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Policía Nacional
“Entre más conozcamos la historia de la Policía Nacional
el amor y compromiso por ella cada día será mas grande”
Génesis de las condecoraciones en la Policía Nacional
Una condecoración es una insignia o medalla que se concede como
honor y distinción. Suele consistir en una pieza metálica con forma
determinada, en la que se graban imágenes o inscripciones, y que
suele ir prendida del pecho o colgada del cuello.
Aunque tanto en la forma como en el material existen múltiples excepciones, las medallas tienden a ser discos
metálicos, similares en apariencia a las monedas, aunque usualmente de mayor diámetro y relieve pronunciado.
Esta voz tiene su origen en la latina Metallum y así llamamos a aquellas piezas antiguas, que según la más corriente
opinión eran la moneda, de que se usaba en sus respectivos tiempos. Ello es cierto a excepción de aquéllas que en Italia
y en otras partes se llaman Medallones, las cuales verisímilmente no eran moneda, sino de aquéllas arrojadizas que se
suelen ver y esparcir al pueblo en las aclamaciones de los Reyes o son fabricadas con ocasión de algún gran suceso y se
reparten como dones.
El estudio de las medallas, su autenticidad, origen, clasificación, etc., constituye el objeto de la medallística, una rama de
la numismática. En el Renacimiento se llamaban "medallas" a todas aquellas monedas de la Antigüedad que ya no
estaban en circulación y por tanto no tenían valor de cambio. Aunque la forma es generalmente redonda, con todo no
faltan medallas ovales, poligonales, cuadradas, etc. La materia de que se componen es el oro, la plata, el plomo, el estaño,
el platino, el níquel y el cobre pero también las hay de cristal y de barro cocido. En casos raros y especialmente durante
el asedio a una plaza, se fabricaban monedas de cuero, papel o hierro (obsidionales).
Época antigua
En la primera de dichas épocas, la medalla tiene carácter oficial y sólo se produce en las oficinas imperiales, sin reproducir
más efigies que las de los emperadores o individuos de su familia, siendo su procedimiento el de la acuñación como en las
monedas.
Hay medallas de oro, plata , metal corintio, cobre, bronce y plomo, de cobre cubiertas con hoja de plata y de cobre plateado. El
gran bronce no pasa de los Póstumos; el mediano dura hasta la decadencia del Imperio y continúa con interrupciones hasta
los Paleólogos. El mínimo es muy raro desde Julio César hasta los Postumos.
Las consulares de cobre tuvieron principio en Roma en el año 484 de su fundación
Las de plata en el 546.
El P. Joubert numera entre las consulares de 50 a 60 en oro, 250 en cobre y 1.000 en plata. De medallas Imperiales en oro se
cuentan hasta 1.200, en plata 3.000, y en bronce de б а 7.000. No obstante Morell prometió una serie universal de medallas
en número de 25.000.
Medallas Púnicas
Medallas Griegas
Medallas Árabes
Imperio Romano
Los phalerae
La primera de estas imágenes, de izquierda a derecha, corresponde a la insignia más importante para roma, esta es el
"Aquila", signo de la deidad protectora de roma. Esta insignia era la que representaba a cada legión, su protección estaba
a cargo de la Primera Cohorte. La Aquila era el objeto de culto dentro de la legión. En un principio el Aquila no era el
único símbolo, también estaba el lobo, el minotauro, el caballo y el jabalí, pero a instancias de Cayo Mario, este abolió los
otros 4 signos, dejando como único representante de roma al águila o aquila. En la época de Cayo Mario las aquilas
estaban hechas de plata, pero a instancias de Augusto se empezaron a fabricar de oro.
La última insignia corresponde a la Signum, estandarte que pertenecía a las centurias, por esto es que era la insignia más
usada en las legiones, dentro de cada una por lo menos debían de haber más de 40 Signum. Este estandarte estaba constituido
por el águila y la insignia de la corona romana en la punta, bajo esta la inscripción de SPQR, solo durante la republica, luego
fue remplazada por el nombre del soberano. En la inscripción también se encontraba escrito que numero de cohorte eran. Por
último las insignias en forma de círculo, significaban el número de centuria que correspondía a la cohorte correspondiente.
