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[Escriba aqui] “El maestro chico” Habilidoso carpintero; por su reducida talla se lo apodé “el maestro chico” y en este caso el apodo le gané a su nombre y apellido. Era trabajador itinerante. Muri en un lamentable accidente cuando se enredé en el estribo de su cangalla y su caballo lo arrastré. Miguel Abello: Antiguo criancero de la zona de la Piedra de Pilo Lil Juan de Dios Ocare Fue criancero. Tuvo su puesto en una pequefisima fraccién ‘como una cufia entre el campo de don Enrique Prieto “EI Kaiser’, Froilén Moscoso y Francisco Acufia. Igual que a Doroteo Prieto la tenencia de esta tierra le fue otorgada en 1948 por un Decreto del Cnel. Juan D. Perén, Se casé con una de las criadas de “El Kaiser’, dofia Mercedes Rojas. Tuvo varios hijos, sélo recuerdo a Genoveva. Su puesto lo ‘compré Doroteo Prieto y luego de la muerte de éste sus sucesores se lo transfirieron 2 Facundo Figueroa Evangelina Guifiez Vda. De Jara. Auténtica matriarca del pago, ya viuda crié varios hijos e hijas y administré con inteligencia y mano de hierro su capital en animales. Llegé a ser muy prdspera y respetada. Los descendientes que recuerdo fueron: Martin, Flor, *Licha”, Rosa, “Chele"... Lisandro Guifiez: hermano de dofia Evangelina. Fortunato Gutiérrez. Hijo de don Damin Gutiérrez (querrero del Paraguay y de la Conquista del Desierto). Casado con dofia Esther Jara tuvieron a Florencio, Inocencio, Ursula y Eustaquia (Taco). Criancero menor y peén de tareas generales en los establecimientos préximos. Era muy morocho, fumador y simpatico. Segundo Ocares, su mujer dofia Rosalia, de sus hijos conoci a: Norberto, Zenaida y Clarisa. Trabajé en “Los Remolinos' y en la “Estancia Pilo Lil’ Segundo Hernan Prieto Hijo de don Hernan Prieto Castro y de dofia Felicinda Romero. Fue balsero, primero de Vialidad Nacional y luego de Vialidad Provincial sucedié a su padre como Jefe de la Balsa. Se casé con Herminda Figueroa con quien tuvo a Gerardo, Américo, Eduardo (“Negro”), Nomando (‘Petiso”), Herminda (‘Negrita’), Bernabé ("Chingo”) y Nieves. Fue un referente de la época por su correccién y excelente nivel de vecindad. Mencionado en la famosa milonga de Marcelo Berbel “Balsa de Pilo Lil” cuando refiriéndose a su hijo Gerardo Prieto dice: ‘mipadre fue tu balsero....” 40 [Escriba aqui] 1970-Frente al” Galpén de Frutos” del bolche. De nie de Inq. a Der. Segundo H. Prieto; “Teo” Prieto, Esther Jara, Carmela Toro, Petronila Infante |dofa Peta), Luisa Ramirez, Manica de Bogderich, Maria E. Sogdanich. Sentadas de l2q_aDer: Dora Toro, Susana A.Casilo, Javier H. iglesias, Manel C. Castillo, Sonia E. Iglesias, Eneas Prieto y Victor L. Castillo, Acomienzos de la década de 1970 instalé un pequefio comercio en su casa. Ismael Prieto (“Malito”) Hijo de don Heman Prieto Castro y de dofia Aurelia Pinto, como su padre y sus hermanos Segundo y Leonidas, fue uno de los clasicos y recordados balseros. No formé familia. Leonidas Prieto Como los dos anteriores y hermano de ellos, fue balsero. En el pago se lo conocia como “el Leén” o “Leoneito”, fue muy apreciado por sus cualidades de buen vecino y permanente buen humor. Se casé con Laura Figueroa y tuvo como hijos a Carlos y Deidama. Luis Gerardo Prieto hijo de Segundo Herman, también fue balsero por un tiempo. Se casé con Clarisa, una de las hijas de don Segundo Ocares. Marcelo Berbel en su milonga surera “Balsa de Pilo Lil” sin nombrarlo lo menciona ‘como protagonista del tema cuando dice: “mi padre fue tu balsero, /mi abuelo también lo fue” ya que Gerardo fue balsero al igual que su padre Segundo Hernan y su abuelo Hernan. Onofre Castillo casado con Griselda Adela Prieto (mi hermana), fue balsero durante dos 0 tres afios. Luego se radicé en San Martin de los Andes. Antonio Herrera Residia frente a Pilo Lil, sobre la margen derecha del rio; era el hombre econémicamente fuerte de la zona, poseia un muy importante numero de vacunos, lanares y equinos. Era el arrendatario del campo correspondiente a la Estancia Pilo Lil, nombre que no usaba; al casco de la suya se la llamaba simplemente “Estancia de Herrera" y luego “Estancia Vieja’. A fines de la década de 1950 al reintegrar el campo a 41 [Escriba aquil su propietaria Dofia Evelia Flores Criado de Feméndez ("la Yaya’), don Antonio se radicé en Chile. Héctor Américo Herrera. Hijo mayor de don Antonio Herrera se cas6 con Paz Arriegada ("la Pacita’), hija de don Juan Arriegada. Luego de que su padre se retirara de la zona, él también se radicé en Chile. Hombre corpulento, pelirrojo de personalidad exultante y ampulosa; muy buen vecino. José Argentino Herrera. Hijo de don Antonio Herrera y hermano de Maria Herrera de Roca y de Héctor Américo Herrera, al ausentarse definitivamente su padre, é! también lo hizo, radicandose en Chile Maria Herrera. Hija