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DESAFÍOS COLOMBIA 2021

Maniobras en la tormenta para rectificar el rumbo


En el 2021 convergen la crisis de la pandemia y el acomodo de
las fuerzas políticas para el inicio prematuro de la campaña
presidencial del 2022. El agotamiento de las opciones para
crear amplios consensos nacionales durante el actual Gobierno
facilita el camino a las opciones populistas y en especial a quie-
nes proponen un cambio de régimen.

Entre la “ira” y el “miedo”, escenarios radicales (ver Desafíos


2020 Trust), el país tendrá el reto de cuidar y fortalecer su de-
mocracia, en una dura coyuntura económica y social y en un
mundo dividido, de precarios liderazgos y fuertes amenazas
globales, en especial las asociadas al cambio climático, la bio-
seguridad, la restricción de derechos y libertades y los radica-
lismos.

El 2021 será un año de aceleración de tendencias globales, en


especial en los campos de las energías limpias, la conectividad,
el empoderamiento de los actores sociales y el cambio en los
hábitos de consumo de los ciudadanos.

Los factores más críticos durante el año serán los siguientes:


1. El manejo de la pandemia, la vacunación universal, el rescate
socio económico de los más vulnerables.

Es globalmente incierto el desarrollo y desenlace de la pandemia. Las


esperanzas están en las vacunas. La vacunación universal, en benefi-
cio del conjunto de las capas sociales y los territorios del país, es un
factor determinante para la legitimidad del sistema político y del
modelo económico. De la misma manera lo es la priorización del res-
cate socioeconómico de la población más vulnerable y la contención
del crecimiento de la pobreza, atendiendo a enfoques diferenciales. El
comportamiento de los actores políticos, institucionales y del sector
privado, así como el ajuste de las reglas sobre las realidades económi-
cas y fiscales, será determinante en este frente. Se requerirá más
Estado que mercado en esta materia.

2. La contención de la violencia y el control territorial en áreas bajo


influencia de economías y grupos armados ilegales.

Hay fuertes señales que confirman la tendencia hacia el deterioro de


las condiciones de orden público, en especial en áreas rurales y fronte-
rizas. Aunque en su mayoría esta situación deriva de los intereses de
las economías ilegales, está también exacerbada políticamente, en el
contexto de la polarización y la controversia sobre el compromiso ins-
titucional en el cumplimiento de los acuerdos para poner fin al conflic-
to armado. Es prioritario revertir esta tendencia y en especial el ejerci-
cio de violencia selectiva contra líderes sociales y comunidades espe-
cíficas.
3. La conducción de las relaciones internacionales en un contexto
de fuertes cambios en la política internacional y su desalineamien-
to con la agenda doméstica.

El cambio de gobierno en los Estados Unidos conlleva una modifica-


ción en las prioridades de su agenda de política exterior, que para el
caso colombiano, representa además un enfoque distinto e inclusive
contradictorio con políticas internas impulsadas por la actual adminis-
tración (política antidrogas, compromiso y cumplimiento de los acuer-
dos de paz, diplomacia e influencia “suave” en los casos de Venezuela
y Cuba, asuntos migratorios, cambio climático). Es previsible que esta
circunstancia, sumada a los señalamientos de injerencia del partido de
gobierno en las elecciones estadounidenses, dificulten las relaciones y
marcos de cooperación bilateral y tengan efectos colaterales en las re-
laciones internacionales de Colombia en el hemisferio. El éxodo de ve-
nezolanos hacia Colombia y la capacidad de absorción socioproducti-
va de la población migrante serán también un asunto crítico en 2021.
Varios de estos temas obligarán a una revisión de las políticas adopta-
das por el actual Gobierno.

4. El reacomodo de las fuerzas políticas, la construcción de oferta


política frente al escenario electoral 2022, la preservación de gober-
nabilidad del Gobierno Nacional y la definición de su legado.

2021 será un año de reconfiguración de alianzas y nuevas coaliciones


entre fuerzas políticas. Puede anticiparse que el Gobierno encontrará
dificultades para mantener mayorías parlamentarias,
críticas para sacar adelante una agenda legislativa de temas relevan-
tes, entre estos la reforma tributaria y la reforma pensional. La favora-
bilidad gubernamental ante la opinión pública dependerá fundamen-
talmente de la gestión de la pandemia y del manejo de la economía.
Es previsible que ante la lentitud de la recuperación el Gobierno sufra
un mayor desgaste. Tendrá que elegir sus prioridades y renunciar a ob-
jetivos y promesas con escasa probabilidad de éxito, bien sea por la
ausencia de respaldo político o bien sea por la fuerte oposición social.

5. La movilización y la protesta social en un contexto de convergen-


cias entre el incremento de la pobreza, la evidencia de las desigual-
dades, reformas impopulares, amenazas ambientales y los apeti-
tos populistas.

El COVID-19 puso en suspenso la dinámica de movilización social que


el país traía para finales del 2019, al compás de una tendencia global.
En la medida en que se regrese a condiciones que permitan el encuen-
tro físico de ciudadanos esa acción colectiva se reactivará. Su origen
es multicausal y encontrará más argumentos en los efectos de la pan-
demia, en particular por el retroceso en la dinámica de movilidad
social y la destrucción y deterioro de los empleos. En un ambiente pre
electoral, es previsible que la movilización se anime desde las fuerzas
políticas de oposición y que sume diversos movimientos urbanos y ru-
rales. Los temas ambientales y de ambición climática frente a proyec-
tos minero energéticos, de seguridad de líderes y de fumigación de
cultivos ilícitos, se sumarán al impulso institucional de reformas legis-
lativas necesarias pero impopulares. Serán necesarias mayores capa-
cidades institucionales y de liderazgo de los agentes políticos del Go-
bierno para encauzar esta avalancha y construir acuerdos.
6. La necesidad de comenzar a construir una visión del desarrollo y
del aparato económico que responda a las tendencias globales y
a las condiciones que conferirían competitividad al país.

Colombia tiene condiciones ambientales privilegiadas para crear una


bioeconomía sostenible. Construir una visión al respecto es urgente.
Hay una creciente demanda global de recursos vitales y una elevada
conciencia sobre la sostenibilidad como factor de supervivencia pla-
netaria. Pero, además, hay una progresiva destrucción de los recursos
ambientales del país, derivada del descuido del territorio y sus pobla-
ciones. Tras el COVID-19 y sobre sus lecciones aprendidas, el país de-
bería en 2021 emprender un camino de gobernanza en este campo. El
sector privado tiene un papel fundamental en el impulso de este diálo-
go, bajo el enfoque y los criterios ESG que actualmente determinan la
competitividad y como contribución a los contenidos de una nueva
agenda política y económica para el país.
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responder a los retos que enfrentará el país en los próximos 20 años.
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