Está en la página 1de 8

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Experimental de la Gran Caracas (UNEXCA)

JOSEFA SÁNCHEZ

Docente: Elaborado por:


Prof. T.S.U Wilmer Sotelo CI.:13.158.700

Caracas, noviembre de 2020


INTRODUCCIÓN

Venezuela es un país que guarda mucha historia tanto en sus acontecimientos


como en las medidas de sanción que fueron tomadas para dar a respetar las
directrices ya establecidas, el simple hecho de apoyar o participar en algún
movimiento con el propósito de un levantamiento de rebelión era penado con
encarcelamiento o hasta la muerte. El tribunal amenazaba con castigos a quienes
ocultaran a los responsables de la circulación de panfletos y hasta ofrecía
recompensas quienes denunciaran a los comprometidos.
En este caso daremos a conocer quien fue la heroína venezolana Josefa
Sánchez oriunda de la Guaira mujer rebelde y aguerrida, quien junto a su esposo
alzaron sus voces en pro a la igualdad social, defendiendo los derechos de los
más humildes y vulnerables, trayendo consigo un destino crucial, ya que fue
condenada a casi 9 años de prisión y su esposo el militar José María España fue
asesinado por las autoridades venezolanas quienes colgaron su cadáver como
señal de advertencia para los demás conspiradores.
JOSEFA SANCHEZ
La Heroína Independentista

La historia de la emancipación venezolana trae pocos nombres de mujeres


célebres. Los historiadores parece se han preocupado poco por llevar a sus
páginas los hechos de las mujeres venezolanas que sacrificando comodidades,
bienes y hasta la vida misma, se dieron en sacrificio inigualable a la causa de la
libertad patria. Una de ellas es la esposa del primer mártir de la emancipación
venezolana, Josefa Joaquina Sánchez.

En busca de datos sobre su gesto emancipador, sobre su sacrificio que hasta hoy
ha permanecido inédito, nos hemos remontado a los tiempos coloniales; a esos
oscuros tiempos de explotación y de trabajo en que toda tentativa de libertad era
cruelmente reprimida; en que el trato a los naturales aún por los mismos curas
doctrineros que ocupaban a los indios e indias pequeñas en desmotar algodón
"desde que sale el sol hasta que se pone", era algo que estaba fuera de los límites
que prescribe la razón.

Josefa Joaquina Sánchez Bastidas, nació el 18 de octubre de 1765 en el puerto


de La Guaira, Venezuela, hija de legítima de Joaquín Sánchez y Doña Juana
Bastidas.
En la Iglesia de San Juan de Dios existe hoy un documento que, copiado a la
letra que dice que El 27 de julio de 1783 contrajo matrimonio con el militar y
político venezolano José María España, con quien tuvo ocho hijos: Bernandino
María, Germana María, Valentina Soledad, Francisca Josefa, José María Eufemio,
Prudencio José, Cosme Damián y José Asunción.

Fueron sus padrinos de boda Don Agustín Rodríguez y Doña Cándida Antonia
Monascal.