La Signum
Como amuleto y protección: las primeras piezas de joyería son pequeñas piedras utilizadas como colgantes, de ahí derivarán los
amuletos más conocidos, que se utilizarán solos o formando joyas complejas.
Para indicar rango ú oficio: Como en todas partes y épocas, las joyas sirvieron para indicar status y riqueza, así como el poder y
prestigio del propietario.
Como premio militar ó civil: Una de las mayores ocupaciones de los joyeros era la de realizar condecoraciones para los oficiales
premiados. La “Orden del Collar de Oro” quizás fue el más antigua de estos honores. El collar shebyu, formado por unos discos de
oro macizo enfilados muy estrechamente, surge como parte de un premio honorífico por el valor militar.
Para adornar templos y palacios: Sabemos que muchos elementos arquitectónicos de los palacios y templos eran adornados o
recubiertos con metales preciosos.
Para depositar en la tumba: Los Egipcios depositaban en sus ajuares funerarios todo lo que creían iban a necesitar en la vida del
Más Allá, por lo tanto en las excavaciones de las tumbas se han podido encontrar gran cantidad y variedad de piezas.
Por motivos puramente funcionales: Grandes sellos cilíndricos de oro ó de piedras duras, con el nombre del Rey, eran confiados a
aquellos oficiales que actuaban en nombre del Rey en actos oficiales Durante los Imperios Antiguo y Medio.
Por motivos rituales: Los collares menhat y contrapesos que eran utilizados por las grandes damas ó sacerdotisas como símbolos de
su devoción al culto de la Diosa Hathor ó sus encarnaciones.
El collar shebyu
Pueblos Cristianos
En los pueblos cristianos han tenido más comúnmente la forma de cruz ornamental, dorada y esmaltada con figuras
e inscripciones alusivas que se lleva pendiente de algún lazo, collar o cordón precioso
Medallas Cristinas
Medallas de la época de la
Independencia Hispanoamericana
Independencia hispanoamericana
Dando un salto de gigante en el tiempo se encontraran en este documento con un estudio iconográfico de la
independencia hispanoamericana, a partir de las condecoraciones presentes en los retratos de sus protagonistas.
Para este objetivo, se parte de que la noción de héroe se aplica tanto al ejército realista como al republicano. Con esta
perspectiva, se pretende indagar de forma amplia el uso dela condecoración como dispositivo simbólico para
designar la heroicidad.
Los términos orden, condecoración y medalla habitualmente son considerados sinónimos aunque en una
investigación realizada por Thomas Baumert y Francisco J. Roldán centrada en el análisis económico del sistema
premial español, estos autores recordaron que en sentido estricto no lo son. En algunos países como España, esta
confusión en la terminología se ha llegado a extender al ámbito institucional. Las órdenes, según los investigadores
mencionados, están determinadas por tener su origen en las órdenes militares o ecuestres, creadas como sociedades
de caballeros en el contexto de las Cruzadas. Este origen explica que las órdenes, a diferencia de las restantes
distinciones, se constituyen como órganos corporativos o colegiados. De esta forma, en sentido estricto, las
condecoraciones serían elementos o símbolos de distinción entregados a personas o entidades en señal de
reconocimiento pero, a diferencia de lo que sucede con las órdenes, después de recibirlas sus titulares no se
integrarían en ninguna entidad corporativa. Las órdenes, también debido a su origen, suelen contar con una
estructura jerárquica, organizándose en varias modalidades o categorías, generalmente denominadas "grados". Los
grados más frecuentes suelen ser, en orden creciente de importancia: Medalla, cruz sencilla o de caballero, cruz de
oficial, encomienda o insignia de comendador o de comandante, gran cruz y collar. Una excepción notable es la
Orden del Toisón de Oro, que se encuentra entre el reducido número de las órdenes de caballería más antiguas y
prestigiosas del mundo, y es una orden con una única categoría que es la de caballero de collar. Las medallas son
distinciones individuales que tienen como finalidad premiar actos meritorios o de valentía, conmemorar
acontecimientos determinados o distinguir servicios valiosos o conductas ejemplares. Estas últimas (y también
algunas condecoraciones) pueden tener varias clases, habitualmente identificadas con el oro, la plata y el bronce.
