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UN LLAMADO AL GOZO

MANUAL DEL MAESTRO

xiii

INTRODUCCIÓN A LA GUÍA DEL MAESTRO

COMO USAR UN LLAMADO AL GOZO:


Este libro tiene el propósito de capacitarlo para guiar personalmente a nuevos creyentes y a miembros nuevos de la iglesia local. El proceso de asimilación se
logra entablando una amistad centrada en Cristo con cada uno de ellos. Dentro de esta relación, usted les animará a establecer disciplinas espirituales básicas
que les llevarán a un desarrollo espiritual consistente.

EXPLICACIÓN DE LOS TÉRMINOS


Nota: En este material nos referiremos al maestro y al discípulo usando el género masculino, entendiendo que en su uso genérico incluye tanto al hombre como a
la mujer.

A. Maestro —Un creyente cuya relación con Cristo se va profundizando constantemente y que está enseñando a un creyente de menos experiencia a cómo
madurar en su fe y cómo compartirla con naturalidad.
Pablo dijo: Imítenme a mí, como yo imito a Cristo (1 Corintios 11:1).
B. Discípulo —Un alumno o creyente que quiere desarrollar su vida espiritual al estudiar y dialogar con un creyente de más experiencia. Este proceso de
aprendizaje se basa en el ejemplo de Pablo que encontramos en el Nuevo Testamento. Pablo enseñó y capacitó a un joven creyente llamado Timoteo.

Llegó Pablo a Derbe y después a Listra, donde se encontró con un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Los
hermanos en Listra y en Iconio hablaban bien de Timoteo, así que Pablo decidió llevárselo. Por causa de los judíos que vivían en aquella región, lo
circuncidó, pues todos sabían que su padre era griego (Hechos 16:1-3).

Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar
a otros (2 Timoteo 2:2).
Nota: Para mejores resultados, recomendamos que hombres discipulen a hombres y mujeres a mujeres.

C. Sesión —Un encuentro de hora y media a dos horas durante el cual el discípulo se reúne con su maestro para disfrutar de un rato de compañerismo
cristiano e instrucción espiritual. El libro Un llamado al gozo normalmente se estudia entre 7 a 10 semanas. El tiempo que lleva completar el estudio
depende simplemente de las necesidades de su discípulo, así que no se apure. ¡Disfruten de cada uno de sus encuentros!

D. Tareas semanales para crecimiento espiritual —Actividades de inspiración para usted y su discípulo para completar entre las sesiones. Estas tareas
aparecen después de cada sesión en su Guía del maestro y en la Guía del discípulo. Incluyen (1) momentos devocionales diarios individuales para
estudio y meditación, (2) oración personal, (3) apuntes de sermones tomados semanalmente y (4) lecturas de inspiración. Como maestro, usted tiene que
completar tanto las tareas para el discípulo como las tareas para el maestro.

¿POR QUÉ UN LLAMADO AL GOZO?


Jesús expresó su interés personal en la tarea de seguimiento y de alimentación espiritual cuando dijo: Simón... ¿me amas...?...Apacienta mis corderos... Cuida de
mis ovejas... Apacienta mis ovejas (Juan 21:15-17). Cuando usted invierte su tiempo en la tarea de seguimiento con nuevos creyentes y nuevos miembros de la
iglesia demuestra realmente su profundo amor por Cristo.

Las iglesias se están percatando cada vez más de la importancia de la tarea de seguimiento y de una buena asimilación de los nuevos miembros. Se están
usando diferentes métodos para llevar a cabo estos objetivos. Algunas iglesias ofrecen clases dirigidas por el pastor, estudios bíblicos básicos o reuniones
especiales de seguimiento.

La experiencia ha demostrado que cada uno de estos métodos, aunque buenos, resulta inadecuado cuando es lo único que se usa. Después de años de probar
estos métodos en el campo de labor, hemos llegado a la conclusión de que el más eficaz para lograr la asimilación de nuevos miembros es el de fomentar
amistades cristocéntricas. Son varias las razones por las cuales este método personal de seguimiento ha dado tan buenos resultados:

Factor amistad: Los estudios han demostrado que a menos que la persona nueva entable una o más relaciones significativas en los primeros meses, es
probable que deje de asistir. El proceso de seguimiento de Un llamado al gozo brinda un ambiente de amistad y procura suplir las necesidades espirituales
inmediatas del nuevo creyente.

Estímulo: El modelo del Nuevo Testamento para lograr el desarrollo espiritual es aprender del ejemplo de un creyente más maduro. Pablo dijo:
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes (Filipenses 4:9).

Atención individual: El nuevo creyente necesita atención especial y el proceso de seguimiento basado en la amistad establecida estudiando Un llamado al gozo
brinda esa oportunidad con naturalidad.

Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus
hijos (1 Tesalonicenses 2:7).

Horario flexible: Si por cualquier razón usted o su discípulo no se pueden reunir, vuelvan a programar su encuentro para otro momento. De esta manera, no se
pierden de cubrir el importante material de estudio.

Libertad para dialogar: En una amistad personal, existe un ambiente de franqueza, así que se puede dialogar libremente sobre cualquier inquietud. Usando Un
llamado al gozo, usted y su discípulo pueden reunirse cuantas veces quieran.

Desarrollo espiritual mutuo: Al alentar a los miembros nuevos, usted también se sentirá desafiado a madurar espiritualmente ...el hierro afila al hierro...,
impulsado por esa amistad. ¡Este proceso crea una motivación positiva para lograr un continuo desarrollo espiritual! Nuestro mandato es muy claro:

Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén (2 Pedro 3:18).

AL REUNIRSE CON SU DISCÍPULO


A. Su coordinador se pondrá en contacto con usted y le dará toda la información de seguimiento que necesita sobre su nuevo discípulo. Hay lugar para
registrar esta información empezando en la página 209 de esta Guía del maestro.
B. Manteniéndose en oración procure ponerse en contacto con su discípulo dentro de las 24 horas y programen día, hora y lugar de su primer encuentro.

Considere la posibilidad de reunirse en lugares como:


1. Un restaurante u otro lugar público.
2. La casa de su discípulo.
3. Su casa.
4. El templo.

C. Pase por el templo y recoja el paquete para el discípulo que le entregará a su discípulo.
D. Su líder de equipo se reunirá con usted cada semana a una hora que habrán acordado. Asegúrese de avisarle si completaron la sesión de esa semana y
si usted tiene nuevas necesidades de oración.

E. Informe a su coordinador o líder de equipo sus victorias y cualquier inquietud inusual. Entre tanto, trate de brindar su ayuda personal, pero siempre con el
cuidado de no violar la confianza que su discípulo ha puesto en usted.

F. . ¡Procure guiar a su discípulo hasta donde él esté dispuesto a ir en su desarrollo espiritual!

AL PREPARARSE PARA CADA SESIÓN

Vea la página 1 de esta Guía del maestro. Note que parte del material está en un cuadro y sombreado y otras partes no. Este material aparece únicamente en la
Guía del maestro mientras que el resto aparece en ambas: En la Guía del discípulo y en la Guía del maestro. Los recuadros contienen “notas para la enseñanza”
(ilustraciones, comentarios explicativos y preguntas) para compartir y dialogar en cada sesión.

Usted enseñará usando el contenido de esta Guía del maestro en los encuentros con su discípulo. El material no encuadrado debe ser leído en voz alta en cada
sesión. Si su alumno se siente cómodo leyendo en voz alta, usted debe pedirle que lo haga con usted. Esto le ayudará a sentir que participa, y le dará a usted
una oportunidad adicional de pensar con antelación en cada tema que dialogarán. Cuando llegue a un recuadro en su Guía del maestro, sencillamente dé la
ilustración o el comentario. Si corresponde, haga las preguntas que se encuentran en los recuadros y subraye las palabras clave. Esto le ayudará a pensar en
temas para dialogar.

Note que dentro de cada recuadro hay frases sombreadas y frases no sombreadas. Las que no están sombreadas y que aparecen entre comillas, son las que
indican lo que usted dirá directamente a su discípulo. Por ejemplo:

Empecemos leyendo "Bienvenido al Estudio de Un Llamado al Gozo" en voz alta.

Las frases sombreadas son indicaciones específicas para que usted lleve a cabo. Por ejemplo:

Es muy importante que lea con cuidado “Introducción a la Guía del maestro” que empieza en la página xiii. Este material le ayudará a entender cómo dirigir cada una de
estas 7 sesiones.

Su Guía del maestro contiene en dos páginas lo que la Guía del discípulo contiene en solo una. Esto le permite a usted contar con “notas para la enseñanza” que
le servirán de guía para el diálogo. Este diseño gráfico permite que la numeración de las páginas de su Guía del maestro sea igual a la de la Guía del discípulo.
Algunos recuadros están en blanco. Uselos para escribir ilustraciones personales o comentarios adicionales que usted desee enfocar con su alumno.

Note que parte del material en los recuadros tienen una referencia. Por ejemplo: Apéndice A, página 197, inciso 1. Cuando la referencia es al Apéndice A, vaya a
la última sección de este libro y sencillamente encuentre el número correspondiente al inciso citado. Luego lea la ilustración o el comentario detallado. Estudie
este material antes de cada encuentro para poder presentarlo con naturalidad sin tener que referirse al Apéndice durante la sesión.

Importante: Fíjese en la página 8 de esta Guía del maestro. Note que los espacios en blanco ya han sido llenados, pero que los mismos en la Guía del
discípulo, no lo están. Estos espacios en blanco son para que su discípulo los llene durante cada sesión. No son tareas para hacer en casa, ya que no sabrá las
respuestas a menos que usted se las dé en las sesiones.

A. A fin de prever las preguntas de su discípulo, tenga estudiado el material con dos semanas de antelación, ¡y dedique el tiempo necesario a la oración
para llegar a cada sesión con su mente y corazón preparados!
B. A veces, su discípulo le hará preguntas que son importantes para él, así que tómese el tiempo necesario para contestarlas. Cuando no sabe una
respuesta, puede decir sencillamente: “No estoy seguro, pero trataré de averiguarlo y podemos considerarla en nuestro próximo encuentro”. Siempre
apunte esas preguntas y no las olvide. Su pastor, coordinador o maestro de estudio bíblico son personas a quienes puede acudir cuando necesite ayuda.
C. . Trate de ser consecuente, pero esté dispuesto a ir más lentamente si su discípulo tiene una necesidad personal que requiere un tiempo extra de oración
o de estar juntos. Recuerde que no es importante cubrir estas sesiones al paso sugerido. Lo que importa es suplir las necesidades espirituales de su
discípulo.
D. . ¡Trate de programar sus encuentros semanales de manera que el final sea flexible a fin de que ambos se sientan sin apuros y puedan disfrutar del
tiempo del que disponen!

SU MINISTERIO COMO MAESTRO “DISCIPULADOR”


A. Como “discipulador”, usted irá demostrando el camino hacia el desarrollo cristiano por medio de ser ejemplo de las siguientes disciplinas espirituales:
1. Momento Devocional diario.
2. Oración diaria.
3. Apuntes de sermones.
4. Memorización de pasajes bíblicos.
5. Un estilo de vida evangelizador.
B. Siendo que enseñará a su discípulo por medio de su ejemplo, será importante que demuestre el valor de usar un Diario espiritual.
C. Asegúrese de que su discípulo tenga una traducción actualizada de la Biblia. La Versión Popular y la Nueva Versión Internacional son excelentes para los
nuevos creyentes. Las Biblias con márgenes anchos son buenas porque facilitan el escribir sus propios pensamientos y percepciones durante su estudio
bíblico personal. (Vea la Sección de Recursos, página 113 ).
D. Durante el tiempo que lleve estudiar Un llamado al gozo, su principal objetivo será establecer el fundamento para el desarrollo espiritual a largo plazo de
su discípulo. Un llamado al gozo enseña que el Momento devocional es la manera principal de ir desarrollándose espiritualmente. Un llamado al
crecimiento (el paso siguiente a Un llamado al gozo) enseña cómo estudiar la Biblia, orar y testificar independientemente. Su tarea será ayudar a su
discípulo al ir este formando sus propias convicciones sobre las valiosas disciplinas que usted le va enseñando. Sus convicciones personales le darán la
motivación que necesita para madurar espiritualmente. Por esta razón, el impacto positivo de estas sesiones de capacitación lo acompañarán mucho
tiempo después de que hayan completado el estudio.
E. Evite simplemente pedir a su discípulo que haga sus tareas. Anímelo a descubrir personalmente el propósito espiritual de cada nuevo paso. Destaque
que la comprensión, sumada a la aplicación, ¡produce vitalidad espiritual!

SUS OBJETIVOS ESPIRITUALES


A. Ayude a su discípulo a desarrollar un proceso de desarrollo espiritual de largo alcance que seguirá mucho tiempo después de que haya concluido su
estudio.
B. . ¡Guíe a su discípulo a establecer convicciones personales firmes en cuanto al Señor Jesucristo!
C. Brinde a su discípulo un fundamento bíblico que lo capacite para desarrollarse espiritualmente en el futuro.
D. Anime a su discípulo a compartir su fe y convicciones con los demás.

AL EMPEZAR:
A. . ¡Exprese su entusiasmo por la relación de su discípulo con Cristo (o de la que puede llegar a tener con él)!
B. Vayan avanzando a un ritmo que sea práctico y agradable.
C. Sea sensible a sus necesidades personales y encare con buena disposición los momentos de encuentro.
D. Procure fomentar un espíritu de equipo por medio de enfatizar que ambos ¡están madurando espiritualmente al reunirse para estudiar este libro!

LOS TEMAS TRATADOS EN UN LLAMADO AL GOZO INCLUYEN, ENTRE


OTROS:
 Recibir la seguridad de la salvación
 La importancia de involucrarse en una iglesia local.
 La importancia de involucrarse en un grupo pequeño de estudio bíblico.
 Cómo tener un momento devocional significante.
 Cómo tomar notas de sermones para incrementar la retención y el crecimiento espiritual.
 Cómo encontrar información en la Palabra de Dios y aplicarla a la vida diaria.
 Cómo memorizar pasajes bíblicos.
 Cómo meditar en la Palabra de Dios
 Un vistazo a los cinco aspectos de la oración: Adoración, confesión, gratitud, intercesión y petición.
 La importancia del carácter cristiano.
 Cómo depender del Espíritu Santo para tener fuerza para vivir una vida cristiana.
 El ministerio del Espíritu Santo.
 Administrar el tiempo.
 Ministrando a otros.
 Hacer decisiones sabias.
 Evitar la improductividad.
 El crecimiento viene lentamente.
 Cuidar sus pensamientos.
 Poner a otros primero.
 Cómo entregar un tratado evangelístico a un no creyente.
 Cómo compartir el evangelio con miembros de la familia.
 El propósito de hacer discípulos.
 Cómo tratar con las dudas.
 Cómo tratar con la culpa legítima o no legítima.
 Tener “oidos para oir” con la voluntad predeterminada de obedecer a Dios.
 Si la salvación es un regalo de Dios ¿cual es mi responsabilidad?
 ¿Qué pasa si peco?
 ¿Cómo puedo empezar a servir a Dios poco a poco?
 ¿Cómo enfrentar la tentación?
 ¿De cuales trampas tengo que cuidarme?
 Ser luz en la oscuridad.
 La profundidad del amor de Dios por nosotros.
 La diferencia entre nuestra relación y el compañerismo con Dios.
 No hay “discípulos secretos”.
 Madurar en Cristo en un proceso a largo plazo.
 La importancia de tener descanso suficiente.
 La importancia de obtener suficiente alimento de la Palabra de Dios.
 Reverencia hacia la Palabra de Dios.
 Disciplina con el propósito de llevar una vida piadosa.

UN LLAMADO A MADURAR COMO CRISTIANO


La experiencia ha demostrado que un alto porcentaje de los que completan el estudio de Un llamado al gozo desean continuar estudiando. Usted y su discípulo
pueden obtener estos materiales del mismo modo como obtuvieron Un llamado al gozo. También puede visitar nuestra página web: www.disciple-maker.org. Un
llamado al crecimiento incluye 11 sesiones y trata los siguientes temas:

 • El amor de Dios por los perdidos.


 • Nuestro privilegio de compartir el evangelio.
 • El evangelismo fluye de una vida piadosa.
 • Dependiendo de la dirección del Espíritu Santo al testificar.
 • Compartir una “palabra de verdad” evangelística.
 • Cómo desarrollar y compartir su testimonio personal.
 • Presentar la “Ilustración del puente” de memoria usando la Biblia.
 • Evangelismo con iniciativa tomando en cuenta las relaciones.
 • Llevando a cabo un proyecto evangelístico con aplicación espiritual.
 • Enfrentando la tentación.
 • La humildad es una opción.
 • Planear por adelantado la victoria.
 • Hablar responsablemente.
 Paciencia cariñosa.
 Comprometerse de todo corazón.
 Poner y mantener a Cristo en primer lugar.
 Un estudio profundo de los cinco aspectos de la oración: Adoración, confesión, gratitud, intercesión y petición.
 Promesas para aquellos que oran.
 Condiciones para recibir contestación a nuestra oración.
 Persistencia en la oración.
 Orar por los perdidos.
 Orar por los enfermos.
 Confesión y arrepentimiento.
 Jesús el Intercesor.
 Prerrequisitos para una oración efectiva.
 Cuando la sanidad es la voluntad de Dios.
 Cuando la sanidad no es la voluntad de Dios.
 El amor del Padre.
 La protección del Padre.
 El entrenamiento del Padre.
 El rol del Espíritu Santo.
o Antes de la conversión.
o A la hora de la conversión.
o A través de la vida.
o Perfeccionándonos.
o Dándonos poder.
 La importancia de la Palabra de Dios.
 La autoridad de las Escrituras.
 Cómo llegó la Palabra de Dios a nosotros.
 La confiabilidad de las Escrituras.
 Funciones de la iglesia local.
 Dando con un corazón reverente y gozoso.

Nota importante: Operación Multiplicación utiliza un avanzado tipo de encuadernado que hace que el libro se quede abierto. Para experimentar esta cualidad,
abra el libro en la página 82 y dóblelo completamente hacia atrás. Ahora el libro se quedará abierto sobre cualquier superficie.

En la primera reunión con su discípulo, usted le puede explicar lo de este tipo de encuadernado al pedirle que abra su libro en la página 58 y que doble las
páginas completamente hacia atrás. Esto hará que su estudio sea más fácil durante sus reuniones semanales.

Reto Final: Los nuevos creyentes y los nuevos miembros necesitan más que un apretón de manos cuando se unen a nuestras iglesias. Ellos necesitan un amigo
que está centrado en Cristo que camine al lado de ellos, que les ayude a sentirse bienvenidos, que los presente con los amigos, que conteste sus preguntas, que
los anime a que se unan a un grupo pequeño de estudio bíblico, y que los equipe para crecer espiritualmente.
La mayoría de las iglesias simplemente esperan que los nuevos miembros encuentren un amigo dedicado y aprendan lo básico del crecimiento espiritual.
También esperan que sus nuevos miembros asistan a un grupo pequeño de estudio bíblico y que aprendan a como compartir su fe. Sin embargo, en lugar de
esperar, ayúdeles a establecer un proceso intencional que asegurará que cada nuevo creyente o nuevo miembro reciba el cuidado personal y la instrucción que
necesitan. Este es el corazón de la estrategia de Operación Multiplicación.

Por años, las iglesias han descuidado el recurso más valioso para el evangelismo, los nuevos creyentes. ¿Por qué son los nuevos creyentes tan especiales en
términos de evangelismo? Porque todavía tienen una relación natural que los contecta con los no creyentes. Cuando caminamos con estos nuevos miembros y
les enseñamos a cómo crecer espiritualmente y cómo compartir su fe, ellos empiezan a testificar y la multilicación espiritual se efectúa naturalmente.

A muchas iglesias les falta crecimiento espiritual y numérico, pero no es por su denominación —no por la iglesia— no por el pastor… sino porque tenemos el
falso concepto de que la gente en nuestra iglesia crecerá espiritualmente al asistir a un pequeño grupo y a un grupo grande una vez por semana ¡dos horas por
semana! Estamos cosechando los frutos de ese falso concepto.

La iglesia está compuesta de laicos. Ellos son la clave para el crecimiento de la iglesia. Cada laico necesita ser retado y enseñado a cómo disciplinarse el mismo
para desarrollar habilidades de crecimiento espiritual y llegar a poder “autoalimentarse” con la Palabra de Dios diariamente; tener un momento devocional cada
mañana, orar, estudiar la Palabra de Dios y memorizar versículos, en lugar de ser “alimentados” por otros toda la vida. Solamente entonces es cuando
experimentarán el crecimiento cristiano y la madurez necesaria para alcanzar a otros más allá de ellos mismos, ministrar a otros, compartir su fe y guiar a otros a
Cristo como parte natural de nuestro estilo de vida llegando a ser hacedores efectivos de discípulos multiplicadores.

Felicidades por llegar a ser una parte importante para cumplir con la Gran Comisión del Señor, llegar a ser, ¡un hacedor de discípulos!

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo
lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28: 19, 20).
PRIMERA SESIÓN
GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE

Maestro: Es muy importante que lea con cuidado “Introducción a la Guía del maestro” que empieza en la página xiii. Este material le ayudará a entender cómo dirigir
cada una de estas 7 sesiones.

Durante la sesión, no lea simplemente a su discípulo el material en el recuadro. Subraye una palabra clave para poder dar un rápido vistazo a la frase y hacer la
pregunta, el comentario o relatar la ilustración.
Mantenga siempre un buen contacto visual con su discípulo.

1. Conózcanse mejor: Empiece por contar brevemente algo sobre su familia, ocupación, educación, intereses personales, recreaciones favoritas y experiencia
espiritual. Invítelo a contarle a usted cosas similares de sí mismo (Vea página 197, #1). Relájense al tener compañerismo juntos; si pasan una hora o más
compartiendo sus historias personales, no es problema, ¡simplemente empiece la sesión uno la siguiente semana! Use los espacios en blanco si tiene más
ilustraciones, comentarios o preguntas para su discípulo.

2. “Leamos todos juntos, en voz alta BIENVENIDO AL ESTUDIO DE UN LLAMADO AL GOZO”.

BIENVENIDO AL ESTUDIO DE UN LLAMADO AL GOZO

Festejando su deseo de desarrollar su vida cristiana, usted no solamente está recibiendo este libro sino, más importante, ¡está recibiendo también a un amigo!
Cada vez que nos reunamos disfrutaremos de nuestros momentos de diálogo, oración y estudio bíblico lo cual nos dará oportunidades para conocernos mejor.
Por lo general, lleva de siete a diez semanas cubrir este material inspirador. Pidamos a Dios que éstas se cuenten entre las semanas más bendecidas y alegres
de nuestra vida. Santiago 4:8 dice: Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.

Este primer encuentro será distinto a los demás porque queremos estar seguros de que cada nuevo creyente o nuevo miembro de la iglesia comprenda
claramente lo que significa conocer a Cristo como su Salvador personal. Confiamos que a través de estos estudios usted se sienta enriquecido espiritualmente,
aun en el caso de ya conocer todo o parte del mensaje básico de Cristo.

1. Procure determinar en esta sesión la relación que su discípulo tiene con Cristo. (Apéndice A, página 197, inciso 2)

2. “Empecemos ya nuestro estudio bíblico. Hoy nos concentraremos en cómo comprender el evangelio”.

Página 1

CÓMO COMPRENDER EL EVANGELIO


A. La necesidad espiritual de la humanidad.

Así está escrito: No hay un solo justo, ni siquiera uno (Romanos 3:10).

El relato de la desobediencia del ser humano se encuentra en Génesis 2 y 3.

1. Y le dio este mandato: Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que
de él comas, ciertamente morirás (Génesis 2:16, 17).

1. “¿Cuál fue la única limitación que Dios impuso a la humanidad?”.


2. “¿Qué dijo Dios sobre las consecuencias de nuestra desobediencia espiritual?”.

2. Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad,
porque todos pecaron (Romanos 5:12).

“¿Cómo afectó el pecado de Adán a toda la raza humana?”.

3. Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23).

“Jesucristo no tuvo pecado y siempre ha sido la norma gloriosa de Dios sobre la perfección. ¿Cómo puede la vida de alguno compararse con la de él?”.

B. Consecuencias de la desobediencia.

El hombre decidió desobedecer a Dios ¡y cada decisión acarrea sus consecuencias!

La Biblia explica dos tipos de muerte. Una es física, que enfocaremos en un momento, y la otra es espiritual, y a ella se refiere la Biblia en Romanos 6:23.

1. Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor (Romanos 6:23).

“Paga es algo que uno se gana, así que la muerte espiritual es en realidad algo merecido. De allí que el pecador no arrepentido que muere sin Cristo
queda separado eternamente de Dios”.

2. Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio (Hebreos 9:27).

Página 2

“Según la Biblia, la muerte física no es el final de la vida. ¿Qué le sucederá a cada uno después de la muerte?”.

C. La provisión de Dios.
El pecado del ser humano demanda que sea juzgado. Pero el amor de Dios le ofrece perdón. Dios, al satisfacer él mismo la paga del pecado, fue fiel a
sus atributos de ser justo y a la vez amante.

1. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8).

“¿Cómo demostró Dios su gran amor por nosotros como pecadores?”.

2. Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo,
pero el Espíritu hizo que volviera a la vida (1 Pedro 3:18).

“¿Qué logró para nosotros la muerte de Cristo?”.

3. Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie
se jacte (Efesios 2:8, 9).

“¿Qué enseña Efesios 2:8, 9 sobre la salvación?”.

D. La respuesta del ser humano.


Cristo vino al mundo y reveló a Dios. Su muerte satisfizo la rectitud y justicia de Dios. Por Cristo Jesús, nuestros pecados pueden ser perdonados,
podemos disfrutar de una buena relación con Dios y tener vida eterna. Pero Dios no nos obliga a creer ni aceptar su misericordia y gracia. ¡La decisión es
nuestra!
1. Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de
Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas! (Marcos 1:14, 15).

1. “¿Qué respuesta esperaba y requería Jesús de todos los que querían ser discípulos?”.

2. “¿Qué significa arrepentirse?”.

E. 2. Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios (Juan 1:12).
“¿Cuáles son los dos pasos descritos en este versículo que explican cómo llegar a ser hijo de Dios?”.

Maestro: Las palabras subrayadas en su Guía del maestro indican un espacio en blanco a ser llenado por su discípulo en su libro durante cada sesión.

G. 3. Debo creeren Cristo y __recibirlo__.

H. Click to Load Answers ....


I.
Página 3

J.

Lea Isaías 9:6. Destaque que Jesús es el “Dios fuerte” que se nos reveló como hombre.
Luego lea Juan 1:1 y 14. Hable brevemente sobre la importancia de la Trinidad. Identifique claramente a Jesús el Salvador como Dios el Hijo.

K. Primero, tiene que creer que Jesús es es quien afirma ser. Nació de una virgen, vivió una vida sin pecado, pagó la deuda por nuestros pecados y se
levantó de entre los muertos. Dijo que había venido para buscar y salvar a los perdidos y para ser nuestro Salvador.
L.

M.

“Mire este dibujo. ¿Cómo ilustra la salvación?”.

1. Relate la ilustración de “El lápiz” y/o la de “El vaso de agua”. ( Páginas 197 & 198, Apéndice A, inciso 3).

2. “¿Dónde está usted en este puente?”.


¿En el lado del HOMBRE o entre medio? ¿El lado de DIOS? (Siga estas líneas si él ya es cristiano).

¡Gócese en él y explique los beneficios de ser cristiano


1. “¿Cree usted que Jesús es quien afirmó ser?” aquí en la tierra al igual que en el cielo!
2. “Muy bien, ése es el primer paso. Ahora, ¿quiere dar el próximo paso y recibirle como Señor y
Salvador?”. “¡Qué bueno!” (Si su alumno no está listo para recibir a Cristo, vea la página
198, Apéndice A, inciso 4). Dé vuelta a la página y continúe porque su discípulo no
tiene que pedir salvación por medio de la oración de esta
página.

3. Explique la siguiente “Oración para pedir salvación”.

S.
T. “Señor Jesús, soy pecador... pero me arrepiento de mis pecados”.

U. “Quiero dejar de pecar. Estoy dispuesto a empezar una vida nueva con tu ayuda”.

V. “Gracias por venir a este mundo y derramar tu sangre en la cruz para que mis pecados puedan ser perdonados”.

W. “Señor Jesús, por favor perdona mis pecados y entra en mi corazón y en mi vida ahora mismo”.

X. “Desde este momento, mi vida te pertenece a ti, y a ti solamente”.

Y. “Te amaré, te serviré y hablaré de ti a los demás, y confío en que vivirás tu vida a través de mí”.

Z. “Gracias, Señor, por venir a mi vida y por perdonarme mis pecados hoy”.

1. “Las palabras de esta oración no son mágicas, porque aceptar a Cristo como nuestro Salvador personal es un acto de nuestra voluntad. Esta oración
sencillamente refleja la decisión interior que usted está tomando”.

2. Guíelo para que ore la “Oración para pedir salvación”.


3. ¡Felicítelo y dele la bienvenida a la familia de Dios!

BB.
Página 4

CC.

DD. 4. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de
Dios, para que sepan que tienen vida eterna (1 Juan 5:12, 13)

5. Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).

6. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia (Efesios 1:7).

1. “En los tres versículos recién citados, ¿qué promete Dios el Padre a los que creen en Dios el Hijo?”.
2. “¿Qué nos indica la palabra ‘sepáis’ en 1 Juan 5:13 en cuanto a la seguridad de nuestra vida eterna?”.

EE.
Aunque el hombre fue creado sin conocimiento de lo malo, cayó en la tentación que le presentó Satanás y escogió conocer tanto lo bueno como lo malo.
La consecuencia de su decisión fue la muerte espiritual: la separación de Dios. La reacción de Dios fue juzgar a la humanidad por su desobediencia y
brindarle salvación por medio de Cristo. ¡Al aceptar a Cristo como Salvador personal, uno recibe perdón de los pecados y pasa a ser un hijo de Dios para
toda la eternidad!

1. Explique el cambio que Cristo ha significado en su propia vida.


2. Cuente de las personas que lo han ayudado a ir madurando espiritualmente.
3. Explique el propósito del estudio de Un llamado al gozo: "Estudiar Un llamado al gozo le dará los recursos que necesita para crecer espiritualmente”.
(Apéndice A, página 199, inciso 5.)
4. Juntos, vean en la página 78 la meditación para leer en su primer Momento devocional.
5. Explique a su discípulo que cada mañana puede disfrutar de un Momento Devocional con meditaciones como ésta, dedicando luego unos instantes a la
reflexión de un pasaje bíblico y a la oración.
6. Uno de los conceptos más importantes que usted enseñará a lo largo de los estudios basados en Un llamado al gozo es cómo tener cotidianamente un
Momento devocional. Cuando le enseña este proceso, podrá seguir creciendo constantemente mucho tiempo después de que hayan concluido el libro. Debido
a esta prioridad hemos incluido, al inicio de cada sesión, la oportunidad de tener un intercambio sobre los pensamientos, sentimientos e ideas surgidos en el
Momento devocional.
7. “Escriba cualquier pregunta que aparezca durante su lectura en el Momento Devocional y hablaremos de ellas en el próximo encuentro”
8. “¿Cree que esta noche podría acostarse 15 minutos antes, a fin de poder levantarse mañana 15 minutos más temprano para dedicarlos a Dios?”.

USO DE LA SECCIÓN “MIS APUNTES” EN SU DIARIO ESPIRITUAL


“¿Cuánto recuerda del sermón del domingo pasado? Tomar apuntes nos ayuda a recordar conceptos bíblicos con el fin de aplicarlos a nuestra vida cotidiana”.

La psicología afirma que después de 72 horas, por lo general recordamos:

 Solo alrededor del 10 % de lo que oímos.

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 Solo alrededor del 30 % de lo que leemos.

Click to Load Answers ....

 Alrededor del 50 % de lo que oímos y leemos.

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 ¡Alrededor del 90 % de lo que oímos, leemos y hacemos!

Click to Load Answers ....

(Este estudio fue realizado por la Fuerza Aérea de los EE.UU. de A.)

1. “Podemos notar por estas estadísticas cómo tomar apuntes aumenta nuestro nivel de retención de lo que oímos. Por eso, si usted lo hace, podrá desarrollarse
espiritualmente con más rapidez ya que retendrá las percepciones y enseñanzas del pastor y de los maestros”.
2. “Leamos la sección ‘Mis apuntes’ en el Diario espiritual, páginas 46 y 47 y conversemos sobre lo que dice”.
LA IMPORTANCIA DE SER ACTIVO EN UNA IGLESIA LOCAL
1. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración (Hechos 2:42).

Página 5

“¿En qué debe perseverar continuamente el creyente?”.

2. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se
acerca (Hebreos 10:25).

“¿Qué nos enseña este versículo?”.

3. Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra
de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo (Efesios 4:11, 12).

1. “Dios ha dado a muchos la responsabilidad especial de capacitar a los creyentes por medio de la predicación, enseñanza y capacitación. Tenemos que capacitarnos
para crecer espiritualmente y para servir a nuestro prójimo”.
2. “¿Piensa que podrá asistir al culto esta semana?”.
3. “Si le parece bien, podríamos sentarnos juntos en el culto”.
4. “¿Le gustaría salir a comer juntos después del culto?”.
5. Enfatice la importancia del estudio bíblico en grupos pequeños. Anime a su discípulo a formar parte de una clase dominical de estudio bíblico; de ser posible, una
para nuevos creyentes. Si lo cree conveniente, ofrézcase para acompañarle a la primera clase.
6. “¿En dónde le gustaría que nos reuniésemos para la próxima sesión?”
7. “¿Tiene una versión de la Biblia que le resulta fácil entender?”.
8. “No se olvide de traer su Biblia, lápiz y sus materiales de estudio a la próxima sesión”.
9. “Demos un vistazo a las tareas entre semana para su desarrollo espiritual”.
Recuerde, la única manera para crecer espiritualmente es, “Más bien, ejercítate en la piedad” (1 Timoteo 4:7). Los atletas solamente tienen éxito cuando se disciplinan
diariamente. La Biblia dice, “Corran, pues, de tal modo que lo obtengan” (1 Corintios 9:24).

TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL


DISCÍPULO:
Discípulo: Note que su libro tiene muchos espacios en blanco. Estos espacios son para que usted los llene durante cada sesión con su maestro, no son tareas
para realizar en casa.

A. Lea una meditación cada mañana durante esta semana, empezando en la página 78. Subraye los pensamientos principales al ir leyendo y prepárese
para compartirlos en el próximo encuentro. Ore a Dios con la oración sugerida al final de la meditación. Quizá quiera expresar esta oración en voz alta.
B. Lea el Capítulo 1: “El amor de Dios," comenzando en la página 39. Subraye los pensamientos principales al ir leyendo y prepárese para compartirlos en el
próximo encuentro.
C. Tome apuntes del sermón escribiéndolos en su Diario espiritual y prepárese para compartir los conceptos principales en el próximo encuentro.
D. Empiece a leer el Evangelio según Juan al paso que le resulte cómodo. Si tiene preguntas al ir leyendo, escríbalas en la sección “Mis apuntes” de
su Diario espiritual. En el próximo encuentro pídale a su maestro que se las conteste.

Concluya con una oración agradeciendo a Dios la oportunidad de profundizar su relación mutua y su relación con Dios.

Maestro: Usted debe hacer cada semana tanto las tareas entre semana del discípulo como las del maestro. Asegúrese de completar el mismo Momento devocional
que su discípulo está experimentando para que así puedan dialogar cada semana en sus percepciones.

TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL MAESTRO:Lea el Capítulo 6: "Seguimiento: Un vistazo”, que empieza en la página 119.
SEGUNDA SESIÓN
GUÍA DEENSEÑANZA - APRENDIZAJE

Maestro: Su discípulo quizá tenga preguntas relacionadas con su lectura del Evangelio según Juan. De ser así, tómese el tiempo que necesite para contestar cada una
de ellas. Recuerde que cubrir este material al ritmo sugerido no es tan importante como suplir las necesidades espirituales de su discípulo.

Durante varias sesiones, usted animará a su discípulo para que, en espíritu de oración, obsequie a un amigo o conocido un ejemplar del folleto evangelístico Cómo
obtener paz con Dios. Si se están reuniendo en un restaurante, puede ofrecer un buen ejemplo al obsequiar dicho folleto al mozo (mesero) que los atiende esa semana.
Sencillamente diga algo así:
“Sé que en este momento usted está ocupado pero, cuando tenga una oportunidad, por favor, lea este folleto que explica cómo tener una relación personal con Dios.
¡Tener esa relación me ha dado verdadera paz y alegría! Al dorso está mi número de teléfono por si tiene alguna pregunta”.

1. Conversación personal—Use este momento para profundizar su amistad. Puede lograrlo mostrando su interés en la vida y las actividades de su discípulo.
2. Inspiración—Comparta como mínimo una experiencia espiritual que ha tenido durante la semana.

DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA


1. Pídale que comparta algo que subrayó al leer cada meditación de los Momentos devocionales.
2. “Esta semana que viene, irá leyendo cada mañana una meditación para luego escribir una percepción nueva que haya obtenido de la Biblia y una oración”.
3. “Hagamos juntos un ensayo leyendo una meditación y escribiendo una percepción bíblica y una oración. Podemos usar la meditación correspondiente al Momento
devocional 8 en la página 85.”.
4. Asegúrese de que su alumno sepa cómo encontrar los libros, capítulos y versículos de la Biblia.
5. Lea una Meditación favorita de su propio Diario Espiritual.
6. Intercambien ideas que se destacan del
Capítulo 1: “El amor de Dios”.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA SALVACIÓN?


A. 1 Juan 5:11-13: Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al
Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna..

¡Dios quiere que usted sepa con certeza que su salvación es eterna!

Relate la ilustración “El matrimonio”. (Página 199, Apéndice A, inciso 6). (Pida a su discípulo que llene los espacios en blanco en su libro al ir cubriendo los temas
de cada sesión).

B. Hay una diferencia entre tener una __relación__ y una __comunión__

Página 7

Relate la ilustración “El joven que huye de su casa”. (Página 199, Apéndice A, inciso 7).

ILUSTRACIÓN: El joven que huye de su casa

Cuando no estoy en comunión con Dios, puedo tener __dudas__ falsas.

1. “En Juan 8:44, Jesús llamó a Satanás ‘padre de mentira’”.


2. “Satanás se deleita en...” (Ver página 200, Apéndice A, inciso 8).
3. “Cuando somos realmente culpables, el Espíritu Santo...” (Ver página 200, Apéndice A, inciso 8).
4. “Busquemos 1 Juan 1:9 y veamos qué hacer cuando somos realmente culpables de pecado”.
5. “Uno puede tener sentimientos de falsa culpabilidad cuando...” (Ver página 200, Apéndice A, inciso 8).
6. “Los sentimientos son importantes, pero...” (Ver página 200, Apéndice A, inciso 8).

Tenemos que __confiar en Dios, teniendo fe__ en él y aceptar __su__ promesa, en lugar de confiar en nuestros sentimientos como base de la seguridad en
nuestra salvación.

1. Dé un ejemplo de seguridad en su propia salvación.


2. Relate la ilustración “Ruth Graham”. (Ver página 200, Apéndice A, inciso 9).

ILUSTRACIÓN: Ruth Graham

¡Podemos __confiar__ en el perdón de Dios y __regocijarnos__ en su salvación!

¿CÓMO PUEDO COMPARTIR MI DECISIÓN CON MI FAMILIA Y MIS AMIGOS?


“¿Cómo reaccionaron su familia y sus amigos cuando aceptó a Cristo como su Salvador?”.

Sea __consecuente__ y __amable__.

“No sea muy agresivo cuando da su testimonio. Su familia tiene que ver sus acciones con la misma claridad con que escuchan sus palabras”.

Billy Graham ha dicho: “La verdadera prueba de cada cristiano es cómo __vive en su hogar__”.
1. “Tenemos que mantener fuertes nuestras relaciones familiares a la vez que desarrollamos nuestras convicciones cristianas”
2. “¿Hay alguien en su familia que todavía no es creyente?”.
3. “¿Por qué no hacemos una pausa ahora mismo para orar por ellos?”.
4. Brevemente, muestre a su discípulo cómo usar el folleto: Cómo obtener paz con Dios.

¿EN QUÉ CONSISTE TENER UN MOMENTO DEVOCIONAL DIARIO?


DEFINICIÓN: El Momento devocional es la porción de su día que usted aparta para tener __comunión con Dios__. Por lo general incluye una lectura bíblica,
oración y una decisión de poner en práctica algún concepto bíblico.

“La dietética enseña que el desayuno es la comida más importante del día. ¿Por qué? Porque necesitamos nutrirnos físicamente para empezar el día. De la misma
manera, necesitamos nutrirnos espiritualmente al empezar el día”.

El Salmo 46:10a dice: Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.

1. “¿Es fácil para usted estar quieto?”

2. Relate la ilustración “__Si sigue manejando alrededor del surtidor__" (Ver página 200, Apéndice A, Apéndice A, inciso 10).

ILUSTRACIÓN: Si sigue manejando alrededor del surtidor.

¡El peligro de todos los días es que estemos __demasiado ocupados__ para recibir las bendiciones de Dios!

¿PARA QUÉ TENER UN MOMENTO DEVOCIONAL DIARIO?


A. Para ayudarle a lograr sus más dignos propósitos.

“Génesis 1:27 afirma que el hombre fue creado a la imagen de Dios. Esto significa que fue creado con la capacidad de disfrutar de comunión espiritual. En toda
la creación, ¡nadie aparte del ser humano goza de este asombroso privilegio!”.

B.
Página 8

C.

D. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor (1 Corintios 1:9).

E. Cada creyente tiene un gran llamamiento: ¡tener comunión con Cristo!

F. Para seguir el ejemplo del Señor.

“Jesús nunca dejó que sus muchas ocupaciones le impidieran apartarse para orar a solas”.

G. Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).

“Cuanto más ocupado estaba, más buscaba estar a solas con su Padre”.

H. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades.
Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar (Lucas 5:15, 16).

Para el Señor Jesús tener sus momentos devocionales era una absoluta __prioridad__.

“Cuanto mayores sean las demandas en nuestra vida, mayor es nuestra necesidad de apartarnos para estar a solas con Dios. Martín Lutero, el gran reformador
cristiano, dijo en cierta oportunidad: ‘Tengo tanto que hacer hoy, que debo empezar el día dedicando al menos dos horas para estar a solas con Dios’”.

I. Para obtener fuerza espiritual


“El alimento diario no es optativo si queremos ser físicamente fuertes, y, de la misma manera, el alimento espiritual no es optativo si queremos ser
espiritualmente fuertes. De allí la importancia de no privarnos de las comidas espirituales”.

J. No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca (Job 23:12).

“Job le daba más importancia a la Palabra de Dios que a los alimentos. ¿Qué importancia tiene la Biblia para usted?”.

K. Jesús le respondió:—Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4)

“¿Cuál es la enseñanza central de este versículo? De ser así, ¿cómo debe afectar nuestra manera de establecer prioridades para nuestro tiempo?”.

L.
La Biblia es nuestra fuente de fuerza y sabiduría espiritual.

“Demos un vistazo a las tareas entre semana para su crecimiento espiritual”.

M.

TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL


DISCÍPULO:
A. Siga leyendo cada mañana la meditación para el Momento devocional. Empiece a escribir una percepción bíblica y una oración para cada día. Prepárese
para compartirlas en el próximo encuentro.
B. Lea el Capítulo 2: “Cómo aprender a caminar”, empezando en la página 45. Subraye los pensamientos más importantes al ir leyendo y prepárese para
compartirlos en el próximo encuentro.
C. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual, y prepárese para compartir las ideas principales en el próximo encuentro.
D. Lea el tratado Cómo obtener paz con Dios y haga una pausa para darle gracias a Dios por su salvación personal.
E. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.

1. “¿Tiene necesidades de oración especiales para esta semana?”.


2. “Por turno, oremos conversacionalmente”.
3. Explique que Dios se fija en nuestro corazón, y se interesa más por nuestra sinceridad que por las palabras que usamos en nuestras oraciones. Enseguida, destaque
que en la oración conversacional, sencillamente oramos una frase por turno.

TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL MAESTRO:


Lea el Capítulo 7: “Cómo desarrollar una relación significativa”, comenzando en la página 137.
TERCERA SESIÓN
GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE

Conversación personal: Pregunte a su discípulo cómo le fue durante la semana. Asegúrese de averiguar sobre cualquier motivo especial por el cual se
comprometieron a orar en el encuentro anterior. Si se entera de alguna tentación especial o situación tensa que haya surgido, planee ponerse en contacto con él con la
frecuencia que sea necesaria a fin de orar juntos sobre el problema (Ver página 200, Apéndice A, inciso 11).

DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA


1. “¿Disfrutó de los Momentos devocionales esta semana que pasó?”.
2. Pida a su discípulo que le cuente sus percepciones bíblicas y oraciones favoritas de sus meditaciones de esta semana.
3. “Durante esta semana que viene, irá leyendo un pasaje bíblico breve para luego escribir sus percepciones, oraciones y aplicaciones”.
4. “Una aplicación viene a ser algo que el Señor le guía a hacer como resultado de su comprensión de las Escrituras y de sus oraciones”.
5. “Como muestra, hagamos juntos una de las meditaciones y escribamos una percepción bíblica, oración y aplicación. Podemos usar la meditación del Momento
devocional 16, en la página 93.”
6. Comparta una o dos de sus propias meditaciones de sus momentos devocionales.
7. Intercambien los puntos sobresalientes de los apuntes tomados durante el sermón.
8. Dialoguen sobre pensamientos clave del Capítulo 2: “Cómo aprender a caminar."

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS PRÁCTICOS DE TOMAR APUNTES?


La fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17).

A. A. Mi fe crece cada vez que escucho la Palabra de Dios.


B. Tomamos apuntes debido a un problema básico humano: somos olvidadizos.

1. Relate la ilustración “El balde agujereado”. (Ver página 200, Apéndice A, inciso 12).
2. “Usar su Diario espiritual para tomar apuntes cada domingo le ayudará a tapar los agujeros de su memoria”.
3. “¡Cuanto más retenga de la Palabra de Dios, más verdades tendrá para aplicar!”
4. “La parte más importante de cualquier sermón o estudio bíblico es su aplicación personal”.
C.
ILUSTRACIÓN: El balde agujereado

Página 11

D.

E. Tomar apuntes le ayuda a:

F. 1. Escuchar con más atención.

G. 2. Retener lo que escucha.

H. 3. Aplicar el mensaje a su propia vida.

I. 4. Compartir la verdad con los demás.

USTED PUEDE LLEGAR A TENER MOMENTOS DEVOCIONALES DIARIOS


EFICACES
A. Al descubrir los beneficios prácticos para usted mismo.

1. Esta es la clave para cumplir el plan de Dios para su vida.

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás
éxito (Josué 1:8).

1. “¡Nuestros Momentos Devocionales diarios nos ayudan a comprender y luego aplicar la Palabra de Dios en nuestra vida cotidiana!”.
2. “El verdadero éxito consiste en encontrar y cumplir la voluntad de Dios usando los dones que nos ha dado. Efesios 2:10 dice: Porque somos
hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

2. Es el medio que usa el Espíritu Santo para revelar las __acciones, actitudes y prioridades__ en su vida que él quiere ayudarle a desarrollar o cambiar.
El rey David oró: Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el
camino eterno (Salmo 139:23, 24).

Cúentele a su discípulo de alguna circunstancia especial en que Dios usó su propio Momento devocional para revelarle una necesidad personal o una
oportunidad espiritual. Luego, cuéntele del gozo que sintió al obedecerle. Esta franqueza y humildad ayudará a profundizar el nivel de confianza
entre ustedes y la realidad de su amistad.

3. Le prepara para ser usado para influir sobre la vida de los demás.

Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron
asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús (Hechos 4:13).