de don Antonio Herrera, hermana de los anteriores, se caso en Junin de los Andes con Alfredo Roca (hijo de Simén Roca Jalil), uno de los mas acreditados comerciantes de la zona. Juan Arriegada, Ocupaba un pequefio espacio en la zona de “La Medialuna” sobre la margen derecha del rio en el campo de “Las Brefias”. El y su esposa eran chilenos. Tuvieron una descendencia numerosa de la que recuerdo a Luis (Chito), Orlando, Silvia y Paz. Don Juan se caracterizé por su gran capacidad de trabajo, su enorme cuota de ingenio y creatividad para adaptarse al medio y vivir decorosamente con los escasos recursos disponibles en el bosque y en la época. Con su mujer ¢ hijas “hacian huerta y quinta’, con sus hijos varones cazaban, pescaban y realizaban tareas de campo. Su casa era una hermosa muestra del esfuerzo y la artesania; todo estaba absolutamente hecho @ mano desde la casa misma hasta los minimos detalles de la misma. Entre las actividades a destacar en su quehacer cotidiano el “lavado de oro” ocupaba parte importante de su dia. Esta actividad la realizaba al pie de una barranca junto al rio, muy préxima a su casa. Para hacer “el lavado" habia desviado de una vertiente proxima una pequefiisima acequia por la que corria el agua que erosionando suavemente la barranca era dirigida hacia una serie de canaletas de madera. En el piso de estas canaletas habia pequefios trozos de “metal desplegado” con los que se colaba el agua y se retenian el ripio y pequenias basuras que trafa la corriente; a continuacién colocaba una especie de alformbra de cuero de chivo esquilado con el pelo en contra de la corriente. Al circular el agua depositaba en el metal desplegado la basura mds grande y en el cuero de chivo los residuos mas pesados el oro y el “fierrilo” (imaduras de hierro). Dio la casualidad que la barranca que era lavada por el agua resulté ser un antiguo cementerio indigena que al ser erosionada tan suavemente le permitid a Don Juan desenterrar, ademds de los esqueletos, en perfecto estado jarrones, cantaros, armas y utensilios de mucho valor arqueolégico. (Ver Los Pirquineros del Aluminé.) Octavio Ramirez. Vivia en la zona de la Medialuna sobre la margen derecha de! rio en el campo de Bernal. Era vecino de don Juan Arriegada, y como él, también hacia alarde de su esfuerzo y creatividad para mejorar el estandar de vida dentro de las precariedades del lugar y de la época. Tuvieron varios hijos con su esposa de apellido Figueroa. Don Octavio también, como su vecino Arriegada, fue un criancero multifacética a [Escriba aqui) y por supuesto "buscador de oro”. Don Ramirez (padre de Octavio) honorable viejo de origen chileno, sumamente respetado y a quien lamentablemente traté muy poco. Elias Sepulveda ("El Negro’) casado con dofia Trinidad ("Trini") Salazar, tuvieron a lsolina, Florencio, Graciela, etc. Ademas de pequefio criancero y peén de tareas generales, fue “jangadero" en el acarreo de rollizos de madera desde Quillén hasta Neuquén. Se destacé notablemente en esta ultima actividad por su agilidad, rapidez y coraje en su desplazamiento sobre los maderos como en el manejo de los remos. Adrian Contreras (el “Giiacho"). Casado con dofia Natividad. Criancero; tuvo varios hijos, recuerdo sdlo a Roberto. Muy buen esquilador a maquina y gran jugador de “Truco”. Agustina Mufioz ("La Panqueca’) Le decian ast por ser originaria de la costa del Arroyo Panqueco (préximo a Aluminé) le transfirid su sobrenombre a una piedra muy préxima al actual puente, a la que utiliz6 como vivienda al llegar a Pilo Lil. Formé pareja con Valentin, uno de los hijos de dofia Petronila Infante (Dofia “Peta") Valentin Infante casado con dofia Agustina Mufioz (la “Panqueca"). Tuvieron a Adelaida y a Avelino. Fue por supuesto criancero y pedn en tareas generales, trabajé mucho tiempo en la Estancia Huechahue de Fenton Wood y también al servicio de mi padre. Cirilo Cisterna (°Chilo") murié nevado junto a su hijo volviendo de pifionear entre el Valle de La Magdalena y Nahuel Mapi a principios del inviemo de 1948, Una patrulla de Gendarmeria lo encontré congelado de pie, junto a un fire Roman Alfaro ("E| Guanaco’), Criancero. Su mujer fue dofia Maria con quien tuvo a Ruperto, Maria y otros. Facundo Figueroa, ocupa un muy importante lugar en mis recuerdos més recientes, 6! fue pedn de mi padre, luego su puestero y finalmente quedé con la tenencia de la parcela que don Juan de Dios Ocare le vendiera a mi padre. Facundo afectivamente estuvo muy préximo: mi madre fue su comadre; estuvo presente en el aciago momento del accidente que terminé acelerando la muerte de mi viejo, Don Facundo se casé con Margarita Betanciud quien tenia dos hijos Emesto y Maria Betanciud; con Facundo tuvieron a Arturo Figueroa y a la ahijada de mi madre: Susana Figueroa. Siempre por ia margen izquierda del rio y aguas