que el niño pueda comunicarse, usando medios a su disposición, para hacer un
corto circuito en el ciclo de frustración y agresión. Quizás poniendo adhesivos con logos
pegados al control de canales le permitirán controlar por si mismo los programas que
desea ver, evitando la necesidad de asistencia. Quizás los adultos en su medio puedan
aprender a reconocer las señales del niño que significan necesidad de ayuda y responder
antes de llegar al nivel de frustración que lleva a las conductas desadaptativas. Esto
eliminaría la disparidad entre la forma de comunicación y las señales esperadas por el
medio.
Modelo Categórico
Sam es un pequeño encantador. Cuando te conoce, camina directo hacia ti, agita su
mano y dice: `hola, soy Sam. ¿Cuál es tu nombre? En la escuela esta obteniendo instrucción
de lectura y escritura y le va bien en las lecturas de nivel primario que se han adaptado
para su uso. Sam esta en un programa de entrenamiento vocacional especial en el que
trabaja en la cafetería en los periodos de almuerzo, ayudando a rellenar la fila de
bandejas. Todos los trabajadores de la cafetería son cálidos con él y lo escuchan cuando
relata lo que hizo en clases ese día. Sam sigue las instrucciones del equipo de trabajo
fielmente y con alegría y no se confunde cuando se le da una nueva tarea, siempre que se
le explique lentamente con una demostración.
Max trabaja con Sam en la cafetería y hace un buen trabajo en las tareas que
practicado por algún tiempo. El se ve callado, y raramente habla espontáneamente.
Incluso cuando se le habla, responde con una o dos palabras, las que a menudo están tan
mal articuladas que los trabajadores de la cafetería no comprenden lo que dice. Los
profesores de Max han trabajado duro para mejorar su comunicación social y aumentar su
habla espontanea, pero es una batalla cuesta arriba. Pareciera que no tuviera mucho que
decirle a nadie, e incluso cuando lo hace, pareciera que no puede juntar más de dos o tres
palabras para decirlo.
¿El retardo mental de Max ha causado su problema de lenguaje? ¿Cómo puede ser
si Sam, como el mismo C.I. tiene habilidades lingüísticas muy superiores? Claramente, la
etiqueta de categoría no puede siempre explicar el nivel de desempeño lingüístico que
observamos e un niño dado. Entonces, hablar también de casualidad es un negocio
resbaladizo. Por ejemplo, podemos decir que el trastorno de lenguaje de un niño es
causado por retardo mental, pero ¿Qué causo el retardo? Puede ser una anormalidad
cromosómica, como el síndrome de Down; un trastorno metabólico, como la
fenilcetonuria; trauma del nacimiento; o una infección postnatal, como la meningitis. El
mismo retardo mental es realmente una descripción de un grupo de conductas que
inferimos ser el resultado de alguna forma de daño al S.N.C. causado por algo que
podemos identificar o no. E incluso si podemos identificar la causa del retardo a un nivel,
siempre podemos preguntarnos por una explicación más profunda. Si sabemos que fue
causada por el Síndrome de Down, por ejemplo, aun no sabemos como una persona que
tiene un cromosoma extra resulta en un problema mental o un trastorno de lenguaje.
El ejemplo de Sam y Max aclara otra dificultad con el sistema categórico. Sam y
Max son claramente niños muy diferentes, con diferentes habilidades de lenguaje, a pesar
de que ambos tiene la misma clasificación diagnostica son consideradas útiles debido a
que describen similaridades entre clientes, de hecho, dos clientes con el mismo
diagnostico a menudo son diferentes como el día y la noche. Tomemos a Sharon y
Elizabet, por ejemplo.
Cuando Elizabeth tenía 2 años, no había comenzado a hablar, pero debido a que
era la cuarta niña en la familia, le decían a su madre que era porque todos hablaban por
ella, y no necesitaba aprender. No fue hasta la edad de 3 cuando la madre le menciono al
doctor que ella tenía una perdida bilateral de 60 dB. El audiólogo prescribió audífonos,
pero entonces su madre estaba embarazada nuevamente y no podía manejar el tema de
los audífonos con todas las otras cosas. Elizabeth comenzó a usarlos esporádicamente
hasta la edad de 5 años. En este momento fracaso en las pruebas para el kindergarden,
cuando se decidió inscribirla en una escuela especial para sordos. Los profesores vigilaban
que usara los audífonos por lo menos en la estancia en e colegio. A los 8 años, estaba
produciendo sentencias de 3 o 4 palabras con una inteligibilidad moderada y tenía un
vocabulario expresivo de 300 a 400 palabras. Comenzó con instrucciones de lectura, pero
aun no puede leer palabras espontáneamente.
Sharon y Elizabeth tienen el mismo nivel de pérdida auditiva, pero perfiles muy
distintos en sus habilidades de lenguaje. Su similaridad en sus diagnósticos no nos ayuda a
comprender sus dificultades.
Una segunda objeción propuesta por Bloom y Lahey surge a la vista de que los
niños a menudo no calzan completamente en los sistemas diagnósticos. La mayoría de los
niños con autismo, por ejemplo, se considera que también tienen retardo mental.
Entonces, se ve difícil establecer solo una causa para el trastorno de lenguaje cuando más
de una categoría es apropiada.