1. “Cuando sea constante en sus Momentos devocionales con Dios, los que lo rodean lo notarán. Su vida se caracterizará por su paz interior y por la
fuerza que Dios le dará”.
2. “Al ir desarrollándose espiritualmente, le será natural servir a su prójimo. Cada uno de nosotros es importante en el plan de Dios para ganar,
capacitar y alentar a los demás”.

4. Provee una oportunidad para compañerismo con el Señor.

Página 12

Jesús dijo —Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20b).

1. “A lo largo del tiempo, los creyentes hemos gozado del privilegio que es la comunión con el Señor Jesús a través del ministerio del Espíritu
Santo”.
2. “Podemos gozar de Momentos devocionales con él en cualquier parte, a cualquier hora, y contar siempre con la seguridad de su presencia”.

B. ¡Al encarar con fe sus Momentos devocionales!

1. __Confíe en que__ Dios se reunirá con usted y le guiará por medio de __su Palabra__.
Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir (Salmo 32:8a).

“La Biblia brinda los mejores consejos que existen para tomar decisiones sabias todos los días, así que ¡tenemos que leerla!”.

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero (Salmo 119:105).

“Está a nuestra disposición para guiarnos cada mañana”.

Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos (Isaías 50:4b).

1. “¿No es maravilloso saber que el mismo Dios que nos creó está a nuestra disposición para enseñarnos y guiarnos cada mañana?”.
2. “Nunca deja de bendecirnos cuando somos fieles en reunirnos con él”.

2. Decida ser __consecuente__ con Dios.

1. Relate la ilustración "El buen atleta”. (Ver página 200, Apéndice A, inciso 13).
2. “Es preferible encontrarse con Dios unos minutos cada día que ser inconstante y, luego, de pronto, decidirse a dedicarle un montón de tiempo a la
vez.”
3. “La constancia disciplinada produce desarrollo espiritual.”

ILUSTRACIÓN: El buen atleta

El apóstol Pablo dijo: Ejercítate en la piedad (1 Timoteo 4:7c)

“Por medio de nuestra comunión con Dios, logramos la fuerza espiritual para ser eficaces en nuestro ministerio. Esta es la razón por la cual nuestros
Momentos devocionales son tan importantes”.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos (Gálatas 6:9).

Relate la ilustración "Uno no deja de comer...”. (Ver página 200, Apéndice A, inciso 14)

ILUSTRACIÓN: Uno no deja de comer...


3. Siempre __aplique__ las percepciones que Dios le da durante los momentos devocionales.

No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos (Santiago 1:22).

“¡El Señor le dirigirá y corregirá cuando usted procura hacer su voluntad!”.

Tenga en cuenta que su corrección incluirá:

a. Actividades que necesita iniciar u otras que tiene que dejar de hacer.

b. Actitudes que necesita desarrollar o cambiar.

Página 13

C. Al planear de antemano el éxito que quiere lograr.

1. Propóngase ___descansar___ bien por la noche, a fin de amanecer renovado.

Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? (Proverbios 6:9)

1. “Uno no puede quedarse levantado hasta tarde en la noche y después, a la mañana, sentirse con ganas de tener un buen Momento devocional”.

2. “¡Si te quedas levantado de noche como los búhos, no podrás levantar el vuelo de mañana como las águilas!”.

2. ¡__Empiece__ su día con Cristo!


El salmista David dijo: Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor (Salmo 5:3a).

1. “Dedique a Dios la mejor parte de su día. Por lo general, es en la mañana cuando está más descansado. Es entonces que adoptamos nuestra actitud
para todo el día”. 2. Piense en estas preguntas:

 El violinista, ¿puede dar un concierto sin afinar su violín?


 El piloto de un avión , ¿puede emprender un vuelo sin consultar con la torre de control?
 El creyente , ¿puede servir a Cristo sin pedirle que lo guíe?

3. Elija un __lugar__ especial.

1. “Evite las distracciones levantándose temprano cuando reina el silencio en su casa”.

2. “Elija un lugar que:

 Le resulte conveniente.
 Le ofrezca un ambiente agradable.
 Tenga buena luz”.

3. “Usar el mismo lugar cada mañana le ayudará a ir desarrollando un hábito positivo y un actitud de expectación”.

4. Describa el lugar que usted utiliza para su Momento devocional.

¿CÓMO SE MANTIENEN LA DISCIPLINA Y EL DESARROLLO ESPIRITUAL


PROPIOS?
El que con sabios anda, sabio se vuelve (Proverbios 13:20a).
1. “Es un hecho comprobado que queremos estar con las personas que admiramos. ¿Quién ha sido la mejor influencia espiritual para usted en los últimos años?”.
2. Relate la ilustración “Los árboles de secoya”. (Ver página 202, Apéndice A, inciso 15).

ILUSTRACIÓN: Los árboles de secoya

Recuerde que el crecimiento es __lento__, así que tenga paciencia y disfrute de cada nuevo día de comunión con Dios y con otros creyentes.

1. “Concéntrese en una palabra o frase clave de su Momento devocional y piense en ella todo el día”.
2. “Ore para que el Señor le muestre un amigo creyente que puede ser su compañero de oración. ¡La comunión fraternal será un aliento para ambos!”
3. “Demos un vistazo a las tareas de entre semana para su desarrollo espiritual”.

Importante: Trate de reunirse en un café o restaurant la siguiente semana para que muestre a su discípulo cómo dar un folleto al mesero.

TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL


DISCÍPULO:
A. Siga teniendo su Momento devocional cada mañana . Apunte cada día una percepción bíblica, una oración y una aplicación. Prepárese para compartirlas
en el próximo encuentro.
B. Lea el Capítulo 3: “El ejemplo perfecto”, empezando en la página 53. Subraye los pensamientos principales para conversar sobre ellos en el próximo
encuentro.
C. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual, y prepárese para compartir sus pensamientos favoritos en el próximo encuentro.
D. Siga leyendo, a su propio ritmo, el evangelio según Juan.

“Finalicemos con una oración”.


TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL MAESTRO:
Lea el Capítulo 8: “Cómo el Nuevo Testamento enfoca el ministerio”, comenzando en la página 151.

Página 14
CUARTA SESIÓN
GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE

1. Conversación personal: “Después de estas tres semanas de tener un Momento Devocional diario, ¿cómo describiría los cambios que está notando en sus
actitudes?”.
2. “Ahora que ha participado de las actividades de nuestra iglesia en este lapso, ¿qué cosas le impresionan más del ministerio de ésta?”.
3. Averigüe si está entablando amistades con naturalidad y, de no ser así, propóngase ayudarle.
4. Si demuestra espontáneamente interés en algún ministerio o actividad de la iglesia, fomente este interés.

DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA

1. Pídale que le cuente sus percepciones bíblicas y aplicaciones favoritas de cada uno de sus Momentos devocionales de la semana pasada.
2. Comparta una de las nuevas percepciones que captó en uno de sus propios Momentos devocionales.
3. “Veamos la página 101 en su Guía del discípulo. Note que ya no hay espacios en blanco para llenar al pie de la página”.
4. “Ahora busquemos la página 20 en su Diario espiritual. Seguirá leyendo las meditaciones en su guía, pero ahora puede empezar a escribir sus propias percepciones,
oraciones y aplicaciones en su propio Diario espiritual ”.
5. Intercambien puntos principales de los apuntes de sermones.
6. Converse sobre los puntos principales del Capítulo 3: “El ejemplo perfecto”

EL PRIVILEGIO DE COMPARTIR LAS BUENAS NUEVAS DE DIOS

“Los siguientes versículos enfocan la comisión que Dios nos dio de contar a otros de Cristo en el poder del Espíritu Santo”.
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo
que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo (Mateo 28:19, 20).

Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines
de la tierra (Hechos 1:8).

“Pensemos en los beneficios de usar un folleto evangelístico, por ejemplo: Cómo obtener paz con Dios”.

Página 15

Usar un folleto evangelístico:


A. Lo mantiene __enfocado__ en el tema..
B. Asegura que dispone de los __versículos importantes__.
C. Permite que la otra persona __repase__ el mensaje.
D. Brinda un apoyo __visual__ para subrayar el mensaje hablado.

1. “Puede decir algo así, en sus propias palabras, cuando entregue el folleto: ‘Quizá en este momento esté ocupado, pero ojalá que cuando tenga la oportunidad pueda
leer este pequeño folleto. Explica cómo tener una relación personal con Dios. ¡Poder tener una relación personal con él me ha dado verdadera paz y un auténtico gozo!
Si tiene cualquier pregunta, al dorso está mi número de teléfono’”.
2. “Este folleto ya ha ayudado a miles de personas a confiar en Cristo y quizá sea justo lo que alguien alrededor suyo necesita”.
3. “¿Tiene un amigo o familiar que todavía necesita saber de Cristo? Por un momento, imaginémonos que usted es esa persona y, brevemente, le voy a explicar el
contenido del folleto”.
4. Luego, invierta los papeles y deje que su discípulo le haga a usted la presentación del folleto.

EL PRIVILEGIO DE PODER ORAR


A. La naturaleza de la oración.
La oración se ha descrito como “La conversación del hombre con Dios”.

“Jesús nos enseñó a orar con gran sencillez” (Mateo 6:9-13) Relate la ilustración "Billy Graham”. (Ver página 202, Apéndice A, inciso 16).

B. ILUSTRACIÓN: Billy Graham

C. 1. Por medio de la oración podemos conversar con Dios sobre __cualquier tema__, __en cualquier momento__, __en cualquier lugar__.

“Cuando un creyente dice que Dios le ha hablado, por lo general se está refiriendo a una voz interior que los demás no pueden oír. Esta es la voz del
Espíritu Santo”.

D.
2. La oración incluye __hablar__ con Dios y también __escuchar__ a Dios.

E. La vida de oración de nuestro Señor Jesucristo.

“Leamos y conversemos sobre los siguientes versículos”.

F.
1. Oraba de __mañana__.

G. Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).

Dé un brevísimo resumen de Marcos 2:29-34 y diga: “El Señor estaba muy cansado por todo lo que había hecho por los demás el día anterior, pero
se levantó temprano para estar a solas en su Momento devocional”.

H.
2. Oraba con __constancia__.

I. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades.
Él… solía retirarse a lugares solitarios para orar (Lucas 5:15, 16).
1. “Nadie ha tenido jamás una razón más poderosa para decir: ‘Hoy estoy demasiado ocupado para orar’. El Señor se encontraba literalmente
presionado y rodeado de necesidades humanas a pesar de lo cual, constantemente apartaba momentos en el día para estar a solas con su Padre”.
2. “Si Jesús necesitaba hacer esto, ¡cuánto más lo necesitamos usted y yo!”.

J.
Página 16

K.

L.

M. 3. Oraba intensamente __antes__ de tomar decisiones importantes.

N. Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce
de ellos, a los que nombró apóstoles (Lucas 6:12, 13).

1. “Las decisiones importantes que enfrentamos en la vida requieren que oremos por ellas consecuente e intensamente. El Señor no oraba siempre
toda la noche pero, en esta ocasión, estaba a punto de escoger a los hombres que afectarían el destino del cristianismo y la salvación de millones de
personas en el futuro”.
2. “Si todos los apóstoles hubieran sido infieles como Judas, hoy usted y yo estaríamos perdidos, espiritualmente vacíos y sin esperanza. ¡Podemos
alabar a Dios por elegir a aquel equipo de hombres y mujeres fieles que testificaron del evangelio y pasaron su mensaje de una generación a otra!”.

O. Haga que la oración sea una prioridad constante en su vida.

1. La oración es una alternativa a la __ansiedad__.

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias (Filipenses 4:6).

2. La oración nos da una manera de evitar la __tentación__.

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil (Mateo 26:41).

3. La oración nos da una manera de lograr __grandes triunfos__.


La oración del justo es poderosa y eficaz (Santiago 5:16b).

Página 17

“Demos un vistazo a las Tareas entre semana para su desarrollo espiritual”.

TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL


DISCÍPULO:
A. Siga con sus Momentos devocionales usando su Guía del discípulo y su Diario espiritual . Prepárese para compartir sus percepciones en el próximo
encuentro.
B. En espíritu de oración, esta semana regale a alguien un ejemplar de Cómo obtener paz con Dios. Si se muestra receptivo para hablar, sencillamente ore
en silencio para que el Señor le muestre qué decir y a fin de que la conversación se vaya desarrollando con toda naturalidad. (Si usted necesita más
folletos de Cómo obtener paz con Dios, puede ir a www.ieaom.org y haga clic en “Tienda”.
C. Lea el Capítulo 4: “El secreto de la vida piadosa”, que comienza en la página 59. Subraye los conceptos más importantes y prepárese para comentarlos
en el próximo encuentro.
D. Tome apuntes de un sermón escribiéndolos en su Diario espiritual . Prepárese para hablar sobre los puntos más importantes en el próximo encuentro.
E. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.

1. “Abramos nuestro Diario espiritual e intercambiemos motivos de oración. Así podremos orar específicamente el uno por el otro cada mañana de esta semana”.
2. “Ha llegado el momento de concluir esta sesión. Oremos el uno por el otro antes de retirarnos”.

TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL


DISCÍPULO: Lea el Capítulo 9: “Asociación con Jesús” que comienza en la página 161..

Página 18
QUINTA SESIÓN

GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE

Conversación personal:
1. “¿Cómo le fue esta semana?”.
2. “¿Tuvo oportunidad de regalar a alguien un ejemplar de Cómo obtener paz con Dios? Cuénteme qué tal le fue”.
3. “Es probable que haya notado que ha completado la lectura, en su libro, de las meditaciones para el Momento Devocional diario. De ahora en adelante, leerá
directamente de la Biblia para obtener más percepciones bíblicas”.
4. “Leamos y conversemos sobre las páginas 6 y 7 en nuestro Diario espiritual”
5. “Ahora leamos la página 109 de la Guía de Lecturas Bíblicas para los Momentos Devocionales y conversemos sobre lo que dice”.
6. Enseguida, pídale a su discípulo que encuentre varias posibles percepciones bíblicas, oraciones y aplicaciones que se desprenden del primer capítulo de Efesios.
Esto le mostrará cómo tener momentos devocionales usando su propia Biblia.

DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA


1. Pídale que comparta sus percepciones bíblicas y aplicaciones de cada Momento Devocional de la semana pasada.
2. Cuéntele uno de sus propios Momentos Devocionales de la semana pasada.
3. Intercambien puntos sobresalientes de los apuntes que tomaron de los sermones.
4. Dialoguen sobre los puntos más importantes del Capítulo 4: “El secreto de la vida piadosa”.

COMO DESARROLLAR UNA VIDA LLENA DE PAZ POR MEDIO DE LA


ORACIÓN
A. Mantenga una actitud correcta.

1. “Muchas veces la Biblia ha sido llamada una carta de amor de Dios. La Biblia expresa su gracia, su bondad y su anhelo de que seamos
conformados a la imagen y al carácter de su Hijo”.
2. “La oración es el privilegio más grande de la vida porque incluye una conversación entre nuestro corazón y el de Dios”.
3. “Quizá la actitud principal para que nuestras oraciones sean eficaces es la humildad. La realidad es que nos acercamos a la presencia de Dios cada
vez que oramos, por lo que nuestro corazón debe ser tierno y nuestra mente tiene que percibir quién es realmente él”.
4. “Consideremos varias actitudes necesarias para que nuestras oraciones sean eficaces”.

B.
1. Cuando ore, sea honesto y transparente.
C. Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos (Salmo 38:9).

D. David sabía que nada en su vida era desconocido para Dios.

E. Click to Load Answers ....

1. “David conversó con Dios con total candidez. Nosotros tenemos que ser igualmente cándidos y transparentes cuando oramos”.
2. Cuéntele a su discípulo una experiencia personal que ilustre este importante aspecto de la oración. Esta es su oportunidad de explicar que la
confesión, el perdón y la humildad diarios son de vital importancia para su felicidad y paz interior (1 Juan 1:9).

F.

G. 2. Cuando ora, que sus oraciones sean sencillas.

Página 19

H.

I.

J. Decía: “Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú” (Marcos 14:36).

K. Dios quiere que hablemos con él con la misma sinceridad que un niño expresa al dirigirse a su __padre__ cariñoso.

L. Click to Load Answers ....

“Cuando Jesús oró en su hora más tenebrosa, llamó a Dios ‘Abba’, que literalmente significa : ‘Papi’ o ‘Papá’. Esta es la misma expresión afectuosa
que usaban los niños hebreos al dirigirse a su padre terrenal”.

M.
N. 3. Cuando ora, que sus motivaciones sean puras.

O. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones (Santiago 4:3a).

P. A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos (Proverbios 16:2).

Q. Nuestras oraciones son tan eficaces como correctas son nuestras __motivaciones__.

R. Click to Load Answers ....

1. “Para determinar si sus motivaciones son correctas cuando ora, hágase esta pregunta: ‘¿Anhelo conocer y hacer la voluntad de Dios,
y glorificarle?’”.
2. Dé un ejemplo personal de orar con una motivación correcta y con una motivación incorrecta. Sea lo más práctico posible.

S. Haga de la oración una parte natural de su vida.

1. Ore a lo largo de todo el día.

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Oren sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).

“Esto requiere que usted desarrolle una percepción consciente de Dios. No significa estar diciendo una oración cada minuto del día. Su objetivo
espiritual es mantener una actitud mental que conduce a que los pensamientos centrados en Cristo y las oraciones sean algo natural y espontáneo esté
haciendo lo que fuere”.

2. ¡Alguien ha dicho sabiamente que el creyente orará pidiendo __dirección__ durante el día o pidiendo __perdón__ en la noche!

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3. Necesitamos pedir antes de actuar, y orar tanto por las necesidades grandes como las pequeñas.

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No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:6, 7).

Relate la ilustración: “El misionero en África” (Ver página 202, Apéndice A, inciso 17).

ILUSTRACIÓN: El misionero en África

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Página 20

4. Ore __específicamente__, con fe.

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Entonces hizo este voto: “Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya y, si en vez de olvidarme, te acuerdas de mí y me
concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello” (1 Samuel 1:11).

“Cuando uno ora con generalizaciones como: ‘Dios, por favor bendice a todo el mundo’ o ‘Señor, ayuda a todos los enfermos’, después resulta
difícil glorificarle por alguna oración contestada”.

Las oraciones que son generalizaciones __dificultan__ el poder __identificar__ y __apreciar__ las respuestas de Dios.

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T. Aprenda las pautas bíblicas sobre la oración.
Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y
restauraré su tierra (2 Crónicas 7:14).

“¿Qué se requiere para que una oración sea eficaz?”.


U. Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado (Salmo 66:18).

V. Hemos de anhelar y procurar un __corazón__ limpio como preparación para una vida de oración eficaz.

W. Click to Load Answers ....


X. Aprecie las distintas dimensiones de la oración.

1. “Leamos y comentemos los cinco aspectos básicos de la oración descritos en las páginas 9 a 13 de nuestro Diario espiritual” (Lean
alternadamente un párrafo cada uno).
2. Lea los siguientes ejemplos de oraciones y pida a su alumno que identifique cada uno.

“Señor, me siento profundamente humillado de solo pensar que me amas. ¡Cuando medito sobre quién eres: Tu sabiduría sin límites, tu gloria y tu
majestad, no puedo menos que considerar el hecho de ser tu hijo como el gozo y privilegio más grande de la vida!”.

Z. 1. __Adoración__ – Alabando a Dios por quién es él.

AA. Click to Load Answers ....

“Padre, reconozco que he actuado fuera de tu voluntad y que tú odias el pecado. Te pido que me perdones por ________________. Te doy gracias
por la paz y misericordia que has prometido. Te agradezco que hayas quitado mi culpa”.

BB. 2. __Confesión__ – Coincidiendo con Dios sobre nuestro pecado

CC. Click to Load Answers ....

“Gracias por la gran amistad que me has dado con _____ __________________________. Estoy realmente agradecido por poder conocer a alguien
que comparte mis principios cristianos y que disfruta servirte”.

DD. 3. __Acción de gracias__ – Agradeciendo a Dios por lo que él ha hecho

EE. Click to Load Answers ....

“Padre, te pido que resuelvas esta semana los problemas de comunicación entre___________ y ________________. Te ruego que restaures la
felicidad en su matrimonio”.

FF. 4. __Intercesión__ – Orando por las necesidades de los demás.


GG. Click to Load Answers ....
HH.

Página 21

II.

JJ.

“Señor, te ruego que hoy me hagas consciente de las necesidades espirituales de mis compañeros en el trabajo, y que me des la oportunidad y la
valentía para hablarle a ___________ sobre su relación contigo. Querido Señor, también necesito sabiduría para poder encarar la actitud rebelde de
mi hijo en casa”.

KK. 5. __Petición__ – Orando por sus propias necesidades personales.

LL. Click to Load Answers ....

1. Hable de su propia dedicación a la oración.


2. “Se ha dicho que ‘el hombre que fracasa en planear, planea fracasar’. Tenemos que planear de antemano y establecer una vida de oración
victoriosa”.

MM.

TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL


DISCÍPULO:
DISCÍPULO:
A. Siga con sus Momentos devocionales diarios usando su Diario espiritual, Biblia y la Guía de lecturas bíblicas para los Momentos devocionales en la
página 109. Prepárese para compartir sus pensamientos en el próximo encuentro.
B. Regale a alguien, esta semana, un ejemplar de Cómo obtener paz con Dios.
C. Lea el Capítulo 5: "Principios para vivir victoriosamente", empezando en la página 67. Subraye los pensamientos más importantes y prepárese para
compartirlos en el próximo encuentro.
D. Tome apuntes de los sermones anotándolos en su Diario espiritual. Prepárese para compartir los puntos más importantes en el próximo encuentro.
E. Prepare una lista de una persona o ministerio para cada día de la semana usando la Sección Intercesión en su Diario espiritual, páginas 13-17.
F. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.
Concluyan con oraciones de adoración a nuestro Señor.

TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL MAESTRO:


Lea el Capítulo 10: “La necesidad de multiplicar discípulos”, comenzando en la página 173.

Página 22
SEXTA SESIÓN

GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA

1. “¿Tuvo ocasión de regalar a alguien el folleto ¿Cómo obtener paz con Dios? Cuénteme cómo le fue”.
2. Pida a su alumno que comparta sus percepciones bíblicas, oraciones y aplicaciones de cada Momento devocional de la semana pasada.
3. Cuéntele de uno de sus Momentos devocionales.
4. Intercambien los puntos sobresalientes de los apuntes de sermones que tomaron
5. Dialoguen sobre los temas principales del Capítulo 5: “Principios para vivir victoriosamente”.

EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU SANTO

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio
su vida por mí (Gálatas 2:20).

Dios es una Trinidad formada por Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Es por medio del Espíritu Santo que Cristo vive en el creyente y le da el
poder para servirle.

Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad (Filipenses 2:13).

Relate la ilustración: “ La cremallera (El cierre) ” (Ver página 203, Apéndice A, inciso 18).

ILUSTRACIÓN: La cremallera (El cierre)

Click to Load Answers ....

Página 23
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo (Romanos 8:9b).

“¿Qué diferencia hay entre el creyente y el que no lo es?”.

A. A. El Espíritu Santo __mora__ en todos los auténticos creyentes.

Vaya presentando los siguientes versículos y las frases con espacios en blanco, conversando sobre ellos al hacerlo. Esta lección tiene que ser un
nuevo y emocionante paso de desarrollo y aliento para su discípulo.

B. Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: “¡Abba! ¡Padre!” (Gálatas 4:6).

C. Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado (2 Timoteo 1:14).

“¿No es maravilloso que Dios, al darnos el Espíritu Santo, nos ha provisto de lo que necesitamos para tener éxito en nuestra vida cristiana?”.

D. El Espíritu Santo interviene en todo el proceso de la salvación.

1. __Convence__ de pecado al mundo.

Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8).

2. __Glorifica__ a Cristo.

Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí (Juan 15:26).

Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes (Juan 16:14).


3. Usa la __Palabra de Dios__ como una espada.

Página 24

Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (Efesios 6:17).

4. __Atrae__ a las personas hacia la verdad.

El Espíritu y la novia dicen: “¡Ven!”; y el que escuche diga: “¡Ven!” El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la
vida (Apocalipsis 22:17).

“¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!” (Hechos 7:51).

5. Nos __libra__ de la esclavitud del legalismo para que podamos disfrutar de la gracia de Dios.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Corintios 3:17).

Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la ley (Gálatas 5:18).

6. Nos __lava__ y nos capacita para nacer de nuevo y ser seguidores de Cristo.

Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su
misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre
nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador (Tito 3:4-6).

7. Comienza a __morar__ en nosotros en el momento que somos salvos.


Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del
Espíritu Santo (Hechos 2:38).

Página 25

8. ¡__Garantiza__ nuestro futuro con Cristo en el cielo!

En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es
el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su
gloria (Efesios 1:13, 14).

9. Nos da la __seguridad__ de nuestra salvación.

El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (Romanos 8:16).

¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu (1 Juan 4:13).

E. ¡El Espíritu Santo nos da poder para __testificar__ con intrepidez!


Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra (Hechos 1:8).

F. El Espíritu Santo es nuestro __Consolador__ que nos da su ayuda..


Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a
ustedes (Juan 16:7).

Relate la ilustración: “La máquina de cortar césped”. (Apéndice A, inciso 19).”. (Ver página 204 , Apéndice A, inciso 19).

G. ILUSTRACIÓN: __La máquina de cortar césped __


H. El Espíritu Santo nos da poder para desarrollar un carácter piadoso.

1. Nos transforma en la __imagen del Señor__.

Página 26

Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y
más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu (2 Corintios 3:18).

2. Nos capacita para poder ser ejemplo de __carácter__: Cualidades y __actitudes__ piadosas.

En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio (Gálatas 5:22, 23).

3. Nos da __fortaleza__.

Por esta razón me arrodillo delante del Padre,… Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca
a ustedes en lo íntimo de su ser (Efesios 3:14, 16).

4. ¡__Nos capacita para rebosar de esperanza__!

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu
Santo (Romanos 15:13).

5. ¡Nos llena de __gozo__!

Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo (Hechos 13:52).

I. El Espíritu Santo nos ayuda a __vencer la tentación__.


Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa (Gálatas 5:16).

Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la
mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz (Romanos
8:5, 6).

Página 27

J. El Espíritu Santo nos __enseña__.

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he
dicho (Juan 14:26).

Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido (1
Corintios 2:12).

K. El Espíritu Santo nos __indica__ dónde y cómo hemos de testificar de Cristo.

“Felipe recibió la indicación de testificar al eunuco etíope”.

L. El Espíritu le dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro”. Felipe se acercó de prisa al carro y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: —
¿Acaso entiende usted lo que está leyendo? —¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica? Así que invitó a Felipe a subir y sentarse
con él (Hechos 8:29-31).

“A Pablo no se le permitió testificar en Bitinia”.

M. Atravesaron la región de Frigia y Galacia, ya que el Espíritu Santo les había impedido que predicaran la palabra en la provincia de Asia. Cuando llegaron
cerca de Misia, intentaron pasar a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió (Hechos 16:6, 7).
“El Espíritu le indicó a Pedro que compartiera el evangelio con Cornelio”.

N. El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre (Hechos 11:12).

O. El Espíritu Santo nos ayuda a recibir el __amor de Dios__ en nuestro corazón.

Página 28

Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado (Romanos 5:5).

P. J. El Espíritu Santo nos __santifica__.

“Santificar significa limpiar, purificar y ser apartado para un uso especial”.

Q. Según la previsión de Dios el Padre, mediante la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser redimidos por su sangre (1 Pedro 1:2).

R. El Espíritu Santo nos __une__ y nos bautiza dentro de un solo cuerpo.


Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a
beber de un mismo Espíritu (1 Corintios 12:13).

S. El Espíritu Santo compasivamente __intercede__ por nosotros cuando oramos.


Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no
pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes
conforme a la voluntad de Dios (Romanos 8:26, 27).

T. El Espíritu Santo nos capacita para poder __hacer frente__ a los falsos maestros.
Entonces Saulo, o sea Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en Elimas y le dijo: “¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de
engaño y de fraude! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor?” (Hechos 13:9, 10).

Página 29
U. El Espíritu Santo está activamente involucrado en la __resurrección__ de los creyentes.
Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida
a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes (Romanos 8:11).

V. El Espíritu Santo capacita a los creyentes para que puedan llevar a cabo ciertos ministerios para provecho de todos.

Estos ministerios se llaman __dones espirituales__.

Están listados en Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. Cada creyente tiene por lo menos uno de estos dones.

A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás (1 Corintios 12:7).

W. El Espíritu Santo nos __llena__.


No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu (Efesios 5:18).

“¿Cuáles son los dos mandatos dados en este versículo?”.

X. La manera en que Dios nos capacita para vivir una vida cristiana victoriosa es llenarnos, a cada instante, del Espíritu Santo. Usted será llenado (dirigido y
capacitado por) el Espíritu Santo al:

Y. 1. Vivir por fe.

Z. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6a).

AA. 2. Confesar todos los pecados conocidos y apartarse de ellos.

Página

BB.
CC.

DD. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad (1 Juan 1:9).

EE. 3. Entregar conscientemente cada aspecto de su vida a Dios para que él lo controle.

FF. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios (Romanos 8:14).

Relate la ilustración: “La esponja”. (Ver página 205, Apéndice A, inciso 20).

GG.
ILUSTRACIÓN: La esponja

1. Después que haya relatado la ilustración “La esponja”, pregúntele a su discípulo si quiere que Dios llene su vida y sea su autoridad suprema.
2. Guíelo en un momento de oración silenciosa, confesando todos los pecados. Mencione el hecho de que tenemos que ser vasos limpios, aptos para
ser usados por él.
3. Luego, oren juntos con fe y entreguen todos los aspectos de su vida a Dios. Pidan a Dios que los llene de su Espíritu y que ejerza su autoridad
sobre los siguientes aspectos específicos. Mencione en voz alta cada aspecto, haciendo una pequeña pausa para dar tiempo a una oración silenciosa
antes de pasar al siguiente.

 Sus pensamientos.
 Su tiempo.
 Su disciplina personal.
 Su ética.
 Su dinero.
 Sus relaciones.

4. Den gracias a Dios por perdonarlos, limpiarlos y llenarlos. ¡Este debe ser uno de los momentos culminantes del estudio, la oración y el
compromiso mutuo!

HH. ILUSTRACIÓN: __La esponja__


TAREAS ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL
DISCÍPULO:
A. Siga teniendo sus Momentos devocionales usando su Diario espiritual y la Guía de lecturas bíblicas para los Momentos devocionales. Prepárese para
compartir las percepciones sobresalientes en el próximo encuentro.
B. Tome apuntes de sermones escribiéndolos en su Diario espiritual. Prepárese para compartir las ideas sobresalientes en el próximo encuentro.
C. Siga leyendo, a su propio ritmo, el Evangelio según Juan.

Trae Un llamado al crecimiento, Guía del discípulo a la sesión de la próxima semana para que pueda explicar el siguiente paso.
TAREA ENTRE SEMANA PARA EL DESARROLLO ESPIRITUAL DEL MAESTRO:
Lea el Capítulo 11: “Hacer discípulos: Un estilo de vida”, que comienza en la página 185..

Página 31
SÉPTIMA SESIÓN

GUÍA DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE

DIALOGUEN SOBRE LAS TAREAS ENTRE SEMANA

1. Pida a su alumno que comparta sus percepciones bíblicas, oraciones y aplicaciones de cada Momento devocional de la semana pasada.
2. Cuéntele de uno de sus Momentos devocionales
3. Intercambien los puntos sobresalientes de los apuntes que tomaron de sermones.
4. Durante esta última sesión, esté orando sobre la posibilidad de seguir estudiando juntos usando Un llamado al Crecimiento. Recuerde que su meta es lograr la
reproducción espiritual. De allí la razón por la cual el próximo paso es tan importante para el cumplimiento de la Gran Comisión.
5. Esté preparado para mostrar Un llamado al crecimiento, Guía del discípulo al final de esta sesión para animarles a continuar creciendo.

FORMACIÓN DE UN CARÁCTER CRISTIANO

1. “Memorizar pasajes bíblicos nos ayuda a parecernos más a Cristo”.


2. El salmista dijo: En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti (Salmo 119:11).

Cuantos más pasajes bíblicos atesoramos en nuestros corazones, más fácil es que el Espíritu Santo nos guíe y proteja.

A. Poder recordar pasajes bíblicos nos ayuda a resistir la tentación y a vivir una vida pura.

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¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra (Salmo 119:9).

1. “Ser puros es una decisión diaria que nunca ha sido fácil”.


2. “¿Usted ha adoptado normas sobre el tipo de películas y programas de televisión que mira? ¿Y de los tipos de libros y revistas que lee?”.
3. “Un estudio reciente revela que el 94% de los embarazos en las telenovelas eran ilegítimos. Esto indica una tendencia en los medios de difusión
hacia lo inmoral que nos afecta a cada uno”.

Si llenamos nuestra __mente__ con pensamientos pecaminosos, tarde o temprano influirán sobre nuestras __acciones__.

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“¿Qué opina usted que significa este versículo?”. Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él (Proverbios 23:7a RVR-1960).

Página 33

“Explique la siguiente cita”.

“Si se planta un pensamiento,se cosecha una acción; si se planta una acción, se cosecha unhábito; si se planta un hábito, se cosecha un carácter; y si se
planta un carácter, se cosecha una vida.”

Relate la ilustración: “El cacique” (Ver página 206, Apéndice A, inciso 21).

ILUSTRACIÓN: El cacique

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Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida (Proverbios 4:23).

1. “¿Cómo podemos aplicar este consejo en la práctica?”.


2. Comparta una reciente victoria en lo que a sus pensamientos se refiere. (Sea auténtico y mantenga el énfasis en la victoria más bien que en el
problema).
3. Relate la ilustración: “Tinta negra” (Ver página 206, Apéndice A, inciso 22).

ILUSTRACIÓN: Tinta negra

B. Saber la verdad nos recuerda las __consecuencias__del pecado.


No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra (Gálatas 6:7).

1. “Satanás nunca habla de las consecuencias del pecado, ¡pero la Biblia sí! Pablo describe la seguridad del juicio del que será objeto cada persona
que persiste en vivir una vida pecaminosa”.
2. Explique brevemente una experiencia personal o una anécdota de la vida real que ilustra el alto costo del pecado.
3. “Ser tentado no es pecado, pero ceder a la tentación lo es”.

C.
Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa (Romanos 13:14).

La siguiente ilustración subraya la fidelidad de Dios y el valor de recordar pasajes bíblicos en el momento de la tentación”

Relate la ilustración: “Charles Swindoll” (Ver página 206, Apéndice A, inciso 23).

D.
ILUSTRACIÓN: Charles Swindoll

E. Poder recordar pasajes bíblicos canaliza sus pensamientos en una dirección __positiva__.
Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en
fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio (Filipenses 4:8).

“¿Se da cuenta cómo memorizar versículos como este le puede ayudar a resistir las tentaciones?”.

F. Poder recordar pasajes bíblicos le ayuda ¡cuando más __lo necesita__!


“En el desierto, el Señor Jesús contaba con porciones memorizadas del Antiguo Testamento para ayudarle a resistir las tentaciones de Satanás.
Cuando fue tentado a convertir las piedras en pan, respondió...”. (Lea el próximo versículo).

G. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4b).
H. Poder recordar pasajes bíblicos nos capacita para poder __compartir a Cristo__ con los demás.

Página 34

Pedro dijo: Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes (1 Pedro 3:15b).

El autor de Hebreos dijo: Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos (Hebreos 4:12a). La
Palabra de Dios convence de pecado y de la presencia de Cristo al inconverso.

I. Brinda dirección para saber tomar diariamente decisiones sabias.

1. “Cuando uno toma decisiones basadas en la Biblia, toma las mejores decisiones y disfruta de una vida que satisface”.
2. “Por ejemplo, supongamos que usted estaba considerando tener una relación a largo plazo con un no creyente. La Biblia dice claramente que esto
sería una mala decisión. Advierte: No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener
la luz con la oscuridad? (2 Corintios 6:14).

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero (Salmo 119:105).

Hemos de tomar nuestras decisiones a base de principios bíblicos.

¿CÓMO PUEDO HACER MÍA LA PALABRA DE DIOS?


A. A. Incluya lo que dice la Biblia en sus __pensamientos diarios__.

1. “Un buen plan consiste en comenzar a memorizar un versículo por semana”.


2. “Si seguimos con el estudio de Un llamado al Crecimiento, recibirá 11 versículos en forma de tarjetas para memorizar”.

B. Sepa el __contexto__.

Relate “Sepa el contexto” (Vea página 207, Apéndice A , inciso 24).

C. Use __métodos__ naturales.


1. Aprenda una frase a la vez, añadiendo otras a medida que las va aprendiendo.

1. “Una manera práctica de memorizar es decir el versículo durante su Momento devocional y antes de cada comida”.
2. “Concéntrese en unas pocas palabras a la vez hasta haber memorizado completamente el versículo”
3. “Repita la frase varias veces”.
4. “Vaya agregando otras frases, una a la vez, hasta haber memorizado todo el versículo o pasaje”.

D.
2. Medite en el significado de cada frase.

E. Diga la referencia bíblica antes y después de decir cada versículo.


Piense en la referencia bíblica como parte integral del versículo.

“Por lo general, es más fácil memorizar un versículo que recordar la referencia bíblica. Por eso hay que decir la referencia antes y después del
versículo que se está memorizando”.

F. Repase para lograr más __eficacia__.


Una de las maneras más fáciles de repasar es compartir con sus amigos los versículos que va aprendiendo porque el hierro se afila con el
hierro (Proverbios 27:17a).

“Su Diario tiene el propósito de ayudarle a aprender un versículo por semana”.


“Abramos nuestro Diario Espiritual a la página donde está el Momento devocional que corresponde para hoy y escribamos el Salmo 119:11 en el
espacio en blanco”.
G. Medite para lograr __comunión__ con Dios.

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Llenar su mente y corazón con lo que la Biblia dice aumentará mucho la calidad de su comunión con Dios.

David dijo: En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche (Salmo 63:6).

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que
en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella (Salmo 1:1, 2).

1. “La meditación cristiana involucra considerar, reflexionar y concentrarse en todos los aspectos de la verdad en un espíritu de oración, luego
procurar aplicar esa verdad a su vida. ¡La auténtica meditación lleva a pensamientos y acciones piadosas!”.
2. “Por medio de la meditación, podrá sentir el verdadero gozo de conocer a su Padre celestial a un nivel más profundo”.

¡EL DESAFIO DE VIVIR UNA VIDA PIADOSA!


Pablo dijo: Más bien, ejercítate en la piedad (1 Timoteo 4:7c).

“La disciplina es la clave para lograr un final victorioso en la carrera emocionante que Dios nos ha puesto por delante. ¡Necesitamos buscar y hacer su voluntad con
tenacidad!”.

Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad (1 Timoteo 6:11).

1. “Si usted opta por alimentar su espíritu constantemente, seguirá desarrollándose espiritualmente. En caso contrario, dejará de desarrollarse y se quedará en un
estado de tibieza espiritual y de mediocridad. El Señor dijo: Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! (Apocalipsis 3:15)”.
2. Lean juntos los siguientes versículos, y disfruten de un momento de compromiso personal en oración.
Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que
nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por
el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios (Hebreos 12:1,
2).

¡UN LLAMADO A LA FIDELIDAD!

Jesús… les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos (Juan 8:31).

 Siga disfrutando de sus Momentos devocionales usando la Guía de Lecturas Bíblicas para los Momentos devocionales.
 Memorice el Salmo 119:11 para su propio desarrollo espiritual.
 Siga testificando a los demás acerca de Cristo.
 Siga leyendo la Biblia a su propio ritmo.
 Disfrute de sus actividades en su Diario espiritual, de la adoración y la oración.

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¡Felicitaciones por completar el estudio de Un llamado al gozo! Un llamado al gozo! Es nuestro deseo sincero que siga el proceso de desarrollo espiritual a fin de
seguir madurando en Cristo. Por eso ponemos a su disposición el segundo libro en esta serie de discipulado, Un llamado al crecimiento.

UN LLAMADO AL CRECIMIENTO

Un llamado al crecimiento es el siguiente paso en el proceso del discipulado.

Muestre a su discípulo un ejemplar de Un llamado al crecimiento, Guía del discípulo.

Esta serie sumamente práctica incluye once sesiones de enseñanza - aprendizaje:


• Los cinco aspectos más básicos de la oración.
• Los “cómo” y los “porqué” del estudio bíblico independiente.
• Cómo compartir su fe con naturalidad usando tres diferentes métodos en su estilo de vida:

1. Una palabra de verdad.


2. Un testimonio personal.
3. “La ilustración del puente”.

• Principios para encarar las tentaciones.


• El gozo de dar al Señor con un corazón agradecido.
• Claves para lograr un desarrollo espiritual continuo.

¿Le gustaría continuar creciendo espiritualmente al completar Un llamado al crecimiento?

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6).

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LECTURAS DE INSPIRACIÓN
EL AMOR DE DIOS

Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios (Juan 1:12).

Felicitaciones por haber expresado su deseo de que Jesucristo sea el Señor de su vida. ¡Esta es la decisión más beneficiosa e importante que haya hecho o que
jamás hará!

Durante las próximas semanas, tendré el privilegio de ayudarle a aprender cómo ir desarrollando su relación personal con Dios. Para empezar, repasemos lo que
usted hizo cuando aceptó a Cristo como su Salvador. Quizá hace poco tiempo que lo hizo, o quizá haya pasado ya bastante tiempo. Pero ahora su anhelo es
lograr una mayor madurez espiritual.

Empecemos por observar lo que la Biblia nos enseña en Juan 1:12. Si después de leer este versículo todavía no se siente seguro de haber recibido a Cristo, vea
la oración en la página 56. Expresar esta oración con fe y comprensión lo capacitará para aclarar esta cuestión en su corazón.

EL AMOR DE DIOS
Dios demuestra la profundidad de su amor por nosotros en que desea que lleguemos a ser sus hijos. Todo ser humano fue creado por Dios, y cada uno de
nosotros recibe la misma invitación celestial a ser más que simplemente algo que él creó. Dios quiere que seamos sus hijos, integrantes de su familia.

Para explicar esta invitación, la Biblia recalca dos palabras importantes que indican acción: Creer y recibir. Supongamos que usted tiene un vaso de agua. Usted
tiene calor, sed y está medio deshidratado. Cree que el agua es fresca y buena, pero no puede saciar su sed hasta beberla, hasta que su cuerpo sediento la
reciba. ¡Creer sin recibir no basta! Pero creer es el primer paso.

Dios determinó que nuestro cuerpo físico necesitara agua, y creó el agua para que supla esta necesidad física. El principio que rige la vida espiritual es
exactamente el mismo. Necesitamos conocer a Dios, y Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo para suplir esta necesidad espiritual. Cuando recibimos a Cristo
en nuestro corazón, logramos conocer al Padre Celestial. Por medio de esta relación singular, nos brinda todo el amor, perdón y dirección que necesitamos.
Sacia nuestra sed de sentir su presencia, y su manantial nunca se seca.

Otro paralelo entre la realidad física y la realidad espiritual es el que nos brinda la construcción de un edificio. Nunca se construye una superestructura sin primero
colocar el fundamento. Esto se aplica universalmente. En 1 Corintios 3:11, Pablo dice: porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto,
que es Jesucristo. Usted debe creer que el poder del Señor es suficiente para que obre un cambio en usted, lo reciba por fe y le permita establecer ese
fundamento espiritual en su vida.

EL COMIENZO DE UNA VIDA NUEVA


Hace años, en Anchorage, Alaska, enseñé estos versículos en una conferencia sobre desarrollo espiritual. Una joven que había asistido a todas las sesiones
parecía triste, apagada. No se reía cuando los demás reían, ni participaba en las actividades. Al final de la semana, al estar enseñando yo sobre la salvación,
empezó a llorar. Al rato, pasó lentamente al frente. Le pregunté si entendía lo que yo había estado diciendo. Expresó que no había comprendido nada las
primeras cuatro noches pero que, cuando expliqué lo de creer y recibir en Juan 1:12, vio su condición espiritual.

Página 40

Le expliqué que hay dos pasos hacia la salvación. El primero es aceptar intelectualmente. El segundo es la disposición de recibir a Cristo por fe. Agregué: “El es
un caballero y no entra forzadamente en la vida. Llama a la puerta y quiere entrar, pero uno tiene que extenderle la invitación a hacerlo”. Ella hasta entonces
nunca había comprendido esto.

Me contó que vivía en un departamento a tres cuadras de la iglesia, pero que nunca había asistido a los cultos. Había estado viviendo en adulterio por mucho
tiempo. La semana anterior, el hombre le había dejado una nota diciendo sencillamente: “Me voy, nunca volverás a verme”. Ahora, con sus 23 años, tenía un
bebé pero no un matrimonio, un pasado pero no un futuro, un presente pero nada de felicidad. Había leído la nota y se había tirado en la cama. Oró: “Oh, Dios,
hace años que no hablo contigo, pero si estás aquí, si realmente existes, por favor contéstame. He arruinado terriblemente mi vida y necesito tu ayuda. Necesito
que me perdones. Quiero que mi vida sea diferente”.
Esta joven no había concurrido a la iglesia más de tres veces en toda su vida. No tenía ninguna relación con Dios, pero ahora lo estaba buscando sinceramente.
En la quietud de su corazón, Dios le indicó que saliera de su departamento y entrara al primer edificio de una iglesia que viera. Por la providencia de Dios, allí era
donde yo estaba dirigiendo una conferencia sobre desarrollo espiritual.

Cuando entró, vio libros y una mesa donde inscribirse. Pagó la cuota de la conferencia, pensando que eso era lo que costaba ir a la iglesia. Debido a que diez
iglesias participaban en la reunión, todos pensaban que ella era miembro de otra congregación y nadie sospechaba cuál era su necesidad espiritual. Pero ella
siguió viniendo, sentándose sola todas las noches.

Una noche expliqué el plan de salvación de principio a fin, recalcando cómo fuimos creados por Dios pero que el pecado nos había separado de él. Expliqué las
maravillosas nuevas: Que por medio de creer en Cristo y de recibirlo, uno podía llegar a ser hijo de Dios. El Espíritu Santo le abrió los ojos y, por primera vez en
su vida, vio la importancia de recibir a Cristo.

Su nueva vida empezó con una oración como esta: Señor, creo EL AMOR DE DIOS 41 en ti y quiero que seas mi Salvador. Te ruego que vengas a mi corazón y
te hagas cargo de mi vida. He pecado y necesito tu amor y tu perdón. Su inmenso gozo fue evidente cuando dio gracias porque su oración había sido contestada.
Por medio del Señor Jesucristo, había nacido en el reino de Dios y había pasado a ser una de sus hijas.

Página 41

En la actualidad, son muchos los que no entienden que creer intelectualmente en Dios no basta. Se sorprenden al enterarse de que la Biblia dice que aun los
demonios creen en Dios, pero que esto no los lleva al cielo. Para ser salvo uno tiene que entregarse personalmente a él. Por eso es importante la acción de
recibir a Cristo.

CÓMO VIVIR SEGURO


Después de colocar el fundamento espiritual de creer y recibir, ¿qué viene luego? En 1 Juan 5:13, la Biblia dice: Les escribo estas cosas a ustedes que creen en
el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. La palabra sepáis es la que se destaca en este versículo. Porque somos sus hijos, Dios quiere
que tengamos la seguridad de su amor, fidelidad y capacidad suprema y de que estará con nosotros en esta vida y en la venidera. Porque nos ama, optó por que
sepamos más bien que adivinemos o meramente supongamos que somos salvos. Dios no tiene la intención de que esperemos toda la vida para enterarnos de
que si vamos o no al cielo. Primera de Juan fue escrita para que los hijos de Dios puedan tener la seguridad de que sí irán.
En Romanos 8:16, el apóstol Pablo dice: El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Es Dios mismo quien nos recuerda que somos
sus hijos. Con el correr del tiempo, nuestra seguridad y nuestra comprensión de esa realidad aumenta. Aunque es bueno recordar exactamente la hora o el día
cuando uno aceptó a Jesucristo, no es imprescindible. Pero sí lo es saber que hubo ese momento. La esposa de Billy Graham, Ruth, criada en el campo
misionero en China, aceptó a Cristo siendo pequeña. En cierta ocasión cuando le preguntaron sobre su conversión contestó: “No estoy segura cuándo salió el
sol, ¡pero estoy segura de que está brillando!”. Esta seguridad es el patrimonio de toda persona que recibe a Cristo.

