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ensentidofigurado

CONSEJO EDITORIAL
Editores
Contenido
José Antonio Álvarez Di Stasio
Inmaculada Barranco
Juan Barroso
José Antonio Durand
Ángel González González
José Gutiérrez-Llama
1.- Especiales 5
Pedro Herrero 11.- Introducción – José GUTIÉRREZ-LLAMA (5)
Carlos Hidalgo Villalba 12.- Poemigas – Luis Eduardo AUTE (7)
Elisa Luengo 13.- Guiños – Tânia Diniz (13)
Emilia Oliva 14.- Paseo Nocturno – Rubem Fonseca (22)
Cony Pedraza 15.- En cuestión un cuestionario: Rubén Sacchi – Rolando REVAGLIATTI (25)
Juan Pablo Varela 16.- Documentales, de Rolando Revagliatti – Luis BENÍTEZ (37)
17.- Resonancias de La vida es sueño, en Martín Fierro – Fernando
SORRENTINO (40)
Asistencia Editorial 18.- Reseñas literarias:
- a) A contrapelo de los tiempos – Emilia OLIVA (50)
Víctor Cáceres A. - b) Guiseppe Impastato – Ana Isabel ALVEA SÁNCHEZ (55)
- c) Días finales en Grecia – Ana RECIO MIR (61)
19.- Ganadores del VI Concurso Interno de Cuento Corto convocado
por la Academia Literaria de la Ciudad de México y la Asociación
PORTADA de Escritores del Golfo – José Antonio DURAND (65)

2.- En pocas palabras 68


21.- La mansión encantada – Daniel ROMERO ARMAS (68)
22.- Hoy no habrá cena, chicos – Rosa Irene GONZÁLEZ ENRIQUEZ (70)

3.- Entre cuentos 72


31.- Introducción – Cony PEDRAZA (72)
32.- La espiral quebrada – Jordi Manau TRULLÁS (73)
33.- Una noche fría – Raúl Ariel VICTORIANO (79)

34.
4.- Entre ensayos y tanteos 85
EDITADA EN 41.- 3 de julio de 1812, Buenos Aires – Javier RICCA MUSSIO (85)
42.- Lírica invasiva – Sandra J. KUILAN TORRES (90)
Alemania - Andorra
Argentina - España
EEUU - Francia
México - Puerto Rico -
Uruguay
ensentidofigurado
EN SENTIDO FIGURADO

Año 13 Número 3
Marzo/Abril
2020 5.- Palabra en verso 97
51.- Introducción – Ángel GONZÁLEZ GONZÁLEZ (97)
Es una publicación de: 52.- Amanecer – Natalia GONZÁLEZ AMORIN (99)
José Gutiérrez-Llama 53.- Sin título – Julia E. DE LA IGLESIA (100)
54.- Naciones en zozobra – Michelle GÓMEZ ÁLVAREZ (102)
55.- Almas solidarias – Antonio Francisco BUITRAGO FERNÁNDEZ (104)
Es una revista literaria de 56.- Volverá a ser lo que fue – Vilma Isabel PAÑI DAMIAN (106)
publicación bimestral de
difusión vía red de cómputo.

Blvd. Adolfo López Mateos 6.- Academia Literaria de la 108


314, Colonia Tlacopac.
C.P. 01049 México, D. F. Ciudad de México
MEXICO. 61.- Estudiar derecho – Jésica COBO AUDRY (108)
Tel: (52.55) 54.81.55.61. 62.- Mariposas de obsidiana – María Elena SOLÓRZANO C. (112)
www.ensentidofigurado.com
63.- Por demás aburrido – Ruth PÉREZ AGUIRRE (113)
64.- Y bien, ¿sobre qué escribo yo ahora? – Marina PRIETO (116)
Reservas de Derechos al 65.- Reflexiones sobre el planeta – Francisco GUTIÉRREZ (119)
Uso Exclusivo No. 04– 66.- El tiempo mueve la vida – Trici (121)
2011–082909412300- 67.- Andarita – Miguelina REYES HERNÁNDEZ (123)
203. ISSN: 2007-0071. Esta
publicación se terminó de
editar el 19 de abril
de 2020. 7.- Desde el taller 126
71.- Introducción – Equipo Uruguay ESF (126)
Las opiniones expresadas 72.- La tacita de borde azul – Delia GARCÍA (128)
por los autores no 73.- Instante – María Esther LÓPEZ (130)
necesariamente reflejan la
postura del editor de la
74.- Una ciudad con vista al mar – Rubén CENDÁN (131)
publicación. 75.- Punto de vista; él, ella y el manicero – Victoria CARDOZZO (132)
El contenido de los textos es 76.- Buenos Aires – Graciela IRIART (134)
responsabilidad del autor. 77.- Vidas – Delma PERDOMO (135)
EN SENTIDO FIGURADO los 78.- Cumparsito en la oscuridad – Teresa DÍAZ (136)
incluye en apoyo a la
libertad de expresión y el
respeto a la pluralidad.
8.- Cine desde el diván 137
Queda estrictamente 81.- Dolor y Gloria – Carlos HIDALGO VILLALBA (137)
prohibida la reproducción
total o parcial de los
contenidos e imágenes de la
publicación sin previa
autorización de EN SENTIDO
9.- Galerías 143
91.- Poesía Visual – Angel GONZÁLEZ GONZÁLEZ
FIGURADO.
- Muestra de toni PRAT (143)

Publicación sin fines de


lucro que no admite
patrocinios y es sufragada Nota: Salvo que se haga mención específica, todas la imágenes de este
con recursos propios.
PROHIBIDA SU VENTA.
número han sido obtenidas de www.google.com
GRACIAS POR COMPARTIR ESTOS AÑOS

DIRECTORIO
Editor Responsable: José Gutiérrez-Llama Suscripciones:
en-corto@ensentidofigurado.com suscripciones@ensentidofigurado.com

PARA ENVIAR COLABORACIONES


Micros: Pedro Herrero Academia Lit. CDMX: José Antonio Durand
Inmaculada Barranco en-corto@ensentidofigurado.com
micros@ensentidofigurado.com
Traducciones: Elisa Luengo
Cuentos: Cony Pedraza elisa-luengo@ensentidofigurado.com
cuentos@ensentidofigurado.com
Fotografía: Ángel González González.
Ensayos: Judy García Allende fotografia@ensentidofigurado.com
Juan Pablo Varela
ensayos@ensentidofigurado.com Ilustraciones: Ángel González González
angel-gonzalez@ensentidofigurado.com
Poesía: Emilia Oliva
Ángel González. Video: José Gutiérrez-Llama
poesia@ensentidofigurado.com jgllama@ensentidofigurado.com

Letras pequeñas: Judy Garcia Allende Artes plásticas/audio: ESF


ensayos@ensentidofigurado.com jgllama@ensentidofigurado.com

FACEBOOK BLOG
josé gutiérrez-llama

INTRODUCCIÓN †A Miguel Llama Vértiz

Me dice el corazón/ que no soy de este planeta /


que caí de algún cometa / fuera de circulación /
o acaso sea un clón / de algo así como un salvaje /
que articula algún lenguaje / de una extraña dimensión…

–Luis Eduardo Aute–

Iniciamos el número con la pena que nos embarga por varias notas
luctuosas. La primera, avasallante por el número de víctimas de la
pandemia que nos aqueja en estos días y aparenta no darnos
tregua. A los caídos en este caos que parece no tener pies ni cabeza,
inicio y fin, nuestro deseo lanzado al Universo para que en él
encuentren la paz y armonía que reina en su entraña. A los deudos,
nuestras más sinceras condolencias y nuestro silencio absoluto.

Las otras, no menos dolorosas, aunque más digeribles, consideran,


en primera instancia, la pérdida de un gran e insustituible artista de
enormes logros en el terreno de las artes. Luis Eduardo Aute (qpd),
fue un hombre sencillo, como suelen ser los “extraordinarios”. Así, re-
imprimimos su muy valiosa colaboración con esta revista, en julio de
2014. Aún sigue siendo un honor haberte tenido (y tenerte) en estas
páginas, haber compartido contigo un instante. Recibe como
siempre mi admiración y mi respeto.

Asimismo, reproducimos, a manera de un muy breve homenaje con


motivo de su reciente fallecimiento, la participación que, en agosto

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 5


de 2010, hiciera la muy talentosa escritora brasileña, Tânia Diniz
(qpd).

Finalizamos el lamentable obituario, presentando el cuento “Paseo


Nocturno”, del extraordinario escritor Rubem Fonseca (qpd), consi-
derado uno de los principales exponentes de la literatura universal y
quien forjara una narrativa con un estilo agudo sobre la crueldad y la
condición humana.

Luego, un ramillete extenso de buena literatura. Empezamos con la


acostumbrada entrevista que nos obsequia nuestro entrañable
amigo Rolando Revagliatti, al escritor Rubén Sacchi. Continúa la
fabulosa reseña que Luis Benítez (aún tenemos fresca su muy
reciente entrevista) hace del libro “Documentales” del propio
Rolando. Muchas gracias Luis por la confianza, felicidades Rolando
por esta nueva publicación. Seguimos con el estupendo ensayo que
Fernando Sorrentino nos permite publicar, “Resonancias de La vida
es sueño, en Martín Fierro”. Igualmente, Fernando, mi gratitud entera
por el préstamo de este texto y por la confianza en nuestra revista.

Tres reseñas más, tres muy queridas mujeres: “A contrapelo de los


tiempos”, por Emilia Oliva; “Guiseppe Impastato”, por Ana Isabel
Alvea Sánchez y “Días finales en Grecia”, por Ana Recio Mir. Tres
estupendos libros que nos dejan ver estas fantásticas plumas.

Finalizamos los especiales con la publicación de los textos ganadores


del VI Concurso Interno de Cuento Corto, convocado por la
Academia Literaria de la Ciudad de México, A.C., y la Asociación de
Escritores del Golfo, A.C. Sin duda tres textos que bien merecen ser
disfrutados.

Lo demás, lo demás en el tono espléndido de costumbre.

José Gutiérrez-Llama
Editor

6 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


POEMIGAS
Luis Eduardo
AUTE

Ilustraciones de
Fernando
RIBOTA

HORROR VACCUI

Algunas veces me urge


una inaplazable necesidad de vaciarme
de contenido, cuando se llena
de incontenido
vacío.

EL DESCUBRIMIENTO DE UNA NUEVA GALAXIA PODRÍA


ECHAR POR TIERRA LA TEORÍA SOBRE EL ORIGEN DEL
COSMOS, SEGÚN WIL VAN BREUGEL

Todo el Universo
debe ser un ilimitado Agujero
Negro
hacia donde implosionan
infinitos Big Bangs de Luz
totalmente
oscura.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 7


MAL CONTRACTUAL

¿Y por qué no hacer


muy, muy, muy, muy
GRANDE
la letra pequeña?

A PROPOSITO DEL CADAVER INCORRUPTO DEL


CAUDILLO

A los políticos corruptos de la derecha española


habría que regalarles
una reliquia del brazo
incorrupto
de Santa Teresa para que les sirva
de amuleto.

NI MUCHO MENOS

Todas las esporas


son esporádicas...
mas no todas las esposas
son esposádicas.

nos obligan a empaDRONarnos

En tiempos de neo-piratería,
contra los DRONES,
habría que organizar un comando
de laDRONES.

8 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


CONCUPISCIENCIA

Nada hay más irracional


que el amor o el deseo carnal...
¿Cómo podemos defender
el concepto de racionalidad
si del amor o el deseo carnal
venimos todos?

SALVE SELVA

Brasa
sin brisa
no abrasa.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 9


LUMBRERAS

Cuando alumbra
la penumbra,
la oscuridad
deslumbra.

HAY CASAS QUE NI CASAN NI SE CASAN CON NADIE

No es lo mismo
una casa con encanto
que la casa
encantada.

FINCIPIO

El único fin
del principio
del fin
es que el fin
tenga, finalmente,
principios.

SOLO ES ES EL

¿Y por qué te ha tocado


a ti
ser tú
y a mí
ser yo?

10 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


EL MEJOR ATAQUE ES UNA OFENSA

Las ideas pueden ser buenas


o malas...
Lo malo son las personas
que quieren hacer malas
las buenas ideas,
y además
a las malas.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 11


TENSER

I. TENER la meta de SER rico


como única razón de SER
en la vida,
es la muestra de la máxima
pobreza...
no sólo de espíritu.

II. ¿De qué se trata?


¿De ser ricos y poderosos?
¿O de intentar SER
SERes humanos felices
sin la obligación de TENER
que SERlo
por narices?

Publicado en Año 7 Número 5, de Julio-Agosto de 2014.

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GUIÑOS

Tânya DINIZ
Brasil

El título provisional del libro del que están extraídos estos


microcuentos inéditos podría traducirse al español como Guiños.
Se trata de instantáneas cargadas de espesor literario y juegos de
palabras que hacen la traducción a veces imposible. Buscar el
reverso de las palabras y de las imágenes que las palabras
convocan, y exponer el revés en toda su inocente o terrible
travesura es lo que hace con acierto la autora. El universo narrativo
es dado la vuelta en no pocas ocasiones trenzando en una sola
línea una historia con otra, desvelando con ese gesto una intención
oculta que nos pasó desapercibida. Ese es el juego que nos
propone Tânia Diniz en estos breves, brevísimos cuentos, que no
duran más de un parpadeo de ojo.

Tânia Diniz (Belo Horizonte) es poeta, cuentista, editora, promotora


cultural, profesora y fundadora en 1989 del mural poético Mujeres
Emergentes, publicación trimestral de difusión internacional. Ha
publicado O mágico de nos (cuentos, 1988, 2ª ed, 1989), Rituais

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 13


(cuentos, 1997), Mulher EmBalada (poemas, 1992), Bashô em nos
(poemas, 1996), Relato de viagem à Marmelada (poemas, 1997),
Flor do quiabo (poemas, 2001). Ha publicado en diversas revistas y
antologías internacionales. Ha recibido varios premios en Brasil y en
el extranjero. Es la fundadora del Concurso de cuentos y poesía
Mujeres Emergentes. Algunos de sus poemas se encuentran en
http://www.germinaliteratura.com.br/tania_diniz.htm y mantiene un
blog donde da cuenta de sus múltiples proyectos y reflexiones
cuyo URL es http://mulheresemergentes.blogspot.com/

MICROCONTOS MICRORRELATOS MICRO-CONTES


Piscar de Olhos Guiños Clins d’ œil

Maria da Penha
Exultante, engoliu o último sapo, ao molho pardo. Feito com o
sangue do marido, morto na cozinha.

Maria da Penha1
Exultante, se tragó el último sapo, en salsa marrón. Hecha con la
sangre del marido, muerto en la cocina.

Maria da Penha2
Ravie, elle avala le dernier crapaud à la sauce brune. Faite avec le
sang de son mari, mort dans la cuisine.

Separação
Para Máli
Chorou mares de lágrimas. (Trauma.). Afogando-se, lavou a alma.

Separación
Para Máli

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Lloró océanos de lágrimas. (Trauma.). Ahogándose, lavó su alma.

Séparation
Pour Máli
Il a pleuré des océans de larmes. (Un trauma.). En se noyant, il a
purifié son âme.

Encanto
Dormiu no seu mar de lágrimas. Acordou sereia.

Encanto
Durmió en su mar de lágrimas. Se despertó sirena

Charme
Elle dormit dans une mer de larmes. Elle se réveilla sirène.

Sedução
Mordeu-lhe um beijo no pescoço. Tornou-se vampiro do seu
desejo.

Seducción
Le mordió un beso en el cuello. Se convirtió en vampiro de su
deseo.

Séduction
Il la mordit en l’embrassant dans le cou. Cela fit de lui le vampire de
son désir.

Romance
Beijou o sapo. Teve sapinho.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 15


Romance
Besó al sapo. Tuvo sapillo.

Romance
Elle a embrassé le crapaud. Elle a eu « sapinho »3.

Abalo
Quando deu por si, o sismo.

Conmoción
Cuando cayó en sí mismo, el seísmo.

Commotion
Quand il est tombé sur lui-même, quel séisme.

Chef
Temperou-lhe o coração duro com o sal das lágrimas.

Chef
Le temperó el duro corazón con la sal de las lágrimas.

Chef
Il a attendri son cœur de pierre avec le sel de ses larmes.

Superstição
Só recebeu o ansiado beijo quando a estrela cadente riscou-lhe o
céu da boca.

Superstición
Sólo recibió el ansiado beso cuando la estrella fugaz le golpeó el
cielo de la boca.

16 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Superstition
Elle ne reçut le baiser si convoité que lorsque l'étoile filante
rencontra le ciel de sa bouche.

Detetive
Por uma pegada, encontrou o ladrão do pé de chinelo: o Saci.

Detective
Por una huella, encontró al ladrón del pie de sandalia: el Saci4.

Détective
Grâce à une empreinte, il trouva le voleur qui chaussait une sandale:
le Saci5.

Coração
No oceano de sua única lágrima, nau sem rumo.

Corazón
En el océano de su única lágrima, nave sin rumbo.

Coeur
Dans l'océan de son unique larme, un navire à la dérive.

Cinderela
Quebrou o salto e comeu a abóbora. O Príncipe virou sapo.

Cenicienta
Quebró el talón y se comió la calabaza. El príncipe se convirtió en
sapo.

Cendrillon
Elle brisa le talon de sa chaussure et mangea la citrouille. Le prince

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 17


se transforma en crapaud.

Circo
Acidente na tournée. O Domador teve transplantado um pé-de-
valsa. Dançou.

Circo
Accidente en la gira. El Domador recibió transplantada una pierna
de bailarín. Bailó en la cuerda floja.

Cirque
Un accident pendant la tournée. Une jambe de danseur a été
greffée au Dompteur. Il s’est mis à danser sur la corde raide.

Medo
No escuro, ruflar de asas. Anjos!!!? _ Vampiro....

Miedo
En la oscuridad, batir de alas. Ángeles !!!? _ Vampiro ....

Peur
Dans l’obscurité, un battement d’ailes. Des anges !!!? _ Un vampire…

Múmia
Morreu de amor. Viveu embalsamado.

Momia
Murió de amor. Vivió embalsamado.

Momie
Il est mort d'amour. Il a vécu embaumé.

18 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Brainstorm
Pensou, pensou, criou, imaginou. Choveu no molhado.

Brainstorm
Pensó, pensó, creó, imaginó. Llovió sobre mojado.

Brainstorm
Il pensa, pensa, créa, imagina. Rien de neuf à l’horizon.

Moda
Calor de deserto, gorro de lã. Cuca fresca.

Moda
Calor de desierto, gorro de lana. Coco fresco.

Mode
Une chaleur de désert, un bonnet en laine. Une noix de coco
fraîche.

Africano
Na tórrida savana, os tambores da tribo saúdam o leopardo. E o
dardo.

Africano
En la tórrida sabana, los tambores de la tribu saludan al leopardo. Y
al dardo.

Africain
Dans la savane torride, les tambours de la tribu saluent le léopard.
Et la lance.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 19


Flauta!
O vento tornou-se brisa, entrou-lhe pelos ouvidos, rodopiou por
dentro e, assobiando, saiu pelas ventas. Era um cabeça oca!

Flauta!
El viento se convirtió en brisa, le entró por las orejas, serpenteó por
dentro y, silbando, salió por las fosas nasales. Era un cabeza hueca!

Flûte!
Le vent devint une brise, elle lui entra dans les oreilles, serpenta à
l’intérieur, et sorti par ses narines en sifflant. Il avait la tête si vide!

Esperança
Tal era a fome da criança que, para não morrer, bebeu o dente de
leite.

Esperanza
Era tal el hambre del niño que, para no morir, bebió el diente de
leche.

Espoir
L'enfant avait tellement faim que, pour ne pas mourir, il but sa dent
de lait.

Viagem
O comboio sobe pelo caule. Lagarta!

Viaje
El convoy trepa por el tallo. Oruga!

Voyage
Le convoi grimpe le long de la tige. Une chenille!

20 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Traducciones:
De portugués a español: Emilia Oliva y Jesús Carlos Rodríguez.
De portugués a francés: Emilia Oliva, Puerto Gómez y Christian Peytavy.

Imagen:
http://mulheresemergentes.blogspot.com/
Tânia Diniz con dos amigos chilenos: a su derecha, Arias Manso, fundador del
movimento Poetas del Mundo y a su izquierda, Davi Altamirando, durante el I
Encuentro en Belo Horizonte, MG y con el Cartel poético ME 75

Referencias
1. Maria da Penha es el nombre de una brasileña, que vive todavía, cuyo marido
le golpeó tan fuerte que se quedó paralítica. En la justicia, después de años de
lucha, se ha conseguido hacer la Ley "Maria da Penha", recientemente, que
castiga a los hombres, maridos o no, violentos en casa.
2. Maria da Penha est le nom d’une brésilienne, qui vit encore aujourd’hui, que
son mari a frappée si fort qu’elle en est restée paraplégique. Après des années
de lutte, il a été obtenu récemment de la justice qu’elle promulgue la loi "Maria
da Penha", qui réprime les hommes, mariés ou pas, qui se montrent violents
chez eux.
3. Jeu de mots difficilement traduisible. Sapinho c’est un petit crapaud mais aussi
une maladie buccale, un aphte des nourrissons.
4. Saci: personaje del folclore brasileño, un niño, negro y travieso, que tiene sólo
una pierna.
5. Saci: personnage du folklore brésilien, c’est un enfant, noir et malin, qui a une
seule jambe.

Publicado en Año 3 Número 10 Agosto de 2010.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 21


PASEO
NOCTURNO

Rubem
FONSECA
Brasil
Llegué a la casa cargando la carpeta llena de papeles, relatorios,
estudios, investigaciones, propuestas, contratos. Mi mujer, jugando
solitario en la cama, un vaso de whisky en el velador, dijo, sin sacar
lo ojos de las cartas, estás con un aire de cansado. Los sonidos de la
casa: mi hija en el dormitorio de ella practicando impostación de la
voz, la música cuadrafónica del dormitorio de mi hijo. ¿No vas a
soltar ese maletín? Preguntó mi mujer, sácate esa ropa, bebe un
whisky, necesitas relajarte.

Fui a la biblioteca, el lugar de la casa donde me gustaba estar


aislado y como siempre no hice nada. Abrí el volumen de pesquisas
sobre la mesa, no veía las letras ni los números, yo apenas
esperaba. Tú no paras de trabajar, apuesto que tus socios no
trabajan ni la mitad y ganan la misma cosa, entró mi mujer en la
sala con un vaso en la mano, ¿ya puedo mandar a servir la comida?