abajo de la Piedra de Pill Lil se ubicaban pobladores como los Linqueo, los Toro, los Parra, los Garrido y los Linares “pobres’, todos de raigambre indigena a pesar de los apellidos impuestos. Cruzando el rio (Dto. Huilliches) y ya perteneciendo a la tribu (actual reserva) de Aucapén, habitaban apellidos como: los Linares “ricos’ (Don José, por ejemplo), Ignacio, Juan, Luciano y Avelino Huenufil; Ceferino Huenuquir, Huillipan, Cahuin, Antiman, 43 [Escriba aqui] Calluquir, Valdebenito, Antihual, Millalaf, Francisco, Antonio y Aurelio Tripailaf y otros. Con la estancia "Los Remolinos’ Pilo Lil tenia una intima relacién; existia un ir y venir de apellidos de puesteros, alambradores, troperos y peones que urdian una trama vecinal permanente y dindmica como con don Juan Infante y familia; don Luis Cisterna (‘el burro”), y su mujer dofia Paula, Juan Millaqueo, Segundo Sanchez, Aristides Mufioz, Ambrosio Prieto, Rolando Prieto y tantos mas. Juan Prado (“El Vasco") Fue puestero y recorredor de don Antonio Herrera, también de Dario y Carlos Bernal. (Tuvo una época de tanta carencia que se cubria con un poncho largo sin importar la época del afio. Debajo del poncho, decian, tenia solo “huilas” (hilachas). Juan Godoy, lo recuerdo como un muy pequefio criancero. Fernando Godoy hijo del anterior, quien se lo dejé “encargado” a mi padre en 1954 para que vaya a la escuela; por tal motivo fue mi compafiero de infancia Ismael! Gonzalez. Originalmente habilitado de don Carlos Bemal ocupé el area proxima al arroyo Nahuel Mapi en “Las Brefias". Se convirtié en un importante criancero. Casado en segundas nupcias con Lidia Prado, tuvo a “Pasito”. De un matrimonio anterior habia tenido a Alejandro. Agustina Arias la recuerdo como una digna sefiora muy anciana y activa. Petronila Infante (*dofia Peta") madre de Valentin Infante y de Miguel “Peto” entre otros. Una de las ancianas emblematicas de mi nifiez. Poseia un excepcional sentido del optimismo que le permitia superar y disimular las enormes carencias a las que la pobreza la sometia. Solia decir que siempre tenia “harto de todo...” Carlos Pinilla hijo de don Luis Pinilla se cas6é con dofia Nazaria Acufia (hija de don Francisco Acufia), sélo retengo el apodo del menor de sus hijos: “Pichén’ Eleodoro Cisterna, casado con dofia Cecilia tuvieron varios hijos cuyos nombres se me escapan salvo el de Jorge Cisterna. Quedé en el recuerdo aquel famoso derrumbe © corrimiento de tierra que en 1952 trasladé sobre si a un pifio de cabras de su propiedad. Este corrido de tierra se debié a la gran cantidad de lluvia caida y terminé modificando levemente el cauce del rio. Justino Sandoval: pirquinero, evadido de una cércel chilena, fue buscador de oro por un breve tiempo en La Medialuna (1950). Desaparecié repentinamente luego de robarle el oro a su vecino Sotelo. A posteriori se lo acusé de la muerte de su mujer e hijastras. Sotelo era un chileno buscador de oro en La Medialuna. Tenia un hijo que vivid un tiempo en mi casa para poder concurrir a la escuela, se llamaba: Felipe Sotelo. 44 [Escriba aqui] Aladino Hernandez ("Ruedas Altas") Aparecié con la Empresa “Red Caminera S.A." alla por 1959/60. Era un chileno enorme (préximo a los 2 mts.), sumamente gentil y condescendiente, especialmente con mujeres y nifios. Por su altura nada comin adquiria un aspecto casi grotesco cuando cabalgaba. Era un especie de “buscavidas” compraba y vendia cualquier cosa desde animales a madera aserrada o ropa; contrabandeaba ingenuamente y a caballo, pilas, hojas de afeitar, peines y bijouterie de mala calidad de Argentina a Chile y de alli traia senuelos para pesca, cochayuyo, mariscos secos, algun poncho de castilla o espuelas chilenas. Como aguantando el chaparrén inmigrante quedaron disimulados y mezclandose con él algunos aborigenes como los Toro, los Painemil, los Garrido, los Parra 0 los Lingueo. Es necesario recordar que muchos apelativos indigenas fueron cambiados por apellidos huincas, a veces por imposicion de los jueces de paz y otras por conveniencia de los propios interesados. Es asi como hubieron rostros _indigenas portando apellidos espafioles: Castillo, Septiveda, Toro, Soto, Pereyra, Valdebenito, Parra, Ramos, Castro, Vega, Retamal, etc. etc Una dulzona y nostalgiosa mescolanza de nombres, de apellidos y de apodos se me atragantan en la memoria. He tratado de ampliar las referencias de los que recuerdo y de otros slo hago mencién de su nombre o su apodo, mi afecto es parejo para todos ipero ocurre que hay cosas que no me acuerdo...! Reitero por ello mi pedido de disculpas por las omisiones y confusiones que el tiempo y la vejez me provocan. A los que ya mencioné les agrego los cronolégicamente posteriores es decir mas coeténeos a mi estadia final en Pilo Lil: José Celedonio Guifiez (Chele), hijo menor de dofia Evangelina y