Estas clases suponen una clasificación de los actos, conductas o servicios recompensados pero no establecen una
jerarquía entre sus poseedores
Entre los dispositivos simbólicos empleados durante la Guerra de Independencia Americana, las medallas jugaron un papel
fundamental por estar destinadas a destacar y estimular la participación en la contienda. Al terminar la guerra, las medallas
sobrevivieron en los retratos de los héroes de la leyenda patria, de los que fueron excluidos los militares de bajo rango, a pesar
de que también fueron condecorados. La posición de subalternidad de la tropa se inscribió en tres instancias: la primera
resultaba de su lugar en la jerarquía militar; la segunda, se expresó en la condecoración por que, a diferencia de los altos
oficiales, el héroe de la tropa recibía un diploma pero no la medalla; finalmente, la tercera instancia se relacionaba con la
formación del Panteón Nacional, a partir de la iniciativas gubernamentales y privadas de “inmortalizar” al héroe en retratos
que sólo se centraron en la oficialidad. Esta situación es válida para el bando realista como para el independentista, como lo
muestra el triunfo de Rancagua (1 y 2 de octubre de 1814), en el que las tropas realistas vencieron al ejército patriota chileno,
dirigido por Bernardo O’Higgins y José Miguel Carrera. Entonces el virrey Marqués de la Concordia ordenó la acuñación de
medallas para los vencedores (Lima, Junio 10 de 1814):
“...para distribuirlas entre los individuos del Ejército de Chile que más se han distinguido en las acciones de guerra [...] 400
deben ser de plata, empleando para ellas hasta donde alcance las monedas del Sol que remito acuñadas en Potosí por el
Gobierno Insurgente de Buenos Aires y 80 de oro con destino a los oficiales.”
Pero al final del documento dice que “No se verificó la construcción de estas medallas”, por la escasez de recursos que llevaba a
priorizar el “pago y ajuste” delos sueldos atrasados de los soldados, por encima de la condecoración.
Bernardo O’Higgins
José Miguel Carrera
Presidente de la Junta Provisional de Gobierno
1814: En la Batalla de Rancagua, las tropas realistas, comandas por Mariano Osorio,
vencieron a las fuerzas del general Bernardo de O'Higgins, que debieron retirarse
tras una heroica resistencia. Concluía así el período llamado Patria Vieja. En la
imagen, se pasa revista a las tropas de Rancagua.
Batalla de Rancagua (Chile)
Se conoce como Batalla o Desastre de Rancagua al último de los enfrentamientos de la llamada Patria Vieja, ocurrido los
días 1 y 2 de octubre de 1814 en la ciudad de Rancagua, Chile.
La caída de Rancagua marca el fracaso de los primeros proyectos por la Independencia de Chile. El General Bernardo
O'Higgins, bajo el mando de José Miguel Carrera, en ese entonces Presidente de la Junta Provisional de Gobierno, fue
sitiado en la plaza de la ciudad por las tropas realistas al mando del Brigadier Mariano Osorio, logrando resistir durante
dos días, hasta que con los pocos hombres de su división que sobrevivieron, pudo romper el cerco y huir. Durante el
fragor de la batalla, Bernardo O'Higgins dijo nuevamente la frase que había acuñado meses antes en la batalla de El Roble:
O vivir con honor o morir con gloria, a las tropas.