La empleada servía a la francesa, mis hijos habían crecido, mi mujer


y yo estábamos gordos. Es aquel vino que te gusta, ella hace un

22 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


chasquido con placer. Mi hijo me pidió dinero cuando estábamos
en el cafecito, mi hija me pidió dinero en la hora del licor. Mi mujer
no pidió nada, nosotros teníamos una cuenta bancaria conjunta.

¿Vamos a dar una vuelta en el auto? Invité. Yo sabía que ella no iba,
era la hora de la teleserie. No sé qué gracia tiene pasear de auto
todas las noches, también ese auto costó una fortuna, tiene que ser
usado, yo soy la que se apega menos a los bienes materiales,
respondió mi mujer.

Los autos de los niños bloqueaban la puerta del garaje, impidiendo


que yo sacase mi auto. Saqué el auto de los dos, los dejé en la calle,
saqué el mío y lo dejé en la calle, puse los dos carros nuevamente
en el garaje, cerré la puerta, todas esas maniobras me dejaron
levemente irritado, pero al ver los parachoques salientes de mi
auto, el refuerzo especial doble de acero cromado, sentí que el
corazón batía rápido de euforia. Metí la llave en la ignición, era un
motor poderoso que generaba su fuerza en silencio, escondido en
el capó aerodinámico. Salí, como siempre sin saber para dónde ir,
tenía que ser una calle desierta, en esta ciudad que tiene más gente
que moscas. En la Avenida Brasil, allí no podía ser, mucho
movimiento. Llegué a una calle mal iluminada, llena de árboles
oscuros, el lugar ideal. ¿Hombre o mujer?, realmente no había gran
diferencia, pero no aparecía nadie en condiciones, comencé a
quedar un poco tenso, eso siempre sucedía, hasta me gustaba, el
alivio era mayor. Entonces vi a la mujer, podía ser ella, aunque una
mujer fuese menos emocionante, por ser más fácil. Ella caminaba
apresuradamente, llevando un bulto de papel ordinario, cosas de la
panadería o de la verdulería, estaba de falda y blusa, andaba rápido,
había árboles en la acera, de veinte en veinte metros, un interesante
problema que exigía una dosis de pericia. Apagué las luces del auto
y aceleré. Ella sólo se dio cuenta que yo iba encima de ella cuando
escuchó el sonido del caucho de los neumáticos pegando en la
cuneta. Di en la mujer arriba de las rodillas, bien al medio de las dos
piernas, un poco más sobre la izquierda, un golpe perfecto,

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 23


escuché el ruido del impacto partiendo los dos huesazos, desvié
rápido a la izquierda, un golpe perfecto, pasé como un cohete
cerca de un árbol y me deslicé con los neumáticos cantando, de
vuelta al asfalto. Motor bueno, el mío, iba de cero a cien kilómetros
en once segundos. Incluso pude ver el cuerpo todo descoyuntado
de la mujer que había ido a parar, rojizo, encima de un muro, de
esos bajitos de casa de suburbio.

Examiné el auto en el garaje. Pasé orgullosamente la mano


suavemente por el guardabarros, los parachoques sin marca. Pocas
personas, en el mundo entero, igualaban mi habilidad en el uso de
esas máquinas.

La familia estaba viendo la televisión. ¿Ya dio su paseíto, ahora estás


más tranquilo?, preguntó mi mujer, acostada en el sofá, mirando
fijamente el video. Voy a dormir, buenos noches para todos,
respondí, mañana voy a tener un día horrible en la compañía.

24 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


EN CUESTIÓN
UN
CUESTIONARIO:
RUBÉN SACCHI

“Mucho se depreció el valor de la palabra”


Rolando
REVAGLIATTI Rubén Sacchi nació el 29 de noviembre de 1955 en la ciudad de Lanús, donde
Argentina reside, provincia de Buenos Aires, la Argentina. Además de poeta y ensayista, es
periodista y fotógrafo; así como Director de Cine y Video, egresado del Instituto
de Arte Cinematográfico. Ha sido vastamente difundido en medios gráficos y
electrónicos, e incluido en antologías. Fue codirector del periódico “La Balsa” y
director de las revistas “Impulsos”, “Restos del Naufragio”, “Lilith” y “Septiembre”.
Integra el Frente Cultural Septiembre, el colectivo CRECIDA (Coordinadora
Regional de Espacios Culturales Independientes de Autogestión) y el Grupo de
Escritores Voces del Viento. Dirige la plataforma:
http://desmenuzartemejor.blogspot.com/
Su obra poética se difundió entre 1977 y 2018 en los plegables de poesía
“Sextavar 3”, “Sextavar 4”, “Orígenes 3”, “Poesía Estúpida” y “Brotes”. Poemario
publicado: “La memoria del agua” (2019).

1: ¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se


trataba?

RS: Debía tener cuatro o cinco años. Inventé un mundo debajo del
piso de mi dormitorio. Pasaba horas con la oreja pegada a las
tablas de pinotea escuchando lo que allí pasaba… ¡y te puedo
asegurar que oía cosas sorprendentes!

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 25


2: ¿Cómo te llevás con la lluvia y cómo con las tormentas?
¿Cómo con la sangre, con la velocidad, con las contrariedades?

RS: Todo depende de las circunstancias. Al primer interrogante,


detesto la lluvia, y más las tormentas, cuando debo salir temprano
por la mañana; si se trata de estar en la cama, no hay nada más
bello y adormecedor que su repiqueteo en las chapas de zinc.

La sangre no me inquieta, mientras se mantenga en las venas; con


la velocidad tengo algo contradictorio: no me agrada, pero me
seduce.

Hay quienes dicen que las contrariedades son desafíos y están


quienes las buscan para probarse. Yo las veo como una
probabilidad más en el devenir cotidiano, no me agradan, pero
están para asumirlas.

3: “En este rincón” el romántico concepto de la “inspiración”; y


“en este otro rincón”, por ejemplo, William Faulkner y su “He
oído hablar de ella, pero nunca la he visto.” ¿Tus
consideraciones?...

RS: No creo en musas inspiradoras. Es cierto que hay veces en las


que surgen ideas que nos parecen geniales, casi de la nada, pero se
quedan en eso si no se trabajan. Creo en la predisposición, en la
voluntad de crear el texto, en una ardua labor cuando el cerebro
estalla en ideas. El hecho creativo no es permanente y hay que
prepararse para los tiempos en blanco.

4: ¿De qué artistas te atraen más sus avatares que la obra?

RS: Entro a los artistas por su obra, si me cautiva intento conocer al


autor, lo que hace de su vida algo secundario. En algunos casos, su

26 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


vida es tan interesante como su obra.

5: ¿Lemas, chascarrillos, refranes, proverbios que más veces te


hayas escuchado divulgar?

RS: “Más vale cámara en mano, que cien volando” (de cuando
estudiaba cine).

6: ¿Qué obras artísticas te han —cabal, inequívocamente—


estremecido? ¿Y ante cuáles has quedado, seguís quedando, en
estado de perplejidad?

RS: Me estremecieron las ruinas de Tiahuanaco, en Bolivia, y la


pintura de René Magritte.

En música, la de Spinetta, Janis Joplin y King Crimson.

Muchos libros, pero destaco la novela “Desgracia”, de J. M. Coetzee.

No recuerdo que alguna obra me haya dejado perplejo. Siempre le


termino encontrando la vuelta, aunque la respuesta, al final, sea que
es un bodrio y eso ¿sería arte?

7: ¿Tendrás por allí alguna situación irrisoria de la que hayas


sido más o menos protagonista y que nos quieras contar?

RS: Cierta vez, en 1979, estábamos con mi compañera de entonces


en el Bar Los Pinos (sitio que se llevó la modernidad, ubicado en
Avenida Corrientes y Rodríguez Peña). Yo llevaba mi morral repleto
de revistas “Lilith”, que solía publicar todo lo que la dictadura
decidía prohibir. Venía, además, del Pasaje Obelisco Sur, donde
había hallado un viejo ejemplar de “A disposición del Poder

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 27


Ejecutivo”, de Samuel Schmerkin y había arrasado con un saldo
obligado del libro “Alarido”, del poeta Tomás Rodríguez Arias; una
docena de ejemplares, mínimo. Digo saldo obligado porque era un
libro de poesía urgente, que quemaba, y era peligroso conservarlo.
Recién habíamos encargado sendas ginebras, cuando uno de esos
famosos vehículos color verde con que la multinacional Ford había
dotado a los grupos de tareas clava los frenos en medio de la
avenida y tres sujetos entrajados bajan y se dirigen, sin escalas, a
nuestra mesa. Lo irrisorio no fue el viaje del que participamos sin
ánimo de elegirlo, que incluyó interrogatorio y simulacro de
fusilamiento en una plaza porteña, tampoco nuestra tardía
liberación bajo la orden de ¡Corran!, que no acatamos, sino que
todo ese despliegue no incluyó la requisa del morral, que nos
acompañó pegado a la luneta trasera y me fue devuelto luego de
un rápido vistazo que, evidentemente, buscaba armas o algún otro
tipo de prensa. Hoy, sobreviviente, puedo reírme.

8: ¿Qué te promueve la noción de “posteridad”?

RS: Es algo muy vago. La humanidad es, en términos históricos,


una especie joven y, al paso que vamos se extinguirá pronto. Como
noción general, se me antoja la nada. En lo finito personal, mis
nietos, tal vez algún bisnieto que aún me nombre.

9: “¿La rutina te aplasta?” ¿Qué rutinas te aplastan?

RS: Si fuera tan fácil como cantaba Joan Manuel Serrat: “Si la rutina
te aplasta/ dile que ya basta/ de mediocridad”, pero la supervivencia
impone rutinas. Observo a mis gatos: ellos practican una vida
cargada de rutinas vitales. Aplasta la oficina, achata, mata.

10: ¿Para vos, “¿Un estilo perfecto es una limitación perfecta”,

28 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


como sostuvo el escritor y periodista español Corpus Barga? Y
siguió: “…un estilo es una manera y un amaneramiento”.

RS: No creo en la perfección, sí en el estilo. Es como la manera en


que caminás o agarrás los cubiertos para comer, lo forjás durante
toda tu vida y si lo querés torcer conscientemente es una
impostación. Si lo hicieras de manera inconsciente, solamente
estarías evolucionando tu estilo.

11: ¿Qué sucesos te producen mayor indignación? ¿Cuáles te


despiertan algún grado de violencia? ¿Y cuáles te hartan
instantáneamente?

RS: La injusticia es la madre de casi todos. La inequidad, la


explotación y tantos otros son formas de la injusticia. Todos me
despiertan violencia porque son reaccionarios. Lo instantáneo del
hartazgo, va de la mano del grado en que se manifieste. Dije casi
todos porque también existe la estupidez, quizás la más difícil de
solucionar.

12: ¿Qué postal (o postales) de tu niñez o de tu adolescencia


compartirías con nosotros?

RS: Los paseos a las ciudades de Luján y La Plata con mis padres y
hermano; andando en sulki a pedal por la Plaza Villa Obrera, de
Lanús; mi perra Damita; la cuadra donde me crié; el bar “La Mia
Citta”; las movilizaciones políticas de los 70.

13: ¿En los universos de qué artistas te agradaría perderte (o


encontrarte)? O bien, ¿a qué artistas hubieras elegido o
elegirías para que te incluyeran en cuáles de sus obras como
personaje o de algún otro modo?

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 29


RS: Estoy en la obra de Karl Marx, como sujeto histórico. Fuera de
eso, en el paisaje de “Rayuela”, de Julio Cortázar, “del lado de allá”,
porque del de acá, conozco bastante. En la pseudo fantasía de
Haruki Murakami.

14: El silencio, la gravitación de los gestos, la oscuridad, las


sorpresas, la desolación, el fervor, la intemperancia: ¿cómo te
resultan? ¿Cómo recompondrías lo antes mencionado con
algún criterio, orientación o sentido?

RS: Son sustantivos que dicen mucho en sí mismos, pero con una
diversidad tremenda. Cada uno actúa de manera diferente de
acuerdo a la circunstancia que lo ocupa. La cualidad de buenos o
malos los acompañan acorde a esa circunstancia. No sé si sería
posible una recomposición, todo puede ser un disparador y todo
una consecuencia. Hay, tal vez, dos categorías en el grupo; una que
considero más maleable en tanto depende de mi voluntad, en la
que entran el fervor y la intemperancia, quizás también la
desolación, si se toma como sentimiento.

15: ¿A qué artistas en cuya obra prime el sarcasmo, la


mordacidad, el ingenio, la acrimonia, la sorna, la causticidad…
destacarías?

RS: Me vienen a la cabeza Darío Fo, Federico Fellini y Antonio Dal


Masetto y caigo en la cuenta de que los tres son italianos. No creo
en las casualidades.

16: ¿Qué apreciaciones no apreciás? ¿Qué imprecisiones


preferís?...

30 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


RS: Las que se refieren a las cosas vanas. Las que surgen de la
propia humanidad.

17: ¿Viste que uno en ciertos casos quiere a personas que no


valora o valora poco, y que en otros casos valora a personas
que no quiere? ¿Esto te perturba, te entristece? ¿Cómo “lo
resolvés”?

RS: Lo segundo es difícil que me ocurra, puedo valorar hechos o


acciones de esa persona puntualmente, pero no su integridad. Lo
primero puede darse y es producto de la cotidianidad. Lo que nos
rodea, lo habitual nos parece dado por naturaleza. Cuando
identifico el error, que obviamente es perturbador y triste, trato de
modificar mi actitud de valoración.

18: ¿El mundo fue, es y será una porquería, como


aproximadamente así lo afirmara Enrique Santos Discépolo en
su tango “Cambalache”?

RS: Discépolo obviaba el es, porque iba de extremo a extremo. El


mundo es maravilloso, pero el ser humano se afanó en que sea una
porquería. No es toda la especie, pero son millones que, si no es
por acción, es por omisión que logran este resultado.

19: Por la fidelidad y entrega a una causa o proyecto, ¿qué


personas (de todos los tiempos y de todos los ámbitos) te
asombran?

RS: No me asombran, me inspiran respeto y admiración. Por suerte


son muchísimos, pero me quedo con tres locales: el Che Guevara,
Mario Roberto Santucho y Agustín Tosco. Que aún viven: Nora
Cortiñas. Lo cierro ahí para que sea una que sepamos todos, pero

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 31


tenemos una parva de próceres y 30 mil ejemplos más, entre
muchísimos otros.

20: ¿Qué te hace “reír a mandíbula batiente”?

RS: A veces, las cosas más absurdas. Los Tres Chiflados y Los
Simpson me matan de risa.

21: ¿Cómo afrontás lo que sea que te produzca suponerte o


advertirte, en algunos aspectos o metas, lejos de lo que para
vos constituya un ideal?

RS: Debiera ser frustrante, pero ya estoy acostumbrado.

22: El amor, la contemplación, el dinero, la religión, la política…


¿Cómo te has ido relacionando con esos tópicos?

RS: En ese orden: El más bello de los inventos; un alimento


indispensable; el más horrible de los inventos; el poder más grande
basado en el miedo; la ciencia de la razón. Con todos me llevo bien,
menos con el dinero y la religión, pero convivo con ellos.

23: ¿A qué obras artísticas —espectáculos coreográficos, films,


esculturas, música, pinturas, literatura, propuestas teatrales o
arquitectónicas, etc.— calificarías de “insufribles”?

RS: Como mi bien más escaso es el tiempo, trato de informarme


antes de abordar una obra y no derrocharlo. Me sucede que, como
ejerzo el periodismo cultural, alguna vez he visto alguna obra
teatral abominable y leído algún libro que merecía seguir siendo
árbol, pero sus títulos son olvidables. No me atrapan los films ni las

32 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


obras teatrales musicales; abomino de la cumbia moderna y de esa
música electrónicamente repetitiva; de la arquitectura lineal actual,
tan impersonal, poco me agrada.

24: ¿Qué calle, qué recorrido de calles, qué pequeña zona


transitada en tu infancia o en tu adolescencia recordás con
mayor nostalgia o cariño?, y ¿por qué?...

RS: La cuadra de la calle Sitio de Montevideo, entre Luján y Deheza,


de Lanús, donde me crié; el trayecto a través de la Plaza Villa Obrera
hasta la escuela Nº 1, “Juan Bautista Alberdi”, donde cursé la
primaria. Allí transcurría casi todo mi día, casi como que vivía en la
calle. En la plaza eran los árboles para trepar, el pasto para jugar a la
pelota, los juegos, dos manzanas de absoluta libertad, en fin, todo
eso que ahora ya no queda.

25: ¿Cómo reordenarías esta serie?: “La visión, el bosque, la


ceremonia, las miniaturas, la ciudad, la danza, el sacrificio, el
sufrimiento, la lengua, el pensamiento, la autenticidad, la

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 33


muerte, el azar, el desajuste”. Digamos que un
reordenamiento, o dos. Y hasta podrías intentar, por ejemplo,
una microficción.

RS: Podría intentar algo así: Bosque, miniaturas, ceremonia, danza,


visión, pensamiento, lengua, autenticidad, azar, desajuste, ciudad,
sufrimiento, sacrificio, muerte. Es un orden posible y es la historia de
la humanidad que se está contando sola.

26: “Donde mueren las palabras” es el título de un filme de


1946, dirigido por Hugo Fregonese y protagonizado por
Enrique Muiño. ¿Dónde mueren las palabras?...

RS: Buena pregunta. Pueden morir en diferentes lugares, creo que


la canción “Nocturno”, de Rafael Alberti y Paco Ibáñez, hace una
buena síntesis de esos sitios.

27: ¿Podés disfrutar de obras de artistas con los que te


adviertas en las antípodas ideológicas? ¿Pudiste en alguna
época y ya no?

RS: Disfruto de las obras indistintamente de la ideología del artista


salvo que, para forzar una idea, ese autor sacrifique la calidad, como
le está pasando a Mario Vargas Llosa, de quien fui lector
empedernido. Adoro a Jorge Luis Borges y a Salvador Dalí, por dar
dos ejemplos.

28: ¿Cómo te cae, cómo procesás la decepción (o lo que


corresponda) que te infiere la persona que te promete algo
que a vos te interesa —y hasta podría ser que no lo hubieras
solicitado—, y luego no sólo no cumple, sino que jamás alude
a la promesa?

34 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


RS: El valor de la palabra se depreció mucho. Me cae mal, pero
aprendo quién es esa persona, a veces la vida es larga y las
situaciones pueden reproducirse.

29: No concerniendo al área de lo artístico, ¿a quiénes admirás?

RS: A Ho Chi Minh.

30: ¿Tus pasiones te pertenecen o sos de tus pasiones?


Pasiones y entusiasmos. ¿Dirías que has ido consiguiendo, en
general, distinguirlos y entregarte a ellos acorde a la
gravitación?

RS: Todo lo que se genera en nuestro cerebro nos pertenece, pero


no todo es manejable. Diferencio perfectamente pasión y
entusiasmo; también elijo el peso de mi compromiso, aunque
tengo mis arrebatos.

31: ¿Qué artistas estimás que han sido alabados


desmesuradamente?

RS: La respuesta incluye una gran dosis de subjetividad, ya que


depende de los intereses del receptor. En el ámbito local, Los
Chalchaleros y, para buscar algo muy universal, The Rolling Stones.
Otro ejemplo, aunque en otra expresión, es Quentin Tarantino.

32: ¿Acordarías, o algo así, con que es, efectivamente, “El amor,
asimétrico por naturaleza”, tal como leemos en el poema
“Cielito lindo” de Luisa Futoransky?

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 35


RS: Creo que sí, en nada que supere lo individual los aportes son
equivalentes. Sin embargo, teniendo en cuenta que el amor funde
a quienes lo experimentan, pasa a ser un todo absolutamente
simétrico a sí mismo.

33: ¿El amanecer, la franca mañana, el mediodía, la hora de la


siesta, el crepúsculo vespertino, la noche plena o la
madrugada?

RS: Para escribir: el crepúsculo y la noche. Todo lo demás para el


resto de las cosas.

34: ¿Qué dos o tres o cuatro “reuniones cumbres” integradas


por artistas de todos los tiempos y de todas las artes nos
propondrías?

RS: Las combinaciones son tantas, que me es imposible decidirlas.


Estaría genial ver a Luis Alberto Spinetta junto a Jimi Hendrix o a
Carlos Gardel junto a Astor Piazzolla. Saliendo de la música, J. M.
Coetzee y Osvaldo Soriano darían una buena charla. Aprovechando
la cuarta, un recital de Marcos Silber y Juancito Gelman.

35: Seas o no ajedrecista: ¿qué partida estás jugando ahora?...

RS: Similar a la de Max von Sydow en “El séptimo sello”, el film de


Ingmar Bergman.

Cuestionario respondido a través del correo electrónico: en las ciudades de Lanús y


Buenos Aires, distantes entre sí unos 13 kilómetros, Rubén Sacchi y Rolando
Revagliatti, 16 de marzo de 2020.
http://www.revagliatti.com/061014.html

36 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


DOCUMEN-
TALES.

Un volumen
sobre las letras
argentinas de
hoy.

Luis BENÍTEZ*
Argentina
2020
En fecha reciente Ediciones Richeliú, de Buenos Aires, ha publicado
el primer tomo de la serie Documentales: Entrevistas a escritores
argentinos (379 pp, edición electrónica de 8,42 Mb, con acceso libre
y gratuito: http://www.revagliatti.com/richeliu-ediciones.htm). El
volumen, que contó con el afinado diseño integral y la esmerada
diagramación de Patricia L. Boero, consiste en una recopilación de
reportajes realizados mediante el correo electrónico por el poeta,
dramaturgo, narrador y periodista cultural argentino Rolando
Revagliatti (1945*) a una treintena de autoras y autores de la misma
nacionalidad, cuyo amplio arco de edades abarca desde creadores
nacidos en las primeras décadas del siglo pasado hasta 1979, en el
caso de la poeta Griselda García. Publicadas entre mayo de 2013 y
diciembre de 2014 en un dilatado número de medios digitales, así
como en periódicos y revistas de formato físico -tanto en América
como en Europa-, las entrevistas realizadas por Revagliatti permiten
acceder al mejor conocimiento de las vidas, obras y opiniones de

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 37


estos destacados poetas, narradores y dramaturgos argentinos,
conformando un muy completo panorama de la producción local.

