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Debate
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Fredy Rivera Vélez, Marco Romero. Quito-Ecuador, Abril del

Director: Francisco Rhon Dávila. Director Ejecutivo del CAAP PRESENTAClON / 3-6
Primer Director: José Sánchez Parga. 1982-1991
Editor: Hernán Ibarra Crespo
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REVISTA ESPECIALIZADA EN CIENCIAS SOCIALES Diálogo sobre la covunti


Publicación periódica que aparece tres veces al año. Los artículos y del decisionismo /7-32
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DEBATE 82
Quito-Ecuador, Abril del 2011

PRESENTACION / 3-6

COyUnTURA

Diálogo sobre la coyuntura: La consulta popular y los conflictos


del decisionismo / 7-32
Conflictividad socio-política: Noviembre 2010-Febrero 2011 / 33-44

TEmA CEnTRAl

Ecuador: Unas reformas petroleras con muy poca reforma


Alberto Acosta / 45-60
Alcances y contenidos de las transiciones al Post-Extractivismo
Eduardo Gudynas / 61-80
Desigualdad, medio ambiente y desarrollo sostenible en el área andina
de América Latina. Un esbozo interpretativo provisorio
H.C.F. Mansilla / 81-98
Dinámicas del capitalismo: escisión metabólica y sacrificio del valor de uso
Julio Peña y Lillo E. / 99-112
Tendencias de la minería y escenarios de transición al post extractivismo:
el caso peruano
José de Echave C. / 113-128
Malos Vecinos: Las empresas mineras canadienses en América Latina
Liisa L. North / 129-136

DEBATE AgRARiO-RURAl

El Agua y el futuro de la alimentación mundial


Carlos Larrea / 137-144
Percepciones de cambio climático y estrategias de adaptación
en las comunidades agrícolas de Cotacachi
Kristin VanderMolen / 145-158
2 Índice

Análisis

Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.


Su repercusión en el debate latinoamericano
Santiago C. Leiras / 159-174
¿Cómo controlar a los líderes políticos?
Rut Diamint y Laura Tedesco / 175-188

REsEÑAs

Democracia, participación y socialismo / 189-194


In the Shadows of State and Capital. The United Fruit Company,
Popular Struggle, and Agrarian Restructuring in Ecuador, 1900-1995 / 195-200
ANÁLISIS
Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl
Schmitt. Su repercusión en el debate latinoamericano
Santiago C. Leiras*
El resurgimiento del interés por la obra de Carl Schmitt ha residido en el hecho de que los paí-
ses latinoamericanos han acumulado los efectos de una prolongada crisis, debiendo afrontar
problemas económicos, sociales y políticos que trajeron aparejadas una gran inestabilidad
política y serios obstáculos para la gobernabilidad democrática. Por eso, se abordan aspectos
centrales de la obra del polémico autor alemán, con particular énfasis en su definición sobre
la política para luego analizar los fundamentos de su teoría sobre el decisionismo político. Y
también se realiza un breve recorrido sobre la repercusión de Carl Schmitt en el debate lati-
noamericano, de manera particular en el ámbito intelectual argentino. Finalmente, se discuten
las recientes distinciones entre “viejo” y “nuevo” decisionismo.

Introducción nismo expresión de ese nuevo carácter,


una necesidad que deviene en un estilo

E
l resurgimiento del interés por la o estrategia de gobierno de acuerdo a la
obra de Carl Schmitt en nuestra excepcionalidad de cada situación
región1 ha residido en el hecho nacional en consideración y una fórmu-
de que los países latinoamericanos han la de carácter funcional a los requeri-
acumulado los efectos de una prolonga- mientos del neoliberalismo económico.
da crisis, debiendo afrontar problemas El problema central consistía en pre-
económicos, sociales y políticos que guntarse si era posible la convivencia en
trajeron aparejadas una gran inestabili- democracia del modelo decisionista de
dad política y serios obstáculos para la gobierno con las normas e instituciones
gobernabilidad democrática. de dicha democracia política. Merece
En Sudamérica durante la última ser destacado que, en países como
década, y para evitar la diseminación Argentina, Brasil, Perú y Venezuela,
del poder y la profundización de la cri- hasta el día de la fecha inclusive siguen
sis en medio de grandes debates parla- estando presentes en mayor o menor
mentarios, se estableció un nuevo medida ciertas prácticas de carácter
carácter gubernativo, siendo el decisio- decisionista como fenómeno común en