casado con Maria Juana Jara (hija de Eliseo Jara y Juana Prieto). Didgenes Torres Prototipo de! gaucho neuquino; ejecutaba con destreza todas las tareas camperas y era un absoluto conocedor del campo cordillerano y sus circunstancias. Fue puestero de Adem, desvinculado de éste se establecié en Pilo Lil a fines de la década de 1960. Le compré el puesto y los “adelantos” a don Eliseo Jara. Permanecié uno o dos afios y luego se retirs con destino a Colonia Valentina en las proximidades de Neuquén. Horacio Ferrada Procedente de San Martin de los Andes, llegé como balsero de Vialidad Provincial finalizando la década de 1960. Permanecié varios afios adapténdose e integrandose al ambiente; llegé a ser muy apreciado por el comtin de la gente; fue famoso jugador de “truco” en los boliches del pago. Su apodo: “E! Medio Menso’, José Ferrada: También originario de San Martin de los Andes y como su hermano Horacio llego a Pilo Lil a fines de los ahos 60 como balsero de Vialidad Provincial. Estando de turno, una noche, se encandilé con las luces de un vehiculo en la margen de enfrente, pis en falso el portalén de la balsa y murié ahogado. Se asoman a la memoria nombres, apodos y apellidos que desordenadamente menciono: Adelaida Pinto, Corina Rodriguez, Andolinda Alfaro, Gregorio Mora, Hermosilla 45 (Escriba aqui] (peén de Los Remolinos), Rat! Trujilo, Nicolas Toro, Carolina Toro, Carmela Toro, Armando Toro, Marcos Parra, Hilario Parra, Domingo Parra, Lunes Parra, Paulina Pinto, Esteban Mufioz ("Paiote"), Domingo Mufioz, Genoveva Figueroa, Juan Ortega ("tengo 7 afios de estudio!"), Mena (de la Medialuna), Martin Jara casado con la Adela Moscoso, Juan Escalona casado con la Olga Infante, José de La Rosa, Raimundo Alfaro, Valeriano Mufoz, Seimira, Flor Jara, Rosa Jara hijas de dofia Evangelina, Pancho Prieto, Sabino Barros, Alfonso Alfaro, Rosalia Parra (‘La Rosa Loca’), Mamerto Parra, Rubén Mufioz, Felisa Figueroa, Domingo Figueroa, Antonio Figueroa, Miguel Gutiérrez (“Miguel Peto”), Samuel Huinca casado con dofa Florinda. Juan, Carlos, la “Cuca”, René, la "Negra", todos Huinca. Antonio Arias (“Pollo Cocio" 0 “Boca’e pito"), Segundo Sanchez (Segura): casado con la Eustaquia Gutiérrez (“Taco”), Herminio Diaz: casado con Ursula Gutiérrez, Segundo Figueroa ("Chundo”), Rudecindo Casanova ("El Champdo’) Integraba la ‘cuadtrilla de Vialidad Provincial para el mantenimiento de la ruta 23 entre Pilo Lil y Junin de los Andes aprox.1969/72. Eliseo Diaz, igual que el anterior. Roberto Catalan, Antonio Troncoso, Ursula de Troncoso, Domitiia Linares, Eva Coronado, Julia Coronado, Raquel Coronado, Raul Prieto, Isabel de Prieto, Luis Lechini, Orlando Migoni, Juan Navarrete, Raul Salazar. En la década del 60 se incorporé a la némina de habitantes la familia de la duefia de la Estancia Pilo Lil, es decir: dofia Evelia Flores Criado ("la Yaya"), Manuel Fernandez (su esposo), Florencio Fernandez (su cufiado), José Flores (su sobrino) y Laura Guaymas de Flores (esposa de este tltimo). LOS BOLICHES El primer bolichero de Pilo Lil, se llamo Pedro Castro y fue socio habilitado de! “turco” Neme, quien ya tenia un bolichito en Rahue. Este Pedro Castro se casé con Lucila Figueroa. Esta primera casa comercial funcién intermitentementes en la vivienda de don Francisco Acufia, entre 1920 y 1930. E| segundo bolichero fue el mismisimo “turco” Neme que separado de su socio Castro continué *bolicheando” en el puesto de Acufia. En vista del notable movimiento de la zona, mas o menos en 1941/42, se instal6 en un rancho alquilado por don Enrique Prieto, un comerciante de Zapala llamado José Kreiter. El rancho ocupado por Kreiter, muchos afios después fue mi casa. Quedaba justo enfrente de la balsa construida por Enrique Prieto ("Kaiser"). A fines de 1945 se asociaron mi padre Doroteo con el maestro Jorge Carlucci (quien aporté 70 pesos moneda nacional) para comprar frutos y vender “vicios” en Aucapan. Les alquilaba el rancho para local, el indio Valdebenito. Este mismo negocio se trasladé de Aucapén a Pilo Lil al mismo rancho utilizado por Kreiter 0 sea mi casa La ubicacién de este negocio resultaba estratégica ya que por estar en el borde del campo de mi abuelo, quedaba exactamente frente a la balsa que cruzaba el Aluminé Debido a la incomunicacién vial (no existian ni asomos de caminos) la mercaderia para aprovisionar estos negocios se transportaba con cargueros, a lomo de burro o de caballo y provenia eventualmente de Aluminé o Rahue y en gran medida de “La Zulemita” en Catan Lil 46 [Escriba aqui] En aquella época apareci6 la Gendarmeria que instalé su Puesto junto al rio Aluminé a unos 600 u 800 metros aguas arriba; por ese tiempo mi madre elaboraba “trolitas" de grasa de capén o de chivo para canjear por tejidos o pieles a los indios de Aucapan. ‘Aquel tiempo coincidié con mi aparicién, por