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LA ORACIÓN

INTRODUCCIÓN
Las Escrituras nos aconsejan: “Orad sin cesar”. Esto no significa que hemos de pasar todo el día de rodillas en
oración formal. Sí significa que debemos vivir y servir a nuestro Señor en la atmósfera de la oración. La oración
es el canal de comunicación entre nosotros y Dios. Dios nos habla por medio de su Palabra, nosotros le
respondemos por medio de la oración, y él siempre nos escucha. No podemos cansarlo o abrumarlo con las
palabras de nuestro corazón. Vivimos en tiempos difíciles. Los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor
exigen que cada seguidor de Cristo mantenga fervientemente su relación con Dios. Para fortalecer esta relación
y satisfacer nuestras necesidades emocionales y espirituales, debemos aprender el poder de la oración. Como los
discípulos de antaño, debemos rogarle al Señor: “Enséñanos a orar”
Nuestro enfoque este año es orar por la transformación.

● Orar, alabando y agradeciendo a Dios


● Orar por arrepentimiento, perdón y purificación
● Orar por una relación más íntima con Dios
● Orar por una fe más profunda
● Orar por el poder transformador del Espíritu Santo
● Orar por un cambio de mentalidad y actitud
● Orar por un cambio de carácter
● Orar por los demás, por su salvación y transformación. Como agentes de Dios, orar por formas de suplir sus
necesidades y guiarlos a Jesús.
● Orar por los miembros de tu familia y tu familia extendida
● Orar por tus amigos y vecinos
● Orar por los miembros y líderes de tu iglesia local
● Orar por tu país y sus líderes
● Orar por los miembros de la iglesia y los líderes de tu división y la iglesia mundial

1. LA ORACIÓN Y LA ALABANZA: En las reuniones de adoración, nuestras voces deben expresar


por la oración y alabanza nuestra adoración al Padre celestial, a fin de que todos puedan saber que
adoramos a Dios con sencillez y verdad, y en la belleza de la santidad. Alzásemos nuestras voces para
alabar a nuestro Dios. Himno Inicial – Guerrera de oración

2. LAS PROMESAS DE DIOS Y LA ORACIÓN: Únanse los hermanos en ayuno y oración para
obtener la sabiduría que Dios ha prometido que supliría. El Señor nos ha dado la promesa busquemos en
nuestra biblia Juan 15:7: Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que queréis, y os será hecho”. Presentad esta promesa cuando oráis.

3. DIOS NOS INVITA A ORAR: El Señor nos da el privilegio de buscarlo en forma individual en
oración ferviente, o de descargar el alma ante él, sin ocultar nada. Son pocos los que aprecian o
aprovechan debidamente el precioso privilegio de la oración. Debemos ir a Jesús y explicarle todas
nuestras necesidades. Los invito a que de rodilla oremos

4. ORACIÓN Y REAVIVAMIENTO: Hoy existe la necesidad de un reavivamiento tal de una genuina


religión del corazón como lo experimentó el antiguo Israel. Igual que ellos, necesitamos llevar frutos de
arrepentimiento: apartarnos del pecado, limpiar la inmundicia del templo del corazón, para que Jesús
reine en él. Existe la necesidad de la oración—oración ferviente y eficaz. Canto Especial

5. LA ORACIÓN DIARIA: Si queremos desarrollar un carácter que Dios pueda aceptar, debemos
formar hábitos correctos en nuestra vida religiosa. La oración diaria es tan esencial para el crecimiento
en la gracia y aun para la misma vida espiritual, como el alimento temporal lo es para el bienestar físico.
Deberíamos acostumbrarnos a elevar con frecuencia los pensamientos a Dios en oración.

6. LA ORACIÓN PRIVADA: La oración secreta es muy importante; en la soledad el alma comparece


desnuda ante el ojo escrutador de Dios, y se examina todo motivo. ¡La oración secreta! ¡Cuán preciosa
es! ¡El alma en comunión con Dios!

7. LA ORACIÓN EN EL CÍRCULO DEL HOGAR: Dios debe ser honrado en todo hogar cristiano con
los sacrificios matutinos y vespertinos de oración y alabanza. Debe enseñarse a los niños a respetar y a
reverenciar la hora de oración. Es deber de los padres cristianos levantar mañana y noche, por oración
ferviente y fe perseverante, un cerco en derredor de sus hijos.
Oración En parejas

8. LA ORACIÓN POR LOS ENFERMOS: El Salvador quiere que alentemos a los enfermos, a los
desesperados y a los afligidos para que confíen firmemente en su fuerza. Mediante la oración y la fe.
Debieran orar por los enfermos y hacer todo lo posible para aliviar sus sufrimientos.

9. LA ORACIÓN PIDIENDO PERDÓN: Tan pronto como un hijo de Dios se acerca al propiciatorio,
llega a ser cliente del gran Abogado. Cuando pronuncia su primera expresión de penitencia y súplica de
perdón, Cristo acepta su caso y lo hace suyo, presentando la súplica ante su Padre como su propia
súplica e intercede por el perdón.

10. LA ORACIÓN INTERCESORA: Todos formamos parte del gran tejido de la humanidad; todos
somos miembros de una sola familia. En nuestras peticiones hemos de incluir a nuestros prójimos tanto
como a nosotros mismos. Nadie ora como es debido si solamente pide bendiciones para sí mismo. Al
procurar ganar a otros para Cristo, llevando la preocupación por las almas en nuestras oraciones, Oren
con ellos y por ellos, y nuestra vida cristiana toda será más real, más ferviente, más llena de oración.
.
11. LA ORACIÓN EN LOS ÚLTIMOS DÍAS: Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan
requieren una fe capaz de soportar el cansancio, la demora y el hambre, una fe que no desmaye a pesar
de las pruebas más duras. El tiempo de gracia les es concedido a todos a fin de que se preparen para
aquel momento. Debemos en forma especial, y con fe inquebrantable, pedir a Dios que dé ahora a su
pueblo gracia y poder.

Oración Grupal

Seminario

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