Brigadier Mariano Osorio
Esto sucedió también en los decretos de honores de las campañas de San Martín y Bolívar; San Martín, en la medalla “Yo fui
del ejército libertador” estableció tal disposición para el Ejército Unido y la Escuadra de Chile, lo cual hizo Bolívar años
después: “El Ejército vencedor en Ayacucho será inmediatamente ajustado pagado; teniendo estos gastos la preferencia
sobre todos los del Estado” para lo cual se planeó contraer un nuevo empréstito. Aún así los sueldos adeudados a los
veteranos no se pagaron, aunque el gobierno colombiano emitió vales como garantía de la deuda. En la creación de las
leyendas patrias, americanas y españolas, se incorporaron los retratos de militares condecorados que pasaron luego a
formar los panteones nacionales, en un discurso militarista visto desde la oficialidad. Así se perdió la imagen de la tropa sin
medallas, retratos, ni sueldo. En su momento, las medallas y las órdenes, más que un reconocimiento al mérito fueron
armas en una batalla simbólica librada en los dominios españoles en América. Por ello se propone que la condecoración
implica un proceso de reconocimiento pre-nacional, a partir de dos vías postuladas por Ernest Gellner: la culturalista, que
parte de la existencia sistema común “de ideas y signos, asociaciones y pautas de conducta y comunicación”, y la
voluntarista, que implica un reconocimiento mutuo.
Medalla de Ayacucho
La comprende un escudo de la ciudad de Sucre, con su respectiva
inscripción y una corona de laureles de diamantes que lo rodea. Esta
condecoración fue decretada por Bolívar en Lima, en diciembre de
1824, para que todos los integrantes del "Ejercito Unido Libertador del
Perú" llevaran en el pecho. Perteneció a Antonio Guzmán Blanco,
quien posteriormente la donó al Museo Nacional.
Aunque medallas y órdenes se prestan al recuento événementiel del período, también pueden dar cuenta de otros asuntos,
como las divisiones sociales: En América los generales ostentaban condecoraciones de oro con brillantes, los oficiales de oro y
la tropa de plata; en España, oro los generales, plata los oficiales y parches de paño o cintas los soldados. En ambos casos es
evidente la diferenciación social, reforzada en lo material, sumado a la imposibilidad de que indígenas, negros o mestizos
recibieran el mismo honor de un caballero. El aquellas preseas para la tropa no se acuñaran, mientras que las de generales y
oficiales si, se debió a que estaban hechas de metales preciosos como la moneda, que era de alor intrínseco es decir, de piezas
metálicas que valían por su propio peso. Así que fabricar las 400 medallas de plata y 80 de oro del documento citado,
implicaba sacar de circulación monedas para fabricar preseas. En suma los costos de tales honores eran impracticables,
sobretodo en una proporción de una medalla de oro por cada cinco de plata, lo que no excusa pero si explica que se haya
honrado aun grupo reducido.
II. ÓRDENES MILITARES ESPAÑOLAS
Al regreso de Fernando VII, en 1814, se establecieron en España dos órdenes relacionadas con la Independencia
americana y las guerras napoleónicas. La primera fue la Orden de San Hermenegildo, creada el 28 de noviembre de 1814,
al final de la Guerra de Independencia Española, con el propósito de premiar la constancia en el servicio de las armas
reales. La segunda fue la Orden de Isabel la Católica, del 24 de marzo de 1815, en recompensa de la lealtad y los méritos
delos defensores de los dominios hispanoamericanos.
Este punto se inicia con la Orden de los Libertadores de Venezuela, instituida por Simón Bolívar el
22 de octubre de 1813, en Caracas:
Llamado a la autoridad suprema para reparar los ultrajes hechos a la virtud, uno de los primeros
actos del poder, debe llevar por objeto tributar a los libertadores de la Patria un honor que los
distinga entre todos, creando símbolos que representen sus grandes servicios [...] la venera de la
orden será una estrella de siete radios, símbolo de las siete Provincias que componen la República.
En la orla habrá esta inscripción, Libertador de Venezuela, y al reverso el nombre del libertador. Se
llevará al costado izquierdo pendiente de un lazo amarillo.