ello y para no descuidarme mientras atendia el boliche, mi madre armé mi “andador’ clavando varios palos en el suelo a modo de corral. (Recordemos que el piso era de tierra.) Mi madre hacia pan casero y tortas fritas que les vendia a aquellos primeros gendarmes. Entre estos gendarmes quedaron para el recuerdo los nombres de Julierak, Aguilar, Aranguez, Sandoval, Sabaris, Garcia, Estrada y otros que borronea el tiempo. Todavia mis padres no habian podido comprar farol a kerosene y se iluminaban con candiles de grasa. En el puesto de Francisco Acufia, en el mismo rancho donde funcionara el ya mencionado “boliche” de Castro y luego Neme se instalé un nuevo comercio el de Emilio Nazar habilitado de don Juan Nadur de Aluminé y Quillén. A este negocio lo alcancé a conocer en mi primerisima infancia (Aprox. 1951). A partir de 1950 el negocio de mi padre comenzé a prosperar, primero lentamente y luego con mayor vigor. Tuvo periodos de mucho esfuerzo y sacrificio (cuando mi padre Salia a comprar frutos del pais al campo y quedaba mi madre en el local o cuando mi padre se ausentaba a Quillén para cubicar madera en rollizos, que después era acarreada (suelta 0 en jangadas) por la corriente de los rios hasta la mismisima ciudad de Neuquén No existian aun diques ni represas. Al construirse la “huella de auto” (la realizé el Ejército a pala y pico) desde El Tropezén hasta Pilo Lil, la comunicacién vial con Junin de los Andes queds habilitada y ya aumentaron las posibilidades de comerciar. En 1958 retorné a nuestro hogar mi hermano mayor Danilo (quien dejé su carrera policial en Buenos Aires) y colaboré con mi padre en la atencién del local comercial. Mas © menos en 1960 el negocio conocié su mejor época porque se iniciaron los trabajos de la Ruta de Rahue a Pilo Lil y el movimiento de gente fue mucho, ello sumado a que no existian a la fecha competidores comerciales. Habian quedado en Quillén: el negocio de Parra y en Malleo el de Biorkman y para toda la zona intermedia el nuestro en Pilo Lil. Vinieron después épocas de mucha inestabilidad econémica que mi padre fue sorteando con suerte diversa y tratando de diversificar sus ingresos entre el campo y el comercio. En la antigua ubicacién de los primeros negocios de Castro, Neme y Nazar es decir en lo que habia sido el puesto de Acufia, se instalé con uno nuevo don Teodosio Araneda. Mi padre le cedié su negocio a mi hermano Danilo; a éste no le fue bien y finalmente lo abandoné para irse a trabajar a San Martin de Los Andes. Pasado un breve tiempo, mi padre reabrié el negocio con poquisima mercaderia y reinicié con gran dificultad su tarea comercial. a7 [Escriba aqui] ESTAFETA PiLo- NEUQUEN von “Lequiesda: Pato del Boiche de Don Doroteo y Galpén de los Frutos. 1969/1970 ‘Dacecha: Doroteo Oscar Prieto “Don Teo" alos 23 afios en la entrada de su boliche- 1963 Una legua aguas arriba del Aluminé también inicié su actividad comercial un nuevo local de ramos generales, el de Marciano Prieto. Ya eran tres negocios en Pilo Lil para una poblacién en franco retroceso En marzo de 1968 retorné a Pilo Lil luego de mi Servicio Militar y comencé a ayudar a mi padre quien ya evidenciaba el desgaste de sus 63 anos; al poco tiempo en abril de 1969 tuvo un fatal accidente que lo llevd a la muerte y yo debi hacerme cargo del negocio y del campo. Comercialmente me tocé la buena época de la construccién del puente ya que trajo un importante movimiento de personal. Si bien la competencia era ya con dos 48 [Escriba aqui] negocios el de Araneda y el de Marciano a los que se sumé otro el de mi tio Segundo Prieto, a la saz6n jefe de la balsa. Finalizados los trabajos del puente e inaugurado éste en 1972 se inicid una brusca decadencia econémica en la zona. Desaparecieron los sueldos de los balseros, de los empleados en la obra del puente a los que se sumé la depreciacién brutal del precio de la lana. Pilo Lil, habla decaido. Mucha gente de la poca que habia se fue; yo también. LA ESCUELA Y LOS MAESTROS Don Enrique Prieto Lagos ("El Kaiser’) gestioné ante las autoridades dal Territorio Nacional la instalacién de una Escuela; apuntalando esa gestion trajo al primer maestro que hubo en Pilo Lil, se llamd Santucho y fue contratado (1914) por don Enrique para que alfabetice a algunos de sus hijos y a los de sus allegados. La experiencia fue muy reducida, ignoro las razones de su corta duracién; pero si sé que fueron sus alumnos mi padre Doroteo, mis tios Francisco, Valentina y Luisa y también Mercedes Rojas, la mujer de Juan de Dios Ocare Este maestro dio clase durante muy breve tiempo en la casa de don Enrique, después llamado “Puesto Viejo”. Posteriormente (1915/16) don Enrique habilité parte de su molino harinero para aula y vivienda de lo que posteriormente se conocié como la “Escuela Vieja” en la que sus primeros maestros