La perfección en la formación de un nuevo ser con cargas específicas de ADN y ARN, con neuronas,

órganos, con desarrollo motriz y muchísimas cosas más, solo dejan ver cuán asombroso es el
cuerpo humano y quien lo diseño.

Es suficiente solo con ver el rostro de una mujer embarazada para de alguna manea sentir alegría
también, miles de madres en el mundo y familias se unen a este proceso de gestación No solo con
cada ecografía que pueden practicarse en algunas mujeres embarazadas sino con las respuestas
de cada toque que se hace al vientre y a la respuesta del bebé; podría decirse que son 40 semanas
de muchos sueños viniendo a ser reales, de mucho amor y de mucha esperanza.

Pero la realidad es que en determinados casos no todas las mujeres y los bebes corren con un final
feliz, sino que miles se enfrentan a la muerte en periodos en su mayoría post parto, pero en otros
casos la mujer son las que mueren.

Tal vez algunos de ustedes recuerdan El caso más reciente en nuestra ciudad fue el 5 de mayo de
este año donde la gestante y él bebe murieron al parecer por negligencia médica, aunque los
hechos no han sido aclarados ¿La pregunta sería qué lo causa?, ¿qué es lo que sucede? Esta
situación no solo se presenta en nuestra ciudad sino en todo el mundo.

Según UNICEF en un informe que entregó el 19 de febrero de 2018, La tasa de muertes de recién
nacidos sigue siendo alarmantemente alta, sobre todo en los países más pobres del mundo. En
estos países la tasa media de mortalidad neonatal es de 27 muertes por cada 1.000 nacimientos,
mientras que en los países de renta alta ese índice es de 3 muertes por cada 1.000 nacimientos.

Quiero mostrarles algunas causas de porqué esto ocurre.

Muchas mujeres mueren de complicaciones que se producen durante el embarazo y el parto o

después de ellos. La mayoría de esas complicaciones aparecen durante la gestación y la mayoría
son prevenibles o tratables; otras pueden estar presentes desde antes del embarazo, pero se
agravan con la gestación, especialmente si no se tratan como parte de la asistencia sanitaria a la
mujer. Las principales complicaciones, causantes del 75% de las muertes maternas, son 4:

1. las hemorragias graves (en su mayoría tras el parto);

2. las infecciones (generalmente tras el parto);
3. la hipertensión gestacional (preeclampsia y eclampsia);
4. complicaciones en el parto;
5. los abortos peligrosos.

Las demás están asociadas a enfermedades como el paludismo o la infección por VIH en el
embarazo o causadas por las mismas.

Por ejemplo, los bebés que nacen en un país como Pakistán tienen 50 veces más probabilidades de
morir que un bebé nacido en Japón. Según cifras del informe, los bebés nacidos en Japón (1 de
cada 1.111), Islandia (1 de cada 1.000) y Singapur (1 de cada 909) tienen las mejores posibilidades
de supervivencia, mientras que los recién nacidos de Pakistán (1 de cada 22), República
Centroafricana (1 de cada 24) o Afganistán (1 de cada 25) se enfrentan a las peores
probabilidades.
En España, la tasa de mortalidad de recién nacidos es de 1 de cada 500 nacidos vivos.

Esto solo nos muestra la realidad de lo que ocurre en algunos casos de gestación, lastimosamente
a estos hay que sumarle también la pobreza y la desigualdad con que muchas mujeres en el
mundo se enfrentan al no poder recibir atención médica inmediata, y el que el mundo siga
registrando descensos de bebes y madres con los ojos cerrados y que cientos de profesionales con
capacidades de prestar voluntariados no lo hagan por que no hay remuneración económica.

Como parte de la Estrategia mundial para acabar con la mortalidad materna prevenible, la OMS
está colaborando con los asociados para:

resolver las desigualdades en la calidad de los servicios de atención de la salud reproductiva,

materna y neonatal y en el acceso a ellos;

lograr una cobertura sanitaria universal para una atención integral a la salud reproductiva,
materna y neonatal;

abordar todas las causas de mortalidad materna, de morbilidad reproductiva y materna, y de

discapacidades conexas;

reforzar los sistemas de salud para recopilar datos de alta calidad a fin de que respondan a las
necesidades y prioridades de las mujeres y niñas; y

garantizar la rendición de cuentas con el fin de mejorar la calidad de la atención y la equidad.

Estudiar estas cifras solo me hace pensar en que independientemente de cuantos nos
acostumbremos como auxiliares al ver tantas cosas, nunca perdamos lo que nos diferencia como
seres humanos, el humanismo, la sensibilidad.