Un aspecto fundamental y destacable de la selección realizada por


Revagliatti es que no ha pesado en el criterio de elección de los
entrevistados el repetido hasta el cansancio canon oficial de las
letras argentinas, en cuya conformación influyen invariablemente
criterios de conveniencia editorial, propagandística y de otra índole,
marcadamente extraliterarios; antes bien, en el entrevistador ha
primado el interés que pudiesen suscitar las opiniones muy
autorizadas en cada campo de los reporteados, así como el valor
reconocible de sus obras y lo destacable de sus trayectorias. De tal
manera, este primer tomo de la que auguramos será una serie
imprescindible para el lector interesado en conocer los aspectos
más profundos y valederos de las letras argentinas
contemporáneas, se perfila como el anticipo de un anaquel donde
la genuina creación literaria del país tendrá su espacio muy
destacado. Asimismo, es relevante el aspecto de la difusión
generosa que tanto han cuidado sus editores y el reportero, pues
Documentales: Entrevistas a escritores argentinos es de acceso libre y
gratuito y resulta posible adentrarse en sus interesantes y muy
ilustrativas páginas mediante el link que antes hemos señalado.

En resumen, se trata de una obra -ya, desde su tomo inicial- que


puede y debe concentrar el interés tanto del estudioso de nivel
académico como de aquellos colegas y lectores que buscan
conocer más y mejor qué piensan, cómo viven, sienten y crean los
autores argentinos contemporáneos.

Incluye esta primera entrega a los siguientes: Simón Esain (1945),


Ricardo Rubio (1951), Griselda García (1979), Susana Szwarc (1952),
César Cantoni (1951), Wenceslao Maldonado (1940-2016), María
Pugliese (1957), Marcela Predieri (1960), Manuel Ruano (1943),
Gerardo Lewin (1955), Eugenia Cabral (1954), Marcelo Juan Valenti
(1966), Graciela Perosio (1950), Hugo A. Patuto (1961), Marcos

38 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Silber (1934), Silvia Guiard (1957), Flavio Crescenzi (1973), Francisco
A. Chiroleu (1950), Eduardo Romano (1938), Rafael Alberto Vásquez
(1930), Norma Etcheverry (1963), Gabriel Impaglione (1958), María
Rosa Maldonado (1944), Alberto Luis Ponzo (1916-2018), Alberto
Boco (1949), Osvaldo Ballina (1942), Paulina Vinderman (1944),
María Teresa Andruetto (1954), Alejandra Pultrone (1964) y Lisandro
González (1973).

*Rolando Revagliatti: Autor de una vasta obra poética, narrativa y dramática.


Las creaciones de Rolando Revagliatti fueron traducidas al francés, catalán,
italiano, maltés, esperanto, alemán, asturiano, portugués, inglés, neerlandés,
rumano, búlgaro, ruso y bengalí, y difundidas en gran número de medios, tanto
gráficos como digitales.

(lb20032003@gmail.com)

Imagen:
Portada del libro.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 39


RESONANCIAS
DE “LA VIDA ES
SUEÑO” EN
“MARTÍN
FIERRO”

Fernando
SORRENTINO*
Argentina
2019
Fernando Sorrentino (2019)

Desde que aprendí a ignorar


de ningún saber me asombro…

De la demencia de la juventud a la cordura de la madurez

En mis años más primitivos de entusiasta lector de literatura, solía


ser esclavo de una especie de sentido del deber: si empezaba la
lectura de un libro cualquiera y, al avanzar, éste me resultaba
desagradable, pesado, aburrido, etcétera, consideraba mi
obligación ética continuar hasta la última palabra de la última
página, que ¡por fin! alcanzaba con un justificado suspiro de alivio.
De esta manera insensata devoré miles de páginas que no
causaban en mi espíritu el menor efecto benéfico, y prueba de ello
es que ahora no podría recordar ninguna circunstancia de esos
libros recorridos en actitud demencial.

Digamos que, más o menos a partir del cuarto de siglo de mi edad,

40 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


escarmenté y emprendí mi camino racional de buen lector: el del
frívolo hedonismo. Este principio me condujo, por un lado, a
abandonar sin el menor escrúpulo la lectura de todo libro enemigo
(sin que me importaran en absoluto las glorificaciones ni el incienso
que los “críticos” hubieran derramado sobre él), y, por el otro, no
sólo a disfrutar sin culpa de textos tal vez considerados “menores”
por los susodichos y lúcidos “críticos” sino también a leer y releer
las páginas que —según mi sagrado gusto personal— me habían
subyugado en la primera lectura.

De este modo, y entre tantas páginas queridas, cursé muchas veces


las peripecias de La vida es sueño y las de Martín Fierro. Estas
placenteras reiteraciones fueron llevándome a advertir, sin que las
hubiera buscado adrede, que, de diversas maneras, unas cuantas
expresiones de don Pedro Calderón sonaban y resonaban en la
cabeza de don José Hernández.

Calderón y Hernández

Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid el 17 de enero de


1600 y murió en la misma ciudad el 25 de mayo de 1681. Sin duda,
entre tantas obras maestras como compuso, tiene dos
especialmente admirables: El alcalde de Zalamea y, ubicada en el
podio de los podios, la maravillosa La vida es sueño.

José Hernández nació el 10 de noviembre de 1834 en las entonces


Chacras de Perdriel, hoy Villa Ballester, localidad suburbana situada
a unos veinte kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires.
Falleció en ésta el 30 de octubre de 1886.

Desarrolló una intensa actividad política y periodística, y, al parecer,


una cuantitativamente escasa labor literaria. Esta parsimonia, sin
embargo, no le impidió ser el autor de la obra cumbre de la
literatura argentina del siglo XIX: el Martín Fierro.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 41


Esta curiosa novela en versos —subgénero del que no creo existan
demasiados ejemplos— fue publicada en dos partes, con títulos
individuales: El gaucho Martín Fierro (1872) y La vuelta de Martín
Fierro (1879).

Veamos, entonces, algunas de las resonancias.

1. Quejas por el trabajo no reconocido

El célebre “Hipogrifo violento” con que principia La vida es sueño1


constituye asimismo el comienzo del largo monólogo con que
Rosaura enumera las circunstancias en que, desde su Moscovia,
arribó a Polonia. Y concluye con este reproche hacia el país que la
acoge:

Mal, Polonia, recibes


a un extranjero, pues con sangre escribes
su entrada en tus arenas,
y apenas llega, cuando llega a penas.
Bien mi suerte lo dice;
mas ¿donde halló piedad un infelice? (I:17-22)

A esta protesta responde de inmediato Clarín con este muy


razonable argumento:

Di dos, y no me dejes
en la posada a mí cuando te quejes;
que si dos hemos sido
los que de nuestra patria hemos salido
a probar aventuras;
dos los que, entre desdichas y locuras,
aquí habemos llegado,
y dos los que del monte hemos rodado,
¿no es razón que yo sienta

42 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


meterme en el pesar, y no en la cuenta? (I:23-32)

Algo parecido le ocurre a Martín Fierro en el canto 4 de la primera


parte.2 Tras dos años de servir en la frontera y de enfrentar peligros
mortales, llega, ¡al fin!, la anhelada paga que esperan los soldados.
Relata Martín Fierro:3

Yo me arrecosté a un horcón
dando tiempo a que pagaran,
y poniendo güena cara
estuve haciéndome el pollo,
a esperar que me llamaran
para recibir mi bollo.

Pero ahi me pude quedar


pegao pa siempre al horcón;
ya era casi la oración
y ninguno me llamaba;
la cosa se me ñublaba
y me dentró comezón.

Pa sacarme el entripao
vi al mayor, y lo fi a hablar.
Yo me le empecé a atracar
y, como con poca gana,
le dije: “Tal vez mañana
acabarán de pagar”.

“Qué mañana ni otro día”,


al punto me contestó,
“la paga ya se acabó,
siempre has de ser animal”.
Me rai y le dije: “Yo…
no he recebido ni un rial”.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 43


Se le pusieron los ojos
que se le querian salir,
y ahi no más volvió a decir
comiéndome con la vista:
“¿Y qué querés recebir
si no has dentrao en la lista?”. (I:727-756)

La indignante respuesta del mayor merece la callada reflexión de


Martín Fierro:

“Esto sí que es amolar”,


dije yo pa mis adentros,
“van dos años que me encuentro
y hasta aura he visto ni un grullo:4
dentro en todos los barullos
pero en las listas no dentro”. (I:757-762)

Al igual que lo sucedido con Clarín, Martín Fierro ha sido metido en


el pesar, pero no en la cuenta.

2. Los feroces Segismundo y Fierro

Segismundo:

Pero ya informado estoy


de quién soy; y sé que soy
un compuesto de hombre y fiera. (II:559-561)

Martín Fierro:

Yo juré en esa ocasión


ser más malo que una fiera. (I:1013-1014)

Uno y otro, después de terribles decepciones: Segismundo por,

44 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


siendo príncipe, haber estado encerrado en la torre; Martín Fierro,
tras desertar del servicio en la frontera, por no hallar ni siquiera
restos de su familia y de su rancho.

3. El ave / El pájaro. El bruto / La fiera. El pez…

En su primer monólogo Segismundo se pregunta por la causa de


su injusta prisión en la torre, y se compara, yendo, digamos, desde
arriba hacia abajo, con el ave, el bruto, el pez y el arroyo:

Nace el ave, y con las galas (I:123)

Nace el bruto, y con la piel (I:133)

Nace el pez, que no respira, (I:143)

Nace el arroyo, culebra (I:153)

En el canto 30 de la segunda parte tiene lugar la payada entre


Martín Fierro y el Moreno. Aquél le pregunta a éste de dónde nace
el amor, y el Moreno, en su respuesta, va refiriéndose, en el mismo
orden con que lo hizo Segismundo, al pájaro, a la fiera y al pez:

Ama el pájaro en los aires


que cruza por donde quiera, (II:4193-4194)

Ese “pájaro en los aires que cruza por donde quiera” recuerda, sin
duda, al ave que, según Segismundo, “las etéreas salas corta con
velocidad”.

La fiera ama en su guarida,


de la que es rey y señor; (II:4199-4200)

Segismundo había dicho que el bruto era “monstruo de su

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 45


laberinto”, manera más enfática de decir que era dueño de su
guarida.

Ama en el fondo del mar


el pez de lindo color; (II:4205-4206)

Aquí, con respecto al pez, se produce una divergencia entre la


mirada despectiva de Segismundo y la simpática del Moreno.

En cuanto al arroyo de Segismundo, no entra en los planes del


Moreno.

4. Construcciones sintácticas parecidas

Aunque sintácticamente no son iguales, las siguientes tienen similar


aire de familia y el mismo ritmo.

Segismundo:

Nace el ave, y con las galas


que le dan belleza suma (I:123-124)

Martín Fierro:

Nace el hombre con la astucia


que ha de servirle de guía (II:4673-4674)

5. El pobre y el subordinado no sufren: padecen

Segismundo:

Sueña el pobre que padece


su miseria y su pobreza. (II:1183-1184)

46 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Martín Fierro:

El que obedeciendo vive


nunca tiene suerte blanda;
mas con su soberbia agranda
el rigor en que padece. (II:4715-4718)

6. El mismo adjetivo pospuesto para dos sustantivos abstractos

Segismundo:

Nace el ave, y con las galas


que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma (I:123-125)

José Hernández (narrador):

todos conocerlo pueden


que tuve costancia suma;
éste es un botón de pluma5
que no hay quien lo desenriede (II:4801-4804)

El ave posee “belleza suma”; el narrador tuvo “constancia suma”. Y


ambos adjetivos riman, en el verso siguiente, con el sustantivo
“pluma”.

7. De traidores y leales

El rey Basilio:

En batallas tales
los que vencen son leales;
los vencidos, los traidores. (III:874-876)

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 47


Segismundo:

que el traidor no es menester


siendo la traición pasada. (III:1109-1110)

Picardía (el hijo del sargento Cruz):

y no vive más el lial


que lo que quiere el traidor (II:3329-3330)6

Conclusión

Es muy probable que haya más similitudes entre el texto


calderoniano del siglo XVII y el hernandiano del siglo XIX. Pero, en
estos días, no tuve ánimo para releer sistemáticamente ambas
obras, de manera que me limité a consignar las resonancias que los
misteriosos mecanismos de la memoria trajeron a mi hedónico
cacumen. Quizás algún perspicaz lector pueda aportar otras.

FERNANDO SORRENTINO
fersorrentino@gmail.com
Martínez (Bs. As.), 28 de febrero de 2020

Referencias:
1.- Todas las citas corresponden a CALDERÓN DE LA BARCA, La vida es
sueño, El alcalde de Zalamea, Estudio, edición y glosario por Augusto
Cortina, Madrid, Espasa-Calpe, Clásicos Castellanos, 1964. Me he
permitido introducir ligeras modificaciones en la grafía y en la
puntuación.
2.- Todas las citas corresponden a HERNÁNDEZ, José, Martín Fierro,
Introducción, notas y vocabulario de Eleuterio F. Tiscornia, Buenos
Aires, Losada, 16.ª ed., 1975. Me he permitido introducir modificaciones
en la grafía y en la puntuación.
3.- Espero ser superfluo al consignar que las aparentes “erratas” en el
texto del Martín Fierro no son tales, sino rasgos del lenguaje gauchesco
deliberadamente evocados así por José Hernández.

48 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


4.- grullo: moneda nacional del valor de un peso (Tiscornia, pág. 299).
5.- botón de pluma. Así se llama un tejido especial, primoroso y complejo,
que los paisanos hacen, en forma de botón, para algunas prendas del
recado de montar (Tiscornia, pág. 276).
6.- leal y traidor. Es viejo proverbio español: “No vive más el leal, de
quanto quiere el traydor” (Tiscornia, pág. 269).

*Publicado en:
REVISTA HISPANO AMERICANA.
Publicación digital de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y
Letras. 2019. Nº 9
ARTES Y LETRAS PARA UN QUINTO CENTENARIO
V CENTENARIO DE LA PRIMERA CIRCUNNAVEGACIÓN DEL MUNDO

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 49


A CONTRAPELO
DE LOS
TIEMPOS

Emilia OLIVA
España
2020

Eutanasia. Lo que el decorado esconde. Reflexiones y experiencias de


profesionales de la salud.
Varios autores. Timothy Devos (coordinador).
Traducción de Jesús María Ayuso Díez.
Salamanca, Ediciones Sígueme, 2020.

Subsumidos en un estado de hibernación, de encierro y postración


provocado por la pandemia del coronavirus covid 19, parece un
contrasentido reseñar una publicación reciente que nos enfrenta a
la muerte –de la que andamos saturados de noticias estos días. La
reflexión que hago no tiene que ver estrictamente con su lectura,
sino con el contexto en el que la lectura ha tenido lugar. La carga
ideológica que alguno pudiera percibir en esta reseña es
exclusivamente mía. Eutanasia. Lo que el decorado esconde nos
ofrece una visión objetiva y caleidoscópica de profesionales de la
salud belgas -país que ha despenalizado la eutanasia desde 2002-

50 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


sobre su práctica profesional en el nuevo contexto creado por la ley
de eutanasia. En mi opinión, la maduración de esta ley en España
tiene lugar en un contexto en el que la visión de la persona y del
mundo ha cambiado. Desde hace algunos años, están como
esporas que germinan en el ambiente, concepciones diversas sobre
la persona y su peso en el mundo. La afirmación de que la infección
del covid 19 constituía un riesgo tan sólo para las personas
mayores de 60 años y/o que estaban aquejados de dolencias
previas (el punto de referencia ha ido cambiando) ilustra quizá el
marasmo de fondo. A la vez que pretendía tranquilizar a la
ciudadanía dejaba un cierto poso de intranquilidad en aquellos que
consideran que toda vida debe ser merecedora de respeto y
cuidados incluida la de las personas viejas, enfermas o
discapacitadas. Si colapsara el sistema sanitario, las decisiones que
se tomaran desde las autoridades sanitarias –y quizá desde los
propios sanitarios sometidos a la presión de la urgencia- podrían
ser objeto de investigaciones posteriores porque, de entrada, esta
afirmación introduce un criterio de valor que diferencia entre unas
vidas y otras. Las cuestiones económicas que se presentan como
responsables del cambio climático, esgrimido como catástrofe
inminente que había que atajar antes de la pandemia, al cruzarse
con la concepción de la Tierra como organismo inteligente derivan
hacia posiciones de equilibrios naturales en los que la proliferación
del ser humano es vista como una plaga. Da la impresión de que la
protección de los animales ha entrado en conflicto con la
protección de las personas. En medio de todo este pulular de ideas
y concepciones, antes del estallido de la pandemia, se aprueba la
tramitación de la ley de eutanasia en nuestro país. Las posiciones
parecen diluirse en dos corrientes, a favor o en contra, sin matices.
Las redes sociales, potenciando la comunicación entre los que
piensan lo mismo, reafirmándose cada bando en sus propios
argumentos que induce en muchas ocasiones al ataque, la
consigna y el descrédito hacia quienes introducen reservas o
matices, hace más que nunca necesario el análisis sobre hechos
objetivos y las reflexiones del personal encargado de aplicar la ley

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 51


de eutanasia. Ese es el objetivo de este libro. Que cada cual, a partir
del testimonio de médicos, enfermeros, psicólogos, psiquiatras,
oncólogos, hematólogos y la reflexión de filósofos se enfrente a su
propia visión sobre la enfermedad terminal, el sufrimiento físico y
psíquico, el valor de la persona en nuestra sociedad de consumo.
Llevar a cabo esta reflexión desde el conocimiento de los sutiles
matices presentes en una decisión, que no tiene vuelta atrás, a
partir de lo que sucede en un país que lleva más de quince años
aplicando la ley de eutanasia nos parece imprescindible, máxime
cuando crece la demanda de ampliación de casos que contempla
la actual ley belga desde concepciones que esgrimen el derecho a
morir, siendo otro el que ha de dar respuesta a ese derecho, en
base al sufrimiento -físico o psíquico- de la persona, magnitud
difícilmente medible por subjetiva.

Tras una primera lectura, me ha llamado la atención la delicadeza y


la ausencia de a priori ideológicos ya que lo que cuentan son
hechos vividos y no estigmatizan a quienes practican la eutanasia.
He de reconocer que la visión simplista que tenía del tema ha
saltado por los aires. Habré de volver a releer testimonios y
reflexiones porque los matices son sutiles, el malestar en el seno de
los profesionales de la salud cierto y desconocía en toda su
dimensión lo que implica la puesta en marcha de cuidados
paliativos y en qué consisten. Quizá sea el desconocimiento de esta
posibilidad lo que nos lleva a abrazar, por piedad, la
despenalización de la ley de eutanasia sin considerar la violencia
que se ejerce en el otro, médicos y enfermeros, que no sólo han de
violar la ley natural del “no matarás” sino también el juramento
hipocrático en el que se basa su práctica cotidiana:

"En el momento de ser admitido entre los miembros de la


profesión médica, me comprometo solemnemente a consagrar mi
vida al servicio de la humanidad. Conservaré a mis maestros el
respeto y el reconocimiento a que son acreedores. Desempeñaré
mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida de mi enfermo

52 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


será la primera de mis preocupaciones. Respetaré el secreto de
quien haya confiado en mí. Mantendré en toda la medida de mis
medios, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica.
Mis colegas serán mis hermanos. No permitiré que entre mi deber
y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión,
de nacionalidad, de raza, de partido o de clase. Tendré absoluto
respeto por la vida humana, desde su concepción. Aún bajo
amenazas no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra
las leyes de la humanidad. Hago estas promesas solemnemente,
libremente, por mi honor" (Juramento de Hipócrates. Fórmula de
Ginebra.)

Libro imprescindible que nos obliga a hacernos preguntas sin el


apasionamiento de los debates políticos, enturbiados en nuestro
país por una larga tradición de división maniquea de los
ciudadanos en dos Españas fomentada desde las elites que nos
gobiernan o pretenden gobernarnos. Habrá que ser conscientes de
la pendiente resbaladiza a la que puede conducir la
despenalización de la eutanasia, por muchos controles y vigilancia
que la ley establezca. Sería deseable un debate sereno, franco y sin
posicionamientos ideológicos previos. Dejo el texto de la
contraportada a modo de preguntas previas, a las que el libro no
da respuestas, todo lo más señala ciertas derivas de la práctica
sanitaria en relación a la aplicación de la ley de eutanasia.

“Este libro se basa en hechos y en datos. Sus autores –médicos,


enfermeros, psiquiatras y filósofos– parten de sus experiencias en la
atención a enfermos que afrontan el final de la vida, en un país
donde la eutanasia está despenalizada.

Un tema que entraña tanto sufrimiento exige el máximo respeto


hacia quienes pasan por este trance. Los casos terribles que de vez
en cuando se hacen públicos llevan a muchas personas a concluir
que el único final de vida bueno es el que ofrece la eutanasia.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 53


Sin embargo, en los países donde se ha despenalizado la eutanasia,
la práctica de la ley ha conducido a una pendiente resbaladiza que
termina desbordando los supuestos iniciales y que afecta a
colectivos para los que nunca fue pensada, como los enfermos
psiquiátricos, los menores de edad y quienes manifiestan
«cansancio vital». Esta normalización conduce incluso a que
algunos médicos y enfermeros ofrezcan la eutanasia como
«remedio» del sufrimiento a pacientes que no la han pedido.

Ante esta práctica legal, ¿puede ser la eutanasia la única solución


que nuestra sociedad ofrezca a sus ciudadanos? ¿Deben
desestimarse o rebajarse los cuidados paliativos por ser más
complejos y costosos? ¿Acaso la máxima humanidad se limita a
sentir compasión por quien sufre sin siquiera ayudarle a repensar
su decisión? ¿O la verdadera ayuda consiste, más bien, en «hacerse
cargo de él», promoviendo en la sociedad –sobre todo en el
ámbito sanitario y familiar– una «cultura paliativa» que se ocupa del
sufrimiento, el deterioro, la soledad y el desamparo del próximo
humano?”

Imagen:
Portada del libro.

54 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


GUISEPPE
IMPASTATO

Memoria de un
hombre bueno

Un grito de
denuncia contra
la infame
injusticia y contra
la Mafia.

