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3. A veces pareciera que esos sueños fueron truncados por diversos factores,
debemos permanecer en el amor, aunque todo a nuestro alrededor nos diga que
no.
a. La vida da vueltas, el mundo cambia, cambian las personas. Todo está en
constante movimiento, lo que ahora tenemos quizá después, no; lo que fue
quizá ya no será, todo es un fluir de cosas, personas y circunstancias. Los que
tuvieron autoridad ahora son súbditos, los que no tenían recursos ahora los
tienen, los que tenían los han perdido, pero en todo esto es importante
permanecer en el amor a lo que haces, lo que eres, y lo que debes hacer,
permanecer en el amor a Dios, en el amor a la familia.
A causa del confinamiento, hemos perdido gestos hermosos de amor y amistad; hemos
perdido dinamismo espiritual, muchos hemos dejado enfriar el dinamismo que antes
nos distinguía.
Las normas sanitarias para protegernos del virus nos ayudan para librar la batalla
contra enfermedad y la muerte, pero puede también aniquilar nuestra equilibrio
espiritual, nuestra alegría, nuestra capacidad de vivir nuestros proyectos, de perder
nuestros sueños, pega y pega durísimo. He visto entrar en depresión a muchas
personas a causa del miedo y el confinamiento. ¡Que no nos pase! En momentos
críticos permanezcamos unidos, permanezcamos en el amor.
Hoy celebramos el año internacional de la mujer, ese extraordinario ser humano que
Dios dio como el regalo mas preciado a la humanidad, MÁS AÚN LA MUJER DE
DIOS:
Oración Final:
Señor, fortalece nuestra voluntad y nuestro espíritu para que permanezcamos en el
amor de todo lo que somos, anhelamos y hacemos. Vivimos tiempos críticos, nos vemos
sometidos cotidianamente a la prueba, hemos perdido familiares, hermanos y amigos, tantas
cosas han cambiado, en nuestra forma de querernos y de relacionarnos, pero danos la certeza
de que aún en estos momentos difíciles de nuestra historia, tu amor no cambia, tu amor nunca
se va, por eso en estos ejercicios espirituales, te decimos que pase lo que pase, con tu ayuda,
viviremos en nuestros compromisos, anhelos y sueños, permaneciendo en la justicia, el Bien
y la Verdad que tu nos enseñas. Por Jesucristo nuestro Señor, amén.