* UBA/UB.
1 (Bercholc, 2007; Bosoer y Leiras, 1999, 2001; Dotti, 2000; Dotti y Pinto, 2002; Kvaternik, 1994;
Negretto, 1994; Novaro, 2000; Pinto, 2000; Serrafero, 2005; Quiroga, 2005, 2010).
160 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

todas sus formas, y presentes desde la Más grave sería aún la ausencia de
última década (Baldioli y Leiras, 2010). una legitimidad compartida en torno
Es propósito del presente trabajo de valores y reglas de juego político
abordar aspectos centrales de la obra (Botana, 1988) entre los principales
del polémico autor alemán, con particu- actores políticos de la nación alemana.
lar énfasis en su definición sobre la polí- La República de Weimar resultó ser un
tica para luego analizar los fundamen- estado de partidos en el que, ante la
tos de su teoría sobre el decisionismo carencia de la experiencia parlamenta-
político. Luego de ello haremos un ria de siglos para realizar un adecuado
breve recorrido sobre la repercusión de bargaining, característica de las demo-
Carl Schmitt en el debate latinoamerica- cracias anglo-sajonas, el intercambio
no, de manera particular en el ámbito político se transformó en una dura con-
intelectual argentino. Finalizaremos esta tienda, que fue favorecida también por
presentación con las más recientes dis- el hecho de estar rígidamente encua-
tinciones entre “viejo” y “nuevo” deci- drados los principales partidos políticos
sionismo. –liberales, socialistas y católicos, suma-
do a la fuerte presencia de oposiciones
El concepto de lo político según antisistema como eran los Partidos
Schmitt Nacional-Socialista y Comunista- en
axiomas ideológicos no negociables.
Carl Schmitt desarrolló buena parte Estas crisis alcanzaron en Alemania
de su obra en un horizonte histórico una especial intensidad porque a las
signado por una doble crisis, económi- circunstancias ya aludidas –y a las más
ca y de legitimidad política, de la generales que afectaban en ese contex-
Alemania de la República de Weimar to a los países europeos- se añadieron
(1919-1933) que hizo de este sistema otras condiciones específicamente ale-
político el epicentro de ese gran calde- manas: una firme tradición política de
ro histórico que desembocaría en el estado escasamente democrático
ascenso del nacionalsocialismo. –asentado en el principio monárquico,
La crisis económica apareció como en el primado de la burocracia y el
resultado de la espiral hiperinflaciona- papel relevante del ejército- y una tra-
ria de los años 1922-1923 provocada dición intelectual donde el peso del
por desequilibrios presupuestarios deri- liberalismo era muy liviano en compa-
vados del pago de las onerosas indem- ración con la fuerza también notable,
nizaciones de la contienda bélica a los de las corrientes antiliberales –idealis-
países vencedores de la primera guerra mo, conservadurismo, irracionalismo,
mundial, y el impacto de la crisis eco- anarquismo y marxismo (Pinto, 2000).
nómica mundial entre los años 1929 y No es de extrañar entonces el
1930 que tendría un papel sumamente cúmulo de dificultades que allí encon-
relevante a la hora de contribuir a soca- traría de inmediato, el nuevo estado
var las bases del sistema político demo- democrático liberal establecido por la
crático de la Alemania de la primera Constitución de 1919. La sociedad ava-
posguerra.
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 161

salló así a un estado, con su legitimidad concepto en el sentido de un criterio. En


puesta en tela de juicio y cuya capaci- la medida en que no deriva de otros cri-
dad de respuesta a las demandas socia- terios, esa distinción se corresponde en
les fue superada por la magnitud de las el dominio de lo político con los crite-
rios relativamente autónomos que pro-
mismas.
porcionan distinciones como la del bien
Son precisamente estas circunstan- y el mal en lo moral, la de belleza y
cias las que permiten comprender la fealdad en lo estético, etcétera. Es desde
particular definición de Carl Schmitt luego una distinción autónoma, pero no
sobre la política, con particular hinca- en el sentido de definir por sí misma un
pié en la política de partidos en la nuevo campo de la realidad, sino en el
Alemania del período de la República sentido de que ni se funda en una o
de Weimar: varias de esas otras distinciones ni se la
puede reconducir a ellas (Schmitt,
Si se aspira a obtener una determina- 1991: 56).
ción del concepto de lo político, la
única vía consiste en proceder constatar Así también es importante destacar
y a poner de manifiesto cuáles son las que, para el autor alemán no se trata-
categorías específicamente políticas. ba de cualquier tipo de enemigo:
Pues lo político tiene sus propios crite-
rios, y éstos operan de una manera muy Enemigo no es cualquier competidor o
peculiar en relación con los diversos adversario. Tampoco es el adversario
dominios más o menos independientes privado al que se detesta por cuestión
del pensar y el hacer humanos, en par- de sentimientos o antipatía. Enemigo es
ticular por referencia a lo moral, lo esté- un conjunto de hombres que siquiera
tico y lo económico. eventualmente, esto es, de acuerdo con
Supongamos que en el dominio de lo una posibilidad real, se opone combati-
moral la distinción última es la del bien vamente a otro conjunto análogo. Solo
y el mal; que en lo estético es la de lo es enemigo el enemigo público, pues
bello y lo feo; en lo económico la de lo todo cuanto hace a un conjunto tal de
beneficioso o lo perjudicial, o tal vez la personas, o en términos más precisos a
de lo rentable y lo no rentable. El pro- un pueblo entero, adquiere eo ipso un
blema es si existe alguna distinción carácter público. Enemigo es en suma
específica, comparable a esas otras aun- hostis, no inimicus en sentido amplio
que, claro está, no de la misma o pare- (Schmitt; 1991: 58-59).
cida naturaleza, independiente de ellas,
autónoma y que se imponga por si Definida en estos términos la políti-
misma como criterio de lo político; y si ca, sería la decisión y no la deliberación
existe ¿cuál es? la mediación principal que permita
Pues bien, la distinción política especí- afrontar el conflicto amigo-enemigo. El
fica, aquella a la que pueden recondu- concepto de decisionismo apareció
cirse todas las acciones y motivos políti-
entonces como anillo al dedo sobre
cos, es la distinción de amigo y enemi-
go. Lo que ésta proporciona no es desde
terrenos culturales e institucionales abo-
luego una definición exhaustiva de lo nados históricamente por la propensión
político, ni una descripción de su conte- al protagonismo del caudillo o el líder
nido, pero si una determinación de su carismático y la dificultad por incorpo-
162 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