Recuerdo bien mi propia conversión. Tenía apenas diez años y me encontraba solo en mi habitación. Aunque recuerdo vívidamente que hice mi decisión, no
recuerdo la fecha. Nunca olvidaré el gozo que llenó mi corazón cuando desperté a mis padres y les dije: “Mamá, papá, he aceptado a Cristo como mi Salvador”.
¡Sabía lo que había pasado! Aunque había dicho solo la palabra “Sí”, Dios sabía todo lo que esta expresaba. En los últimos años, he pensado con frecuencia en
la sencilla oración del ladrón arrepentido en la cruz quien oró: Luego dijo:“Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). No fue una petición
con muchas palabras, pero fue suficiente para cambiar su destino eterno, porque Dios sabía que era de corazón.

Página 42

Dios conoce nuestros corazones. Lo que expresa nuestro corazón es más importante para él que las palabras que usamos. La oración sincera del niño aun más
pequeño es tan agradable y aceptable para Dios como la petición del adulto más maduro. Si tiene usted la paz interior que resulta de la seguridad de que ya ha
invitado sinceramente a Cristo a ser su Salvador, leer las páginas que siguen profundizará significativamente la calidad de su relación con él.

Pero si su vida todavía no tiene un fundamento espiritual, y le falta la seguridad de haber recibido a Cristo, no tiene nada que temer. Dios ha prometido cumplir
los anhelos de su corazón (Salmo 37:4, 5). Aunque haya creído en Cristo con su mente, ahora usted entiende que tiene que recibirlo personalmente como su
Salvador. Él está preparado para darle esto que usted le pide.

Millones a través de los siglos han elevado oraciones de sincero arrepentimiento basadas en la famosa parábola del hijo pródigo que relató Jesús (Lucas 15:11-
32). Aquí va una oración que incluye lo que el Señor enseñó en esa parábola. Se llama “Oración para pedir salvación”. Si usted todavía necesita sentirse seguro
de su propia relación con Cristo, exprese esta oración con fe.

Las palabras de la oración no son en sí mágicas, porque recibir a Cristo es un acto de la voluntad. Su oración simplemente refleja la decisión interior que está
tomando. ¿Ha confiado completamente en Cristo para ser perdonado y para ser guiado por él? Si no lo ha hecho, este instante y su entrega sincera determinará
cómo y dónde pasará la eternidad.
Si usted ha estado suponiendo que es salvo, pero quiere estar seguro de serlo, Dios quiere que tenga esa seguridad. ¿Por qué no EL AMOR DE DIOS 43 hace
una pausa en este mismo momento y habla silenciosamente con él? Reflexione sobre cada pensamiento en esta oración y expréselo a Dios a su manera.

Página 43

ORACIÓN PARA PEDIR SALVACIÓN


“Señor Jesús, soy pecador. Pero me arrepiento de mis pecados. Quiero dejar de pecar. Estoy dispuesto a empezar una vida nueva con tu ayuda. Señor Jesús, te
ruego que vengas a mi corazón y a mi vida en este mismo instante. Desde este momento en adelante mi vida te pertenece a ti únicamente. Te amaré, te serviré,
hablaré de ti a los demás y confío en que vivirás tu vida a través de mí. Gracias, Señor, por darme salvación eterna y por perdonarme hoy mis pecados”.

¿Qué acaba de hacer? ¡Acaba de recibir al Señor Jesucristo como su Salvador personal! Por esto, hay gran regocijo en el cielo. Quizá esté pensando: “¡Qué
maravilla! Pero ahora, ¿qué hago?”. Para su salvación, usted ha dado el paso imprescindible de recibir a Cristo por fe. Ahora le toca aprender a cómo andar con
él.

Página 44
5

CAPÍTULO 2
CÓMO APRENDER A CAMINAR

Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él (Colosenses 2:6).

Aprender a andar en Cristo, a caminar con él es su próximo paso en su desarrollo cristiano. En este paso, descubrirá el gozo de contar a los demás acerca de su
decisión de seguir a Cristo. El Señor dijo: A cualquiera que me reconozca delante de los demás, yo también lo reconoceré delante de mi Padre que está en el
cielo (Mateo 10:32). ¿Qué significa eso? Sencillamente esto: Cuando uno ama a alguien, resulta natural hablar de esa persona. Uno quiere que los demás sepan
de la gran amistad que comparten. El Señor no quiere discípulos secretos y, por amarle, querrá usted ser bautizado, unirse a una iglesia y empezar a testificar
donde trabaja o estudia. Hará todo esto como algo natural a medida que se va desarro-llando en su andar con Cristo.

Antes de aprender a cómo caminar, uno tiene que aprender a gatear; caminar y madurar son parte de este proceso. No sucede 45 CAPÍTULO 2 CÓMO
APRENDER A CAMINAR que, de pronto, en un momento dado uno madura. Sucede lo mis - mo en nuestro peregrinaje espiritual: Primero uno nace (recibe a
Cristo). Después gatea, camina y, por último, corre. Esto involucra años maravillosos de ir desarrollando una comunión con Dios. El apóstol Pablo se refiere a la
madurez cristiana como correr una carrera hasta el final (1 Corintios 9:24; 2 Timoteo 4:7).

Caminar requiere energía, y así como el alimento nos hace más fuertes físicamente, necesitamos alimentarnos espiritualmente. En 1 Pedro 2:2, el apóstol
dice: deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación... Al nacer, lo primero que uno
necesita es alimento. El infante necesita leche. Uno no tiene que enseñarle a que la quiera; quererla es algo natural. Hay entusiasmo y una hermosa satisfacción
cuando esa necesidad es suplida. En la vida espiritual, el anhelo por conocer la Palabra de Dios corresponde al apetito natural del infante. Por esta razón, con
frecuencia se escucha decir que la Palabra de Dios es alimento espiritual.

¿Cómo se alimentará usted al ir aprendiendo a andar con Cristo? Dios nos ha dado cinco sentidos. Uno de ellos es la habilidad de oír. La Biblia dice: Así que la fe
viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17). Cada vez que usted asiste a un estudio bíblico o un
culto, tiene la oportunidad de oír la Palabra de Dios. Cada vez que escucha, recibe nuevas verdades espirituales. Esta es la forma como Dios aumenta nuestra fe.
Jesús dijo: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). La Biblia misma es nuestra fuente de
alimento espiritual.

Escuchar nos brinda una de las mejores maneras de crecer espiritualmente; pero existe un obstáculo inesperado que todos tenemos que superar. La ciencia ha
comprobado que olvidamos después de 72 horas aproximadamente el 90 al 95 por ciento de lo que oímos. Si escuchara usted a su predicador favorito o aun
escuchara al apóstol Pablo, todavía en tres días olvidaría el 90 por ciento de lo que dijeron. Lo cierto es que la mayoría no puede recordar mucho del sermón del
domingo pasado. Y no se debe a la falta de dedicación. ¡Nuestro problema es que no retenemos lo escuchado! A menos que lo que oigamos supla una necesidad
muy específica en nuestra vida, sencillamente no lo recordaremos.

Por lo antes dicho, tomar apuntes es algo importante. Compensa nuestra tendencia humana propensa al olvido; es un aliento para los que predican y enseñan la
Biblia y nos ayuda a meditar sobre lo que escuchamos de manera que podemos aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida.

Descubrí el valor de tomar apuntes después de varios años frustrantes. De jovencito, nueve veces dediqué públicamente mi vida al Señor.

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Me parece que los hermanos en nuestra iglesia han de haber pensado que yo tenía muchos problemas. En realidad, lo que quería manifestar es que anhelaba
profundizar mi compromiso con Cristo. No se trataba de que me hubiera vuelto menos dedicado. Era que sencillamente no sabía cómo retener las bendiciones
que iba recibiendo. Quizá haya tenido usted una experiencia similar. Desafortunadamente, no había ninguna frase en la tarjeta de compromiso que expresara:
“Quiero ser una persona a quien Dios pueda usar, y necesito que alguien me lo enseñe”.

Aprender a escuchar es fundamental para lograr su desarrollo espiritual, y tomar apuntes le ayudará en este sentido. La mayoría de los maestros tienen la
tendencia de hablar más pausadamente, aclarar mejor sus puntos y aun repetirlos cuando ven que alguien está tomando apuntes.
DONDE TOMAR APUNTES DE SERMONES
Es apropiado tomar apuntes sobre la Palabra de Dios en cada oportunidad que se presente. No obstante, aun esta pequeña disciplina requiere algo de
planificación. Tomar apuntes en papelitos sueltos, espacios en blanco en el boletín de la iglesia y en los sobres para la ofrenda no darán como resultado el tipo de
desarrollo que anhela. Por esta razón, ponemos a su disposición el Diario espiritual con su útil sección para tomar apuntes.

Utilizar este Diario le evitará una experiencia como la de un ranchero texano, buen amigo mío, que asistía a una conferencia bíblica en Houston. Un excelente
exponente británico de la Biblia, nos exhortaba usando las Escrituras. Cuando caminaba con mi amigo al salir, le pregunté: “¿De qué manera le está hablando
Dios a través de esta conferencia?”. Mi amigo, de más de setenta años de edad, con su sombrero tejano, sus botas y traje de vaquero, me respondió: “Hijo, mi
copa está llena y rebosando”.

Fue su manera de expresar cuán bendecido se sentía. Unas seis semanas después me lo encontré en otra ciudad. Cuando le pregunté: “¿Cómo anda su copa?”,
me respondió pensativamente: “¡Está agujereada!”. Es posible que usted haya tenido una experiencia parecida. Fue a una conferencia, a un culto de su iglesia, a
una campaña evangelística y se sintió muy bendecido. Pero a las pocas semanas se volvió a sentir vacío. Recuerde, su problema no es necesariamente por falta
de dedicación, sino sencillamente por falta de retención.

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¿POR QUÉ TOMAR APUNTES DE SERMONES?


Algunos creyentes repiten muchas veces su primer año de vida cristiana. En lugar de crecer, parecen estar en una rutina, aprendiendo y olvidando las mismas
lecciones año tras año. El objetivo del desarrollo espiritual no es repetir muchas veces el primer año de vida cristiana, ¡sino vivir años progresivos de la vida
cristiana!

Según un sondeo entre pastores, el pastor promedio dedica veinte horas por semana a la preparación de sus sermones. Ha de ser desalentador para él caer en
la cuenta de que domingo tras domingo, el creyente promedio retiene apenas tres minutos de su sermón de treinta minutos. Si quiere alentar a su pastor, hágale
saber que usted lo escucha en serio. Al saludarlo después del culto, en lugar de decir: “Todo estuvo muy lindo”, mencione específicamente un versículo, una
nueva verdad que captó, o una ilustración que le fue de ayuda. Cuéntele cómo Dios utilizó su sermón a fin de impactarlo para bien. Así, él sabrá que usted
escuchó lo que el Espíritu Santo expresaba por medio del mensaje.
La aplicación en la práctica es la mejor amiga de la retención. Cuando sus acciones y actitudes han sido afectadas para bien, aumentará también lo que
recuerde. La ciencia ha demostrado que uno puede recordar hasta el 90 por ciento de lo que escucha y lee solamente si lo aplica en la práctica. Por lo tanto, su
objetivo espiritual ha de enfocarse en Santiago 1:22 que dice: No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la
práctica. Para usted, el primer paso práctico hacia la victoria es sencillamente hacerse de la costumbre de tomar buenos apuntes.

El objetivo de tomar apuntes no es de bosquejar el sermón o la lección de estudio bíblico. Lo que importa es escribir lo que el Espíritu Santo le está enseñando
personalmente al escuchar la Palabra de Dios. Escriba cosas que le lleven a un cambio significativo en su vida, ideas que puede realmente poner en práctica. La
vida misma constituye la prueba de que uno escuchó bien y supo aplicar bien lo que captó. Cuando se retira del templo o del estudio bíblico, debe hacerlo mejor
preparado para poder vivir positiva y eficazmente.

REVERENCIA POR LAS ESCRITURAS


El desarrollo espiritual ocurre cuando meditamos en lo que Dios dice y luego lo aplicamos a nuestro diario vivir. Por ello, tenemos que cultivar una actitud como la
del pueblo de Dios en la época de Esdras. ¡Ansiaban recibir una Palabra de parte de Dios! Nehemías 8:2-6 dice: …Esdras llevó la ley ante la asamblea, que
estaba compuesta de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender la lectura, y la leyó en presencia de ellos en la plaza …abrió el libro y todo el
pueblo se puso de pie. Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran Dios. Y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: “¡Amén y amén!”.

¿Por qué se pusieron de pie? ¿No hubieran estado más cómodos sentados? Sí. Pero se pusieron de pie en señal de respeto por la Palabra de Dios. ¿Se imagina
una congregación así? ¿Puede creer que eligieron permanecer de pie todo ese tiempo?

En la actualidad, es difícil conseguir que la gente asista para escuchar, aun contando con todas las comodidades. Pero para la congregación de Esdras, las
incomodidades no tenían importancia.

El hecho de que todo el pueblo se pusiera de pie cuando Esdras se dispuso a leer la Palabra de Dios cobró un significado especial para mí hace unos años
cuando, estando en una reunión en África, la congregación se ponía de pie cada vez que se leía la Biblia. El respeto demostrado por esa congregación hacia las
Escrituras me convenció de que somos demasiados los que no valoramos la Palabra de Dios como algo sagrado.

En los últimos años, algunos países han tenido la bendición de contar con muchas traducciones actualizadas de la Biblia que incluyen una amplia variedad de
referencias, concordancias y otros datos útiles. Al contar con todas estas bendiciones modernas, debe usted tener cuidado de valorar debidamente su Biblia. El
privilegio de leer sus páginas sagradas está todavía fuera del alcance de un alto porcentaje de la población mundial. Solo a la luz de su verdad abrumadora
podemos empezar a apreciar lo que significa tenerla a nuestra disposición.

La escasez de Biblias en muchos países me impactó por primera vez hace unos años al estar capacitando a consejeros para una campaña evangelística en un
país de África Occidental. Aunque ha habido una presencia cristiana en el área durante décadas, la población era mayormente animista (aquellos que se aferran
a las antiguas creencias paganas de múltiples dioses y espíritus, por lo general manifestándose en elementos de la naturaleza). Desconociendo muchos de los
problemas particulares de dicho país, escribí de antemano para organizar la cruzada como siempre lo hacía. El estudio bíblico que por norma requeríamos, obligó
a los que se capacitaban como consejeros a caminar muchos kilómetros, a veces descalzos, para reunirse con un hermano que poseyera ese tesoro: Una Biblia.
Después de unos meses, al arribar para predicar, me conmovió profundamente comprobar lo insensible que habíamos sido por haber dado por sentado que cada
creyente poseía una Biblia.

En la época de Esdras, el problema era aún peor. El pueblo tenía que reunirse para oír y escuchar la Palabra de Dios leída de los rollos escritos a mano que
habían sido meticulosamente copiados.

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LLEVE SU BIBLIA
Poseer una Biblia es un privilegio, y llevarla consigo es, en sí, un testimonio. Spurgeon, el famoso predicador británico, solía decir: “¡Lleve su Biblia a todas partes
porque predicará mil sermones por día!”, cuán cierta es esta afirmación. Cuando alguien vea su Biblia, pensará automáticamente en su mensaje, y el Espíritu
Santo le dará convicción, consuelo o esperanza.

Aprendí esa valiosa lección siendo aún estudiante. Un día, en clase, se me cayó la Biblia de encima de la pila de libros, yendo a dar al suelo. La profesora,
agnóstica, interrumpió la clase diciendo: “Billie, se te cayó la Biblia al suelo”. Aunque ella nunca había aceptado a Cristo como su Salvador, su profundo respeto
por lo 50 LECTURAS DE INSPIRACIÓN que representaba, la movió a honrar espontáneamente la Palabra de verdad. Este sencillo episodio me brindó la
oportunidad de conversar con ella privadamente. Le expliqué que si la Biblia ya significaba algo para ella, su mensaje inspirado la afectaría aún más cuando
llegara a conocer a su Autor. Aunque era mucho mayor que yo y era también mi profesora, fue evidente, por su mirada, que recibió mi sugerencia con sincero
aprecio.
UNA ACTITUD PIADOSA
Su gozo al leer la Biblia y oír la exposición y enseñanza de su mensaje aumentará si aprende un importante secreto.

Tengo un amigo que fue invitado a predicar en una iglesia famosa por sus cultos largos. Después de una hora de canto congregacional y testimonios, hubo un
hermoso solo de piano. Una señora, en uno de los bancos traseros, se puso de pie y dijo: “Sí, Señor, sí”. Pasaron unos minutos, y otra persona se puso de pie y
dijo lo mismo. Al rato, la mayoría de la congregación se había puesto de pie y dicho: “Sí, Señor, sí”.

Mi amigo estaba perplejo porque no había oído ninguna pregunta. Finalmente, el pastor de la iglesia dirigió su vista al cielo y dijo: “Señor, te hemos dado nuestra
respuesta por adelantado. Ahora, háblanos por medio de tu mensajero y dinos lo que tú quieres que hagamos”. El secreto del gozo y la adoración es escuchar
con un corazón preparado.

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¿Ha asistido alguna vez a un culto donde lo menos que deseaba hacer era adorar al Señor? Tenemos que cuidar nuestra actitud mental y adorar con un espíritu
lleno de esperanza. Esto exige planificar de antemano porque, invariablemente, todo el mundo parece reclamar nuestra atención justo antes del culto. Qué
impacto hará en su vida el hecho de llegar al culto diciendo: “Sí, Señor, sí”. Cuando esa es la actitud de su corazón, ¡Dios empezará a utilizarlo de maneras
maravillosas!

Somos demasiados los que escuchamos la Palabra de Dios como si estuviéramos escogiendo platos de un variado menú. Queremos seleccionar de la Biblia un
poco de esto y de aquello, y no nos acercamos con una voluntad predispuesta a recibir lo que sea que Dios. Con demasiada frecuencia que nuestra actitud es
más bien la de: “Señor, quiero oír lo que tienes que decirme, siempre y cuando coincida con lo que yo pienso hacer”. Como resultado, le pedimos que bendiga lo
que queremos que sea bendecido. Tratamos de ignorar lo que no queremos oír. Adorar con madurez es ponernos bajo la autoridad de Jesucristo diciendo: “Sí,
Señor, sí. Estoy a tu disposición, estoy dispuesto, estoy ansioso por hacer lo que quieres que haga”

Habiendo creído en Cristo y habiéndolo aceptado como su Salvador, dará evidencias de su amor por él escuchando su Palabra y obedeciendo su
voluntad.Porque vino para darle a usted una vida abundante, siempre lo guiará hacia las más elevadas realizaciones. Contamos con la promesa infalible: El
Señor dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti” (Salmo 32:8).
Al usar la sección de tomar apuntes de su Diario espiritual, ¿se compromete usted con el Señor a fin de profundizar su fe por medio de tomar apuntes sobre lo
que oye de la Biblia? ______ Sí ______ No

Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo (Romanos 10:17).

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CAPÍTULO TRES
EL EJEMPLO PERFECTO

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:35).

La vida perfecta del Señor es un ejemplo digno de ser seguido por todos. El mundo ha tenido muchos maestros, pero solo un Cristo: Sus acciones eran tan
inspiradas como las palabras que decía.

EL EJEMPLO DE JESÚS
Comenzaba su día con el Padre, no solo porque quería sino porque, siendo también humano, necesitaba hacerlo. Cada vez que se apartaba para dedicarse a la
oración y comunión personal con el Padre, satisfacía sus necesidades humanas. Además, estaba mostrando a sus discípulos cómo vivir victoriosamente. Aquella
mañana en particular se levantó temprano (Marcos 1:35) y eligió estar totalmente solo. El día anterior había predicado en Capernaúm, liberado a un hombre
poseído por los demonios, curado a la suegra de Pedro y predicado nuevamente a una gran multitud donde gran cantidad de enfermos espiritual, física y
emocionalmente habían sido sanados (Marcos 1:21-34). Decir que había tenido un día ocupado es decir poco.

Todos querían estar con él: Los enfermos y trastornados, sus nuevos seguidores, sus discípulos en etapa de capacitación y los curiosos. Todos lo presionaban.
Para poder pasar un momento a solas con el Padre, Jesús literalmente tuvo que levantarse cuando todavía reinaba la oscuridad y escapar mientras los demás
dormían.

Esta práctica devocional era imprescindible durante la vida terrenal del Señor porque vivía dependiendo de la fuerza espiritual que le daba su Padre. Les
recordaba cuidadosamente a sus discípulos que ninguna obra que hacía era de sí mismo, y que ninguna palabra que decía era la suya propia. Le daba al Padre
el mérito de todo lo que lograba en su ministerio (Juan 14:10). Vivía literalmente cada momento dependiendo de su Padre. Resulta irónico que nuestro Salvador,
que habló solo de dependencia, era considerado por los líderes judíos de su época como el hombre más independiente que jamás habían conocido (Marcos
1:27).

A veces, en sus momentos de oración a solas, el Señor era interrumpido. Tal fue el caso esa mañana en particular: Simón y sus compañeros salieron a buscarlo.
Por fin lo encontraron y le dijeron: “Todo el mundo te busca ” (Marcos 1:36, 37). Podemos aprender varias importantes lecciones de esta experiencia, pero
primero concentrémonos en la persona de Cristo. ¿Qué pasó, en realidad, cuando fue interrumpido? Visualice al Señor conversando con su Padre. Considere el
hecho de que estaba inconmensurablemente lleno del Espíritu Santo (Juan 3:34). Deje que el significado exaltado de este versículo sature su mente: Toda la
plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo (Colosenses 2:9). Todo lo que Dios es, se hallaba presente en la vida de Cristo. Dado que la oración es
una conversación, se podría decir, sin temor a equivocarse, que Pedro y los demás apóstoles, sin saberlo, interrumpieron un momento santo de comunión entre
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Sin lugar a duda, se trataba de un momento sumamente sagrado.

Cuando el Señor fue interrumpido en su momento de oración, mostró lo que debe ser nuestra reacción. No reprendió a los que se entremetieron en su momento
con su Padre. No dejó que la interrupción afectara su espíritu ni que arruinara su jornada.

Su manera de vivir siguió siendo consecuente pero flexible, sin importarle las circunstancias externas. Pero, ¿qué tiene que ver esto con nosotros en la
actualidad?

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DEVOCIONES PRÁCTICAS
En la época de Jesús y de los primeros cristianos no había electricidad, así que la gente si iba a dormir temprano y se levantaba temprano. Si querían hacer algo
de noche, tenían que encender una fogata o usar una pequeña lámpara de aceite. Aunque Jesús se levantó temprano, es muy probable que fue después de
haber dormido bien toda la noche. La enseñanza de este pasaje no es levantarse antes del amanecer, sino empezar nuestro día con Dios, sea cuando fuere que
normalmente lo comenzamos. Este principio se aplica a los que trabajan en distintos turnos, a los que trabajan de noche y a personas de cualquier profesión.

La Biblia no establece una hora específica para nuestro Momento devocional diario. No tiene que ser como C. T. Studd, famoso deportista británico, que leía su
Biblia temprano en la mañana a la luz de una vela.Nunca olvidaré lo culpable que me sentí cierta vez después de haber escuchado un maravilloso sermón sobre
el Momento devocional. Después de aquel culto, creía que la única manera de ser espiritual era ¡levantarme a las 4 de la mañana y leer la Biblia a la luz de una
vela! La clave del desarrollo espiritual no es lo temprano, sino con cuánta expectativa y constancia uno se reúne con el Padre.

La ciencia médica ha descubierto que todos tenemos un reloj biológico. El cuerpo de cada uno requiere distinta cantidad de sueño, a fin de funcionar a su máximo
nivel. Tengo un buen amigo en África que solo necesita cuatro o cinco horas de sueño por noche, pero la mayoría necesitamos unas siete u ocho.

Alejandro Magno tenía un reloj biológico insólito. Se dice que, cuando le era necesario, podía dormir 72 horas y trabajar 72 horas. Esta fue una de las razones por
las que ganaba sus batallas. ¡Dejaba exhausto a un ejército tras otro! Nadie podía concentrarse en una batalla por tanto tiempo. Aprendió a usar sus puntos
fuertes y sus limitaciones y, al morir a los 32 años, ya había logrado muchísimo. Es importante saber cuánto sueño requiere usted a fin de poder planear de
antemano para estar bien despierto para su Momento devocional. Como creyente, tarde o temprano, no importa lo consagrado que sea, tendrá que enfrentar la
realidad de la fatiga. El Señor la enfrentó. Una tarde se quedó dormido en una barca (Mateo 8:23-27) y mostró a sus discípulos que, cuando uno está exhausto, lo
más espiritual es ¡descansar!

Al relacionar este principio con su propio Momento devocional, recuerde que tratar de mantener abiertos los ojos para leer la Biblia es como tratar de conversar
con alguien cuando uno está medio dormido. EL EJEMPLO PERFECTO 55 Por lo general, si alguien que realmente le ama nota que usted está exhausto, le
instará a que se vaya a descansar. La Biblia revela claramente la actitud de Dios en este sentido cuando dice: Dios concede el sueño a sus amados (Salmo
127:2b).

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EMPIECE YA
Le insto a sumarse a los millones de personas cuyas vidas han sido cambiadas por empezar cada día con un Momento devocional. Dedicar entre diez a quince
minutos cada mañana cambiará radicalmente su día. ¿Por qué no hacer una pausa en este mismo instante para dedicar estos “minutos especiales” a Dios?
Entréguele el comienzo de cada uno de sus días en el futuro. Pídale que le recuerde continuamente el importante compromiso que está asumiendo. Al orar,
agradézcale el gran privilegio que es poder pasar un momento a solas en su presencia.

Todo desarrollo espiritual tiene su base en las decisiones. La decisión que está tomando de empezar a tener un Momento devocional diario es una de las cosas
de la cual nunca se arrepentirá. Por medio de este tiempo desarrollará su comunión con Dios y su habilidad de ministrar a su prójimo.
Cada logro empieza con un primer paso, ¡y el Momento devocional empieza con el simple hecho de despertarse en la mañana y levantarse de la cama! Esto me
hace acordar el cuento del hombre que siempre se quedaba en cama para leer la Biblia. Un día confesó que se le había “presentado algo” y no había podido
tener su Momento devocional. Su ángel de la guardia escuchó lo que dijo y comentó cándidamente: “¡Ya lo creo que se le presentó algo! ¡Era algo grande y
blanco, y era exactamente igual que una sábana!”.

Lo contrario a la fatiga es dormir demasiado. Algunos son adictos a gastar dinero. Gastan el dinero de Dios en esto, aquello y lo de más allá hasta que no les
queda nada para dar. Otros son adictos al trabajo. Trabajan, trabajan, trabajan, hasta que no les queda tiempo para acercarse a Dios porque han sustituido la
adoración por la actividad.

Y después están los adictos a dormir. Si usted es adicto a dormir, le sugiero que memorice Proverbios 6:9 que dice: Perezoso, ¿cuánto tiempo más seguirás
acostado? ¿Cuándo despertarás de tu sueño? Cuando lo memorice, el Espíritu Santo lo usará muchas veces para despertarlo cuando está dando vueltas en la
cama en la mañana. Puedo asegurarle que es así porque él ha usado este versículo conmigo en más de una ocasión.

“Me quedé dormido” es quizá la excusa más común para no tener un Momento devocional. A través de los años, al enseñar sobre este tema, aproximadamente
un 15 por ciento de los participantes ha manifestado que se siente desganado por la mañana, 15 por ciento ha dicho que se levanta bien despierto y con ganas
de empezar el día. Otro 70 por ciento expresa que se levanta bastante bien, pero que les resulta difícil despabilarse. El Momento devocional es para estar
alegres, así que aquí van varias sugerencias prácticas con respecto a este asunto de despertarse y estar despabilado. Aunque algunas de estas sugerencias son
más serias que otras, todas pueden ser de ayuda.

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Analice qué lo despierta a usted por la mañana. A mi esposa, la despierta el café. Con frecuencia lo toma antes o durante su Momento devocional. A los
hombres, les recomiendo una de esas colonias para después de afeitarse. No que la tomen sino que se la echen en la cara, el cuello, los codos y las rodillas para
sentirse con ganas hasta de correr. ¡Es tremendo! Para obtener el mismo efecto, las damas pueden usar una loción astringente.

También el ejercicio físico da resultado. Hace poco, en Corea, un misionero entrado en años, me mostró su método a toda prueba. Sacude las manos
vigorosamente mientras “corre” mil pasos sin moverse del mismo lugar. Después, ¡se baña en agua helada! En climas favorables, una ligera caminata antes de
leer la Biblia logrará el mismo objetivo. La Biblia dice: Ejercítate en la piedad (1 Timoteo 4:7c), así que sea cual fuere el método que usted use, decídase de
antemano y luego cumpla lo que decidió.
Para quienes sienten una aversión particular por las devociones en el invierno, les presento este método singular para despertarse. Si duerme en el lado derecho
de la cama, saque primero la pierna derecha de debajo de las cobijas. Si no se levanta inmediatamente, sencillamente deje que la pierna cuelgue del costado de
la cama hasta que se sienta incómodo. Pronto moverá su pierna izquierda para acompañarla. Antes de tener tiempo de pensarlo mucho, ¡estará lavándose la
cara y preparándose para el día!

Recuerde lo siguiente: Aunque la Biblia diga Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios (Salmo 46:10a), en este caso, no se quede quieto. El objetivo es
levantarse de la cama para leer y orar. Si no lo hace, su Momento devocional quieto, ¡será demasiado quieto!

DEVOCIONES VESPERTINAS
Hay varios peligros en esperar hasta la noche para su Momento devocional. No digo que Dios no lo bendecirá, pero con frecuencia no es más que darle las
“sobras” de su día. Usted ya está cansado. EL EJEMPLO PERFECTO 57 Ya le ha dado lo mejor de sí al mundo, a su trabajo y a quienes lo rodean. Pero el que
más se merece, menos recibe. Tome nota de cuatro peligros relacionados con tener su Momento devocional de noche: ¡Ya ha gastado sus energías, la almohada
está blandita, hay poca luz y la letra, de lo que hay que leer, es muy pequeña! Me ha tocado enfrentarme con cada uno de estos peligros y, sin querer, me he
quedado dormido.

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De joven, trataba de tener mi Momento devocional de noche sencillamente porque no sabía que hubiera una hora mejor para tenerlo. Como la mayoría, dormía
hasta el último segundo y después corría para llegar a tiempo a clase. Durante años, mi lectura bíblica y oración eran de noche. Mi abuela me había regalado una
Biblia grande. Una noche la estaba leyendo, la almohada parecía tan blanda y la luz tan tenue que me quedé dormido con la Biblia sobre el pecho. No me moví
en toda la noche. Teniendo la Biblia sobre el pecho, entre dormido y despierto, me decía subconscientemente: “¡Algo anda mal!”. El peso de la Biblia me producía
una sensación rara. Recuerdo que abrí los ojos lentamente y vi las palabras “Santa Biblia” al revés. Me puse sentimental y pensé: “¡Dormí toda la noche con la
Biblia sobre mi pecho!”. Puede estar seguro de una cosa: ¡Esa no es la manera de llegar a ser más espiritual!

Charlie Riggs del equipo de Billy Graham ha dicho: “La Palabra de Dios tiene que introducirse en su mente, hacer un viaje de 45 cm y penetrar su corazón”. Qué
cierto es eso. Tiene que permanecer lo suficientemente alerta, despabilado, como para reflexionar en lo que está leyendo si es que va a afectar su manera de
vivir.
Cuando supe del valor de tener un Momento devocional, acepté un desafío de empezar a dedicar diez minutos cada mañana, durante seis semanas, para estar
con Dios. Fue como comer miel: Cuando uno le toma el gusto, quiere más. Dijo el salmista: ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la
miel a mi boca! (Salmo 119:103). Con el correr del tiempo, he llegado a comprender el testimonio de Jeremías: Tus palabras, …eran mi gozo y la alegría de mi
corazón (Jeremías 15:16).

Puede usted comenzar su día con Dios y terminarlo también con él. Si quiere leer y orar de noche, magnífico, siempre y cuando no sea su único Momento
devocional. ¡Disfrute de su banquete espiritual de mañana y el postre a la noche antes de ir a dormir!

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CAPÍTULO 4
EL SECRETO DE LA VIDA PIADOSA

Ejercítate para la piedad (1 Timoteo 4:7c).

Nadie alcanza la vida piadosa por accidente. Es únicamente cuando uno anhela la pureza personal, decide ser santo y deja que Cristo esté al mando, que puede
vivir en carne propia la vida cristiana victoriosa. El desarrollo espiritual, a diferencia del desarrollo físico, es el resultado de un compromiso personal con el Señor.
Decidimos ejercer una autodisciplina ¡para la piedad! Cuando tomamos decisiones que honran a Cristo, él nos da todo el poder que precisamos para ponerlas en
práctica.

Esta nueva vida es una vida que el mundo secular no puede entender a cabalidad. Pablo describe su singularidad en 2 Corintios 5:17: De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. El testimonio personal de Pablo refleja un cambio total en su escala
de valores. Pero las cosas que para mí eran ganancia, las he considerado como pérdida... Pero, ¿por qué? …en comparación con lo incomparable que es
conocer a Cristo Jesús mi Señor (Filipenses 3:7, 8). El cristiano tiene una nueva y diferente manera de pensar. La Biblia dice: Ya que han resucitado con Cristo...
Concentren su atención en las cosas de arriba no en las de la tierra (Colosenses 3:1a, 2).

Los nuevos pensamientos, las acciones y los profundos sentimientos que aparecen al aceptar a Cristo como Salvador son nutridos por nuestra íntima comunión
con él. Al igual que la mayoría de los nuevos discípulos, el primer versículo que memoricé fue Juan 3:16: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Años después, un amigo me mostró 1 Corintios 1:9 y me explicó su
maravilloso significado. Llegó a ser mi favorito, después de Juan 3:16. Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro
Señor. Fue por medio de estas palabras que descubrí que cada creyente tiene un llamado; sí, el llamado divino de vivir en comunión con Cristo.
DIOS ANHELA NUESTRA COMUNION CON EL
¿Por qué reservar un Momento devocional diario para orar y leer la Biblia? Porque Dios mismo nos llama fielmente a vivir una vida de comunión con su Hijo.
Fallarle en cumplir ese anhelo santo de Dios aunque sea por un día sería una tragedia. En Juan 4:23, Jesús enfatizó su anhelo por contar con esa
comunión: Pero se acerca la hora... en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los
que le adoren. La comunión con el Señor, nuestro llamamiento más noble, ocupa el centro mismo de nuestra adoración y todo lo demás que hacemos como hijos
de Dios. Por medio de ella, somos partícipes de los propósitos más divinos para la vida.

El Momento devocional diario no es un programa planteado por el ser humano, ni es un rito legalista basado en alguna tradición. Es la respuesta externa de
nuestro anhelo innato de realmente conocer a Dios. Lea las palabras del apóstol Pablo después de años de ser creyente. El anhelo de su corazón era profundizar
esa comunión: Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos (Filipenses
3:10a). Pablo quería conocer todos los aspectos involucrados en tener una íntima comunión con su Creador.

El amor es igual. Los casados testifican del hecho que después de conocerse y amarse durante años, todavía siguen aprendiendo a apreciar nuevos aspectos de
la personalidad de su cónyuge. Podríamos decir que amor es igual a T-I-E-M-P-O. Para conocer realmente a una persona, lleva años de comunión con ella bajo
una gran variedad de circunstancias. Esta misma regla se aplica a nuestro andar con Dios.

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LA SEGURIDAD DE SU AMOR
Anhelar a Dios es tan antiguo como lo es la existencia del ser humano, pero pocos lo han expresado con la claridad de Moisés. En su hermosa oración
dice: Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría (Salmo 90:14). Supo captar una verdad fundamental con respecto al amor
de Dios: Es constante, inmutable y seguro.

Moisés había develado, cada mañana, el secreto del gozo y la alegría. Andaba en comunión íntima con el Dios que amaba a pesar de todas las dificultades que
el mundo lanzaba en su dirección. Póngase en su lugar: Tenía 80 años y era responsable por el desplazamiento de 600.000 hombres y sus familias a la tierra de
Canaán (Éxodo 12:37). Detrás de él venía el enemigo ejército egipcio, delante de él tenía el abrasador desierto, y contaba con poca comida y agua.
Humanamente hablando, lo único que tenía eran problemas. Además de todos estos obstáculos, el pueblo casi siempre se mostraba inconforme. Moisés
soportaba el peor tipo de obligaciones en el peor ambiente de trabajo. Fue bajo estas condiciones que aprendió el valor supremo de pasar sus mañanas con
Dios.

¿No le gustaría a usted sentirse interiormente satisfecho al amanecer de cada nuevo día? Piense en las deliciosas comidas que satisfacen su apetito, o en una
bebida que calma su sed. El Momento devocional cotidiano tiene como fin satisfacer su anhelo de Dios. Si tiene usted responsabilidades, si vive en un ambiente
desafiante o necesita que le recuerden que Dios le ama, tiene a su disposición el mismo gozo que inundaba a Moisés.

Si el creyente no puede vivir dando prueba de un gozo abundante, positivo, ¿quién puede? ¡Usted tiene derecho a la felicidad! Ha sido redimido y es ahora un
hijo de Dios. Tiene la libertad de llegar al máximo de su potencialidad. Efesios 2:10 dice: Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Es usted una persona especial que tiene una misión especial. Dios quiere
recordarle cada mañana quién es usted en Cristo.

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NUESTRA NECESIDAD DE CONTAR CON DIRECCION


El versículo 8 del Salmo 143 es uno de los muchos versículos prácticos en la Biblia. Enfoca específicamente el tema de tener un Momento devocional diario.
David dice allí: Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi
alma. Si alguna vez hubo un personaje bíblico que necesitara el Momento devocional cotidiano para recibir dirección, sin duda fue David. Cuando dice: porque a ti
elevo mi alma, significa literalmente: ¡Pongo mi vida en tus manos!

Considere a David, un hombre cuya vida estaba llena de constantes conflictos, un hombre fuerte, valiente y decidido. ¿Por qué oró pidiendo dirección y ayuda?
Porque comprendía la realidad de su propia necesidad. De muchacho, siendo un pastorcillo, David aprendió a confiar en Dios cuando protegía a su rebaño de los
animales peligrosos. De jovencito se enfrentó con Goliat, el soldado gigante, con solo una honda. De joven, se pasó años huyendo del rey Saúl quien antes fuera
su amigo. De adulto vivió con la amenaza constante de los filisteos. De anciano, dos de sus hijos (Absalón y Adonías) trataron de usurparle el trono valiéndose de
la violencia. Aunque vivía en medio de crisis, David fue un hombre ¡según el corazón de Dios! (1 Samuel 13:14), un hombre a quien Dios amaba
entrañablemente. Aun cuando cayó en los peores pecados (2 Samuel 11), volvió al camino recto y recibió el perdón que anhelaba. Oraba todos los días pidiendo
una dirección práctica, porque había probado el fracaso y percibía muy bien su necesidad
Quizá lo más sabio sea aprender de los errores ajenos y no cometerlos uno mismo. De no lograrlo, por lo menos podemos aprender de nuestras malas
decisiones y no volver a repetir el mismo pecado una y otra vez. Alguien ha dicho que todos los creyentes aprendemos, tarde o temprano, a orar: La cuestión es
si oraremos pidiendo dirección o pidiendo perdón. Parafraseando una antigua máxima, digamos que un gramo de dirección vale más que un kilo de perdón.

Al comienzo de mi vida cristiana, aprendí esa lección en la ¡escuela de los golpes! Parecía que cada noche empezaba mis oraciones diciendo lo mismo: ¡Señor,
perdóname por todos mis pecados! Desafortunadamente, mi lista nunca incluía el hecho de no haber buscado su dirección. El pecado de la vanidad es sutil pero
real, y hace que millones vivan una vida cristiana mediocre. Dios quiere que encaremos el día contando con el beneficio de su consejo pero, con demasiada
frecuencia, finalizamos nuestro día innecesariamente fracasados, sencillamente porque no hemos buscado su dirección. La dirección de Dios está a nuestra
disposición tan generosamente como su perdón. Dice el Señor: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por
ti (Salmo 32:8).

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RACHAS DE ARIDEZ
No importa cuánto ame al Señor o la profundidad de su consagración a él, habrá momentos de aridez espiritual en su vida. Por lo general serán meramente el
resultado de la fatiga corporal. En otras ocasiones, pueden ser el resultado del aburrimiento, de conflictos no resueltos, de problemas de salud o de pecados no
confesados. David sufría agudamente del aburrimiento de la etapa de la media vida, y Moisés se desgastó ante la incesante ingratitud del pueblo por el cual
trabajaba. Nadie está exento de rachas de aridez espiritual. Aunque son períodos indeseables, Dios los puede usar para enseñarnos valiosas lecciones. Con
frecuencia, es como resultado de estas ocasiones que podemos ver su fidelidad con más claridad.

¿Cómo evitar esas rachas de aridez? ¡La clave es ser consecuente! El buen deportista no se entrena únicamente cuando le da la gana. Se entrena diariamente,
porque sabe que el ejercicio le conviene y puede determinar si perderá o ganará al enfrentarse con su adversario. Lo mismo se aplica a la agricultura o a
cualquier actividad que valga la pena. La Biblia dice: No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por
vencido (Gálatas 6:9).

Supongamos que usted se compromete espiritualmente a seguir creciendo pero, por alguna razón justificada, no tiene su Momento devocional. El diablo tratará
de convertir esa situación totalmente valedera en el comienzo de una racha de aridez. Probablemente su táctica será decir: “Si realmente eres un creyente
consagrado, tu hubieras levantado esta mañana y hubieras tenido tu Momento devocional. Te comprometiste a pasar un rato con Dios, y esta mañana no lo
hiciste”. Ignorará cuidadosamente el hecho de que usted se quedó levantado tarde la noche anterior haciendo algo importante, espiritualmente acertado. ¡Si está
usted dentro de la voluntad de Dios al quedarse levantado tarde, también puede estar dentro de la voluntad de Dios que duerma tarde! Memorice este
versículo: Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús (Romanos 8:1). Satanás no tiene el derecho de condenarlo a
usted como cristiano, porque no es de él; usted es hijo de Dios.

¿Alguna vez ha disciplinado al hijo de un vecino? Es peligroso hacerlo porque solo sus amigos de gran discernimiento podrían apreciar y apoyarlo en su intento
por ayudarles con la disciplina de sus hijos. Muchos lo resentirían. Por lo general, disciplinamos a nuestros propios hijos porque es nuestra obligación hacerlo. De
la misma manera, dice la Biblia: El Señor disciplina y castiga al que ama (Hebreos 12:6a, paráfrasis). Dios nos disciplina espiritualmente porque somos de él y
nos ama. Satanás no tiene el derecho de corregirle, condenarle ni nada parecido a usted como cristiano; así que cuídese y no se deje desalentar por él al andar
con Cristo.

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El profesor de un seminario compartió cierta vez conmigo un principio que me ha servido a través de los años. Me enseñó que ¡Dios da convicción en lo
específico... y Satanás condena valiéndose de generalidades! Por ejemplo, si se perdió varios Momentos devocionales por razones triviales, es posible que
Satanás le diga: ¡Amigo, no tienes lo que se requiere para ser consagrado. Para decirte la verdad, no creo que puedas triunfar como cristiano. Si realmente
amaras a Dios, actuarías mejor! Satanás tratará de condenarle y hacerle sentir como un fracaso. Puede contar con eso, es más, ¡delo por hecho!

En cambio el Espíritu Santo posiblemente le diga algo así: “Amigo, tú eres mi hijo y te amo, pero te perdiste una gran bendición esta mañana. Yo tenía algo
especial de mi Palabra para compartir contigo. Ten cuidado y no descuides estos momentos juntos, porque no recibirás una bendición si estás ausente”.

Dios siempre le llamará la atención a su omisión, y le convencerá de que debe corregir el problema, pero nunca le condenará por cometer el pecado. Satanás le
condenará como persona porque quiere socavar el concepto que usted tiene de usted mismo. Dios, al contrario, le convencerá que lo que hizo es pecado, pero a
la vez lo aprobará a usted como persona y fortalecerá el concepto que tiene de usted mismo.

No comprender esta diferencia básica ha hecho que muchos confundan las actividades de Dios y las de Satanás. Dios obra preocupándose por hacer lo mejor
para el ser humano, pero Satanás obra usando otras estrategias. El quiere debilitar su testimonio y tentarlo a vivir una vida indisciplinada en lo que a su
compromiso espiritual se refiere. Usa la condenación como herramienta para lograr su propósito. Quiere que usted sea negativo en cuanto a usted mismo, a sus
amigos, a su iglesia, a la Biblia y, de ser posible, aun con respecto a la vida misma. Su objetivo es desalentarlo a fin de que no desee seguir creciendo.
Sea sagaz y recuerde que el enemigo no tiene nada de poder sobre usted a menos que usted se lo otorgue voluntariamente. Por lo tanto, ya no hay ninguna
condenación para los que están unidos a Cristo Jesús (Romanos 8:1). Luchamos contra un enemigo ya derrotado y somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó (Romanos 8:37b). El secreto para lograr una vida piadosa se encuentra en una manera de vivir espiritualmente consecuente. La vida
incomparable que es posible por medio del sufrimiento y la muerte de Cristo ya es potencialmente nuestra, y se hace una realidad en nosotros a medida que la
escogemos cotidianamente. ¿Qué clase de vida desea usted verdaderamente? Esa es la cuestión. Todo lo que se requiere para su felicidad ya le ha sido dado.
¡Tiene ahora la libertad, como hijo de Dios, de vivir una vida de incomparable victoria! Declara lo que la Biblia enseña: Sigo avanzando hacia la meta para ganar
el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús (Filipenses 3:14).

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CAPÍTULO 5
PRINCIPIOS PARA VIVIR VICTORIOSAMENTE

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Romanos 8:37).

PRINCIPIO 1: El desarrollo es lento


Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada (Santiago 1:4).

De recién casados, tuvimos con mi esposa la singular experiencia de ser huéspedes en la casa de Billy Graham un día de Navidad. Grady Wilson, mi padre
espiritual, y Billy Graham, su amigo de toda la vida, decidieron jugar al golf esa tarde. Para que no se dieran cuenta qué mal jugaba yo, me ofrecí a ser el caddie
del doctor Graham. Este, hacía poco había tenido una operación quirúrgica, por lo que aceptó contento mi ofrecimiento. Al ir avanzando en el campo de golf,
aproveché cada oportunidad que se me presentaba para hacerle preguntas. Cuando en uno de sus tiros, la pelota se le fue a un costado del campo, le comenté:
“A veces la vida es así, ¿no?”, a lo que él respondió: “Sí, algunos se desvían para la izquierda y otros para la derecha”. Me describió cómo los que se desvían a
cualquiera de los dos lados limitan su propia capacidad de dejar que Dios los use.

