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EL GRAN RITMO
Los Grupos pasan a formar parte de estructuras rítmicas más grandes que, por la extensión de la pieza musical y debido, ya
a la longitud del texto, ya al desarrollo melódico que el compositor se haya propuesto, pueden contener incisos, miembros
de frase y períodos.
a.- EL INCISO
Contiene uno o más de estos grupos, y está separado de otro inciso por la línea divisoria menor.
Ejemplos de Incisos
Hay incisos que, siendo conclusivos por razón de su última nota larga, se enlazan rítmicamente con el
inciso siguiente:
Un inciso puede terminar en arsis y, por consiguiente, no es conclusivo, sino que tiene su resolución rítmica en el
inciso siguiente. En este caso bien se puede hablar de subincisos.
Las notas largas al final de los incisos son, por naturaleza, de carácter tético, aunque coincidan con ascenso
melódico:
Los incisos guardan una relación tan estrecha entre sí, que los intérpretes no deben respirar en las líneas divisorias
menores, en cuanto sea posible.
Los miembros de frase se caracterizan por ser muy conclusivos, debido tanto al comportamiento melódico como a las
exigencias del sentido del texto.
Están separados por la línea divisoria mediana, y su mayor independencia permite al intérprete respirar en dichas líneas.
Hay miembros de frase cuya melodía y texto, por su continuidad, no dan lugar para que se configuren con incisos. Es más,
numerosos miembros en nada se diferencian de los incisos.
Las terminaciones más comunes son con una o dos notas largas.
Los finales de los miembros de frase son siempre téticos, aun cuando coincidan con ascenso melódico:
Lo más frecuente es que los miembros de frase contengan dos, tres, cuatro incisos, pero los hay que contienen más:
c.- EL PERÍODO
El período es la frase musical completa. Está separado de otro período por la línea divisoria mayor (un tiempo simple de
silencio) o por la línea divisoria doble (un tiempo simple de silencio con posibilidad de prolongarse).
Los períodos son perfectamente completos, conclusivos y autónomos como materia de síntesis rítmica.
Hay períodos que contienen miembros de frases y éstos, a su vez, contienen incisos:
Hay períodos que contienen miembros de los cuales unos se dividen en incisos y otros no:
Hay períodos que, por la continuidad melódica y por el sentido del texto, no requieren estructurarse con miembros
sino con incisos:
Hay períodos que lo son por sí mismos, sin que se estructuren con base en miembros o incisos:
NOTA: El hecho de que los períodos sean independientes en sí mismos, como objeto de una síntesis rítmica, no quiere
decir que estén desvinculados en el plano superior del orden compositivo presente en todas las piezas, desde las que
tienen dos períodos hasta las que, por el texto o por el desarrollo melódico, tienen muchos como es el caso del Gloria in
excelsis, los Tractos, las Secuencias y otras.
FORMACIÓN DEL GRAN RITMO
El Gran Ritmo es el ordenamiento de los grupos y grupos ampliados que conforman el período, precisando, en primer
lugar, cuál es el tiempo compuesto ársico más sobresaliente de todos los del período, que recibe el nombre de ÁPICE (en
latín apex) o CLÍMAX.
El factor que más incide en la elección del ápice es la altura, ya que se tiene como tal al tiempo compuesto más alto en
la frase.
El ápice puede hallarse en cualquier sitio del período, bien sea hacia el comienzo, hacia la mitad y aún hacia el final de éste.
Los tiempos compuestos que quedan antes del ápice tienen tendencia al impulso y forman, junto con éste, la fase ÁRSICA
o PRÓTASIS. Los tiempos compuestos que quedan después del ápice tienen tendencia a la caída, y forman la fase
TÉTICA o APÓDOSIS.
Cuando el período abarca más de dos miembros, se busca el ápice en cada uno de éstos y luego se selecciona el ápice
principal del período. Fuera del ápice principal, los demás se consideran ápices secundarios, con sus fases ársicas y téticas
secundarias:
Cuando un período no contiene miembros sino incisos, la síntesis se realiza buscando los ápices secundarios de los incisos:
De igual manera se procede cuando los períodos contienen miembros de los cuales unos se dividen en incisos y otros no:
En los períodos que abarcan miembros y éstos, a su vez, incisos, se puede proceder en tres planos de síntesis: con incisos,
con miembros y con el período.
Ápice al comienzo
Ápice al final
Ápice hacia el centro
El ápice del período, es decir, el principal, puede igualmente hallarse en cualquier momento del desarrollo melódico de
éste:
Ápice al comienzo
Ápice al final
Hay ocasiones en las que la elección del ápice, ya sea en un inciso, en un miembro o un período, puede no ser tan obvia por
haber más de un tiempo compuesto que se destaca.
b.- Cuando se trata de simples réplicas melódicas, son éstas las que se destacan, ya que son insistencias y no ecos. Se
exceptúan las que, por necesidad, sean tesis:
c.- Pueden darse dos o más tiempos compuestos que comienzan a la misma altura, pero el ápice recae en el que conserva
más la altura:
d.- Puede ser un matiz el que haga resaltar más un tiempo compuesto que otro:
Estos mismos factores pueden definir el ápice entre dos o más incisos, miembros, y en el período, cuando hay dos o quizás
más tiempos compuestos destacados:
Período trimembre cuyo ápice es el tiempo compuesto matizado por el episema horizontal.
Puede haber exposición por duplicado, y aun por triplicado de un inciso que contiene el ápice del miembro o del
período. Predomina el ápice de la última exposición por implicar mayor insistencia. (1)
Puede haber exposición por duplicado de un miembro de frase. El ápice del período es el de la segunda exposición,
porque implica insistencia.
El período, como antes se anotó, puede contener varios miembros y ser muy extenso.
Período cuatrimembre cuyo ápice se halla en el comienzo del tercer miembro,
no solo por ser réplica insistente de los incisos que lo anteceden,
sino por el realce de la dístrofa con la posterior repercusión.
OBERVACION: El ápice, ya sea el de un inciso, un miembro o un período, no es necesariamente el tiempo compuesto cuyo
primer sonido es el más alto del entorno melódico, sino el que contiene el giro melódico más preponderante:
RITMO LIBRE
Como lo dejan ver las distintas etapas de la síntesis rítmica, las melodías gregorianas se desarrollan a través de múltiples
posibilidades de ordenamiento rítmico, sin sujeción a esquemas fijos ni disposiciones simétricas. Por tanto, constituyen
una forma de ritmo libre.
Ejemplo Nº 1
Ejemplo Nº 2
B.- Grupos
El material sonoro con carácter ársico requiere que se le interprete con vivacidad, animación y brillantez. El material
sonoro con carácter tético requiere serenidad, apaciguamiento y tono sombrío.
Con este ordenamiento rítmico está estrechamente unido el factor de la dinámica. Así, a medida que la melodía se va
aproximando a un ápice, la intensidad va aumentando. Toda fase ársica va en crescendo.
Por el contrario, a medida que la melodía se va alejando del ápice, la intensidad va disminuyendo. Toda fase tética va en
decrescendo.
Igualmente el ordenamiento rítmico se conjuga con la agógica. Así que, a medida que el desarrollo melódico se aproxima al
ápice, se torna más ágil y, a medida que se dirige hacia el final, se torna más reposado. A la fase ársica corresponde
accelerando. A la fase tética corresponde ritardando.
Todos estos matices, tanto los del ritmo como los de intensidad y movilidad, se realizan con gran moderación.