rar la idea de un orden político sobre la El caso clásico del pensamiento decisio-
base de un sistema de reglas de juego nista aparece en el siglo XVII con
permanente acordadas socialmente, Hobbes. Todo derecho, todas las nor-
presente en la Alemania de los años de mas y leyes, todas las interpretaciones
de leyes, todas las ordenes son para él
la República de Weimar (1919-1933).
esencialmente decisiones del soberano,
y el soberano no es un monarca legíti-
La teoría del decisionismo político
mo o una instancia competente, sino
que soberano es precisamente aquel
La teoría política decisionista pudo que decide soberanamente. Derecho es
ser distinguida por tres rasgos básicos ley y ley es el mandato decisivo para el
comunes: en primer lugar, una impor- conflicto jurídico; Auctoritas, non veri-
tancia central y definitoria a la decisión tas facit legem <La autoridad, no la ver-
en las cuestiones políticas, en segundo dad hace la ley>
término, una concepción de la sobera- […] En Hobbes se halla la estructura
nía como el poder de decisión definiti- lógica del decisionismo de modo evi-
vo y tercero la definición del estado de dente, precisamente porque el puro
excepción -o estado de emergencia- decisionismo presupone un desorden
que solo puede ser llevado al orden
como la manifestación más pura y el
mediante la decisión sobre el que (no
modelo operativo propio de ese poder
sobre el como) (Schmitt, 1996a: 29-31).
definitivo; remitiéndonos al propio
autor: Una definición del “estado de
El último fundamento de toda la exis-
excepción” -o estado de emergencia-
tencia del derecho y de todo valor jurí- como la manifestación más pura y el
dico se puede encontrar en un acto de modelo operativo propio de ese poder
voluntad, en una decisión que, como definitivo (Heller, 1989; Schmitt, 1985a,
tal, crea derecho, y cuya fuerza jurídica 1994) constituyó la tercera característi-
no puede ser deducida de la supuesta ca. En consecuencia, el concepto
fuerza jurídica de unas reglas de deci- mismo de crisis quedaría indisociable-
sión; puesto que también una decisión
mente vinculado al de la decisión polí-
que no se corresponde con una regla
crea derecho […] tica, que era tanto más política cuanto
[…] Para el jurista de tipo decisionista, más excepcional fuera. En tal sentido,
la fuente de todo derecho, es decir, de para el decisionismo, la crisis y la deci-
toda norma y ordenamiento que de él sión política se implicaban y precisaban
deriven, no es el mandato como tal, mutuamente.
sino la autoridad o soberanía de una En sus dimensiones legal, política y
última decisión que viene dada con el ética, el decisionismo se presentó
mandato (Schmitt, 1996a: 27).
entonces como una implacable refuta-
Ahora bien, Schmitt se remontó a ción de los argumentos contractualistas
la tradición clásica –de manera parti- sostenidos por la tradición liberal
cular a los escritos de Thomas Hobbes- (Kvaternik, 1994). Desde diversos pun-
(Schmitt, 1997) para encontrar antece- tos de vista, el decisionismo pudo des-
dentes de su teoría decisionista: cribirse como su inversión simétrica. Era
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 163