Caminamos y conversamos, y le pregunté si había todavía muchos versículos en la Biblia que le resultaban difíciles. Me comentó que había algunos que por más
de veinticinco años estaba orando pidiendo poder entenderlos. Luego expresó una verdad maravillosa: Que cuando uno realmente necesita entender un pasaje
“Dios lo abre y florece como una hermosa flor. A su tiempo, le revela el significado escondido y la belleza de cada faceta de su Palabra”.
Jesús ilustró esta verdad en su oración modelo (Mateo 6:9-13). Nos enseñó a orar con una actitud paciente. No dijo: “Danos hoy de antemano nuestro pan de la
semana”. Nos mostró que hemos de confiar en él un día a la vez. Espiritualmente hablando, el pan cotidiano es el único medio por el cual Dios asegura nuestro
porvenir. Cuando el Señor se llamó a sí mismo el pan de vida quiso profundizar nuestra comprensión de que nuestro pan cotidiano es tanto espiritual como
material. Dijo: —Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4b).

Para la mayoría, comer es un placer. Como promedio, comemos unas mil comidas por año. Los cambios físicos que se producen por comer son tan lentos que no
se notan de un día para otro. Pero nuestro cuerpo nunca permanece estacionario. Cambia todos los días. ¿Recuerda la impaciencia de su niñez? El año
siguiente parecía una eternidad. Es únicamente al ir madurando que comprendemos que el desarrollo tanto espiritual como físico es lento.

PRINCIPIO 2: Use su sentido común

El sentido común es una virtud que ayuda a asegurar una vida de victoria espiritual. Por ejemplo, imaginémonos que voy caminando en su vecindario y, al
encontrarnos, usted nota que estoy llorando. Preocupado, me pregunta: “Billie, ¿por qué llora? ¡Qué triste se le ve”. Desconsolado, yo le contesto: “Me perdí el
almuerzo. Hace años me comprometí a comer siempre. ¡Prometí ser constante! Pero hoy fracasé; no almorcé. No tengo las agallas para poder cumplir mi
promesa. Esto se acabó. ¡Jamás volveré a comer!”.

Si uno se pierde una comida, sencillamente la compensa después. No deja de comer. Es igual si usted se pierde su Momento devocional. Simplemente dedique
más tiempo a la oración y a la lectura bíblica después. Podría ser esa noche o a la mañana siguiente.

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Comer su comida favorita no tiene nada de legalista. ¿Por qué? Porque comer es un placer. Así como su apetito estomacal le incita a acercarse al refrigerador,
su apetito espiritual le incita a leer la Biblia. Pasar hambre y estar desnutrido voluntariamente es tan ridículo espiritualmente como lo es físicamente, así que haga
uso de su sentido común y aliméntese.
PRINCIPIO 3: Cuide sus afectos

Hace un tiempo conversaba con un colega sobre la importancia de que Cristo ocupara el primer lugar en nuestra vida. Mateo 6:33 dice: Busquen primeramente el
reino de Dios. Le pregunté: “Para usted, ¿qué significa realmente ese versículo?”. Nunca olvidaré su respuesta. Dijo: “Billie, Cristo no quiso decir ocupar el primer
lugar en un sentido tradicional. Si fueras a tu casa y al ver a tu esposa dijeras: ‘Quiero que sepas cuánto te amo. Ocupas el primer lugar en mi vida. Pero quiero
que sepas de María Luisa, Juanita, Rosa y Lupe. Ellas ocupan el segundo, tercero, cuarto y quinto lugar”. Lo entendí. ¿Le parece que a mi esposa le haría gracia
simplemente ocupar el primer lugar? Por supuesto que no. Su cónyuge quiere ser su único amor, no solo el primero en la lista.

A eso se refiere Mateo 6:33. Cristo quiere ser primero, y quiere serlo todo. Su llamado al discipulado siempre es claro y siempre lo ha sido. Dijo: Si alguno viene a
mí y no me ama más que a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo (Lucas 14:26, paráfrasis). Esta no
era una enseñanza nueva sino un eco del primer mandamiento: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” le respondió
Jesús (Mateo 22:37). Al ir aprendiendo a amar a Dios con todo lo que somos, él puede empezar a amar a otros por intermedio nuestro. Porque vive en nosotros,
tenemos una medida inagotable de amor a nuestra disposición para compartir con los que tenemos cerca y con otros alrededor del mundo. En su desafío de
despedida en el aposento alto, recordó a sus discípulos su nuevo mandamiento: Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los
otros (Juan 13:34b).

La victoria espiritual se logra al dejar que Dios ponga en orden nuestras prioridades y afectos. En Colosenses 3:2, Pablo nos dio las siguientes
instrucciones: Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Si quiere usted constatar si Cristo ocupa el primer lugar en su vida, examine
tres áreas de su vida: Sus pensamientos, su tiempo y sus ofrendas.

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SUS PENSAMIENTOS
¿En qué le gusta pensar? Filipenses 2:5 desafía a que La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús. Seguidamente, el pasaje dice que el Señor se
humilló a sí mismo para convertirse en un siervo. ¿Le gusta pensar en formas nuevas de servirle? En Filipenses 4:8, la Biblia dice: Por último, hermanos,
consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o
merezca elogio. Sus pensamientos son el espejo de sus afectos. Cuando realmente busca el reino de Dios, lo sabrá; sus propios pensamientos se lo revelarán.

Las Escrituras nos enseñan este importante principio: En cuanto al ser humano: Cual es su pensamiento en su mente, tal es él (Proverbios 23:7a). Llegamos a
parecernos a las cosas en las cuales pensamos. Por esta razón, la Biblia dice: Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida (Proverbios
4:23). Quizá se pregunte usted: “¿Cómo hago para guardar mi corazón?”. Cuando la Biblia habla del corazón, por lo general se refiere a esa parte de su mente
donde se toman las decisiones más profundas de la vida. Es también el lugar donde se forman los afectos. En un sentido espiritual, usted guarda su corazón
cuando guarda sus pensamientos. Es cuestión de una higiene tanto mental como espiritual.

La Biblia advierte: Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre (1 Juan 2:15b). Esta enseñanza es fácil de comprender a la luz del primer
mandamiento: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón (Marcos 12:30a). Cuando uno le da su amor a Dios, le queda menos para dedicar a las cosas
pecaminosas en el mundo que le rodea.

SU TIEMPO
¿Le gusta estar con el Señor en momentos de comunión, recreación, adoración y capacitación? Los primeros cristianos reestructuraron completamente sus vidas.
Dejaron a un lado todo lo que tenían para pasar todo el tiempo posible con el Maestro. En esas etapas juntos, les enseñó cómo ser pescadores de
hombres. Marcos 3:14a dice: Designó a doce, ...para que lo acompañaran. El gran ministerio de los discípulos para con el mundo fue después de que pasaron
tiempo en su presencia.

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Aunque la naturaleza radical del llamamiento de los apóstoles en la mayoría de los casos no se parecerá a la forma como Dios trata con usted, el espíritu de su
llamamiento es el mismo que el de Pedro, Santiago y Juan. Para ellos, su tiempo con Cristo era tan valioso que escalaron montañas y caminaron los largos,
serpenteantes y polvorientos caminos de Judea y Galilea con tal de estar cerca de él (Mateo 17:1).
El hecho de que algunos creyentes que desean ir al cielo no son capaces de levantarse quince minutos más temprano o de asistir a los cultos el domingo para
estar con él aquí en la tierra, da de qué pensar. Me pregunto muchas veces qué será lo que la gente espera estar haciendo en el cielo que les hace creer que
quieren ir allí. Si no valoran la música de alabanza y la comunión con sus hermanos en la fe, ni disfrutan de oír sobre las verdades eternas de su Palabra, qué
raro se les hará el ambiente en el cielo.

El apóstol Juan, describiendo aquel tiempo futuro, dijo: Oí voces como el rumor de una inmensa multitud… como el retumbar de potentes truenos, que
exclamaban: “¡Aleluya! Ya ha comenzado a reinar el Señor, nuestro Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 19:6). Cada momento dedicado a alabarle y a conocerle al
nivel humano más profundo es tiempo que tendrá un valor eterno, porque su relación con él durará para siempre. Si está demasiado ocupado para tener este tipo
de comunión, ¡usted está demasiado ocupado!

SUS OFRENDAS
Pues donde tengan ustedes su tesoro, allí estará también su corazón (Lucas 12:34). Si quiere saber qué es lo importante para usted, tome nota de los talones de
su chequera o de los recibos de las compras que hace. La mayoría de nosotros tiene temor de hacerlo porque no queremos enfrentar la verdad. Mostraría que
nuestra principal motivación y verdadera meta de ganar dinero no es realmente para cumplir la Gran Comisión. Nuestros afectos siguen siendo terrenales. Es
posible que lo sospechemos, y a veces hasta nos preocupa un poco, pero Dios no nos puede usar poderosamente, ni confiar en nosotros como desearía, hasta
que hayamos aniquilado de nuestra vida al “Goliat de las posesiones”

Al ir siendo consecuente con su Momento devocional y al empezar a comprender los principios bajo los cuales Dios obra, descubrirá que ofrendar es parte central
de su naturaleza. Su desarrollo espiritual personal puede ser medido por su respuesta a esta pregunta: “¿Cuánto me estoy pareciendo a Cristo?”. Al ir
conformándose a su imagen, su nueva actitud se parecerá a la de la época de David: El pueblo estaba muy contento de poder dar voluntariamente sus ofrendas
al Señor, y también el rey David se sentía muy feliz (1 Crónicas 29:9).

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Pronto se percatará de lo siguiente: Cada momento de su vida, cada posesión que valora, cada amistad que aprecia, cada logro alcanzado, ha sido por medio del
amor de Dios. Cuando se dé cuenta de esto, ¡se sentirá maravillado! Le sobrecogerá el anhelo de corresponder a lo que él le ha dado. ¿Acaso no le ha dado la
mente, la voluntad y las fuerzas para que le fuera posible ganar todo lo que ha ganado y que posee?

Dice el salmista: Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan (Salmo 24:1). Cristo es el dueño del 100 por ciento; no obstante,
nos da generosamente el 90 por ciento para invertir, disfrutar y sustentarnos. El diezmo, el 10 por ciento de nuestras entradas, es todo lo que él requiere de
nosotros, pero las ofrendas más gozosas del cristiano muchas veces sobrepa-san ese mínimo. ¿Por qué? Por saber que estos fondos serán usados para cumplir
la Gran Comisión y llevar las Buenas Nuevas de Jesucristo a todas las naciones del mundo (Mateo 24:14; Mateo 28:19).

En el capítulo 29 de 1 Crónicas, hay una oración que siempre me ha hecho sonreír, aunque David la expresó en sincera adoración y alabanza. En el versículo 12
dice: De ti proceden la riqueza y el honor, y, más adelante: ¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad,
tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido (v. 14.)

Lo único que tenemos para darle a Dios es lo que él ya nos ha dado a nosotros. Por eso es que nunca podemos ofrendar demasiado ni dar más que Dios. Un
buen amigo mío suele decir: “Cuando damos nuestra ofrenda a Dios, él también nos da ofrendas a nosotros. ¡Pero él usa una pala más grande!”.

En cierta ocasión, para el Día del Padre, me sucedió algo que me hizo comprender esta gran verdad. Heather, mi hija de diez años, decidió ir de compras. Había
ahorrado durante dos años el dinero que le íbamos dando por sus buenas calificaciones. Cuando llegué a casa, me encontré con pantuflas, pijamas, una bata,
una camisa, una corbata (no la que yo hubiera elegido, sino una moderna que ella opinaba que yo necesitaba) y una cajita para afeitar. En la cajita había jabón,
colonia, loción de afeitar y todo lo que uno pudiera querer. ¡Ella estaba allí de pie, sonriendo encantada! La tomé en mis brazos, le di un abrazo y le agradecí de
todo corazón. Después le pregunté: “Querida, ¿cuánto gastaste?”. (Típica pregunta paternal). Su respuesta fue: “Todo lo que tenía”. Pensé para mis
adentros: ¡Qué locamente maravilloso!

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Así es el amor. ¿Le parece que alguna vez conscientemente dejaría que Heather se quedara sin nada o sufriera por haberme dado todo lo que tenía? Es obvio
que, siendo su padre, puedo darle de vuelta lo que ella me dio y mucho más. Lo que me encanta es que ella me dio todo aquello espontáneamente, y que hizo
todo lo que pudo. Eso, nunca lo olvidaré.
Así que la verdad más profunda con respecto a ofrendas es que tanto el 10 por ciento como el 90 por ciento son de Dios. Todo lo que es usted, es de él. Cuando
cambió su iniquidad por la bondad de él (2 Corintios 5:21), el título de propiedad de su vida pasó a ser de Dios para siempre (1 Corintios 6:19). Su cuerpo físico
se convirtió en el templo terrenal de él. Usted ya no se pertenece, porque ha sido comprado por precio (1 Corintios 6:20). Desde ese momento en ade-lante,
usted ha sido tratado como su propio hijo. Cuando procura usted llenarlo de su amor y de sus regalos, aunque a usted le parezcan muchos, nunca son más que
una pequeña fracción de lo que él ya le ha dado. ¿Por qué se regocija Dios por lo que damos? No porque lo necesite, sino porque quiere vernos llegar a ser más
como él. Y él...¡es un dador! Porque tanto amó Dios al mundo, que dio... (Juan 3:16).

PRINCIPIO 4: Hágase islas durante el día


Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Él, por su
parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar (Lucas 5:15,16). La fama de Cristo se estaba extendiendo. Su ministerio crecía y sus responsabilidades iban en
aumento. Cuando las presiones de la vida empiezan a acorralarnos, tenemos dos opciones. Podemos ejercer control sobre nuestras circunstancias o dejar que
ellas ejerzan su control sobre nosotros. El Señor Jesús nos dio ejemplo sobre la decisión correcta.

Paradójicamente, cuanto más uno tiene que hacer, menos tiempo tiene para hacerlo. Hace poco almorcé con una famoso profesor de Biblia que está en mucha
demanda por todo el mundo. Me dijo: “Billie, me siento tremendamente frustrado porque este año he recibido 2.000 invitaciones para dar conferencias. Me es
difícil saber cuáles de ellas quiere el Espíritu Santo que yo acepte”. Al ir aumentando el impacto de su ministerio, su necesidad de contar con discernimiento y
dirección ha aumentado en la misma proporción.

Ya hemos hablado de la importancia de comenzar su día con Dios. Pero el Señor no solo empezaba su día en oración sino que, como lo expresara un
ocupadísimo hombre de negocios, “le ponía islas a su día”. Cada vez que se le presentaba la oportunidad, se apartaba para estar con el Padre.

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Aun en el día más notable de su ministerio público, Jesús planeó de antemano a fin de contar con una isla de tiempo a solas. Habiendo alimentado a 5.000
hombres y a sus familias con solo cinco panes y dos pescados, comenzó a enseñarles muchas cosas (Marcos 6:34). Ya era tarde cuando los discípulos
recogieron doce canastas de trozos de pan y pescado. Inmediatamente, dice la Biblia: En seguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le
adelantaran al otro lado [del mar de Galilea], a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. Cuando se despidió, fue a la montaña para orar (Marcos 6:45, 46).

En esta ocasión, Jesús hizo algo muy distinto. Lo normal hubiera sido que despidiera a la multitud y llevara a los doce a un lugar quieto donde pudieran conversar
sobre sus enseñanzas. Pero en esta ocasión, se separó intencionalmente de los doce. La única manera de poder estar solo era planear su día y hacer que las
circunstancias fueran compatibles con su voluntad. Porque los doce siempre lo presionaban exigiéndole su tiempo y atención, los mandó que se fueran a fin de
tener unas horas a solas con el Padre. Después de despedir a la multitud, llevó a cabo su plan de tener un Momento devocional. Subió al monte y pasó la velada
en oración. Estaba en control de su vida.

Marcos escribió: Al anochecer, la barca se hallaba en medio del lago, y Jesús estaba en tierra solo. En la madrugada, vio que los discípulos hacían grandes
esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago, e iba a pasarlos de largo (Marcos 6:47, 48). Todos conocemos
el milagro de Jesús al caminar sobre el agua del mar de Galilea, ¿pero nos hemos detenido para considerar la razón? Cada actividad de ese atardecer y esa
noche había sido programada para servir sus propósitos. Caminar sobre el agua no fue un milagro público para ser visto. Hasta tenía la intención de pasar de
largo a sus discípulos. La única razón por la cual este milagro era necesario, era la suprema importancia que él le daba a estar a solas en oración. Usted y yo no
podemos caminar sobre el agua para tener un Momento devocional, pero podemos programar estar a solas con Dios como lo hizo Jesús.

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¿Cómo podemos seguir su ejemplo en el mundo actual? Para empezar, podemos apagar la radio en el auto y aprovechar ese tiempo para orar y meditar.
Podemos escuchar audio de la Biblia al caminar o hacer ejercicio, podemos decidir mirar menos TV y crear un ambiente de quietud a nuestro alrededor. Mucho
del ruido creado por el humano es una forma de escapismo por medio del cual procura solucionar su soledad. Para el creyente, las islas de quietud son
momentos para escuchar, planear, tener comunión y tranquilidad espiritual.

Por lo general, las grandes decisiones de Jesús fueron tomadas durante esos momentos a solas. Sus doce discípulos fueron escogidos después de una noche
entera de oración (Lucas 6:12). Y la victoria más apoteótica de su vida fue lograda en solitaria agonía mientras oraba: No sea lo que yo quiero, sino lo que quieres
tú (Marcos 14:32-36). Sin el triunfo del Getsemaní no habría un Calvario.
En conclusión, el perdón de nuestros pecados fue posible como resultado del compromiso firme de Jesús de hacerse islas durante el día para dedicarlas a la
oración. Fue por medio de esta práctica que vivió en total obediencia y perfecta comunión con el Padre. Nosotros podemos hacer lo mismo. Santiago dijo: Si a
alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie e (Santiago 1:5a).

El que no aprovechemos esta oferta, es simplemente una evidencia de que No tienen, porque no piden (Santiago 4:2b). ¿Quién se perjudica si no nos hacemos
islas durante el día? Si Jesús no las hubiera hecho, habría renunciado a su destino, pero hubiéramos sido nosotros los perjudicados. Lo mismo sucede en la
actualidad. Si no escuchamos: renunciamos a nuestro ministerio, pero los que hubieran sido ganados para Cristo pagarán las peores consecuencias de nuestra
indiferencia espiritual.

PRINCIPIO 5: Considere a su prójimo antes que a usted mismo


Dice la Biblia: Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes (Mateo 7:12). Teniendo en mente esta Regla de Oro,
consideremos la pregunta: ¿Qué pasaría si usted estuviera dependiendo de alguien como usted mismo para que le explique el plan de salvación? ¿Qué
probabilidad habría de que aprendiera usted cómo ir al cielo? ¿Querría usted que la vida de oración intercesora de esa persona a favor de usted fuera como la
suya? ¿Querría que la vida disciplinada de ella y su conocimiento de la Biblia se parecieran a los de usted? ¿Y qué del amor de ella? ¿Querría que su nivel de
interés por el destino eterno de usted fuera similar al suyo?

Si sus respuestas honestas a estas preguntas son “no”, comprenderá por qué Dios quiere efectuar cambios trascendentales en la calidad de su vida. A Jesús le
importó la gente. Por esta razón, se esforzó por ser todo lo que ellos necesitaban. Dijo: No he venido para ser servido, sino para servir (Marcos 10:45, paráfrasis).

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Nos recordó que el discípulo no es superior a su maestro (Mateo 10:24a). Nos mostró cómo ser testigos en cada circunstancia de la vida extendiendo una mano a
los fracasados, como la mujer samaritana junto al pozo (Juan 4:4-26), y presentando desafíos a los intelectuales como Nicodemo (Juan 3:1-15). Somos llamados
a hacer lo mismo.
Si fuera usted un tramposo lleno de codicia como Zaqueo (Lucas 19), un líder como Lázaro (Juan 11), un rico como José de Arimatea (Mateo 27:57), un rebelde
como Saulo (Hechos 8), un pescador ordinario como Pedro (Mateo 4:18), un adolescente tímido como Juan Marcos (Hechos 13:13), una mujer inmoral como
María Magdalena (Lucas 8:2) o una dulce mujer llena de fe como María de Betania (Juan 11), ¿cómo quisiera que lo trataran? ¿Querría que alguien compartiera
el evangelio de Cristo con usted?

Al observar a los miles de millones que pueblan nuestro mundo y al considerar el bajo porcentaje que ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, esa
pregunta se convierte en una extremadamente personal. Póngase en el lugar de ellos: Confundidos, solitarios y aun amargados. Aun en el mejor de los casos,
tienen una comprensión muy limitada de cómo es Dios. Viviendo sin Cristo, concentran sus pensamientos en cosas materiales. Pablo dijo: Los que viven
conforme a la naturaleza del hombre pecador, sólo se preocupan por lo puramente humano (Romanos 8:5a, Versión Popular). Esto da como resultado la muerte
espiritual.

Jesús dijo : Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia (Juan 10:10b). Porque los seres humanos fueron la razón de su venida al mundo, al
vivir por medio nuestro, se convertirán en la razón de nuestra vida también. El apóstol Pablo explicó cómo aprendemos a considerar a nuestro prójimo antes que
a nosotros mismos, al declarar: Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad (Filipenses 2:13).

Si usted quiere vivir victoriosamente, el medio definitivo para esta aventura es Cristo mismo. Ninguna lista de principios, por ciertos que estos sean, puede
asegurar la calidad de vida que usted anhela. Pero tenga por seguro que la victoria está a su disposición porque el que vive en usted es victorioso. Dependa de él
para que viva su vida resucitada, a través de usted. Él es más que suficiente para encarar cada prueba y oportunidad en su futuro. Al repasar estos cinco
principios, decídase a dejar que él los ponga en práctica cotidianamente por intermedio suyo.

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MEDITACIONES PARA LOS MOMENTOS DEVOCIONALES

MOMENTO DEVOCIONAL 1
¿Cómo puedes estar seguro de que eres salvo y tienes vida eterna?

Veamos 1 Juan 5:11-13: Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al
Hijo de Dios, no tiene la vida. Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.

¡Porque Dios te ama, anhela que disfrutes de una vida llena de paz interior y seguridad! Él te ha prometido vida eterna desde el mismo instante de tu conversión
hasta... la eternidad. Esta es la buena noticia que proclama la Biblia.

La muerte y resurrección de Cristo han hecho posible que tengas una relación correcta con Dios, tanto ahora como eternamente. La Biblia llama ¡vida eterna! a
esta relación. Porque has recibido a Jesucristo como tu Señor y Salvador, puedes estar seguro de que formarás parte de la familia de Dios ¡por toda la eternidad!

Esta seguridad no se basa en lo que puedas tú sentir, sino en la promesa de Dios. La Biblia dice: Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre [el
nombre de Cristo], les dio el derecho de ser hijos de Dios (Juan 1:12).

Mi percepción bíblica Oración


Puedo estar seguro de que tengo vida eterna debido a las promesas de Dios en la Biblia. Padre, gracias porque me salvaste y me diste vida eterna.

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MOMENTO DEVOCIONAL 2
¿Cómo fue posible que obtuvieras salvación?

El apóstol Pablo contestó la pregunta:Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no
por obras, para que nadie se jacte (Efesios 2:8, 9).

Estos versículos explican claramente cómo somos salvos, así que léelos nuevamente y traza un círculo alrededor de las frases ¡por gracia! y ¡no es por
obras! Piensa en el significado de estas importantes palabras. ¡Gracia! significa literalmente el tipo de amor que es inmerecido y que uno nunca puede ganarse.

En cierta ocasión uno de los hombres más ricos del mundo se le acercó a un famoso creyente. El multimillonario le dijo: “Daría cualquier cosa por tener esa paz
de la cual habló hoy”. El creyente le contestó: “Estoy seguro que así es pero, ¿estaría usted dispuesto a recibir la luz de la salvación si no le costara nada?”. El
rico quedó perplejo ante la pregunta. En su quehacer cotidiano podía atribuirse el mérito de sus posesiones y logros porque había trabajado por ellos. La idea de
recibir perdón como un regalo de Dios le era extraña.

Es nuestro orgullo lo que nos impulsa a querer llegar al cielo por nuestros propios esfuerzos. En cierta oportunidad Salomón, el hombre más sabio de la
antigüedad, fue inspirado por Dios para escribir estas palabras: Antes de la quiebra está el orgullo La Biblia afirma que nunca se puede obtener la salvación por
medio de las obras. ¿Por qué? Porque si nos la ganáramos, ¡seríamos orgullosos y altivos!

Examinemos otra verdad. Dado que la salvación le costó todo al Señor, a ti no te cuesta nada. Pero aunque hubieras estado dispuesto a dar todo lo que tienes ,
aun así ¡te hubiera sido imposible comprarla! Ninguna cantidad de obras o riquezas humanas hubiera sido suficiente. ¡Tu salvación fue un regalo perfecto de
un dador perfecto!
Mi percepción bíblica
Oración

Dios me dio la salvación como un regalo, yo no me la gané.


Padre, te agradezco tu gracia que hizo posible que yo fuera salvo.

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MOMENTO DEVOCIONAL 3
¿Qué enseña la Biblia sobre la capacidad de nuestro Señor de conservarnos una vez que somos salvos?

Jesús dijo en cierta ocasión: Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas
de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar (Juan 10:27-29).

En este pasaje, Jesús se refiere a los creyentes cuando habla de ovejas. La seguridad de las ovejas no radica en su propia capacidad de defenderse sino en
la capacidad del pastor de protegerlas. Dios es el único que nos puede mantener seguros. Dependemos de la capacidad de él, no de la nuestra. Nadie puede
arrebatarte de la mano de tu Padre Celestial, porque él es más poderoso que nadie ¡y es él quien te ha dado vida eterna!
Obtienes seguridad cuando te percatas de que, al llegar a ser su hijo, eres de él para siempre. Para entender y recordar esta maravillosa verdad, supón que
tienes una moneda en la palma de tu mano izquierda. Ahora cierra la mano, y apriétala fuerte. Luego, cubre tu mano izquierda con tu mano derecha. ¿Acaso hay
manera que se te pueda caer la moneda?

Vuelve a leer el primer párrafo. ¿En la mano de quién estás? La Biblia afirma que estás firmemente sostenido tanto por el Padre como por el Hijo..

Mi percepción bíblica
Oración

Puedo estar seguro de que siempre seré del Señor y que nunca perderé mi
Gracias, Padre, por tu poder y protección que me mantienen seguro en la palma de
salvación.
tu mano.

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MOMENTO DEVOCIONAL 4
¿Has notado un cambio en tus actitudes desde que entregaste tu vida a Cristo?

Segunda Corintios 5:17 dice: Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
No eres la misma persona que eras antes de recibir a Cristo. ¿Por qué? Porque ahora él te está mostrando las cosas de la vida que le complacen y, más
importante aún, te está impulsando a desear hacer tuyas estas nuevas virtudes. Este es el tipo de cambio sobrenatural que surge de lo más profundo de tu ser.

En cierta ocasión un comunista, en su discurso en un parque, prometió un abrigo a cada oyente que adoptara su doctrina política. Al finalizar, un cristiano pidió
que le dieran el mismo tiempo para hablar. Contestó a aquella oferta prometiendo que Dios ¡pondría un hombre nuevo en cada abrigo si se arrepentían de sus
pecados y depositaban su fe en Jesucristo!

El mundo se interesa ante todo en abrigos nuevos y mejores, ¡pero Dios se interesa en que todos sean hombres nuevos y mejores!

En el Nuevo Testamento, cuando Zaqueo, el odiado cobrador de impuestos, se convirtió en discípulo de Cristo, volvió a la misma casa en la misma ropa el mismo
día, pero era un hombre nuevo. Había ocurrido un cambio interior. ¡Había comenzado una nueva vida!

El mensaje cristiano es siempre buenas nuevas. Cuando alguien decide que de veras quiere cambiar, ¡qué alegría es saber que Dios ya ha provisto la manera de
lograrlo!

Mi percepción bíblica
Oración

Has hecho de mí una nueva creación porque te pedí que entraras en mi vida.
Gracias, Padre, por el cambio que efectuaste en mí desde que acepté tu salvación.

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MOMENTO DEVOCIONAL 5
¿Qué relación tienen las obras con el proceso de desarrollo espiritual? Si la salvación es un regalo de Dios, ¿cuál es mi responsabilidad?

El apóstol Pablo escribió en cierta ocasión: No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos (Gálatas
6:9).

Es natural que uno se canse por la energía que gasta en hacer el bien. El Señor mismo se cansó en muchas ocasiones, pero cansarse de hacer el bien no es
una opción aceptable para el creyente. Somos llamados a seguir su ejemplo de constante servicio. El dijo: El que cree en mí las obras que yo hago también él las
hará (Juan 14:12b).

En cierta ocasión un público de la alta sociedad, vestido de gala, esperaba ansioso el comienzo de un concierto de Ignacio Paderewski, famoso compositor y
pianista. Un niñito, inquieto de tanto esperar, se escapó de sus padres, subió al escenario y empezó a tocar una sencilla tonada en el piano de cola. Oyendo las
exclamaciones de ira del público por lo que estaba pasando, Paderewski se apuró a salir a escena aun sin ser anunciado. Se inclinó sobre el muchachito y
empezó a tocar una hermosa melodía de contrapunto que armonizaba con aquella sencilla tonada. A medida que tocaba, susurró en el oído del pequeño: “Vas
bien. Sigue tocando; no te detengas”.

Tus primeros intentos por servir al Señor pueden parecerte sencillos y vacilantes, pero puedes estar seguro que tu voluntad por hacer el bien se verá coronada
con el éxito si sigues fielmente.

Este es el resumen del mensaje que tenemos de Dios: ¡No te detengas! Si eres incomprendido, haz el bien; si no te aprecian, haz el bien; si estás cansado de
años de trabajo altruista, ¡sigue haciendo el bien! ¡No dejes de hacer mi obra en el mundo!

Mi percepción bíblica

Oración
Ahora que soy de Cristo, quiero encontrar alguna manera de servir a Dios por
amor.
Padre, te ruego que me muestres alguna manera en que pueda ser de ayuda en tu
iglesia.

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MOMENTO DEVOCIONAL 6
¿Por qué concurrir a la iglesia?

Hebreos 10:24, 25 dice: Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como
acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Cuando los creyentes nos congregamos para rendirle culto a Dios, compartimos nuestra fuerza, fe y comprensión. Es en esta comunión que procuramos crecer
en imitación de Cristo. La iglesia no es un lugar, es un grupo de personas perdonadas que intentan cumplir el plan de Dios para sus vidas.

Alentar —Qué palabra tan poderosa. Es la base del amor fraternal. Los creyentes son llamados a reunirse con el propósito de estimularse unos a otros al amor y
a las buenas obras. Tenemos que apoyarnos cuando aparecen los problemas y recalcar la importancia de los puntos fuertes y las habilidades mutuas.

Los gigantescos árboles de secoya del Oeste de los Estados Unidos de América se cuentan entre los más antiguos y grandes del mundo. Muchos han
permanecido en pie durante siglos aun ante los embates de la naturaleza. Pero, ¿cuál es el secreto de su gran resistencia? No es que sus raíces sean profundas;
en realidad tienen un sistema de raíces superficiales para su tamaño. La respuesta radica en el hecho de que estos enormes árboles están lo suficientemente
cerca el uno del otro como para que se entrelacen sus raíces. Este lazo de unidad les da la habilidad de permanecer intactos antes las tormentas por más
violentas que sean.
¡La maravillosa resistencia de la iglesia, a pesar de tremendas persecuciones, testifica de la importancia de estudiar la Palabra de Dios, orar, cantar, reír y aun
llorar juntos!

Mi percepción bíblica
Oración

Es muy importante que yo concurra a la iglesia.


Padre, gracias por los hermanos en mi iglesia y por la ayuda que me brindan.

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MOMENTO DEVOCIONAL 7
¿Qué nos enseña la Biblia sobre la administración del tiempo?

De manera que la población entera se estaba congregando a la puerta. Jesús sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades... [al día siguiente] muy de
madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar (Marcos 1:33, 34a, 35).

Fue después de un día de intenso ministerio que Jesús se levantó temprano para pasar un tiempo a solas con su Padre Celestial. Cuando tengas días
ajetreados, reflexiona en su ejemplo. Nota que vivió de acuerdo con una serie de prioridades que no coincidían con el resto del mundo. Cada actividad, aun las
actividades paraDios, tenían que ocupar un segundo lugar ante su tiempo a solas con Dios.
¿Qué sucedería si decidieras vivir de esa manera? Disfrutarías de las extraordinarias cualidades de paz, seguridad y sabiduría que caracterizan a los que
establecen sus prioridades siguiendo el ejemplo de Jesús.

En el Nuevo Testamento, una mujer llamada Marta en una ocasión trabajaba mucho sirviendo al Señor como su anfitriona, mientras que María, su hermana, se
quedaba sentada a los pies de él escuchando sus enseñanzas. ¿Por qué felicitó Jesús a María diciendo que ella ha escogido lo mejor? (Lucas 10:42b). Porque
ella valoraba el tiempo con él de la misma manera que él valoraba su tiempo con su Padre.

Para ser realmente eficaz en el servicio cristiano, tienes que aprender a distinguir entre lo bueno y lo mejor. Aun las actividades meritorias empezarán a ocupar el
segundo lugar ante tu tiempo a solas con Dios. Cuanto más adelantas, más querrás dedicarte a la lectura de la Biblia y la oración.

Mi percepción bíblica
Oración

Tengo que hacer que el tiempo de estar con Dios cada mañana sea
Ayúdame a ser disciplinado en dedicarte tiempo cada mañana para estar contigo para
siempre una prioridad.
crecer espiritualmente.

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MOMENTO DEVOCIONAL 8
¿Qué pasa si peco ahora que soy salvo?

En primer lugar, es importante recordar que la muerte del Señor en la cruz fue más que suficiente para pagar por cualquier pecado que hayas cometido o que
cometerás. En segundo lugar, la Palabra de Dios afirma que él nos ama y quiere que disfrutemos de una vida abundante cada día. Por esto quiere que llevemos
a él nuestros pecados el mismo instante cuando ocurran. 1 Juan 1:9 dice: Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos
limpiará de toda maldad.

¿Qué significa confesar nuestros pecados? Significa coincidir con Dios en oración con respecto a cualquier actitud, motivación o acción que le desagrada.
Cuando sinceramente procuras renunciara tu pecado, él está listo para perdonarte y limpiarte. Por medio de esta limpieza constante, tu comunión con Dios se
conservará intacta, y experimentarás plenamente el gozo de tu salvación..

Dios no solo perdona nuestro pecado cuando lo confesamos sinceramente, sino que también limpia y purifica nuestro corazón. ¡Esta es su promesa!

Los siguientes son cinco tipos de oraciones para tener en cuenta al escribir tu oración cada mañana:

Petición: “Señor, ayúdame a...”.


Gratitud: “Señor, gracias por...”.
Adoración: “Señor, tú eres...”.
Confesión: “Señor, por favor perdóname...”.
Intercesión: “Señor, intercedo por...”.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración ____________________
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MOMENTO DEVOCIONAL 9
¿Qué pasa si Dios quiere que haga algo y a mí me parece que no puedo?

El apóstol Pablo dijo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).

La suficiencia de Cristo es cosa segura para cada uno de sus discípulos. El dijo: En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al
mundo (Juan 16:33b). Cuando Dios te guía a intentar algo que parece imposible, es simplemente su manera de ayudarte a madurar espiritualmente.

El Señor nunca te llama a realizar una tarea a menos que él mismo ya se haya comprometido a llevarla a cabo por tu intermedio. En Cristo, nunca estás limitado
a tus propios recursos.

Después que un terrible ciclón devastó a un pueblo en Texas, apareció una fotografía extraordinaria en primera plana del periódico. ¡Mostraba un trozo de paja
insertado profundamente en un poste telefónico! Bajo circunstancias normales, esto nunca hubiera podido suceder pero, por el impulso del poderoso ciclón, la
frágil paja ¡logró lo imposible!

A veces te maravillarás al ver cómo el Señor te empieza a fortalecer. Antes eras demasiado tímido, demasiado débil o fracasado como para servirle, pero ahora
eres su vaso escogido ¡llamado a tener una vida victoriosa!

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________
MOMENTO DEVOCIONAL 10
¿Cómo puedo empezar a servir a Dios aunque sea en cosas pequeñas?

Las palabras son importantes. Proverbios 15:1 dice: La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. Lo que decimos puede lograr
mucho bien o hacer mucho mal.

¿Cuándo fue la última vez que heriste a alguien con algo que dijiste? ¿Recuerdas el remordimiento y dolor que sentiste después al pensar en tus palabras
desconsideradas? Dice la Biblia: El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; pero nadie
puede domar la lengua (Santiago 3:7, 8a).

Considera el testimonio de Isaías 50:4: El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado.

¡Qué privilegio es hablar cuando se necesita una palabra acertada! Nadie puede comprender totalmente el impacto positivo que puede tener un comentario dicho
justo en el momento que se necesitaba.

De muchacho, un escritor que llegó a ser uno de los más reconocidos en los Estados Unidos de América, tenía un concepto muy bajo de sí mismo. Un día en
clase, la maestra le devolvió su composición con estas palabras escritas en la parte superior de la página: ¡Henry Wadsworth Longfellow! (Nombre de un gran
poeta estadounidense). Estas tres palabras de aliento fueron un desafío que llegó a ser el móvil de su vida.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 11
¿Recuerdas haber enfrentado una tentación que te parecía irresistible? ¿Te has preguntado alguna vez si los demás enfrentan tentaciones como ésa?

Pablo da la respuesta a estas preguntas: Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que
ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir (1
Corintios 10:13).

La Biblia declara firmemente que enfrentarás tentaciones. Ser creyente no cambia esto, pero sí cambia la manera como reaccionarás al ser tentado. Recuerda
que hay mucha diferencia entre tentación y pecado. Ser tentado no es un pecado. Tentación es sentirse incitado a hacer algo que no es la voluntad de Dios.
Pecado es la decisión intencional de ceder a esa tentación.

Este versículo contiene tres realidades para recordar cuando enfrentes una tentación. Primero , no estás solo en tu batalla.Segundo, Dios no dejará que seas
tentado más allá de lo que eres capaz de resistir. Tercero, Dios siempre da una salida cuando eres atacado. Ninguna tentación es irresistible. La cuestión
es: “¿Estás dispuesto a tomar la salida?”.

Filipenses 4:13 dice: Todo lo puedo en Cristo. Esto incluye escoger el camino correcto cuando resulta difícil hacerlo. Cada vez que se presenta una tentación, lo
primero que tienes que buscar es la “salida”. Cuando estás dispuesto a buscarla, ¡contarás con el poder que necesitas para apoyar tu decisión correcta!

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 12
¿Qué tropiezos comunes debo evitar en mi camino espiritual?
En este mundo egoísta, te sentirás constantemente tentado a alabarte a ti mismo. Cuando el apóstol Pablo predicó en la ciudad de Corinto, tuvo una tentación
igual, por lo que conscientemente planeó ensalzar a Cristo y no a sí mismo. Por eso escribió:: Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa
alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado (1 Corintios 2:2).

Este concepto fue hermosamente ilustrado cuando un misionero de muchos años visitó a amigos suyos en Tailandia. En el centro de la mesa del comedor había
una magnífica orquídea. Durante la comida, hubo varios comentarios sobre la extraordinaria flor. Al poco tiempo de retirarse de la casa, el misionero le preguntó a
los demás huéspedes si recordaban el florero en el cual lucía la orquídea. ¡Nadie lo había notado! El florero había sido totalmente eclipsado por la hermosura de
la bella flor.

Cuando te encuentras en condiciones espirituales óptimas, la atención de los que te rodean se centrará en el Señor, no en ti. Es el calor de la presencia de él lo
que recordarán.

¿Qué impresión das cuando recibes un reconocimiento o un cumplido? ¿Te apropias del elogio o se lo pasas a Jesús? Recuerda que la misión de tu vida es
hacer que el mundo lo note a él.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

MOMENTO DEVOCIONAL 13
Ustedes son la luz del mundo... Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el
cielo (Mateo 5:14a, 16). La Biblia llama luces y lámparas a los creyentes. En todo el mundo, la luz tiene el mismo propósito: ¡Disipar las tinieblas!

En cierta ocasión, una mujer se acercó a su pastor quejándose de la fábrica donde trabajaba. Quería renunciar porque casi todos los empleados eran
inconversos y tenían lo que llamamos bocas sucias. El pastor le escuchó, y le preguntó: “¿Dónde se colocan las luces?”. Haciendo caso omiso a la pregunta,
siguió quejándose de las fiestas indecentes, las bebidas y los chistes de doble sentido. Nuevamente preguntó él: “¿Dónde se colocan las luces?”.
Aunque intrigada por su respuesta, la mujer pasó a contarle que algunos de sus colegas también andaban en relaciones inmorales. Por tercera vez él preguntó:
“Pero, ¿dónde se colocan las luces?”. Irritada, ella contestó: “No sé dónde se colocan las luces. ¡Supongo que en lugares oscuros!”. De pronto, se dio cuenta de
lo que él procuraba hacerle entender.

La actitud de esta mujer cambió cuando cayó en la cuenta que había sido llamada a ser la luz de Cristoen un ambiente oscuro.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 14
Han hecho bien en participar conmigo en mi angustia.... Incluso a Tesalónica me enviaron ayuda una y otra vez para suplir mis necesidades (Filipenses 4:14, 16).

Tenemos dos lecciones importantes para aprender de estos versículos. En primer lugar, como creyentes hemos de ayudar a los que sufren necesidad y, en
segundo lugar, como lo demuestra Pablo, hemos de expresar gratitud cuando nos ayudan a nosotros.

Una helada noche de invierno, Nat Spencer y su hermano, estudiantes seminaristas, caminaban por la orilla del lago Michigan. De pronto, vieron a la distancia
que un barco empezaba a hundirse. A los pocos instantes, ¡sus 323 pasajeros estaban en el agua helada!

Los hermanos Spencer eran fuertes y buenos deportistas, y Nat era un nadador eximio. Tomando una soga en su mano, valientemente nadó hasta el barco que
se hundía. Luchando contra el agua helada una y otra vez pudo rescatar a 23 personas con su heroico esfuerzo pero, debido a su sacrificio, quedó inválido para
el resto de su vida. ¿No hubiera sido lógico que aquellos a quienes rescató se dedicaran a suplir sus necesidades? ¡Qué tragedia que jamás tuvo noticias ni
siquiera de uno de ellos! Nat cumplió su parte, pero 23 personas nuncase molestaron por expresarle su agradecimiento.

Mi percepción bíblica _______________________________


Oración _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 15
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él (Colosenses 2:6).

Al principio, recibiste a Cristo por fe; ¡sigue disfrutando de ese gozo!

Hace años, un muchachito le rogó a su padre que lo dejara ir al circo que había llegado a su pueblo. Después de que el niño cumpliera con sus obligaciones, su
papá le dio dinero para la entrada y le dio permiso para que fuera. Al ir llegando al lugar donde se había levantado la enorme carpa, se encontró con el desfile
inaugural del circo. Cuando pasó a su lado el último payaso, el niño le puso en la mano el dinero y regresó a su casa contento, creyendo que había visto la
función. A muchos creyentes les pasa lo mismo que a aquel muchachito; ¡confunden el principio con el fin!

El nuevo nacimiento es sencillamente la puerta de entrada a una nueva vida. Al ir aprendiendo a andar por fe, tu vida se llenará de nuevos y maravillosos
descubrimientos. Nunca te conformes con sencillamente recordar tu conversión. Aprende a andar con él y a correr con él. Ten por seguro que lo mejor siempre
está en el porvenir.

Pablo lo expresó de esta manera: Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el
premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús (Filipenses 3:13b, 14). Pablo vivía para el futuro, no el pasado.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________
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MOMENTO DEVOCIONAL 16
Lee Salmos 27:11; 31:3; 32:8.

Dios le ha dado a todos sus hijos redimidos la Biblia y el Espíritu Santo que mora en ellos. ¿Para qué? Para que podamos saber y cumplir su voluntad. Escucha
su promesa: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti (Salmo 32:8).

Dios no nos ha puesto en un océano sin una brújula, ni nos ha mandado de viaje sin darnos un mapa. Al contrario: Sabemos quiénes somos, por qué estamos
aquí y a dónde vamos.

La Biblia nos enseña sobre el ministerio del Espíritu Santo, y es el Espíritu Santo quien nos capacita para comprender la Biblia. Por ello, necesitamos la
ayuda combinada de ambos para discernir claramente la dirección de Dios

Adquirimos conocimiento, sabiduría y entendimiento por medio de la lectura bíblica; pero la seguridad y la paz interior que por lo general acompañan a nuestra
obediencia son obra del Espíritu Santo.

¿Notas el equilibrio? Si estás desproporcionado por leer poco la Biblia pero te pasas mucho tiempo en oración, o viceversa, te será difícil discernir la voluntad de
Dios.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________
Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 17
Lee Mateo 28:18-20.

Esas fueron las indicaciones finales de Jesús a sus discípulos antes de volver al cielo. En base a su autoridad, tanto ellos como nosotros recibimos el mandato
de hacer discípulos alrededor del mundo.

La clara percepción de Pablo de que estaba autorizado para servir al Señor es un ejemplo vivo para cada creyente. Considera en el siguiente pasaje el profundo
sentir de su compromiso: Somos embajadores de Cristo... En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios. (2 Corintios 5:20).

Es posible que nunca te pidan que seas el portavoz del presidente o que tengas algún poder en el estado, pero como creyente, tienes un privilegio muchísimo
mayor. En tu casa, comunidad y todo lugar donde ejerces tu influencia, eres representante de Cristo. Tu misión es llamar a todos a volverse a Dios y hacerlos
discípulos para Jesucristo.

Cuando descubrieron a un joven soldado llamado Alejandro descuidando sus obligaciones, lo llevaron ante Alejandro Magno. El poderoso conquistador miró al
soldado y le dijo: “¡Cambias tu comportamiento o te cambias el nombre!” Cuando representas a Cristo y llevas su nombre, tu autoridad depende de tu sentido de
responsabilidad.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________


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MOMENTO DEVOCIONAL 18
Lee Deuteronomio 6:5-7.

Hemos sido llamados a amar a Dios de todo corazón y a enseñar fielmente a nuestros hijos a hacer lo mismo. Qué afortunados somos porque este mandato
divino es a la vez una invitación al gozo. ¡Es por guardar el primer mandamiento que sentimos una felicidad espontánea!

Es por esto que Juan pudo decir: Y éstos [sus mandamientos] no son difíciles de cumplir (1 Juan 5:3b). El que nos pidan hacer algo de lo cual realmente
disfrutamos nunca es gravoso. Imagínate que te pidan que aspires el aroma de tu flor favorita, que comas tu postre favorito o que escuches tu música favorita.
¿Te negarías a hacerlo?

Amar a Dios es siempre y por encima de todo, más dulce que cualquier relación humana. ¿Por qué? Porque nunca te mal interpreta, ni te maltrata, ni te olvida, ni
te abandona. ¡Siempre es benigno, misericordioso y sobreabundante con la vida! Nunca te avergonzará con alguna impureza ni te decepcionará con un carácter
cambiante. Ha prometido ser consecuentemente santo, ser el mismo ayer y hoy y por los siglos (Hebreos 13:8).

Se dice que el respeto es el mejor fundamento sobre el cual edificar un amor duradero. Teniendo esto en mente, considera por cuánto tiempo y con
qué profundidad puedes amar a Dios.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 19
Lee tres veces 1 Corintios 6:19, 20.

Medita silenciosamente en la extraordinaria verdad de que ¡Cristo vive en ti! He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que
ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí (Gálatas 2:20).