Ana Isabel
ALVEA
SÁNCHEZ
España
Giuseppe Impastato nació en Cinisi, un pueblo de Sicilia. Idealista,
2020
revolucionario, luchador incansable por la justicia, férreo oponente
a la mafia, a pesar de que su padre procedía de familia mafiosa. Fue
asesinado cruel e injustamente la noche del 8 al 9 de mayo de
1978, cuando rondaba los 30 años. Símbolo en toda Italia de la
lucha antimafia. También escribió poemas que, tras su muerte,
fueron publicados en el libro Amore Non Ne Avremo (No
tendremos amor).

Isabel Martín Salinas, autora de estas memorias, ha dedicado cinco


años a la investigación de su vida: los hechos que rodearon su
muerte, la situación de Italia en los años 60 a 80, cómo fueron las
investigaciones del suceso, la lucha continua e incansable de
amigos y familiares por desvelar la verdad y honrar su nombre
frente al deliberado intento de mancharlo. El libro es un detallado,
profundo, lúcido e inteligente análisis de los acontecimientos

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 55


acaecidos, basándose en todo momento en documentos y
testimonios: periódicos, sentencias, libros, películas y documentales.
La historia de nuestro protagonista también le inspiró a la escritora
un hermoso y emotivo libro de poemas, A ráfagas tu nombre.

La propia autora nos indica cómo llegó casualmente a conocer la


existencia de este hombre durante un viaje turístico por Sicilia,
azarosamente sabría su triste historia y visitaría su Casa Memoria. Le
conmovió de tal modo, que empezó a indagar en el relato de su
vida y de su país. Ha regresado en varias ocasiones a Sicilia, ha
conocido todos los lugares de Giuseppe, incluso ha participado en
la manifestación antimafia que se organiza cada año en la fecha de
su muerte.

En la primera parte del libro nos retrata la situación de Italia en


aquellos años: cómo se elabora una “estrategia de la tensión”
desde “sectores desviados” del Estado, siguiendo directrices de los
servicios secretos americanos, y con la colaboración de la
masonería, grupos neofascistas e, incluso, la mafia. Su finalidad era
impedir que el Partido Comunista llegara al poder.

Se planificaron y ejecutaron numerosos actos de violencias y


atentados terroristas que atribuían a la extrema izquierda para
desacreditar a sus políticos e influir en la opinión pública.
Organizadores y ejecutores gozaron en sus crímenes de casi una
total impunidad; acusaron y encarcelaron en muchas ocasiones a
inocentes, asesinaban a testigos, periodistas, carabineros, fiscales o
magistrados que buscaran honestamente la verdad. La mafia
siciliana, Cosa Nostra, formaba parte de este entramado. Giulio
Andreotti, siete veces primer ministro –cuya vida es narrada en la
película Il Divo– fue juzgado como mandante del asesinato del
periodista Mino Pecorelli, además de por sus relaciones con la
mafia siciliana, pero nunca pagó por sus culpas: o bien sus delitos
habían prescrito, o bien faltaban pruebas.

56 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


Gladio se llamó a una estructura secreta en Italia, al mando del jefe
de los servicios secretos, creada con la intención de manipular la
opinión pública a través del terror. También se infiltraban en grupos
de izquierda o extrema izquierda. Giulio Andreotti en 1990 se vio
obligado a admitir su existencia.

Toda la información que nos aporta en estas memorias está


contrastada documentalmente con sus fuentes en las anotaciones
a pie de página y al final del libro.

Una víctima de los crímenes de Gladio pudo ser el político Aldo


Moro, asesinado en 1978, oficialmente a manos de las Brigadas
Rojas, pero cuyos hechos todavía resultan controvertidos. El
magistrado Ferdinando Imposimato sostiene que altos cargos del
gobierno y del ejército propiciaron la muerte del político por su
defensa del “compromiso histórico” con el Partido Comunista
Italiano, que lo enfrentó a Estados Unidos y a una parte de su
partido, la Democracia Cristiana.

Encontraremos en las páginas del libro a las organizaciones


masónicas que constituían centros de poder: la logia Propaganda
Due (P2), CAMEA de Palermo y las logias insertas en el Centro di
Studi Scontrino de Trapani.

Entre Portugal, España e Italia se creará una sólida interrelación de


los servicios secretos y del terrorismo negro. Muchos de los
terroristas de ultraderecha italiana se refugiarán en España, país
protegido por Estados Unidos, quien, en su lucha contra el
Comunismo, no muestra escrúpulos en apoyar a una dictadura.
Más tarde, con la llegada de la democracia a nuestro país, los
neofascistas huirían a Hispanoamérica.

Nos retrata igualmente la historia de la mafia siciliana y sus guerras.


La Cosa Nostra, en estrechas relaciones con el partido de la
Democracia Cristina, era consentida por una parte de la Iglesia

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 57


Católica. De hecho, muchos mafiosos eran sus mejores feligreses y
aportaban generosas donaciones.

Resulta curioso y sorprendente que después de la liberación de


Sicilia por los soldados norteamericanos, muchos mafiosos que
estaban presos se hacen pasar por antifascistas, opositores al
régimen de Mussolini, y llegan a ocupar las alcaldías de media isla.

No se olvida del Vaticano. En las décadas de los años sesenta a


ochenta, el Banco Vaticano se vio envuelto en una serie de
escándalos financieros, y, entre otros delitos, ayudó a reciclar el
dinero de la mafia americana y siciliana. No deja de reconocer que
en 1982 el papa Juan Pablo II en su visita a Sicilia se pronunció
contra la mafia, condenando la violencia y la pobreza que causaba.

El libro analiza la masacre de Alcamo Marina, uno de los llamados


“misterios italianos”, cuyos pormenores estuvo investigando
Giuseppe Impastato hasta el momento de su muerte.

La segunda parte del libro se centra en la vida de Giuseppe. Nos


detalla sus vivencias y personalidad, en virtud de lo que ha
estudiado sobre él –se han publicado muchos libros, documentales,
y la película de su vida I cento passi– y también gracias al testimonio
directo de familiares y amigos, a los que entrevista.

Giuseppe, por motivos de salud de un hermano, desde los cuatros


años vivió con su familia materna, aunque almorzaba todos los días
en casa de sus padres. Esto hizo que la persona que más influyera
en él fuese su tío Matteo, hombre afectuoso, culto y de izquierdas.
Tuvo una infancia y adolescencia feliz. Leía muchísimo y ya de muy
joven siente el compromiso político y un sincero deseo de mejorar
la sociedad y el mundo. A los 17 años se afilia a un partido de
izquierdas, más tarde a Lotta Continua, partido de extrema
izquierda contrario a la violencia. Su ideología lo hará enfrentarse
continuamente a su padre hasta el punto de echarlo de casa (pues

58 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


nuestro joven volvió a su casa, una vez fallecido su tío Matteo). Y lo
que fue peor para el padre, denunciaba con nombres y apellidos a
miembros de la mafia. Todo su afán era ayudar a los trabajadores a
mejorar sus condiciones, defender a los más desfavorecidos,
proteger la belleza natural de la isla contra el saqueo urbanístico,
luchar contra el abuso y corrupción de la mafia, cuando Sicilia era
ya un eje mundial de distribución de heroína.

1969 y el atentado de Piazza Fontana puede ser el inicio de la


“estrategia de la tensión” y Giuseppe se dedicará a investigar y
buscar la realidad de los hechos para difundirla, mediante
publicaciones en periódicos izquierdistas, mítines, y más tarde, en
Radio Aut, igual que informaba sobre todas las fechorías de la
mafia.

Isabel Martín Salinas detalla la corrupción político mafiosa en Cinisi


y en toda Sicilia, todos los desafueros cometidos por la Mafia, así
como la continua denuncia y lucha por parte de Giuseppe, quien se
presentó a las elecciones municipales de 1978. Dos años antes
había contribuido a fundar en Cinisi el Círculo de Música y Cultura,
un centro cultural alternativo que ofrecía a los jóvenes una variedad
de actividades culturales: poesía, música, exposiciones, cine fórum,
teatro, debates sobre los temas más importantes de la época.
Dentro de este Círculo Giuseppe encabezó una batalla por la
emancipación femenina.

Mientras el padre estuvo vivo, hasta un cierto punto gozó de


protección. Luego, su padre, viéndolo en peligro de muerte, viajó a
Estados Unidos para pedir que salvaran la vida de su hijo, aunque el
padre y el hijo no se hablaban desde hacía meses. El padre
lamentablemente murió en un accidente. Giuseppe sería asesinado
seis meses más tarde.

Leeremos un pormenorizado examen de su asesinato. Oficialmente


la investigación policial determinó que se había suicidado en un

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 59


acto terrorista, a pesar de que Giuseppe estaba en contra de
cualquier acto de violencia. La historia alcanza una tristeza suma.
Seguramente el lector se indigne con estos episodios y se
emocione en el relato de su entierro, cuando vienen cientos de
compañeros de toda Sicilia a despedirse, mientras los vecinos de su
pueblo permanecen encerrados en sus casas. Es alentador que su
madre, hermano, cuñada y amigos lucharan por desvelar la verdad,
aun teniendo que enfrentarse a la mafia para ello.

Una historia ejemplar, interesante, intrigante, emotiva, que nos


cuenta la autora con una escritura ágil, atractiva, y sin dejar ningún
cabo suelto. Consuela un poco saber que la lucha de nuestro
protagonista, y lo que es más importante, las ideas y actitud de
Giuseppe, siguen vivas y sirven de ejemplo a generaciones
venideras.

No se ha desentrañado toda la trama, pero se ha logrado


demostrar –casi veinte años después– que fue asesinado por la
mafia. Su figura es hoy un referente de valentía y justicia: un
revolucionario más, luchando por un mundo mejor. Un hombre
que vivió, como documenta exhaustivamente el libro, en medio de
sucesos históricos muy controvertidos de su país, Italia, y de la
situación mundial durante la guerra fría. Si abren el libro, lo leerán
con avidez.

Imagen:
Portada del libro.

60 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


DÍAS FINALES
EN GRECIA, DE
GUSTAVO
DURÁN

Ana RECIO MIR


España
2020
Días finales en Grecia (Cavafis, Gil de Biedma)
GUSTAVO DURÁN:
Madrid, Editorial Pre-textos, 2019.
Ed. de Alejandro Duque Amusco. 133 págs.

Recientemente ha visto la luz en la colección La cruz del Sur de la


editorial Pre-textos este volumen en el que se recogen las
traducciones de algunos poemas de Cavafis llevadas a cabo por
Gustavo Durán.

La figura de este personaje, totalmente ausente de los libros de


texto, forma parte de la llamada Generación del 27. Discípulo de
Manuel de Falla y de Joaquín Turina trabó amistad en su paso por
la Residencia de Estudiantes con Buñuel, Lorca, Pepín Bello o
Salvador Dalí.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 61


Durán, hombre polifacético, militar, músico, diplomático, escritor,
Alejandro Duque Amusco se centra en las traducciones de 16
poemas de Cavafis para componer una edición rigurosa con estas
joyas literarias, que resulta tan didáctica como minuciosa.

Duque Amusco, traductor y poeta, es autor de los libros Esencias de


los días (1976), El sol en Sagitario (1978), Del agua, del fuego y otras
purificaciones (1983). Con Donde rompe la noche ganó en 1994 el
Premio Loewe de Poesía. Entre sus últimas obras se encuentran
Poesíe, antología al italiano, Jardín seco (2017) y Escritura de estío
(2019). En 2017 obtuvo en Italia el Premio Internacional de Poesía
de la Fundazione Alfonso Gatto a su obra poética.

El editor comienza en la primera sección del volumen por recordar


el inicio de su amistad con Jaime Gil de Biedma y el origen de la
carpeta con las traducciones que Gustavo Durán llevó a cabo de
Cavafis. Cuando el sevillano y María Jesús Velo lo traducían en
1975, Gil de Biedma les hizo entrega de una carpeta, carpeta que
contenía una carta de Gustavo Durán a una de sus hijas en la que
evidencia su admiración por Cavafis, el conjunto de poemas
mecanografiados, una hoja manuscrita con el borrador y la copia
en limpio del texto “Monotonía” y otra también manuscrita con el
inicio del poema “Itaca”. Y finalmente, un texto en verso de Durán
titulado “Con el dedo en los labios”.

Con buen oficio investigador Alejandro Duque Amusco descubre


que son dos los traductores de esas cuartillas, al constatar
diferencias en el papel, en las máquinas de escribir y en la manera
de recoger los textos: uno subraya los títulos de los poemas y
omite su fecha y el otro no, y los data siempre.

24 de los textos corresponden a las traducciones hechas por Juan


Ferraté y publicadas en la editorial Lumen en 1971. Duque Amusco
descubre que el autor que no subraya los títulos y fecha los
poemas era Ferraté. Y Durán el que los reunía con mayor libertad y

62 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


usaba papel de calidad extra.

Gil de Biedma guardó las traducciones hechas por Durán desde


1967 en que este se las envió hasta 1975, en que se desprende de
ellas y se las entrega al editor de esta edición que aquí se comenta.

Al final de la Guerra Civil, Gustavo Durán se exilió de España y


pasará de Inglaterra a EEUU, hará funciones diplomáticas en Cuba,
Argentina y otros países de Sudamérica y en 1965 fue destinado a
Grecia donde murió. Allí aprenderá griego moderno. Además de
músico, militar y diplomático, Durán se había relacionado en su
juventud con Lorca y Alberti y había puesto música a tres poemas
de este último.

Gustavo Durán se decanta por traducir a Cavafis por tres razones:


su originalidad, su ironia y su claridad. En el verano de 1966 ya
había iniciado las traducciones. Como apunta Duque, su destreza
musical y la disciplina de la traducción le brindaron un profundo
conocimiento del verso que le llevó no solo a trasladar al español
los poemas del poeta de Alejandría sino a convertirse en poeta,
autor del poema titulado “Con el dedo en los labios”. Las
traducciones de Cavafis hechas por Gustavo Durán, a pesar de ser
las primeras realizadas, han sido las últimas en publicarse.

Además del riguroso prólogo que realiza Alejandro Duque


Amusco, se incluye la carta dirigida a su hija Dorothy Petra Durán.
En ella el autor explica las razones que le han llevado a traducir a
Cavafis y confiesa su dificultad como traductor al tiempo que
defiende la claridad lírica: “No tienes idea de lo que me han hecho
sudar estas traducciones (…) Creo que un escritor de verdad debe
escribir para que le entienda todo el mundo y no solo las gentes de
su comarca”. Pág. 46. Las traducciones de Cavafis destacan por su
sencillez, su tono narrativo (“El rey Dimitrio”) o su hondura (“La
ciudad” o “Manuel Comneno”).

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 63


En la siguiente sección se recogen cuatro textos con otras versiones
de poemas como “¡Ánimo, rey de los lacedemonios!”, más intensa
la primera versión que la segunda.

Finalmente dos versiones de “Con el dedo en los labios”, texto en


verso de Gustavo Durán que evidencia su admiración por la lírica
de Bécquer y de Cernuda:

El nacer de la luz baña una paz inmóvil


se despiertan los seres y las cosas del mundo
con el dedo en los labios
o prosiguen callados el dormir de la noche.

La edición concluye con varios apéndices: el primero en el que se


describen los documentos (hubiera sido más cómodo para el lector
incluirlo a pie de página de cada poema), una interesante
cronología de la vida de Gustavo Durán y, por último, un apéndice
gráfico en el que se recogen algunas fotografías de la vida y el
entierro del artista catalán.

De primorosa puede calificarse esta edición de Días finales en


Grecia (Cavafis, Gil de Biedma) que ha preparado con rigor y
entusiasmo Alejandro Duque Amusco y que se presenta con la
sencillez y el buen gusto habitual que acostumbra la editorial Pre-
textos en esta colección de La cruz del Sur.

Imagen:
Portada del libro.

64 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020


GANADORES
DEL VI
CONCURSO
INTERNO DE
CUENTO CORTO

GANADORES DEL VI CONCURSO INTERNO DE CUENTO CORTO


2020
José Antonio Escritores del Golfo de México, A. C.
DURAND Academia Literaria de la Ciudad de México, A. C.
México
2020 En el VI Concurso Interno de Cuento Corto, 2020, participaron
Miembros de las Asociaciones Civiles: Escritores del Golfo de
México y de la Academia Literaria de la Ciudad de México,
sumando 26 narradores en el evento.

Los resultados fueron: 1er. Lugar: María Esther Alvarado Martínez;


2do. Lugar: Uriel Rivas Arenas y 3er Lugar: José González Gálvez.

El jurado concedió Menciones de Honor para Consuelo (Chelo)


Boom; Oscar Contreras; Jorge Quintanar y Eva Ma. Linares.
Nuestras Felicitaciones para todos ellos.

El Jurado estuvo compuesto por las escritoras y poetas Queta


Navagómez y Ofelia Ramírez de Arellano, así como por los
escritores: Lorenzo Castro, Fernando Plascencia y Teresa Pedrero y
Rodríguez, todos con obras publicadas y miembros del Taller de
Cuento para Avanzados en el Centro de Educación Continua para
Adultos Mayores (antes Universidad de la Tercera Edad –UTE–) de
la Alcaldía Benito Juárez.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num. 3 mar/abr 2020 65


Primer Lugar

DESCUIDO
María Esther Alvarado Martínez

Por una grave distracción, la Sombra se ha quedado sin cuerpo, al


darse cuenta, buscó desesperadamente a su dueño, mas nada
encuentra.

Busca deslizándose entre los muros y losas ardientes de la urbe; da


pena su triste silueta, tan pisoteada por los transeúntes que
tropiezan y pasan sobre ella. Siempre criticó el tosco y pesado
cuerpo de su dueño, pero mucho se arrepiente. Lo extraña tanto,
que hoy le parece grácil, fino y elegante.

Al mediodía, encontró el cuerpo de un pordiosero; se acercó


cautelosa para adherirse a él sin importarle el linaje ni la silueta,
pero la sombra del hombre le asestó una bofetada, la pateó, y la
muy vulgar, la insultó en público. Se alejó humillada, triste,
rehusándose a aceptar el trágico destino que le espera, porque
bien es sabido que las sombras que pierden a sus dueños, no
tienen más remedio que convertirse en fantasmas.

Segundo Lugar

HE SOÑADO A MI HIJO PERDERSE


Uriel Rivas Arenas

He soñado a mi hijo perderse. He soñado que ambos caminamos


en una rutina sin destino. Caminando sobre calles empedradas,
cuesta abajo, donde a lo lejos vislumbramos la ciudad reconstruida
por rincones recordados de nuestro mundo real. Más allá hay una
neblina amarillenta, la cual nos advierte que el horizonte de su
profundidad no es otra cosa que el límite de ese pequeño universo.

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Cuando contemplo ese horizonte y volteo hacia mi hijo, no lo veo
más, lo pierdo, y es entonces que lloro… Pero sé que no he perdido
a mi hijo, sino él a mí, desde el día en que yo partí de su mundo.
Ahora, yo habito este sueño y él me sueña aquí mismo, el único
sitio donde puede encontrarme y caminar conmigo… Y sé que,
cuando él contempla ese horizonte y voltea hacia mí, no me ve
más, me pierde, se despierta y también llora.

Tercer Lugar

ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO


José González Gálvez

Mi tía Rigoberta Ballesteros de Peñalver sufría de alzheimer desde


hacía varios años.

Una tarde, cuando las hojas se doraban con el sol del verano y los
jilgueros trinaban sin cesar, se olvidó de que estaba enferma y fue
feliz por siempre.

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inmaculada barranco

LA MANSIÓN
ENCANTADA

Daniel
ROMERO
ARMAS
Me aterra. No hay otra palabra para definir la sensación al mirar la
Tenerife
desgastada fachada. La evitaría si pudiera, pero vivo justo enfrente.
España
La construcción se mantiene erguida ante el paso del tiempo.
Impasible, atemporal, observando el mundo tras las copas de los
árboles que la guardan.

Siento el anhelo de entrar. Esa clase de deseo absurdo por las


cosas que nos son prohibidas. Me falta valor. Mis ojos la desafían
en la distancia esperando una invitación. Pero no se produce.

En el barrio es conocido como la mansión encantada. Nada se


sabe de sus dueños ni su historia. Sólo hay leyendas. Extraños

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ruidos, luces en la noche, susurros que llegan con el viento... y una
figura. Una silueta que se asoma por la ventana, oculta por las
viejas cortinas. Sé que me vigila.

Cinco años atrás superé mi miedo. Salté la verja y en su jardín sentí


que se apagaba el ruido. El viento cesó e incluso el tiempo parecía
detenerse. Salí corriendo sin mirar atrás.

No podía vivir así. Volví ayer, dispuesto a enfrentarme a ella. Sorteé


las podridas rejas y corrí hacia la casa. No pensé. Rompí una
ventana y entré.

Ahora me asomo a la ventana, tras las cortinas y vigilo al chico de


la casa de enfrente. Tarde o temprano entrará.

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HOY NO
HABRÁ CENA,
CHICOS

Rosa Irene Ya era la hora de la cena, pero él no llegaba a casa. Su mujer


GONZÁLEZ movió la cabeza de un lado al otro, nerviosa. Les echó un vistazo a
ENRIQUEZ los niños, que jugaban afuera. Ellos estaban muy despreocupados,
Zapopan, Jal. persiguiéndose mutuamente. Se escondían en los arbustos, se
México refugiaban detrás de los árboles y corrían de aquí allá, sin prestarle
atención a nada más. Pero pronto tendrían hambre. ¿En dónde
podría haberse metido él? ¿Qué haría ella cuando los niños le
pidieran comida? Él y la cena llegaban al mismo tiempo a casa,
todos los días. No podría ni darles las sobras del día anterior.
Antes era precavida y guardaba siempre una parte de la comida,
escondiéndola de los niños. Una pequeña provisión, solamente
por si acaso. Pero el último mes se había descuidado. A él le había
estado yendo tan bien con la caza que la comida siempre llegaba
a tiempo y en abundancia, suficiente para dejarlos a todos con las
panzas infladas, soñolientos y felices.

Maldijo su propio descuido. Luego intentó relajarse y se dijo a sí


misma que no había nada que temer. Era un retraso sin
importancia, seguramente llegaría pronto con un banquete tan
espectacular como los que habían estado teniendo últimamente.
Pero el tiempo siguió pasando, inexorable, y no había señal alguna

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de él. Los niños habían comenzado a hacer preguntas; “¿En dónde
está papá, mamá?”, “¿Qué comeremos esta noche, mamá?” Y ella
no tenía la respuesta.