la negación empírica de los principios do, o las ordenanzas de carácter objeti-


del constitucionalismo y lo opuesto a su vo a través de las cuales “las cosas se
concepción del orden político fundado administran a sí mismas”.
en el ideal de la discusión racional y la Tales modelos estatales, clasificados
armonización entre intereses y valores a la manera de “tipos ideales” weberia-
conflictivos a partir de instituciones de nos y a los que Schmitt encontraría más
arbitraje y principios de justicia e igual- fértiles para explicar la realidad estatal
dad consagrados y protegidos por insti- que las clásicas distinciones de la teoría
tuciones y leyes. aristotélica entre monarquía, aristocra-
Esta contraposición pudo visualizar- cia y democracia, y menos “inocente-
se en distintas polaridades: en el plano mente”, más útiles que la antítesis entre
jurídico opondría la excepción a la dictadura y democracia, tenían cada
norma, la decisión personal a la norma- uno un tiempo y una correspondiente
tividad impersonal, la competencia - tendencia política afín.
¿quién decide?- al contenido sustancial Así, en épocas de normalidad y con-
-¿qué se decide?-, en el plano político la cepciones jurídicas estables prevalece-
soberanía del estado al poder difuso y ría el estado jurisdiccional y aparecería
disolvente representado por la socie- una justicia separada del estado, que
dad; el estado asociado con la guerra y sería custodia y defensora del derecho.
En cambio, en tiempos de grandes cam-
la política a la moralidad burguesa, la
bios o transformaciones revolucionarias
economía y la tecnología; la dictadura
aparecían un estado gubernativo, o un
presidencial al parlamentarismo; y, en
estado administrativo, que podrían ape-
el filosófico la decisión política a la dis-
lar diría Schmitt, a la necesidad objeti-
cusión pública y crítica (Negretto, va, la situación real, la fuerza coercitiva
1994). de las relaciones, las necesidades de la
Igualmente relevante fue la interpe- época y a otras justificaciones no basa-
lación radical que haría Schmitt a las das en normas sino en situaciones fácti-
pretensiones del positivismo jurídico de cas (Schmitt, 1994). Tanto el estado
fundar la legitimidad del estado en un gubernativo como el estado administra-
orden legal normativo impersonal y tivo atribuían una cualidad especial al
objetivo, al atribuir a esa pretensión la mandato concreto que se ejecuta y se
raíz originaria del derrumbe del estado obedece sin más.
de derecho parlamentario. Distinguía Estos tipos de estado, argumentaría
entre estados “legislativos”, basados en el teórico alemán intentando salvar a la
un sistema cerrado de legalidad separa- constitución de Weimar reforzando el
do de su aplicación, y “jurisdicciona- presidencialismo con “plenos poderes”,
les”, “gubernativos” y “administrativos”, ponían fin a los alegatos de los aboga-
según fuera la función estatal que pre- dos, propios del estado jurisdiccional, y
dominara en ellos: la sentencia de los reconocerían además valor jurídico
jueces, la voluntad personal soberana y positivo al decisionismo del mandato
el mando autoritario de un jefe de esta- inmediatamente ejecutorio, en detri-
164 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

mento también de las interminables dis- En este contexto de crisis económica


cusiones del estado legislativo parla- y de legitimidad e impotencia parlamen-
mentario, cuya institución fundamental taria ante la crisis se imponía entonces
fuera objeto de la aguda crítica de Carl para el autor alemán, la necesidad de
Schmitt: contar con una institución que pudiera
constituir la reserva última del sistema
En Alemania existía desde hace tiempo constitucional alemán, de allí entonces
atrás una tradición de ideas y tenden- la apelación al presidente del Reich
cias estamentales, para la cual la crítica
como guardián de la constitución:
del parlamentarismo moderno no supu-
so ninguna novedad. Además, se ha El presidente del Reich se halla en el
generado, sobre todo en los últimos centro de todo un sistema –construido
años, una literatura que atañe a las sobre fundamentos plebiscitarios- de
experiencias cotidianas, particularmen- neutralidad e independencia respecto
te a las llevadas a cabo desde 1919. En de los partidos políticos […] Según el
numerosos folletos y artículos periodísti- contenido efectivo de la constitución de
cos se subrayan los fallos y errores más Weimar existe ya un protector de la
evidentes del funcionamiento parla- constitución a saber; el presidente del
mentario: el dominio de los partidos y Reich. Tanto su estabilidad y su perma-
su inadecuada política de personalida- nencia relativa -mandato por siete años,
des, el gobierno de aficionados, las per- dificultad de su revocación, indepen-
manentes crisis gubernamentales, la dencia con respecto a las cambiantes
inutilidad y banalidad de los discursos mayorías parlamentarias- como el géne-
parlamentarios, el nivel, cada vez más ro de sus atribuciones […] tienen por
bajo, de los buenos modales parlamen- objeto en el orden político, como con-
tarios, los destructivos métodos de obs- secuencia de su relación inmediata con
trucción parlamentaria, el abuso de la el conjunto del estado, crear una institu-
inmunidad y privilegios parlamentarios ción neutral que como tal sea protecto-
por parte de una oposición radical que ra y garante del sistema constitucional y
se burla del parlamentarismo mismo, la del funcionamiento adecuado de las
indigna práctica de las dietas y la esca- instancias supremas del Reich, institu-
sa asistencia a las sesiones […] así como ción que además se halla dotada, para
que la verdadera actividad no se desa- caso de necesidad, con atribuciones efi-
rrolla en los debates públicos del pleno, caces que le permitan realizar una
sino en comisiones (y ni siquiera nece- defensa activa de la constitución
sariamente en comisiones parlamenta- (Schmitt, 1998: 249).
rias), tomándose las decisiones impor-
tantes en reuniones secretas de los jefes
La legitimidad democrática de ori-
de los grupos parlamentarios o, incluso,
en comisiones no parlamentarias; así, se
gen del presidente del Reich otorgaba
origina la derivación y supresión de para Schmitt un componente adicional
todas las responsabilidades, con lo que de refuerzo de la legitimidad de su rol
el sistema parlamentario resulta ser, al en el esquema constitucional:
fin, solo una mala fachada del dominio
de los partidos y de los intereses econó- Que el presidente del Reich sea el pro-
micos (Schmitt, 1996b: 24). tector de la constitución corresponde
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 165