La orden se usó para designar una élite patriota, opuesta a los enemigos de la Independencia
perseguidos por el decreto de Guerra a Muerte. Por ello se le concedió a los participantes de la
Campaña Admirable, la independencia de Venezuela y la de Cundinamarca, o a quienes apoyaron
tales campañas, como sucedió con de Antonio Nariño, que la recibió el 4 de mayo de 1814:
Deseoso de distinguir a aquellos militares que [...] contribuyeron altamente al feliz éxito de la
campaña que libertó a Venezuela, y que haría la gloria de los más grandes héroes de la tierra,
instituí la Orden de los Libertadores. Como vuestra excelencia es [...] de los más sinceros amigos
que numera mi patria, y cuya singular protección contribuyó [...] a redimirla del poder español, el Orden de los Libertadores
reconocimiento y la justicia exigen que sea [...] de los primeros en el uso de la venera. Al final de su de Venezuela
carta Bolívar dice que el fin de la orden es presentar a quienes la reciben
“a la faz [...] de la América entera, como un libertador de Venezuela, y dar un nuevo realce a esta
útil institución”. El objetivo se logró con creces, como puede verse en numerosos retratos y en la
presentación de los héroes al principio de la República, que a continuación de su nombre
declaraban pertenecer a la orden, a pesar de lo cual se conservan pocas medallas. Esta distinción
aparece representada con variaciones, como sucede en el retrato de Carlos Soublette, con una
corona de laurel que denota el rango de general, sin dejar de lado inconsistencias como los ocho
radios de la venera en el retrato de Ramón Nonato Guerra o los seis radios en el del canónigo
Ignacio Mariño y Soler, lo que indica desconocimiento de la presea.
Retrato de Carlos Soublette
Presidente de Venezuela
IV Condecoraciones americanas
Cruz de Boyacá.
Esta medalla fue creada para condecorar a los participantes civiles y militares dela independencia del Nuevo Reino de Granada,
por el Congreso de Angostura18, el 14 de enero de 1820. Debía tener una corona de laurel esmaltada de verde, el nombre de su
poseedor en esmalte rojo y debajo el mote: ‘Cundinamarca Libertada 1819’. Los tipos se establecieron así:
...de Oro guarnecida de Esmeraldas para los generales - de Oro sin guarnición para los Oficiales y Ciudadanos Empleados [...] de
Plata para los Soldados y Ciudadanos [...] Los Militares la llevarán pendiente de una cinta roja en el segundo ojal de la casaca, y
los Ciudadanos de una cinta azul celeste.
A diferencia de la Cruz de Boyacá, que exaltaba sólo a militares, esta medalla incluyó a los civiles, a pesar de lo cual sólo se
conoce por la iconografía militar.
Fuente: http://www.bcv.org.ve/blanksite/c3/joyas2.htm
Quito a sus libertadores en Pichincha
Creada por Antonio José de Sucre, en el cuartel general de Huamanga el 19 de diciembre de 1824, tenía una corona de
laureles con la inscripción: “Colombia a sus bravos en el Perú”, en medio la llanura de Ayacucho, atravesada de un fusil y
una espada, y la inscripción “Vencedor en Ayacucho, 9 de diciembre, año 14”. No obstante las dos medallas de la
colección del Museo se ajustan al segundo decreto de honores, expedido por Simón Bolívar en Lima (27 de diciembre
de1824). Bolívar inició ordenando que el ejército fuera “inmediatamente ajustado y pagado” con “preferencia sobre todos
los del Estado, aún cuando para ello téngala Nación que contraer un nuevo empréstito”. A continuación estableció una
medalla más sencilla con “...una medalla al pecho pendiente de una cinta blanca y roja con esta inscripción: AYACUCHO.
Los generales esmaltada en brillantes; los jefes y oficiales de oro y la tropa de plata”. Las medallas conservadas, con la
bandera del Perú en la cinta, corresponden a un oficial y a un soldado.
El busto del Libertador
Esta medalla es un testimonio de la campaña del Perú, que inició con la victoria en Pichincha (1822) y culminó con la de
Ayacucho (1824). Fue creada el 12 de febrero de 1825, por el Congreso constituyente del Perú–presidido por José María
Galdeano- en “honor del Libertador que lleve por el anverso busto con este mote: ‘A su Libertador Simón Bolívar’; y por el
reverso las armas de la República con este otro: ‘El Perú restaurado en Ayacucho. Año de 1824”.