La vida cristiana, comprendida correctamente, no es cuestión de vivir para Cristo, sino de dejar que Cristo viva su vida abundante por medio tuyo. Tú estás
muerto; es decir, los pecados que antes te tenían cautivo han sido crucificados con Cristo. Tu yo antiguo, puramente humano, ya no vive. La vida de fe que ahora
tienes surge de su presenciaen tu interiorr. De afuera, pareces el mismo pero, adentro, tienes una vida nueva que ha estado presente desde el momento que
invitaste a Cristo a residir en tu corazón

La vida cristiana no se trata de cumplir una serie de reglamentos para complacer a Dios, ni se trata de una filosofía. Es la obra del Espíritu de Dios en nuestra
vida. Pero es por esto que al inconverso le resulta tan difícil entender la Biblia. La Biblia dice: El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de
Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente(1 Corintios 2:14a)

Vivir la vida cristiana sin que more en nosotros el poder de Cristo es imposible. Por eso la Biblia declara: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria (Colosenses
1:27b). Es el hecho de que él está en ti lo que hace que tu vida cristiana sea una realidad.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 20
Lee Colosenses 1:9-12.

¿Has orado por alguien sin saber lo que realmente necesitaba?

La petición principal de la oración de Pablo a favor de sus hermanos creyentes era que fueran llenos del conocimiento de la voluntad de Dios. ¿Por qué? Porque
esto es lo que cada ser humano necesita. ¡Vivir dentro de la voluntad de Dios es el secreto de la felicidad en esta vida y la clave para poder recibir un: Bien, buen
siervo y fiel en la próxima!

La oración de intercesión se centra en ayudar a poner a alguien dentro de la voluntad de Dios en algún aspecto específico. Aparte de esto, presenta necesidades
de todo tipo ante el Señor. Ningún tema es demasiado insignificante ni demasiado importante como para dejar de interceder por él; si el problema te pesa a ti,
también le pesa a tu Padre Celestial.

El Apóstol oró pidiendo que sus hermanos creyentes recibieran sabiduría y entendimiento. Oró por los perdidos: Hermanos, el deseo de mi corazón, y mi oración
a Dios por los israelitas, es que lleguen a ser salvos (Romanos 10:1). Si tienes amigos creyentes, ora por sus necesidades espirituales y físicas. Si tienes amigos
inconversos, pide al Señor que, en su gracia, los convenza de sus pecados.

Durante más de cincuenta años, Jorge Mueller, reconocido por su ministerio de intercesión, oró por cinco amigos inconversos. Después de cinco años, el primero
aceptó a Cristo como su Salvador. Después de diez años, dos más lo hicieron. Mueller perseveró por veinticinco años y el cuarto amigo fue salvo. Cuando el
quinto amigo recibió a Cristo, ¡Mueller, que tanto oró por él, ya estaba en la presencia del Rey! Cincuenta y dos años de oración intercesora había producido su
fruto eterno.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 21
Lee 1 Tesalonicenses 5:12-18

Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:16-18).

¿Cómo es posible todo esto? Como creyentes, podemos estar siempre gozosos porque nuestro gozo no surge de circunstancias externas, sino de la presencia
de Cristo que mora s. Tenemos el privilegio singular de experimentar el calor del amor divino y su paz... que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
Nuestro gozo es sencillamente uno de los resultados de esta calidad especial de comunión con el Padre.

Esta expresión oren sin cesar no significa de hecho estar diciendo tus oraciones sin parar, sino más bien mantener un espíritu de oración que satura cada parte
de tu día. Mientras vas en tu auto, trabajas en la cocina, cortas el césped o haces ejercicio físico, puedes disfrutar de un diálogo interior con Dios y tener plena
conciencia de su presencia.

Quizá entiendas mejor este concepto cuando te detienes para considerar la parte que ocupa, en una buena conversación, el hecho de escuchar. La oración es
una maravillosa conversación ¡de ida y vuelta! en que tú puedes hablarle a Dios y él te puede hablar a ti; nadie más sabrá lo que conversan a menos que tú
quieras que lo sepan. Después de unos meses, también descubrirás que cuanto mejor lo conoces, más natural te resultará orar continuamente.

Dad gracias en todo no significa que hemos de agradecer a Dios por todo lo que nos pasa, sino vivir en una actitud llena de fe de modo que podamos dar gracias
en cada circunstancia que nos toca vivir.

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 22
Lee 1 Pedro 3:13-15.

Es probable que ya hayas sido objeto de críticas o que hayas sufrido por una u otra razón pero, ¿ha sido por causa de la justicia? La Biblia dice: Alégrense de
tener parte en los sufrimientos de Cristo... Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre
ustedes (1 Pedro 4:13a, 14).

Cuando los primeros cristianos eran azotados por hablar del Señor, salían llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del
Nombre (Hechos 5:41b).

Es probable que te llamen ¡santurrón!, ¡loco! y muchas cosas más cuan - do defiendes a Cristo. Jesús lo predijo al decir: Ningún siervo es más que su amo (Juan
13:16). Viviendo como hombre sobre esta tierra, fue llamado blasfemo, glotón, endemoniado. ¿Por qué? Porque trajo luz a las tinieblas y pues todo el que hace lo
malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto (Juan 3:20).

El Señor dijo: Ustedes son la luz del mundo. Solo a los que están contentos con lo que hacen les gusta la luz. Detente a considerar cuántos crímenes, cuántas
borracheras e inmoralidades ocurren bajo el velo de la oscuridad. Es fácil entender por qué usó esta ilustración.

1 Pedro 3:17 tiene un mensaje para nosotros: Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal. ¡Ser perseguido por lo que
hace en la luz es una forma de sufrimiento perfectamente aceptable para el creyente!

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 23
Lee tres veces Proverbios 15:16, 17.

“Es mejor lo poco” es una frase contraria al pensamiento actual sobre el éxito.

Nos olvidamos que Jesús dijo: La vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes (Lucas 12:15b). En la iglesia primitiva, pocos creyentes eran
de la nobleza, o ricos o de alta posición. Era el pueblo común el que escuchaba con gusto el mensaje de Jesús.

Si la felicidad fuera el resultado de tener mucho, entonces las drogas, el alcoholismo, las úlceras y el divorcio serían menos comunes entre los ricos de nuestra
sociedad. Es todo lo contrario: Los grandes tesoros sin reverencia a Dios solo producen problemas y libertinaje.

La Biblia nos advierte que el amor al dinero es la raíz de toda clase de males (1 Timoteo 6:10a). Si la raíz del pecado humano es el materia - lismo, entonces,
ganar más solo aumenta su problema. ¡La clave para gozar de prosperidad no se encuentra en la prosperidad misma! Mas bien, proviene de la satisfacción de
ver a Dios cumplir su voluntad por medio de lo que él ha puesto en tus manos.

Sea esta tu meta: Amar a Dios, no al dinero, no codiciar la manera de vivir de los que, a tu alrededor, aman el dinero. Jesús dijo: Busquen primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas (Mateo 6:33).

¡Gran noticia! Cuando hayas hecho de Cristo tu Señor y hayas admitido que es dueño de tu vida, tu gozo será igualmente grande, ¡ya sea que poseas poco o
mucho de los bienes de este mundo!

Mi percepción bíblica _______________________________

Oración _______________________________

Aplicación: Entonces haré... _______________________________

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MOMENTO DEVOCIONAL 24
Lee Mateo 13:44-46.

Jesús dijo que el reino de los cielos es como un tesoro valioso; algo de suprema calidad, cuyo valor es equivalente a todo lo que uno posee. En otra ocasión
comparó sus enseñanzas a las perlas y advirtió a sus discípulos que no dieran cosas de valor a quienes no están espiritualmente preparados para recibirlas. Es
por esta razón que el Señor dijo tantas veces: El que tenga oídos para oír, oiga. Diciendo esto da a entender: ¡Si puedes apreciar el valor de esta verdad
espiritual, entonces escucha lo que estoy por decir! Hoy tenemos el mismo desafío cada vez que leemos la Biblia o escuchamos un sermón.

Una fábula famosa cuenta de tres hombres que viajaban en el desierto durante la noche. A la luz de las estrellas se encontraron con un desconocido quien les
dijo que estarían alegres y tristes al mismo tiempo si llenaban sus bolsillos y alforjas con las piedras de un río cercano. Esto despertó la curiosidad de los viajeros,
pero también su desconfianza, así que cuando llegaron al río tomaron solo unas pocas piedras. A la mañana siguiente, se sintieron ¡alegres y tristes al mismo
tiempo! tal como el desconocido les había dicho. ¡Las piedras se habían convertido en perlas exquisitas! Estaban alegres por las piedras que habían tomado,
pero tristes por las que habían dejado.

El precio de obtener discernimiento espiritual no tiene nada que ver con dinero. El tiempo es la “etiqueta de precio” de esta inversión de valor permanente.

Discípulo: Notarás que ya no aparecen los pequeños espacios en blanco al pie de la página. Ya puedes comenzar a usar dichos espacios en tu Diario espiritual,
bajo la sección de Momentos devocionales en la página 20.

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MOMENTO DEVOCIONAL 25
Lee 2 Timoteo 3:16, 17

La escritura de la Biblia realmente fue inspirada por Dios. La expresión “inspirada” o “del aliento de Dios” significa que procedió de la boca de Dios y es lo que él
quería escrito. Estos versículos presentan cuatro ministerios valiosos de la Biblia.

1. Enseñanza - Muestra el plan de Dios para tu vida.


2. Reprensión - Te llama la atención cuando pecas.
3. Corrección - Te muestra cómo corregir tus errores.
4. Instrucción en justicia - Te muestra cómo evitar el pecado en el futuro.

Por ejemplo, cuando leas la Biblia el lunes, quizá necesites corrección debido a alguna mala decisión. Pero el martes a lo mejor estés listo para que Dios te
enseñe algo totalmente nuevo.

Aunque vivieras cien años y leyeras la Biblia todos los días, sus aplicaciones seguirían siendo siempre prácticas. Billy Graham ha comentado que ha estado
orando acerca de ciertos pasajes por 25 años sin llegar a entender totalmente su significado. Sin embargo, cuando el Señor sabía que él necesitaba una
explicación, el significado de ese pasaje se abría como un pimpollo hermoso que florece a su debido tiempo.

La Biblia afirma ser la Palabra de Dios y, a través de los siglos, ha probado serla. Dale el lugar de honor sagrado y santo que legítimamente se merece. Jesús
dijo: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán (Mateo 24:35).

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MOMENTO DEVOCIONAL 26
Lee 2 Corintios 9:6-13

El dinero es un tema delicado solo para quienes creen poseerlo. La Biblia nos recuerda que del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo
habitan (Salmo 24:1).

Esto simplemente significa que la ropa que usas, tu casa, el dinero en tu cuenta de banco y aun el mismo suelo que pisas son exclusivamente de él. En cuanto
comprendes esto, el ministerio de dar adquiere un nuevo matiz.

¿Dios meramente nos está permitiendo a ti y a mí el privilegio de participar en algo que él disfruta inmensamente!

Dios es dador y, como tu Padre, quiere que seas como él. Él da abundantemente y quiere enseñarte cómo disfrutar de esa libertad.

Dios quiere “multiplicar tu sementera” y enriquecer tu vida a través de tu generosidad. La Biblia dice: Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes,
de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes (2 Corintios 9:8).

¿Todavía das a regañadientes? ¿Por qué? No debiera ser difícil dar algo que nunca fue tuyo. Pídele al Señor que te recuerde que nada es tuyo y, después,
comienza a confiar en él para poder dar con verdadero gozo.

Detente a mirar el lugar donde guardas tu dinero. Te dirá mucho. La Biblia dice: Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mateo 6:21). Lo que
das es la medida práctica de tu deseo de ser como tu Padre Celestial.

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MOMENTO DEVOCIONAL 27
Lee 1 Pedro 5:8, 9.

A pesar de que Satanás es un enemigo derrotado esperando su destrucción final, todavía tiene poder temporal para influir sobre la vida del creyente y del
inconverso aquí en la tierra. Pedro lo describe como un león rugiente, buscando agresivamente a su presa. En el contexto actual, con su pornografía
desvergonzada, con la criminalidad en vertiginoso ascenso, el lenguaje blasfemo y obsceno en los medios de difusión y las siempre presentes amenazas de
guerra, su presencia y actividad son más evidentes que nunca.

La Palabra de Dios para estas circunstancias es: Resistan al diablo, y él huirá de ustedes (Santiago 4:7b). Quizá estés pensando: ¿Cómo puedo hacer esto? No
podemos enfrentar a Satanás con nuestras propias fuerzas pero, con el poder de Dios obrando en y a través de nosotros, sí podemos hacer frente a las
artimañas del diablo (Efesios 6:11b). Romanos 8:31b nos dice claramente: Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? Como la mayoría
de los bravucones, Satanás se acobarda cuando la lucha se pone fuerte. A través de la historia, han sido los cristianos quienes han tomado una posición firme
ante problemas sociales y morales. ¡Hemos sido llamados a ser sal y luz en la sociedad!

En lo personal, tú puedes decidir de antemano no ceder a las tentaciones de Satanás y reafirmar diariamente tu decisión. Resistir las tentaciones se convertirá en
tu manera de vivir. Cada victoria será la base para un desarrollo espiritual mayor.

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MOMENTO DEVOCIONAL 28
Lee tres veces Filipenses 1:6.

Cuando recibiste a Cristo como tu Señor, entraste dentro de la voluntad de Dios. Ahora él quiere hacer algo de valor duradero en tu vida y a través de ella. Su
objetivo divino es mantenerte en un proceso de cambios positivos hasta alcanzar tu máxima potencialidad. En base a esta verdad, alguien ha dicho: ¡Dios nos
ama tal como somos, pero nos ama demasiado como para dejarnos que sigamos siendo como somos!
Pablo expresa la misma seguridad: Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús
(Filipenses 1:6a).

Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica
(Efesios 2:10). ¡Esto significa que todos fuimos hechos para realizar un ministerio! Cada uno tiene la capacidad de decir “Sí” o “No” a ese destino.

Tú ya has tomado la decisión más grande e importante de tu vida, pero vivir obedeciendo diariamente el plan de Dios requiere una segunda clase de compromiso
basada en el anhelo de seguir creciendo espiritualmente. Dicho de otra manera, tu sentido de satisfacción o realización dependerá de tu disposición de dejarle
que cumpla en tu vida su buena obra.

¿Te has maravillado alguna vez ante la belleza de una mariposa? Esta comienza su vida lentamente, como un gusano, luego se transforma por medio de un
proceso llamado metamorfosis. De la misma manera, cuando aceptaste a Cristo, Dios empezó en ti el proceso de metamorfosis espiritual. Reflexiona en este
hecho: Despacio pero seguro, ¡Dios te está transformando para reflejar la hermosura interior de su Hijo Jesucristo!

Página 105

MOMENTO DEVOCIONAL 29
Lee Filipenses 4:15-20.

Los cristianos a quienes Pablo está escribiendo, le habían mandado una ofrenda para ayudarlo en su ministerio. Pablo los elogió por su generosidad la cual era
agradable a Dios. También les recordó que Dios supliría todas las necesidades de ellos.

Tú puedes quedarte tranquilo sabiendo que Dios suplirá tu pan de cada día tal como lo proveyó para los creyentes en Filipo. Eso no quiere decir que puedes
darte el lujo de ser perezoso y esperar que te caiga un regalo del cielo. Esto quiere decir que si eres responsable y obediente a Dios, puedes estar seguro de que
él te cuidará.
Tener fe es confiar. ¡Confía en su suficiencia, aun cuando no puedes ver cómo todas tus necesidades serán satisfechas!

Los padres entienden que sus hijos necesitan comida, ropa y albergue, así que se los proporcionan. El infante no se pregunta de dónde vendrá su próxima
comida o qué ropa tendrá para ponerse. Aunque nunca se dé cuenta de ello, depende completamente de sus padres.

Puedes entender claramente este concepto cuando te detienes a considerarlo de esta manera: Tal como los padres terrenales se deleitan en satisfacer las
necesidades de sus hijos, así nuestro Padre Celestial se deleita en satisfacer las nuestras.

Página 106

MOMENTO DEVOCIONAL 30
Lee 1 Tesalonicenses 5:19-28.

Pablo dice: Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de
nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará (1 Tesalonicenses 5:23, 24).

El mismo Dios que te ha llamado para que seas salvo, está en el proceso de hacerte santo. La Biblia llama a esta proceso santificación o ser hechos conforme a
la imagen de Cristo. La salvación se conjuga en tres tiempos:

Tiempo
Tiempo pretérito Tiempo futuro
presente

Tu espíritu fue Tu alma (o Tu cuerpo será


salvo cuando mente) está en salvo cuando
aceptaste a Cristo proceso de ser sea
y naciste salvada transformado
espiritualmente diariamente a en la gloriosa
de nuevo. medida que segunda venida
eres cambiado de Cristo.
por el Cristo
que vive en ti.

La salvación se inició con un acontecimiento llamado conversión; pero, cada día tu vida intelectual, tu vida familiar, tu vida escolar, tu vida vocacional y tu vida
religiosa están siendo salvadas de lo que hubieran sido sin la presencia de él en tu corazón.

Como si esto fuera poco, Dios tiene más para darnos. En su reino, tu cuerpo será por fin perfecto y estará fuera del alcance del sufrimiento, el envejecimiento y el
pecado. ¿Cómo puede ser? Lo es porque Dios, quien te creó quiso que así fuera y se ha comprometido de que lo hará..

Discípulo: Ahora que has terminado con estas lecturas para tu Momento devocional, puedes empezar a recibir tus percepciones bíblicas directamente de la
Biblia. Primero, lee las páginas 6 a 7 del Diario espiritual. Estas páginas te mostrarán cómo seguir teniendo Momentos devocionales diarios eficaces usando la
Biblia. Luego, lee la página 109 de tu Guía del discípulo. Esta guía te muestra dónde leer para seguir disfrutando de tu Momento devocional diario.

Página 107
109

GUÍA DE LECTURAS BÍBLICAS PARA LOS MOMENTOS DEVOCIONALES

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105).

Antes de seguir adelante, repase las páginas 6 y 7 en su Diario espiritual. Lea los pasajes bíblicos pensando en la aplicación personal. Al leerlos cada mañana,
preséntese ante el Señor con estas actitudes de oración:

Petición: “Señor, ayúdame a...”.

Adoración: “Señor, tú eres...”.

Gratitud: “Señor, gracias por...”.

Confesión: “Señor, por favor perdóname porque...”.

Use la sección Mis apuntes en su Diario espiritual para anotar cualquier pregunta sobre pasajes que le resulta difícil entender durante su Momento devocional.
Pídale a su maestro que le traiga las respuestas a la próxima sesión. Empiece a leer Efesios 1:1-14 durante su primer Momento devocional diario. Luego lea los
pasajes sucesivos. Si lo prefiere, divida estas lecturas en porciones más pequeñas deteniéndose en cada nueva percepción bíblica que encuentre. ¡Nuestro
anhelo es que siga creciendo espiritualmente al dejar que Dios vaya perfeccionándolo por medio de su Palabra!

Efesios
1:1 - 14
1:15 - 23
2:1-10
2:11-22
3:1-13
3:14-21
4:1-16
4:17-32
5:1-21
5:22-33
6:1-9
6:10-24
Filipenses
1:1 - 11
1:12 - 30
2:1 - 18
2:19 - 30
3:1 - 11
3:12 - 21
4:1 - 9
4:10 - 23

Colosenses
1:1 - 14
1:15 - 23
1:24 - 29
2:1 - 12
2:13 - 23
3:1 - 17
3:18 - 25
4:1 - 6
4:7 - 18

1 Tesalonicenses
1:1 - 10
2:1 - 12
2:13 - 20
3: 1 - 13
4:1 - 12
4:13 - 18
5:1 - 11
5:12 - 28

2 Tesalonicenses
1:1 - 12
2:1 - 12
2:13 - 17
3:1 - 15
3:16 - 18
1 Timoteo
1:1 - 11
1:12 - 20
2: 1 - 15
3:1 - 16
4:1-16
5:1 - 10
5:11 - 25
6:1 - 10
6:11 - 21
2 Timoteo
1:1 - 18
2:1 - 13
2:14 - 26
3:1 - 9
3:10 - 17
4:1 - 8
4:9-22

Tito
1:1 - 16
2:1 - 15
3:1 - 15

Filemón
1:1 - 25

Santiago
1: 1 - 18
1:19 - 27
2:1 - 13
2:14 - 26
3:1 - 12
3:13 - 18
4:1 - 12
4:13 - 17
5:1 - 12
5:13 - 20
1 Pedro
1:1 - 12
1:13 - 25
2:1 - 12
2:13 - 25
3:1 - 7
3:8 - 22
4:1 - 11
4:12 - 19
5:1 - 14
2 Pedro
1:1 - 11
1:12 - 21
2:1 - 12
2:13 - 22
3:1 - 18

1 Juan
1:1 - 10
2:1 - 14
2:15 - 29
3:1 - 10
3:11 - 24
4:1 - 6
4:7 - 21
5:1 - 12
5:13 - 21

2 Juan
1:1 - 13
3 Juan
1:1 - 14

Judas
1:1 - 16
1:17 - 25

Después de haber completado estas lecturas bíblicas selectas en sus Momentos devocionales, disfrute de la lectura del resto del Nuevo Testamento usando la
programación de lecturas que aparece en la página 88 de su Diario espiritual. Empiece con el Evangelio de Mateo.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos (Gálatas 6:9
113

SECCIÓN DE RECURSOS

Para obtener los recursos y una lista de precios, por favor visite nuestra página web: www.disciple-maker.org.

Paquete de la iglesia para Iniciar el Proceso de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos – Este paquete incluye todo lo que se necesita para implementar Cómo
Ser un Hacedor de Discípulos:

• Una Guía del Líder para las 12 sesiones de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos – los líderes de grupos pequeños usan esta Guía para equipar a los miembros
de su iglesia a ser hacedores de discípulos para que ellos puedan darles el cuidado personalizado a los nuevos creyentes y nuevos miembros en un formato de
uno-a-uno.
• Una Guía del Estudiante para las 12 sesiones de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos – los miembros de los grupos pequeños usan esta Guía al ser entrenados
en cómo hacer discípulos.
• Una Guía del Maestro para Un Llamado al Gozo – el hacedor de discípulos entrenado usa esta Guía para llevar al nuevo creyente o al nuevo miembro por las 7
sesiones de crecimiento espiritual en un formato de uno-a-uno.
• Una Guía del Estudiante para Un Llamado al Gozo – el nuevo creyente o el nuevo miembro usa esta Guía al completar las 7 sesiones de crecimiento espiritual
con su hacedor de discípulo en un formato de uno-a-uno.
• Una Guía del Maestro para Un Llamado al Crecimiento – el hacedor de discípulos entrenado usa esta Guía para llevar al nuevo creyente o al nuevo miembro
por las 11 sesiones de crecimiento espiritual en un formato de uno-a-uno.
• Una Guía del Estudiante para Un Llamado al Crecimiento – el nuevo creyente o el nuevo miembro usa esta Guía al completar las 11 sesiones de crecimiento
espiritual en un formato de uno-a-uno con su hacedor de discípulos.
• Un Diario Espiritual – Con más de 2 millones de copies vendidas mundialmente, esta eficaz herramienta le muestra al cristiano cómo tener un tiempo devocional
consistente, diario, cómo tomar notas durante el sermón, cómo desarrollar un diario de oración y cómo memorizar las Escrituras.
• Cómo Obtener Paz con Dios – 4 folletos evangelísticos que presentan el evangelio usando las Escrituras y las gráficas de la “Ilustración del Puente”.
• 10 Folletos de Introducción económicos que puede darles a personas selectas para que puedan leer y orar en cuanto a participar en el curso Cómo Ser un
Hacedor de Discípulos.
• 25 Formularios de Participación en los Grupos Pequeños que se usan para inscribir a las personas en el curso.
• Un juego de 2 DVD inspiradores por Billie Hanks Jr. y Randy Craig que explican la visión y la implentación del proceso exitoso de hacer discípulos.

Paquete del Maestro de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos –

Es un curso de 12 semanas diseñado para equipar a los creyentes más maduros de su iglesia para que lleguen a ser hacedores de discípulos equipados, para a
su vez les den a los nuevos creyentes y nuevos miembros el cuidado personal, de uno-auno. Este paquete incluye la Guía del Maestro y la Guía del Alumno de
Cómo Ser un Hacedor de Discípulos, Un Llamado al Gozo, Guías para el Maestro y para el Discípulo, un Diario Espiritual, 4 tratados evangelísticos de Cómo
Obtener Paz con Dios.

Folleto de Introducción de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos –

Después de identificar a los creyentes maduros de su iglesia usted puede reclutarlos para que asistan al curso Cómo Ser un Hacedor de Discípulos al darles este
folleto económico de siete páginas. Esto les dará una perspectiva bíblica del por qué necesitamos hacer discípulos, para que así oren acerca de comprometerse
a asistir al curso Cómo Ser un Hacedor de Discípulos.

Formulario de Participación de los Grupos Pequeños –

Después de mostrar uno o más de los segmentos de los DVD durante su culto de adoración, desafíe a la congregación entera a que participe en uno de los
grupos pequeños de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos. Pida que los que tengan interés levanten la mano para recibir el Formulario de Participación para que
se puedan inscribir en el curso.

Paquete del Alumno de Un Llamado al Gozo –

El nuevo creyente o el nuevo miembro usa este paquete al ir completando las 7 sesiones de uno-a-uno con su hacedor de discípulos. Cada paquete incluye un
ejemplar de Guía del Alumno, Un Llamado al Gozo, del Diario Espiritual y dos ejemplares del folleto evangelístico, Cómo Obtener Paz con Dios

Paquete del Alumno de Un Llamado al Crecimiento –


Después de que haya completado Un Llamado al Gozo, el nuevo creyente o el nuevo miembro usa este paquete al completar las 11 sesiones de crecimiento
espiritual de uno-a-uno con su hacedor de discípulos. Cada paquete incluye la Guía del Alumno de Un Llamado al Crecimiento, un Diario Espiritual y 2 folletos
evangelísticos de Cómo Obtener Paz con Dios.

Paquete del Maestro de Un Llamado al Crecimiento –

Después de que el hacedor de discípulos entrenado lleve a un nuevo creyente o a un nuevo miembro por las 7 sesiones de uno-a-uno usando Un Llamado al
Gozo, puede usar este Paquete del Maestro de Un Llamado al Crecimiento para llevar al nuevo creyente o al nuevo miembro por 11 sesiones adicionales en
formato de uno-a-uno. Será necesario ordenar también un Paquete del Alumno de Un Llamado al Crecimiento para cada nuevo creyente o nuevo miembro. Cada
paquete del maestro incluye una Guía del Maestro de Un Llamado al Crecimiento, una Guía del Alumno de Un Llamado al Crecimiento, un Diario Espiritual y dos
folletos evangelísticos Cómo Obtener Paz con Dios.

Paquete del Maestro Graduado –

Este paquete está diseñado para los nuevos creyentes y nuevos miembros que han completado las 7 sesiones de Un Llamado al Gozo y las 11 sesiones de Un
Llamado al Crecimiento. ¡Ustedes ahora están preparados para discipular a otros a través de este mismo proceso! El paquete incluye la Guía del Maestro de Un
Llamado al Gozo, la Guía del Maestro de Un Llamado al Crecimiento, un Diario Espiritual y 2 folletos evangelísticos de Cómo Obtener Paz con Dios.

Diario Espiritual –

Con más de 2.000.000 de ejemplares vendidos, es el diario devocional más vendido en el mundo. Esta eficaz herramienta les enseña a los cristianos a
experimentar un tiempo devocional consistente a diario cómo tomar buenos apuntes de los sermones, cómo desarrollar un diario de oración y cómo memorizar
las Escrituras.

Folleto evangelístico Cómo Obtener Paz con Dios –

(En todo el mundo) (Paquetes d e 25) Un folleto evangelístico muy efectivo escrito por Billy Graham.

Diplomas de Graduación para el Maestro –

(Paquetes de 10) Se le entrega un diploma a cada miembro de la iglesia que ha completado el curso de 12 semanas de Cómo Ser un Hacedor de Discípulos.
Diplomas de Graduación para Un Llamado al Gozo –

(Paquetes de 10) Se le entrega un diploma a cada nuevo creyente y a cada nuevo miembro que ha completado las 7 sesiones de Un Llamado al Gozo. Este
diploma sirve para animar al nuevo creyente y al nuevo miembro.

Diplomas de Graduación para Un Llamado al Crecimiento –

(Paquetes de 10) Se le entrega un diploma a cada nuevo creyente o a cada nuevo miembro que completa las 11 sesiones de Un Llamado al Crecimiento. Este
diploma sirve para animar al nuevo creyente y al nuevo miembro.
119

SEGUIMIENTO: UN VISTAZO

Gary W. Kuhne

El primer paso hacia la formación de discípulos en nuestras iglesias comienza con el trabajo de seguimiento. Se necesita hacer un seguimiento cuidadoso con los
nuevos creyentes y los viejos creyentes que no han recibido este tipo de orientación a fin de que logren su potencialidad para hacer lo que Dios tiene pensado
para ellos (Efesios 2:10). Gary W. Kuhne define el seguimiento como “la obra espiritual de afianzar al nuevo creyente en la fe”. Sus años de experiencia práctica
con un ministerio de movilización entre estudiantes universitarios y laicos en Erie, Pensilvania, EE. UU. de A., dedicado a la evangelización, el seguimiento y
discipulado, lo califican para hablar con autoridad sobre este tema. También ha trabajado con la Cruzada Estudiantil para Cristo.

Gary Kuhne se graduó de la Universidad Estatal de Pensilvania y, en la actualidad, es el pastor principal de la Iglesia Grace Discipleship, en North East,
Pennsylvania.

Este capítulo, extraído de su libro Dynamics of Personal Followup (Dinámicas del seguimiento personal) (Grand Rapids: Zondervan, 1976), enfoca de una manera
específica y práctica las muchas facetas del seguimiento personal. El estudio cuidadoso de su material y sus sugerencias prácticas nos motivarán a dedicarnos a
esta importante tarea.

Página 119

Fortaleciendo a los discípulos y animándolos… (Hechos 14:22).

Para muchos de los que leen este capítulo, el seguimiento personal puede ser un concepto nuevo. Es quizá un trabajo del que han oído hablar, pero nunca han
participado activamente en dicho ministerio. No es motivo para tener vergüenza. El seguimiento personal es sencillamente un ministerio que ha sido descuidado
por el liderazgo cristiano. Mi experiencia me ha demostrado que la gran mayoría de personas a quienes he brindado mis consejos no están involucradas en
realizar el seguimiento a los nuevos creyentes.

Existen estudios que demuestran que menos del uno por ciento de los miembros de iglesias evangélicas está involucrado en el seguimiento personal. Durante
muchos años, yo creía que la falta de evangelismo personal era uno de los problemas más serios de las iglesias. No he cambiado de idea en cuanto a la seriedad
de este problema. Pero ahora creo que la falta de un seguimiento eficaz realizado en la iglesia local constituye en la actualidad un problema aún más peligroso
para las iglesias en general. Quizá algunos ejemplos tomados de mi experiencia personal le harán ver la razón de mi gran preocupación en este área.

Uno de mis primeros intentos evangelísticos empezó con optimismo. Era estudiante universitario y había sido creyente casi dos años. Cuando estaba en la
escuela secundaria, antes de aceptar a Cristo, había sido presidente del grupo juvenil en mi iglesia, y ahora sentía un gran peso por los jóvenes que actualmente
constituían aquel grupo. Empecé a buscar una manera de hacer que el evangelio fuera más claro para ellos.

Página 121

Se me presentó la oportunidad cuando el líder del grupo me escribió para pedirme que fuera a dirigir un retiro de fin de semana. Esto era una clara respuesta a mi
oración y, con la ayuda de varios amigos, me aboqué a la tarea de planear el retiro.

Por fin se realizó el retiro y el Espíritu de Dios se manifestó de una manera maravillosa. Solo uno, de todo el grupo juvenil, rechazó la invitación de aceptar a
Cristo como Salvador. Volví a la universidad gozándome en el Señor. Pero no pasó mucho tiempo antes de que empezara a tener serias dudas del éxito de aquel
fin de semana. El líder juvenil me escribió contándome de los problemas que habían surgido en el grupo. Varios de los que habían aceptado a Cristo ya no
concurrían. Al tiempo, todos, con raras excepciones, se habían olvidado de su decisión. Me sentí impotente de poder hacer algo por solucionar el problema. En
aquella época, no tenía idea del papel importante que el seguimiento personal hubiera desempeñado en conservar los frutos del retiro. Esta experiencia me
empujó a querer descubrir cómo conservar los frutos del evangelismo.

Hubo otra situación que me obligó a ver la necesidad de un seguimiento personal eficaz. Fue en una campaña basada en una película evangelística con la cual
colaboré. Me dieron la responsabilidad de dirigir a los consejeros que ayudarían a los que pasaban adelante en respuesta a la invitación que se extendía después
de la película. La preparación de los consejeros era netamente evangelizadora, sin ninguna atención a ayudar al nuevo creyente a desarrollar su nueva vida en
Cristo (lo admito para mi vergüenza). Las decisiones durante la semana de mostrar la película fueron extraordinarias. Casi mil personas pasaron adelante
buscando la solución para sus necesidades y problemas. Después de unos seis meses, sentí la carga de querer saber qué frutos permanentes se habían logrado
en aquella campaña. Aunque la falta de comunicación era un factor que me limitaba, era fácil ver que se habían conservado pocos frutos.

Entre aquellas casi mil personas pude encontrar menos de dos docenas que seguían fieles al Señor. No cuento esto para criticar el evangelismo por medio de
películas; de hecho, creo que es un modo muy eficaz de comunicar el evangelio. Lo que quiero mostrar es que a menos que haya un énfasis fuerte en un
seguimiento personal de las decisiones, habrá poco fruto permanente. ¿Qué cambio puede significar un programa eficaz de seguimiento personal en la
conservación de los frutos de un esfuerzo evangelístico?

Página 122

Les relato otro ejemplo. Una iglesia evangelizadora cuyo ministerio conozco, demuestra una verdad interesante en cuanto al papel del seguimiento en la
conservación de frutos. Al examinar los registros de los últimos diez años de la iglesia, se vio que en ese lapso de tiempo se habían hecho aproximadamente
seiscientas decisiones para Cristo. Las mismas eran el resultado de diversos programas, por ejemplo: Retiros juveniles, semanas de evangelismo, cultos
evangelísticos y evangelismo personal. Una comparación de esta estadística con un análisis del aumento en la cantidad de miembros durante el mismo lapso dio
como resultado que se habían conservado menos de cien. Entonces, parece que en realidad se conservó solo una de cada seis decisiones. Aunque esta
cantidad no toma en cuenta a los que llegaron a ser salvos siendo ya miembros, ni a los que siguieron fieles al Señor y se hicieron miembros de otras iglesias,
todavía podemos afirmar que estos no alteraban significativamente el porcentaje conservador de uno de cada seis.

La razón por la cual menciono esta iglesia como un ejemplo es que los líderes decidieron que no podían seguir aceptando un porcentaje tan bajo de conservación
de resultados. Una cantidad de sus miembros recibió capacitación en seguimiento personal y se propusieron usar lo aprendido con cada persona que respondía a
la invitación de aceptar a Cristo. Al poco tiempo tuvieron una semana de evangelización en aquella iglesia y, por primera vez, se dedicaron a hacerle seguimiento
a los que habían tomado la decisión por Cristo. Después de seis meses, la conservación de frutos era cinco de cada seis. El seguimiento personal sí dio como
resultado un cambio significativo.

Durante varios años me ha tocado ver de primera mano múltiples ejemplos más sobre las limitaciones del evangelismo sin un seguimiento personal. Estoy
convencido de que el seguimiento personal, bien planificado, de nuevos creyentes podría revolucionar el porcentaje de crecimiento en las iglesias locales. Creo
que ya no podemos justificar a los que no siguen desarrollándose en el Señor diciendo que son semillas en mala tierra (vea la parábola del sembrador y la semilla
en Mateo 13). Es indudable que algunos de los que no siguen creciendo en el Señor son producto de mala tierra, pero no veo ninguna implicación en el pasaje
que apoye una conservación de frutos en un porcentaje de uno a seis. La experiencia personal ha demostrado un porcentaje mucho más elevado como resultado
del seguimiento personal eficaz de los nuevos creyentes. Creo que la necesidad es tan urgente que no podemos quedarnos satisfechos con los pocos resultados
permanentes de la evangelización.

DEFINICIÓN DE SEGUIMIENTO
Ya que este es un capítulo sobre seguimiento personal, sería bueno presentar al principio una definición clara del significado de esta expresión. Porque
desconozco los antecedentes de los lectores y

Página 123

los distintos significados que pudieran aplicar a los términos, daré las definiciones que se aplican a lo que queremos decir al emplearlos con relación al
discipulado. Para los propósitos de este capítulo, definimos seguimiento de la siguiente manera:

Seguimiento es la obra espiritual de afianzar al nuevo creyente en la fe.

Esta es una definición generalmente aceptada por la mayoría de creyentes que he consultado. Los siguientes pasajes son ejemplos de la importancia que la
Biblia da a esta obra de edificar al nuevo creyente en la fe.

A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él. Con este fin
trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí (Colosenses 1:28, 29).

Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía,
fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe (Hechos 14:21, 22).

En vista del énfasis bíblico sobre el seguimiento, la única opción del creyente responsable es hacerlo. La única cuestión que requiere atención es cómo lograr un
seguimiento de máxima eficacia.

Es necesario dar una explicación de la definición básica ya enunciada a fin de aclarar el contenido de este vocablo. El afianzamiento espiritual del nuevo creyente
en la fe será el resultado tanto de capacitar como enseñar. Existen ciertas verdades espirituales básicas que el nuevo cristiano debe saber y aplicar para echar
raíces y realmente empezar a crecer en Cristo. La siguiente es una lista de las cinco áreas básicas de las verdades espirituales involucradas en un proceso eficaz
de seguimiento:

1. Ayudar al nuevo creyente a estar seguro de su salvación.


2. Ayudar al nuevo creyente a desarrollar una vida devocional consistente.
3. Ayudar al nuevo creyente a comprender las bases de la vida cristiana abundante.
4. Ayudar al nuevo creyente a integrarse en la vida de la iglesia local.
5. Ayudar al nuevo creyente a aprender cómo compartir su fe con los demás.

Página 124

En muchos sentidos, el seguimiento es similar a una relación padre-hijo. Esto es en la esfera espiritual, por supuesto. La Biblia describe al nuevo creyente como
un infante espiritual (Juan 3:3; 1 Corintios 3:1; 1 Pedro 2:2; 1 Juan 2:12-14). Esta descripción es acertada. Amor, protección, alimento y enseñanza son
necesidades espirituales vitales paralelas a las necesidades físicas del infante. Al igual que en la esfera física, el nuevo creyente necesita un padre espiritual que
lo cuide y ayude a suplir estas necesidades básicas durante las primeras etapas de su desarrollo cristiano.

El trabajo de seguimiento en la vida del nuevo creyente puede entenderse mejor al examinar las tres formas básicas que incluyen: grupo de escuela dominical,
estudio personal y seguimiento personal. El seguimiento en grupo es esa alimentación del nuevo creyente que logra la iglesia local o un grupo afín. Este tipo de
seguimiento toma la forma de una instrucción estructurada sobre las bases doctrinales por medio de una clase para nuevos creyentes, escuela dominical o algún
programa similar. También incluye el desarrollo de relaciones sinceras entre el nuevo creyente y el cuerpo de creyentes con el cual se asocia. La segunda forma,
el estudio personal, incluye las actividades en que se involucra el nuevo creyente por sí solo. Esto incluye cosas como leer libros cristianos y otra literatura y el
estudio bíblico personal. Tanto en el estudio en grupo como en el personal con fines de seguimiento, existe una buena cantidad de información a disposición del
pastor y del laico para ayudar a implementar estos aspectos del ministerio integral de seguimiento. Desafortunadamente, en el pasado no se podía decir lo mismo
de la tercera forma: El seguimiento personal, que es el énfasis principal de este capítulo. Puede definirse así:

Seguimiento personal es entablar una relación uno a uno, de un creyente maduro con un nuevo creyente, con el propósito de ayudar al nuevo creyente a
alimentarse y desarrollarse.

Este tipo de seguimiento hasta ahora es el más eficaz, y como demostraré, es en la actualidad la forma más descuidada entre los creyentes.
Mi experiencia me ha demostrado dos causas principales del fracaso en el seguimiento personal. Primero, muchos creyentes no están seguros de lo que hay que
hacer para afianzar al nuevo creyente en la fe. En algunos casos, el creyente tiene un conocimiento general de qué decir, pero no está seguro de cómo decirlo.
esto se debe una gran parte de su ineficacia. Segundo, muchos creyentes no están dispuestos a dar el tiempo

Página 125

que el seguimiento personal eficaz requiere. Aunque hay muchas razones por las cuales los creyentes no realizan el trabajo de seguimiento personal, me
enfocaré en estas dos.

Ilustración 1. Elementos de un programa integral de seguimiento

IMPORTANCIA DEL SEGUIMIENTO PERSONAL


Habiendo explicado claramente en qué consiste el seguimiento, la siguiente pregunta es: ¿Por qué es importante el seguimiento personal? Ya hemos demostrado
el hecho de que la Biblia nos ordena darle seguimiento al nuevo creyente. Pero como el trabajo de seguimiento toma tres formas, quisiera proponerle cuatro
razones por las cuales no nos debemos contentar con lavarnos las manos de nuestra responsabilidad personal, pensando que el seguimiento lo hace el grupo o
que el nuevo creyente debe tomar la iniciativa. En cambio, hemos de considerar el seguimiento personal como una prioridad.

1. La vulnerabilidad del nuevo creyente. El nuevo creyente puede ser engañado por Satanás con más facilidad que el creyente maduro. La realidad es que el
nuevo creyente es más vulnerable en su lucha contra las tentaciones de Satanás al comienzo de su vida cristiana que en cualquier otra etapa de su vida. Es
común que el nuevo creyente tenga dudas en cuanto a la validez de su decisión de aceptar a Cristo como su Salvador. Necesita la protección que un creyente
más maduro puede ayudarle a tener. La victoria contra las mentiras de Satanás se obtiene únicamente por medio de las verdades de la Palabra de Dios. Cristo
nos enseñó esto al usar la Biblia para responder a las tentaciones de Satanás en el desierto (Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13). El hecho de saber poco de la Palabra
de Dios hace que el nuevo creyente esté indefenso. Esta vulnerabilidad es una razón poderosa para involucrarse en el seguimiento personal.

2. La capacidad de cambio del nuevo creyente.La segunda razón importante para hacer seguimiento personal tiene que ver con el ritmo de crecimiento. El nuevo
creyente se encuentra en un punto decisivo de su vida. Por primera vez, tiene la capacidad de realmente poder cambiar su estilo de vida. La dirección y
orientación ofrecida por medio del seguimiento personal aumenta grandemente tanto la posibilidad como el ritmo de esta transformación. Tanto en el joven como
en el adulto, el seguimiento personal acelera

Página 126

su crecimiento en Cristo. El creyente maduro, trabajando de cerca con el nuevo creyente, puede detectar las áreas en su vida que necesita cambiar con urgencia.
También puede ayudar en la aplicación de las verdades bíblicas. Sin esta orientación personal, muchos nuevos creyentes no pueden aprovechar al máximo este
período crucial en su vida y no crecen en Cristo con la rapidez que pudieran hacerlo.

Un problema que se relaciona mucho con esta etapa es que el nuevo creyente que no cuenta con supervisión para poder crecer, desarrolla costumbres
incorrectas en su vida cristiana. Estas costumbres no solo obstaculizan su crecimiento sino que incluyen problemas de pecados innecesarios, que tendrán que
ser corregidos en el futuro si es que ha de tener un crecimiento real, duradero. La Biblia describe este proceso de cambio como despojarse de la antigua
naturaleza y vestirse de la nueva. Efesios 4 y Colosenses 3 explican este concepto más ampliamente. La verdad de estos pasajes debe motivarnos a trabajar en
el seguimiento personal.
3. El seguimiento personal es la manera más eficaz de producir discípulos. 3. El seguimiento personal es la manera más eficaz de producir discípulos. La tercera
razón importante para hacer un seguimiento personal tiene que ver con el desarrollo de discípulos. El seguimiento personal aumenta muchísimo la rapidez y
probabilidad del desarrollo discipular del nuevo creyente. Una meta importante y básica de su ministerio en esta área es el desarrollo de discípulos. Es importante
que comprendamos claramente el término discípulo. He notado que existen casi tantas definiciones de este vocablo como personas hay. Para los propósitos de
este capítulo, definimos discípulo así:

discípuloUn creyente cristiano que está creciendo conforme a Cristo, que está logrando frutos en el evangelismo y está trabajando en la obra de seguimiento para
conservar sus frutos.

La capacitación como discípulo debe ser una de las metas principales en el programa integral de seguimiento personal. Cuando uso el término seguimiento
personal, lo hago refiriéndome tanto a un sentido limitado como amplio. En el sentido limitado, me refiero a la obra inicial de afianzar al nuevo creyente

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en la fe. En el sentido más amplio, lo uso para referirme a la relación total y continua del creyente maduro con el nuevo para ayudarle a este a lograr la madurez
espiritual. Para que no haya interpretaciones erróneas, defino capacitación del discípulo de la siguiente manera:

Capacitación del discípulo es la obra espiritual dirigida a desarrollar la madurez espiritual y la reproducción espiritual en la vida del cristiano.

El seguimiento personal eficaz del nuevo creyente aportará mucho a la conservación de los frutos del evangelismo, pero no necesariamente acelerará el
cumplimiento de la Gran Comisión. Solo una fuerza laboral en aumento puede lograr esta tarea. El desarrollo de una reproducción espiritual en la vida del nuevo
creyente es la respuesta a esta necesidad. Dicho de otra manera, no se le debe enseñar al nuevo creyente únicamente a cómo crecer en Cristo, sino también a
testificar y a hacer el seguimiento a otros que aceptan a Cristo. Con esto se logrará una eficacia realmente multiplicadora en el cumplimiento de la Gran
Comisión. Esta verdad nos lleva a la cuarta razón para hacer que la obra de seguimiento personal sea una prioridad en nuestra vida.

4. El seguimiento personal es la manera más eficaz de lograr la multiplicación espiritual.El grado hasta el cual podamos alentar al nuevo creyente para que
produzca frutos tiene implicaciones importantes en el cumplimiento de la Gran Comisión. En la sección anterior mostramos la verdad de esta afirmación. Nuestra
efectividad en esta tarea determinará si seremos sumadores o multiplicadores espirituales. ¿Nos limitaremos a llevar a las personas a Cristo o nos haremos
también responsables de que ellas lleven a otros a Cristo (quienes a su vez llevarán a otros a Cristo)? No solo ser productivos espiritualmente sino ser
reproductores espirituales debe ser el enfoque de nuestro ministerio de seguimiento personal. Ser un multiplicador debe ser la meta de cada creyente. Podemos
definir de la siguiente manera lo que es un multiplicador:

Multiplicador s el discípulo que está capacitando a sus hijos espirituales para que ellos se reproduzcan también.

En otras palabras, multiplicador es el discípulo que puede producir otros discípulos. Solo cuando ocurre este proceso veremos una verdadera multiplicación
espiritual. Definamos multiplicación de la siguiente manera:

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Multiplicación es la capacitación de discipular en su tercera generación.

Ampliando esta definición, capacitación discipular en su tercera generación es ver a alguien que hemos discipulado personalmente, discipular a otro para que
este a su vez discipule. Es extremadamente importante comprender el concepto de multiplicación espiritual, porque es la meta de estos capítulos producir
creyentes espiritualmente multiplicadores.

La multiplicación espiritual es un proceso que pasa por cuatro fases bien definidas. Una explicación de estas fases ayudará a comprender este concepto.

Fase 1: Evangelización. La primera fase de la multiplicación espiritual es cuando uno comparte su fe con otros. La Gran Comisión implica un mandato a
testificar: Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a
obedecer todo lo que les he mandado a ustedes (Mateo 28:19, 20a). No puede haber atajos. Es imperativo que usted comparta a Cristo con los demás. Aunque
el método para evangelizar puede variar mucho, el mensaje no. Al compartir a Cristo en el poder del Espíritu Santo, empezará a ver resultados, o sea: Frutos.
Cuando alguien se arrepiente y acepta a Cristo como su Salvador y Señor, comienza la segunda fase del proceso de multiplicación.