también empero, al principio democrá- es representante del pueblo en su


tico sobre el cual descansa la constitu- unidad, por encima de los intereses
ción de Weimar. El presidente del Reich parciales y la lucha de los partidos
es elegido por el pueblo alemán entero, políticos.
y sus facultades políticas frente a los
b) La idea de que el orden jurídico
organismos legislativos –particularmen-
te la de disolver el Reichstag y la de pro-
reposa sobre una decisión y no
mover un plebiscito- son por naturale- sobre una norma (Novaro, 2000;
za, una <apelación> al pueblo. Schmitt, 1982) -la legitimidad
Haciendo al presidente del Reich centro como decisión política y la legali-
de un sistema de instituciones y atribu- dad como ordenamiento normativo
ciones tanto plebiscitarias como neutra- derivado de aquella decisión-. La
lizadoras en orden a la política de parti- noción de que “una constitución no
dos, la vigente constitución del Reich se apoya en una norma como fun-
trata de crear, partiendo de principios damento de validez, sino en una
precisamente democráticos, un contra-
decisión política” como fundamen-
peso al pluralismo de los grupos socia-
les y económicos del poder, y garantizar
to de su legitimidad.
la unidad del pueblo como conjunto c) La defensa del presidencialismo
político. (Herrera, 1994; Schmitt, 1998)
[…] La constitución procura especial- como expresión y custodia de la
mente dar a la autoridad del presidente unidad del estado y la crítica del
del Reich posibilidades para enlazarse parlamentarismo -como forma de
de modo directo con esta voluntad polí- gobierno y como forma de estado-
tica del conjunto del pueblo alemán y “partidocrático” y pluralista por
para proceder en consecuencia como “disolvente”, ineficaz y fuente de
protector y guardián de la unidad cons-
discordia y corrupción.
titucional y de la integridad de la
nación. Sobre el éxito de este intento se
d) La distinción entre norma jurídica y
ha de fundamentar la existencia y la existencia política del estado,
permanencia prolongada del actual entendida ésta como la unidad
estado alemán (Schmitt, 1998: 250- política de un pueblo y aquella
251). como su expresión.

Aunque los paralelismos entre La repercusión de la teoría decisionista


períodos históricos suelen provocar dis- en el debate político latinoamericano.
torsiones y forzamientos en el análisis El caso Argentino
comparado, habría de notarse una sin-
gular actualidad de aquellas argumenta- El Estado de Excepción en América
ciones de la década de 1920, hacia Latina ha sido impuesto por las más
finales de 1990 a través de las siguien- variadas formas de crisis económica,
tes definiciones: social y política. Sin embargo esta últi-
ma será la más frecuente en nuestra
a) La definición del soberano como región debido a que resulta difícil obte-
quien decide sobre el estado de ner mayorías absolutas –o aún incluso
excepción (Schmitt, 1985b, 1994) y en el caso de disponer de ellas-, en con-
166 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

secuencia para lograr la gobernabilidad tica del voto popular, y que serviría para
se recurre a imponer “un estado de la protección del sistema en caso de
excepción”, lo que garantizará en el emergencia, el problema subyace en dar
corto plazo más poder al presidente, y respuesta a las siguientes interrogantes:
por ende al partido gobernante. ¿Cuándo efectivamente existe una
Gobernar en un contexto de excep- situación de emergencia y cuándo el
cionalidad política garantiza un hori- presidente debe asumir poderes extraor-
zonte de previsibilidad, pocas veces dinarios? ¿Se podría crear una forma de
visto antes en democracia, en el marco gobierno ejecutivista independiente-
de lo que el autor brasileño Bolívar mente de si existen o no razones que la
Lamounier definirá como “regímenes respalden?
mixtos”, resultado de la combinación ¿El decisionismo y su vertiente más
de instituciones y prácticas de carácter moderna el neodecisionismo son asu-
autoritario juntamente con aquellas de midos por los presidentes latinoameri-
sesgo democrático, por ser el mandata- canos como una estrategia en contexto
rio elegido en forma directa o indirecta de “tiempos difíciles” o como un estilo
-a través de cuerpos de carácter cole- de gobernar?
giado- por su pueblo. Si se trata de una estrategia en con-
En América Latina, continente en el texto de “tiempos difíciles” (Torre,
cual convivieron regímenes militaristas- 1994), el decretismo ejecutivista y no el
caudillistas, autoritarismos, democra- decisionismo nos permitiría dar cuenta
cias restringidas y poliarquías desde las de las características de ejercicio del
guerras por la Independencia hasta liderazgo político en la región, dado
nuestros días, el decisionismo schmittia- que el decisionismo implica la desinsti-
no es un modelo que centralmente tucionalización política (Kvaternik,
puede ser tomado como una herramien- 1994), teniendo en consideración tres
ta heurística de análisis político, para diferentes circunstancias: en primer
comprender los cambios de regímenes lugar los recursos institucionales dispo-
políticos dentro del sistema, como así nibles, esto es el diseño y distribución
también para lograr comparar y diluci- del poder dentro del régimen político,
dar las características gubernamentales, en segundo término las circunstancias
desde la acción política, donde el eje- políticas, refiriéndonos aquí a la rela-
cutivismo es la forma de gobierno más ción que el titular del poder ejecutivo
utilizada en la región, debido principal- establece con la oposición, con el parti-
mente a cierto hiperpresidencialismo do de gobierno y con otras organizacio-
existente e inveteradamente aceptado nes nacionales e internacionales y por
por los pueblos. último la eficacia que se intenta alcan-
Entonces, si se debería pensar que el zar con determinadas iniciativas a
decisionismo no es solo una forma de implementar.
gobierno autoritaria, sino que tendría Teniendo en consideración las cir-
una legalidad persistente y en el caso de cunstancias antes desarrolladas, tres
una poliarquía, la legitimidad democrá- serían también las posibles motivacio-
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 167