En el mismo documento se rindió reconocimiento público a los participantes en la batalla de Ayacucho, se le concedió a Sucre el
título de Gran Mariscal de Ayacucho y se le confirió a los soldados de la Campaña del sur: “la calidad de peruanos de
nacimiento con opción a todos los empleos de la República, si por otra parte reunieren los demás requisitos constitucionales”.
1) Que luego que las circunstancias lo permitan, se grabará una medalla que
represente las armas del Perú, provisionalmente adoptadas, y en el reverso esta
inscripción: ‘A los vencedores de Pasco’.
2) El General de la División la traerá de oro, y lo mismo los demás jefes de ella; los
oficiales la usarán de plata.
3) Los sargentos, cabos y soldados, traerán un escudo bordado sobre el pecho con
las mismas armas y una inscripción al exergo: ‘Yo soy de los vencedores de
Pasco’.
General Juan Antonio Álvarez de Arenales
La medalla de la colección del Museo Nacional de Colombia pertenece, entonces, a la
campaña San Martiniana del Perú. Según las disposiciones del decreto de honores, se
puede colegir que la medalla en cuestión, le perteneció a un oficial de San Martín,
aunque no hay inscripciones en las que se revele el nombre de la persona que la
obtuvo, ni información sobre la procedencia de la pieza.
Yo fui del ejército Libertador
Medalla al Ejército y la Escuadra Libertadora del Perú
El 15 de agosto de 1821, José de San Martín, nombrado para entonces Protector de la Libertad del Perú, proclamó un decreto de
honores para aquellos que lo acompañaron en la campaña libertadora del Perú. En la introducción del decreto, San Martín
escribe lo siguiente: “…puesto yo a la cabeza del Estado Peruano, dejaría un gran vacío en mis deberes públicos, si a su nombre
no manifestase el alto aprecio que merecen los que han tenido parte en la empresa de más trascendencia al nuevo orden social de
ambos hemisferios”. En los artículos 3º y4º, se establece la creación de la medalla y los merecedores de la misma, como sigue:
3) Todos los oficiales del Ejército y Escuadra que salieron en la Expedición Libertadora y se hallan existentes en el día son
reconocidos Oficiales del Perú.
4) Los individuos comprendidos en el artículo anterior y los empleados que se hallen en el mismo caso, gozarán, aunque después
queden de simples particulares, una medalla, de oro los oficiales, y de plata las demás clases, con esta inscripción: YO FUI DEL
EJÉRCITO LIBERTADOR y al reverso las armas del Estado.
La medalla de la colección de numismática, de metal plateado, corresponde a un militar de bajo rango, que formó parte del
Ejército Libertador de San Martín.
Cruz de Boyacá
Medalla Militar
La revolución francesa abolió todos los rangos y privilegios en 1791, tanto civiles
como militares. A pesar de esta tabula rasa, cientos de ardientes revolucionarios
combatían al otro lado del Rin y en Italia contra los enemigos de la joven
República. Les bastaba con dar su vida por sus ideales, sin premio alguno que
mediara. El entonces Consul Bonaparte que era de otra opinión, empezó a gestar
el germen de la Legión de Honor en una cena con sus hermanos en el castillo
Malmaison, entre las partidas de billar que tanto le gustaban. “Es por estas
baratijas por las que los soldados luchan y mueren por mí”, esgrimió el general
más adelante. El 14 de Floreal, 3 de mayo de 1802, Roederer, su consejero de
Estado, dio la lectura que la constituía.
El Consulado instauró las armas de honor para premiar a los soldados por sus
actos de valentía en combate. Este sistema de condecoraciones era estrictamente
militar, Francia no poseía ningún otro tipo de recompensa. Bonaparte era
consciente de la necesidad de reinstaurar las medallas y en 1802 ideó la
institución llamada “La Legion de Honor”, que amalgamara a los mejores sujetos
de Francia y les uniera por este vínculo.