Fase 2: Seguimiento personal. La Fase 2 del proceso de multiplicación ocurre cuando usted personalmente comienza a hacerle el seguimiento a un nuevo
creyente. Empieza a reunirse con él regularmente a fin de brindarle la enseñanza y el cuidado básicos que necesita para crecer en Cristo. A diferencia de la Fase
1 en que su ministerio se concentró en testificar, en la Fase 2 comienza a dedicar un porcentaje cada vez mayor de su tiempo a la obra de edificar al nuevo
creyente. Sigue compartiendo a Cristo aun cuando se encuentra involucrado en la obra de seguimiento personal. Es importante no descuidar esta obra. Parte de
su tarea de seguimiento incluye desafiar al nuevo creyente a identificarse públicamente con Cristo y a proclamar el evangelio, es decir: Testificar. Cuando el
nuevo creyente comienza a hacerlo, de hecho ha duplicado usted su alcance evangelizador como resultado de trabajar con otro creyente a fin de conseguir que
este testifique.

Es importante recordar que solo testificar no es suficiente para cumplir la Gran Comisión. Usted tiene que capacitar al nuevo creyente a fin de que él le haga
seguimiento personal a otra persona (es decir, que afiance a esa persona en la fe). Esto es lo que ya hemos

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definido como capacitación del discípulo o, dicho resumidamente: Discipular. Cuando empieza usted esta bien definida la fase de ministerio personal, y se inicia
la Fase 3 del proceso de multiplicación.

Fase 3: Discipular. La Fase 3 comienza cuando usted empieza a capacitar al creyente con quien está trabajando, para que él haga un seguimiento personal a
otro nuevo creyente. Esto ocurre cuando el creyente se ha desarrollado suficientemente en Cristo y cuando lleva a otro a aceptar a Cristo como su Salvador
personal. Esta es una fase bien definida porque ahora usted está trabajando con un creyente a fin de capacitarle no solo para que siga creciendo en Cristo, sino
para que sea eficaz en la obra de seguimiento personal. Esto añade personas no solo al equipo que testifica sino también al equipo de conservación de frutos.

La meta es lograr la multiplicación de maestros. Esta es la verdad que Pablo quiso comunicarle a Timoteo cuando le dijo: Lo que oíste de parte mía mediante
muchos testigos [Fase 1], esto encarga a hombres fieles [Fase 2] que sean idóneos para enseñar también a otros [Fase 3] (2 Timoteo 2:2)

Examine esta fase con más detenimiento y notará un gran aumento en la cantidad de contactos evangelísticos. Este aumento es el resultado de la multiplicación
de obreros, no el resultado de que usted testifique más. Otro punto fundamental a tener en cuenta es que ahora hay más personas para hacer seguimiento. Es
también importante notar que al comenzar a capacitar a alguien como discípulo, probablemente verá más frutos y comenzará el seguimiento con otra persona, y
así sucesivamente.

Fase 4: Multiplicación. Quizá se pregunte usted a estas alturas: ¿Por qué tiene la multiplicación otra fase? La multiplicación empieza cuando están presentes dos
factores:

1. Una persona ha sido discipulada completando la Fase 3 (2 Timoteo 2:2).


2. Esta persona realmente empieza a guiar a otro en el proceso de discipular.

La Fase 4 es la etapa multiplicadora de este proceso de multiplicación. Es aquí donde 2 Timoteo 2:2 se convierte en una realidad en su ministerio. La Fase 4
ocurre cuando una persona a la que usted le ha hecho seguimiento y la ha discipulado, está haciendo seguimiento y discipulando a su vez a otros. Esta es la
meta de su ministerio de seguimiento y no puede lograrse fuera del trabajo y la capacitación realizada uno-a-uno. El cumplimiento de la Gran Comisión llega a ser
una realidad solo cuando 2 Timoteo 2:2 llega a serlo. Tenemos que evangelizar, hacer seguimiento, capacitar y enviar si hemos de ver evangelizado al

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mundo. Si logra desarrollar apenas un discípulo verdaderamente evangelizador por año (una meta nada irrazonable), considere la cantidad de contactos
evangelizadores que habrá en un lapso de seis años como resultado de su obra. Como consecuencia de comprometerse a empezar cada día orando para que el
Señor le dé una oportunidad natural de testificar, supongamos que cada discípulo hace un contacto evangelístico por semana:

Primer año
1. Al comenzar el año: 1 discípulo (usted).
2. Al terminar el año: 2 discípulos (usted más 1).
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 50.

Segundo año
1. Al comenzar el año: 2 discípulos.
2. Al terminar el año: 4 discípulos.
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 100.

Tercer año
1. Al comenzar el año: 4 discípulos.
2. Al terminar el año: 8 discípulos.
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 200.
Cuarto año
1. Al comenzar el año: 8 discípulos.
2. Al terminar el año: 16 discípulos.
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 400.

Quinto año
1. Al comenzar el año: 16 discípulos.
2. Al terminar el año: 32 discípulos.
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 800.

Sexto año
1. Al comenzar el año: 32 discípulos.
2. Al terminar el año: 64 discípulos.
3. Contactos evangelísticos: Aproximadamente 1.600.

En un lapso de seis años, si discipula usted a solo 6 personas, habrá causado el desarrollo de 64 discípulos y 1.600 contactos evangelísticos. Así es cómo
funciona el proceso de multiplicación.

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Siguiendo con el proceso durante diez años, habrá discipulado personalmente a 10 personas y testificado a 50 por año, pero habrá causado el desarrollo de
1.024 discípulos y aproximadamente 25.000 contactos evangelísticos. Este no es un simple juego matemático, sino la consecuencia lógica de la fidelidad de
hombres y mujeres que sirven al Señor.

El “por qué” más importante del seguimiento personal encuentra su respuesta en tener una clara visión de lo que es la multiplicación. Mi esperanza es que una
cantidad suficiente de creyentes capte esta visión para que la Gran Comisión se cumpla. El rápido aumento de la población mundial nos hace ver claramente la
necesidad de la multiplicación cristiana.

FACTORES QUE AFECTAN EL SEGUIMIENTO PERSONAL


El seguimiento personal, tal como lo he definido y explicado, no ocurre en un vacío ni está totalmente exento de limitaciones que inhiben su crecimiento. Existe
una cantidad de factores que controlan y regulan la eficacia del ministerio discipular. Algunos de estos factores son muy evidentes y casi ni tenemos que
mencionarlos; otros quizá sean menos evidentes y es importante que los consideremos. Lo siguiente no pretende ser una lista exhaustiva de las condiciones que
inciden sobre la eficacia del ministerio de seguimiento personal, pero es bastante completa y debe, cuando menos, estimular su propia evaluación de los
obstáculos en su ministerio.

Factor 1: Relaciones. Cualquier estudio de los factores que afectan el ministerio de seguimiento personal tiene que empezar con un examen de las necesidades
personales del discipulador o maestro. Es importante que se encuentre usted dentro de una relación correcta con el Señor en su propia experiencia cristiana. El
seguimiento personal no es solo metodología, sino transferencia de vida. Por lo tanto, no hay nada que sustituya a la relación dinámica con Cristo en su propia
vida si es que quiere ayudar eficazmente a alguien a crecer en Cristo. Es inevitable que pierda efectividad si trata de ignorar esta regla.

Pablo enfocó claramente el papel de esta ¡transferencia de vida! en 1 Tesalonicenses 2:8: Tanto es nuestro cariño para vosotros que nos parecía bien entregaros
no solo el evangelio de Dios sino también nuestras propias vidas, porque habéis llegado a sernos muy amados. El desarrollo del nuevo creyente se corta en su
comienzo si se centra usted en métodos a expensas de su relación con él.

Factor 2: Dedicación. La multiplicación es el resultado tanto de un seguimiento personal como de una capacitación discipular y,

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por lo tanto, es un proceso que absorbe muchísimo tiempo. Cualquier cosa que lleva tiempo requiere también dedicación. Quizá más que en ninguna otra época
de la historia humana, las personas de hoy en día están extremadamente ocupadas. Existen muchas diferentes necesidades y dificultades que requieren nuestra
atención y dedicación. El creyente no es inmune a estas presiones. De hecho, el creyente en desarrollo las siente más agudamente porque, a todo lo demás, se
agrega el tiempo que dedica a su iglesia, cosa que el no creyente no tiene que enfrentar. Debido a las diversas demandas sobre el cristiano (p. ej.: Testificar, ir al
culto, concurrir a clases, comisiones, estudios bíblicos y reuniones de oración), es válido hacernos la pregunta de que sí vale la pena dedicar el tiempo que
requiere el seguimiento, en vista de los resultados proyectados.

Si uno empieza a hacer algo de seguimiento personal, pronto se enfrenta con un problema de prioridades. Sencillamente no hay tiempo para hacerlo todo. Pronto
tiene que llegar a la decisión sobre cuáles serán sus prioridades y, al determinarlas, establecer qué actividades son válidas en relación con ellas. Espero que la
exposición anterior sobre la necesidad de multiplicarse le haya ayudado a incluir la multiplicación como una de sus prioridades. Algunas preguntas que necesita
contestar con respecto a su propia vida son:

“¿Creo en la importancia del seguimiento personal?”.


“¿Estoy dispuesto a dedicar el tiempo necesario para desarrollar discípulos?”.
“¿Estoy dispuesto a analizar mis actividades actuales y suspender las que han dejado de ser una prioridad?”.

Hacerse preguntas como estas y buscar sinceramente las respuestas puede lograr mucho en su tarea de llegar a ser eficaz en el seguimiento. Solo la persona
dedicada está dispuesta a dar el tiempo necesario al seguimiento. Si no está usted totalmente convencido de su importancia, en cuanto aparezcan los problemas
y frustraciones, lo dejará a un lado y empezará a buscar alguna tarea más fácil. La dedicación cumple un papel importante en el desarrollo de una multiplicación
eficaz.

Factor 3: Concentración. Nunca podrá lograr un seguimiento eficaz si está tratando de trabajar con demasiadas personas a la vez. La multiplicación depende de
discípulos espiritualmente maduros y bien capacitados. Este tipo de discípulo nunca es el resultado de una producción en masa sino que es el producto de un
trabajo profundo, intenso, que demanda su tiempo. Para lograr una auténtica productividad, tiene que trabajar con muy pocas personas a la vez.

Tendrá que estar totalmente comprometido con el concepto del seguimiento personal para permanecer firme ante las presiones que seguramente enfrentará.

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La presión de no concentrar sus energías en unos pocos, será fuerte. Es posible que lo llamen, entre otras cosas, egoísta y poco espiritual. Recuerdo a un pastor
que se alteró conmigo ante mi insistencia de observar este principio. Me dijo: “Entiendo que la Biblia enseña esta idea de concentración, pero es imposible que dé
resultado en las iglesias actuales. Tengo demasiadas obligaciones como para poder concentrar mis energías”. No estaba dispuesto a adoptar el método bíblico
porque hubiera significado cambiar su método tradicional de cumplir su ministerio. ¡Qué tragedia!

Es importante que se mantenga firme ante esta presión. Esto será posible únicamente si cuenta con una visión a largo plazo de su ministerio y no se deja vencer
por las necesidades urgentes a su alrededor. Cristo, al principio de su ministerio escogió a un núcleo de hombres y empezó a invertir su vida en ellos. Su
propósito era crear el liderazgo necesario para dirigir adecuadamente el crecimiento de la iglesia primitiva. En un sentido muy real, Cristo se jugó la eficacia de
todo su futuro al concentrarse en esos pocos hombres. No interpretó mal la voluntad de Dios en esta cuestión. Bajo el poder del Espíritu Santo estos discípulos
se multiplicaron, llevando el evangelio a Jerusalén, Judea, Samaria y a todo el mundo (Hechos 1:8).

Quizá el diagrama que presenta la Ilustración 2 le pueda ser de ayuda para entender la técnica de concentración que usó Cristo. Empezando con Cristo en el
centro, el tiempo que hay que dar varía en proporción inversa a la distancia desde el centro.

Waylon Moore, en su libro New Testament Follow-up (El seguimiento en el Nuevo Testamento) (Grand Rapids: Eerdmans, 1963), trata las diversas leyes que
rigen sobre la multiplicación espiritual. Una de las más importantes es el factor de la concentración. Dice: “¡Decidirnos a que nuestro ministerio sea intenso más
bien que extenso cambiará toda nuestra vida! La calidad engendra cantidad. Se requiere visión para capacitar a un hombre a fin de que alcance las masas” (p.
68). No existe sustituto para el rol que cumple el desarrollo del discipulado personal, y esto puede suceder únicamente cuando concentramos nuestras energías.

Factor 4: Persistencia. Cristo invirtió tres años de su vida en los doce apóstoles. Hacia el final de ese lapso (durante aproximadamente seis meses), pasó casi
todo su tiempo con ellos. Es así que Cristo, el discipulador por excelencia, sintió la necesidad de hacer esto para asegurar la multiplicación masiva de la iglesia
cristiana durante el próximo cuarto de siglo. De haber una manera mejor de hacerlo, Cristo se hubiera valido de ella. A usted no lo habría impresionado mucho si
hubiera sido un espectador de aquella época. Jesús no contaba con más de quinientos seguidores en el momento de su muerte, y muchos

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de estos lo seguían superficialmente. Aún así, Cristo se sentía satisfecho de su trabajo porque veía en sus discípulos la futura multiplicación de la iglesia.
Ilustración 2. El principio de concentración en el ministerio de Cristo.

Waylon Moore recalca este principio y su aplicación para alentar la obra del discipulado. Afirma que le lleva a la multiplicación entre tres y cinco años para
hacerse evidente (p. 69). Esto significa que tiene que pasar todo ese tiempo antes de que la gente se percate del crecimiento en su medio. Muchos laicos y
pastores sufren de miopía espiritual. Parece que no se dan cuenta del fundamento que se ha venido preparando a través de los años para un proceso de
ministerio, en cambio, solo ven lo que usted hace en el momento para lograr el crecimiento. Esto explica por qué tantos, en tantos años, no han captado la verdad
de la multiplicación.

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CÓMO DESARROLLAR UNA RELACIÓN SIGNIFICATIVA

Gary W. Kuhne

En todo tiempo ama el amigo (Proverbios 17:17).

Entablar una amistad de confianza con el nuevo creyente es un ingrediente básico para hacer con él un seguimiento eficaz porque involucra un cuidado que va
más allá de enseñar o hacer obedecer las reglas. También incluye una comunicación cariñosa de esas reglas y una comunicación cariñosa de una vida.

En mis primeros intentos de seguimiento, me resultaba difícil hacerme amigo de los nuevos creyentes. El problema era mi forma de pensar y actuar. Creía que
las relaciones se entablan automáticamente. En algunos casos puede ser que sí, especialmente si la otra persona tiene intereses similares a los suyos.
Desafortunadamente, en el seguimiento personal muchas veces estará trabajando con alguien con quien tiene muy poco en común. En estos casos, hay que
realmente esforzarse para tener una relación eficaz. Con el correr del tiempo, he descubierto una variedad de herramientas para cimentar relaciones. Cuando lo
lograba, sentía la emoción de haber obtenido una victoria espiritual en mi propia vida. Ya no tenía que limitarme a relacionarme con ciertos tipos de personas
para lograr efectividad en mi ministerio. He visto una reacción similar de gozo en personas que he capacitado en el ministerio de seguimiento. En Cristo, es muy
cierto que no hay esclavos ni libres, judíos ni griegos.

erto que no hay esclavos ni libres, judíos ni griegos. Ser padres espirituales tiene muchas de las mismas características que el ser padres biológicos. ¿Cuántos
de nosotros nos contentaríamos con ser para nuestros hijos meramente el que dicta las reglas y las hace obedecer? Además de ser la persona con autoridad, el
buen padre procura constantemente conocer mejor a sus hijos y desarrollar una buena relación con ellos.

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Esto es cierto también cuando se trata de hacer un seguimiento eficaz con un nuevo creyente. Necesitamos ser personas con autoridad, es decir, líderes
espirituales que comunican lo que uno tiene que saber para crecer en Cristo. Pero, a la vez, tenemos también que desarrollar relaciones significativas con el
nuevo creyente. El propósito de este capítulo es darle algunos consejos prácticos sobre este tema.

DESARROLLE UN AMBIENTE DE CARIÑOSO CUIDADO


Una de las primeras maneras de empezar a entablar una relación significativa con un nuevo creyente es interesarse sinceramente por él, queriendo realmente ser
su amigo. En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano (Proverbios 17:17). Pablo enseña claramente ésto como uno de los
elementos importantes en su propio ministerio de seguimiento. Por ejemplo, analice la manera cómo Pablo describió su actitud hacia los filipenses: Dios es
testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús (Filipenses 1:8). Comienza diciendo: Dios me es testigo. Es importante comprender
por qué empieza con esta afirmación. Pablo no usa livianamente esta frase, sino que se vale de ella solo cuando quiere que algo nos sea incuestionablemente
claro. Al decir Dios es testigo, Pablo sabía que estaba recurriendo a un Dios omnisciente como testigo de la verdad de su afirmación.

Esto era necesario debido a lo que Pablo afirmaría a continuación al manifestar sus sentimientos hacia ellos: Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el
entrañable amor de Cristo Jesús. ¡Qué declaración! Esto describe el punto que estoy tratando de explicar. ¿Cuánto realmente le interesa la persona a la que le
está haciendo seguimiento? ¿La ama con el profundo amor de Cristo? De ser así, no hay duda que desarrollarán una buena relación fraternal cristiana; de no ser
así, la relación se verá obstaculizada. Tenemos que incorporar en nuestra vida la actitud que nos permita decir con Pablo: Dios es testigo, tengo un profundo
interés por aquel nuevo creyente.

Recuerdo cierta ocasión cuando trabajaba con el seguimiento de un joven estudiante casado. Aunque me esforzaba mucho, parecía no lograr nada. No había
podido ganarme su confianza y nuestra relación era superficial. Un día, pensando en el problema, se me ocurrió que realmente este tipo no me importaba. No me
sentía responsable de su desarrollo sino que más bien me irritaba un poco todo el trabajo que me daba. Fue un descubrimiento que me hizo reflexionar y me
convenció de mi error. Me propuse empezar a enfocar mis oraciones y preocupación por

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él como persona y procurar desarrollar el amor que Dios quería que yo tuviese por él como individuo. No pasó mucho tiempo antes de que hubiera grandes
adelantos en este seguimiento. Aquel joven en la actualidad sirve a Dios eficazmente en un ministerio cristiano.
¿Tiene un verdadero interés en ayudar al nuevo creyente a crecer en Cristo? ¿Siente una preocupación genuina por la gente? Si siente usted que necesita tener
más amor e interés para poder contestar afirmativamente, puede orar y pedirle específicamente a Dios que desarrolle ese tipo de actitud en su vida. Por medio de
la oración, Dios le hará sentirse responsable. La Biblia no explica por qué funciona así la oración, pero hay algo en esto de interceder por alguien que a uno le
hace sentirse más responsable por él.

Ore pidiendo cosas específicas. Si no se le ocurre ya qué pedir, empiece a leer la primera parte de muchas de las epístolas de Pablo. Allí, él ora pidiendo
específicamente por el crecimiento espiritual de los nuevos creyentes. En sus oraciones, inserte el nombre de la persona a quien le está haciendo seguimiento. Si
persevera por un tiempo en orar por ella disciplinadamente, Dios desarrollará en su corazón un sentido de responsabilidad por ella. Probablemente no note que
va en aumento, pero pronto notará que le tiene un cariño sincero.

Quiero enfatizar una emocionante implicación de esta verdad. Puede usted sentirse responsable de alguien y, por ende, entablar una relación cristiana cuando en
realidad normalmente no lo hubiera elegido como amigo. Siendo estudiante universitario tuve un pastor que me ayudó mucho en la formación de mi manera de
pensar y mi desarrollo cristiano. Cierta vez me dijo algo que nunca olvidaré: “Antes de aceptar a Cristo como tu Salvador, tú elegías tus amigos. Después que lo
aceptaste, Dios empezó a escoger tus amigos, y muchas veces escoge los que tú nunca hubieras elegido”. Cuando te toca tratar con creyentes que jamás
hubieras elegido como amigos, te ves obligado a acercarte a Dios para pedirle la fuerza y el amor que necesitas para desarrollar esas relaciones fraternales. En
el seguimiento personal, no podemos elegir quién va a recibir a Cristo. Tarde o temprano entablará usted relaciones de seguimiento personal con personas a las
que, en circunstancias normales, no les hubiera dedicado su tiempo y atención. Dios puede obrar en esta situación. El puede darle la actitud que necesita para
trabar amistad con ellas.

Cuando está queriendo entablar amistad con nuevos creyentes, es importante que tenga un tipo de amor aceptador. Jesús aplicó este principio del “amor
aceptador” al trabajar con sus discípulos. Su amor e interés por esos discípulos fueron las herramientas básicas en el

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desarrollo espiritual de ellos. Ellos sabían que él los amaba; nunca lo dudaron. Aun cuando fracasaban, el ambiente era de cariñosa aceptación. El Señor los
reprendía cuando fracasaban, pero seguía amándoles y continuaba trabajando con ellos, ayudándoles a aprender de sus errores. A pesar de que fracasaban,
sabían que el amor de Cristo era incondicional.
Una pregunta importante para considerar es si está creando o creará usted este tipo de ambiente de aceptación y cariño incondicional por una persona. Por favor,
no me entienda mal. Esto no implica cerrar los ojos a los pecados de la gente, sino más bien, significa aceptarla con sus defectos y mostrarles cómo encarar
cualquier problema que tenga. Puede amarles y ayudarles a descubrir las soluciones de Dios. Es posible aceptar a la persona y, al mismo tiempo, no aceptar los
pecados que comete. Al trabajar con otros, ¿crea usted este tipo de ambiente aceptador?

Una buena manera de hacerse una prueba es verificar por qué el nuevo creyente cumple con lo que usted le da como tarea. ¿Es como resultado de su
motivación de querer crecer en Cristo? ¿O tiene miedo de que si falla, usted lo rechazará? ¿Está actuando para complacerlo a usted o a Dios? Si complacerlo a
usted es la motivación exclusiva en la vida del nuevo creyente, algo falla. Será muy difícil desarrollar en esa persona una motivación correcta. ¿Está creando
usted el tipo de ambiente cariñoso que motiva al nuevo creyente a crecer?

DESARROLLE Y CENTRE SU RELACIÓN EN CRISTO


Una segunda verdad principal para cimentar relaciones es desarrollar la relación centrándola en Cristo. Es importante comprender que esto requerirá mucho
esfuerzo, porque lo natural es tratar de desarrollar una relación centrándola en alguna otra cosa. Uno hace amistad con alguien porque le gusta el deporte, con
otro porque le gusta el arte. Tener intereses en común es una buena ayuda para cultivar una amistad, pero cuando esto se convierte en el centro o enfoque de la
relación, su círculo de amigos se limita mucho. Juan nos da el enfoque correcto para tener amistades duraderas: Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para
que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Juan 1:3).

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Ilustración 3. Cómo centrar las relaciones en Cristo

Juan declara que Cristo es el punto central de la auténtica comunión. Afirma que las relaciones deben cultivarse en base al conocimiento de Cristo. Esto no
significa que sea malo tener otras cosas en común con alguien a quien le está haciendo seguimiento. Lo que significa es que muchas veces tendrá una relación
de seguimiento con alguien con quien tiene muy poco en común. Si Cristo es el centro, esto no debe impedirle disfrutar de una relación fraternal y una amistad
significativa con él.

¿Cómo hacer que Cristo sea el centro? Desde el principio del seguimiento con un nuevo creyente, dedique la mayor parte de su tiempo a las cosas espirituales.
Esto no significa darle conferencias a esa persona, pero sí significa dedicar gran parte de su tiempo a la comunicación espiritual, creando un ambiente de
comunión espiritual. Asegúrese de que compartir el uno con el otro lo que Dios está haciendo y lo que Dios les está enseñando por medio de su Palabra llegue a
ser algo que realizan con naturalidad. Esto sucede con naturalidad solo si así proceden en las etapas iniciales de esa relación. Si desarrollan su amistad
centrándola en otra cosa, tendrá que forzar el diálogo para centrarlo en Cristo, lo cual resultará incómodo y forzado. Si desde el principio desarrollan su relación
centrándola en Cristo y en cosas espirituales, ya se establece una modalidad franca para el futuro.
Existe otro factor importante al desarrollar su relación centrada en Cristo. En cualquier ocasión que esté con un nuevo creyente, procure formal e informalmente
hablar de algo espiritual. Dado que el compartir formalmente y la enseñanza ocurren con naturalidad cuando se reúnen para una sesión de seguimiento, cosa que
no es necesario enfocarla aquí. Pero quiero darle algunos ejemplos de lo que quiero decir con hablar informalmente de algo espiritual:

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Una herramienta que usted puede usar para desarrollar una amistad con un nuevo creyente puede ser, por ejemplo, un interés común en el fútbol o en el béisbol.
Ir a presenciar un partido es una actividad secular que puede ser usada para cultivar una amistad. Aun en medio del partido, usted puede enseñar. Conozco a un
señor que usaba este ambiente para contar de qué maneras Dios había cambiado su vida en el área de sus actitudes. Cuando, siendo estudiante, jugaba al
béisbol, era muy agresivo en la cancha. Siguió siéndolo como espectador. Su agresividad iba más allá de gritar y vitorear. Insultaba a los árbitros que, según él,
no servían. Su actitud era pecaminosa. Pero Dios lo cambió y le dio victoria sobre este problema. Al compartir esto con el nuevo creyente, podía hacerle ver en
una forma práctica, cómo Dios cambia la vida del creyente. Este es un buen ejemplo de cómo comunicar informalmente una verdad espiritual. Quizá la cancha no
era el ambiente ideal para enseñar; a pesar de ello, él informalmente podía comunicar una profunda verdad espiritual al nuevo creyente. Otro ejemplo de esta
enseñanza informal puede ser el de dos personas que van juntas de compras como una manera de cultivar su amistad. Quizá estén rodeadas de muchas
personas y el ambiente sea agitado. Es la oportunidad perfecta para contar cómo usted antes se frustraba y se ponía nervioso en una situación así, pero Dios le
ha dado paciencia y paz a fin de dar buen testimonio de él en circunstancias adversas (Filipenses 4:10-13). Si Dios no ha efectuado aún esa obra en usted, le
será imposible compartirla, y usted no debe mentir. Pero, este ejemplo es para que comprenda que aun en situaciones seculares, se puede compartir una
enseñanza informalmente. Uno debe estar comunicando continuamente algo positivo.

Otro ejemplo de esta enseñanza informal puede ser el de dos personas que van juntas de compras como una manera de cultivar su amistad. Quizá estén
rodeadas de muchas personas y el ambiente sea agitado. Es la oportunidad perfecta para contar cómo usted antes se frustraba y se ponía nervioso en una
situación así, pero Dios le ha dado paciencia y paz a fin de dar buen testimonio de él en circunstancias adversas (Filipenses 4:10-13). Si Dios no ha efectuado
aún esa obra en usted, le será imposible compartirla, y usted no debe mentir. Pero, este ejemplo es para que comprenda que aun en situaciones seculares, se
puede compartir una enseñanza informalmente. Uno debe estar comunicando continuamente algo positivo.

Cuando empecé a capacitar a mis primeros discípulos, me hice la regla de nunca reunirme con alguien para seguimiento o discipulado a menos que tuviera algo
nuevo para darle. Quería hablar de algo nuevo que Dios me hubiera enseñado o subrayado en mi mente durante mi estudio personal de su Palabra. Según Dios
me ha dado las fuerzas, nunca desde entonces he dejado de comunicar una verdad espiritual nueva al reunirme con alguien con fines de seguimiento. Uno no
tiene que quedarse en el pasado. Si uno permanece en su Palabra, el Señor le da algo constructivo todas las veces. Puede que no sea una percepción
totalmente nueva; puede ser la confirmación de una verdad que ya se conoce. Siempre se puede comunicar este tipo de verdad. Esta es la mejor manera de
llevar al nuevo creyente al punto en que él también empieza a compartir con usted sus experiencias en el Señor.

creyente al punto en que él también empieza a compartir con usted sus experiencias en el Señor.

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Una pregunta a esta altura puede ser cómo motivar al otro para que estudie la Palabra. La mejor manera de motivar al nuevo creyente a estudiar las Escrituras es
usar la Biblia al considerar los problemas de este y contar cómo la usa usted para resolver sus propios problemas. Jesús motivaba a sus seguidores a usar la
Palabra principalmente porque él mismo la usaba. Al responder a sus preguntas y problemas, Jesús citó el Antiguo Testamento 160 veces en la presencia de sus
discípulos. Así es como se motiva a los demás a estudiar la Palabra.

PERSEVERANCIA
El próximo factor importante al cultivar relaciones amistosas con nuevos creyentes es el ingrediente de la perseverancia o paciencia. Cimentar relaciones lleva
tiempo. El desarrollo de la relación del nuevo creyente con Dios llevará tiempo y también llevará tiempo el desarrollo de la relación de ese nuevo creyente con
usted. Las amistades no siempre se desarrollan sin problemas ni al mismo paso. A veces el nuevo creyente parece no responder para nada, pero usted tiene que
seguir a su lado.

El hecho de que alguien no está creciendo a cierto paso o no siempre triunfa sobre el pecado no debe desanimarle. Uno puede tropezar una semana y la próxima
renovarse en la Palabra, encaminándose una vez más. Aunque desalentadores, estos periodos de fracasos no son desastrosos para la vida cristiana en general.
Esto es especialmente cierto si uno aprende de sus fracasos. Aprenda a tener paciencia en medio del fracaso. Todos caemos de vez en cuando, y el nuevo
creyente a quien le está haciendo seguimiento no es la excepción.

No tome el hecho de que el nuevo creyente tropieza como algo personal. Con frecuencia noto que ese problema aparece entre los que están haciendo
seguimiento personal. En otras palabras, a veces se sentirá tentado a considerar el tropiezo del nuevo creyente como una muestra de que usted no sabe hacer
seguimiento. ¡Cómo puede ser que haya fracasado cuando le expliqué tan bien cómo no fracasar! Por supuesto, a veces tenemos que sentirnos así. Esto nos
motiva a ayudar a nuestro nuevo amigo creyente a superar sus problemas. Pecamos cuando nos alteramos porque nos hirieron en el amor propio. Nuestra
preocupación principal ha de ser la de que el pecado está perjudicando el desarrollo cristiano del nuevo creyente.

También necesitamos paciencia para discernir la actitud del nuevo creyente en medio de su fracaso. ¿Está arrepentido, queriendo aprender de sus

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errores o está rebelde? Es importante que en esta circunstancia usted tenga discernimiento. Las actitudes a veces no se reflejan claramente en las acciones.
Esto es así porque las acciones, en muchos casos, son controladas tanto por el ambiente pasado como el presente de la persona. Se requiere paciencia y
discernimiento para descubrir la actitud interior del nuevo creyente. Pero usted puede descubrirla porque Dios se la revela. Es difícil detectar problemas de
actitudes si uno no sabe qué está pasando en el interior de un individuo. Aunque no comprenda totalmente los problemas y actitudes de una persona, cuenta con
la dirección del Espíritu Santo para darle la sensibilidad que a otros les falta.

En su encuentro con Ananías y Safira (Hechos 5), Pedro da un ejemplo perfecto de esta sensibilidad. Pudo ver debajo de la superficie del problema al detectar
actitudes incorrectas. Este ejemplo también muestra que puede haber actitudes pecaminosas aun en las acciones correctas. Solo en Cristo es posible lograr este
tipo de percepción.

Otro elemento importante de la perseverancia es estar dispuesto a reprender al nuevo creyente cuando necesita reprensión. Cuando tropieza, es importante que
encare y supere el problema. En otras palabras, confróntelo con su pecado y luego muéstrele cómo resolverlo y volver a tener una relación correcta con Dios. La
idea aquí es usar los aspectos correctivos y de reprensión de la Palabra de Dios como fueron enseñados en 2 Timoteo 3:16, 17.

QUE EL TIEMPO QUE PASAN JUNTOS SEA PROVECHOSO


Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano (Proverbios 18:24). El próximo factor a considerar al desarrollar relaciones es el papel
de la asociación. Al decir asociación quiero decir pasar tiempo con el nuevo creyente. Es un poco más fácil que la asociación se realice en la obra juvenil que en
el trabajo con adultos, porque el tiempo del adulto está estructurado con más rigidez debido a las obligaciones familiares y otras propias de su edad. Pero, a
pesar de la dificultad que puede haber en encontrar tiempo para pasar con un nuevo creyente adulto, será imprescindible hacerlo. Por ejemplo, las amas de casa
podrían reunirse a media mañana para tomar una taza de café, los que trabajan quizá durante el almuerzo. Escoja el mejor momento para ambos.
Al tratar de encontrar actividades que fomenten la asociación, piense en algo que usted ya está haciendo a lo cual sería apropiado invitar al nuevo creyente. Esta
es la clave para encontrar tiempo a fin de realizar un seguimiento personal eficaz.

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Hacer dos cosas a la vez es agregarle horas a las veinticuatro horas del día. Es posible lograrlo, lo cual le ayudará a usted a asociarse con él.

Un ejemplo de cómo lograr esto es llevar al nuevo creyente con usted cuando va al culto. La razón para hacerlo no es simplemente lograr que vaya, aunque en
parte lo es. Es también por esos veinte minutos yendo a casa cuando pueden dialogar sobre el sermón. Lo importante es pasar tiempo conversando y
confraternizando. Cada uno de nosotros puede encontrar alguna manera de pasar tiempo con un nuevo creyente. Puede requerir un esfuerzo de nuestra parte,
pero el verdadero problema es el sentirse responsable, no es asunto de tiempo.

Pasar tiempo con el nuevo creyente es la clave de un programa de seguimiento realmente eficaz. Espero que esta lista de ejemplos estimule su imaginación en
este sentido.

1. Ir al templo.
2. Ir de paseo.
3. Ir de compras.
4. Ir a eventos deportivos.
5. Acampar.
6. Día de campo.
7. Actividades en los días feriados.
8. Lavar su auto.

Muchas veces es en esos momentos de compañerismo que el nuevo creyente se muestra más franco y sincero sobre sus victorias, fracasos y problemas. Haga
todo lo posible por crear momentos importantes de sencilla confraternidad con el nuevo creyente.

MINISTRE A LA PERSONA INTEGRAL


El próximo factor que incide sobre el desarrollo de relaciones eficaces con el nuevo creyente tiene relación con el problema de ver nuestro papel desde una
perspectiva demasiado limitada. A veces nos podemos preocupar demasiado por el lado espiritual de la vida de alguien y descuidar otros aspectos relacionados.
Cada individuo está compuesto de muchas partes entretejidas entre sí que forman un todo. Lo espiritual afecta lo social, y lo social también puede afectar lo
espiritual. Esta interconexión se encuentra en todas las áreas de la vida del ser humano y, por ende, usted tiene que tomar en cuenta mucho más que las
necesidades espirituales del nuevo creyente.

Por ejemplo, consideremos la posible relación entre un problema social y una necesidad espiritual en el nuevo creyente. Un aspecto importante del seguimiento
personal es conseguir que el nuevo creyente esté en una buena comunión cristiana. ¿Qué pasa si la persona a quien usted le hace seguimiento

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tiene problemas sociales que limitan su habilidad de entablar buenas relaciones con otros creyentes? Es seguro que, con el correr del tiempo, sus problemas
sociales causarán algunos problemas espirituales. Es, por lo tanto, importante que tenga la capacidad de detectar y encarar los problemas sociales como un paso
en alcanzar un auténtico desarrollo espiritual en la vida de aquella persona.

Pensemos un poco más en este ejemplo. El nuevo creyente con el cual usted trabaja tiene un problema que le afecta socialmente. Su propósito en ayudarle a
superar su problema no es pulir su forma de ser tanto como ayudarle a desarrollar cualidades que le ayuden a tener comunión con otros creyentes. Hay varias
maneras de ayudar a alguien que es tímido. Si ha tenido usted este problema, muéstrele lo que Dios le ha revelado por medio de su Palabra para poder superar
el problema. Simplemente sentarse con él durante una visita y decirle que tiene que acercarse a la gente y que Dios no quiere que sea tímido por lo general no
resolverá el problema. Es mucho más efectivo mostrarle el procedimiento para resolver su problema y ayudarle, en la práctica, a acercarse a otra gente.

Quizá alguien a quien le está haciendo el seguimiento sea brusco o ruidoso, haciendo que los demás eviten su compañía. En este caso, lo mejor es sentarse con
él y explicarle que su manera de actuar ofende a otros. Muchas veces la persona no se da cuenta de la reacción de terceros a su conducta. Ha desarrollado
ciertas maneras en su comportamiento social, sin darse cuenta que molesta a los demás. También puede programar alguna señal que usted le dará cuando se
está poniendo ofensivo, o cuando está diciendo algo que no debiera decir. No tiene usted que ser un experto en urbanidad para ayudar al nuevo creyente a
relacionarse bien con el grupo.

Quizá el nuevo creyente necesite una orientación profesional sobre problemas familiares. Recuerdo la situación del hogar de un adolescente a quien le daba
seguimiento. El padre llegaba a casa borracho todas las noches y maltrataba a la familia. Resulta obvio que uno tiene que hacer más que cubrir los temas de las
sesiones con alguien así. Para empezar a ayudar al nuevo creyente, usted tiene que saber más sobre las circunstancias en que él vive. En este caso, el nuevo
creyente no cumplía con sus Momentos devocionales. Quería cumplir, pero debido a su situación familiar, le era imposible. Si yo hubiera seguido insistiendo que
tuviera sus Momentos devocionales sin procurar ayudar con este complicado problema, lo único que hubiera logrado habría sido crear más frustración y menos
comunicación entre nosotros.

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Quizá la persona con quien usted trabaja tiene problemas de higiene. ¿Quién le va a ayudar en esto si no lo hace usted? Debe usted apuntar al desarrollo de un
tipo de relación con él o ella que le permita ofrecerle dirección en áreas que de otra manera resultarían embarazosas. Su propósito no es inmiscuirse en lo que no
le importa, sino ayudarle a crecer en Cristo. Usted está tratando de ayudarle a ser una persona segura de sí misma. No estoy recomendando que se meta donde
no lo llaman. No obligue al otro a contarle todo. Sencillamente muéstrese dispuesto a escuchar y sea receptivo. Todo esto contribuirá a desarrollar una actitud de
aceptación y confianza mutua que le será de mucha ayuda en el área del seguimiento espiritual. A medida que el nuevo creyente le va teniendo más confianza,
creerá más y más lo que usted le dice, comprendiendo que habla con autoridad. Esto se aplica especialmente en casos cuando hay que resolver problemas.

Quizá el nuevo creyente tiene problemas de dinero. Su problema puede ser que no sabe hacer un presupuesto y administrar sus entradas ya que muchos no
saben presupuestar bien sus ingresos. Aprendí a hacer un presupuesto por amarga experiencia. Quizá él esté pasando por todo tipo de dificultades y
preocupaciones como consecuencia de este problema. Sentarse con él y decirle que no se preocupe no le será de ayuda si no puede encarar la raíz de su
problema. Quiero recalcar que la cuestión aquí es la necesidad de ver a cada persona como una persona integral, no simplemente enfocarse en un segmento de
su vida.

RECUERDE LO QUE LE CUENTAN


Otro factor a tener en cuenta al cultivar relaciones fraternales es recordar lo que el nuevo creyente le cuenta. Siendo estudiante y luego como obrero cristiano, he
tenido algunas experiencias amargas en este aspecto. Me olvidaba lo que la gente me contaba. Había ocasiones en que me reunía con alguien y me olvidaba
qué carrera estudiaba y qué materias estaba tomando. Esto puede resultar embarazoso. La otra persona empieza a pensar que uno no se interesa por él.

Después de pasar vergüenza varias veces, adopté un método fácil para conservar información lo cual me ayudó a superar este problema. Empecé a llevar
tarjetas en blanco de unos 8 x 12 cms. que llenaba cuando terminaba de reunirme con una persona. Apuntaba toda la información importante que me había
contado. Antes de reunirme nuevamente con ella, repasaba la tarjeta. En las primeras etapas de trabajar con alguien, es muy importante contar con esa
información. Menciono este problema porque me ha sucedido, y puede sucederle a usted. Si tiene mala memoria, empiece a escribir lo que no debe olvidar.

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SEA TANTO UN LÍDER COMO UN AMIGO


El próximo factor en poder cultivar una relación fraternal con un nuevo creyente es la necesidad de lograr un buen equilibrio entre ser un líder espiritual y ser un
amigo. En medio del énfasis actual sobre amistad y relación, es fácil querer evitar ser un líder. En realidad nadie quiere las responsabilidad de ser líder.
Preferiríamos no tener que ayudar al nuevo creyente a desarrollarse en Cristo. Preferimos deslindarnos de nuestra responsabilidad de confrontar al nuevo
creyente que ha caído en pecado; tratamos de cargarle al Señor toda la responsabilidad de reprenderle y convencerle de pecado. Esto nos quita la presión de
tener que hacerlo. Es mucho más fácil, pero menos eficaz, no asumir una posición de autoridad en nuestras relaciones.

Esta es solo una de las caras de la moneda. Es también importante saber que es posible llegar a ser autoritario o enfocado en los problemas. Es mejor tratar solo
un problema a la vez, lo cual basta para mantener muy ocupado a cualquiera. Cuídese de que toda su relación no se base en estar diciéndole constantemente al
nuevo creyente lo que hizo incorrectamente. Es mucho mejor tener un sano equilibrio en su relación de aliento mutuo, de compartir verdades espirituales y de
aconsejar. Si mantiene el equilibrio, no creará un ambiente negativo derrotista y legalista.
Ilustración 4. Un buen equilibrio en la tarea de seguimiento

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No siempre tendrá reacciones positivas de parte del nuevo creyente ante sus intentos de ser su líder espiritual. También habrá reacciones negativas que tendrá
que encarar. Debe mostrarle que estas reacciones negativas son pecaminosas. Si ha estado presentando usted la Palabra de Dios para destacar un problema en
particular, y él se rebela, su rebelión no es contra usted sino contra la voluntad de Dios. Pero si usted se ha molestado o ha tratado de cargar con demasiadas
cosas al mismo tiempo, la reacción del otro es culpa suya. Es imprescindible lograr un buen equilibrio.

Otro elemento importante para ser un líder eficaz es encarar los problemas en cuanto surgen y en el orden de la prioridad que tienen. Puede haber más de un
problema al mismo tiempo. Encare el más crucial para su desarrollo espiritual. Si trata los problemas cuando apenas surgen, impide que estos empeoren. Este
encarar honestamente los problemas ayuda al nuevo creyente a desarrollar buenos hábitos en su vida cristiana. En cambio, si espera demasiado para encarar un
problema, el nuevo creyente habrá desarrollado un hábito malo. En este caso, el problema empeora y es más difícil encararlo y solucionarlo. Estoy convencido de
que solucionar problemas es una parte crucial del seguimiento y el discipulado. Espero que empiece usted a ver que cumple un papel importante y que ha sido
llamado a ser un líder espiritual que guía a otros con el fin de ayudarles a resolver sus problemas. Pídale a Dios que le ayude a ser un amigo y líder eficaz para el
nuevo creyente que él ha confiado a su cuidado.

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CÓMO EL NUEVO TESTAMENTO

ENFOCA EL MINISTERIO

Billie Hanks, Jr.

Todo el proceso del discipulado y de hacer discípulos empieza con una visión. Tenemos que ver, antes que nada, que el discipulado es el tipo de vida que Dios
espera de nosotros como creyentes. Somos llamados a ser seguidores de Jesucristo: Discípulos. Pero también se nos ordena vayan y hagan discípulos, que
viene a ser multiplicar discípulos. Así empezamos por medio de desarrollar una visión bíblica sobre este ministerio.

Billie Hanks ha puesto en práctica estos conceptos durante años y es un “discipulador” de experiencia. Por medio de la lectura del folleto Born to Reproduce
(Nacido para reproducirse) por Dawson Trotman, Hanks captó la visión de la multiplicación espiritual, la desarrolló en un excelente currículo para la iglesia local y
se ha dedicado a capacitar a pastores y líderes laicos con respecto a cómo tener y multiplicar un ministerio discipulador exitoso en la iglesia.

El doctor Hanks es presidente de la Asociación Internacional de Evangelismo con sede en Salado, Texas, y ha visitado a más de sesenta países en el curso de
su ministerio evangelístico y discipulador. También dirige un centro de capacitación discipular para estudiantes universitarios y de instituciones teológicas Este
ministerio está en una hacienda dedicada exclusivamente a este ministerio cerca de Sweetwater, Texas. Ha obtenido títulos de la Universidad de Baylor y el
Seminario Teológico Southwestern.

A la par de su ministerio de predicación y enseñanza, Hanks compone himnos y cantos folclóricos. Su balada popular, titulada Lonely Voices (Voces solitarias) se
ha contando entre la música cristiana de mejor venta y es conocida alrededor del mundo.

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Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)

Una soleada tarde en Florida, EE. UU. de A., escuché las impactantes e inolvidables palabras de un reconocido pastor evangélico británico. Dijo: “Escuchen bien,
cristianos norteamericanos: Vuestros grandes templos estarán tan vacíos como las catedrales de Gran Bretaña en un lapso de veinticinco a cincuenta años si no
cambian vuestra metodología”.

Aquel renombrado hombre de Dios habló con la seguridad de un profeta y, a la vez, con la humildad del que ha sido pulido por los muchos años de servicio
cristiano.

NUESTRA METODOLOGÍA TRADICIONAL


Después de oír hablar al pastor inglés, decidí investigar su declaración. En los años subsiguientes pasé bastante tiempo en Gran Bretaña y Europa y aprendí a
valorar la sabiduría de sus palabras. Descubrí impresionantes similitudes entre la vitalidad espiritual en descenso de los miembros de las iglesias de Gran
Bretaña hace décadas, y lo que estamos viendo en la actualidad en muchos segmentos de la iglesia en otras partes del mundo. La metodología a la cual él se
refería tenía que ver con nuestra manera de asimilar, alimentar y capacitar a los miembros nuevos de nuestras iglesias. Su seria advertencia nos llama a volver a
examinar cómo realizamos nuestro seguimiento y evangelización.

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Cierto día cuando colaboraba con una cruzada de Billy Graham en Londres, un joven evangelista anglicano me invitó a comer. Durante la comida, conversamos
sobre evangelismo en nuestros respectivos países y comparamos los diversos métodos que utilizamos para realizar nuestro ministerio.

Después de felicitarme cortésmente por ser mi denominación una de las más evangelísticas del mundo, me hizo una pregunta incisiva: “¿Qué porcentaje de
laicos normalmente gana a alguien para Jesucristo durante un año?”.

Me dio vergüenza tener que admitir que aun en los mejores años, menos del 5 por ciento de nuestros laicos y pastores combinados llevan a alguien a aceptar a
Jesucristo como su Salvador. Pasé a explicarle que en Norteamérica tenemos muchísimas personas buenas que simpatizan con el evangelismo; no obstante,
solo un pequeño porcentaje realmente evangeliza. Como consecuencia, solo unos pocos están haciendo el trabajo de muchos.
Consciente o inconscientemente, las iglesias están malgastando el recurso más valioso para la evangelización personal. No parecen percatarse de que la
mayoría de los nuevos creyentes anhelan sinceramente desarrollarse espiritualmente y servir al Señor. Además, ¡tienen muchísimos amigos inconversos! Pero,
desafortunadamente, la mayoría de estos amigos siguen inconversos sencillamente porque a los miembros nuevos no se les hace seguimiento para enseñarles
cómo estudiar la Biblia, orar o compartir eficazmente el evangelio.