fueron Ramén Puertas y esposa, ya subvencionados por el Estado Nacional a través de las autoridades Territoriales, Puertas y sefiora permanecieron alrededor de dos afios. Colaboraron en la puesta en funcionamiento de los dos ranchos cedidos por don Enrique, los vecinos Pedro Suarzo y Juan Polanco. (Segiin me contaron fueron alumnos: los hijos de Suarzo y Polanco ademés de Luisa Prieto y una tal Eugenia cuyo apellido no me lleg6.) Esta intentona fue el germen de la futura Escuela Nacional N°51, que aiios mas tarde alrededor de 1925/26 se ubicé en la pampita entre los puestos de Moscoso y Acura. Alli al pie de una suave lomada se levantaron dos largos ranchos de adobe con techos de chapa; uno el de ia vivienda del director y maestro tenia de Oeste a Este alineados un dormitorio independiente (para servicio o para un maestro no familiar), un dormitorio matrimonial, un comedor y una cocina. Poseia piso de cemento alisado. El otro rancho se ubicaba pendiente abajo a unos doce o quince metros aproximadamente del anterior y constaba de dos aulas: la de arriba y la de abajo; este posefa unicamente piso de tierra. La construccién como dijimos era de barro con ventanas y puertas de cierta calidad para la época En el frente es decir en Ia parte mas baja del predio se alzaba el mastil para la bandera. Originalmente fue una vara de lenga y a posterior’ lo sucedieron otros de alamo. Tanto la casa particular como las aulas poseian sendos W.C. 0 letrinas con paredes de adobe y relativamente distantes de la edificaciones. Esta construccién originalmente estaba dentro del contexto del lugar y de la época. ag [Escriba aqui] Los primeros en utilizar estas instalaciones fueron el maestro Marziali, quien se ahogé bajidndose en el rio, frente mismo a la escuela. Lo sucedieron los hermanos Barduill. Después de ellos hubo un periodo importante de vacancia al que siguid la etapa mas recordada de la Escuela, la de Jorge Carlucci y esposa. Estos maestros, eran de Buenos Aires, tenian un pequefio hijo: Roberto; se comprometieron muy fuertemente con el lugar y siendo muy trabajadores y laboriosos mejoraron notablemente todas las instalaciones, ademas de cumplir su tarea docente. Personalmente elaboraron cercos, tranqueras, portones, muebles y forestaron con frutales, sauces, dlamos y plantas de jardin, Esto ocurria ya avanzada la primera mitad de la década de 1940. Carlucci dejé para la escuela varios muebles de su propia confeccién y un cercado hermoso y sumamente prolijo de cafia colihue alrededor de la casa habitacién. Lamentablemente el transcurso del tiempo y la desidia de los afios posteriores erosioné y degradé todo hasta convertir a esta escuela en una clasica “escuela rancho’. ‘A Jorge Carlucci lo siguié en la funcién Enrique Omar Isasi y su esposa Nora Zingoni quienes se mantuvieron en la escuela hasta comenzado el afio1955. El agua se proveia con una delgada acequia que originalmente derivaba de una pequefia vertiente y luego, al secarse ésta, debié prolongarse la acequia hasta el vecino campo de Acufia, mas tarde de Araneda. Por supuesto al no haber instalaciones ni caiierias, el agua corria permanentemente hasta dos pequefios estanques uno para la casa y otro para las aulas; de alli se extraia el agua con baldes. Una de las tareas cotidianas para los maestros que se sucedieron fue limpiar y mantener esa pequena acequia que por estar a cielo abierto era permanentemente victima de los efectos del viento, la tierra, las hojas y los animales que la rompian y desviaban el curso de agua Otro de los problemas cotidianos era la provision de leria para calefaccion y para cocinar. Los maestros debian destinar parte de sus ingresos para la compra de lefia. Es bueno recordar que cuando se establecié esta escuela, los pocos montes proveedores de lefia ya habian sido talados, especialmente los de chacay 0 molle y los de sauce y alamo alin no se habian afianzado ya que originalmente no existian ‘A los problemas de la escasez de agua y dificultades con Ia lefia se afiadia el mantenimiento del cercado perimetral ya que los animales del vecindario insistian permanentemente con invadir la huerta o quinta escolar, donde con gran esfuerzo, se producian algunas verduras y frutas. 