Finalmente alguien llegó a la casa. Vio una silueta que se acercaba


por el camino y su corazón se llenó de impaciencia. Pero la
angustia se duplicó cuando descubrió que aquel que venía no era
el que ella estaba esperando. Era un desconocido. Se acercó
lentamente a ella, como si deseara encontrarse en cualquier otro
sitio. Se plantó a pocos pasos, la miró con pesar y arrojó la
pregunta:

- ¿Es usted la esposa del Sr. Feroz?

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cony pedraza

INTRODUCCIÓN Estimado lector(a):

En el presente número, dos respetables escritores ennoblecen al


espíritu humano a través de sus letras. Estimulan a nuestra
capacidad de reflexión y, por ende, se fortalece nuestra esperanza
ante la vida.

Cony Pedraza
Editora

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LA ESPIRAL
QUEBRADA

Jordi Manau
TRULLÁS
España
No podía creer en lo que nos habíamos convertido, aquel
directivo de la discográfica no dejaba de insultarnos, miraba a la
banda con indiferencia. Nuestro segundo disco había fracasado
estrepitosamente, lo teníamos todo a nuestro favor, una enorme
campaña de marketing y una gira europea asegurada, pero
estábamos quemados y me negaba a pensar que la rotundidad
de nuestro primer trabajo fue pura casualidad. La cabeza me dolía
y aquel estúpido gritaba mientras intentaba que comprendié-
ramos lo que significaba una mala inversión, todo nos vino
grande, tan solo éramos unos chavales de instituto aferrados al
rock como religión. Yo era el cantante y compositor, en mi recaía
la máxima responsabilidad, estaba claro que contábamos con el
mejor instrumental y habíamos ensayado fuerte, existía una buena
evolución en el estilo, nadie tuvo la decencia de señalarme pero
sabía que las letras eran el problema.

Todos nuestros sueños pendían de un hilo finísimo, incapaces de

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reaccionar matábamos el tiempo sentados en aquella mesa
mohosa de nuestro bar favorito donde tocamos por primera vez.
La verdad es que no éramos los mismos, los sueños perdidos y las
promesas rotas maltrataban la creatividad, secaban la inspiración,
el mercado devoraba bandas y grandes hits convirtiéndolos en
estrellas fugaces. No podía engañarme, no soportaba la idea de
caer en el olvido tras esa gran oportunidad del destino, fuimos
elevados por toda la crítica musical como la gran promesa del
rock nacional para descender en picado meses después. Eric
atacaba la segunda hamburguesa con mostaza natural, solo le
interesaban las baterías, estaba loco por su Tama japonesa, no
dejaba de practicar día y noche en el garaje de sus padres, era un
auténtico enfermo del mundo de la percusión. Dani era como
todos los guitarras, un loco despreocupado, se dejaba la piel en
los conciertos, personalmente admiraba su fe ciega en mis
posibilidades de liderazgo. Al contrario que Joel, mucho más
reservado y desconfiado sobre nuestro futuro, simplemente
cumplía con el bajo, para él solo era trabajo. Todos admirábamos
a Ian Curtis pero nadie esperaba acabar como él, muerto a los
veintitrés.

Decidimos tomarnos las cosas con calma, con la discográfica


teníamos firmados dos discos más, aún podíamos ganar,
remontar no sería sencillo pero debíamos trazar un plan. Todos
me escuchaban mientras las cervezas se acumulaban en el centro
de la mesa, no eran conscientes de la situación, simplemente me
miraban y esperaban que yo diera con la tecla adecuada. Yo
formé al grupo, les convencí del proyecto uno a uno, solo
necesitaba recuperar la chispa, alejarme de ellos unas semanas
para rebuscar muy dentro de mí algo que contar. No tenía una
vida nada especial, ni grandes experiencias, repasaba una y otra
vez mi jodida existencia y todo conducía inexorablemente a la
vulgaridad.

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Entendieron mi planteamiento, que más podían decirme, tenía
carta blanca para tomar el rumbo que considerara adecuado. Ellos
seguirían encerrados dándole a la Guibson, a la Fender, a la
Yamaha de cuatro cuerdas y al Ibáñez de seis hasta que los dedos
sangraran, yo solo contaba con una hoja en blanco y un bolígrafo.
Nos despedimos sin mucho entusiasmo, ninguno de ellos me
deseó suerte, eran incapaces de reconocer la filosofía que rodeaba
nuestra pequeña hazaña y la magnitud de la tragedia que se
avecinaba, ellos no querían conquistar la posteridad, yo
evidentemente sí. Me trasladé a mi apartamento, se encontraba
en la zona industrial de la ciudad, una antigua guarida de
trabajadores de las extinguidas industrias textiles, ahora todo el
barrio estaba lleno de snobs pero se mantenía una gran
tranquilidad. Kira, mi perrita yorkshire terrier, y varias botellas de
vodka Pinnacle eran mi sustento y compañía. Kira no paraba
quieta durante todo el día reclamando mi atención
constantemente, el vodka se mantenía inmóvil como buen
cazador paciente. A pesar de planear un horario de trabajo pronto
se mezcló el día con la noche, la inspiración no aparecía
voluntariamente así que tendría que forzar su presencia, era una
amante esquiva. Tras unos días solo había conseguido unas
cuantas estrofas sin sentido, frases sin ningún mensaje, era
demasiado pronto para desesperarse, Kira observaba mi lento
hundimiento. La primera botella vacía de vodka rodaba encima de
la mesa de la cocina, demasiado pronto se amontonarían por
todas las habitaciones. Caminaba tambaleante parafraseando
míticas canciones de los ochenta, la musa no aparecía pero si el
dolor insoportable de las resacas. Kira no dejaba de seguirme en
mis recorridos fantasmagóricos enredándose entre mis piernas. La
papelera se llenaba sin remedio de garabatos de un falso genio,
empezaba a pensar seriamente en abandonar y aceptar las
condiciones de la derrota. Aumenté la dosis alcohólica y robé
horas de sueño a mi cuerpo para llegar a los mismos resultados,
apenas la inconsciencia insonora en medio del atronador
resoplido del peso de la responsabilidad, mi organismo

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avergonzado se negaba a tener hambre, me sentía un extraño
alejado de toda civilización, solo los ladridos de Kira me mantenían
en la realidad cada vez más borrosa. Pasaron los días y todo me
condujo a ello, no tuve otra elección que llamar a Alan Mina alias
“el cachete”.

Apareció de entre los muertos una hora después de llamarle,


vestido con su cazadora tejana desgastada en mil batallas
callejeras pero con la sonrisa perfecta del vendedor más eficiente.
Era simplemente nuestro proveedor de substancias psicotrópicas
fuera del alcance de la Agencia de Medicamentos y Productos
Sanitarios. Conversamos sobre la naturaleza de mi problema y sus
derivadas, me escuchaba atentamente mientras no dejaba de
jugar con Kira. Alan estaba hecho de adamantio, nada podía con
él, desde los once años consumiendo en los barrios marginales
del extrarradio de Barcelona hasta acabar en la cárcel de Villabona
como yonqui y distribuidor. Tenía la solución farmacológica ideal
para cualquier cliente, era un fiel seguidor de nuestra banda por
eso teníamos un diez por ciento de descuento. Recito de memoria
el menú disponible: opio, morfina, marihuana, MDMA, Talidomida,
Lorazepam, cocaína, heroína o ácidos diversos. Pero insinuó que
con el LSD el resultado sería fiable al cien por cien, era la droga
psicodélica semisintética que necesitaba, alucinaciones con los
ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del
tiempo, disolución del ego, alteración de la percepción, la
conciencia y los sentimientos, además de visualizar sensaciones e
imágenes falsas pero aparentemente reales. Todo formaba parte
del peaje para el viaje que la fama me reclamaba.

Encima de la mesa del comedor se encontraba la dietilamida de


ácido lisérgico en diversas formas para ingerir; papel secante,
gelatina y en terrones. Me introduje un papel secante debajo de la
lengua, tras media hora de espera explicando mis razones a una
Kira más nerviosa que nunca, mi sistema nervioso central se

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dispuso a regalarme “un buen viaje” de diez horas de duración.
De inmediato me atrapó el efecto cognoscitivo, pasando de una
idea a otra, ocasionando una disrupción del pensamiento, entré
en razonamiento psicótico como antesala de la acción creativa
sublime, pero la pendiente del barranco se mostró más inclinada
de lo que esperaba. El LSD se convirtió en un enteógeno hasta
conectarme con una entidad espiritual superior, mi sustantividad
confundió el presente con la realidad quebrada de las sagradas
escrituras de las grandes religiones y textos de civilizaciones
ancestrales. Me sentía liviano, ungido por todas las esperanzas
banas, caía sin remedio en tierra de nadie hasta que una mano
suave al tacto me sostuvo mientras recuperaba el aliento. Me
levantó lentamente hasta su altura, era la belleza saturada en
forma de musa. No supe que decir ante su mirada felina y sus
rasgos perfectamente geométricos, me dispuse a seguir aquella
magnificencia de porcelana a través del bosque frondoso. Estaba
asustada ante los estruendos lejanos, caminábamos a tientas, sin
producir ningún ruido, solo la seguía en silencio apretando mi
mano contra la suya. Al cruzar un claro ella se detuvo, miraba al
cielo nerviosa destacando la ausencia de pájaros. De la nada
apareció una inmensa sombra recorriendo la hierba, un aullido
agudo casi nos perfora los tímpanos, un gigantesco dragón negro
batía las alas para frenar su vuelo justo antes de lanzarse en
barrena contra nuestra posición. Mi musa estaba desesperada por
el inminente ataque mortal, era hora de encontrar el alma de
guerrero perdida dentro de mí océano, sin dudarlo la besé como
solo besan los príncipes herederos de grandes tronos, una
explosión de euforia me recubrió el cuerpo elevándome hasta
sensaciones más allá de la omnipotencia. Como por arte de magia
la escena se rodeó de sinestesias de todo tipo, parecía
extremadamente real. La protegí con mi cuerpo mientras
tanteaba el suelo hasta encontrar un buen pedrusco que lanzar
contra el despiadado monstruo, sostenía aquella piedra mezcla de
cuarzo, mica y feldespato con fuerza hercúlea. La cabeza del
dragón iba ampliándose por momentos, sus afilados dientes,

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grandes como puñales, me despedazarían si fallaba. Notaba los
brazos de mi musa clavados como garfios en mi cintura, armé el
brazo mientras trataba de no ser hipnotizado por aquellos ojos
que coronaban un cuerpo pestilente repleto de escamas. Aquella
piedra estaba poseída con poderes especiales, no dejaba de
moverse entre mis dedos y su delicadeza aterciopelada ofrecía
una sensación agradable. La lancé con todas mis fuerzas, impactó
en el ojo izquierdo del dragón, estallando en mil pedazos como si
se tratara de una vidriera policromada. Aquello desequilibró su
vuelo rasante, la colisión le partió el cuello.

Me desperté desnudo estirado en el suelo del comedor, todos los


trastos de cocina estaban tirados y el plasma destrozado. Me
encontraba sudado pero el ambiente era gélido, me levanté
renqueante, a duras penas pude mantenerme en pie. Fue cuando
comprobé que un cristal de la ventaba estaba roto, por él se
colaban gritos histéricos provenientes de la calle, abrí la ventana
para contemplar lo que sucedía. Me clavé un pequeño trozo de
metal en el pie, al extirparlo comprobé como tenía varias
mordeduras en la mano derecha. Los gritos iban en aumento, abrí
el ventanal. Una gran cantidad de gente rodeaba un coche azul
aparcado en la acera, encima del capó el cuerpo de Kira yacía sin
vida. Retrocedí sobre mis pasos, debía controlar aquel caudal de
dolor y desconcierto. Antes que me consumiera la idea del
absurdo, me senté en la única silla entera que quedaba, sin
pensarlo busqué el primer bolígrafo y cualquier trozo de papel. La
canción brotó al instante, una simple pero impactante historia de
una fan acérrima que perdió la vida por su banda de rock.

Imagen:
Miró, Joan. (1949). Personajes y perro delante del sol.
https://artequinvina.cl/coleccion/personajes-y-perro-delante-del-sol/

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UNA NOCHE
FRÍA

Raúl Ariel
VICTORIANO
Argentina

No existe la metáfora perfecta para contar la historia triste de


Ramón. Tal vez sería adecuado pensar que es un poco pájaro, y,
dado que las aves no poseen alma, asumir que un hada invisible,
mediante el embrujo adecuado, ha puesto lo necesario, de
manera que su interior se agite con la magia de los sentimientos y
las emociones.

Hace dos meses que lo desalojaron de la pensión junto con varias


familias que vivían allí por falta de pago. Y bueno, es que su
jubilación no le alcanza para todo lo que tiene que pagar:
medicación, alquiler, alimento. Este fue el inicio de su tragedia. Un
manotazo feroz llegó desde lo alto a desbarrancarlo, a expulsarlo
de su humilde paraíso de cuatro paredes descascaradas. Un nido
pobre, pero que le daba cobijo. No pudo defenderse de las leyes
despiadadas del poder terrenal, que envió a los peores esbirros
con el fin de hacer una tarea tan atroz. No saben éstos, ni siquiera
imaginan, acaso, qué siente un anciano cuando lo expulsan, lo

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separan, le infligen la condena de la indigencia.

Debía casi un año de alquiler, fue lo primero que dejó de pagar.


Llegaron varias intimaciones del dueño de la vivienda, pero como
eran muchos los deudores, un día vino la policía y lo expulsaron,
junto con los demás: apenas le dieron tiempo para recoger sus
cosas. Sintió el desamparo en el plumaje húmedo de su ropa. La
soledad lo abarcó por dentro como una enfermedad terminal, una
bofetada lo había arrojado al vacío. La calle se convirtió en un
ámbito siniestro que no abrigaba su corazón fatigado. Le habían
aplastado la dignidad, la suela del oprobio lo había pisado como si
fuese un delincuente. La angustia y la congoja le ensombrecieron
la cara y el espíritu. Comenzó así su decadencia. Como una
paloma con las alas quebradas, su cuerpito leve, en la tempestad,
fue sacudido por los vientos feroces que lo golpearon una y otra
vez, con furia, contra las paredes de la ciudad, hasta dejarlo
moribundo.

Dejó de comprar los remedios y más tarde empezó a racionar la


comida. Le alcanzaba para llegar a mitad de mes y, entonces,
inevitablemente, después se quedaba sin comer. La indigencia
avanzó sumando penurias, arrasó todo vestigio de cobijo. El
hambre comenzó a hacer su trabajo secando sus tripas, devastó
su ánimo. El ruiseñor que anidaba en su pecho acalló su canto
triste, se fue encorvando por el castigo. De la voracidad del
invierno obtuvo solo cenizas que lo congelaron por dentro y le
pintaron el rostro con sombras furibundas.

Ramón, ahora, camina despacio, está anocheciendo. Hay cosas


que ya no le preocupan. Se acerca a un tacho de basura y
revuelve. Busca algo para comer, cualquier cosa le vendría bien.
Poco es el alimento que necesita su cuerpo leve como el de un
jilguero, pero ni tan solo ese mínimo consigue. Escarba con sus
uñas negras, entre los vericuetos de la intemperie, y nada.

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Tiene una botamanga del pantalón rasgada que arrastra como un
trapo sucio pegado al zapato, tal como una mascota que lo sigue,
como un retazo que acompaña a su amo no importa a dónde
vaya.

Al segundo día de quedar en la calle consiguió un pedazo de


gomaespuma y algunos trozos de frazadas descoloridas. En un
changuito de alambre sin ruedas guarda los cacharros que salvó
de la pieza donde vivía. Lo tiene en la vereda del edificio de la
esquina. La ochava es su guarida y le provee un techo más
clemente, que lo protege del cielo encapotado, por el cual se
desplaza un grupo de nubes oscuras amenazando tormenta.

Se detiene, está cansado, apoya el hombro en el tronco de un


árbol. Mira hacia arriba observando la claridad naranja que se
desvanece detrás de la cúpula brillante de la basílica. Ya está
oscureciendo. Las ramas rugosas parecen huesos largos de un
esqueleto que araña la piel del aire húmedo del crepúsculo. Baja la
cabeza y sigue su camino. Ni siquiera es capaz de hilar un
pensamiento a fin de expresar el dolor supremo que le consume
su existencia mínima, desgraciada y trágica.

Como hace más de un mes que no se baña tiene un olor


nauseabundo que le produce picazón en las fosas nasales. Pero
también se acostumbró a eso, como a los dolores del reuma,
porque no posee remedios que lo alivien. Falta mucho todavía
para el día de cobro de su sueldo magro, y se pregunta si va a
sobrevivir hasta ese momento. Piensa que tal vez por su aspecto
no lo dejen entrar. Ha pisado el último escalón de la dignidad, le
dará vergüenza presentarse así, pero necesita ir de todos modos,
aunque lo rechacen. Percibe algo parecido a un ave que lo acecha,
de plumas renegridas, que se eleva como un buitre, y en lo alto,
gira en círculos sobre él, adivinando la carroña.

Mendiga, pero solo obtiene unas monedas. Sus ojos blanqueados

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de cataratas ya no expresan nada, no habla para conmover al
transeúnte. Extiende la mano pidiendo un gesto de atención, su
corazón es un trozo de hielo que en cualquier momento se va a
quebrar. Tiene, como los gorriones de Buenos Aires, el plumaje
marrón sucio. Apenas logra balbucear alguna frase con su voz
desfalleciente, en una melodía ronca de su canto deslucido, y a
pesar del empeño que pone, no logra que la música llegue a los
oídos de los cuerpos apurados que pasan a su lado, esquivando
su presencia.

Durante estas últimas tres semanas fue al comedor comunitario,


pero no tuvo suerte, le dicen que no alcanza para todos los que
vienen. Y hay abuelos y madres que también van a buscar lo
mismo, y prefiere ser él el que se quede sin nada en la mano, y
regresa, entonces, con el plato vacío y un candado en el abdomen
que cada vez le resulta más pesado. Cavila, remueve en su
memoria, no comprende su delito, ha trabajado toda la vida, no
entiende su calvario, no ve con claridad, aún, la cara del príncipe
que ha decido el hambre que padece, que lo debilita, que lo mata.

Hoy está más débil que otros días, por eso quiere alcanzar la
esquina y tirarse en el colchón, no se siente con fuerzas para
caminar. Hoy la tristeza y la desesperación le han bloqueado la
voluntad. Ya no puede discernir si es el miedo el que lo acosa.
Algo parecido a un bloque de cemento le aplasta la espalda. Tiene
el corazón espléndido, como el de un zorzal joven de pecho
anaranjado, pero su latido merma, vencido, más lento, y, además,
presagia, que el vuelo de la esperanza se le va apagando, queda
olvidado en su memoria el modo de ascender con el
pensamiento, por las corrientes de aire, para zambullirse entre el
follaje de los árboles.

Se agacha despacio, por el reuma. No sabe si le duelen más las


articulaciones de los huesos que las del alma. Advierte que su

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estómago está cuarteado. Acomoda un poco los trapos y se
queda sentado con la espalda apoyada en la pared. No hay gente
que pase por la calle. Ya oscureció y medita en silencio. No tiene
familia, nadie en quién pensar. A los setenta y ocho años le parece
que todo en su vida sucedió hace mucho tiempo y en un lugar
muy lejano que aquí no reconoce.

Ahora, con el cerebro afiebrado por el hambre, sueña que es un


ave. Se siente un benteveo, orgulloso de su cuerpo amarillo
brillante, con la cabeza blanca como sus cabellos, que añora la
tibieza de su nido. O, quizás, de una vez por todas, lo que quiere
es terminar con esto, y en realidad, su sustancia simple solo aspira
al abrigo de una fosa oscura contra el muro del cementerio.

Y en esta reflexión acerca de su límite vital, se pregunta también


cómo ha llegado a este lugar, por qué designio celestial o terrenal.
Y esboza mentalmente un resumen, el balance de los recuerdos
más importantes, los que más añora, los que más le duelen.
Cabecea un poco y, lento, en silencio, se va quedando dormido.
Hace mucho frío esta noche, pero ya no le quedan fuerzas ni para
tiritar. Y es aquí donde la metáfora estalla, porque las aves no
sufren el frío. Lo que sucede, simplemente, es que los pájaros que
Ramón encarna no tienen plumas que lo abriguen. Se toca el
pecho de mármol, no hay brasas encendidas, todo él parece una
catedral sin ventanas en la cima nevada de una montaña.

Siente que se le moja el pantalón con una traza de líquido tibio


que emana por debajo de su vientre. Es la incontinencia, pero, no
le importa sumar un olor más a los que tiene. En lo último que
piensa, antes de que lo atrape el sueño que le pesa en los
párpados, es en su madre. Cuando está por abandonar sus ojos al
descanso, el universo se agrieta, un par enorme de alas negras se
hacen presente ante su figura absurda, se abren gigantes como el
mar, han venido hasta aquí para cobijarlo para siempre.
En esta posición lo encuentran a la mañana siguiente, parece un

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 83


canario que estuviera dormido, pero no lo pueden despertar. El
médico mira, ausculta, y, por último, da la orden de subirlo a la
ambulancia, en medio de las caras serias de los vecinos. La brisa
susurra en las hojas de los árboles una aserción insidiosa: los
dioses que transitan los salones de los palacios han decidido, entre
firmas, actas y protocolos, la sentencia brutal de esta muerte
inocente, un espíritu que se ha ido sin comprender cuales son los
fundamentos de su condena.

Ya es de día cuando pasa el camión recolector. Los brazos


robustos de los muchachos recogen los trapos, el jergón
mugriento, el changuito descolado. Tiran todo dentro de la caja
trasera y uno de ellos aprieta el botón del pistón hidráulico para
que queden prensados con el resto de la basura. Luego el
vehículo arranca y sigue su recorrido.

Al rato cae del cielo un puñado de pequeños plumones blancos


que nadie ve. Son los desprendimientos del alma de Ramón que
ha ascendido a otro lugar del Universo a unirse con los mirlos, los
gorriones, los horneros…

Y más tarde, sin que tampoco nadie lo advierta, la brisa helada


forma un remolino y esparce las plumas, que se pierden para
siempre, en el aire gélido de la mañana.

