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Su relación se inicia en el año 1993 a partir de un proyecto iniciado por Andreu denominado «García
Fonts & Co», y con el que pretenden abrir el mundo de la creación tipográfica a todo aquel que tuviera
algo que decir en este campo además de fomentar el debate, iniciado en Europa tiempo atrás, sobre la
validez de las formas de diseño funcionales e incluso estandarizadas imperantes hasta entonces y la
nueva época caracterizada por la búsqueda de soluciones más acordes con la pluralidad de puntos de
vista e influenciadas por las primeras vanguardias, las teorías del lenguaje y la aparición de las nuevas
tecnologías.
Las sinergias generadas a partir del proyecto de «Garcia Fonts & Co» cristalizaron en un lugar de
encuentro y debate práctico que pronto desbordó las expectativas de sus promotores y en el que a
través de la creación e intercambio de tipografías se cuestionaba, y se experimentaba, sobre el papel de
la tipografía en el diseño gráfico en relación con las nuevas tecnologías.
De la creación de tipografías para «García Fonts & Co» surge la consolidación de Typerware como
estudio de diseño lo que les posibilita «poner a prueba» en proyectos reales, como flyers, carteles o
carátulas, sus diseños tipográficos entre los que podemos destacar algunos ejemplos cargados de
militancia y fina ironía:
Dinamo y Fabrique. Deudoras del constructivismo y el futurismo rinden pleitesia a la máquina (el
Mac) y sus posibilidades subversivas.
Helvética Founde. La inmutable y omnipresente helvética, y con ella una forma de entender el
diseño, convertida en fino queso suizo. ¿Será de fácil digestión?
Ózo type. Superponiendo tres tipografías consideradas altamente legibles, Bodoni, Garamond y
Futura, se construye una nueva «triplemente legible». Una lúcida crítica contra el fundamentalismo de
algunos diseñadores.
Matilde Script. Las semejanzas de estructura entre el punto de cruz y el pixel sirven a Typerware
para escarbar en el imaginario popular.
García Bodoni. Toda fundición que se precie debe tener su versión de la Bodoni. Así que… en este
caso una versión del tipo de Bodoni «divertida» pero que deja ver un gran conocimiento de la estructura
de las letras y de su construcción formal.
En 1996 Typerware reciben el encargo de realizar el diseño de una tipografía corporativa para la
Universidad de Salamanca. La Universitas Studii Salamantini es un verdadero «tour de force» en el que
Andreu y Joan Carles realizan un trabajo admirable de investigación a partir de los textos escritos en las
paredes de la Universidad y de realización con su posterior conversión en una tipografía y que constituye
el punto de partida para la recuperación de tipografías antiguas que continuarán con la creada para la
Abadía cisterciense de Cañas (La Rioja) y en la actualidad con la recuperación de los tipos del punzonista
catalán del siglo XVIII Eudald Pradell.
Asimismo han rediseñado, para su uso en papelería, la tipografía de la cabecera del diario «La
Vanguardia» y creado para su uso exclusivo una tipografía para la revista «El Mueble» de RBA Editores.
A destacar también el libro Manes, que realizaron para el grupo teatral La Fura dels Baus, y en el que
utilizaron las tipografías Faxfont y NotTypewriter buscando con ellas la expresividad y emotividad que
provocan los espectáculos de este grupo. Colaboración que se vio ampliada con el diseño del libro
F@usto v 3.0 también para un montaje de este grupo.
Su compromiso con el diseño tipográfico les ha llevado a crear su propia fundición digital en la que
podemos encontrar creaciones como el tipo Supervelozzz+, un homenaje a Joan Trochut y su tipo de
módulos intercambiables, Czeska, una recuperación de un tipo de madera de un artista checo de
principios del siglo XX o Durruti cuya génesis se encuentra en los carteles republicanos de la guerra civil.
Unos tipos a los que, estamos seguros, pronto seguirán otros. De todo esto pudimos hablar con Andreu
Balius en la siguiente entrevista:
¿De qué trabajo vuestro estáis más satisfechos como creación tipográfica?
Nunca me siento por entero satisfecho. Aunque si me siento contento con algunos de nuestros trabajos.
La insatisfacción acostumbra a ser casi siempre en retrospectiva: siempre puedes mejorar aquello que
ya hiziste. Y debe ser así. Pero también entiendo que las cosas tienen su razón de ser en determinado
momento y de una determinada manera.