Debido a este problema al que no se le presta atención, un alto porcentaje de las congregaciones promedio son inactivas y a muchos de sus miembros ni se los
puede encontrar. Resulta obvio que los nuevos creyentes que concurren poco a la iglesia y realmente nunca se desarrollan también se perderán el gozo de ganar
y capacitar a otros para Cristo. Por esta razón, tenemos que decir claramente que el enemigo más persistente del evangelismo es el seguimiento mal planificado
y mal realizado.

LOS EVANGELIZADOS COMO EVANGELIZADORES


El verdadero problema de la falta de asimilación de nuevos miembros tiene un alcance internacional. Pocos temas son tan críticos como este para el futuro de la
iglesia. El desafío de educar, inspirar y equipar a la presente generación de nuevos miembros es amplísimo. Esta tarea es mucho mayor de lo que cualquier
denominación, organización o programa puede lograr por su propia cuenta. Algo de esta magnitud requiere las oraciones y los esfuerzos unidos de todos los
cristianos. Esta realidad nos llama a volver a los principios bíblicos que nos dejó como ejemplo la iglesia primitiva.

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La necesidad de hacerlo es urgente porque los métodos tradicionales que hemos heredado sencillamente no están dando resultados en lo que a la Gran
Comisión se refiere. Podemos notar claramente que partes del mundo que antes eran cristianas necesitan ahora que se las vuelva a evangelizar. La historia nos
ha enseñado que el crecimiento numérico que se logra por agregar ocasionalmente nuevos creyentes es totalmente inadecuado para mantenerse a la par del
índice de nacimientos a nivel mundial.

Por esta razón, tenemos que tomar medidas estratégicas para asegurar que los nuevos creyentes de la actualidad estén capacitados para ser poderosos testigos
que se reproducen espiritualmente. Por medio de nuestra atención, nuestro ejemplo y aliento pueden llegar mucho más lejos que las generaciones pasadas.
¡Pueden edificar ministerios duraderos de multiplicación espiritual! El doctor Herschel H. Hobbs ha dicho sabiamente: “La obra de evangelización no está
completa hasta que el evangelizado se convierte en el evangelizador”. Ampliemos esta afirmación diciendo que si el proceso de hacer discípulos ha de ser
completo, todos los nuevos creyentes tienen que recibir orientación y enseñanza sobre cómo explicar y defender su fe. Lograr este ciclo completo de aprendizaje
lleva tiempo. También requiere amor, disciplina y dedicación personal. Pero usted descubrirá que el trabajo extra de seguimiento personal bien vale la pena,
porque produce fruto espiritual que permanece y se multiplica.

Porque tenemos la promesa del Señor, sabemos que la gran tarea evangelística de la iglesia, en definitiva, se cumplirá (Mateo 24:14). Pero ha llegado el
momento de actualizar nuestra metodología a fin de actuar basados en los principios revelados en el ministerio de Jesús. Esto será explicado con mayor amplitud
en el próximo capítulo por el doctor Robert Coleman. Los Evangelios revelan que Jesús capacitó a sus discípulos por medio de su asociación con ellos mucho
antes de darles la Gran Comisión. Estar con él fue la manera principal de aprender cómo ministrar. Marcos nos dice: Designó a doce, a quienes nombró
apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar (Marcos 3:14). Pablo se hizo eco de este principio en 1 Corintios 11:1: Imítenme a mí, como yo
imito a Cristo.

Lo que los primeros discípulos llegaron a entender sobre el evangelismo fue el resultado de pasar muchas horas en la presencia de Jesús. Aprendieron por ver,
de primera mano, situaciones de la vida real. Vieron evangelismo, asesoramiento, predicación, enseñanza y todos los demás tipos de ministerio. El método de
Jesús para capacitarlos fue tan sencillo como exitoso: «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres» (Mateo 4:19). ¡Les mostró cómo
ministrar por medio de sencillamente dejar que observaran cómo lo hacía él!

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USTED Y SU MINISTERIO
Como maestro discipulador en su propia iglesia, disfrutará de amistades cristocéntricas que enfocan dos ministerios principales. Ambos ministerios fueron
realizados por Jesús y emulados por los apóstoles. Pablo dijo: Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios
de paz estará con ustedes (Filipenses 4:9). Uno de los ministerios de usted es enseñar y el otro es capacitar. Ambos son indispensables en el proceso de
desarrollo del nuevo creyente.

La predicación bíblica de su pastor es vital porque edifica la fe del nuevo creyente (Romanos 10:17). No obstante, el ministerio público de la iglesia debe ser
intensificado por medio de su ministerio privado. Vemos esto en el ejemplo que nos dio nuestro Señor. Por lo general, daba sus indicaciones sobre liderazgo
cuando se encontraba solo con sus discípulos. En privado, se sentían libres para hacer preguntas sin temor a ser avergonzados. También usted, por medio de la
experiencia, probablemente descubra el beneficio de este mismo principio.
¡La necesidad crítica de la mayoría de las iglesias es restaurar un equilibrio! Esto significa disfrutar del culto en conjunto y en pequeños grupos de estudio bíblico,
pero también significa volver a establecer el método neotestamentario de aprendizaje personal. Dicho sencillamente, la iglesia necesita tres ministerios básicos:
Uno-a-uno, uno-a-varios y uno-a-muchos.

Bajo un liderazgo espiritual maduro, comprometido con este método equilibrado, los nuevos creyentes en la actualidad pueden ser enseñados y capacitados a
llevar a cabo los ministerios que les ha dado el Señor (vea Efesios 2:10). Cuando esto sucede, empezará a haber un crecimiento evangelístico consecuente por
medio del poder de la multiplicación espiritual. Con el tiempo, ¡cualquier creyente tendrá el gozo de llevar a otros a Cristo!

HAY QUE TOMAR EN SERIO EL MANDATO DE DIOS


Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros
(2 Timoteo 2:2).

Billy Graham ha dicho:

2 Timoteo 2:2 es un poco como una fórmula matemática para esparcir el evangelio y aumentar la iglesia. Pablo le enseñó a

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Timoteo; Timoteo compartió lo que sabía con hombres fieles; estos hombres fieles a su vez enseñarían a otros. Y, así sigue el proceso indefinidamente. Si
todo creyente siguiera este modelo, la iglesia podría alcanzar a todo el mundo con el evangelio, ¡en una sola generación! Las cruzadas en masa, en las
cuales creemos y a las que hemos entregado toda nuestra vida, jamás podrán llevar a término la Gran Comisión; pero el ministerio uno por uno, sí lo hará.
(El Espíritu Santo, El Paso: CBP, 1980, p. 162).

Como evangelista, concuerdo totalmente con el doctor Graham en que el evangelismo, por suma solamente, nunca alcanzará al mundo para Cristo. De allí que el
principio en que se basa Un llamado al gozo, es la multiplicación espiritual. Es el primer paso en un camino, y establece el fundamento para un estilo de vida en
que se gana y discipula una persona a la vez. ¿Por qué es importante? Porque el plan del Señor involucra a cada uno como testigo suyo (Hechos 1:8). Es solo
por medio de este método sencillo y personal, que tenemos realmente, la posibilidad de alcanzar a todas las naciones con el evangelio.
Descuidar esta forma de ministerio, por medio de las relaciones, acaba por producir un profundo sentido de frustración y fatiga espiritual en el pueblo cristiano
sincero. Como creyentes, nos dejamos absorber por un montón de actividades mundanas y realmente nos perdemos la vitalidad y la satisfacción de alimentar y
guiar a los corderos y ovejas del Señor.

Con el correr del tiempo, la falta de un ministerio personal y de una buena capacitación discipular puede dejar a la iglesia sin una base fuerte de liderazgo laico
calificado. En consecuencia, es posible que el personal de la iglesia termine llevando sobre sus hombros los ministerios de aconsejamiento, visitación a los
enfermos y evangelización. Esto, por supuesto, no es bíblico y es improductivo.

Cuando creemos que nuestro tiempo es demasiado valioso para dedicarnos a capacitar personalmente a nuevos creyentes, lo que hacemos es descartar a
futuros líderes espirituales de la iglesia. Cuando esto sucede, ¡el círculo vicioso vuelve a repetirse! Por el contrario, nuestro Señor reveló su método para realizar
su ministerio al invertir un máximo de su tiempo en la vida de quienes tendrían la responsabilidad máxima de llevar adelante la obra de la iglesia en el futuro. Para
él, la capacitación de líderes empezaba casi inmediatamente después de conocer a cada nuevo discípulo que un día llegaría a ser un apóstol. La alimentación
espiritual y la capacitación se combinaban para producir hombres piadosos, muy fuertes y maduros.

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SIGAMOS EL EJEMPLO DE JESÚS


Cierta mañana, recibí una llamada de larga distancia de un amigo que pastoreaba la iglesia más grande de su zona. Después de tres años de estar allí, se sentía
desanimado y quería cambiar de iglesia, por lo que me pedía que orara por él con respecto a esto.

Le pregunté si alguna vez había tratado de invertir una porción de su tiempo en la vida de algunos de sus laicos clave. Me contestó: —No tengo laicos
interesados.

Le dije que estaba seguro que en una congregación de quinientos miembros, habría seguramente varios que responderían al desafío de capacitarse
personalmente en las áreas de desarrollo espiritual y evangelismo. Y le pregunté por qué quería dejar su iglesia, a lo que él contestó:

—Mi congregación no es espiritual. La asistencia los domingos fluctúa con el estado del tiempo y nuestros maestros de escuela dominical son tan irresponsables
que ni siquiera notifican cuando van a faltar.
—Si ese es un motivo justificado para dejar una iglesia, —le dije, —la mitad de los pastores norteamericanos tendrían una razón para renunciar. Volví a desafiarle
a buscar futuros líderes fieles para capacitar.

Seis semanas después me llamó por segunda vez. ¡No podía contener su entusiasmo! Literalmente me gritó por teléfono: —¡Billie, alabado sea Dios, he
encontrado a tres hombres! Me reúno con uno los lunes, con otro los martes y con el tercero los jueves.

—¿Todavía quieres que te recomiende a otra iglesia? —le pregunté.

—¡De ninguna manera! ¡No me podrías sacar de aquí ni con una grúa! —me contestó.

Seguimos conversando: La escuela dominical no había cambiado, la asistencia a los cultos todavía fluctuaba y las circunstancias en general eran prácticamente
las mismas de antes. ¿Qué había cambiado? Tres hombres se reunían ahora con Dios para tener un Momento devocional diario, memorizar versículos bíblicos,
dando forma a nuevas prioridades en su vida y empezando a compartir su fe con naturalidad.

Mi amigo estaba lleno de gozo porque se sentía realizado por medio de lo que sucedía en la vida de apenas tres hombres. El desarrollo de éstos marcó el
comienzo de una nueva etapa llena de satisfacciones para él. Por medio de esta experiencia, aprendió una nueva manera de invertir su tiempo y al poco tiempo
seguía el ejemplo de Jesús.

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EL PRINCIPIO APLICADO
Si el nuevo creyente no entabla una amistad que le es ejemplo de desarrollo espiritual personal y evangelismo, terminará en una “rutina de iglesia” en lugar de un
ministerio eficaz. En muchos casos, correrá el peligro de caer en una variedad de doctrinas falsas. Y, trágicamente, puede ser arrastrado por movimientos que
prosperan a costa de nuevos creyentes sinceros pero inmaduros. ¿Por qué? Porque no han recibido dirección, instrucción y la amistad comprometida de un
creyente más maduro.
¿No habrá llegado el momento de volver a descubrir el arte de sencillamente estar en compañía de otras personas? Tenemos que brindarles nuestra amistad,
como lo hizo Bernabé, y orar por ellas como lo hizo Pablo (Hechos 14:21-23). De hacerlo, nuestra generación puede esperar la mayor multiplicación de
convertidos desde los inicios de la iglesia cristiana. Ya hemos visto, por medio de los creyentes del primer siglo, la estrategia para lograr el éxito (2 Timoteo 2:2).

Como aplicación, tratemos de visualizar a un creyente solitario queriendo evangelizar a una comunidad entera. ¿Podrá lograrlo? Le puede llevar un año entero de
orar y testificar a fin de alcanzar a la primera persona para Cristo. Les puede llevar otro año entero para que cada uno de los dos creyentes alcance y capacite a
otro. ¿Parece demasiado lento este proceso? A primera vista puede parecer que sí, pero si esta cadena de multiplicación sigue sin interrupción durante solo 20
años, una ciudad entera de más de un millón de habitantes podría ser evangelizada.

Como “discipulador”, puede usted jugar un papel vital en alcanzar su comunidad, su ciudad y el mundo para Cristo, porque estará usted luchando en la primera
línea de combate espiritual.

La época crítica en que vivimos exige una nueva visión y un volver a una filosofía del ministerio totalmente absorbente. Tenemos que apropiarnos del poder de la
multiplicación evangelística y comprometernos con la estrategia a largo plazo de capacitar a todo el pueblo del Señor para ser reproductores espirituales. No
pueden dejar a un lado a ningún nuevo creyente o miembro de su iglesia porque cada uno tiene su llamado, sus dones dados por Dios y una gran potencialidad.

Al prepararse para ser un “discipulador”, tendrá como recursos: La Palabra de Dios, el Espíritu Santo y el privilegio de orar. Así que, aférrese a esta promesa: El
que los llama es fiel, y así lo hará (1 Tesalonicenses 5:24).

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ASOCIACIÓN CON JESÚS

Robert E. Coleman

¿Por dónde empezamos? La respuesta es otra pregunta: ¿Cómo lo hizo Jesús? Su metodología fue dedicar tiempo especial para estar con sus discípulos,
dándose a ellos. Para hacerlo, tuvo que estar con ellos, y en esto radica el concepto de asociación.

Robert Coleman expone las bases bíblicas para el ministerio de asociación en el capítulo dos de Plan supremo de evangelización* que aquí presentamos como el
capítulo 9. Jesús realizó un activísimo ministerio público, pero el verdadero trabajo de preparar a sus discípulos para la tarea que pronto tendrían que realizar, lo
hizo en privado. Se asoció completamente con los doce, dando forma a los discípulos y a los hacedores de discípulos que llegaron a ser después de su
ascensión.

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Y les aseguro que estaré con ustedes siempre... (Mateo 28:20).

PERMANECIÓ CON ELLOS


Una vez que Jesús hubo llamado a sus discípulos, tuvo por costumbre permanecer con ellos. Esta fue la esencia de su programa de preparación: Permitirles que
lo siguieran.

Cuando uno se detiene a pensarlo, fue una manera increíblemente sencilla de capacitarlos. Jesús no disponía de una escuela formal, de seminarios, de un curso
organizado de estudios, de clases periódicas para miembros en las que pudiera matricular a sus discípulos. Ninguno de estos procedimientos sumamente
organizados, que actualmente se consideran tan necesarios, entraron en absoluto a formar parte de su ministerio. Por sorprendente que parezca, todo lo que hizo
Jesús para enseñar a estos hombres su camino fue mantenerlos cerca de él, y servirles de escuela y programa de estudios.

La natural informalidad de este método de enseñanza de Jesús contrastaba notablemente con el procedimiento formal, casi escolástico de los escribas. Estos
maestros religiosos de su tiempo, insistían en que sus discípulos siguieran estrictamente ciertos rituales y fórmulas intelectuales que los distinguían de otros;
Jesús, por su parte, solo pidió a sus discípulos que lo siguieran. El Maestro no les comunicaba el conocimiento en forma de leyes y dogmas, sino a través de la
personalidad viva y palpitante de uno que permanecía junto a ellos. Sus discípulos se distinguieron, no por la conformidad externa a ciertos ritos, sino por
permanecer con él, y participar así de su doctrina (Juan 18:19).

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SABER Y PRESENCIA
En virtud de esta intimidad, a los discípulos se les permitió que conozcan los secretos del reino de Dios (Lucas 8:10). El conocimiento lo adquirieron por
asociación antes de que este les fuera explicado. Este hecho nunca se ha expresado mejor que cuando uno del grupo, frustrado ante el pensamiento de la
Trinidad, preguntó: ¿Cómo podemos conocer el camino? A lo que Jesús contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14:5, 6), lo cual equivalió a decir
que el punto en cuestión ya había sido contestado con solamente el que los discípulos abrieran los ojos a la realidad espiritual encarnada en medio de ellos.

Esta metodología sencilla se reveló desde un principio en la invitación que Jesús hizo a los que quiso que lo siguieran. A Juan y Andrés los invitó diciéndoles
vengan a ver el lugar donde moraba (Juan 1:39). El Evangelio no dice que agregara nada más. Pero, ¿qué más hubiera hecho falta decir? Estando a solas con
Jesús podían hablar largo y tendido y verlo en la intimidad, tal como era y actuaba. Felipe recibió prácticamente la misma invitación: Sígueme (Juan 1:43). Sin
duda, impresionado ante esta palabra tan sencilla, Felipe invitó también a Natanael para venir a ver al Maestro (Juan 1:46). Un sermón viviente vale por cien
explicaciones. Más tarde, cuando Santiago, Juan, Pedro y Andrés estaban remendando las redes, Jesús les dijo las mismas palabras: Vengan, síganme, solo que
esta vez agregó la razón: y los haré pescadores de hombres (Marcos 1:17; comp. Mateo 4:19; Lucas 5:10). Del mismo modo, Mateo fue llamado con el mismo
sígueme cuando se hallaba sentado al banco de los tributos públicos (Mateo 9:9; Marcos 2:14; Lucas 5:27).

EL PRINCIPIO APLICADO
Véase la tremenda estrategia del mismo. Al responder a este llamamiento inicial, los creyentes, de hecho, se matriculaban en la escuela del Maestro donde su
comprensión iba a ahondarse y su fe a fundamentarse. Había, desde luego, muchas cosas que estos hombres no entendían, cosas que ellos mismos
reconocieron ante el Maestro, pero todos estos problemas podían resolverse en contacto con Jesús. En su presencia, podían aprender todo lo que necesitaban
saber.

Este principio, implícito originalmente, más adelante fue formulado en forma explícita cuando

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Jesús escogió de entre el grupo que lo seguía, a los doce para que lo acompañaran (Marcos 3:14; comp. Lucas 6:13). Añadió, desde luego, que los iba a enviar a
predicar y a ejercer autoridad para expulsar demonios, pero con frecuencia no nos damos cuenta de aquello que fue primero. Jesús dijo bien claro que antes de
que estos hombres fueran a predicar o a expulsar demonios tenían que estar con él. De hecho, esta elección personal para que estuvieran constantemente con él
fue tan parte de la comisión que les asignó como lo fue la autoridad para evangelizar. En realidad, en ese momento fue incluso más importante, porque fue la
preparación necesaria para la otra tarea.

MÁS ÍNTIMOS HACIA EL FINAL


El empeño con que Jesús trató de cumplir esta comisión es evidente cuando uno lee los relatos de los evangelios que siguen. Contrariamente a lo que se podría
esperar, en el curso de su segundo y tercer años de ministerio Jesús cada vez dedicó más tiempo a los discípulos escogidos, no menos.

A menudo los tomaba consigo y llevaba a algún lugar montañoso de la región donde apenas si era conocido, para así evitar lo más posible la publicidad. Fueron
juntos hasta Tiro y Sidón en el noroeste (Mateo 15:21; Marcos 7:24); a la región de Decápolis (Marcos 7:31; comp. Mateo 15:29), a la región de Dalmanuta en el
sureste de Galilea (Marcos 8:10; comp. Mateo 15:39), y a las aldeas de Cesarea de Filipo en el noroeste (Marcos 8:27; comp. Mateo 16:13). Hizo estos viajes en
parte debido a la oposición de los fariseos y a la hostilidad de Herodes, pero sobre todo porque Jesús sentía la necesidad de estar a solas con sus discípulos.
Más adelante pasó varios meses con los discípulos en Perea, el este del Jordán (Mateo 19:1—20:34; Marcos 10:1-52; Lucas 13:22—19:28; Juan 10:40—11:54).
A medida que la oposición crecía, Jesús ya no andaba en público entre los

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judíos. Se retiró más bien a una región cercana al desierto, a un pueblo llamado Efraín, donde se quedó con sus discípulos (Juan 11:54). Cuando por fin le llegó
el momento de ir a Jerusalén, en forma significativa tomó aparte a los doce discípulos del resto y se dirigió a la ciudad (Mateo 20:17; comp. Marcos 10:32).

Siendo esto así, no sorprende que durante la semana de la pasión Jesús casi en ningún momento perdiera de vista a los discípulos. Incluso cuando oró a solas
en Getsemaní, sus discípulos se quedaron a una buena distancia (Lucas 22:41). ¿No sucede acaso lo mismo en las familias cuando se acerca la hora de la
muerte para alguno de sus miembros? Cada minuto es precioso porque se percibe que la intimidad física pronto desaparecerá. Las palabras que se pronuncian
en circunstancias así son siempre más preciosas. En realidad, no fue sino hacia el final de la vida de Jesús que los discípulos empezaron a comprender muchos
de los significados más hondos de la presencia suya entre ellos (Juan 16:4). Sin duda esto explica el por qué los escritores de los Evangelios se sintieron
impelidos a dedicar tanta atención a sus últimos días. De todo lo escrito acerca de Jesús, como una mitad sucedió en los últimos meses de su vida y, la mayor
parte de ello en la última semana.

El curso que Jesús siguió a lo largo de su vida se reflejó en una manera clarísima en los días que siguieron a la resurrección. Es interesante advertir que todas
las diez apariciones de Cristo después de la resurrección fueron a sus seguidores, en especial a los apóstoles.

Este hecho lo advirtieron bien los discípulos, tal como Pedro lo expresó: Pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera, no a todo el pueblo, sino
a nosotros, testigos previamente escogidos por Dios, que comimos y bebimos con él después de su resurrección (Hechos 10:40, 41).

Según lo que la Biblia narra, ni a una sola persona no creyente se le permitió ver al Señor glorificado. Pero no es tan raro. No había que impactar a las multitudes
con su espectacular aparición. ¿Qué hubieran hecho? Pero los discípulos, quienes habían huido desesperados después de la crucifixión, necesitaban que se les
reavivara la fe y que se les confirmara en su misión al mundo. Todo el ministerio de Jesús giró en torno a ellos.

Y así fue. El tiempo que Jesús dedicó a estos pocos discípulos fue tanto más en comparación con el que dedicó a otros, que no puede sino considerarse como
estrategia premeditada. De hecho pasó más tiempo con sus discípulos que con todos los demás juntos.
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Comió con ellos, durmió con ellos y habló con ellos durante la mayor parte de todo su ministerio activo. Anduvieron juntos por los caminos solitarios, fueron juntos
a las ciudades, navegaron y pescaron juntos en el mar de Galilea, oraron juntos en los desiertos y las montañas, y juntos dieron culto a Dios en las sinagogas y el
templo.

MINISTRO A LAS MASAS


No se debe pasar por alto, tampoco, que incluso mientras Jesús se ocupaba de otros, los discípulos estuvieron siempre cerca para observar y escuchar. De este
modo, el tiempo de Jesús rendía dividendos dobles. Sin descuidar su ministerio regular a los necesitados, mantuvo un ministerio constante para los discípulos al
tenerlos siempre cerca. De este modo fueron adquiriendo los beneficios de todo lo que decía y hacía a otros, además de las explicaciones y consejos personales
que les daba.

LLEVA TIEMPO
Una asociación íntima y constante de esta índole, desde luego, implicó que Jesús prácticamente no dispusiera nunca de tiempo para él. Como niños que exigen
la atención de su padre, los discípulos estaban siempre a los pies del Maestro. Incluso cuando se retiraba para sus devociones personales, se veía sujeto a
interrupciones de los discípulos (Marcos 6:46-48; comp. Lucas 11:1). Pero Jesús no hubiera querido otra cosa. Deseaba estar con ellos. Eran sus hijos
espirituales (Marcos 10:24; Juan. 13:33), y la única forma en que un padre puede educar a su familia en forma adecuada es estando con ella.

EL FUNDAMENTO DE LA CONSOLIDACIÓN (Seguimiento)


Nada es más obvio y, sin embargo, se olvida más, que la aplicación de este principio. Por su misma naturaleza, no llama la atención, y uno tiende a pasar por alto
las cosas comunes. Pero Jesús no quiso que pasara inadvertido para sus discípulos. Durante los últimos días de su vida, el Maestro sintió especial necesidad de
cristalizar en la mente

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de ellos lo que había estado haciendo. Por ejemplo, en una ocasión, dirigiéndose a los que le habían seguido por tres años, Jesús dijo: Y también ustedes darán
testimonio porque han estado conmigo desde el principio (Juan 15:27). Sin jactancia y sin que el mundo se diera cuenta, Jesús daba a entender que había estado
preparando a estos hombres para que fueran testigos suyos después de que él se hubiera ido, y el método que siguió para ello fue simplemente el de estar con
ellos. En realidad, como dijo en otra ocasión, por haber estado siempre a mi lado en medio de las pruebas, fueron escogidos para ser líderes de su reino eterno
en el que iban a comer y beber a su mesa, y a sentarse en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel (Lucas 22:28-30).

Sería erróneo concluir, sin embargo, que este principio de consolidación (seguimiento) personal se puso en práctica solo en el caso del grupo apostólico. Jesús
se concentró en estos pocos escogidos, pero en grados distintos manifestó la misma preocupación por otros que lo siguieron. Por ejemplo, fue a la casa de
Zaqueo después de que este se hubo convertido en la calle de Jericó (Lucas 19:7), y pasó unas horas con él antes de abandonar la ciudad. Después de la
conversión de la mujer junto al pozo en Samaria, Jesús permaneció por dos días en Sicar para instruir a los hombres de esta comunidad que creyeron en él por el
testimonio que daba la mujer , y como resultado de esta asociación personal con ellos más creyeron, no por el testimonio de la mujer sino por lo que ellos mismos
oyeron de los labios del Maestro (Juan 4:39-42). A menudo, alguien que recibía alguna ayuda del Maestro se unía al grupo que seguía a Jesús, como por
ejemplo, Bartimeo (Mateo 20:34; Marcos 10:52; Lucas 18:43). De este modo muchos se unieron al grupo apostólico, como lo demuestran los setenta que
andaban con él en la parte final de su ministerio en Judea (Lucas 10:1, 17). Todos estos creyentes recibieron atención personal, pero no en la proporción que la
recibieron los apóstoles.

También debe mencionarse el pequeño grupo de fieles mujeres que lo ayudaron con sus bienes personales, como María y Marta (Lucas 10:38-42), María
Magdalena, Juana, Susana y muchas más(Lucas 8:1-3). Algunas de ellas permanecieron con él hasta el fin. Jesús, desde luego, no rechazó sus amables
servicios, y a menudo aprovechó las oportunidades para ayudarlas en la fe. Sin embargo, Jesús estuvo muy consciente del obstáculo que suponía la barrera de
sexos, y si bien aceptó su ayuda, no trató de incorporarlas al grupo selecto de sus discípulos escogidos.

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En esta clase de consolidación (seguimiento) existen limitaciones que uno debe reconocer.

Pero aparte de las normas de decoro, Jesús no tuvo tiempo para dedicar a toda esta gente, hombres y mujeres, una atención constante. Hizo todo lo que pudo, y
esto sin duda sirvió para dejar grabada en los discípulos la necesidad de dedicar cuidado personal a los nuevos convertidos, pero personalmente tuvo que
dedicarse sobre todo a la tarea de cultivar a algunos hombres, quienes a su vez pudieran dar esta clase de atención personal a otros.
LA IGLESIA COMO INTIMIDAD CONSTANTE
En realidad, este problema de dedicar cuidado personal a cada uno de los creyentes solo se resuelve si se comprende a fondo la naturaleza y misión de la
iglesia. Es bueno observar a estas alturas que el nacimiento del principio de la iglesia en torno a Jesús, por el cual un creyente pasaba a asociarse íntimamente
con todos los demás, era la práctica, a escala más amplia, de lo que Jesús había hecho con los doce.

No se puede dejar de observar a este respecto que las alusiones a “los discípulos”, como cuerpo integrado, son mucho más frecuentes en los Evangelios que las
alusiones a algún discípulo en particular. Si se recuerda que estos relatos los escribieron los discípulos bajo inspiración, y no Jesús, resulta significativo que
presentaran en estos términos el lugar que ocuparon. No hay que deducir de esto que los discípulos como individuos no tuvieran importancia, porque de hecho
no fue así, sino ver el hecho de que los discípulos comprendieron que su Señor los consideró como un cuerpo de creyentes a los que preparaba para
desempeñar una misión común. Se vieron a sí mismos por medio de Cristo primero como iglesia, y luego como individuos dentro de ese cuerpo.

De hecho, la iglesia fue el medio para consolidar (hacerle seguimiento) a todos los que seguían a Jesús. Es decir, el grupo de creyentes se convirtió en el cuerpo
de Cristo y, como tal, se ayudaban unos a otros individual y colectivamente.

Cada uno de los miembros de la comunidad de la fe desempeñaba un papel en el cumplimiento de este ministerio. Pero esto resultaba posible solo en la medida
en que ellos mismos estaban preparados y recibían inspiración. Mientras Jesús estuvo con el ellos en la carne, él fue el líder, pero luego, los que estaban en la
iglesia tuvieron que asumir el liderazgo. Esto significa que Jesús tuvo que prepararlos para ello, lo cual llevó a su asociación constante con unos pocos elegidos.

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NUESTRO PROBLEMA
¿Cuándo aprenderá la iglesia esta lección? Predicar a las masas, aunque es necesario, nunca bastará en la obra de preparar líderes para evangelizar. Ni
tampoco las reuniones de oración y las clases de preparación para obreros cristianos cumplen este cometido. Formar a hombres no es tan fácil. Exige atención
personal constante, casi como el padre la dedica a sus hijos. Esto es algo que ninguna organización ni clase puede dar. A los hijos no se les educa por sustitutos.
El ejemplo de Jesús debiera enseñarnos que lo pueden hacer solo personas que permanecen con aquellos a quienes tratan de guiar.
La iglesia sin duda ha fracasado en este respecto, y fracasado en forma trágica. En la iglesia se habla mucho acerca de la evangelización y la educación
cristiana, pero hay poca preocupación por asociarse en forma personal cuando se ve claramente que tal cosa implicaría el sacrificio de algo personal. Desde
luego que la mayoría de las iglesias insisten en que los nuevos miembros asistan a clases bautismales que suelen ofrecerse una hora por semana durante más o
menos un mes. Pero el resto del tiempo el [nuevo creyente] no tiene ningún contacto con ningún programa concreto de preparación cristiana, a excepción quizá
de la asistencia a los cultos y escuela dominical de la iglesia. A no ser que el nuevo creyente, si ya se ha convertido, tenga padres o amigos que llenen ese vacío
en una forma genuina, queda por su cuenta el hallar soluciones para los innumerables problemas prácticos con los que se encuentra, cualquiera de los cuales
podría tener efectos desastrosos para su fe.

Con una consolidación tan incierta (o seguimiento tan incierto) de los creyentes, no sorprende que cerca de una mitad de los que hacen profesión de fe y entran a
formar parte de la iglesia lleguen a caer o a perder el resplandor de la experiencia cristiana, y que sea imposible que crezcan lo suficiente en conocimiento y
gracia para llegar a ser de verdadero servicio para el reino. Si los servicios dominicales y las clases para nuevos miembros es todo lo que una iglesia tiene para
ayudar a los nuevos conversos a llegar a ser discípulos maduros, entonces se echa por tierra ese propósito al contribuir a dar una seguridad falsa, y si la persona
sigue el mismo ejemplo perezoso, en última instancia puede hacer más mal que bien. No hay sustitutos para el asociarse con las personas, y es ridículo imaginar
que alguna otra cosa, a no ser que sea un milagro, pueda formar líderes cristianos de peso. Después de todo, si Jesús Hijo de Dios, consideró necesario
permanecer casi constantemente durante tres años con sus pocos discípulos escogidos, y aún así uno de ellos se perdió, ¿cómo puede una iglesia esperar
cumplir su cometido con una serie de actividades unos cuantos días al año?

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APLICACIÓN ACTUAL DEL PRINCIPIO


Es evidente que el ejemplo de Jesús a este respecto nos enseña que cualquiera que sea el método de consolidación (seguimiento) que la iglesia adopte, debe
tener por base una preocupación de custodia personal para con los que se le encomiendan a su cuidado. No hacerlo así es básicamente abandonar a los nuevos
creyentes en manos del diablo.

Esto significa que hay que encontrar algún sistema por medio del cual se le dé al nuevo creyente un amigo cristiano a quien él siga hasta que llegue el tiempo en
que él pueda guiar a otro. El consejero debería estar lo más posible con el nuevo creyente, estudiando la Biblia y orando juntos, contestando a sus preguntas,
aclarando la verdad, tratando juntos de ayudar a otros. Si una iglesia no dispone de consejeros así, consagrados y dispuestos a prestar este servicio, entonces
debería preparar a algunos.
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LA NECESIDAD DE MULTIPLICAR DISCÍPULOS

LeRoy Eims

LeRoy Eims, Director de ministerio público de Los Navegantes por más de cuarenta años, ha puesto en práctica lo que escribe.

Eims es un conferencista cotizado y eficaz y ha trabajado en iglesias, instituciones teológicas e institutos bíblicos alrededor del mundo. Es autor de libros sobre
liderazgo cristiano, vida cristiana y discipulado. Este capítulo ha sido tomado del primer capítulo de su libro The Lost Art of Disciple Making (El arte olvidado de
hacer discípulos) (Grand Rapids: Zondervan, 1978*)

Uno de los dones de Eims es poder aclarar las verdades y los conceptos bíblicos con ilustraciones vívidas, prácticas y contemporáneas. Antes las llamábamos
cuentos de guerra, y Eims, con su experiencia en la marina de los EE. UU. de A. durante la Segunda Guerra Mundial y muchos años de ministerio productivo con
militares, en conexión con Los Navegantes, tiene una abundancia de ellos. Este capítulo contiene algunos relatos clásicos sobre cómo realmente se hacen
discípulos en nuestra época; lo sucedido en la vida de José, Juan, Roy y LeRoy mismo es inolvidable y representa un desafío para todos nosotros. Así que
aceptemos el desafío y comprometámonos a adoptar este tipo de metodología en nuestro propio ministerio.

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Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén (Hechos 6:7).
Cierto día recibí una llamada de un pastor muy trabajador. —¿Podríamos encontrarnos en algún momento, en alguna parte, para hablar de capacitar a los
hermanos de mi iglesia? —preguntó. Estaba dispuesto a tomar un avión para cualquier punto del país para reunirse conmigo y conversar de su problema durante
más o menos medio día. Era evidente que necesitaba ayuda, así que programamos un encuentro.

Al rato de encontrarnos, pude comprobar que su situación era bastante típica. Era pastor de una iglesia creciente, sana y progresista. Estaban ganando a la gente
para Cristo, la asistencia había aumentado al punto de tener que realizar dos cultos los domingos a la mañana. El Señor indudablemente estaba bendiciendo su
iglesia de muchas maneras maravillosas.

Pero este pastor también tenía un problema. Sabía que a menos que capacitara a algunos obreros espiritualmente aptos entre los hombres y mujeres de su
congregación, las personas que necesitaban ayuda en las etapas iniciales de su desarrollo cristiano (un seguimiento adecuado) no la obtendrían y no llegarían a
ser discípulos fuertes y robustos, de Jesucristo. El pastor sabía que él era la clave para esto. Todo el proceso tenía que empezar con él. No se lo podía deslindar
a algún “departamento”, ni delegarlo. Como líder espiritual de su congregación, tenía que abrir el camino.

Tenía otro problema: Ya estaba muy ocupado. Muchas cosas demandaban su atención, muchas personas requerían su tiempo. Como tantos pastores, dedicaba
gran parte

de su tiempo a resolver problemas en su congregación. Y en cuanto resolvía uno, aparecía otro.

Para su consternación y frustración, tenía que dar demasiado tiempo a personas conflictivas, tratando de solucionar diferencias de opiniones, hacer las paces
entre los miembros, tratar situaciones familiares difíciles y cientos de cosas más.

Pero tenía un sueño. A veces, se iba a su oficina, le ponía llave a la puerta y pensaba en su situación desde una perspectiva totalmente distinta. Se
preguntaba: ¿No sería maravilloso si pudiera contar con un creciente grupo de hombres y mujeres espiritualmente calificados, dedicados, que pudieran hacerse
cargo de los problemas espirituales que constantemente aparecen en esta iglesia? Se refería a un grupo que supiera cómo ganar a una persona para Cristo y
luego encargarse de ella desde el momento de su conversión y ayudarle a llegar a ser un discípulo firme, dedicado, comprometido, fructífero y maduro quien, a su
tiempo, repetiría ese proceso en la vida de otro.
Sonreía en la intimidad de su oficina, porque su sueño era tan real que casi lo podía palpar. Pero después, la realidad volvía a golpearlo al sonar el teléfono; era
otro problema. Y él era el único espiritualmente calificado en la congregación que podía ayudar. Así que dejaba a un lado su sueño, tomaba su Biblia y allá se iba
a atender lo que fuera.

DISCÍPULOS EN ACCIÓN
Veamos otra escena. Cuatro parejas se reúnen para el estudio bíblico una noche por semana. Hace unos cuatro meses que se reúnen, desde que tres de ellos
se convirtieron a Cristo. Un laico de la iglesia dirige el estudio, y se acaban de acomodar para empezar uno de sus animados diálogos. Al entrar en la lección,
suena el teléfono.

—¿Está José? —José es uno de los nuevos creyentes.

—Sí, pero está ocupado en este momento. Participa en un estudio bíblico.

La voz deja entrever su desesperación. —Por favor. Tengo que hablar con él.

—Bueno.

José toma el teléfono y escucha. —Está bien, —dice—. Ya voy para allá.

José regresa al grupo de estudio bíblico y explica. Su socio quiere que vaya a su casa y le ayude. El y su esposa se han peleado, y ella lo va a dejar. Hace
mucho que andan con problemas, y a José le parece que tiene que ir y hacer lo que pueda.

El líder del grupo de estudio coincide que es lo que debe hacer, y mientras José acude a aquel llamado, el grupo orará. Así que José, un creyente de cuatro
meses, toma su Biblia y parte con el fin de salvar un matrimonio. El estudio bíblico se convierte en una reunión de oración.

Esta escena es real con personas reales. El líder de aquel grupo me lo contó unos días después de que sucediera. Todavía no había tenido noticias de cómo le
había ido a José con su socio. Volví a ver al líder tres semanas después y me contó la maravillosa noticia. José había sido usado por Dios para llevar tanto a su
socio como a la esposa de éste a aceptar a Cristo como su Salvador personal. Ahora les estaba guiando en un estudio de las Escrituras.
A su vez, el líder empezó a dedicarle un poco más de tiempo a José para contestar algunas de sus preguntas ahora que él y su esposa estaban guiando a
nuevos creyentes en el estudio de la Palabra de Dios. Aunque desde un principio José había estudiado la Biblia con entusiasmo, ahora lo hacía con más avidez.
Necesitaba mucha ayuda y lo reconocía. El líder estaba encantado de hacer lo que podía. Notaba que el Señor usaba ese tiempo para profundizar la relación
entre ellos y para profundizar la vida de José en el Señor.

Esta escena, con variantes, se repite en muchos lugares alrededor del mundo. No es un incidente aislado. De hecho, la anécdota del pastor con el que me reuní,
mencionado al principio de este capítulo, tiene un final feliz. Después de que pasáramos el día juntos conversando sobre seguimiento y capacitación de obreros,
regresó a su iglesia y empezó a poner en práctica los principios que había compartido con él y que enseño en este capítulo. Ahora, hay un flujo constante de
discípulos y obreros que surgen de su ministerio para afectar a sus comunidades y amigos para Cristo. Los hermanos de su iglesia están siendo usados por Dios
para ganar a otros para Cristo y ayudar a los nuevos creyentes a fin de que, a su vez, repitan el proceso.

Este concepto de multiplicar discípulos nunca ha sido tan aceptado como lo es en la actualidad. En el pasado,

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relativamente pocos se ocupaban de esto. Pero ahora, son muchos los que están volviendo a poner en práctica dicho proceso bíblico.

EL ELEMENTO CRUCIAL DE LA AYUDA PERSONAL

Poco después de que Virginia, mi esposa, y yo nos convirtiéramos, conocimos a Waldron Scott, un joven de más o menos nuestra edad quien se interesó en
nosotros. A él lo había ayudado en su vida cristiana un soldado amigo estando en la isla de Guam con la Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial.
Eramos compañeros en la universidad, y él nos visitaba en casa más o menos una vez por semana para compartir con nosotros verdades espirituales y para
ayudarnos en nuestro desarrollo espiritual.
El hecho de que empezara a trabajar con nosotros empezó un día cuando le pregunté por qué había tanta diferencia en nuestra vida cristiana, por qué era él
como era y Virginia y yo éramos como éramos. Pudo citarnos pasajes bíblicos; bastante seguido nos contaba cómo Dios había contestado sus oraciones; parecía
conocer bien la Biblia.

Nos visitó aquella noche y me hizo algunas preguntas. ¿Leía yo mi Biblia con regularidad? No, casi nunca. ¿La estudiaba? Otra vez mi respuesta fue ¡no! ¿La
memorizaba? Ajá, ahora sí podía responder bien. El domingo anterior el pastor había basado su sermón en Mateo 6:33 y me había impresionado tanto este
versículo que lo memoricé al llegar a casa.

—Maravilloso —dijo Scotty—. Dime el versículo. Quiero oírlo.

No lo podía recordar. Caí en la cuenta que algo faltaba en mi programa para memorizar las Escrituras.

Luego me preguntó: —¿Oras?

—Pues sí —contesté—. A la mesa, antes de comer, digo una oración que he memorizado. Justo nos disponíamos a tomar un refrigerio, así que dije mi oración:
—Bendice esta comida que comemos para nuestro bien en nombre de Cristo. Amén.

Durante el curso de esa visita, se hizo evidente que orar se trataba más que de eso. Se ofreció a reunirse con mi esposa y conmigo y compartir algunas cosas
que le habían sido de ayuda a él. Aceptamos su ofrecimiento con entusiasmo.

Empezamos. Scotty nos enseñó cómo leer la Biblia y aprender algo como resultado de nuestra lectura. Nos enseñó cómo hacer un estudio personal de la Biblia
y, con la ayuda del Espíritu Santo, aplicar sus lecciones a nuestra vida.

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Nos enseñó a memorizar la Palabra de manera que estuviera a disposición del Espíritu Santo veinticuatro horas por día. Nos enseñó a asimilar las Escrituras por
medio de meditar en ellas. Nos enseñó cómo orar y confiar en las respuestas de Dios. Aquel fue un año bendecido para nosotros. Estábamos ansiosos por
aprender, y Scotty estaba dispuesto a dedicarnos tiempo.
El año siguiente empecé mi segundo año de universidad, y Scotty siguió reuniéndose con nosotros. Seguíamos creciendo espiritualmente, y mi vida cristiana
estaba repleta de nuevos descubrimientos. Habíamos descubierto la gran aventura de la vida cristiana abundante a medida que el Señor iba siendo más personal
y real para nosotros.

A mediados del primer semestre se me acercó un compañero y me dijo: —¿Sabes, LeRoy? Te he estado observando. Tu vida cristiana sí que es distinta a la mía.
Y empezó a hacerme preguntas, mayormente parecidas a las que yo le había hecho a Scotty un año atrás.

Sonreí: —Bueno, ¿lees tu Biblia regularmente?

—No.

—¿La estudias? —No.

—¿Memorizas pasajes bíblicos? No, tampoco hacía eso.

—¿Oras? Su respuesta seguía siendo “no”.

Le sugerí que nos reuniéramos para hablar de estas cosas. Aceptó la idea con entusiasmo, así que empezamos. Compartí con él las cosas que Scotty había
compartido conmigo, y empezó a crecer en su vida cristiana. Comenzó a escudriñar la Palabra, a orar y testificar, y el Espíritu de Dios obró poderosamente en su
vida aquel año.

El año siguiente cambié de universidad y él fue a otra. A los pocos meses, recibí una carta interesante de él. Concurría a una agrupación cristiana en la
universidad y un compañero se le había acercado para preguntarle sobre su vida cristiana. Parece que este estudiante había notado la diferencia y quería saber
el porqué. Así que mi amigo le hizo algunas preguntas relacionadas con lectura, estudio y memorización bíblica y la oración. Había mostrado mucho interés en
hacer estas cosas así que mi amigo empezó a compartir con él regularmente las cosas que él había aprendido de mí y que yo había aprendido de Scotty.

Mientras tanto, un estudiante cristiano se había acercado a mí en la universidad en la que ahora estudiaba... y así sigue la historia. Ya durante muchos años he
estado involucrado en ayudar a otros personalmente en su vida cristiana. He observado el interés que pastores, misioneros, laicos consagrados, estudiantes
universitarios y de instituciones teológicas y militares han mostrado por ayudar también a otros individualmente.

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En la actualidad vemos en muchas iglesias y en muchas personas un creciente y fervoroso interés en multiplicar discípulos.

MULTIPLICARSE O NO MULTIPLICARSE— ESA ES LA CUESTIÓN


Hace algunos años, conversaba con un joven consagrado. —Bob, ¿qué es lo que más gozo te da en la vida?

—Mira, LeRoy, eso es fácil. Llevar a alguien al conocimiento de Cristo —me contestó.

Coincidí con él. —Todo el mundo es feliz cuando esto sucede: Tú estás feliz, el nuevo creyente está feliz y hay gozo en los cielos. Pero hay algo aún más grande
que eso.

Me miró perplejo. ¿Qué podría haber más grande que ver a alguien aceptar a Cristo?

Seguí hablando: —El que alguien que has ganado para Cristo crece y se desarrolla hasta ser un discípulo dedicado, fructífero y maduro que a su vez gana a
otros para Cristo y a su vez les ayuda a ellos también.

—¡Fantástico! —exclamó—. ¡Nunca se me había ocurrido!

Francamente, no es nada raro que nunca se le haya ocurrido. En aquella época no se tenía en cuenta ese concepto, pero estaba dispuesto a tomarse el tiempo
para aprender, y así lo hizo. Hoy, abundan los discípulos maduros, consagrados, fructíferos en dos continentes por el impacto de la vida de Bob y su visión de
multiplicar discípulos.

Por otro lado, desconocer estas cosas puede tener tristes consecuencias. Me encontraba de visita en un campo misionero y conversaba con un misionero de
muchos años. Me contó algo que todavía me turba; no puedo sacármelo de la mente. Este hermano había ido al campo misionero hacía unos quince años y
había iniciado los programas de costumbre. Al poco tiempo de estar allí conoció a un joven llamado Johnny que estaba involucrado en algo muy distinto.
Johnny era un discípulo consagrado de Jesucristo, y realizaba su ministerio incorrectamente, según las normas aceptadas. A diferencia del método misionero
común en aquella época, Johnny se pasaba casi todo el tiempo reuniéndose con algunos jóvenes de aquel país. El misionero trató de encaminar a Johnny, pero
este siguió con su método diferente. Pasaron los años, y el misionero ahora tenía

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que abandonar el país debido a nuevas restricciones de inmigración.

Sentado al otro lado de la mesita en la sala de su casa, me dijo: —LeRoy, tengo pocos frutos para mostrar el tiempo que pasé aquí. Oh, sí, hay un grupo que se
reúne en nuestra asamblea, pero me pregunto qué será de ellos cuando yo me vaya. No son discípulos. Han sido fieles en escuchar mis sermones, pero no
testifican. Pocos son los que saben cómo ganar a alguien para Cristo. No saben nada sobre discipular a otros. Y ahora que tengo que irme, me voy con la
impresión de que he perdido el tiempo aquí.