nes políticas para llevar a cabo esta cribe en un marco de creciente con-
estrategia de gobierno: el golpe preven- centración de poder en la institución
tivo, el decretismo como último recurso presidencial en un esquema “hiperpre-
y el factor sorpresa. En este marco la uti- sidencialista” (Nino, 1992), y un mode-
lización de los decretos de necesidad y lo delegativo de democracia; al respec-
urgencia durante el gobierno de Raúl to, el autor argentino Guillermo
Alfonsín se inscribiría en forma predo- O’Donnell sostenía lo siguiente:
minante en la categoría de golpe pre-
ventivo2, en un contexto signado por la Al usar el término delegativa me refiero
conflictiva relación entre el gobierno y a una concepción y práctica del poder
ejecutivo según la cual por medio del
la oposición, mientras que durante la
sufragio se le delega el derecho de
presidencia de Carlos Menem estas mis-
hacer todo lo que le parezca adecuado
mas motivaciones se inscribirían no para el país. También demuestra que las
solo en el marco de la conflictiva diná- democracias delegativas son intrínseca-
mica gobierno/oposición, sino también mente hostiles a los patrones de repre-
en aquella relación entre el poder eje- sentación normales de las democracias,
cutivo y el propio partido de gobierno a la creación y consolidación de las ins-
(Maurich y Liendo, 1998). tituciones políticas y, específicamente, a
Establecida esta dinámica, la estrate- lo que denomino “rendición de cuentas
gia decretista también podría ser consi- horizontal”. Con esto me refiero al con-
trol de la validez y legitimidad de las
derada como una herramienta que per-
acciones del ejecutivo por parte de
mita cumplir con el propósito de produ-
otros organismos que son razonable-
cir disciplina dentro de un diseño insti- mente autónomos de aquel (O´Donnell,
tucional de “centralismo limitado” 1997: 293).
(Llanos, 2001; Mustapic, 2000), en
forma conjunta con la utilización de En este sentido, el funcionamiento
otros recursos disponibles como por de las denominadas “democracias
ejemplo la apelación al veto parcial y delegativas” en las últimas dos déca-
total o la distribución de diferentes tipos das, tanto en América Latina como en
de incentivos selectivos tanto al gobier- el este europeo, estuvo alejado de los
no como así también a la oposición. parámetros de desenvolvimiento que
Si se trata en cambio de concebir al permiten definir a las democracias pro-
decisionismo como un estilo de gobier- pias de los países capitalistas desarro-
no (Goretti y Rubio, 1995,1996) más llados, como institucionalizadas.
allá de los tiempos difíciles, la utiliza- Como consecuencia de ello, a par-
ción de recursos de excepción se ins- tir de la última década se repitió en

2 Constituye una excepción a la regla el Decreto 1096/85 que dio origen al Plan Austral el cual consti-
tuye un ejemplo representativo de la utilización del factor sorpresa para el lanzamiento del programa
de estabilización económica en el año 1985. Podemos mencionar tres decretos que representan la cate-
goría de último recurso: el 1696/84 de normalización de la vida sindical, el 632/87 decretado la emer-
gencia agropecuaria y el 411/87.
168 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

