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RESEÑA HISTÓRICA:

Las primeras informaciones que se tienen de Paya, se remontan al año 1600


cuando los padres de la compañía de Jesús hicieron su entrada a los llanos de
Casanare; se encontraron a una numerosa población de indígenas Muiscas,
con ellos llegaron los conquistadores que se dedicaron a someterlos y a
esclavizarlos, quienes ante esta situación preferían huir a las montañas. “Por
éstas razones se vieron obligados los Españoles a fundar por sí mismos los
pueblos y a contener en ellos a los pocos indios como presos. De ésta manera
se fundaron y permanecieron mucho tiempo los pueblos de Morcote, Chita,
Támara, Paya (o San Miguel de Paya), Pisba, Guaseco y Pauto”. Los
misioneros Jesuitas se establecen definitivamente en estos poblados en 1625
por medio de “Auto” firmado por el Arzobispo de Santa Fe, Don Hernando Arias
de Ugarte, mediante el cual encargó a diferentes misioneros cada pueblo, es
así como encarga al padre Diego de Acuña a Morcote, y a José Dadey a
Támara y sus territorios anexos de Paya y Pisba. Para entonces Morcote
contaba con 527 indígenas, había 763 en Chita y Támara con Pisba y Paya
tenían 1304, éstos datos se referían a los indígenas reducidos en los poblados,
ya que muchos estaban escondidos en las montañas. Paya fue víctima de la
opresión Española desde 1782 y testigo de la gesta Libertadora, pues el 27 de
Junio de 1819 se libró en sus tierras “el combate de las trincheras o
“Termópilas” de Paya” lográndose así la primera victoria del ejercito libertador y
apertura de la ruta victoriosa del Pantano de Vargas. “Desde entonces es
símbolo de la libertad perenne".

TERMOPILAS

DESCRIPCIÓN: Es una estructura en piedra a manera de fuerte, en forma de


estrella de ocho puntas, para su construcción no se utilizó ningún tipo de pega,
es importante porque fue escenario de batallas durante la época de la
independencia. HISTORIA: El asentamiento poblacional del hoy Municipio de
Paya tiene origen indígena; a él concurrían las tribus Achaguas, Jiraras,
Goahibos, Támara.

Hacia el año 1660 llegaron los misioneros Jesuitas, posteriormente lo hicieron


los Agustinos. A mediados de 1700 se sublevaron los indios Támaras quienes
para defenderse construyeron una fortificación de cal y canto en forma de
estrella. Esta fortificación fue utilizada por las fuerzas españolas para detener el
avance del ejercito patriota; el 27 de junio de 1819 el ejército libertador enfrentó
y desalojó al ejercito realista; como símbolo del triunfo, el Libertador le dio el
nombre a la fortificación de “TERMÓPILAS DE PAYA”

En las Termópilas de Paya comenzó la senda victoriosa de la Ruta Libertadora

Según el teniente Ómar Gómez, del Centro de Estudios Históricos del Ejército
Nacional, la Batalla de las Termópilas de Paya tuvo gran importancia en los
ámbitos táctico y moral, ya que las tropas de Bolívar lograron engañar con
maniobras al Ejército español y obtener una victoria, a pesar de no contar con
mismo entrenamiento ni equipamiento de las tropas del general Morillo.

El registro histórico detalla cómo cerca de 600 hombres al mando del coronel
Antonio Arredondo atacaron la población de Paya y el trincherón realista por
tres frentes distintos, logrando engañar a los españoles y tomar la posición
enemiga, obligándolos a huir hacia Labranzagrande por el río Payero.

El pueblo payero siente gran orgullo, de su heroína Simona Amaya, la mujer


que se enlistó vestida de hombre en el Ejército Libertador en la vereda Llano de
Miguel y murió combatiendo en la Batalla del Pantano de Vargas al recibir una
herida en el pecho, que al ser atendida permitió a sus compañeros descubrir su
verdadero género.

La Batalla de Paya o de las Termopilas de Paya o del Fuerte de Paya, fue el


primer encuentro de la Campaña Libertadora de Nueva Granada, librada el 27
de junio de 1819, en las afueras del pueblo de Paya. El coronel Antonio
Arredondo, fue mandado por Simón Bolívar, tomar el pueblo y el camino para
cruzar el Paramo de Pisba y marchar a Tunja y Bogotá. La tropa de 600
soldados, tomaron el trincheron que protegia el pueblo y el camino por tres
frentes, y pusieron en fuga a la pequeña tropa que tomo en camino para
Labranzagrande.

El Himno Nacional de Colombia, la estrofa IX, dedica los primeras dos versos
de su letra a esta batalla.
FRASES ACE-RCA DE LA AMISTAD

Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.


Elbert Hubbard (1856-1915) Ensayista estadounidense.

Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un ¨te quiero¨, siempre
habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz
alta.
Ralph Waldo Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.

La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla
como sea.
Alberto Moravia (1907-1990) Alberto Pincherle. Escritor italiano.

Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.


Demetrio de Falero (350 AC-280 AC) Orador, filósofo y gobernante ateniense.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en
dos almas.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.


Proverbio turco

Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando.


Louis Pasteur (1822-1895) Químico y microbiólogo francés.

Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a
tu alma con ganchos de acero.
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.

La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando


todo se ha oscurecido.
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.

La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.


Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.
El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor
que tiene.
Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.

La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a


perdonarse los pequeños defectos.
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.

Nuestra amistad no depende de cosas como el espacio y el tiempo.


Richard Bach (1936-?) Escritor y aviador estadounidense.

Entre un hombre y una mujer la amistad es tan sólo una pasarela que conduce
al amor.
Jules Renard (1864-1910) Escritor y dramaturgo francés.