Imagen:
Alonso, Carlos. (1945). L.E.S.
https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/8837/

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juan pablo varela

3 DE JULIO DE
1812, BUENOS
AIRES

Javier RICCA
MUSSIO
Montevideo
Uruguay
El movimiento en la plaza de la Victoria era más ajetreado que el
habitual. Los orilleros se ubicaban alrededor del espacio público
para vender la cosecha, mientras otros llegaban, con los ojos aún
sin espabilar, al mismo punto de encuentro. Todos coincidían en
su lento andar, ya que quienes podrían disputarles sus lugares se
encontraban asistiendo a misa desde las siete de la mañana.

Cuando el sacerdote cerró los ojos y levantó la hostia para


colocarla entre la lengua y el paladar, en el exterior se aceleraron
los pasos hacia el sitio donde confluiría la multitud. Dentro del

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recinto se dieron las gracias al Señor y algún devoto rezó por
última vez para que la justicia divina intercediera ante la justicia
terrenal.

Pero los dados ya estaban echados.

Martín de Álzaga caminaba directo al murallón, con sus delgadas


manos atadas a la espalda. Segundos antes de que le pusieron la
venda sobre los ojos, se le escuchó decir: «Bueno, paisanos, me
van a fusilar; yo los perdono y que mi Padre Dios también los
perdone, y siempre ¡Que viva el Rey!».

Resultaba extraño que la actitud de olvidar y perdonar todo, que


hubiese correspondido a los que padecieron sus injusticias, fuera
ahora adoptada por quien las practicó. ¿Habría olvidado sus
sentencias o a sus flagelados? ¿Habría reconocido, entre sus
verdugos, a alguno de sus soldados?

Unos metros más atrás aguardaban la ejecución de la sentencia el


riquísimo comerciante Francisco Telechea; el profesor de
Matemáticas, coronel Felipe Sentenach, y Fray José de las Ánimas,
filántropo de gran prestigio. Delante de todos, Álzaga, el hombre
adusto, orgulloso e inmensamente rico.

Esa fría mañana de julio, todos comprobaron que en la vida, al


igual que en el ajedrez, cuando se termina la partida, peones y
reyes van a la misma caja.

El clarín desafinado de un mulato advertía a los españoles y


llamaba a los criollos al espectáculo. El insoportable ruido sólo se
detenía en las esquinas, donde el mulato gritaba: «¡Sentencia
señalada!». Álzaga ni siquiera tuvo el honor de tener un negro
pregonero. Álzaga, que en 1795 se lanzó contra los enemigos del
orden establecido. Álzaga, a quien se le escuchó decir: «¿La
sublevación de los franceses? No me hagan reír. ¿Qué pueden

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hacer cinco masones y algunos negros? Nada, sólo hacerme
perder el tiempo con estos sumarios; si fuera por mí los ahorcaría
a todos para que los demás masticaran mi nombre». Martín de
Álzaga, el alcalde verdugo de Buenos Aires; así de simple.

Pobre Álzaga: ni siquiera tuvo monaguillo que encabezara su


procesión con una cruz.

Quien cinco años atrás, durante las invasiones inglesas, fue héroe
entre héroes, mientras criollos y españoles se meaban de miedo
en los pantalones; quien cargó solo con la responsabilidad de
afrentar los colorados cachetes nutridos con las maltas escocesas
de los highlanders; quien un 5 de julio fue capaz de alcanzar toda
la gloria, ahora era capaz de hundirse en todo un infierno. ¡Qué
poco faltó para que otro 5 de julio lo encontrase ensayando una
nueva defensa!

Cuando lo vi, su cadáver, sujeto por un cordel, yacía sobre un


caballo. El bamboleo del animal hacía sospechar, a quienes
observaban la puesta en escena, que aún seguía vivo; pero, para
disipar dudas, después de atravesar con el cuerpo la plaza de la
Victoria, el muerto fue ahorcado.

Álzaga, verdugo de la ciudad, se fue de ella deprisa, con sus ojos


desorbitados y bien abiertos. Al igual que en una buena función
de teatro, los espectadores seguían quietos en sus lugares,
esperando presenciar algo más, incapaces de reconocer que los
guardias ya habían hecho su trabajo, y que la muerte sobrevolaba
ahora sobre otros parroquianos, sobre treinta y ocho de sus
amigos que aguardaban sus sentencias.

El sacerdote, ya sin ropa de misa, atravesaba la plaza. A su paso,


los curiosos se abrían sin que él pidiese permiso. Llegó hasta el
bulto yerto, cerró la Biblia, que se encontraba a escasos
centímetros de la horca, y dijo: «Pobre hombre, el Diablo entró en

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 87


su alma; lo hizo conspirar contra nuestro Gobierno y el castigo
había que cumplirlo en este día de Dios, para escarmiento de los
sarracenos. No podemos permitir, en este pequeño rebaño del
Señor, ovejas roñosas que sean capaces de inficionar y perder a las
demás». Susurró un Padrenuestro y se retiró para oficiar el
siguiente servicio.

Mientras los allegados a Álzaga permanecían a la espera de la


sentencia, Rivadavia ya había sentenciado. Lord Strangford
informaba a Londres sobre las ejecuciones y sentencias
condenatorias de sesenta y siete personas: veintinueve fueron
desterrados, entre ellos el cura Calvo mientras treinta y ocho
fueron arcabuceados sin oír sus descargos, ¿para qué perder
tiempo con gruesos sumarios?

El público se renovaba: ahora era el de la misa de las diez y los


patricios que no habían querido entremezclarse con la
muchedumbre de la primera hora. Todos pasaron por la plaza de
la Victoria. ¿Qué otra cosa se podía hacer un domingo de mañana
en Buenos Aires? Los niños miraban temerosos desde las polleras
de sus madres. Otros, inmutables, no paraban de llevar a la boca
las uvas que habían comprado a los feriantes, mientras veían
pendular el cadáver morado, ya sin vida alguna, ya sin sufrimiento.

Sobre el mediodía, quienes habían repasado la existencia de


Álzaga y su muerte volvían hacia el puesto de los feriantes para
comprar empanadas y vino, que comían sentados en los bancos
de la plaza, ignorando ya al muerto, que renovaba de continuo su
auditorio.

Cuando el guardia le quitó la soga amarilla del cuello, el


entusiasmo por observar el espectáculo se renovó. Todos
rodearon, por última vez, el cadalso. El cuerpo volvió al mismo
caballo, y avanzó solemne, como en una procesión del Día de
Ramos, hasta su último albergue.

88 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Al llegar al cementerio, los curiosos se habían dispersado y, por el
portón bañado por los últimos rayos de sol, solo pasaron sus
familiares directos, cuatro guardias y un sacerdote que iba de mala
gana. ¿Quién cubriría los gastos de la viuda, si el Gobierno había
embargado todos sus bienes?

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 89


LÍRICA INVASIVA

Sandra J.
KUILAN
TORRES
Puerto Rico
Desde el pensamiento universal, particularmente de la cultura
hispanoamericana, se tiende a inculcar por tradición familiar,
social, cultural y teológica, que el ser humano se encuentra ligado
a una divinidad espiritual que, tras la muerte física del cuerpo
carnal, es entonces que la denominada ”alma” se desprende de él
y, según el individuo se haya conducido ética y moralmente en el
plano terrenal conocido, habrá de ser merecedor a que le sean
abiertas las puertas del cielo (entendido éste como esa estancia
donde residen las almas que fueron, en general bondadosas), o
por el contrario, ese paraíso le será denegado, para entonces ser
turnado a pasar un tormento eterno en el infierno como
penitencia de sus faltas, llamémosle, pecados. Así, nos
enfrentamos a la tradición que sugiere la existencia de un infierno,
a una suerte del centro de la tierra, como un lugar inhóspito,
envuelto en llamas, plagado de almas en eterno tormento, siendo
fustigados por aquel ente nombrado de múltiples formas,
habitualmente representado con piel enrojecida, de cuernos
gruesos y retorcidos, de garras negras y afiladas cual la más
punzante de las navajas, con una mirada profunda de un color

90 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


negro más oscuro que la noche más espesa. Bajo las premisas
anteriores, diríase que el cielo “es arriba”, y el infierno “es abajo”,
donde, de forma correspondiente, “el cielo es para los buenos”, y
“el infierno es para los malos”. Esta dualidad, se dice, es el conflicto
eterno entre el bien y el mal, equiparable en el pensamiento
oriental al ying y al yang o, en una postura tanto más neutral, a lo
positivo y lo negativo.

Los preceptos anteriores, analizándolos con la mayor de las


objetividades, sugieren que aquella entidad denominada como
“Dios” (sin por ello afirmar ni refutar su existencia), constituye una
figura que resultaría bastante similar a un ser humano, y que fue el
creador de todo lo que es (incluyendo incluso “lo que no es”), y
quien funge a modo de juez, quien constante y permanente-
mente, observada casi pasivamente nuestros actos y pensamien-
tos, que juzga implacablemente de acuerdo a los preceptos
dictados por él mismo como “buenos”, y “malos”, y una vez
acaecida la muerte, todo lo hecho en vida ha de ser medido por la
balanza, cual Dama de ojos vendados, símbolo de la Ley y de la
Justicia, donde sin mayor preámbulo, se determinará la inclinación
por tal o cual tendencia, y sobre el resultado, será el cauce al cuál
se dirigirá el destino perpetuo del alma.

Ahora bien, llevando nuestro pensamiento más allá de la tradición


y de lo plasmado en cualquiera de los textos sean religiosos,
esotéricos, metafísicos, parapsicológicos o de alguna otra
corriente, ¿qué papel y rol tiene la denominada “alma” en este
juicio binario, a modo de libro que es escrito durante el tiempo en
vida, para realizar la inscripción y conclusión definitoria justo al
final del ciclo, para un dictamen post mortuorio? Estos preceptos,
sugieren que el alma y el cuerpo son dos entes que, si bien están
ligados y atados, lo están de igual forma independientes y
perfilados a desprenderse; convergen en vida, y desvinculan en
muerte. Basándonos en principio fundamental y universal de la
física, que dicta que dos cuerpos no pueden ocupar

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 91


simultáneamente el mismo espacio en el mismo tiempo, vamos
deduciendo, por razonamiento, que coexisten simbióticamente,
pero no son lo mismo. Esto de igual forma, permite otorgar razón
a que el ser humano no es una unicidad, sino que se conforma,
hasta este punto, por cuerpo, alma y, en añadidura, por la mente
que, por ahora, podemos equiparar al pensamiento, pese a no ser
este último objeto preciso de nuestro análisis.

Permítame el lector cuestionar entonces, si el cuerpo es, como


sabemos, materia física tangible y conformada por elementos
perfectamente identificados por la ciencia médica, ¿qué es
entonces el alma, también materia? Sosteniendo el fundamento
basado en la universalidad de la física, bien es sabido que todo lo
que es y existe, se conforma por dos grandes componentes: la
materia, y la energía. Se vislumbra como tentativa, pues que, si el
cuerpo representa a la materia, el alma, por consecuencia, ha de
estar fundamentado en energía. Cabe en este punto citar un dato
relevante, pues ciertos estudios destinados a establecer la
existencia del alma, han logrado determinar, según su
experimentación que, un individuo tras su fallecimiento, posee
una reducción de peso equivalente en 21.26 gramos, misma cifra
que en sus hipótesis, se le atribuye al alma; más aún, acorde con
estas referencias de experimentación, han citado que en especies
ajenas al ser humano, no se presenta fenómeno de reducción de
peso post mortuoria, siendo idéntica en vida que en muerte. Así, la
hipótesis referida sugeriría que el alma es exclusiva del ser
humano.

Hasta el presente punto, me permito inferir que los elementos


sugieren lo siguiente: el ser humano está conformado por materia,
constituida por el cuerpo, y de energía, de lo que está hecha el
alma, y estos dos factores en su combinación, son exclusivos y
únicos en todo ser vivo. Más habrá que analizar factores
complementarios a continuación.

92 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Ajenos a cualquier apego teológico o idiosincrático específico,
encontramos corrientes, quizá tanto más orientadas al ocultismo,
esoterismo y similares, que refieren que, previo al nacimiento, el
alma existe ya en algún lugar, ajeno a nuestro plano astral, o
universo conocido, así como que ésta había ocupado previamente
otro cuerpo, y anteriormente otros en cantidad desconocida, y
una vez que sucede un nacimiento de un cuerpo físico, digamos
“nuevo” y “actual”, dicha alma ocupa al neo nato. Incluso se
piensa, que esta asociación dista mucho de ser fortuita y casual,
sino que existe una predeterminación de qué alma ocupará qué
cuerpo, según los antecedentes de la o las vidas pasadas. Así,
estamos ya ahora hablando del fenómeno de la reencarnación, en
la cual estas corrientes ideológicas pueden afirmar existencia de
“vidas previas”, para traer a una “vida presente” y que, posterior a
la muerte, podrán suceder “vidas futuras”. Esta concepción
posiciona al alma como una especie de ente energético dinámico
y errante que, sí ligado al espacio, no lo necesariamente está al
tiempo, quiero decir con esto, que pareciese que el cuerpo físico
posee ciclo de vida y muerte, pero no el alma, que es atemporal.

En corrientes orientales, tales como el hinduismo, budismo,


taoísmo, o incluso otras estructuras que no alcanzan categoría de
religión, así como las corrientes como metafísica, parapsicología y
otras, se dice, de forma general, que el ser humano existe en el
plano terrenal, proviniendo de vidas pasadas donde el alma posee
la capacidad de ocupar un nuevo cuerpo. Habitualmente, en una
relativa similitud al pensamiento cristiano, el alma está sujeta a una
evaluación que, en este caso, se asocia con el denominado karma
y, según resulte la valoración, la nueva ocupación del cuerpo
podría estar asociado con una nueva, digamos “oportunidad”, por
continuar un camino que conduzca al engrandecimiento del alma,
ascendiendo continua y lentamente, vida tras vida, hacia la
trascendencia a planos superiores de la espiritualidad. Así, la
distinción fundamental entre la tradición religiosa, es que el alma
es única en asociación a un solo individuo quien, al perecer, su

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 93


alma será destinada a una paz del cielo, o tormento del infierno.
Por el contrario, la concepción donde las almas transmutan a otros
cuerpos, justo cuando éste fallece, el alma podrá volver, y ocupar
uno nuevo, de acuerdo con el modus vivendi y agentes de karma
que se hayan sucedido. El alma, en estos casos, está en una
permanente búsqueda de ascender en los planos astrales, hasta
que en algún momento, finalmente, alcance el nivel de
trascendencia que permita al alma por fin ascender a un
desconocido plano o dimensión, ajeno y desprendido en entero
de todo aquello que es físico y material.

Dícese que escasos son los individuos en toda la historia de la


humanidad, que han logrado alcanzar los niveles de trascendencia
espiritual más elevados, a partir de técnicas como la meditación,
cuyo fundamento esencial se basa en la habilidad de interiorizar a
un nivel tan profundo, que la tripartita del cuerpo, la mente y el
alma (lo espiritual), alcanzan planos superiores donde los aspectos
físicos del plano terrenal conocido como “normal”, para ese ser
trascendente, son superados, y el grado de interiorización es tan
alto, que es posible desprenderse del todo lo existente.

En virtud que es ínfima la cantidad de seres quienes logran


alcanzar ese plano de trascendencia espiritual, el resto de la gente
estamos, por decirlo así, condenados a que nuestra alma
transcurra múltiples vidas terrenales que, se dicen pueden
sumarse no sólo en decenas, sino quizá hasta en centenas,
pudiendo perdurar siglos o incluso milenios, a modo de una
constante oportunidad por superar gradualmente los planos
espirituales. Hay quienes se autonombran con capacidades
extrasensoriales de magnitud tal, que refieren capacidad de “leer”,
o “captar” esas vidas pasadas en otras personas. Explican, en su
concepción, que algunos han sido famosos Reyes, Faraones, o
crueles criminales, quizá asesinos seriales, artistas, o cualquier clase
de rol de personajes famosos de la historia.

94 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Retomando el pensamiento objetivo y analítico de lo anterior,
encuentro una conjetura que, desde el simple plano de lo
matemático y físico, no resulta lógico y está sujeto a un severo
cuestionamiento. Me explico a continuación. A la fecha presente,
año 2019, se estima que existimos poco más de 7.6 mil millones
de personas, lo cual significa, misma cantidad de almas en este
plano terrenal; una década atrás, alrededor del año 2008, la
población era de 6.7 mil millones, esto es, casi mil millones menos
que en el presente; un siglo atrás, cerca del año 1900, eran tan
sólo 1.6 mil millones de habitantes vivos; de igual forma, esta
habría de ser la cantidad de almas existentes por aquel entonces.
Antaño, en la era del año cero de nuestra era, la población
mundial era de tan sólo 200 mil habitantes, que, en el mismo
orden de sincronía, serían las mismas almas existentes.

Con las cifras anteriores, es fácil identificar que existe un


paradigma por resolver, ¿las almas son finitas, están sujetas a
creación, o es acaso que existe, por así decir, algún plano astral, o
de algún universo no conocido, donde residan las almas, que
vienen gradualmente a ocupar formas corpóreas conforme
asciende la tasa de seres con vida? Esto pues si la relación es lineal,
donde una sola alma pueda ocupar un solo cuerpo al mismo
tiempo, lo cual resultaría muy congruente con los principios
incluso de la física, es una incógnita que, hasta donde mi literatura
y conocimientos alcanzan a vislumbrar, no existe explicación que
resuelva la incógnita. Me permito entonces, hipotéticamente,
descartar por mero principio de física y numerología, que las
almas, en el supuesto de su existencia, puedan tener capacidad de
reencarnación; en estas conjeturas, me resulta más práctica y
realista la idea de una unicidad de un cuerpo a un alma, que se
integran al nacimiento, para desligarse a la muerte.

Tras lo expuesto, me resta únicamente concluir con mi hipótesis


acerca del alma, qué es, de dónde proviene, y su destino tras la
muerte, para ello, expresaré en tono afirmativa mi aseveración.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 95


Atado a los principios de la física, el alma está conformada por un
cúmulo de energía, que de igual forma no emerge ni se crea de la
nada, sino que se constituye por moléculas integradas,
provenientes de materias y energías que previamente tuvo otras
formas y manifestaciones (o sea, no se creó ni destruyó, proviene
de una transformación), y esta transformación es en todo sentido,
una transmutación de sus formas pasadas. Apelando a la
preservación de vestigios de lo que cada molécula fue, es que, al
integrarse en esta nueva energía, o nueva alma, posee su
identidad propia y única, con determinada memoria molecular
que, ya ligada al cuerpo, correspondería en cierta similitud, al
karma asociado con el pasado. Esta materia (cuerpo) y energía
(alma) que transcurren en un presente específico, interactúan en el
plano astral que corresponde, afectando y siendo afectados por su
entorno. Por último, a la muerte donde el cuerpo físico habrá de
desintegrarse para transformarse en otras formas, asimismo el
alma, como energía conformada de átomos, se dispersará,
recreándose posteriormente, constituyendo nuevas formas, y
entre ellas, nuevas almas que ocuparán nuevos cuerpos. Este ciclo
perdurará por mismo tiempo y hasta que el último cuerpo
humano muera y perezca del nuestro plano terrenal conocido.

96 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


emilia oliva
ángel gonzález g.

INTRODUCCIÓN Así es. En estos tiempos, cuando decimos que la realidad


supera la ficción, no es difícil imaginar de qué vamos a hablar.
Una mañana nos levantamos como el adulto que somos y ya
no fuimos capaces de sostenernos en pie ante lo que se nos
venía encima. A gatas, a tientas, con el pánico y la histeria
destrozando cualquier atisbo de esperanza, todavía estamos
deglutiendo todo esto. Amaneció en vano y los bosques
estaban vacíos y los pájaros cantaban para nadie y las calles
habían muerto. La existencia, tan débil y febril, ya solo se
limitaba a exasperantes colas en los supermercados donde lo
poco que se veía era el miedo metido en el cuerpo... Ya nos lo
decían los distopistas: esto se nos va a tomar por culo. Y así ha
sido. Ahora resolvemos nuestros muertos en cifras y vivimos
vidas limitadas en ciudades limitadas, siempre bajo el peso
insoslayable de miles de impulsos reprimidos. Lo que nos
depara el día a día bien cabe en el bolsillo, y mal lo encajamos
en nuestros cerebros. Me cuestiono mi experiencia, pongo en
tela de juicio mis conocimientos y las alambradas donde antes
me enredaba. Porque los objetos y los anhelos ya no valen
nada, me lo dicen mis ventanas y el balcón al que me asomo
cada día por si se me ocurre pedir auxilio. Ya solo sueño con
los atascos y el mal humor de mis queridos convecinos, ya solo
echo de menos el aire mugriento de una ciudad viva que
corretea de aquí para allá como si no hubiera un mañana. Me
imagino las consecuencias de todo esto el día después del día
en que el esclavo vuelva a ser esclavo. Imagino qué tragedias

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 97


comentaremos en la próxima velada literaria. Ojalá tú estés allí,
y por qué no, ojalá puedas abrazarme y consolarme. He
perdido materia.

Ángel González González


Editor

Nota:
Todas las ilustraciones de esta sección son cortesía de Ángel González González
(España).

98 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


AMANECER

Natalia
GONZÁLEZ
AMORIN En las cimas azules de la sierra
Uruguay duermen plácidas nubes sonrosadas.
Se enamora del sol la Madre Tierra
y en los montes resuenan las cañadas.
Se termina el dolor que al alma encierra
con la luz que bendice las jornadas.
Bienvenido el mensaje de la brisa
con aroma a cedrón y a hierbaluisa.

Es un premio poder estar despierta


en las horas de paz cuando amanece,
disfrutar de la luz ventana abierta,
respirar la mañana que florece.
Con el aire dulzón que es dicha cierta
mi profundo pesar desaparece.
Bienvenido el mensaje de la brisa
con aroma a cedrón y a hierbaluisa.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 99


SIN TÍTULO

Julia E. DE LA
IGLESIA
Buenos Aires
Argentina Cementerios en la ciudad
Una orgía de muerte sacude
los cimientos de la ciudad atestada
de muchedumbres solitarias,
y los rostros alcanzados por la bala espuria
se multiplican espasmódicamente.

La música de las serenatas bucólicas


que los duendes del ayer brindaban a
los habitantes de los arrabales febriles,
ha enmudecido súbitamente.
Los gritos de horror anudan las gargantas
de quienes oyen en la soledad de su angustia
la expresión más apoteótica del dolor
por la ausencia.

La violencia se vuelve un acorde atroz,


inmolando en su fragilidad a las almas
que no han tenido opción de despedirse.