mayor o menor medida el mismo estado de sitio y/o decretos de necesidad


esquema: y urgencia- más no el contenido sustan-
tivo de funcionamiento del gobierno, el
a) Legitimidad de origen con anclaje régimen y el sistema político.
en situaciones de derrumbe o emer-
gencia y convertida en argumento, Decisionismo y Neodecisionismo
de salvamento primero y refunda-
cional luego, del estado y la socie- El neodecisionismo tendría las
dad. características esenciales que tiene el
b) Modificación de la estructura cons- “viejo” decisionismo pero a diferencia
titucional acorde con una nueva de éste, si bien mantiene la idea de un
“razón de estado”: la gobernabili- liderazgo fuerte en el Poder Ejecutivo,
dad. es proclive a un Estado sin tanta centra-
c) Reforzamiento de los poderes presi- lidad ante la sociedad, más bien propi-
denciales, definición explícita o cio a las ideas del neoliberalismo y su
implícita de una “doctrina de nece- Estado Mínimo, y del neoconservadoris-
sidad y urgencia” y utilización de mo con sus planes sociales focalizados
recursos como los decretos de y su folclore de valores socio-políticos.
necesidad y urgencia, en tanto prin- La gran transformación de los años
cipal expresión de la decisión polí- ´80 y ´90, el mercado global y las polí-
tica. ticas económicas que lo instituyeron y
d) Debilitamiento del rol de las institu- aseguraron han mostrado en determi-
ciones parlamentarias, de las dife- nados contextos nacionales o regiona-
rentes instancias de control de los les -como el latinoamericano en los
actos administrativos de gobierno y casos de Argentina, Bolivia Brasil y
de los procesos deliberativos de Perú - afinidad con formas jurídicas y
decisión política (Bosoer y Leiras, políticas de cuño decisionista. Apa-
2001, Leiras, 2007). reció así una nueva estatalidad más
permeable que redefinía sus modalida-
Tal como lo definiera el autor italia- des de relación con la sociedad. Por
no Giorgio Agamben, lo excepcional ha estas razones puede decirse que el
devenido norma (Agamben, 2004), esta- decisionismo “estatista” de la década
bleciéndose de hecho una situación de del ´20 devino “gubernativo” y “anti-
emergencia permanente (Botana, 2004; estatista” en el último decenio del siglo
Quiroga, 2005, 2010) que viene a cons- XX.
tituir la regla de funcionamiento de la En tanto el discurso de legitimación
democracia argentina en particular y en del “orden neoliberal” se sostuvo en la
la región de manera general. Podría liberación de energías y fuerzas conte-
hablarse entonces de una “exceptocra- nidas -las del capital regulado por el
cia” como previsible horizonte de la Estado o contrapesado por las fuerzas
democracia (Serrafero, 2005) en la medi- del trabajo organizado- presuponía
da en que varían los recursos institucio- también que tal liberación podía gene-
nales utilizados –intervención federal, rar situaciones de crisis, resistencias a
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 169

sus efectos perniciosos, puntos de rup- ción eficientista del mercado. Pero aún
tura, es decir, situaciones que desde la así, el descontento frente a la ineficien-
escala nacional aparecían como casos cia y obsolescencia del aparato estatal
críticos y deriven en estados de excep- operó como una masa crítica de
ción. aquiescencia social y, en última instan-
Por estas razones, el establecimien- cia, de legitimación para formas de eje-
to de un modelo de organización social cutivismo decisionista ensayadas y
basado en el funcionamiento libre del practicadas desde las presidencias.
mercado precisaría de mecanismos de Existió, en efecto, una demanda de
auto-estabilización y control. Es en ese decisión eficaz antes que una imposi-
sentido que una legitimación eficientis- ción de la misma. Sobre tal demanda,
ta y una gestión decisionista podían incluso exacerbándola, trabajó el argu-
ayudar tanto para desmontar el aparato mento decisionista. Lo hizo, conjugan-
estatal regulador y prestador de servi- do la metáfora social del mercado pro-
cios como para neutralizar los casos pia del liberalismo utilitarista, con la
críticos y las resistencias a dicho des- teoría elitista de la democracia sosteni-
mantelamiento. da por el neoconservadorismo, y
El nuevo intervencionismo del esta- sobreimprimiendo ambas al imaginario
do, necesario para garantizar las nue- político clásico del populismo (Bosoer
vas reglas de juego en las que pudieran y Leiras, 1999, 2001; Leiras 2008a,
desencadenarse “las fuerzas libres y 2008b).
espontáneas del mercado”, apareció Se entendía a la democracia como
acompañado por dos lógicas contradic- marco de competencia entre gestores
torias de legitimación y, por lo tanto, de lo público que permite seleccionar
por un nuevo balance entre legitima- elites eficientes. Y contrariamente a
ción/represión. otra vertiente del pensamiento liberal,
El orden del mercado, en tanto se centrada en torno a ideas como demo-
caracterizó por conformar una sobera- cracia directa, participación popular,
nía difusa en los aspectos político- representación política y ciudadanía
sociales y por manifestarse solamente activa, se consideró que la democracia
en forma espectral en la esfera pública “como representación de voluntades”
estatal, no podía legitimarse sino a par- resultaba un despropósito y hasta un
tir de una lógica eficientista para con- peligro.
jurar una crisis que, por otra parte, era Asimismo, se defendió la desvincu-
invocada como la única alternativa lación entre representantes y represen-
posible a las políticas neoliberales. tados como un modo de reducir las
Frente a esa lógica los procesos inevitables discrepancias de la demo-
deliberativos y órganos de control hori- cracia directa (Medici, 1998). En la tra-
zontal se mostraban como ineficaces y dición elitista éste era el argumento
perversos. De ahí que la legitimación republicano de la representación políti-
democrática podía ser considerada ca, en el sentido en que el parlamento
como contradictoria con la legitima- reduce y homogeneiza las alternativas,
170 SANTIAGO C. LEIRAS / Los conceptos de Política y Decisionismo político en Carl Schmitt.
Su repercusión en el debate latinoamericano