Continuó diciendo: —Y observo lo que ha resultado de la vida de Johnny. Uno de los hombres con quien trabajó ahora es profesor en la universidad. Este hombre
está siendo usado poderosamente por Dios para alcanzar y capacitar a decenas de estudiantes universitarios. Otro está liderando un equipo de testimonio y
discipulado de alrededor de cuarenta jóvenes y señoritas. Otro se encuentra en una ciudad cercana rodeado de un grupo de treinta y cinco discípulos en pleno
desarrollo espiritual. Tres han ido a otros países como misioneros y están dirigiendo equipos dedicados a multiplicar discípulos. Dios está bendiciendo la obra de
ellos.

Veo el contraste entre mi vida y la de él, y es trágico. Me sentía tan seguro de que yo tenía razón. Lo que él hacía parecía tan insignificante, pero ahora observo
los resultados y son asombrosos. Aquel fue un encuentro triste para él y para mí.

En otra ocasión, me encontraba en un retiro de fin de semana presentando conferencias. Un pastor que había invertido gran parte de su vida en el Medio Oriente
y ahora trabajaba en una ciudad cercana, asistió al retiro. En la primera reunión, compartí este pasaje con los participantes: : Él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el
cuerpo de Cristo (Efesios 4:11, 12).
Traté de explicar que el énfasis de ese pasaje era que Dios había dado líderes a la iglesia a fin de edificar y capacitar al resto de nosotros en la obra del
ministerio. Dije que ese ministerio del evangelio debía ser realizado por todos nosotros: Laicos y pastores por igual. Todos juntos podemos ser una gran
hermandad de testimonio, pero necesitamos capacitarnos.

Después de la reunión, este señor se me acercó y me extendió su Nuevo Testamento en griego. —Eso es exactamente lo que dice —me comentó.

Sin más, dio media vuelta y se retiró, fue a su habitación, empaquetó su valija y se dispuso a abandonar el retiro. Sus acciones me sorprendieron,

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así que lo detuve y le pregunté si lo había ofendido de algún modo. ¿Había algo por lo que debía disculparme y pedir su perdón?

—No, de ninguna manera —me contestó—. Tengo todo lo que necesito. ¡Mi congregación tiene que oír de esto! Se subió a su auto y se fue. Sencillamente quería
volver y estar con su congregación ese mismo domingo, predicarles ese mismo mensaje y empezar a ponerlo en práctica en su ministerio.

En los últimos años, he observado cómo el país donde él fue misionero ha estallado por el odio y los problemas raciales. Muchas veces me he preguntado si todo
hubiera resultado distinto si aquel misionero hubiera ido treinta años atrás con la visión de discipular a un grupo de hombres y mujeres, como lo hizo Johnny en
otro campo misionero.

Una primavera, un colega y yo enseñamos un taller en el departamento de evangelismo de una institución teológica. El taller fue de tres días y contó con una
asistencia excelente. Nuestro tema fue: El discipulado en la iglesia local.

Durante una de las sesiones de mesa redonda, un pastor entrado en años tomó la palabra y nos contó su propia experiencia de haber discipulado a algunos de
los hombres en su iglesia. Había empezado a hacerlo unos tres años antes y ahora contaba con un grupo de hombres firmes, fieles a quienes podía recurrir sin
dilaciones. Había empezado con un hombre; luego él y este hombre trabajaron con dos más que habían expresado interés. El proceso de discipular continuó y,
después de un tiempo, los cuatro empezaron a reunirse con otros cuatro. El ministerio se había multiplicado de manera que ahora contaba con este grupo de
hombres dedicados que realmente calificaban espiritualmente para trabajar en el ministerio de la iglesia.
El anciano pastor nos comentó que esta experiencia había sido la más provechosa, llena de satisfacciones y emocionante que le había sucedido en sus treinta y
cinco años de ministerio. Después de su aporte, los ojos de muchos seminaristas brillaban de entusiasmo. Ansiaban estar ya en el pastorado y empezar su propio
ministerio de multiplicar discípulos.

EL EJEMPLO DE INDIANÁPOLIS
El doctor Roy Blackwood y yo hemos sido muy amigos por muchos años. El ha estado multiplicando discípulos desde que fue a Indianapolis, Indiana (EE. UU. de
A.) para formar una nueva congregación.

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Se propuso edificar su ministerio sobre la filosofía de la multiplicación espiritual.

No quería ser meramente un expositor bíblico de un grupo de almas espiritualmente hambrientas que obtendrían su única ración de alimento espiritual una vez
por semana al escuchar sus sermones. Quería capacitar a un grupo de “soldados de la cruz” fuertes, robustos, que entonces colaborarían con él en la obra del
ministerio en la iglesia.

Ahora han pasado varios años, y su ministerio ha dado pruebas de ser una de las expresiones excepcionales de discipulado de nuestra época. Roy tiene sus
discípulos. De hecho, cuando él y su esposa dieron la vuelta al mundo predicando y enseñando, dejó a la iglesia durante un año entero en manos de las
personas a quienes había capacitado.

En su ausencia, los hombres se hicieron cargo de la predicación y de la dirección de las actividades de la iglesia. Realizaron el ministerio, y el Señor bendijo sus
esfuerzos ya que la congregación creció y prosperó bajo su liderazgo.

Hace unos años, se me acercó un hombre para contarme algo que a él le parecía una gran idea. Estaba lleno de entusiasmo y ansioso por conseguir mi
colaboración en su plan que significaría un adelanto para la obra de Cristo. Así que le escuché atentamente. Cuando terminó, tuve que negarme a colaborar con
su plan. Se sorprendió y me preguntó por qué.

—Por dos razones —respondí—. Primero: No es bíblico. Segundo: No dará resultado.


Lo que me gusta de este método para realizar la obra del Señor es que es bíblico y da resultado. En primer lugar, es un método bíblico para ayudar a cumplir la
Gran Comisión de Cristo (Mateo 28:18-20) y para ayudar a capacitar obreros (Mateo 9:37, 38) quienes, hoy como en la época de Cristo, son todavía pocos.

En segundo lugar, lo he visto en acción durante treinta y cinco años y da resultado. Cuando unos pocos de nosotros andábamos involucrados en un ministerio de
multiplicar discípulos en la década de 1950, no lo teníamos todo codificado y organizado. Lo llamábamos simplemente trabajar con unos pocos hombres o
mujeres. Pero desde aquella época hasta ahora he visto a pastores, amas de casa, misioneros, enfermeros, constructores, maestros, profesores de seminario y
dueños de tiendas involucrarse en la vida de unas pocas personas. He visto al Señor bendecir sus esfuerzos y multiplicar su vida en Cristo al volcarse en la vida
de otros.

Sabemos que esto no es un cúralo-todo, pero pocas cosas lo son. Pero sí sé una cosa. Cuando uno empieza a dedicar tiempo para pasarlo individualmente con
otro

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creyente con el propósito de cumplir un ministerio en su vida —tiempo juntos estudiando su Palabra, orando, disfrutando de compañerismo, capacitando
sistemáticamente— algo sucede también en la propia vida de uno. Que Dios le dé paciencia, amor y perseverancia al empezar a compartir con otros la vida que
él le ha dado.

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185

HACER DISCÍPULOS: UN ESTILO DE VIDA

Gene Warr

Uno de los “hacedores de discípulos” de más experiencia y más consagrado que podemos encontrar en la actualidad es Gene Warr, laico y hombre de negocios
que vive en la ciudad de Oklahoma (EE. UU. de A.). Es presidente de la compañía Warr, una corporación de inversionistas de bienes raíces, y autor de The Godly
Man (El hombre piadoso), un estudio bíblico práctico para hombres. Este capítulo ha sido tomado de su libro Making Disciples (Haciendo discípulos) (Fort Worth,
Texas: International Evangelism Association, 1986), y es un material imprescindible para todo “hacedor de discípulos”.

Lorne Sanny, Presidente de Los Navegantes, escribió estas significativas palabras en el prólogo: “Gene Warr es un hacedor de discípulos y contagia con su
entusiasmo. Lo ha estado haciendo durante años consiguiendo, además, que otros lo hagan. Por lo tanto, el material presentado en este libro ha sido puesto a
prueba en la vida real. Es realmente un manual para quienes estén dispuestos a obedecer el mandato de Jesús: Vayan y hagan discípulos. No podríamos
haberlo dicho mejor.

Este capítulo trata sobre algunos aspectos negativos, advertencias sobre el costo de este ministerio y ciertos conceptos erróneos que algunos tienen sobre la
tarea de hacer discípulos. Pero el estilo inimitable de Warr nos incitará a estar dispuestos a pagar el precio y nos ayudará a superar cualquier idea equivocada
que podamos tener sobre el tema.

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Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a
otros (2 Timoteo 2:2).
La multiplicación da resultado. Es el plan de Dios para el ministerio que ha pasado la prueba del tiempo. A través de los siglos se han formado discípulos, y ahora
hay creyentes cristianos en todas las naciones del mundo. Moisés volcó su vida en Josué, Elías volcó su vida en Eliseo y así sucesivamente. Jesús en los doce,
los doce en otros, Pablo en Timoteo, Timoteo en hombres fieles, esos hombres fieles también en otros.

POR QUÉ ME HE CONSAGRADO A UN MINISTERIO DE MULTIPLICACIÓN


Me he consagrado a un ministerio de multiplicación por tres razones: La brevedad de la vida, un sentido de mayordomía y un anhelo de que mi vida cuente para
Dios.

Primero: La brevedad de la vida. La Biblia enseña que la vida es como un vapor. Más veloz que la lanzadera del telar, es como un cuento que se relata. Es fugaz,
como agua que se derrama sobre el suelo y no puede volverse a juntar. Me identifico con David cuando exclamó: No me rechaces cuando llegue a viejo; no me
abandones cuando me falten las fuerzas (Salmo 71:9). Comprendo ese sentir y

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también el que expresó David al orar: Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación
venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido (Salmo 71:18).

La única manera como puedo mostrar el poder de Dios a los que aún no han nacido es invertir en la vida de personas que invertirán en la vida de otras personas
que a su vez invertirán... y, de esa manera, por la gracia de Dios, puedo mostrar el poder de Dios a las generaciones venideras.

Y existen promesas en cuanto a esto: Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los
sostendré y los libraré (Isaías 46:4). Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos (Salmo 92:14).

Segundo: Un sentido de mayordomía. Nos referimos a la vida como “mi vida”. Es inestimable. En Job 2:4 Satanás dice: Con tal de salvar la vida, el hombre da
todo lo que tiene. Pero, ¿por qué la llamamos mi vida? Soy responsable de la vida que Dios me ha dado. No la fabriqué yo. Yo no la sustento. Es algo que Dios
me ha prestado por un poco de tiempo mientras estoy aquí en la tierra, y creo que tengo la obligación de invertirla donde más provecho dé. El salmista
dice: Pueblos todos, bendigan a nuestro Dios, hagan oír la voz de su alabanza. Él ha protegido nuestra vida, ha evitado que resbalen nuestros pies (Salmo 66:8,
9).
Tercero: Anhelo que mi vida cuente para algo que valga la pena. Me pesaría llegar al final del camino y que se diga de mí como se dijo de una pareja de ancianos
en el libro de Somerset Maugham, Of Human Bondage: (De la esclavitud humana) ¡Fue como si nunca hubieran vivido! No quiero que eso me pase a mí. Quiero
vivir y pasar la vida abundante en Cristo a muchos, muchos más. Puedo hacerlo por medio del ministerio de multiplicación espiritual, reproduciéndome muchas
veces en el ministerio de hacer discípulos. Y usted también puede hacerlo.

HACER DISCÍPULOS ES UN MINISTERIO COSTOSO


A fin de ser usados por Dios para hacer discípulos, tenemos que estar dispuestos a pagar un precio... y es un ministerio costoso:

Costoso por la cantidad de tiempo que lleva . Tenemos que estar siempre a disposición. Lleva tiempo ir a un restaurante para comer con la persona que estamos
capacitando. Lleva tiempo hacer un viaje con ella. Y lleva tiempo hacer las cosas que la convertirá en un discípulo reproductor.

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Moisés oró: Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría (Salmo 90:12). Nuestro tiempo no será nuestro. Tenemos que
estar a disposición de aquellos a quienes Dios nos ha llamado a ayudar.

Costoso por la falta de reconocimiento. Pablo dijo: Procuren vivir tranquilos y ocupados en sus propios asuntos, trabajando con sus manos como les hemos
encargado, para que los respeten los de afuera y para que no les falte nada (1 Tesalonicenses 4:11, 12 Versión Popular). El ministerio de seguimiento y
asimilación no es de la clase que recibe publicidad en el boletín de la iglesia. Tampoco el sobre de la ofrenda tiene un cuadradito donde marcarlo. Discipular ha
sido por lo general una obra sin reconocimiento en el reino de Dios.

Costoso por lo inconveniente. Somos siervos de aquellos a quienes tenemos la intención de ayudar. Jesús dijo: Yo estoy entre ustedes como uno que
sirve (Lucas 22:27b). Tenemos que suplir las necesidades de aquellos que Dios ha escogido que ayudemos. Y esto significa dejar la televisión durante nuestro
programa favorito cuando recibo un pedido de ayuda de la persona a quien estoy capacitando. Suplimos estas necesidades según las condiciones de Dios, no las
nuestras. Somos siervos del cuerpo de Cristo.

Costoso por los golpes que se reciben. A veces nos sentiremos lastimados por aquellos a quienes tratamos de ayudar. Sobre este tema escribió Pablo: Así que
de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes. Si los amo hasta el extremo, ¿me amarán menos? (2 Corintios
12:15). En la misma carta agregó: Pedimos a Dios que no hagan nada malo, no para demostrar mi éxito, sino para que hagan lo bueno, aunque parezca que
nosotros hemos fracasado (2 Corintios 13:7). Pablo estaba dispuesto a sufrir el costo de ser despreciado si con esto ayudaba a los cristianos. Siguió diciendo: De
hecho, nos alegramos cuando nosotros somos débiles y ustedes fuertes; y oramos a Dios para que los restaure plenamente (2 Corintios 13:9). Algunos en
quienes usted ha invertido su vida le darán la espalda y se apartarán. Otros pueden aun sentir resentimiento hacia usted. Aun otros llegarán hasta un punto en el
discipulado y no avanzarán más. Todos estos lo lastimarán. No debe usted desalentarse por este costo de su llamado porque algunos de esos que quedan por el
camino tarde o temprano volverán y querrán retomar la senda de Cristo. Otros, ciertamente, están mejor por la ayuda recibida que si no la hubieran recibido.

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Costoso porque se hace vulnerable al exponerse. Pablo le escribió a Timoteo: Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi
propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor, mi constancia, mis persecuciones y mis sufrimientos. Estás enterado de lo que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra, y de las
persecuciones que soporté. Y de todas ellas me libró el Señor (2 Timoteo 3:10, 11).

Usted no se puede esconder del que está ayudando. El verá sus defectos. Su discípulo conocerá las debilidades de usted porque al trabajar cara a cara no hay
dónde esconderse.

Costoso por ver reproducidas sus propias debilidades. Tal como sucede en la naturaleza, sucede en el Espíritu: Reproducimos nuestra propia especie.

De allí la importancia de la capacitación entrelazada. Esto sucede con naturalidad en la iglesia por medio de las numerosas relaciones que se entablan en la
escuela dominical y en los cultos. El discípulo recibe ayuda espiritual de otros además de usted, de modo que no todas las debilidades de usted se reproducen en
él. Lo que Samuel aprendió de niño viviendo con la familia de Elí (una mala manera de educar a los hijos), él reprodujo en sus propios hijos. Después, al final de
la vida de Samuel, el pueblo veía los graves defectos de sus hijos y pidieron que estos no gobernaran sobre ellos. Tuvieron que elegir un rey de otra parte. Si,
reproducimos nuestra propia especie.

Costoso para su vida. Este es el precio principal que pagamos si vamos a discipular a nuestro prójimo. Dios le dijo a Israel, su pueblo, por medio de Isaías: A
cambio de ti entregaré hombres; ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos! Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra (43:4). Eso es
exactamente lo que le costará: Su vida.

CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE EL MINISTERIO DE HACER DISCÍPULOS


Porque el ministerio de la multiplicación es tan eficaz, nuestro enemigo el diablo lo combatirá con todo su poder. Tratará de oponerse de todas las formas posible,
y una de sus mejores herramientas es usar conceptos erróneos. Tenemos que mantenernos apercibidos de ellos a fin de poder cumplir nuestros ministerios

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relacionados con hacer discípulos. Hay varios conceptos erróneos que obstaculizan nuestro trabajo:

Que al enfatizar el discipulado se descuida la evangelización. Nuestros ministerios no son este o el otro, sino ambos, es decir uno y otro. No solo debemos hacer
seguimiento sino también ganar a otros para Cristo. El resultado final de toda la capacitación uno-a-uno es el desarrollo de un estilo de vida de reproducción
espiritual.

Que uno tiene que ser perfecto para ayudar a otros a ser discípulos. Solo tiene que estar un paso más adelante de los demás para ayudarles por todo el camino
de la vida. Aun Pablo no pretendía ser totalmente maduro cuando capacitó a Timoteo y a otros.

Que tiene que ser un pastor ordenado para hacerlo. A veces aun los pastores y teólogos no saben cómo alcanzar a otros cara-a-cara. W. A. Criswell tiene un
cuento sobre un grupo de teólogos famosos que se encontraron con el Señor Jesús. El Señor preguntó a estos famosos e ilustres teólogos: “¿Quién dicen los
hombres que yo soy?”. Y ellos respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista resucitado; algunos dicen que eres Jeremías o uno de los profetas; y aun
hay los que dicen que eres Cristo, el Hijo de Dios”. Entonces el Señor les preguntó a los teólogos: “Pero ustedes ¿quién dicen que soy?”. Y los teólogos dieron
una respuesta sabihonda: “Tú eres la base del ser, tú eres el salto de fe a lo desconocido impenetrable, tú eres la confrontación existencial, inexplicable,
indecible, sin proposiciones, con la infinitud de la experiencia inherente subjetiva”. El Señor se apartó de ellos con tristeza.

Que es un método poco realista. Se cuenta que un hombre le dijo a Dwight L. Moody, el famoso evangelista, que no le gustaba su método de evangelizar. Moody
le respondió que a él tampoco le convencía del todo y le preguntó qué método usaba él. El hombre le contestó: —Oh, yo no tengo ningún método. Moody le
comentó entonces: —Bueno, me gusta el mío más que el suyo.

Es cierto que si los que empezaron el proceso de multiplicación treinta años atrás hubieran tenido éxito con cada converso y discípulo, el mundo entero habría
sido totalmente alcanzado para Cristo. Los eslabones débiles en la cadena interrumpen el proceso de reproducción espiritual. Cada vez que uno pierde un
eslabón corta por la mitad la producción final. Por eso es tan importante hacer un discipulado de calidad.
Que uno tiene que ver resultados inmediatos, medibles. A Jesús le llevó tres años capacitar a doce... y realmente solo a tres de ellos a profundidad. ¿Por qué
tenemos nosotros tanto apuro? En nuestra

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sociedad de productos instantáneos queremos discípulos instantáneos. Jamás ha existido tal cosa en toda la historia de la iglesia.

Que siempre tendrá éxito. Por supuesto que no. Siempre habrá eslabones débiles. El caso de Guejazi, el discípulo de Eliseo en 2 Reyes (5:15, 16, 21-27), es un
buen ejemplo de esto. Guejazi tuvo muchísimas oportunidades para aprender. Había visto a Eliseo sanear las aguas de la ciudad que producían infertilidad, vio a
los osos atacar a los jóvenes que se habían burlado de Eliseo, había oído orar a Eliseo y visto la respuesta de Dios al llenar las zanjas de agua para que hombres
y animales pudieran beber mientras guerreaban contra los moabitas, vio cómo la viuda recibió milagrosamente suficiente aceite para vender y pagar sus deudas y
para su sustento, vio la resurrección del hijo de la mujer sunamita, vio la olla de verduras envenenadas que los hijos de los profetas habían probado, purificada
cuando Eliseo le puso un puñado de grano, vio la curación de Naamán, el leproso. Aun así, al final, Guejazi fracasó. Uno de los grandes conceptos erróneos al
trabajar con las personas es que siempre tendrá éxito. No es así.

Mis propios tambaleantes esfuerzos por hacer discípulos no siempre han sido coronados con el éxito. Esta es una de las cosas que me da muchísima tristeza.
Existen muchas razones por la falta de éxito.

Contemporizar para ser aceptado socialmente. Recuerdo a un joven llamado Bill. Después de algunos estudios en una institución teológica, Bill llegó a nuestra
ciudad profundamente desilusionado con el cristianismo y el rumbo que tomaba su propia vida. Al empezar a reunirme, a conversar y orar con él, noté que no
sabía nada de las disciplinas básicas de la vida cristiana. Las compartí con él, y respondió positivamente a la idea. Empezó a encontrarse con el Señor cada
mañana en un Momento devocional, empezó a memorizar pasajes bíblicos, a alcanzar a otros para el Señor y estaba haciendo un magnífico trabajo con sus
estudios bíblicos a fondo. Tenía capacidad para ganarse la vida con su trabajo, lo cual estaba haciendo, cuando un día una pequeña iglesia lo llamó como pastor.
Aceptó. El Señor bendijo su ministerio allí y seguimos confraternizando. Al poco tiempo una iglesia más grande, en un estado distante, lo llamó y él aceptó. Allá,
se encontró en una sociedad más afluente. Empezó a beber socialmente, luego a buscar la compañía de otras mujeres y, en consecuencia, perdió a su esposa e
hijos. Se quitó la vida en la habitación de un motel. Todavía me duele su recuerdo, y lo extraño.

Amor al dinero. Luego había otro a quien llamaré Jorge. Jorge era hombre de sociedad, muy extrovertido, buen hombre de negocios y, aparentemente, exitoso en
todo. Cuando tenía unos treinta años,
192

escuchó el evangelio y dio su vida a Cristo. Después todo se le vino abajo. Perdió el trabajo, se mudó a otra ciudad con su familia, le fue difícil encontrar otro
empleo pero finalmente, por la gracia de Dios, pudo encontrar uno bueno. Otra vez empezó a escalar posiciones. Siguió en los caminos del Señor, alentando a
otros, pero su deseo de tener dinero empezó a distorsionar su manera de pensar y aceptó otro empleo que lo colocaba en posiciones comprometedoras. Por
último, la tentación fue demasiado y cayó. Abandonó a su esposa e hijos. La última vez que supe algo de él se había casado con una viuda mayor que él quien lo
mantenía. Jorge y yo habíamos pasado muchas horas juntos estudiando la Biblia, orando y saliendo a hacer obra personal. Muchas veces, de rodillas, llorando
en oración, le he preguntado a Dios dónde le fallé.

Ser voluntarioso. A este hombre lo llamaremos Alberto. Todo el mundo apreciaba a Alberto. Tenía una esposa amorosa. Eran activos en su iglesia, escuela
dominical y estudios bíblicos familiares. Durante unos dos años fueron muy fieles. Crecieron y crecieron espiritualmente hasta un punto, y luego se frenaron, se
estancaron.

En la actualidad, Alberto es bastante inoperante como esposo, como padre y como testigo cristiano. Había ciertas cuestiones en su vida que se negó a encarar.
Una era que no aceptaba someterse a ninguna autoridad. Se aferraba a cierta rebeldía. Otra era su informalidad: Prometía y no cumplía, empezaba trabajos y
nunca los terminaba. Una tercera cuestión era que se negaba a actuar dentro de límites aceptables, tanto con su tiempo como su dinero. Cuarto, era voluntarioso.
Hacía las cosas como él quería en lugar de hacerlas como el Señor quería. Quinto, pura pereza que, en última instancia, no es más que egoísmo. Ahora, al
pensar en Alberto y reconocer la potencialidad infinita en su vida, me duele verlo atascado fuera de la voluntad de Dios.

Conclusión. Las experiencias de fracaso nos hacen pensar. Podrían preguntarme por qué no me doy por vencido. La razón por la cual no lo hago es que, a Dios
gracias, hay otras anécdotas fuera de éstas. Se centran alrededor de la pregunta que me hacen con frecuencia: “¿Realmente vale la pena invertir tu vida en los
demás?”. Quiero contarle hasta qué punto vale la pena.

Pablo era un recién casado y director de jóvenes de su iglesia. Pero lo sacaron de ese puesto; el puesto del cual dependía para mantener a su esposa y pagarse
los estudios. Lo sacaron no porque no

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hiciera bien su trabajo como director de jóvenes, sino porque no podía predicar cuando, en realidad, no lo habían empleado para eso.

Pensé que alguien tenía que decirle por qué lo habían despedido, así que le pedí que viniera a mi oficina. Le dije que lo habían despedido porque no sabía
llevarse bien con los adultos. Lo habían llamado para trabajar con los jóvenes y había sido excelente con ellos, pero a menos que aprendiera a llevarse bien con
los adultos, siempre tendría problemas. Luego le pregunté qué iba a hacer con sus estudios y, francamente, no sabía qué hacer.

Conversamos un rato y le di varios consejos, luego le dije que le ayudaría a pagar sus estudios con una condición. Cada vez que viniera a recoger su cheque
mensual, tenía que pasar dos horas conmigo. Empezamos con esa base, y empecé a invertir mi vida en la suya.

Unos meses después, Pablo conoció a un compañero de estudios llamado Bob y empezó a invertir en su vida algunas de las cosas que yo había compartido con
él. Más adelante, Bob fue nombrado director de jóvenes en mi iglesia y seguí orientándole empezando donde Pablo había dejado. Bob llevó a Cristo a Rick y
Rob, mellizos, luego empezó a invertir su vida en las de ellos. Uno es ahora pastor y el otro director de educación cristiana. Bob también ganó a otro para el
Señor, lo capacitó individualmente por un tiempo y ahora está a punto de comenzar un ministerio de educación cristiana.

Estos hombres a su vez han ganado a otros para Cristo y volcado su vida en ellos, y esa cadena en el ministerio se sigue reproduciendo. Y es solo una de una
serie de cadenas que empezaron aún antes de que Charlie Riggs empezara a invertir su vida en la mía. Porque Charlie había sido capacitado por Dawson
Trotman.

¿Vale realmente la pena invertir nuestra vida en otras personas? Por mi parte, lo es. Aquí tenemos siete generaciones, y la cadena sigue creciendo.

Dawson Trotman

Charlie Riggs

Yo

Pablo

Bob

Rick, Rob y Lynn


Muchos otros...

La multiplicación da resultado. El discipulado es un estilo de vida que puede y, en efecto, se reproduce por muchas generaciones.

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APÉNDICE A

ILUSTRACIONES Y COMENTARIOS EXPLICATIVOS PARA TODAS LAS SESIONES

PRIMERA SESIÓN

1. Comentario: Nuevos amigos

Desde su primer encuentro con su discípulo, este tiene que notar que usted quiere entablar una amistad sincera con él. Tiene que saber que usted
está realmente interesado en él. Para iniciar esta amistad, ambos necesitan compartir distintos aspectos de su vida. El necesita ver que usted es una persona con
un sano equilibrio que está dispuesto a conversar con él sobre otros temas aparte de las necesidades espirituales de él.

Durante los primeros encuentros, concéntrese en ser un buen oyente. Algo anda mal si usted es el único que habla. Trate de establecer un buen contacto
visual con él, a fin de que capte su atención y que él sepa que está puesta en lo que él necesita. Preste atención especial a las áreas de su vida que necesitan
oración y ayuda adicional.

2. Comentario: Identifique la relación de su discípulo con Cristo

Su primer objetivo será determinar si su discípulo ha recibido a Cristo como su Salvador y Señor. Para lograrlo, guíelo en el estudio del material para la primera
sesión. Es un breve estudio bíblico destinado a que él entienda el evangelio. Durante este estudio, enfocarán brevemente por qué estamos separados de Dios,
por qué Jesucristo tuvo que morir por nuestros pecados y qué decisión tiene que tomar cada uno tocante a Cristo.

3. Ilustraciones: El lápiz y/o El vaso de agua


Trate de mostrar a su discípulo la diferencia entre creer y recibir (a Cristo) usando una o ambas ilustraciones:

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a. Ilustración del lápiz

Tome un lápiz en su mano. Pregúntele a su discípulo:—¿Cree usted que tengo este lápiz en la mano?

—Sí, lo creo.

—¿Lo cree con la convicción suficiente para extender su mano y tomarlo si se lo ofrezco? (Ofrézcalo, para que pueda tomarlo).

Cuando lo haya hecho, pregunte: —¿Qué acaba de hacer?

—Lo tomé.

—O sea que usted me creyó cuando le dije que se lo daría, y estuvo dispuesto a recibirlo sencillamente porque me tuvo fe.

Su discípulo le escucha mientras usted sigue hablando:

—El lápiz era potencialmente suyo en el mismo momento cuando decidí que se lo daría, pero no fue suyo de hecho hasta que actuó con fe y lo recibió.

Lo que Jesucristo hizo por nosotros en la cruz es potencialmente para toda la humanidad. El regalo de salvación ya ha sido pagado, y la cariñosa mano de Dios
le está ofreciendo a usted ese regalo. Está esperando pacientemente para que cada ser humano admita su necesidad, —¿Cree usted en él y recibirlo el regalo
que es su perdón y la vida eterna.

b. Ilustración del vaso de agua


Imagínese perdido en el desierto, muriéndose de sed y de deshidratación. De repente, llega un equipo de rescate y le ofrecen un vaso de agua fría. Mentalmente,
puede creer que el agua tiene poder para saciar su sed y salvarle la vida. Pero el agua no lo puede salvar hasta que la bebe. Tiene que decidirse
a recibirla. Creer sin recibirla no basta. Espiritualmente, usted tiene que creer y recibir a Cristo para ser Hijo de Dios.

4. Comentario: Si no está listo para recibir a Cristo

Si, de alguna manera, su discípulo indica que no está seguro de haber recibido a Cristo pero quiere saber más de él, tenga paciencia. Siga reuniéndose con él
confiando y orando que pronto habrá de recibir a Cristo. El material a cubrir en las próximas sesiones le ayudará

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a comprender claramente el mensaje del evangelio.

Si no se decide a recibir a Cristo y a desarrollarse espiritualmente, prométale que lo apoyará con sus oraciones, asegúrele que sigue interesándose por él e
informe la situación a su coordinador.

5. Comentario: Propósito del libro Un llamado al gozo

Explique que recibir a Jesucristo como su Salvador personal pone un fundamento firme sobre el cual edificar su vida. Ese fundamento es eterno. Porque nadie
puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo (1 Corintios 3:11). Un llamado al gozo tiene el propósito de darle las herramientas
y los conocimientos prácticos que se necesitan para construir sobre ese fundamento. Los ladrillos espirituales que Dios anhela usar son más preciados que el
oro, la plata o las piedras preciosas (1 Corintios 3:11-15).
SEGUNDA SESIÓN

6. Ilustración: El matrimonioSu discípulo quizá ya sea miembro de la iglesia, a pesar de lo cual todavía puede tener dudas acerca de su salvación. Esto por lo
general sucede cuando uno espera sentir algo, o hay algún pecado no confesado o cuando uno nunca recibió a Cristo

como su Salvador. Ayúdele a comprender que con Cristo no hay medias tintas (1 Juan 5:12). No puede ser parcialmente o más o menos creyente. El matrimonio
ofrece una excelente analogía. Si usted le pregunta a su discípulo si es casado, no le contestará: “Bueno, a lo mejor soy casado”. ¡Sabrá con seguridad si es
casado o no!

7. Ilustración: El joven que huye de su casa

Si un joven se rebela y se va del hogar de sus padres, sigue siendo el hijo de ellos no importa lo lejos que se vaya o lo mucho que se desvíe de la escala de
valores que le enseñaron. Sigue siendo hijo a pesar de la pérdida temporal de la comunión con sus padres. De la misma manera, es posible ser hijo de Dios
(creyente) y rebelarse temporalmente perdiendo la comunión con él. Si así sucede pierde el gozo de su salvación pero sigue siendo hijo de Dios.

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8. Comentario: Seguridad

Satanás se deleita tentando al creyente al hacerle creer que en verdad no es hijo de Dios, así que prepare a su discípulo para cuando esto suceda. Explíquele
que el Espíritu Santo nos muestra cuando somos realmente culpables. Esta es la consecuencia de algún pecado no confesado en nuestra vida. Uno puede
tener sentimientos de culpabilidad falsos cuando no tiene un alto concepto de sí mismo o cuando entran en juego otros factores psicológicos.

Explíquele que los sentimientos son importantes, pero están sujetos a cambios y no se puede confiar en ellos como base para juzgar nuestra relación con Cristo.

9. Ilustración: Ruth Graham


Puede haber casos en que alguien no recuerde la fecha y hora exacta de su conversión. Ruth Graham, la esposa del famoso evangelista, aceptó de niña a Cristo
como su Salvador. Años después, resumía su testimonio diciendo: “No estoy segura cuando salió el sol, pero estoy segura de que está brillando”. No es
imprescindible recordar el instante preciso de su conversión, pero es imprescindible saber con seguridad de que ha recibido personalmente a Cristo como su
Salvador.

10. Si sigue manejando alrededor del surtidor

Imagínese que llega usted a una gasolinera (estación de servicio). Al acercarse el empleado a su auto, usted le dice: “Llene el tanque, por favor”. Pero usted
aprieta el acelerador y empieza a manejar alrededor del surtidor. El empleado lo mira perplejo, y mientras usted sigue manejando alrededor del surtidor, le grita
por la ventanilla: “Llene el tanque, por favor”. Por fin, el otro empieza a correr al lado del auto tratando de quitarle la tapa del tanque. Después de frustrados
esfuerzos, consigue sacarla y apunta la manguera en dirección al tanque. ¿Qué pasará con la mayor parte del combustible? Así es, se perderá. La aplicación es
fácil de ver. En su vida espiritual, ¡tiene que aprender a quedarse quieto a fin de recibir las muchas bendiciones que Dios quiere darle!

TERCERA SESIÓN

11. Comentario: Conversación amistosa

Preste especial atención a cualquier cosa que su discípulo diga o demuestre sobre sus relaciones con su familia, sus compañeros de trabajo o amigos. Recuerde
que el propósito principal de sus

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encuentros es ayudarle a superar sus necesidades individuales y personales, no a cumplir una serie de tareas. El percibirá su actitud y apreciará mucho el hecho
de que sus necesidades son importantes para usted.
12. Ilustración: El balde agujereado

Imagínese a un campesino pobre, sediento, que va a sacar agua del pozo. Aunque el balde está lleno cuando empieza a subirlo, pero para cuando llega arriba
contiene apenas unas gotas de agua. Ante esta circunstancia, tiene que tomar una decisión. El campesino puede hacer una de dos cosas: Arreglar el agujero en
su balde o resignarse a tener sed el resto de su vida. La mayoría de los creyentes olvidan lo que escuchan en la iglesia y se pierden la bendición de crecer
sencillamente porque no han tratado de arreglar el agujero que les hace olvidarse de lo escuchado.

13. Ilustración: El buen atleta

El buen corredor se entrena cuando tiene ganas de hacerlo y se entrena también cuando no tiene ganas. Se entrena todos los días. ¿Por qué? Porque sabe que
la constancia puede determinar si ganará o perderá la carrera.

14. Ilustración: Uno no deja de comer... Si se pierde su Momento devocional, no se desanime ni deje de seguir teniéndolos. Le daré una ilustración que se
aplica a esto. ¿Qué pasaría si se me acercara usted y me dijera:

“Estoy muy desanimado”?

Yo le comento: “Lo siento. ¿Qué pasa?”.

Usted responde: “Me perdí el almuerzo ayer, y antes me había propuesto comer siempre y bien. Supongo que soy tan inconstante que no puedo cumplir, así que
no pienso volver a comer”.

Nadie renuncia a comer por el sencillo hecho de que se perdió una comida o dos. La Biblia es nuestra comida espiritual y no renunciamos a nuestro Momento
devocional por el mero hecho de habernos perdido uno.

Su apetito físico le impulsa a visitar su refrigerador, y su apetito espiritual debe recordarle a disfrutar de su Biblia. Es una necedad espiritual obligarse a morir de
hambre o a estar desnutrido, así que use su sentido común y aliméntese. Muchos creyentes comen solo una comida espiritual por semana: El domingo.
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¿En qué condición física estaría usted si comiera únicamente una comida por semana?

15. Ilustración: Los árboles de secoya

¿Ha visto alguna vez una foto de los gigantescos árboles de secoya que hay en el norte de California? La mayoría tienen cientos de años. Estos árboles han
resistido toda clase de embates del tiempo, aun así siguen creciendo.

Uno pensaría que las raíces de estos árboles serían muy profundas pero en realidad son superficiales. Sus raíces son tan inadecuadas que nunca podrían resistir
solas. La clave de su fuerza tremenda se encuentra debajo del suelo, donde las raíces se entrelazan. A través de los años, cada árbol nuevo ha contado con el
apoyo de todos los demás.

De la misma manera, su discípulo obtendrá fuerza y apoyo de la comunión y las oraciones de sus hermanos consagrados al Señor.

CUARTA SESIÓN

16. Ilustración: Billy Graham

En una de sus cruzadas, Billy Graham miró con cariño y compasión a los que habían pasado al frente haciendo profesión de fe. Les preguntó: ¿Saben cómo
orar? Enseguida, elevó su mirada al cielo y dijo: “Padre, te amo”. Volviendo a mirar a los presentes, les dijo amorosamente: “Así es como se ora”.

QUINTA SESIÓN

17. Ilustración: El misionero en África


En cierta ocasión un misionero en África se encontró frente a un león que se lanzaba para atacarlo. Después de un intento desesperado por escaparse, cayó de
rodillas y abatido, empezó a clamar: “¡Señor, sálvame o me muero!”. Un instante después, el enorme animal saltó pasándole por encima y salió corriendo tras una
gacela. ¡El misionero, casi sin aliento, rebosaba de gratitud, y le dio gracias a Dios por haberlo librado de esta manera tan maravillosa!

Esa noche, al tratar de dormir, un diminuto mosquito empezó a molestarlo. Cada vez que el exhausto misionero se estaba quedando dormido, el fastidioso
mosquito empezaba a zumbarle en la oreja. Lo manoteaba a ciegas en la oscuridad,

sin éxito. Por último, tomó una linterna y buscó infructuosamente al mosquito. Trató de dormirse pero no hizo más que dar vueltas en la cama toda la noche.

La mañana siguiente mientras, amodorrado, tenía su Momento devocional, leyó el pasaje en Filipenses donde Pablo dice: No se aflijan por nada, sino
preséntenselo todo a Dios en oración (4:6b, VP). Sentía como si Dios le estuviera diciendo: “Ayer, cuando tuviste una gran necesidad, clamaste a mí al instante
pero, anoche, cuando tu problema era pequeño, optaste por manejarlo tú solo”

Enséñele a su discípulo a confiarle a Dios las pequeñas necesidades al igual que las grandes. A él le interesa cada aspecto de su vida, así que nunca tiene que
preocuparse de que lo está “molestando” con algo que a usted le parece insignificante. Si le concierne a usted, le concierne también a su Padre Celestial.

SEXTA SESIÓN

18. Ilustración: La cremallera (El cierre)

Esta es una ilustración un poco absurda. Quiero que usted suponga que tengo una larga cremallera (cierre) en la espalda. Estamos jugando juntos al tenis y yo
estoy jugando muy mal. De pronto, aparece un tenista profesional y dice:

—Joven, parece que tiene problemas.

—¡Ya lo creo! —contesta usted.


Entonces él dice: —¿Puedo hacerle una sugerencia? El problema es que tiene que entender y “sentir” el tenis. Usted no tiene la flexibilidad, la libertad o el
movimiento que necesita. Ojalá hubiera una manera de meterme en usted y hacer que sienta el juego de tenis como lo siento yo. Le falta flexibilidad y parece
actuar mecánicamente.

Entonces yo contesto: —¡Ah, se me ocurre una manera! Entonces nos vamos detrás de un árbol y le muestro: —Mire, tengo esta larga cremallera (cierre) en la
espalda; así que ¡métase!

Él dice: —¡Jamás he visto cosa igual! Y se mete. ¿Sabe? Es muy difícil dejar que otra persona viva en uno. Así que procuro darle todo el control. Cuando trata de
caminar en mi cuerpo, le oigo decir: —Suéltese, sea flexible, relájese. Déjeme jugar por intermedio suyo. Después, toma la raqueta de tenis y ¡zaz! la pelota cae
en la cancha, del otro lado de la red. ¡Y pega con fuerza! Usted se queda mirando, está totalmente maravillado y no puede creer lo que ve. Al rato, empiezan a
traer a los mejores jugadores de tenis para jugar conmigo, y enseguida les gano a todos. Me resulta todo tan fácil porque es él quien hace todo el esfuerzo. Si me
empiezo a poner tieso me dice:

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—Sencillamente relájese. Déjeme jugar por intermedio suyo. Déjeme que yo haga todo el esfuerzo.

Al rato empiezo a sentirme un poco orgulloso. Le digo: —¿Sabe? Me parece que ya puedo jugar solo. Creo que puedo sacar mejor si alzo el pie izquierdo y hago
un círculo con él antes de pegar la pelota.

Él comenta: —Si hace eso se irá de cabeza al suelo. —Bueno, pero igual probaré hacerlo. Lo pruebo y, sí, me voy de cabeza al suelo.

—¿Quiere que vuelva a hacerme cargo?

—Sí, qué vergüenza caerme así. Vuelva a hacerse cargo, por favor.

Antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador, tratamos de vivir la vida sin depender de nadie, sin tener paz, dirección y satisfacción auténticas. Después que le
recibimos, Dios nos da el Espíritu Santo para ser nuestra fuente de poder a fin de vivir una vida piadosa.
El Espíritu Santo no quiere estar en nosotros solo como pasajero, ¡quiere darnos poder y capacitarnos para vivir una vida cristiana victoriosa! Cuanto más
dejamos que esté al mando, más puede obrar por intermedio nuestro.

19. Ilustración: La máquina de cortar césped

Un amigo mío, Charles Price, cuenta la siguiente anécdota verídica:

Durante una de mis frecuentes ausencias de casa, el césped necesitaba ser cortado. Hacía poco habíamos comprado una nueva máquina de cortar el césped a
motor que, Hilary, mi esposa, me había visto usar varias veces. Sabiendo que yo tardaría unos días en regresar, decidió cortar el césped. La máquina, con sus
cuchillas giratorias, rodillo y motor era bastante pesada. Hizo arrancar el motor, que automáticamente empezó a hacer girar las cuchillas en su posición fija, y
comenzó a empujarla. ¡Qué trabajo le dio! Para que la máquina se moviera tenía que empujarla con todas sus fuerzas. Así lo hizo porque estaba decidida a cortar
el césped, pero después de dos pasadas a lo largo del jardín ¡quedó rendida!

No podía entender por qué. Me había visto caminando muy tranquilo, ida y vuelta detrás de la máquina, aparentemente sin ningún esfuerzo. Aunque sabía que yo
era más fuerte que ella, no era para tanto.

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Frustrada y enojada agarró el mango con la intención de darle una buena sacudida. Al hacerlo, tocó la palanca del embrague, que entró en cambio y la máquina
salió como disparada, cortando el césped en su camino ¡mientras Hilary corría tratando de alcanzarla! ¡Qué diferencia maravillosa!

¡Qué frustrante es tratar de manejar a mano algo diseñado para andar a motor! Y qué extraordinariamente liberador es descubrir después de una lucha larga,
dura y cansadora que uno tiene a su disposición recursos que ignoraba. Tal ha sido la experiencia personal de muchos a lo largo de la historia. Han procurado,
con toda sinceridad y dedicación, hacer para Dios lo que solo Dios mismo puede hacer para ellos. Su dedicación y su entusiasmo no tienen nada de malo. Es
sencillamente que no han conocido ni se han apropiado de la presencia del Espíritu Santo que moraba en ellos. Dios nos da el Espíritu Santo para ayudarnos a
cumplir su voluntad.
20. Ilustración: La esponja

Imagínese que tiene una esponja en la mano y la aprieta con fuerza. La sumerge en un recipiente con agua. Aunque la esponja está en el agua, en realidad no
tiene agua. Solo cuando usted la suelta se llena de agua.

De la misma manera, nuestra propia voluntad puede impedir que seamos llenos del Espíritu Santo y controlados por él. Esto es siempre posible aunque seamos
creyentes bautizados en su cuerpo por su Espíritu cuando nacimos de nuevo.

La clave para estar llenos del Espíritu Santo es quedarnos entregados y totalmente predispuestos a acatar la voluntad de Dios. No apaguemos la obra del
Espíritu de Dios tratando de enseñorearnos y poseer nuestra propia vida. Señorío significa exactamente lo que pensamos. Cuando nos entregamos
continuamente a la voluntad perfecta de Dios es cuando mejor servimos a Cristo y más disfrutamos de la vida. El poder espiritual es uno de los resultados de ser
llenos de él, y ser llenos es el resultado de estar bajo su control. Estar bajo su control es el resultado de decidirse momento a momento a entregarse a él.

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SÉPTIMA SESIÓN

21. Ilustración: El cacique

En el folclor estadounidense hay una historia de un indio que le preguntó lo siguiente a un viejo cacique: “Si dos perritos nacen de la misma madre al mismo
tiempo, ¿cuál será el más fuerte?”. El viejo cacique contestó con toda sabiduría: “¡El que más alimentes!”.

Como creyente, usted puede alimentar su nueva naturaleza y llegar a ser espiritualmente fuerte, o puede optar por ser débil y flojo. Por medio de Cristo, ¡tiene la
libertad de tomar decisiones correctas todo el día, todos los días! La Biblia dice: Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres (Juan 8:36).
Podemos, mentalmente, alimentarnos de lo que queremos, pero nuestra vida reflejará la calidad de nuestras decisiones.
22. Ilustración: Tinta negra

Si se deja que gotee continuamente tinta negra en un recipiente lleno de pintura totalmente blanca, ¿cuánto tiempo le parece que llevaría para que la pintura
blanca cambiara a gris? No mucho. Y, tarde o temprano, ¡será totalmente negra! De la misma manera, cada pensamiento pecaminoso pone en peligro la pureza
de sus pensamientos. Pero al meditar en los versículos bíblicos que memoriza, puede restaurar y aumentar esa pureza.

23. Ilustración: Charles Swindoll

Charles Swindoll, reconocido pastor y autor cristiano, cuenta un incidente que le sucedió mientras se encontraba en una ciudad lejana dando conferencias.
Sintiéndose un poco aburrido y solo, se dirigió al ascensor para subir a su habitación, pasando al lado de dos mujeres jóvenes que lo siguieron y entraron con él
al ascensor. Después de apretar el botón del sexto piso, les preguntó cortésmente: “¿A qué piso?”. Una de las jóvenes le clavó los ojos y dijo: “¿Qué le parece si
vamos al mismo piso que usted?”. En ese instante, le vino un pensamiento. ¿Pensó en su esposa y sus cuatro hijos? No, no al principio. ¿Pensó en su posición
como pastor y en su reputación? No. Dios le trajo a mente dos versículos: No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra (Gálatas
6:7) y Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo (Efesios 6:11).

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El primer versículo le recordó las consecuencias del pecado y, el segundo, lo desafió a permanecer firme ante las acechanzas del enemigo. Con el poder de Dios
pudo responder: “¡No tengo interés!”.

24. Comentario: Sepa el contexto

Originalmente, la Biblia no se dividía en capítulos y versículos; cada pensamiento completo formaba un párrafo. En la actualidad, estos pensamientos completos
abarcan varios versículos que, en algunas ediciones de la Biblia aparecen en párrafos, en otras no. Por esta razón, cuando memoriza solo un versículo tomado
de lo que sería parte de un párrafo, es posible perderse el significado global del pasaje. Siempre enseñe a su discípulo a leer los versículos que preceden al que
memoriza y también los que le siguen. Con esta costumbre, comprenderá mucho mejor el versículo que piensa memorizar.

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