Un amigo en la vida es mucho. Dos son demasiado. Tres son imposibles.


Henry Brooks Adams (1838-1918) Novelista, periodista y historiador
americano.

El amigo leal se ríe con tus chistes, aunque no sean tan buenos, y se conduele
de tus problemas aunque no sean tan graves.
Arnold H. Glasow

Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano
bastara con desear la salud.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que
sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos.
Mateo Alemán (1547-1613) Novelista español.

El falso amigo es como la sombra que nos sigue mientras dura el sol.
Carlo Dossi (1849-1910) Escritor italiano.

Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos.


Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
FRASES ACERCA DEL AMOR

Uno aprende a amar, no cuando encuentre a la persona perfecta, sino cuando


aprenda a creer en la perfección de una persona imperfecta.

Tardé una hora en conocerte y solo un día en enamorarme. Pero me llevará


toda una vida lograr olvidarte.

Si yo fuese el mar, y tu una roca, haría subir la marea, para besar tu boca.

Soy la persona más feliz del mundo cuando me dices "hola" o me sonries,
porque se que, aunque haya sido para solo un segundo, has pensado en mi.

Si sumas todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena en los
océanos, todas las rosas en el mundo y todas las sonrisas que haya habido en
la historia del mundo, empezarás a tener una idea de cuánto te quiero.

Si pudiese ser una parte de tí, elegiría ser tus lágrimas. Porque tus lagrimas
son concebidas en tu corazón, nacen en tus ojos, viven en tus mejillas, y se
mueren en tus labios.

Amar profundamente a alguien nos da fuerza. Sentirse amado profundamente


por alguien nos da valor. (Lao Tzu)

Amar es arriesgarse a que no le quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor.


Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más
peligroso en esta vida es no arriesgar nada. (Leo Buscaglia).

El amor es como la guerra. Fácil empezar, pero muy difícil parar. (H.L.
Mencken)

En los sueños y en el amor no cabe lo imposible. (Janos Arnay).

No te amo porque eres preciosa. Eres preciosa porque te amo.

Valora sobre todo el amor que recibes. Sobrevivirá mucho después de que
hayan desaparecidos tus tesoros y tu salud.
San Valentín: El origen del día de los enamorados.

Para aquellos que piensen que este día se celebra desde hace poco y que
surgió por el interés de los grandes centros comerciales, debemos señalar que
realmente su origen se remonta a la época del Imperio Romano. En el año 270
d.C. allá por el siglo III ejercía en Roma un sacerdote llamado San Valentín.
Por aquel entonces gobernaba el emperador Claudio II, que prohibió a los
jóvenes casarse y vivir en matrimonio, esto fue porque pensaba que los
jóvenes solteros y sin familia eran mejores soldados ya que no tenían ningún
tipo de compromiso en el caso de ir a la guerra.

Claudio II también había prohibido el Cristianismo en esa época porque


deseaba ser alabado como el dios supremo, como el Emperador de Roma.

El sacerdote no dudo en desafiar al emperador, ya que consideraba que el


decreto era injusto. Valentín se reveló y comenzó a casar a las parejas jóvenes
en secreto, bajo el ritual de la Iglesia.

El emperador Claudio se enteró, y ordenó que lo llevaran a palacio. Claudio


intentó convencer a Valentín para que renunciase al Cristianismo y sirviese al
Imperio y a los dioses romanos. Si aceptaba, Claudio II le perdonaría y le
convertiría en uno de sus aliados. Pero, por el contrario, Valentín no renunció a
su religión y aprovechó la ocasión para hacer propaganda del cristianismo.

En un principio Claudio II se mostró atraído por esta religión, pero el ejército y


el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le convencieron para quitárselo de
la cabeza y organizaron una campaña en contra del Santo. Valentín fue
encarcelado y el emperador le sentenció a una ejecución.

Mientras esperaba que se ejecutase su sentencia en la cárcel, su carcelero,


llamado Asterio, le presentó a su hija Julia, ciega de nacimiento, para que
Valentín, siendo hombre de letras, le enseñara. A pesar de ello, Asterio quiso
ridiculizarle y ponerle a prueba, le retó a que le devolviese la vista a su hija,
Valentín aceptó y obró el prodigio. Asterio y toda su familia se convirtieron al
cristianismo, pero Valentín no se salvó de su sentencia, ya que temiendo una
rebelión del ejército romano y de los paganos, el emperador lo mandó ejecutar
el 14 de Febrero. Según la leyenda, se plantó un Almendro de flores rosadas
junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad
duraderos.

Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica


de su mismo nombre que está en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de
febrero se celebra en dicho templo, un acto de compromiso por parte de
diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.

Parece ser que la festividad de San Valentín también sustituyó a otra festividad
de origen pagano. Era una celebración en honor al dios romano Lupercus, el
dios de la fertilidad. A mediados de febrero, los antiguos romanos se reunían
en una gruta llamada Lupercal. Allí sacrificaban animales en honor de Lupercus
y, al terminar, unos jóvenes adornados con la piel de las víctimas, recorrían la
ciudad azotando con látigos a las mujeres que se encontraban a su paso,
convencidas de que el dios de la fecundidad les concedería así su gracia. No
fue hasta el año 496 de nuestra era cuando el Papa Gelasio nombró a San
Valentín como sustituto cristiano del dios pagano Lupercus.

Durante los siglos XVII y XVIII en Inglaterra y en Francia se originan las


costumbres populares asociadas al día de San Valentín, consagrando este día
a los enamorados, y poniendo de costumbre el intercambio de regalos y cartas
de amor.

Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII, ya que


los avances de la imprenta y el bajón en los precios del servicio postal
permitieron el envío de saludos por San Valentín. Hacia 1840, Esther A.
Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San
Valentín en Estados Unidos.

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