Napoleón, generoso en las dadivas, concedió más de 2.000 de esta condecoración
cuyo nombre se remontaba a la Antigua Roma, la Legió honoratorum conscripta.
Los legionarios tenían que jurar fidelidad a la república, a imagen y semejanza de
las antiguas ordenes religiosas que se postraban ante el Gran Maestre. Quería así,
Napoleón, formar una irreductible guardia que le jurase lealtad hasta las ultimas
consecuencias.
Fue creada el 26 de Julio de 1893 para premiar "los servicios militares en las colonias , como resultado
de la participación en operaciones militares, en un país colonia o protectorado “
La medalla es la misma para todas las campañas, lo único que cambian son los pasadores que lleva, que
identifican el lugar donde ha servido el soldado.
Medalla Colonial
Inicio del otorgamiento de medalla a funcionarios del cuerpo de Policía
Revisando los anales de la Génesis de la Policía Nacional, se establece
que solo hasta el año de 1912 (21 años después de la fundación de
la Policía Nacional en 1891) el Doctor Gabriel fue el gestor para que
por primera vez en la historia del Cuerpo de Policía el Gobierno
Nacional le otorgara una medalla a uno de sus funcionarios.
Las insignias solo podrán llevarse con uniforme de parada o con vestido de civil de
ceremonia.
La otorga siempre por Decreto del Gobierno con la firma del Ministro de Defensa y previa
intervención del consejo de la orden.
En una ceremonia especial, el General José Roberto León Riaño y el Subdirector General Édgar Orlando vale Mosquera
impusieron la medalla al mérito ciudadano.
Medalla “General Santander”
Ceremonia de clausura del Curso de Subtenientes “Cadete Gerardo Moncayo Barrera”. El primer puesto
fue obtenido por el señor Subteniente Rafael parra Garzón . Nota: cabe destacar que este fue el último
curso de bachilleres egresado de la Escuela de Policía “General Santander”
Clausura del Curso de Subtenientes “Julio Garavito Armero”. El primer puesto fue obtenido por el señor
Subteniente Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, en la foto aparece el señor Presidente de la República Alfonso
López Michelsen imponiéndole la condecoración respectiva.
El señor Subteniente Janio León Riaño,
ocupó el primer puesto en la promoción
No. 051 “Teniente Joaquín Olmedo
Botero Villegas”
“Medalla de Los Servicios”
El 5 de noviembre de 1966 la Policía Nacional cumplió sus Bodas de Diamante con motivo de este acto se
celebraron importantes actividades en todo el territorio nacional, siendo importante resaltar que en la ciudad
de Bogotá se le impuso la Medalla de 25 años de servicio a los señores Brigadieres Generales Bernardo
Camacho Leyva y Juan Feliz Mosquera Mosquera.
El mas pequeños de los Agentes de la Policía Nacional, Nació en Choachi (Cund) , 35 años, soltero,
estatura 1, 05 , trabaja en la institución desde 1947, se desempeñó como el proveedor del casino de
oficiales de la Escuela “General Santander”. En la foto aparece recibiendo la medalla de servicios
categoría 20 años.
Brigadier General Luis Humberto Valderrama Núñez
Director de la Policía Nacional
Nuevo ReglamentoReglamento de uniformes, insignias,
condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía
Nacional (Resolución No. 3372 del 26 de octubre de 2009)
El señor Mayor General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, Director
General de la Policía Nacional mediante Resolución No. 3372 del
26 de octubre de 2009, expidió el Nuevo reglamento de uniformes,
insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la
Policía Nacional. en su Titulo III Condecoraciones, Capítulo I
Condecoraciones, artículos 123 al 126 establece la definición, clase,
criterios entre otras condecoraciones de la Medalla Estrella de la
Policía”.
Se otorga a todo el personal que preste sus servicios en actividades de vigilancia y sea destacado por
la comunidad, las autoridades y sus superiores.