50 (Escriba aqui] ‘Grupo de nifios en el patio de la Escuela n‘51—Afo 1971 La falta de mantenimiento oficial de las instalaciones y no el mal uso de las mismas fue deteriorando al conjunto, transcurrieron mas de tres décadas sin asistencia econémica para refacciones y mejoras. Llegados los afios 70, el revoque de las paredes, al estado de los techos, de las aberturas, del mobiliario era francamente deprimente; los W.C. 0 letrinas se habian derruido, el problema del agua y de la leita se habia agudizado. Dar clase en esas aulas era casi una aventura: los vidrios estaban rotos o suplidos por cartones, cuando llovia las goteras del techo convertian al piso de las aulas en una especie de lodazal interno en el que se bamboleaban los desvencijados bancos de un alumnado que pugnaba entre atender la clase o esquivar las goteras. Durante décadas, a partir del maestro isasi, se intents conformar una cooperadora escolar para atenuar tanta carencia y dificultad. La buena voluntad de los vecinos, siempre estuvo, pero la economia local fue deteriorandose hasta extremos angustiantes. La ayuda vecinal empezé casi a ser simbdlica y no pasaba de organizar algin chocolate con tortas fritas 0 pan dulce para determinadas fechas patrias 0 representativas o el reparto esporadico de caramelos y gallatitas a los chicos. Los integrantes mas o menos consuetudinarios que se intercambiaban en la Cooperadora eran don Adolfo Rodriguez, don Marciano Prieto, don Tomas Moscoso, don Doroteo Prieto, don Segundo Prieto, don Eliseo Jara, don Femando Prieto, don Teodosio Araneda, don Leonidas Prieto por citar algunos, Las sucesivas crisis econémicas que sufrié el pais fueron despoblando el paraje y este despoblamiento se sintié en el numerario del alumnado; ya no eran treinta o cuarenta st [Escriba aqui] nifios para cubrir dos aulas, sino que con una sola alcanzaba; el total de! alumnado oscilaba entre los 7 y los 14 chicos; casi todos con asistencia muy discontinua; tanto que era comuin que los maestros salieran a recorrer los ranchos para insistir ante los padres con los beneficios de la alfabetizacién y la instruccién, Repasando, los maestros que ejercieron en estas instalaciones de la Escuela Nacional N°51 desde comienzos de la década de 1940 fueron: Marziali (que se ahogé en el rio Aluminé, casi frente a la escuela); los hermanos Barduill; Jorge Carlucci y esposa; Enrique Omar Isasi y su mujer Nora Zingoni; Noelia W. Berenguer Marengo (la mujer del escritor Alberto Rodriguez); Martha Fabry; Margarita Moretti; Monica Hougham, las hermanas Marini, Lucero, Eduardo Villegas, Parodi (y esposa cuyo nombre no recuerdo), Zulema Boffa, Eduardo y Nilda Gonzélez y finalmente Maria Bogdanich, mi mujer, quien permanecié en el cargo desde febrero de 1968 hasta noviembre de 1972, La siguieron, ya a comienzos de 1973, |a sefiora Villena, Laura Guaymas y quién sabe cudntos mas... El Dr. Gregorio Alvarez en su “Donde estuvo El Paraiso” (Edit. “Pehuén” 1957 - Pags. 200 2 202) brinda un excelente pantallazo de lo que era la Escuela 51 alld por el Maria Bogdanich y sus alumnos de la Escuela N'51—Afo 1971 afio 1956, las maesiras a las que alude sin nombrarlas, son Martha Fabry y Margarita Moret. Quiza como reconocimiento a esa mencién bibliografica, afios después, los Integrantes de ta Cooperedora battlzaron a ésta como "Cooperadora Escnar Dr. Gregorio lvarez". Llegada la década del 70 el deterioro edilicio convirtié a la casa habitacién en inhabitable y a la Unica aula en casi inutilizable; Maria Bogdanich a la saz6n directora y maestra, aprovechando la construccién del puente sobre el Aluminé, gestioné ante la Empresa Contegrand & Alfonso y obtuvo de ella la colaboracién para la reparacién de aberturas, revoques y techo del aula mas la realizacién del piso de cemento. Finalizada la obra del puente y para la inauguracién del mismo se hizo presente en Pilo- Lil (jpor 52 (Escriba aquil primera vez un gobernador!) Don Felipe Sapag, quien por pedido de la misma docente se apersoné en la escuela con parte de su gabinete y comprometid la provision de estufas a lefia y reparacion de sanitarios para los nifios, aclarando que la escuela por ser nacional no era formaimente de su responsabilidad. Lo importante fue que la ayuda provincial se concretd. Una de las dificultades con las que chocaba la continuidad educativa de los nifios era el periodo lectivo: de setiembre a mayo (por cuestiones climaticas) pero la supervivencia econémica de los pobladores (crianceros) exigia “veranar’ con los animales en la cordillera, circunstancia que por realizarse familiarmente reducia el tiempo de asistencia a clases (aproximadamente de diciembre a marzo) Otro de los graves inconvenientes era lo poco atractivo que resultaba para los postulantes a docentes una “escuela rancho" a gran distancia de los centros poblados y con tantos Impedimentos de comunicacién: sendas mas que caminos, cruce de rios por vados y en balsa, incomunicacién postal, carencia de servicios sanitarios, altos costos de alimentos e insumos, etc. etc. Este factor incidia para que los arriesgados y sufridos maestros que aceptaban el cargo no duraran mucho en él, salvo honrosas y destacadas excepciones caso de Carlucci, Isasi, las hermanas Marini, Lucero, Zulema Boffa, Maria Bogdanich y algun otro. Intentando ilustrar lo antedicho agrego a continuacién un relato tomado del libro “Entre Coirones y Neneos” (Pag.67 a 71). ‘DONA MARY” Un destino