100 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Separadas abruptamente de cuerpos
henchidos de vida, son empujadas a
un abismo cuya profundidad nadie
puede imaginar.

Y están los que quedan , pisándose


el dolor por las avenidas de la ciudad
que ya no duerme …
En la vigilia desesperada de días
que se aprestan a vivir un luto perpetuo,
empujan a sus pasos en medio de
la desolación que no entienden,
y una orfandad de miedo paraliza sus
anhelos …

Más allá del luto y de la noche perpetua,


las almas sin embargo añoran las risas
de los que se fueron, la brisa arrulla
sus ecos y las lágrimas conmocionan los semblantes
cuando las memorias se ponen a parir
con toda clase de amor la honestidad
de sus recuerdos.

Mientras en la ciudad se siguen dibujando


cuadrículas de tumbas que mudan
los sitios en un éxodo indescifrable,
el hombre que fue dueño hasta de
sus minutos gastados, hoy deambula
buscando un refugio para confortar
el último fueguito de su esperanza, antes
que el frío de los muertos lo extinga todo…

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 101


NACIONES EN
ZOZOBRA

Michelle
GÓMEZ
ÁLVAREZ
Zinacantepec No quiero caminar sobre el asfalto y mirar cadáveres a diario,
México ni osamentas, ni minas escondidas en la arena;
ni droga, ni billetes en túneles en las fronteras.
La injusticia irredenta propaga mujeres y niños desaparecidos;
migrantes ilegales, anónimos, encarcelados en jaulas alambradas
por el más cruel de los racismos.

Leones devoran continentes.


Saquean propiedades por ser los gobernantes.
Laceran con llagas muy profundas a pueblos ancestrales.
Tiranos urden disfraces, muñecas a la venta para cerdos caníbales
que corrompen la inocencia. La carnicería está predispuesta.

Hartazgo de una educación baleada por el etnocentrismo,


alcohol y narcóticos al día. Huimos a otros reinos,
dreamers carcomidos por bestias indómitas que acallan el último suspiro.
Impavidez frente al sufrimiento. La medicina es privilegio de unos cuantos.

102 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Quiero escuchar las risas de los niños en los parques,
no la zozobra de naciones por asaltos.
Quiero para mi juventud nunca la seducción de vicios,
del consumismo vacuo excesivo en su basura tan perversa.

¿Qué tan resistentes son los poetas que nada ha podido exterminarlos?,
sentenció Juan Domingo Argüelles. Resistentes unidos en lo benéfico,
en lo pequeño y lo grande, somos y seremos más.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 103


ALMAS
SOLIDARIAS

Antonio
Francisco
BUITRAGO
FERNÁNDEZ
España Querría ser el ángel
que volar no,
pero si camina,
entre los cuerpos
sin sombra donde
arraiga la desesperanza
y la mentira.
Y allí,
siendo de todo
una simple
mano desnuda,
escuchar tantas
historias como
me permitiera
la sabia vida.

104 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Querría ser como son,
las almas
que sin precisar
de lastima,
perdón o Dios,
apuestan por hacer
a otros la vida
un poco mejor,
desde que nace
y hasta que muere,
el que para todos,
es un mismo sol.

A todos los trabajadores y voluntarios que día a día colaboran y


ayudan en mejorar la vida de personas sin hogar o pocos recursos,
y a discapacitados, ancianos y como no, a drogodependientes.

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VOLVERÁ A
SER LO QUE
FUE

Vilma Isabel
PAÑI DAMIAN
Cuenca
El retoño sabe que brotará fecundo, cambiará el humor del alma triste
Ecuador
que lo vea. Cuando su tonalidad se vuelva amarilla penderá del viento
para dormir en el suelo o viajar por extensos parajes de frío o calor.
Cerca o lejos de su consanguinidad volverá a ser lo que fue.

La gota se entusiasma con su viaje terrestre: se engalana con


minúsculos diamantes tallados exclusivamente para su cuello. Sabe
que será el fin de su perfecta silueta, pero le importa más el periplo.
Risueña y presurosa se despide de las demás gotas y salta al vacío. En
la sagacidad de su vuelo, se encuentra con un rayo, éste sonríe sensual
y posa gallardo, intenta seducirla, pero ella no tiene tiempo para
ostentos, le responde con una diminuta sonrisa y vuela, su viaje no
puede parar. La gota sabe que tiene que llegar, mas desconoce el
lugar, quizá aterrice en un riachuelo, en una quebrada o en un charco;
al final volverá a ser lo que fue.

106 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


El sonido vendrá, arreglará todo porque es su don. Dirá que para
saborear mejor necesita un vaso de silencio; apaciguará las tensiones,
si el estado es deplorable incentivará al llanto… descuida, lo hace para
que estés más liviano; luego volverá a ser tu amigo, y posterior al
duelo o festejo, el sonido también volverá a ser lo que fue.

Mis amigos saben sus destinos y lo enfrentan atrevidos…


Yo sé que hoy escribo, mañana locuto, pasado leo y después no sé…
No tengo un camino trazado, es emocionante abandonarse en la
aventura de la vida y dejar que ella me sorprenda.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 107


Academia Literaria de
la Ciudad de México
josé antonio durand
ESTUDIAR
DERECHO

Jésica COBO
AUDREY
México
Estudiar diseño y dedicarme a la pintura como afición, me da
horas y horas de tranquilidad, pero no así a los que me rodean:
invado sus sentidos con solventes, música, desorden y virutas de
distintos materiales, por todas partes. Es necesario cambiar mi
forma de estudio, trabajo y mi desorden.

Y llegó el día. He decidido seguir los consejos de mis mayores,


quienes siempre dicen: “para poder estudiar bien, se debe estudiar
derecho”. En mi caso, por género, debería decir “derecha” o mejor
dicho, por lateralidad, sería estudiar “izquierda”. Bueno, la idea es
hacer un estudio, hecho y derecho, para estudiar correctamente,

108 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


es decir, no me refiero a estudiar la carrera de leyes, aunque hay
muchos zurdos que sí estudian derecho (los menos, pues nos
cuesta mucho trabajo ese tipo de materias).

La solución está en mis manos… He decidido darle una manita de


gato a uno de los cuartitos de atrás de la casa para usarlo como
oficina, despacho, taller o yo qué sé. ¡Manos a la obra!... una mano
de pintura, recolectar por toda la casa objetos de segunda mano,
algunos colaboradores echándome una mano y terminamos
rápido.

Mi amigo me critica diciendo: “ese lugar es un chiquero”, y tiene


razón, no porque esté sucio, sino porque mi espacio es un
verdadero caos: tiene pinceles, lápices, frasquitos, botezotes y
cajitas; hay manchas de pintura en la mesa, el piso y el interruptor
de la luz; todo huele a pinturas y solventes. Yo soy feliz rodeada de
materiales y utensilios para mis pinturas y manualidades. Es un
lugar repleto, donde no cabe ni un objeto más, y por lógica
(especialmente para las visitas derechas), no se puede ni caminar
entre tanto libro y obstáculo, material o trebejo. Ese espacio es
mío, solo mío. Nadie me visita ni yo los invito. De vez en cuando
alguien abre la puerta para notificarme o pedir algo. Ese lugar es
como un sombrero mágico: todo puede salir de él.

Yo me parezco en exceso a ese lugar. Traigo los bolsillos llenos de


ingredientes y herramientas, mi aspecto parece descuidado
porque tengo la ropa adecuada para ensuciarla. Bueno, en
realidad es ropa pintada especial para seguir pintando. Mi piel,
principalmente las manos, también tienen un aspecto
policromado y huelen a solvente, las uñas usan un manicure estilo
Pollock (diestro); mi despeinado cabello usaba un look futurista
con zonas teñidas al acrílico en rojo, azul y verde.

Mi amigo se burla al compararme con otras chicas. Dice que soy la


única rara que sale con polvo de espuma de poliuretano, pegado

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 109


por la estática, hasta en el cabello, y al recibir las flores las arrumba
para mostrar su proyecto en curso, no sin antes criticarlas con un:
“¿para qué compraste eso?, en tres días serán basura, la próxima
vez compra algo que valga la pena”.

Este cuartucho fue mi primera oportunidad para colocar las cosas


a mi gusto y así, sin darme cuenta, crear un mundo zurdo,
poniendo en práctica la ergonomía inconsciente que traemos
como programación interna personal y, sí, un poquito de mis
estudios de ergonomía.

El restirador lo coloqué a modo que la luz de la ventana,


alumbrara desde el lado derecho, como me enseñó mi abuela. Así
mi brazo no me generaba sombra y los instrumentos de dibujo
estaban a mi lado izquierdo, totalmente a la mano. El radio se
encontraba atrás de mí, a la derecha. De ese modo, cuando giraba
mi silla, los controles me quedaban justo a la izquierda.

El área de lectura tenía una lámpara de pie, al lado derecho, y una


pequeña mesita a la izquierda, ideal para colocar un vaso, un lápiz
y otros libros. En el sillón, una mantita y un cojín del lado derecho.
Eso me permitía que mientras mi brazo derecho se recargaba, el
izquierdo manipulaba el libro, el lápiz y el vaso.

Tenía también una mesita a forma de escritorio; esa quedó justo


enfrente de la ventana, entonces la luz natural era ideal, y aunque
de noche mi cuerpo tapaba la luz artificial del foco, podía prender
la lamparita del área de lectura; que para mi fortuna, también le
quedaba del lado derecho. La forma de acomodar mis objetos
sobre ese pequeño escritorio no era planeada; de hecho, creo que
ellos solos buscaban su lugar favorito, pero lo hacían usando el
sentido común, de una forma tan zurda. Por ejemplo:

A los lápices les gustaba quedar a la izquierda, los libros a la


derecha; las herramientas, reglas o gomas elegían estar enfrente y

110 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


a la izquierda, mientras los materiales como botes de pintura,
papeles y adornos preferían estar enfrente a la derecha. La parte
de abajo de esa mesita no tenía cajones, por lo tanto pude
improvisar una pequeña estantería del lado izquierdo.

En aquel entonces yo no tenía computadoras con mouse,


impresoras con escáner o cafeteras obligándome a usar diseños
para diestros, todo era perfecto.

¡Era el lugar más zurdo que uno pudiera imaginar! Por ¡fin tengo
el derecho a ser zurda!

En ese pequeño cuarto pasé horas y horas trabajando y


practicando.

Recuerdo los bocetos de mi mano derecha. Obvio, si mi mano


izquierda dibujaba, pues la otra servía de modelo, como en las
pinturas rupestres, como en la pintura Drawing Hands, de M. C.
Escher; él dibujó dos manos derechas, la deducción es la misma
¡Era zurdo!... ¡El arte nos delata!

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 111


MARIPOSAS DE
OBSIDIANA

María Elena Regresan los guerreros,


SOLÓRZANO C. mariposas de obsidiana.
México
Espumea el chocolate,
la tierra ataviada
con mantos de sonido,
inquietas descienden las manos.

Hay que reinventar la lluvia.


Los papagayos parlotean,
los ruidos el aire enriquecen.

Mientras el atabal percute rojos


y el corazón departe con el aire,
hay que bailar encima del tabaco.

Antes que se marchiten las corolas


y las nubes desciendan volveremos.

En las manos del agua queda el canto.

112 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


POR DEMÁS
ABURRIDO

Ruth PÉREZ Eucario Milfuegos de la Colina y Peñaquebrada, era un muchacho


AGUIRRE vivaz que ansiaba vivir grandes momentos, sin embargo, sus
Mérida, Yuc. padres no le permitían hacer nada fuera de lo usual, porque él era
México el hijo varón de una familia compuesta de siete hermanas y por lo
tanto, el único que podría hacer trascender el apellido ilustre que
llevaban con tanto orgullo desde hacía doscientos años o más.
Valiéndose de lo que fuera, siempre aplacaron sus ansias de ir a
otros pueblos y vivir aventuras.

Ni siquiera el servicio militar le permitieron realizar, por el temor de


que recibiera un mal golpe que lo dejara inútil para cumplir con su
destino.

El muchacho se ahogaba entre las cuatro paredes de la oficinita


donde trabajaba, en el periódico del pueblo propiedad de un tío,
desempeñando una labor que detestaba: debía tener lista una
semblanza, grande o pequeña, según la importancia de las
personas sobresalientes o simples conocidos del también
pequeño poblado, para que llegado el día que la muerte los
sorprendiera a cada uno no perdieran tiempo en recabar los datos
para la nota periodística.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 113


Pero siendo un lugar alejado de la contaminación, donde sólo se
comían productos sanos y frescos es de suponer que la muerte
poco se acordaba de pasar a visitarlos. El joven Eucario escribía y
volvía a escribir diariamente las mismas notas con el pretexto de
pasarlas en limpio, pero con la única finalidad de ejercitar los
dedos y no caerse de la silla de tanto darle vueltas y vueltas
mientras veía pasar alguna mosca.

Por fin, un día, se le ocurrió una brillante idea: crear una intrincada
y escandalosa historia con los datos de cada inocente semblanza y
divertirse a sus anchas. Así, a una persona de conducta intachable
perteneciente a una familia honorable, le creaba una historia que,
de haberla podido leer, los habría hecho saltar de sus cajas
mortuorias. La semblanza, enriquecida con sal y pimienta por
Eucario iba en el siguiente tenor:

El conocido ex alcalde y “rata” del pueblo don Medardo Silvestre,


valuado y reconocido hombre del pueblo no por su trabajo
sirviendo a la comunidad, como fuera su encargo, sino por las
tantas mujeres que tuvo en cada una de las rancherías y ejidos
donde sentaba sus botas, y también por las grandes borracheras
que armaba en las cantinas, siendo la favorita “La última ronda”
donde era el alma de todas las noches. De parranda en parranda
fue celebrado por la gente que lo postuló y apoyó en su puesto
público, porque de esa manera tenían aseguradas todas las
rondas de cerveza o tequila los fines de semana.

Don Medardo fue feliz a lo largo de su vida ya que nunca llegó a


enterarse de lo que su casquivana y archiconocida mujercita, doña
Sinfonea, mejor nombrada por todos los muchachos que
rondaban su casa, como “La Sinfonola”, hacía cada vez que él se
ausentaba de casa, menos aún en esos dos años mientras él se
babeaba en su cama sin poder moverse, atendido únicamente por
la criada que le daba sopa caliente en jeringas, ya que sus hijos se
gastaban en la capital el “capital” que el muy listo nos robó a

114 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


manos llenas…

Un día, para ser más exactos, un sábado por la noche, muere de


verdad don Pompeyo Lodosa del Arenal y Saltamontes, un ilustre
general militar retirado con honores, que había sido mordido por
una víbora. Al periódico le urgía tener la nota de inmediato, antes
del sepelio, para ponerlo junto a su estatua ecuestre, la única en
todo el pueblo, y aprovechar la oportunidad de vender los
ejemplares cuando terminara la misa. Como no eran horas de
oficina, el empleado de guardia fue comisionado a buscar entre
los papeles de Eucario la semblanza de tan ilustre personaje, y
aquella había sido la primera que encontró a la mano. Después de
la misa de cuerpo presente, la multitud empezó a comprar el
periódico; lo que leyeron casi los mata de asombro... El joven salió
huyendo del pueblo, ahora sí, con rumbo desconocido.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 115


Y BIEN, ¿SOBRE
QUÉ ESCRIBO
YO AHORA?

Marina
PRIETO

Igual que a Miguel, el héroe de la narración de Unamuno, le


pidieron un cuento, a Enrique, el protagonista de mi relato,
también le encargaron uno, y se preguntó:

—¿Sobre qué escribo yo ahora?

Pensó primero en crear una ficción de matemáticas, con datos


útiles, y anotó:

—De la gestación a los setenta y cinco años, el corazón ha latido


dos mil setecientos sesenta y siete millones sesenta y cinco mil
veces.

Luego, juzgó que quizá era mejor abordar un tema de biología y


describir los atributos del órgano vital, en lugar de dar cifras
estratosféricas, como, por ejemplo, referir la particularidad de que
es un músculo regulador perfecto que durante la práctica de

116 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


ejercicio puede desarrollar un ritmo irregular aumentando la
presión sanguínea, y bien acondicionado logra bombear en
cincuenta palpitaciones la misma sangre que una persona
sedentaria en más de setenta.

Después, Enrique pretendió elegir un asunto lingüístico, y


desmenuzar los vocablos que le preocupaban a los ochenta y
siete años, y apuntó:

Senilidad: debilitamiento físico e intelectual producido por la vejez.

Vejez: último periodo de la vida humana donde las manías se


acentúan en la ancianidad.

Ancianidad: lapso último de la existencia de una persona longeva.

Longevo: relativo al individuo que ha alcanzado una edad


avanzada en la que se advierte su decadencia física.

Mi personaje, Enrique, garabateaba cada renglón insatisfecho con


sus frases.

—No, meditó, a estas alturas, sería relevante hablar de Historia —y


redactó:

Hace dos mil millones de años, gracias a los extrematolitos


productores de oxígeno, se inició la vida…

Ante este nuevo enunciado disertó en qué si el tiempo había sido


generoso con él, dejándolo vivir mucho para comprender que la
vida pasaba en un momento, o más espléndida era la muerte por
darle la ventaja de más de diecisiete lustros antes de alcanzarlo.
Movió la cabeza descontento y caviló, no, convendría más
conversar de geografía…

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 117


En aquel instante recordó a su padre, natural de Santander, un
lugar situado en la orilla norte de la bahía de la desembocadura
de los ríos Miera y Pisueña, en la comunidad autónoma española
de Cantabria, en Torrelavega… Dos gentilicios le vinieron a la
memoria y los examinó, aunque ambos eran correctos, ¿cuál sería
el apropiado para nombrar a los ahí nacidos?, ¿torrelaveganos o
torrelaveganenses?, y de inmediato, disertó en otras maneras de
llamarlos…

¿Ciudadanos del mar de inmensos tumbos o habitantes de la


epopeya del océano atlántico?

¿Pobladores de estrofas de las olas o moradores del litoral


tormentoso?

Y tanteando las palabras de reminiscencias artísticas decidió al fin


que lo principal era hablar de literatura, porque si le habían
solicitado que escribiera algo en una cuartilla y lo consintió, habría
de hacerlo, sin importar si de tal intento saliera una fábula banal o
una leyenda insignificante o una parábola trivial o una tentativa de
cuento, que, más que cuento, se haya quedado en una mera
divagación de oraciones que sólo alcanzaron a ser un ensayo de
voces, letras que un instante aspiraron ilusas el formar un verso de
algún poema, porque, como citó Unamuno la locución de un
sabio:

—La cuestión es pasar el rato —y enseguida, el escritor añadió a


esa cita una segunda parte —pero sin adquirir compromisos serios,
argumentos en los que Enrique, mi protagonista, estaba
absolutamente de acuerdo.

118 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


REFLEXIONES
SOBRE EL
PLANETA

Francisco
GUTIÉRREZ En las noches, cuando me acuesto, abro mis ojos y miro el cielo
México plagado de estrellas en un azul crepúsculo, que brillan
radiantemente, y lo que veo en muchos años no había visto
nunca, sin embargo, ahí están: mirándome fijamente a los ojos y
sin parpadear reflejan con sus luces multicolores grandes,
medianas y chicas.

De repente veo desprenderse un par de cometas y luego otro y


otros que alumbran el espacio sideral, y así sucesivamente,
apagándose tal vez en la inmensidad del ancho mar, me hace
recordar cuando mis padres me decían: “mira hijo, si ves un par de
cometas desprenderse del cielo es señal de bienestar y
abundancia, en cuestiones de salud y economía”. Sin embargo, al
ver desprenderse dichos cometas, recuerdo lo anterior y de mis
labios apenas pueden musitar palabras de asombro. Tintineando
mis manos por aquel espectáculo de gran inmensidad, profanado
sólo por los astros que pasan cerca y alumbran con sus rayos de
luna y sol, conmueve al mundo que nos rodea y sólo parece que
valgo menos de un punto en el espacio.

Eso que se llama planeta Tierra de agua y fuego, es para bien o


mal de la humanidad, es cierto que el mundo no se acabará

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 119


nunca, pero sólo habrá un límite de todo los seres vivientes que
viven en este globo terráqueo, habremos terminado o en otros
palabras habremos de extinguirnos para siempre de las bondades
del planeta, sino hacemos algo por ella, ya que las constantes
barbaridades que cometemos, haciendo hincapié de las guerras
con sus armas mortíferas, la bomba atómica, ataque químicos, y
como consecuencia en avance tecnológico por el bien o mal de la
humanidad, pero en contra de la ecología mundial. Actualmente
minuto a minuto, día a día el planeta tierra tiende a ser más
caluroso que de costumbre, aunado a la global de árboles, factor
importante del aire que respiramos, además de la fuente de vida
el agua, líquido preciado para los seres vivos.

Cierro los ojos y me digo: es una realidad que vivimos en un


mundo creado por fuerzas superiores abstractas, que
indudablemente fue para bien de todos los seres vivos que
compartimos el planeta. Habría que poner en un sitio de
dimensiones casi divinas para comprender que absolutamente
todos somos capaces de ser más comprensibles para con
nosotros mismos, y ayudar a la coexistencia permanente de la
infinidad de cosas hermosas que no tienen precio, tanto visual
como musicales, naturales o artificiales que llenan al alma y al
corazón, que maximizan el entorno individual y colectivo en
nuestro diario venir y devenir con nuestras acciones y nuestros
semejantes.

120 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


EL TIEMPO
MUEVE LA VIDA

Trici El tiempo para fortuna o desgracia


México nuestra, se mide, abre y cierra puertas

Sergio Galindo

Hipólito Rodríguez recibió unos manuscritos para su revisión y


posterior publicación, uno de ellos hablaba sobre una mujer
llamada María Jiménez, quien al despertar se encontró que era
una niña de cinco años que jugaba en el jardín a la comidita, ahí
arrancaba pasto y con una piedra y agua simulaba hacer salsa.

De repente escuchó una voz que la llamaba del interior de la


cueva que estaba al fondo del jardín, siguió la voz y penetró en lo
más profundo y ahí estaba su perro, amarrado de las patas y
alguien, a quien no lograba ver bien, cortó la cabeza del animal,
para después meter la mano dentro de sus entrañas y arrancarle el
corazón latiendo aún.