En la década de los `60 y comienzos de los `70, los psicólogos y psicolingüistas (e.g.
Osgood y Miron, 1963; Wepman, Jones, Bock y Van Pelt, 1960) intentaron diseñar
modelos para describir como varias capacidades de procesamiento de la información
interactuaban para permitir la comprensión y producción del lenguaje. La Fig. 1-2 da un
ejemplo de uno de esos modelos. La representación de la interacción de habilidades o
capacidades como percepción, discriminación, asociación, cierre, conceptualización, y
memoria es demostrada en esta ilustración. Los modelos fueron usados para representar
el orden secuencial en el que los procesos o capacidades, se creía que estaban
involucrados en la producción y comprensión del lenguaje. Como ilustra la Fig. 1-2, los
modelos eran primariamente lineales, alcanzando secuencialmente desde las capacidades
consideradas de menor nivel, o más simples hasta las de novel más alto o más complejas.
La Orientación Neuropsicológica
¿De qué lista Ud. Recordaría más palabras? La mayoría diría que de la lista2,
debido a que de la lista 1 no se tiene conocimiento previo. Esos son nombres de
personajes de películas de Godzilla, y para personas familiarizadas con esas películas,
serian palabras familiares y fáciles de recordar.
Ahora, digamos que se le entrega la lista 1 para ser repetidas después de una breve
presentación sin conocimiento previo o asociaciones sobre ella. Si Ud. Puntúa
significativamente inferior a una Fran de Godzilla, significaría que Ud. Tiene un déficit de
procesamiento auditivo? Evidentemente no. Su familiaridad con los estímulos influencia
fuertemente su capacidad para memorizarlos y recordarlos.
Lo mismo puede ser dicho de un niños de 5 años con trastorno de lenguaje (T.L.)
que puede repetir solo 2 de 5 estímulos de una prueba de memoria. Los números no son
tan familiares para el que para un niño normal de 5 años que asiste a kindergarden y
cuenta desde que tiene 3 años. Para el niño de 5 con T.L. es mayor problema recordarlos
porque no los ha sobre aprendido como el niño con lenguaje normal, así como usted
tendría problemas con la palabra Mothra, ya que no la ha escuchado ni usado ni tiene
establecidas asociaciones con ella previamente.
Lahey argumento que, más que explicar por qué los niños tienen problemas para
aprender a hablar, es más probable que un desempeño `pobre en tareas auditivas en si
mismas sea debido al trastorno del lenguaje, que limita la familiaridad con el estimulo
verbal. Una hipótesis que incluye esta posibilidad es la llamada de procesamiento de bajo
hacia arriba. Las visiones más contemporáneas del lenguaje y la lectura (e.g. Bishop,
1997); Rumelhart) sostienen que los procesos de arriba hacia abajo o derivados de
conceptos, y los de abajo hacia arriba, o derivados de datos, interactúan cuando nos
enfrentamos a una tarea. Si es así, entonces el conocimiento previo, los conceptos y las
expectativas siempre influencian el tratamiento de los estímulos.
Modelo Descriptivo - Evolutivo
Es el último enfoque para evaluar y tratar los T.E.L. que analizaremos, propuesto
Naremore (1980). También es llamado el enfoque de etapas comunicativas por otros
autores (e.g Lahey, 1988). Este modelo se preocupa de describir en detalle el actual nivel
del lenguaje en términos de uso de vocabulario, significados expresados, uso de reglas
sintácticas y marcadores morfológicos, pronunciación de sonidos, conocimiento de reglas
fonológicas y el uso de apropiado del lenguaje en contextos sociales. En otras palabras
este modelo aborda el rango completo de desempeño del lenguaje incluyendo forma,
contenido y uso. Además este modelo sostiene que la secuencia normal del lenguaje en el
desarrollo provee la mejor guía para la enseñanza del lenguaje.
Las suposiciones de este modelo que hace son primero, que no siempre se puede
conocer las causas de un T.E.L. aunque es importante para fines de investigación conocer
lo más posible sobre la condición etiológica, la utilidad de esta información para fines
clínicos es secundaria frente a saber que hace el niño con el lenguaje. La segunda está
relacionada con el termino descriptivo: sostiene que la información más importante para
el clínico es recoger un perfil detallado de las habilidades del niño en áreas relevantes de
la función del lenguaje, debido a provee la medula del programa de intervención.
Similarmente se sugiere que se debe detallas las habilidades del lenguaje más que las
habilidades perceptuales o motoras. En su lugar, este modelo nos lleva a enfocarnos en el
detalle en las habilidades del niño en términos del lenguaje.
La tercera suposición de este modelo se deriva del término evolutivo sostiene que
la mejor forma de decidir sobre que debe aprender un niño como siguiente paso es
sabiendo en que parte del desarrollo normal se encuentra y cuál es la etapa que
corresponde continuar.
¿Qué significa todo esto en la práctica? Primero, que debemos identificar en qué
lugar del desarrollo normal se podría ubicar este niño que estamos observando. También
debemos comprar sus conductas de lenguaje con su funcionamiento general, así como
comparar los sub dominios del lenguaje entre sí. Esta es la referencia intralingüística (Fey,
1986). A partir de este perfil, debemos encontrar en que parte de la secuencia del
desarrollo falla el niño. Posteriormente, estableceremos metas para la intervención.