mathumorado por frustaciones juveniles y embroncado de pequefos conllictos familiares, qued flotando, casi como un olvido mas, en la neblina pegajosa de “su” Rosario, alla en Santa Fe. Legé un febrero caluroso y polvoriento, en la camioneta del estanciero “del otro lado del rio": y como ei rio, lege sorprendiéndose de tanta curva en el camino, de tanto cafiadén, de tanto cerro. Alla en Neuquén, en el casi ignoto Consejo de Educacién, le habian asignado la Escuela 51, una de aquellas a las que no queria ir nadie y los que iban no querian quedarse. El nombre del paraje le repiqueteaba en los oidos como un cascabeleo magico, y fe gustaba repetito para si: Pio Li, Pio Lil Un alarde veraniego de yuyos y melosa que amarilleaba reseco le dio la bienvenida al patio inmenso, mitad campo y mitad desolacién; era su nuevo domicilio; unos cuantos dlamos, algin ciruelo apestado, dos manzanos silvestres y un sauco le ponfan una imprescindible y casi angustiada pincolada do verde a la pedregosa aridez que descendia desde el cer. Las torpes siluetas de dos aplastados y descascarados ranchos de adobe queriendo mimetizarse con e! suelo, se le metieron impiadosas en sus sorprendidas retinas de chica de ciudad; lejos estaba de ‘suponer que andando el tiempo se Ie instalarian en fo mas profundo del afecto. El hombre de la camioneta hablaba de algo que ella no escuchaba por pensar en lo sorprendente que suele ser fa vida: en pocos dias habia pasado de “su” Rosario a Buenos Aires, de ahi en un tren polvoriento @ casa de unos parientes en Cipollet, después Neuquén y finalmente Pilo Lil, (Quién dirfal Bajé del vehiculo con la misma ansiedad y la misma osadia del primer astronauta al pisar fa Luna, apreté con fuerzas las manitas de Javier y Sonia, esos dos pedacitos suyos que eran razén y motivo del impensado destino que estaba inaugurando, Ei hombre de la camioneta descargé el colchén de estopa, los dos bolsos can ropa y una caja con «algo de vailla: ese era todo su equipaje, es mas, es0s eran todos sus bienes. En of Consejo, fe habian dado las llaves de la escuela; no fueron necesarias al menos para la casa particular que le franqued fa entrada con solo desatar un tiento que mantenia la puerta junta, mas que cerrado. Aferrandose a las manos de sus hijos, como a dos anclas, ingres6 desafiante a la penumbra del 53 {Escriba aqui} rancho; lo recarrié, eran dos piezas amplias, una especie de sala y una cocina, todas en hitera y todas con el mismo tufilo a pobreza, a desolacion y a humo antiquo. En rapido inventario descubrio que de los muebles originalmente provistos por ef Consejo sélo quedaba un destartalado armario y una cama turca de una plaza y con una pata rota; de la cocina, ni noticias, apenas un agujero en el techo que alcahueteaba que por ali alguna vez habia pasado un cao. i | t ‘Maria Bogdanich y sus alumnos de la Escuela N°51 ~ Afio 1968 La sensacién de caroncia era tanta que pensd que las paredes ahumadas, las telaraias y o! piso de tierra resuitaban casi imprescindibles. Er estanciero se despidié no sin antes reiterarle que quedaba a su disposicién @ indicarte fos nombres de los vecinos mas proximos. Ella seguia aferrada a las manos de sus hijos como pidiéndoles € insuflandoles coreje. ‘Comenzaba a sentirse sola; estaba sola y en un lugar desconocido y muy lefano; estaba sola y tenia miedo y sabia que no debia demostrario, La vida le exigia ser heroina y ella era solo una mujer, casi una muchacha... Respird aquel aire nuevo y casi tibio que Je regalaba Pilo Lil, lo hizo con bronca, dolida y desafiante; Sonia insistia con su fanto, Javier con sus preguntas y ella no sabia qué hacer ni qué responder. ‘Sabia que le estaba prohibido lorar. ;Pero qué ganas tertiles tenia de hacerio! Junté el poco coraje que atin guardaba, le arrimd algunos viejos consejos de su padre y volvi6 a respirar hondo; le cambié jos pafales a Sonia, le sacudié (a ropita pueblera a Javier, volvié a tomarios de la ‘mano y sin pensar mas se dingié al almacén que le indicara el estanciero. Aun no sabia que al almacén se le llaniaba “boliche’. Ef bolichero se encargo de divulgar su llegada y ef comentario de “la escuela tiene maestra’ recorié los cerros y cafiadanes y desde todos fos puestas donde habia “koltros” fueron amiméndose a “a ot”. Al segundo dia ya empez6 a trabajar inscribiendo alumnos, limpiando la casa, quitando tolarafias, barriendo, quemando basura; y sus delicadas manos de chica rosarina perdieron la suavidad y se llenaron de espinas y ampottas que después serian callos... Descubrié que trabajar mucho Je aseguraba llegar extenuada a la noche y poder as/ alejar fos, miedos que la soledad, el silencio y la oscuridad inventan, La gente le regalé una solidaridad, que tal vez ella. no esperaba y ella le regalé a la gante sus 54

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