Al ver esto, la niña huyó despavorida hacia el interior de la casa


donde su padre la abrazó al verla tan asustada. María relató lo
ocurrido y ambos fueron al interior de la cueva donde de nuevo
apareció una figura deforme y casi imperceptible, quien atrapó a
su papá degollándolo, arrancándole también el corazón, al ver
esto un sentimiento de pánico paralizó a María cuando pudo

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 121


moverse salió despavorida a refugiarse en su casa y contarle a su
madre lo sucedido. La mamá llamó a la policía y encontraron los
dos cadáveres destazados, pero no estaban los dos corazones.

En la mañana velaron a su padre y cuando llegó la noche todos


los ahí presentes vieron cuando una sombra se apropió de los
restos del cadáver y se llevaba el cuerpo destazado. La sala
inmediatamente se vació, Solo quedaron la niña y su madre
quienes sollozaban incontrolablemente.

El personal del velatorio acudió en su auxilio, pero nada pudieron


hacer para recuperar el cuerpo. Después de esto la niña sufría
frecuentes dolores de cabeza e insomnios que produjeron un bajo
rendimiento en la escuela.

La mamá llevó a María a terapia, pero nunca pudo recuperarse


completamente de este trauma. Pasaron los años y la madre
murió víctima de una extraña enfermedad, para entonces María
era una mujer adulta y se quedó a vivir en la casa de sus padres,
con el tiempo sus heridas sanaron, su vida dio un giro hoy ella se
dedica a escribir historias de terror.

Ella siempre piensa: el tiempo mueve la vida.

122 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


ANDARITA

Miguelina
REYES
HERNÁNDEZ
México “¡Maldita sea!” Son las palabras que brotaron no solo de su boca,
sino del fondo de su alma. Las botas de cuero con punta de metal,
arremetían sin piedad contra las piedras que se atravesaban en su
camino. ¡Como si ellas tuvieran la culpa de sus desgracias! Pero
pal´ caso, era lo mismo. Por fin detuvo su caminar en un valle
escampado de la alfombrada llanura, entre laderas y planicies
rodeadas de montañas andinas, que invitaba a tomar un remanso
de paz. Allí se quedó, arrobado con el verde pajizo del llano,
escuchando la voz del silencio que le inyectaba un poco de
sosiego a su atormentada alma. Sacó de su morral unas hojas y un
lápiz, y empezó a garabatear unos versos. No se le daba muy bien
eso de la escritura, pero en tardes ambarinas, como esta, le llegaba
de pronto la inspiración y es cuando escribía algunas estrofas
pinceladas con un tinte de dolor, de ausencias, y de nostalgias. Ese
era el sello de su escritura.

De pronto descubrió a lo lejos la figura de una mujer ataviada con


ropas en tonos guinda, y un sombrero de palma con listón
amarillo, que pastoreaba una decena de llamas aborregadas,
quienes plácidamente engullían la yerba que encontraban a su
paso. Luis se quedó un tanto sorprendido, este era su refugio, su
lugar donde acudía periódicamente para acomodar sus

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 123


pensamientos, por lo que la presencia de esta mujer lo inquietó.

Avanzó un poco para verla de cerca, hasta que estuvo lo suficiente


para percatarse que se trataba de una joven, ¡Casi una niña!
Cuando estuvo lo más cerca posible, le hablo:

¡Hey! Tú, ¿cómo te llamas? fue el momento en que ella volteó


a verlo, y Luis quedó sorprendido ante la belleza de la joven
pastora. Sus ojos grises contrastaban con el tono guinda de su
rebozo; el cabello negro, trenzado, como ala de cóndor, despedía
un aroma de cedro o jazmín; no lo podría definir. Tratando de
hacer plática con ella, insistió:

¡Hola!, me llamo Luis, Luis Pardo: pero me dicen bandolero.


arreando su rebaño de llamas ella sonrió, y continuó su camino
arreando su rebaño.

¡Hey! ¿No me vas a decir tu nombre, por lo menos? sin


contestar, la joven pastora se perdió entre la tarde plomiza y
recovecos de la llanura.

Esa noche, Luis no pudo conciliar el sueño; la imagen de la joven


se insinuaba en su atolondrada cabeza. Tratando de encontrarle
un nombre, comento en voz baja: “¡Ya sé! La llamare Andarita,
como la flor silvestre que crece por estos rumbos”.

Al día siguiente regresó con la esperanza de verla de nuevo; y sí,


allí estaba, recargada sobre una enorme roca, observando cómo
su rebaño de llamas engullían con el apetito de una podadora,
todo el pasto que encontraban a su paso. Luis se acercó,
cauteloso, hasta que estuvo cerca le dijo:

¡Mira!, encontré estas flores del camino que hacen juego


contigo: extendiendo un ramo de flores silvestres, de nombre
andaritas, se las entregó.

124 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


La joven sonrió a través de la mirada, tomo las flores, y le dijo:

Me gusta el nombre. a partir de ese día y el tiempo que


permanecieron juntos, él siempre la llamo así: Andarita. Por fin la
vida le recompensaba entregándole la oportunidad de ser feliz de
nuevo al lado de esa hermosa mujer con la que vivió el verdadero
amor. Ese que solo llega una vez en la vida.

Sin embargo, el destino adverso que lo persiguió siempre, le clavó


la última estocada. Una noche de invierno, cuando su amada
Andarita daba a luz a su primogénito, la muerte se llevó a ambos.

Todos los que había amado estaban muertos. Solo entonces


comprendió que esta dama misteriosa, vestida de negro, siempre
había caminado a su lado sin tomarle la mano. Desde entonces
decidió buscarla en cada evento de su azarosa vida. Hasta que un
día la encontró en los casquillos de unas balas y sonriendo le
tomó la mano. Al fin se pudo reunir, en el más allá, con todos
aquellos que le fueron arrebatados de forma violenta. En especial,
su amada Andarita.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 125


josé álvarez di stasio

INTRODUCCIÓN

Equipo
URUGUAY de
“En sentido
figurado”

Estimados lectores:

Nuestra sección “Desde el taller” está entrando en su tercer año de


existencia con renovadas fuerzas y el entusiasmo de siempre.

Por lo tanto, la sección continuará publicando los trabajos literarios


de los integrantes de los más de cien talleres que existen en
Uruguay, donde se desarrollan más de mil escritores.

Hemos decidido encarar, desde este año, un nuevo desafío y nos

126 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


hemos propuesto presentar a ustedes en nuevos formatos los
materiales literarios que se elaboran en el seno de los Talleres de
nuestro pequeño país.

Hasta el momento hemos publicado en cada edición trabajos de


varios integrantes de un mismo Taller. El protagonista era el Taller
a través de los trabajos de sus integrantes. En el futuro, pasará a
ser protagonista el escritor y su estilo creativo.

A título de ejemplo, habrá ediciones destinadas a publicar cuentos


fantásticos, cuentos de humor, narraciones, cartas de amor, poesía,
y otros géneros literarios.

Alguna edición estará pensada en darles una segunda


oportunidad a aquellos talleres que, debido a su gran número de
integrantes, se vieron perjudicados al no ser posible publicar la
totalidad de los trabajos presentados, teniendo en cuenta el
espacio con el que contamos.

En otras ediciones, celebrando algún acontecimiento relacionado


con los grandes de la literatura uruguaya, los homenajearemos,
presentando trabajos inspirados en lo que nos han dejado en su
paso por este, nuestro mundo.

Continuaremos contando con las correcciones de Miriam Arévalo


Santana y los comentarios y reseñas de María Esther López.

Imagen:
“Sol de Piscis”, de Carlos Páez Vilaro

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 127


LA TACITA DE
BORDE AZUL

Delia
GARCÍA*
Uruguay

Es el lugar más sorprendente y hermoso de la casa, con sus


estantes de madera y botellitas multicolores cuidadosamente
etiquetadas. Sobre la mesa de roble ovalada se encuentran
pequeñas bandejas de cerámica con olorosos pétalos, frascos con
aceites esenciales, varios morteros de mármol, ramilletes de
plantas aromáticas, hojas de pino, eucaliptus y laurel. De las
paredes de ladrillo a la vista cuelgan cacerolas de bronce, canastos
con flores secas y mazorcas de maíz con sus chalas y granos
coloridos. Por la gran ventana que da al jardín, se ven los canteros
repletos de plantas y flores. Es una vista excitante, provocadora,
intensa.

Este es el mundo de la tía Clara. Desde pequeña, su amor por las


plantas estuvo de manifiesto.

Nos decía: —Tienen alma. Cuando sus pétalos caen, como una
gota su alma se evapora, sube al cielo. Se puede ver cuando el sol
sale o se oculta, dando lugar a esos maravillosos resplandores.

Ella impuso en la familia el ritual ante los acontecimientos como


bodas, nacimientos, primeras menstruaciones o mal de amores.

128 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Luego de una charla con sus plantas preparaba la infusión
adecuada. Colocaba en su tacita de porcelana, con borde azul,
pétalos de rosa, esencia de azahar, miel, aceite de manzanilla… La
cubría con un fino tul, dejándola al sereno, a la luz de la luna. Al
otro día, luego de machacada y filtrada, la mezcla se transformaba
en un bálsamo fragante, dulce, purificador; una caricia a la piel o al
alma.

Conectada con la maravilla de la naturaleza exploraba sabores


insólitos.

Pétalos de rosa, violetas, jazmín, lavanda, macerados en alcohol;


limones, naranjas, nísperos…

Lograba colores y sabores mágicos.

Un duende, en un mundo alucinante y embriagador.

Puedo asegurar que la vi en una nube verde manzana flotando


rumbo al atardecer.

De su tacita de borde azul, salieron mariposas multicolores con


gotas perfumadas.

*Taller Literario El árbol de los búhos, Montevideo.

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 129


INSTANTE

María Esther Livianas como plumas golpean las palabras


LÓPEZ* en estrépito dulce mi lengua silenciará
Uruguay los ayes murmurados en recónditos pliegues
Dulces deseos clamorosos dolores
arrancan a la noche éxtasis supremos
abrazos húmedos exprimiendo
altísimos recodos eternos y sacros
plenitud total
Extenuada única en nos palpita la Vida
la Muerte
momento creador, infinito
El corazón sostiene eterno cáliz vital
sacramento carnal en el que muero
magnífico instante
Sepulcro
tu mar me inunda socava y deposita
en la cercana orilla del Silencio.

*Taller-Letras-del-2019, Canelones-Uruguay

130 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


UNA CIUDAD
CON VISTA AL
MAR

Rubén
CENDÁN* Los dos paraísos y el palo borracho fueron el marco de mi infancia,
Uruguay extrañas especies que no encajaban dentro del barrio. Éste tenía
aroma de eucaliptus con recuerdos de campo, barro y olla. Las
fábulas se van disparando con la moña blanca, ondas lejanas que
llegan a una radio a válvulas que replica: CX1 Canadá París, el
colegio Pío es testigo.

El cruce de caminos deja atrás el niño que fui. En esa despedida, la


valija se llena con olor a barrio. Llegarán los días en que los árboles
renovarán su follaje, abriré la ventana y el mar entrará.

Será el turno de amores y desamores, milonga de pelo largo en la


radio que ayer sonaba rebelde y hoy es nostalgia.

Fue amor a primera vista, mi querida Montevideo, aquella que late


con vista al mar.

*Taller Grafo, Montevideo-Uruguay

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 131


PUNTO DE
VISTA; ÉL, ELLA
Y EL
MANICERO

Victoria Hace años que no vengo a esta plaza. Es muy sombría en esta
CARDOZZO* época. No estoy para ir a un bar. Y todo porque el escribano me
Uruguay cambió al toque la hora para atenderme.

Aquel banco con morocha incluida, no está mal. Trataré ser


amablemente claro. Está escuchando música y hay algunas
loquitas a las que no les gusta que se las interrumpa. ¡Adelante
con fe!

-o-o-o-

¿Me quito los auriculares o hago como que no lo oigo? Es obvio


que se sentó aquí por mí. Cierto que este banco es el más
soleado. ¿Quién soy yo para decirle que no moleste? Este break
diario siempre me viene bien. ¿Por qué no agregarle este plus en
jeans?

-o-o-o-

Bueno… Bueno… A esta gurisa la tengo vista desde que empezó el


invierno. Día de sol, ella sentadita ahí, solita con la viandita y
enchufada.

132 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


Hoy la cosa pinta otra. Llegó, se sentó en el banco de siempre,
revolvió la cartera y se enchufó. Ahí apareció el pinta, flaquito,
prolijo. Había otros bancos disponibles. A esta hora no cae gente a
la placita. Pero él se plantó al lado de ella. La encara de pesado.
Ella se desenchufa para contestarle.

¡Y sigue la conversa! ¿De qué hablan? Me da curiosidad. Parece


que el asunto marcha.

¡Qué mala suerte! ¡Viene una vieja a comprar maníes y me pierdo


el final! ¡Pah! Estoy como en las novelas de la tele.

*Taller El Ejido, Montevideo-Uruguay

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 133


BUENOS
AIRES

Graciela
IRIART* Qué linda estás Buenos Aires, siempre agitada y de prisa.
Uruguay El Plata es tu reflejo, el Riachuelo tu brisa.
Caminan los estudiantes, llevan frescura en sus risas.
Medias lunas y café comparten en una esquina.

Horizontes de cemento, veredas de tango y pizza.


Por tus calles empedradas va la gente distraída.
Vidrieras y luminarias luce radiante Florida.
Las porteñas taconeando, comprando en las galerías.

A la sombra de una plaza, trabajadores reunidos


colectiveros, taxistas, en La Boca o en Retiro
conversan fuman se ríen descansando distendidos.

Un vagabundo va triste vistiendo ropa raída


pide limosna con manos de eterna melancolía.
Cuerpo y alma en harapos, triste cobija el destino.

*Taller Literario Pan de palabras, Montevideo-Uruguay

134 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


VIDAS

Delma Ir
PERDOMO* traspasando puertas las distintas edades
Uruguay ir
dejando jirones en cada umbral
en cada quicio donde aguarda el azahar
Avanzar
urdiendo sutil la telaraña
que me envuelve y te envuelve
infinita es la red que nos contiene
hilazón invisible que se tensa y se ablanda
con el roce, al calor de tu mano y mi mano
con el ir de mi pie – vanguardia o retaguardia-
en el filo fugaz de la mirada
Confundo
velos encajes sedas burdo lienzo de vela
flotando en alta mar red marinera
que atrapa o burla el pez
empujando – implorando - el sol de cada día
vos y yo – irrepetibles – aquí y en todas partes
hasta el último umbral.

*Taller Letra por Letra, Montevideo-Uruguay

en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020 135


CUMPARSITO
EN LA
OSCURIDAD

Teresa DÍAZ*
Uruguay Tenía un ave azul en jaula de oro,
azul de mar y cielo su plumaje
regalo tuyo como los que adoro.

Una tarde llegó raudo un carruaje,


aroma bruno, caldo de veneno,
cambió el ave, el azul y mi paisaje.

La noche desangrada por un trueno


con miedos infantiles se estremece
y un vuelo la rodea, de gris pleno.

El pájaro de azul desaparece


las manos ya gotean sangre mía
y así la oscuridad muda, florece.

Fue un cuervo negro, siempre, que comía


los ojos con los que yo te quería.

*Taller Literario Poietai, Maldonado-Uruguay

136 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020


carlos hidalgo Villalba

DOLOR Y
GLORIA

Carlos
HIDALGO
VILLALBA
España.
2020
“Empecé a conocer mi cuerpo
a través del dolor y las enfermedades.
Pronto descubrí que mi cabeza
y lo que había dentro de ella,
además de ser fuente de
placer y conocimiento,
entrañaba infinitas posibilidades de dolor”

Salvador Mallo

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Dolor y gloria es una película escrita y dirigida por Pedro
Almodóvar, quien asegura que supone el cierre de una trilogía de
la que también forman parte La ley del deseo (1987) y La mala
educación (2004).

La cinta ha sido elegida como la mejor película de 2019 por la


revista Time, siendo seleccionada en la categoría de mejor película
internacional en la 92ª edición de los Premios Oscar, ganando
además 7 “cabezones” en la reciente edición de los Goya.

No hay director que no sienta, en algún momento de su vida y su


carrera, la necesidad de exteriorizar su propia historia, sus
influencias y las experiencias que lo convirtieron en lo que es, de
manera consciente o no.

A pesar de que el director manchego lo ha ido haciendo con


destellos a lo largo de casi toda su filmografía, ninguna de sus
películas es tan personal como esta.

El film narra la historia de Salvador Mallo (Antonio Banderas), un


reconocido y aclamado realizador cinematográfico que, debido a
varias dolencias físicas y psicológicas, no siente los impulsos de
volver a plantarse detrás de las cámaras por el momento.

Salvador, quien ha conocido la gloria en el pasado, hoy se


encuentra prácticamente retirado, debido a un insoportable dolor
de espalda y cabeza que lo han sumido, además, en una profunda
depresión, inmovilizándolo en el más amplio de los sentidos.

Sus días pasan en soledad y oscuridad (para combatir las


migrañas), pero también en retrospección, cuando los recuerdos
de la infancia y la juventud le van llegando desordenados para
acompañarlo.

Así, con continuos flashbacks vamos descubriendo pasajes de su

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niñez, la relación con su madre Jacinta (Penélope Cruz), su
acercamiento y enamoramiento por el mundo del cine y su
habilidad para la música, la escritura y la pintura.

A partir de la presentación en la Filmoteca de Madrid de una copia


restaurada de Sabor, un film suyo rodado 32 años atrás y
revalorizado como un clásico, se reencuentra con Alberto Crespo
(Asier Etxeandia), a quien no había visto desde el demencial y
confuso rodaje.

El reencuentro sorprende tanto a Salvador como a Alberto,


abriendo heridas y rencores del pasado.

A pesar de las viejas rencillas, ambos empiezan a compartir un


proyecto laboral, como lo es un monólogo escrito por Salvador
que Alberto monta solo en un pequeño teatro, así como también
el uso de heroína para mitigar el dolor en un intento de
desconectarse de la realidad, intentando anestesiarse por todos
los medios.

La película tiene mucha carga psicológica, como es frecuente en


todas las producciones del director.

El cineasta es ya conocido por la crudeza con la que trata los


temas en los que se basan las historias de sus films, y con esta
película, ha seguido la misma línea, pues se adentra en la vida,
alma y cuerpo de Salvador con una crisis vital brutal.

Salvador se enfrenta a varias pérdidas significativas en su vida,


pues ha perdido a una pareja sentimental importante para él, a su
madre y su salud con el paso de los años; una serie de duelos a los
que tiene que hacer frente atrapado en un cuerpo que no le
acompaña.

Para intentar superar una situación de tal envergadura el ser

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humano dispone de diversas técnicas de afrontamiento.

Las estrategias de afrontamiento de una persona pueden dividirse


en cuatro tipos: cognitivas, emocionales, somáticas y
conductuales.

Una estrategia de afrontamiento no es sino un ajuste que


realizamos en nuestra personalidad, un esquema que hemos
aprendido, fundamentalmente durante nuestra niñez, y que
activamos cuando nos encontramos ante situaciones estresantes
o frustrantes.

El principal objetivo de las estrategias de afrontamiento consiste


en protegernos del dolor y permitirnos encontrar una vía para
solucionar el problema sin que salgamos demasiado dañados a
nivel emocional.

Con el paso del tiempo, estas estrategias se van integrando en


nuestra personalidad, lo que dará lugar a ciertas peculiaridades en
nuestra persona que acabará determinando las relaciones
afectivas que tendremos en el futuro.

De esta manera, lo que era una estrategia de afrontamiento ante


un problema, un simple mecanismo para protegernos en un
momento de la vida en el cual nos sentíamos particularmente
débiles e indefensos, puede llegar a convertirse en una
característica estable que determina nuestras relaciones con los
demás o incluso la valoración que realizamos de nosotros mismos.

Es decir, las estrategias de afrontamiento son un mecanismo de


adaptación, pues en el momento en el cual las aprendimos, nos
ayudaron a afrontar una situación.

El problema está en que estos mecanismos de adaptación pueden


volverse en nuestra contra pues, a veces, nos encontramos con

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que las estrategias de afrontamiento a pesar de que cumplan con
su función, pueden hacernos daño como cuando afrontamos la
ansiedad comiendo en exceso o el dolor con el uso de drogas.

Otras veces ocurre que a medida que avanzamos en la vida,


algunos de estas estrategias de afrontamiento dejan de ser
funcionales o el coste de utilizarlas es demasiado alto.

La coraza protectora que quizás nos sirvió en su día como


protección ante un desamor, puede convertirse en una pesada
mochila que nos impida conocer a nadie mas. De esta forma,
algunas estrategias de afrontamiento adquiridas en la infancia y
fijadas durante la adolescencia y la juventud, pueden convertirse
en lastre para nuestro crecimiento y bienestar.

Para poder afrontar los problemas con eficacia tenemos que


aprender a ser flexibles y adaptarnos a las situaciones que se nos
van presentando en nuestra vida, tenemos que estar dispuestos a
cambiar.

No se trata de quedarnos sin recursos, sino de sustituir las


estrategias de afrontamiento que ya no resultan eficaces por otras
más útiles.

En Salvador, se reconocen estrategias de afrontamiento como es


el uso que hace de la medicación, así como de las drogas, que
muestran una clara función de desconexión. Son potentes
anestésicos y somníferos que le ayudan a evadirse de su dolor.

Otra estrategia de afrontamiento del protagonista es dar rienda


suelta a su creatividad a través de la escritura o la filmación de
películas. El ejercicio de la escritura, de plasmar en diferentes
formatos su mundo interior, tendría en él una función sobre todo
de conexión, de mirarlo de frente, sin huidas, mientras se pelea
con sus recuerdos.

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En definitiva, y como el propio director dijo, esta película es una
especie de “autoficción”, un relato que va mezclando hechos
reales y ficticios, creando un hermoso entramado, difícil de
desenmarañar por su complicada estructura de tiempos
superpuestos.

Dolor y gloria es una historia emotiva e intimista a la vez, donde se


abordan cuestiones como el dolor, la vejez, las contradicciones
internas, los miedos, las angustias y los traumas de las personas
cuando se dan los primeros indicios de la vejez.

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ángel gonzález gonzález

GALERIA DE Muestra de:


POESÍA VISUAL toni prat
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144 en sentido figurado. revista literaria. año 13 num 3 mar/abr 2020
“Transmitir mis pensamientos con el objetivo de que sean percibidos
por el otro tal cual yo los pienso y en la forma más condensada
posible, sólo me lo permite la poesía visual.”

toni prat
(Barcelona, 1952)

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