Junto a su esposo, se involucró en la Conspiración de Gual y España que tenía


como propósito levantar a la población venezolana en armas para liberarse del
yugo español. Sánchez fue la encargada de copiar los documentos del movimiento
revolucionario y de confeccionar las banderas que usarían los revolucionarios.
Debido a ello, se la considera como la «bordadora de la primera bandera de
Venezuela».
Joaquina Sánchez era mujer de carácter fuerte que sabía hacer frente a las
vicisitudes de la vida; había adquirido conciencia de lucha al lado de su esposo y
en el trato constante de los primeros revolucionarios que lucharon por nuestra
independencia.
Entregada a la tranquilidad hogareña, viviendo la vida mansa de los tiempos
coloniales entre los deberes del hogar y los de la iglesia, único punto de reunión
de las mujeres de la Colonia en aquellos tiempos oscuros y dramáticos, Josefa
comenzó a hacer su obra de libertad al lado de su compañero y de sus hijos,
levantando una familia honorable con toda su responsabilidad maternal, y
solidarizándose al mismo tiempo con su compañero en sus luchas emancipadoras.
Desde aquellos tiempos posteriores Josefa comenzó a vivir una vida de
inquietudes cuando el compañero se retrasaba más de lo convenido en el regreso
al hogar; o cuando le miraba partir de noche por la Quebrada del Vigía para asistir
a las reuniones clandestinas de las cuales era alma y nervio.
Lucha revolucionaria
El movimiento revolucionario de carácter a la vez proindependentista y social,
organizado en la Guaira y Caracas en 1797. Es conocido en la historia como la
Conspiración de Gual y España por los apellidos de sus principales dirigentes, los
venezolanos Manuel Gual y José María España.
Manuel Gual, con su visión redentora tuvo el honor de diseñar la bandera del
movimiento emancipador, el más completo de los organizados en Venezuela, con
más de noventa personas comprometidas entre ellos: comerciantes, abogados,
artesanos, ingenieros militares, cabos y soldados, entre otros.
Josefa fue reconocida como “La Bordadora” al realizar con sus finas manos la
enseña cuatricolor representando en los colores: Amarillo, azul, rojo y blanco, a
Caracas, Maracaibo, Cumaná y Guayana, provincias a liberar; cuatro estrellas
simbolizando a: Los blancos, negros, indios y pardos, como también los cuatro
derechos del hombre: libertad, igualdad, propiedad y seguridad.
Dicha conspiración tenía como objetivos y finalidad liberar a Venezuela del
colonialismo del Imperio Español, y aniquilar todo el abuso sobre la fuerza de
trabajo, la esclavitud y todo a lo que estuvo sometido bajo el dominio español
durante este periodo. Dichos acontecimientos forjó los hechos del 19 de abril de
1810.
La ejecución del movimiento estaba prevista para el mes de enero de 1798,
pero una delación de un mulato barbero cuando escuchó al comerciante Manuel
Montesinos decir «ya somos todos libres», informó el 13 de julio de 1797 a las
autoridades realistas de La Guaira. José María y Gual son alertados por Doña
Isabel Gómez, madre de Manuel Piar; trasladándose rápidamente hacia Curazao
para seguir a Trinidad; por sus cabezas ofrecían las autoridades españolas seis
mil pesos. Josefa Joaquina a través de personas de confianza le envía a su
esposo cartas donde le informaba sobre la situación política en Caracas y La
Guaira.
España regresando un año después y ocultado en su casa, donde siguió
desarrollando sus ideas revolucionarias. Pero su escondite fue delatado, y es
capturado la noche del 29 de abril de 1799, sometido a juicio, se le condenó a
muerte por conspirador, sedicioso y traidor.
Días antes había sido interrogada por las autoridades su esposa, Doña
Joaquina en vista de la acusación que acababa de hacer el negro esclavo Rafael
España quien confesó que su ama le había dicho que "indujera a los demás
negros de sus Hacienda e inmediatas a que se levantasen y vengan para La
Guaira", en contra de las autoridades españolas.
Joaquina, demostrando su entereza de carácter y aparentando tranquilidad
contesta las preguntas que le hacen y dice que desconoce el paradero de su
esposo, de quien "apenas si ha recibido una carta" y que ignora igualmente donde
está Don Manuel Gual y su hermano Domingo Sánchez. Cuando la interrogan
sobre el negro Rafael España responde que tiene por lo menos unos tres meses
que no habla con el esclavo, que con ella viven solamente sus hijos y la india de
servicio María Josefa Rufina. Pero las autoridades tenían constancia que Doña
Joaquina había mandado al negro Rafael España a levantar las peonanadas de
las haciendas vecinas de La Guaira en un esfuerzo desesperado por levantar la
bandera de la libertad caída de las manos de su esposo; también tenían
conocimiento de que ella sabía del escondite de su esposo, ya que su estado de
gravidez era notorio.
Cuando le preguntaron el por qué estaba embarazada si no sabía de su
esposo, ella, armándose de valor para salvarlo, responde "y acaso no hay en el
mundo otro hombre que José María España?". Doña Joaquina Sánchez en
gestación de su último hijo, arriesgando su honor de esposa para salvar al padre
de sus hijos.
Josefa al no delatar la ubicación de su esposo, el 30 de marzo de 1799, es
remitida a la Casa de la Misericordia, hoy Parque Carabobo, donde sufriría ocho
años y diez meses de prisión sin ver a sus hijos y sus bienes confiscados.
Siendo prisionera el 8 de mayo de 1799, se entera que su esposo había sido
apresado, torturado, ahorcado y decapitado en la Plaza Mayor de Caracas (hoy
Plaza Bolívar) por españoles sanguinarios.
A la prisión entró embarazada y el 15 de agosto de 1799, debido a los actos de
tortura y penuria de los cuales fue víctima, perdió a su hijo.
Una vez cumplida su condena, en junio de 1808, fue desterrada a Cumaná
junto con sus hijos y se le prohíbe regresar a la Guaira o Caracas, a donde
finalmente volvió cuando se producen los hechos del 19 de abril de 1810.
Su gran alegría fue ver a sus dos hijos como cadetes, recibir de manos del
Generalísimo Francisco de Miranda la gloriosa bandera tricolor para izarla por
primera vez en la nueva República. En el mismo lugar en donde los barbaros
habían destrozado a su marido, el hombre más honorable y gentil de su época,
quien no había asesinado a nadie o causado daño a la infame corona en sus
bienes.
Josefa Sánchez muere en Cumana el 7 de abril de 1813 a la edad de 47 años.
CONCLUSIÓN

El heroísmo de esta mujer sobrepasa todos los parámetros de devoción,


activismo y patriotismo que se pueda imaginar. Una heroína a quien no le importo
colocar en riesgo su vida pero jamás abandono la causa que desde un principio
había estableció en compañía de su esposo y Gual.
Cabe destacar que en la Guaira es donde se produce el primer grito de
independencia democrática e incluyente de todo el continente americano.

También podría gustarte