sea porque los parlamentarios son político, de volver a unir lo que estaba
pocos y más afines socialmente o por- fragmentado y suplir las distancias que
que conforman un cuerpo calificado separan al pueblo de las elites. A dicha
para resolver racionalmente y arribar a figura se le concedieron todos los ras-
juicios compartidos, alejados de “los gos atávicos de la cultura política per-
rumores de la plebe”. La democracia sonalista y la identificación con los
sólo funcionaba en esta perspectiva, si liderazgos carismáticos portadores de
se garantizaba que los parlamentarios la promesa de redención en la imagi-
en sus decisiones fueran independien- nación colectiva.
tes de todo control y compromiso espe- La gran contradicción -y paradoja-
cífico con los votantes. Una vez elegi- se manifestó en el momento en que
dos, tomaban sus decisiones según su precisamente el mayor poder discrecio-
parecer. nal y la mayor concentración del poder
De este modo, para la argumenta- se convertían en la mayor garantía y a
ción elitista, en la que convergieron las la vez la mayor debilidad y amenaza
posiciones neoliberales y neoconserva- para la seguridad jurídica y la confian-
doras, la democracia funcionaría mejor za macroeconómica de los mercados.
en la medida en que se limitaran los Si en el ámbito local-nacional esto
problemas de agregación de intereses y implicó un avance de la capacidad de
demandas, estrechando las opciones imposición de la voluntad política del
abiertas y manteniendo así la “raciona- gobierno frente a los otros poderes y
lidad” del comportamiento entre los fuerzas sociales y en detrimento de un
actores y su capacidad para tomar desarrollo de las instituciones represen-
decisiones adecuadas. tativas y deliberativas y de mercados
El libreto, como se observa, pudo competitivos, en la perspectiva global
asimilar “la democracia” al “mercado” consistió en una respuesta funcional
y llegó a la conclusión de que el mejor frente a la pérdida de capacidad del
modo de limitar lo susceptible de ser estado nacional para decidir políticas
votado o decidido era a través de una económicas, cuya formulación le fue
constitución que incorporara conteni- expropiada en su mayor parte, “hacia
do normativo específico u otorgando el arriba” y “hacia fuera”, por las escalas
monopolio de ciertas decisiones a ins- transnacionalizadas y supraestatales de
tituciones y mecanismos en donde no decisión, y “hacia dentro y hacia
funcionara la democracia, por ejemplo abajo”, por los poderes privatizados o
a través de la ampliación de facultades los fenómenos de desgajamiento del
presidenciales delegadas o la completa poder central (Garreton, 1998).
autonomía de los Bancos Centrales. Una consecuencia de ello fue el
Pero por otro lado, la amalgama se deslizamiento en la propia imagen
completó con una figura presidencial acerca de la naturaleza del orden polí-
portadora de la promesa de conciliar al tico representado por el estado, de su
mismo tiempo la modernización eco- raíz liberal-contractualista como pacto
nómica, la identidad cultural y el poder de sociabilidad y autogobierno, a su
ECUADOR DEBATE / ANÁLISIS 171

núcleo hobbesiano más crudo como aptitudes de un liderazgo plebiscitario


pacto de sujeción, con el énfasis pues- o a la inversa, mantenían su legitimi-
to en la necesidad de controlar y orga- dad de origen y ejercicio a costa de un
nizar la violencia, reducir la capacidad debilitamiento y pérdida de su capaci-
decisoria a la unidad frente a los peli- dad de gobierno.
gros de disgregación o fractura, las ten- El decisionismo presidencialista
dencias centrífugas del poder y las como teoría del poder y las distintas
amenazas a la vida cotidiana de las variantes de neoconservadorismo
personas y sus bienes (Dubiel, 1993; populista de mercado como contenido
Ovejero Lucas, 1997; Piccone, 1996; ideológico (Pinto, 1996) se presentaron
Taguieff, 1996). en 1990 como una cabal expresión y al
Se trató entonces de una doble mismo tiempo como un intento de res-
tarea: reconstituir o defender un núcleo puesta a dicho dilema.
constitutivo del orden político -la deci-
sión soberana en tiempos excepciona- Bibliografía
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ciatorias para la emergencia de alguna 2007 El estado y la emergencia permanente,
especie de liderazgo “piloto de tormen- Editorial Lajouane, Buenos Aires.
Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago
tas” con reminiscencias mesiánicas,
1999 “Posguerra fría, neodecisionismo y
con capacidad para el cumplimiento nueva fase del capitalismo. El alegato
de esa doble tarea. del Príncipe-gobernante en el escenario
Dicho de otro modo: nos encontra- global de los ´90”, en Atilio Borón, Julio
Gambina y Naum Minsburg (Comps.),
mos con regímenes democráticos
Tiempos violentos: neoliberalismo, glo-
emergentes con sociedades civiles balización y desigualdad económica en
débiles o incipientes y estados jaquea- América Latina, Eudeba-Clacso, Buenos
dos por fuerzas centrífugas y presiones Aires.
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